BIOGRAFÍA
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BIOGRAFÍA
Quinta parte BIOGRAFÍA Propuesta preliminares.indd 19 25/5/06 12:42:24 De izquierda a derecha: Luis, José Antonio de la Peña (padre), Ana, José Antonio y Jorge; en segunda fila: Carlos y Blanca Auerbach (la madre), 1937. Propuesta.indd 232 25/5/06 12:44:20 Apuntes para una biografía ilustrada ANA MARÍA CETTO Luis de la Peña nació en San Martín Texmelucan, Puebla, adonde su padre había migrado en busca de un oficio que le permitiera percibir un ingreso razonable durante el difícil período posterior a la crisis del 29. Al cabo de unos años de vivir primero en San Martín y después en el puerto de Veracruz, la familia, que para entonces comprendía seis hijos, se trasladó definitivamente a la ciudad de México. Cuenta Luis que ya desde pequeño le atraían las Matemáticas, las Ciencias y la Historia, más que los juegos o los deportes; era un chico serio y tímido, que atendía las clases en vez de ir a jugar rayuela y que no sabía defenderse cuando le echaban pleito sus compañeros. No entendía por qué el maestro de primaria no explicaba, sino solo recitaba, teoremas importantes como los de Pitágoras y Arquímedes, dejándolo con una curiosidad insatisfecha que tenía que resolver por su cuenta. Quizás estos maestros le hicieron un gran favor, pues aun hoy día Luis es un curioso empedernido, que no se da por satisfecho ante un simple enunciado que pretende sustituir una explicación de fondo. Durante su infancia fue asiduo usuario de la biblioteca Benjamín Franklin, que desde su local en la colonia Juárez brindaba un servicio de los que había pocos en la ciudad. En pos de libros usados que estuvieran a su alcance frecuentaba también las librerías de viejos, hábito que conservó durante largo tiempo. De hecho siempre ha tenido un interés por las antigüedades de todo tipo –lo cual, en un principio, hacía cortocircuito con mi preferencia por lo moderno. Sólo en Europa, durante nuestras estancias sabáticas, he aprendido a compartir –para compartir con él– ese gusto suyo por lo viejo, lo heredado, aquello que nos remite a los antepasados, quizás también a nuestros propios antepasados. De alguna manera esta afición está ligada a su interés por la Historia, que siempre ha sido profundo. No sólo tiene una amplia cultura histórica: maneja los hechos y lo que hay detrás de ellos, relaciona A.M.C.: Organismo Internacional de Energía Atómica, Viena, Austria; Instituto de Física, UNAM, México, D.F. [email protected], ana@fisica.unam.mx Propuesta.indd 233 25/5/06 12:44:20 Apuntes para una biografía ilustrada a los personajes y sus obras con el contexto histórico; he aquí un ingrediente esencial de sus cursos, sus conferencias, sus libros. Luis tiene también una clara veta de artista, hoy lamentablemente reprimida. Mientras terminaba la primaria se inscribió a los cursos de pintura y escultura de la Escuela de Iniciación Artística No. 1 de la SEP, en la calle de Justo Sierra. Su interés por la pintura era sincero, de jovencito pensaba incluso en la posibilidad de dedicarse a ella de por vida. Con uno de sus compañeros, Gilberto Aceves Navarro –hoy figura importante de la plástica mexicana– visitó por Foto de pasaporte, 1955 vez primera el Pedregal de San Angel, para hacer apuntes de aquel agreste paisaje que años después se convertiría en asiento de la Ciudad Universitaria y en fundamento de su propia casa. Durante su época de joven artista pintó algunas docenas de cuadros para venderlos y así ayudar al sostén familiar, pues su padre murió dejando a la familia en condiciones por demás precarias. Sólo conserva una pintura: su autorretrato, pintado a los trece años de edad (página 5). De aquella época recuerda muy en especial a su gran maestro de secundaria el poeta Carlos Pellicer, quien entre otras cosas le estimuló su actividad de pintor. Poco después abandonó definitivamente sus afanes artísticos y echó mano de otros recursos para ganarse la vida, primero como dibujante técnico y después como radio técnico. Este último oficio, que inició de manera autodidacta antes de tomar un curso por correspondencia, lo sostuvo hasta comenzar sus estudios profesionales. Cuando ingresó a la Escuela Vocacional del IPN, lo hizo con la intención de llevar después la carrera de Arquitectura, por combinarse en ella las Matemáticas y el Arte. El que esta escuela se encontrara en el viejo Casco de Santo Tomás le permitió integrarse a la vida politécnica, al grado de que hizo uso de los servicios del internado sin tener permiso oficial para ello –o sea como ‘gaviota’– hasta que el ejército arrasó con estas instalaciones. De aquella época recuerda en especial dos cursos de matemáticas, impartidos por Vicente Echeverría del Prado y Eduardo Díaz Lozada. A este último volvió a encontrarlo años después en el Laboratorio Van de Graaff, su puerta de entrada al Instituto de Física. 