CASUÍSTICA QUEJAS DE MEMORIA EN MENORES DE 65 AÑOS
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CASUÍSTICA QUEJAS DE MEMORIA EN MENORES DE 65 AÑOS
QUEJAS DE MEMORIA EN MENORES DE 65 AÑOS CASUÍSTICA ISSN 0325-0938 67 Revista Neurológica Argentina 2008; 33: 67-73 QUEJAS DE MEMORIA EN MENORES DE 65 AÑOS ESTEBAN SPADARO 1, DIANA SCHAROVSKY2 2 1 Servicio de Neurología. Hospital Privado de Comunidad; Jefa del Servicio de Medicina Preventiva. Hospital Privado de Comunidad Resumen Introducción: Las quejas de memoria en gente adulta son una realidad cotidiana que generalmente no se tienen en cuenta, a diferencia de lo que ocurre en personas ancianas. El objetivo de este estudio fue investigar la probable etiología y características clínicas de los desordenes cognitivos en personas entre 21 y 65 años derivados a un centro especializado en problemas de memoria. Materiales y métodos: Se hizo un relevamiento retrospectivo de todas las consultas realizadas en el periodo comprendido entre el 01/01/2004 y el 31/01/2006 por problemas de memoria en personas entre 21 y 65 años derivadas al “Consultorio de memoria” del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Privado de Comunidad de la ciudad de Mar del Plata. Resultados: Se evaluaron 2261 personas, de las cuales 169 cumplieron los criterios para ser incluidas en el estudio. El diagnóstico final fue normal en 11 pacientes, DCAE (Declinación Cognoscitiva Asociada a la Edad) en 47, DCL (Deterioro Cognoscitivo Leve) en 85 y demencia en 25 (14,8%) casos. En un paciente no se llego a un diagnóstico por falta de datos. Conclusión: Aunque la demencia no es frecuente en gente joven no se debe descartar su existencia. Cuando un paciente adulto presenta síntomas compatible con dicha patología es deber del profesional investigar. Es muy importante reconocerla a tiempo porque su etiología puede ser diferente a las de los adultos mayores y, ocasionalmente, las causas son prevenibles o tratables. Palabras claves: demencia, demencia en jóvenes, deterioro cognitivo leve Summary Memory complaints in patients younger than 65 years. Introduction: Memory complaints in Adults epresent a frequent concern, but the awareness and importance given to its are lesser in people younger than 65 years than elderly. The goal of this study was to determine the clinical characteristics and probable etiologies of cognitive disorders in people between the ages of 21 and 65 years old admitted to a Memory Specialized Center. Materials and Methods: A thorough retrospective of all consultations during the period 01/ 01/2004 to 31/01/2006 for memory complaints in people between 21 and 65 years of age derived from the Preventative Medicine Service of the Mar del Plata Community Private Hospital’s “Memory Clinic”. Results: 2,261 people were evaluated, of which 169 qualified to be included in the study. The final diagnosis was: normal in 11 patients, Cognitive Decline Associated with Age in 47, and mild cognitive declination in 85 and dementia in 25 (14.8%) cases. Lack of data prevent the diagnose in one case. Conclusion: While dementia is not common in young people, one should not discard its existence. When an adult patient presents symptoms compatible with this condition, a greater awareness is recommended. It’s very important the early detection of this disorder as its etiology may be different from that of older adults and, occasionally, the causes are preventable and treatable. Key words: dementia, mild cognitive impairment, young onset dementia Introducción Las quejas de memoria en gente adulta son una realidad cotidiana que generalmente no se tienen en cuenta, a diferencia de lo que ocurre en personas ancianas. Arribar a un diagnóstico es de fundamental importancia de- Recibido: 01/02/08 Aceptado: 