moda queer.qxd - Florencia Bibas
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moda queer.qxd 14/11/2013 02:17 p.m. PÆgina 70 DEL CLÓSET A LA PASARELA UNA EXHIBICIÓN SIN PRECEDENTES LEGADO DE LA COMUNIDAD LGBTQ TRANS Y QUEER) A LA MODA EN EL INSTITUTE OF TECHNOLOGY DE EXPLORA (LESBIANA, MUSEO DEL EL VALIOSO GAY, BISEXUAL, FASHION NUEVA YORK. Txt: Florencia Bibas* “ MI SEXUALIDAD HA SIDO MUY IMPORTANTE EN MI CREATIVIDAD “ YVES SAINT LAURENT 70 > CLASE 14/11/2013 02:18 p.m. PÆgina 71 ^ Traje de tres piezas. Francia, 1790-1800. ^ ALIANZA FRIENDLY A queer history of fashion cuenta con el apoyo de la ciudad de Nueva York; de la Fundacion Coby, el ‘consejo couture’ del FIT, asociación filantrópica que apoya las iniciativas de la institución; y de la marca canadiense de cosméticos MAC, la cual ha lanzado, en diferentes oportunidades, ediciones especiales con imágenes de personalidades icónicas del mundo gay, como la drag queen Rupaul. ^ Vestido de seda satinada color champagne de Christian Dior (1954). Vestido de terciopelo y corpiño cónico de Jean Paul Gaultier (1984). ^ moda queer.qxd El clone look fue furor en la comunidad gay en la década del ‘80: campera de aviador, remera y jeans. moda queer.qxd 14/11/2013 02:21 p.m. PÆgina 72 E ^ Falda y pantalones, un clásico de Jean Paul Gaultier. l activismo gay está de moda. La liberación sexual es un hecho. Según el sociólogo francés Frédéric Martel “es su momentum. La defensa de los derechos homosexuales se está convirtiendo en la nueva frontera de los derechos humanos”. A tal punto que el matrimonio entre personas del mismo género ya es una realidad en 15 países, como la Argentina, Noruega, Dinamarca, Suecia, Bélgica, Canadá, México, Brasil y Uruguay. A queer history of fashion llega, entonces, en el momento justo. Inaugurada en septiembre en el Museo del Fashion Institute of Technology (MFIT) de Nueva York, es la primera exposición que apunta a la moda desde el ángulo de la sexualidad. Una tarea que demandó más de dos años de intensa preparación y recolección de vestuario por parte de sus curadores, Valerie Steele y Fred Dennis. Y que casi deja tras las rejas a Mrs. Steele en la presentación de la muestra en la anti gay-friendly Rusia. “Durante varios siglos, la comunidad gay tuvo que ocultarse –comenta Steele, reconocida historiadora de la moda–. Este homenaje pretende destacar el gran legado que aporta la comunidad lgbtq (lesbiana, gay, bisexual, trans y queer) al mundo fashion y su rol protagónico en la comprensión de su historia”. En ese sentido, agrega que los ejes principales del tributo son la aceptación y la diversidad, bajo el relato visual del vestuario. La apertura de A queer history of fashion se realizó, una vez finalizada la reciente Mercedes Benz-New York Fashion Week, en el edificio del MFIT, emplazado en el Garment District. Así, Clase Ejecutiva pasó del ritmo frenético de cobertura de la semana de la moda, con 10 desfiles por día, a este espacio distendido y con tiempo para disfrutar y aprender. Porque el pre-opening especial para la prensa –una gentileza frecuente en los museos del mundo– no suele ser un evento social sino un recorrido que invita a la reflexión y la profundización, algo inusual en este mundo guionado por tuits y posteos. Quienes, hasta el 4 de enero, lleguen al MFIT, se verán impactados por su fachada, cubierta por un dandy gigante con el esmoquin de Saint Laurent. Adentro, recibe desde una pantalla el diseñador John Bartlett contando lo difíciles que fueron sus primeros años como diseñador gay de prendas gay en Nueva York. Se alterna con Simon Doonan, responsable de imagen de Barneys, quien recuerda que, en el Londres de los ‘60, los hombres se vestían con camisas con florcitas Liberty y pañuelos de seda Pucci en el cuello: “Parecíamos unas libélulas”, recuerda, risueñamente. En las dos salas del subsuelo se concentran 300 años de talento y creatividad a través de 100 propuestas para hombre y mujer. La curaduría invita a recorrerlas de manera cronológica, a partir del siglo XVIII, dando cuenta de los hitos vinculados con la identidad de género. Fue en ese siglo, precisamen- te, cuando se documentaron por primera vez las drag queens: conocidas por entonces como