Hollywood Monsters 2 - Guía de la aventura

Hollywood Monsters 2 - Guía de la aventura

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Guía de l
6
s
Los estudKioO
de la M
Capítulo 6.
Los estudios de la MKO
Liz dormía profundamente. ¡Y yo sin mis
entradas del combate! En fin, si quería
Ve al laboratorio
conseguir mis propósitos no tenía más
remedio que ayudar a ese loco de Mosca
manteniendo a FitzRandolph alejado del
laboratorio y consiguiendo los materiales
Sube a los
estudios
que el profesor necesitaba para fabricar su
dichoso extractor de chips.
Mantener a FitzRandolph lejos del
laboratorio
Di media vuelta y me dirigí al laboratorio.
En el piso de arriba, a la derecha, había
un ascensor. Me subí a él y aparecí en
un pasillo de los estudios de la MKO. A
mi espalda, la puerta del ascensor se
cerró quedando oculta tras una máquina
expendedora de refrescos y comestibles.
Entra en los camerinos
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Recorrí el pasillo hasta el final. Ante mí
tenía tres puertas. Abrí la primera
puerta de la izquierda.
Fui a dar a una habitación donde se
encontraban dos monstruos actores: Eva
Morte y el Señor de la noche. Hablé con
Habla con
los monstruos
ellos: al parecer estaban esperando a
FitzRandolph.
Detrás de una cortina que había a la derecha
Hurga en el
bolso de Liz
del Señor de la noche encontré, sobre un
taburete, el bolso de Liz. Confieso que no
suelo hacer estas cosas, pero en este caso no
tuve la menor duda: abrí el bolso y repasé
detenidamente sus pertenencias. ¡Menos mal!
Allí estaban mis entradas para el combate
de boxeo. ¡Ah!, también me quedé con una
cajita roja que contenía una pulsera de
Coge la nota
Liz y una estúpida nota de Zelssius.
Eso sí, antes de irme de allí, cogí una nota
que alguien se había dejado sobre una
silla. Salí de nuevo al pasillo y miré a
través del cristal de la puerta que había
Mira por la
puerta
justo enfrente. Allí estaba el mismísimo
FitzRandolph. Al verme, salió a mi
encuentro. Hablé con él y para convencerle
de que no bajara al laboratorio tuve que
(esto siempre lo negaré) decirle que
Zelssius y yo queríamos intimidad.
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Usa la nota en la
máquina expendedora
Como prueba de aquella… relación… le
mostré la caja con la pulsera de Liz y la nota
que el doctor había escrito para camelarla.
Ve a la
cueva
Rápidamente recorrí todo el pasillo hasta
llegar a la máquina expendedora. Para
entrar en el ascensor necesitaba un código.
¿Y por qué creéis que había cogido yo
aquella nota de la habitación de Eva Morte
y compañía? Pues porque en ella estaba
Coge la cabeza
del robot
el código. Empleé la nota para abrir el
ascensor ingeniosamente camuflado y
regresar al laboratorio.
Encontrar materiales
para el extractor de chips
Vuelve al
laboratorio
Atravesé la puerta metálica que había en
el lado derecho de la sala y entré en una
cueva. Me dirigí a la izquierda y allí me
hice con una cabeza de robot que encontré
entre las rocas.
Ve a ver a Mosca
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Regresé al laboratorio y pasé por debajo
de las escaleras hacia el lugar por el que
había salido el doctor Zelssius antes
de que le dejara fuera de combate. ¿Os
acordáis?
Avancé hacia la izquierda hasta el final de
la pared rocosa y le di la cabeza de robot
Dale la cabeza del
robot a Mosca
al profesor Mosca, al que no veía pero
que estaba, como siempre, por ahí arriba.
También le entregué la pulsera de Liz.
Estos eran los materiales que necesitaba
para fabricar su dichoso extractor de chips.