16/04/08 Correspondencia a: Dr. Esteban Spadaro. Córdoba 4545. Mar del Plata. Provincia de Buenos Aires. Argentina. Tel: (0054) 0223-4990000, Fax: (0054) 0223-4990099 e-mail: [email protected] bida a las implicancias que esto conlleva en gente en edad productiva, tanto social, laboral como familiar1. La demencia en este grupo etario esta siendo reconocida cada vez mas2 aunque, se le presta relativa poca atención, si se la compara con la demencia en mayores de 65 años2-4. Su prevalencia se ha estimado entre 67 a 81 por 100.000 en el grupo de personas comprendido entre los 45 a 65 años5-6. Debe destacarse que en los adultos menores de 65 años la etiología no es frecuentemente enfermedad de Alzheimer (EA) y, pueden ser, en algunos casos, causas potencialmente tratables o prevenibles1-3,7,8. 68 Revista Neurológica Argentina - Volumen 33 - Nº 1, 2008 El objetivo de este estudio fue analizar la prevalencia de alteraciones cognitivas en individuos con edades entre 21 y 65 años derivados a un centro especializado en problemas de memoria, investigar su probable etiología y describir las características clínicas de estos pacientes. estándar) de la media acorde a controles de la misma edad y nivel educacional20-22. la declinación no es lo suficientemente severa como para constituir el diagnóstico de demencia23. la declinación no debe ser el resultado de patologías médicas o psiquiátricas, o el uso de sustancias psicoactivas que puedan causar disfunción cerebral24. la declinación puede aparecer tempranamente, no hay restricción de edad. Sin embargo, el concepto de permanencia de los síntomas de como mínimo 6 meses es introducido para disminuir las chance de incluir formas reversibles. la declinación debe ser informada por el paciente o por un familiar confiable23. – – – Materiales y métodos Se hizo un relevamiento retrospectivo de todas las consultas realizadas por problemas de memoria de personas entre 21 y 65 años derivadas al “Consultorio de memoria” del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Privado de Comunidad de la ciudad de Mar del Plata, en el periodo comprendido entre el 01/01/2004 y el 31/01/2006. Se incluyo a pacientes que residían en la ciudad de Mar del Plata y ciudades aledañas, de ambos sexos, sin restricción por nivel de educación. Se obtuvo la información de la revisión de las historias clínicas y de una base de datos propia, en la que figuraban solo los datos personales del paciente, las evaluaciones realizadas con su resultado y el diagnóstico final sin detalle. Se considero solo a aquellas personas que presentaron su primera evaluación en el período mencionado y se excluyo a los menores de 21 años por no ser objeto de nuestra investigación. Las derivaciones fueron realizadas por médicos generalistas, especialistas (incluidos neurólogos), de nuestro hospital y de otros nosocomios. Las evaluaciones de estos pacientes estuvieron a cargo de geriatras, psicólogos, terapistas ocupacionales, fonoaudiólogos y neurólogos, todos especializados en problemas de memoria. Los evaluadores no siempre fueron los mismos, ni todos los pacientes fueron evaluados por el mismo número de especialidades. La batería neuropsicológica utilizada fue la siguiente: Deterioration Scale de Reisberg (GDS)9, Test del reloj10, Escala de memoria, observación y concentración (SMOC) 11, Functional Assessment tool for Alzheimer´s Disease (FAST)12, Clinica demencia rating (CDR)13, MiniMental State de Folstein (MMSE) 14 , Escala de Evaluación para la enfermedad de Alzheimer (A.D.A.S.)15, Escala clinica de Demencia de Mattis (MATTIS)16 , Rey Auditory Verbal Learning Test (RAVLT)17 , Índice de Barthel18 y la Escala de las actividades instrumentales de la vida diaria de Lawton & Brody (Lawton)19. Estos test no fueron utilizados en su totalidad