mollies, eran hombres que se vestían de mujer para asistir a fiestas privadas, aun a riesgo de ser arrestados y ejecutados. Hay un total look al que cierra una capa tipo Caperucita Roja ilustrando el recurso. A su lado, un dandy. Y si bien Beau (Bello) Brummel (N. de E.: George Bryan Brummell pasó a la historia como el gurú de la moda de la corte inglesa de Jorge IV, en el siglo XIX) fue el primer gran exponente de este movimiento estético, A queer history of fashion destaca al escritor inglés Oscar Wilde como figura clave en la historia de la homosexualidad y el estilo. Fue a través del ‘Wilde legacy’ que el traje masculino se convirtió en un importante ítem también para la mujer. El autor de El retrato de Dorian Gray y El fantasma de Canterville, recordemos, fue un cultor del esteticismo que llegó a sufrir la cárcel, el exilio y la triste muerte en la bancarrota debido a su relación con el joven aristócrata lord Alfred Douglas, todo un escándalo en plena época victoriana. Muchas décadas después, el traje masculino mutaría hasta llegar al esmoquin utilizado por Marlene Dietrich, ícono de la bisexualidad quien, en su momento, dió pie a la polémica mediática, junto a Greta Garbo y Katherine Hepburn, por vestir pantalones. Madonna la tomó como referente en sus constantes mutaciones de estilo: recordemos el desfile benéfico de los ‘80, vestida a lo Marlene por Jean Paul Gaultier aunque, pequeño detalle, con el torso desnudo. El esmoquin también fue inspirador para Yves Saint Laurent, quien de manera excepcional lo instaló como pieza clave del vestuario cualitativo. De hecho, es uno de los destacados de la retrospectiva. UN LARGO CAMINO Durante los años ‘20, el clóset también se abrió para las mujeres, junto con la conquista de sus derechos y su apropiación de elementos masculinos, como el peinado a la garçonne. Isadora Duncan y Josephine Baker rompían el molde. Coco Chanel comenzaba como sombrerera, para luego revolucionar el guardarropas con una estética despojada y funcional basada en las texturas ‘robadas’ a su amante, el polista Boy Capel. Esa década está representada por, entre otros, un vestido marinero, negro, lucido con peluca corta rubia; y otro compuesto por falda larga y blusa de seda beige, con peluca negra cortísima. En estos casos, no se registra un autor específico, aunque éstos reflejan el espíritu de una época donde se comenzaba a vislumbrar una silueta anticurvas que convertiría en revolucionaria de la moda a Chanel. A la garçonne era la expresión que simbolizaba, mucho más que una melena corta al estilo muchachito, una nueva actitud de la mujer frente a la sociedad. Este rincón de looks se sumó a la exposición en carácter de préstamo (si bien el Museo del FIT alberga más de 50 mil ítems, entre prendas y complementos del siglo XVIII hasta nuestros días, algunos montajes incorporan piezas que El libro de la expo, que puede visitarse hasta el 4 de enero, fue editado por Valerie Steele y la Yale University Press. Imposible que su tapa pase inadvertida. La modelo Jenny Shimizu, en todo su esplendor: look andrógino y megalabial al hombro. 72> CLASE 02:24 p.m. PÆgina 73 pertenecen a otras colecciones, sean institucionales o particulares) acompañado por murales fotográficos de féminas de la época, muchas de las cuales frecuentaban los bares de París, donde fumaban y bebían alcohol, generando polémica. En las décadas del ‘30 y ‘40 los diseñadores gay tuvieron un especial protagonismo. Pierre Balmain abría su primer atelier junto al danés Erik, su pareja. En la muestra se destaca un conjunto especialmente realizado para una película de Jean Cocteau en cashmere y seda. No obstante, la discreción reinaba entre los creadores homosexuales por temor a ser marginados o arrestados. “Es el caso de Christian Dior, Cristóbal Balenciaga o Mainbocher”, comenta Steel. A Dior se lo ubica con su New Look en tonos pasteles y escote strapless, y a Mainbocher, el estadounidense-europeo favorito de Wallis Simpson, con su ladylike inmortal. De Charles James, anglo-estadounidense designer elegido para protagonizar la futura gran muestra del Metropolitan en 2014, impacta La Sirène dress, un fourreau en crepe de seda rojo que perfectamente podría ser lucido en nuestros