Liz dormía…
Entrega la
pulsera a Mosca
-------------------------------------------------------------Mi cabeza era el escenario de una dura
batalla entre la verdadera Liz y la Liz creada
por la mente perversa del magnate de la
MKO. Lo mejor de todo es que, pasara lo
Ve al
ascensor
que pasara, al final la ganadora sería yo…
Liberar a la otra Liz del yugo de
FitzRandolph (parte 1)
Tras hablar con la otra Liz, me dirigí hacia
la derecha para ir al ascensor. Pulsé el
Ve al piso 52
botón rojo para subir al piso 52. Allí estaba
Dan en paños menores. No cruzamos
palabra. Simplemente me llevé el tamtam que había a su derecha, regresé al
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ascensor y puse rumbo al piso 30.
Coge el tam-tam
Ve al piso 30
Aparecí en una nueva habitación donde
mi otra hermana, Anne-Marie, tocaba el
piano. Hablé con ella sobre un cuadro
vudú y, entre otras cosas, le pregunté qué
sucedió en Nueva Orleáns. También quise
Habla con
Anne-Marie
saber si, además del piano, tocaba algún
otro instrumento musical. Acabé por darle
el tam-tam y le pedí que lo tocara. Pero
¡vaya!: la niña necesitaba una partitura...
Obtener la ayuda de Anne-Marie
En el ascensor, pulsé el botón del piso
Dale el tam-tam
a Anne-Marie
52. En el fondo creo que deseaba ver a ese
Tarzán de mis anhelos… Le pregunté a Dan
por su amigo el hechicero y, de paso, por
una partitura para el tam-tam. Mira tú por
dónde el hechicero tenía una partitura, pero
Habla con
Dan
Dan me dijo que, como estaba enfadado, no
me la daría. Le pregunté por las cosas que le
gustaban al hechicero y entonces supe que
aquella partitura sería mía…
Regresé al piso 41 para encontrarme con
mi otro yo y le pregunté (o me pregunté a
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mí misma) por el maquillaje.
Ella salió un momento para comprobar si
Registra el
bolso
su maquilladora había vuelto. Mientras
mi alter ego estaba fuera, aproveché para
husmear en un bolso blanco que tenía
sobre una mesita. De paso, me apoderé de
una pulsera y de un par de entradas para
una pelea de animales.
Volví al piso 52 y le di las entradas a Dan.
Dale las
entradas a Dan
A cambio, él me trajo la partitura. Regresé
al piso 30 y le entregué la partitura a
Anne-Marie. Mientras ella tocaba el tamtam, me introduje en el cuadro Ritual,
de Queenie Allaire, que ocupaba
media habitación. Y una vez dentro,
Dale la partitura
a Anne Marie
aprovechando que el santero bailaba al son
de la música, me apoderé de un muñeco de
trapo que había junto a él.
Superar la prueba de
lanzamiento de cuchillo
Entra en
el cuadro
Sin saber muy bien qué hacer, decidí acudir
de nuevo a Dan (piso 52). Le dije que me
diera su cuchillo y, a cambio, él me propuso
jugar a Guillermo Tell.
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Habla con
Dan
Tenía que lanzar un cuchillo y clavarlo en
una manzana que Dan sostenía sobre su
cabeza. Confieso que nunca tuve mucha
puntería; y aquella vez no iba a ser una
excepción. Lancé el cuchillo y ¡fallé!
Encima, el tonto me dio una manzana de
premio. ¡Estúpido engreído!
Aquello no podía quedar así. Pulsé el botón
del piso 41. Allí, a la izquierda de la otra Liz
Coge el imán y la
abrazadera de la caja útil
había una caja útil. Examiné su contenido
y me llevé una abrazadera y un imán.
Coloqué el imán dentro de la manzana
que me había dado Dan y regresé junto a
él. Le entregué la manzana imantada y le
Coloca el imán dentro
de la manzana
dije que quería volver a lanzar el cuchillo y
¡voilà! La recompensa a mi ingenio fue ese
cuchillo que tanto anhelaba.
Liberar a la otra Liz del yugo de
+
FitzRandolph (parte 2)
Sabía que ya contaba con todo lo necesario
8
Dale la
manzana
imantada
a Dan
para alcanzar mi objetivo. Así que regresé
al piso 68. Encontré a Zelssius marcando el
ritmo a dos robots a su servicio.
Me acerqué y sutilmente empleé el cuchillo
para cortar un pedazo del mandil verde
Ve al piso 68
del doctor Zelssius.