en todos los pacientes; esto dependió de los evaluadores y del tipo de paciente a evaluar. Se analizaron múltiples variables entre las que se incluyeron edad, sexo, nivel de educación, dominancia manual, factores de riesgo para alteraciones cognitivas (alcoholismo, tabaquismo, traumatismo encéfalocraneano (TEC), cirugía mayor, insuficiencia hepática, insuficiencia renal, transfusión sanguínea, encefalitis, enfermedad en los ojos), herencia familiar, antecedentes de depresión, consumo de psicofármacos, diagnóstico y evaluadores. También se tomo en cuenta los estudios de laboratorio, la batería de test y las imágenes. A todos los pacientes con diagnóstico de demencia se le realizó imagen cerebral: tomografía axial computada (TAC) o resonancia nuclear magnética (RNM). Algunas definiciones Declinación cognoscitiva asociada a la edad (DCAE) Este concepto fue descripto por Levy20. Se define como: – disminución en alguno de los cinco dominios cognoscitivos (memoria y aprendizaje, atención y concentración, pensamiento, lenguaje y dominio viso espacial) - 1 DS (desvió – Deterioro cognitivo leve (DCL) amnésico: – quejas subjetivas de fallas de la memoria, corroborado por informante21, 23, 25. Según el grupo de Toronto estas quejas tienen que tener como mínimo una duración de tres meses. – déficit de memoria de - 1,5 DS por debajo de lo esperado para esa edad y nivel de educación26, 27. También debe ser tenido en cuenta que personas con bajo nivel intelectual un punto de corte bajo no represente demencia28. No hay una prueba especial. – resto de las funciones cognoscitivas normales. – no están comprometidas las actividades de la vida diaria25. – el paciente no cumple con los criterios de demencia según el DSM- IV. – ausencia de patología que justifiquen dicha alteración. – se considera que los valores de CDR 0,5 27, GDS: 3 29, equivaldrían al diagnóstico de DCL. Múltiples dominios sin amnesia: es caracterizado por un deterioro cognoscitivo en mas de un dominio no lo suficientemente severo para constituir demencia. Múltiples dominios con amnesia: igual al anterior pero se suman trastornos de memoria. Se hizo el diagnóstico de demencia siguiendo los criterios del National Institute of Neurologic, Communicative Disorders and Stroke – Alzheimer – Disease and Related Disorders Association (NINCDS-ADRDA)30. Para el diagnóstico de depresión se usaron los criterios del DSM-IV31. Se utilizó un método descriptivo, con utilización de media y rango para variables continuas. Los datos fueron analizados utilizando el programa Microsot office Excel 2003. Resultados Entre 01/01/2004 y el 31/12/2006 se evaluaron en nuestro centro 2261 personas, de las cuales 169 (7,5%) cumplieron los criterios para ser incluidas en el estudio (ver Figura 1). El diagnóstico final fue normal en 11 pacientes (6,5%), DCAE en 47 (28,5%), DCL en 85 (49,7%) y demencia en 25 (14,7%). En un paciente no se alcanzó el diagnóstico debido a que no completó la evaluación y, la información recabada, según la opinión del evaluador, no alcanzaba para realizar el mismo. Las características de los pacientes se describen en la Tabla N° 1. De los 59 pacientes catalogados como normales o como DCAE, 7 (12%) presentaban problemas depresi- QUEJAS DE MEMORIA EN MENORES DE 65 AÑOS 69 Fig. 1.