días. De Mainbocher hay otro realizado en seda con poncho de terciopelo: si bien el creador no exhibía su homosexualidad abiertamente, su condición era bien sabida y aceptada en su círculo cercano. Lejos del sartorial estilo british, los ‘60 aparecen, entre otros, con dos sastres que escandalizaron a sus colegas: Tommy Nutter, de Savile Row, y John Stephen, de Carnaby Street, quebraron la tradición del traje con formas inusuales y prints coloridos. En el capítulo de los ‘70, el pianista Liberace, recientemente personificado por Michael Douglas en una biopic, es recordado con un excéntrico traje con capa bordada en cristales: el colmo del kitsch. Mención especial para el rey del minimalismo, Roy Halston, con sus vestidos hípersexies de escote halter. Su lema, “menos es más”, perdura hasta nuestros días. Considerado uno de los diseñadores estadounidenses más importantes, uno de sus discípulos, Ralph Rucci, también dice presente con un vestido negro con cola y espalda transparente, muy Halston. En otro rincón, muy bien iluminado, un vestido único, realizado en papel por Andre Walker, para la Love Ball, una gala benéfica de 1989... y sigue intacto. De su compatriota Geoffrey Beene, un original vestido con imprimè tipo papel de diario y mangas en plumetí. A su lado, del desaparecido Moschino, un conjunto masculino de chaleco sin mangas con el símbolo rojo antiSida, y pantalón amplio, de los ‘90. Jean Paul Gaultier da el presente con su vestido en terciopelo naranja y corpiño cónico, además de otras opciones masculinas, excéntricas y con humor. Hace poco recordaba en una entrevista, siempre muy simpático y con su inconfundible inglés afrancesado, cuando vestía de esta forma a su mascota, el osito Nana... De Thierry Mugler –quien cambió el diseño por la cámara y hoy dirige comerciales y realiza fotografías majestuosas– hay un increíble diseño de lamé plateado, con típico bustier en pico y falda irregular, que llevó la modelo Jerry Hall, exesposa de Mick Jagger y una de sus musas. También los caftanes multicolores de Rudi Geinreich tienen su lugar en este paseo fashionista, muy cerca del vestido sadomasoquista de cuero, con arnés y Ph: Gentileza The Museum at FIT, New York 14/11/2013 Ph: Gentileza F.B. moda queer.qxd FASHIONISTAS SIN EDAD Las autoras del blog Idiosyncraticfashionistas, Valerie y Jean, son dos mujeres maduras, en pareja desde hace 20 años, que viven y trabajan en Nueva York. Promulgan el derecho a verse bien más allá de los 60: envejecer con dignidad es su lema. Con sus exóticos looks, suelen ser retratadas por el coolhunter Bill Cunninghan durante las ediciones de la semana de la moda en la Gran Manzana. En su blog relatan sus coberturas de pasarelas y showrooms de diseñadores, comprometidas con la difusión del mundo fashion como parte del arte y la cultura de este tiempo. Life Dressing es su libro, que venden desde su site. soles dorados, del recordado Gianni Versace, desfilado por Naomi Campbell: según el diario The Guardian, GV fue el primer diseñador italiano que confesó su condición gay. Siguiendo con el recorrido, y en los ‘90, la drag performer Rupaul se incluye con un body y botas bucaneras en vinilo rojo. De Narciso Rodríguez se muestra un vestido de corte impecable, su sello. Al pie, una leyenda recuerda que, cuando era joven, su madre le decía: “No te hagas diseñador porque te transformarás en gay”. Muchos años después, se convirtió en un referente de la moda minimalista estadounidense y es uno de los que opina que esta industria representa un ambiente seguro para la comunidad gay. Como broche de oro, dos Alexander McQueen: el primero, negro y largo, con detalle de brocato dorè en corsage, de 2007; el segundo, de su colección Atlantis, de 2010, resulta tan estremecedor como su propia vida: un vestido corto, con la cintura muy marcada y hombros tipo farol, con megaprint psicodélico en amarillo furioso. “Mis colecciones siempre han sido autobiográficas y tienen mucho que ver con mi sexualidad”, confesó alguna vez. Como cierre, los vestidos de novia, usados por la pareja de Alexis y Kim Stolz, todo un símbolo del mensaje de igualdad de derechos de la expo.◆ *Asesora de imagen personal y corporativa. www.florenciabibas.com.ar CLASE < 73