A continuación, usé el trozo de mandil
para vestir al muñeco de trapo que tenía
Usa el cuchillo
con Zelssius
en mi poder. También utilicé la pulsera
para colocar una especie de parche sobre
uno de los ojos del muñeco. ¡La verdad es
que había quedado clavadito a Zelssius! Por
último, usé la abrazadera para inmovilizar
Fabrica el muñeco
vudú de Zelssius
sus manos. Sólo entonces comprendí que
la otra Liz estaba libre de la influencia
negativa de FitzRandolph.
+
+
+
Y desperté. Junto a Dan. Ahora que
ambos sabíamos los verdaderos planes de
FitzRandolph, había llegado el momento de
actuar. Y no teníamos tiempo que perder.
-------------------------------------Llegados a este punto, supongo que a todo
el mundo le ha quedado claro que yo, Dan
Murray, sería el encargado de poner fin
a esta historia de una vez por todas.
Prestad atención.
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Cruzar la frontera que separa a los
Dale las entradas
a la pareja
hombres de los héroes
El primer paso era convencer a Eva
Morte y al Señor de la noche para que me
ayudaran a desenmascarar a FitzRandolph.
Fue una decisión muy difícil. El caso es
Entra en el
despacho
que le di a Eva Morte “mis” entradas
para el combate de boxeo a cambio de su
colaboración. Liz dice que lloré...
Preparar el intercambio de películas
Tenía que llegar hasta el final. Crucé la
puerta doble por la que había visto entrar
a FitzRandolph y fui a hablar con él.
Agotamos los temas de conversación y le
Baja al
laboratorio
insistí en la necesidad de dejar de fumar.
Después, recorrí el pasillo hasta llegar al
ascensor ingeniosamente camuflado (me
sabía la clave de memoria) para regresar al
laboratorio. Crucé por debajo de la escalera
para ir a la sala donde estaba el profesor
Coge la
bolsita de té
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Mosca. Me dirigí hacia la izquierda y me fijé
en una caja que había sobre la mesa y
de la que extraje una bolsita de té.
Usa la bolsita de
té en el barril de
pólvora
De vuelta al laboratorio, crucé la puerta
metálica que conducía a la cueva. Utilicé
la bolsa de té para hacerme con un
poquito de pólvora que extraje del barril
que había en medio de la cueva. Regresé al
laboratorio y empleé el ascensor para subir
a los estudios de la MKO.
Al final del pasillo, giré a la derecha.
Intenté abrir la puerta de la sala de
Usa la bolsita de
té en la puerta
proyección, pero estaba cerrada con llave.
Así que coloqué cuidadosamente la bolsita
de té con pólvora en la cerradura. Todo lo
Entra en el
despacho
que me quedaba por hacer era prender la
mecha.
Entré de nuevo en el despacho de
FitzRandolph y hablé con él para
convencerle de que, por su interés electoral,
sería conveniente que dejara de fumar. Ya
he dicho que mi poder de persuasión es
Convence a Fitz de
que deje de fumar
una de mis mejores armas ¡incluso con
monstruos! El caso es que el magnate me
dio su pipa. ¡Qué estúpido!
Usa la pipa
en la puerta
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Baja al
laboratorio
Salí al pasillo y usé la pipa para prender
fuego a la pólvora hábilmente colocada en
la puerta de la sala de proyección. Y así,
como el que no quiere la cosa, accedí a la
sala y me hice con una pistola de vapor.
Rápidamente entré en el ascensor para
Usa la pistola
de vapor con el
hombre inmaterial
volver al laboratorio. Pasé por debajo de
las escaleras y, en el pasillo, giré hacia
la derecha, en dirección opuesta al lugar
donde se encontraba Mosca.
Allí, detrás de un cristal, se encontraban
el Hombre inmaterial, Big Albert y el Poeta
del dolor. El primero de ellos me venía
de perlas para intercambiar las películas,
pero tenía que quitarle esa capa de pintura
roja para que fuera invisible a ojos de
FitzRandolph.
Afortunadamente, yo tengo soluciones
para todo. Utilicé la pistola de vapor
para eliminar la pintura del Hombre
inmaterial. En ese momento apareció Liz.
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El resto es historia.