ICE-WINE - Revista Competencia
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ICE-WINE - Revista Competencia
> NEGOCIOS ICE-WINE LA MARAVILLA HELADA El mundo del vino, en constante ampliación, ha consolidado una nueva sorpresa para deleitar los paladares: el Ice Wine. Un vino dulce, muy utilizado en el postre, originado de uvas tardías en zonas de fríos intensos. Alemania y Canadá lideran un mercado cuyas estrellas son cepas como la Gewürztraminer, Silvaner, Riesling y otras. os alemanes fueron los pioneros, lo llamaron “Eiswein”, y luego la fonética para el oído inglés y el éxito del producto hicieron el resto: el Ice Wine (vino helado) es la nueva moda del mundo vinícola. Para realizar esta joya congelada, las uvas se dejan en las viñas de los climas helados aún después de que lleguen las primeras heladas, cuando ya han madurado lo suficiente. Luego son recolectadas y procesadas. Deben ser recogidas por la mañana temprano. Durante ambos procesos, la temperatura no debe exceder los -15°C, ya que a esta temperatura los frutos serían duros como rocas. En el proceso de prensado se extrae el agua en estado congelado, dejando un jugo concentrado muy alto en ácidos, azúcares y aromáticos. El frío concentra todo lo dulce de la uva, y este exceso genera vinos únicos. Todo se originó hace algún tiempo (más precisamente en Franconia, 1794), cuando una helada repentina en el norte de Alemania pronosticó una tragedia para la cosecha. A la mañana siguiente, un viticultor audaz decidió intentar algo con aquellas uvas congeladas, algo así como “sacarle jugo a las piedras”. Y resultó. El “Eiswein” -como lo llamaríase iría consolidando poco a poco como uno de los más singulares vinos de postre (con identidad propia mas allá del acompañamiento) del mundo. L Dulce frío El Ice Wine es una bebida preciada y de alta gama en la actualidad. Su producción 62 // competencia es particularmente escasa, y su elaboración bastante costosa. En efecto, sólo un año de cada cuatro presta las condiciones ideales para la elaboración de este “cosecha tardía”. De aquí que su comercialización se efectúe en medias-botellas de 375ml. Sus principales productores son sus creadores, Alemania, y algunas zonas de Austria y Canadá. De hecho, la “Región de Niágara”, en Ontario, es actualmente la que lidera la producción mundial. Estos países, con sus regiones de fríos constantes y peculiar clima, generan el producto más buscado: aquel que está naturalmente congelado. En cambio, otros países reproducen artificialmente las condiciones para lograr vinos similares (la llamada crío extracción). Aunque los expertos comentan que nada iguala al milagro que produce la naturaleza. En España se ha ensayado con éxito en la zona del Penedès. También en Valladolid y La Seca (Rueda), mediante uva Verdejo. Típicamente se origina de cepas como la Riesling, Silvaner, Seyval Blanc y Vidal Blanc (sobre todo en América), aunque otras vides alemanas como la Gewürztraminer también se dan muy bien a formar exquisitos vinos helados. Por fuera de las blancas, una verdadera rareza, es el Eiswein que se extrae de la tinta Cabernet Franc, de color algo más rosado que el amarillo trigo tradicional. Las uvas, una vez recogidas y prensadas, pasan semanas de fermentación, seguidas de algunos meses de añejamiento en barrica. Los buenos exponentes de este vino Tres Productores 1) Inniskillin Winery (Ontario), produce algunos de los Ice Wine mas afamados internacionalmente. Desde los mas extraños, esos que originan del Cabernet Franc hasta los tradicionales de Riesling y Vidal Blanc, opciones infinitas. 2) Riverview Cellars Estate Winery, en especial el “Vidal Icewine 2002” (Ontario). Oro líquido en color y sabor. Dulce, intenso y balanceado. Uno de esos especímenes que hacen de los vinos de Ontario competidores globales. Sabores concentrados de duraznos maduros, aplacados por la miel. Un vino lujoso a precio razonable. 3) Duerkheimer Fronhof, productor alemán del “Scheurebe Trockenbeerenauslese”, un nombre tan largo como su fama. Un vino de postre muy recomendable que resalta los ejemplares germanos de Eiswein. Extremadamente dulce, con vívidas notas de manzanas maduras y miel. Fácilmente combinable con cualquier postre o para disfrutar solo. saben dulce, con notas frutadas (melocotón, durazno, mango y melón) y usualmente se toman como vinos de postre (enfriados por una o dos horas antes de ser consumidos). Aunque otros prefieren destacar las cualidades propias del vino y proponen servirlo en cocktails (con una medida de vodka), acompañando canapés, foie gras, frutas jóvenes y quesos suaves, o la inolvidable combinación de prosciutto y melón. Infinitas combinaciones para disfrutar un vino atípico, “mágico” como dicen sus productores, y que hace el deleite de las mejores mesas del mundo.