234 Propuesta.indd 234 25/5/06 12:44:20 Ana María Cetto Después de pensarlo mucho, decidió inscribirse a la carrera de ingeniería electrónica y de comunicaciones eléctricas en la ESIME del IPN, porque esto le permitiría aportar el sustento familiar a la vez que avanzar en su formación personal. Durante sus años de estudio laboró paralelamente como técnico de tiempo completo, trabajo demandante pero interesante, pues le permitió aprender mucho de su profesión y diseñar numerosos aparatos electrónicos, en particular de alta fidelidad. Este trabajo tan intenso minó su salud de manera notable, al grado que padeció sucesivamente varias enfermedades severas, de todas las cuales afortunadamente logró recuperarse por entero. Indudablemente, goza de mejor salud medio siglo después de estos difíciles episodios. El gusto que a partir de entonces desarrolló por la música de concierto estuvo fuertemente modulado por su trabajo como ingeniero de sonido, al grado de que aún disfruta más de una buena grabación que de un concierto en vivo –¡siempre y cuando el equipo de sonido sea de calidad! Por cierto que en aquellos tiempos, antes de la invasión de la ‘cultura americana’, era muy común escuchar por la radio música española de diferentes géneros; quizás de ahí, y alimentada por una vena picaresca, viene su particular afición por la zarzuela. Uno de sus primeros cursos en la escuela profesional fue el de Física Atómica, impartido por el entonces maestro Fernando Alba Andrade, investigador del Instituto de Física de la UNAM. Este encuentro cambió su vida, pues dio pie En el Laboratorio de Gravitación del Instituto de Física de la UNAM, 1959 235 Propuesta.indd 235 25/5/06 12:44:22 Apuntes para una biografía ilustrada Con amigos en la Plaza Roja de Moscú, 1961 a que el doctor Alba lo invitara a trabajar, años más tarde, en el Laboratorio de Gravitación del Instituto. Así, de un empleo como técnico para entonces ya muy bien remunerado saltó a la vida académica, con una drástica reducción de sus ingresos compensada por la enorme satisfacción de poder iniciarse por fin en la investigación en Física, su gran aspiración. Al concluir sus estudios se inició como profesor en la propia ESIME, para después pasar a dar clases en la Facultad de Ciencias, comenzando con los cursos de Electrónica y Laboratorio de Electricidad. Como otros miembros jóvenes del Instituto de Física, pudo ir al extranjero a doctorarse conservando el puesto y el sueldo; pero también debieron, durante toda su ausencia, quedarse en México su esposa Valentina Campa y la pequeña Ireri lo cual significó una dura separación. Con una beca del gobierno soviético hizo los estudios de doctorado en la Universidad Estatal de Moscú, bajo la guía de A. A. Sokolov. Su formación de ingeniero no obstó para que obtuviera el grado de doctor en ciencias físico-matemáticas con mención honorífica al cabo de cerca de tres años, tiempo que empleó también para adquirir un cabal conocimiento del idioma ruso – hoy casi perdido por falta de uso. 236 Propuesta.indd 236 25/5/06 12:44:22 Ana María Cetto Luis de la Peña en 1965 En Moscú tuvo la oportunidad de conocer la realidad soviética y vivir de cerca algunos eventos singulares, como la crisis de los misiles, el asesinato del presidente Kennedy, y los momentos cumbres de Khruschev antes de su triste destitución. Estos hechos, además del contacto con estudiantes provenientes de una diversidad de países de todos los continentes, enriquecieron enormemente su vida estudiantil (foto página anterior ). La formación que recibió en partículas elementales y teoría de campos en la Universidad Lomonosov le proporcionó una sólida base para dedicarse a la investigación en física teórica, una vez de regreso en México. Pero también le sirvió para confirmar que lo que realmente le interesaba no era la fenomenología, sino aquello que hay detrás y debajo de ella, las cuestiones más fundamentales de la física. Así que pronto, recién instalado en el célebre décimo piso de la Torre de Ciencias en Ciudad Universitaria, comenzó a desviarse de los temas aprendidos de sus maestros para adentrarse en los laberintos de la teoría cuántica, en busca de respuestas a las muchas preguntas acumuladas durante años de estudios y lecturas. 237 Propuesta.indd 237 25/5/06 12:44:22 Apuntes para una biografía ilustrada Con Juan Manuel Lozano, Tomás Brody y otros colegas en Yucatán Como pocas personas en el mundo, Luis ha ejercido una preocupación sostenida y coherente frente a la interpretación usual de la mecánica cuántica, sin quedarse en la mera crítica sino buscando y construyendo alternativas satisfactorias a ella. Este se convirtió en su principal programa de investigación, por elección propia y contra la corriente, hace ya cuarenta años. El suyo ha sido un itinerario trazado con visión de largo alcance. En diferentes etapas de su recorrido ha estado acompañado de varios colegas, empezando por Leopoldo García-Colín, Eliézer Braun, y su viejo amigo Tomás Brody, quien rápidamente