Elecciones en Gran Bretaña

Transcripción

Elecciones en Gran Bretaña
ANALITICA INTERNACIONAL
Grupo Coppan SC
Mayo 31, 2010
Elecciones en Gran Bretaña
A principios de mayo (6/5/2010) se llevaron a cabo elecciones en Reino Unido
de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Los principales contendientes fueron
Gordon Brown del Partido Laborista; David Cameron, del Partido Conservador
y Nick Clegg, del Partido Liberal-Demócrata. Ninguno de los tres logró la
mayoría necesaria para formar gobierno, lo que obligó a un proceso de
negociación entre las fuerzas políticas para formar alianzas.
La elección llegó en un momento difícil para Gran Bretaña. La situación
económica nacional, aunada al escenario de la economía europea, constituyó
el tema central de las campañas. Gordon Brown, ministro en el poder, se
enfrentó a un electorado molesto por medidas gubernamentales que
afectaron sus economías. David Cameron, candidato conservador, basó su
campaña en promesas para corregir los problemas que generaron tantos años
de gobierno laborista. Nick Clegg, el candidato liberal-demócrata, ganó la
atención del electorado con propuestas contra los dos grandes partidos y a
favor de la reforma política. La elección fue precedida, por primera vez en
Gran Bretaña, por debates televisados entre los candidatos, de los que el
liberal-demócrata surgió como un fuerte contendiente.
El resultado de la elección fue calificado por analistas británicos como un
rechazo a los tres líderes: “Brown, del partido en el poder, no pudo asegurar
mayoría; Cameron, como puntero, tampoco consiguió la mayoría absoluta; y
las ganancias que se preveían para Clegg no se materializaron”.1 Debido a ello
fue necesaria la negociación política para hacer alianzas. Los dos candidatos
con posibilidades de formar gobierno, Brown y Cameron, debieron negociar
con los liberal-demócratas para sumar asientos y estar en posibilidad de
formar gobierno.
Finalmente fue Cameron quien logró hacer alianza con Clegg y fue nombrado
Primer Ministro por la Reina Isabel cinco días después de la elección
(11/05/2010), Clegg será vice-premier. La alianza entre conservadores y liberaldemócratas, la primera de este tipo en tiempos de paz, ha sido objeto de
críticas por parte de militantes y simpatizantes de sus partidos y de la opinión
pública, debido a sus diferencias fundamentales. Para algunos analistas una
alianza de esta naturaleza obstaculizará al gobierno por la dificultad para
acercar puntos de vista debido a diferencias importantes en temas como la
1 Campbell, Alastair, “Election 2010: You can’t ignore the verdict: nobody won” en The Guardian,
edición en línea: http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2010/may/11/alastair-campbell-adamboulton-election/print. Accesado el 12/5/2010.
2
relación con la Unión Europea, la inmigración y los impuestos, lo que obligó a
formar la alianza con compromisos puntualmente detallados.
Los problemas económicos que atraviesa Gran Bretaña obligan a un fuerte
liderazgo. Entre los acuerdos figura una reforma política respecto del término
del parlamento - cinco años hasta mayo de 2015 -, con una ley que requiere el
55% del voto para llamar a elecciones antes de esa fecha. Los liberaldemócratas accedieron a cortes presupuestarios este año y aceptaron
mantener y actualizar el armamento nuclear, así como apoyar leyes
migratorias más estrictas. Los conservadores acordaron ofrecer cortes
impositivos a los ciudadanos más pobres y tasar los derechos impositivos a los
más ricos. Ambos coincidieron en reformar el sector bancario, proteger las
libertades civiles y priorizar la reducción del déficit.2
Cameron y Clegg, en su primera conferencia de prensa, describieron la alianza
como “fundamentalmente progresista”, con miras a posicionar a la Gran
Bretaña en una era en la que “la cooperación triunfe sobre la confrontación y
la conciliación sea una muestra de fuerza, no de debilidad”. Ambos líderes
anunciaron su intención de tender puentes entre izquierda y derecha,
conservadores y liberales. Esta alianza permite a Cameron llevar a su partido
al centro, de acuerdo con su propia definición de conservador moderno, con
medidas tales como el apoyo al matrimonio homosexual y acciones para
contrarrestar el cambio climático.
Las carteras más importantes del gabinete serán para los conservadores:
Cancillería,3 Relaciones Exteriores y Defensa. Los liberal-demócratas se
quedaron con los ministerios de Economía, Energía y Tesoro. El tema de
reforma electoral, una de las condiciones de Clegg para formar gobierno, será
sujeto a referéndum, en la versión más conservadora.
El gabinete ha sido calificado por los analistas como fuerte y factible y las
prioridades políticas como acertadas y bien orientadas a los problemas más
graves del país. El director de Chatham House, Robin Niblett, calificó las
primeras acciones de la coalición como notables, y aceptó que no se trata de
un denominador común entre los dos, sino de la suma de las mejores
propuestas de cada partido.
Los analistas manifiestan cautela sobre el desarrollo del gobierno pues aún
quedan temas espinosos sin acuerdos. Afganistán y la relación con la Unión
Europea son algunos de los más delicados. Los liberal-demócratas buscan una
mayor integración con la UE y piden el retiro de las tropas de Afganistán. El
tema de la guerra no ha sido públicamente tratado. Con respecto a la
integración europea, Clegg aceptó no solicitar la entrada a la zona euro,
aunque todavía no se anuncian acuerdos más específicos en este tema.
2 El déficit presupuestario asciende actualmente al 11.5% del PIB. La noticia sobre el monto del déficit
ha mantenido a los mercados y a la libra esterlina insegura durante semanas.
3 Este puesto se encarga de todos los asuntos financieros y económicos en el gobierno británico. El
título oficial es “Chancellor of the Exchequer” y dentro de sus funciones más importantes se encuentra
la determinación de políticas fiscal y monetaria. El Ministro para el Tesoro en el gabinete británico es la
posición inmediatamente debajo del Canciller.
3
Por el momento, las muestras de trabajo conjunto de los líderes del nuevo
gobierno apuntan hacia la factibilidad de una alianza de la que muchos
dudaban en un principio. Las declaraciones de sus líderes sobre poner de lado
sus diferencias y trabajar por el bien común y el interés nacional en una
nueva clase de gobierno parecen ser cumplidas y resultan creíbles. El reto
actual más importante será reafirmar los mercados con un plan de reducción
del déficit. Los cambios impositivos deberán ser progresivos y los cortes al
gasto no deberán afectar los servicios esenciales. Es necesaria la recuperación
económica para restaurar la salud fiscal.
*Con la colaboración especial de Paola Iza.

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