se convirtió en su principal compañero de debates –en ocasiones bastante acalorados. No alcanzo a recordar bien que fue lo que me atrajo más de Luis cuando, como estudiante, tuve la fortuna de coincidir con él (después del Congreso de Mérida mencionado por Juan Manuel Lozano, foto superior) en los pasillos del décimo piso. Habrá sido su vasta cultura y amplitud de criterio, su inteligencia, 238 Propuesta.indd 238 25/5/06 12:44:23 Ana María Cetto Bienvenida a China. Con Virgilio Beltrán, Ana María Cetto y el comité de recepción, 1966 sus ideas acerca de la mecánica cuántica (que aliviaban mi sufrimiento causado por el curso ortodoxo en la Facultad), su vocación pedagógica, su espíritu crítico, su ideología de avanzada y alto sentido de compromiso político, su sinceridad y frescura, su carácter a la vez firme y gentil, o sus ojos de zafiro,… o quizás todo bien juntito en una sola persona que, por timidez, no se atrevía a dar el primer paso. Pero lo dio –con ayuda de mis padres, quienes rápidamente lo adoptaron–. Sus dotes de ingeniero capaz de reparar cualquier aparato electrodoméstico seguramente contribuyeron a ello. El azar –o mejor dicho, la política restrictiva de visas del gobierno norteamericano durante la guerra fría– quiso que sólo dos físicos mexicanos se atrevieran a anotarse para asistir al gran Congreso Internacional de Física en Pekín en 1966: Virgilio Beltrán y Luis de la Peña; de manera que, aunque apenas pasante, pude sumarme a la delegación (foto superior). Esta fue una experiencia extraor239 Propuesta.indd 239 25/5/06 12:44:24 Apuntes para una biografía ilustrada Visita a un laboratorio en Pekín, 1966 Con su hija Ireri en su traje de china, 1968 dinaria en un momento histórico para China: la realización del XXII Congreso del Partido Comunista y el estallido de la revolución cultural. El ambiente en las calles se volvía denso; nuestro buen amigo Virgilio optó por adelantar su regreso. Naturalmente todo estaba en chino, y a nuestras preguntas acerca de lo 240 Propuesta.indd 240 25/5/06 12:44:25 Ana María Cetto Con sus hermanos Jorge y Ana, en la Ciudad de México, 1967 que ocurría, los intérpretes no eran muy explícitos. Aun así, no nos hubiéramos perdido por nada las visitas guiadas y bien custodiadas a universidades, fábricas y laboratorios (primera foto de la página anterior), ni el banquete con el Presidente Mao y su plana mayor. 241 Propuesta.indd 241 25/5/06 12:44:27 Apuntes para una biografía ilustrada Partida de Ana María, 1967 Mi valiente plan de hacer el doctorado en biofísica en Harvard (foto superior) no resistió siquiera un año de separación, y ya en 1968 regresaba con tan solo la maestría, cuando Luis, como vicepresidente de la Sociedad Mexicana de Física, estaba inmerso en la organización del exitoso Primer Congreso Latinoamericano de Física (foto de la página siguiente). También este congreso concluyó con un evento histórico: el bazukazo a la puerta de la Escuela Nacional Preparatoria que marcó el inicio del movimiento estudiantil. El compromiso y la madurez política de Luis, respetado profesor en una de las Facultades más aguerridas, lo convirtieron en importante guía para muchos estudiantes durante los días aciagos del movimiento. 242 Propuesta.indd 242 25/5/06 12:44:28 Ana María Cetto Mientras tanto la mecánica cuántica lograba ocupar más y más la inquieta mente de Luis y todo el tiempo del que podía disponer. Había que empezar por develar las propiedades estadísticas que caracterizan a los sistemas cuánticos, para después diferenciar la dinámica estocástica cuántica de aquella que siguen los sistemas estocásticos clásicos. Las enriquecedoras discusiones con David Bohm durante una primera estancia sabática en Londres nos orillaron a establecer estas diferencias con mayor claridad. Con la formulación de la mecánica cuántica estocástica estaban sentadas las bases para pasar a una cuestión más fundamental: ¿a qué se debe este comportamiento cuántico, cuál es su origen físico? Era claro Con Leite Lopes, Marcos Moshinsky y otros colegas, Oaxtepec, 1968 que la respuesta no podría estar contenida en la propia descripción cuántica, que su mera reescritura no permitiría descubrir los elementos azarosos que la subyacen; he aquí una clara separación de la teoría de Bohm. Asimismo, por lo recién aprendido, no era cuestión de buscar la respuesta en la reformulación de algún proceso de la física clásica; el fenómeno cuántico no es reducible a uno clásico. El resultado de esta búsqueda fue la conclusión de que el principal culpable debe de ser el campo electromagnético de fondo –el llamado campo de punto cero o vacío electromagnético– que en su permanente interacción con la materia le confiere a ésta propiedades que reconocemos como cuánticas. 243 Propuesta.indd 243 25/5/06 12:44:28 Apuntes para una biografía ilustrada En su cubículo, 1983 El departamento de Física Teórica, Instituto de Física, 1986 244 Propuesta.indd 244 25/5/06 12:44:30