– Distribución de los pacientes vos (depresión insuficientemente tratada o no diagnosticada), 5 (8,5%) trastornos psiquiátricos diferentes a depresión (ansiedad, trastorno bipolar, agorafobia), y 18 (20,5%) referían stress. La probable etiología de las personas diagnosticadas de tener un DCL fue variada: 1 (1,2%) fue probablemente secundario a encefalitis, 1 (1,2%) probablemente secundario a epilepsia, 1 (1,2%) probablemente secundario a tumor cerebral, 1 (1,2%) probablemente secundario a stress postraumático, 1 (1,2%) probablemente secundario a alcoholismo, 1 (1,2%) probablemente secundario a esquizofrenia, 4 (4,8%) probablemente secundarios a esclerosis múltiple, 7 (8,4 %) probablemente secundarios a conflictiva familiar, 5 (6%) probablemente secundarios a TEC, y 23 (26,6%) probablemente secundarios a depresión insuficientemente tratada o no diagnosticada. En los 40 (47%) restantes, no se especificaron las causas. Del total de las evaluaciones, se diagnosticaron probable demencia en 25 (14,8%) casos. En 5 casos se interpretó como probable demencia fronto-temporal (DFT), en 5 probable EA, en 3 probable demencia vas-cular (DV), en 2 ocasiones se interpreto la demencia como secundaria a TEC y, en el resto, se adujo la causa respectivamente a degeneración hepatocerebral (DHC), epilepsia (EPI), complejo demencia-sida (CDS), alcoholismo (ALC), y esquizofrenia (EZQ) (un paciente para cada uno de los anteriores diagnósticos). La DHC era secundaria a una insuficiencia hepática adquirida, y la EPI era una epilepsia temporal, con respuesta parcial a las drogas anticomiciales. Los 5 restantes, si bien eran de probable causa degenerativa, no se los pudo encuadrar en una etiología determinada debido a información faltante (no clasificable (Nc)) (ver Figura 2). El antecedente de depresión previo a la consulta, fue positivo en 46 (27%) personas, negativo en 109 (65%), y no se recabo dicha información en 14 (8%) oportunidades. Del total de pacientes, 98 (58%) no tomaban psicofármacos, 56 (33%) lo hacían, y hubo 15 (9%) datos perdidos. El psicofármaco mas utilizado fue benzodiazepina en 43 oportunidades. La TAC fue solicitada en 43 (25,5%) oportunidades y hubo 11 (6,5%) datos perdidos. Del total de estudios 12 (27%) estudios fueron anormales, siendo las alteraciones más comúnmente encontradas lesiones isquémicas (6) y atrofia cerebral mixta (4); secuela de craneostomia secundaria a hematoma subdural y contusiones cerebrales fueron las 2 alteraciones restantes. La RMN de cerebro fue solicitada en 68 (40%) oportunidades y hubo 11 (6,5%) datos perdidos. El 47% (32) de los estudios fueron anormales, pero a diferencia de la TAC las causas fueron mas diversas: 12 presentaron lesiones isquémicas, 5 lesiones desmielinizantes, 3 contusiones cerebrales, 3 atrofia cerebral mixta, 2 secuela postquirúrgica, 2 encefalomalacias, una de ellas post-cirugía (callosostomia), 1 secuela de aneurisma, 1 leucoencefalopatia multifocal progresiva 2° HIV, 1 hidrocefalia, 1 secuela de encefalitis herpética y 1 silla turca vacía. Se realizaron los siguientes tests y escalas funcionales: GDS en 131, test del reloj en 93, SMOC en 129, FAS en 108, CDR en 116, MMSE en 143, ADAS en 127, MATTIS en 56, RAVLT en 96, Barthel en 122 y Lawton en 115 oportunidades, respectivamente. La combinación de tests y escalas funcionales fue muy variable. Los únicas pruebas que se utilizaron solas fueron CDR en 5 oportunidades, MMSE y ADAS en una ocasión cada una. No se completó la evaluación planificada en 12 ocasiones. Las evaluaciones fueron realizadas por neurología, geriatría, terapia ocupacional, psicología y fonoaudiología, en diferentes combinaciones. Las más comunes Revista Neurológica Argentina - Volumen 33 - Nº 1, 2008 70 TABLA 1.– Características de los pacientes Nº pacientes Sexo femenino masculino Edad (media)* Nivel de educación analfabeto pi pc si sc ui uc dp diestro zurdo ambidiestro dp Destreza manual Factores de riesgo no si alcoholismo tabaquismo TEC cirugía mayor ins. Hepática ins. Renal transf. Sangre encefalitis enf. Ojos Antecedentes familiares dp si no 1º grado 2º grado parkinson dp Historia de depresión si no dp TSH VDRL B12 Laboratorio** EEG dp si no Imágenes dp no si anormal TAC RMN SPECT Consumo de psicofármacos dp no si Bzd antidepresivos antipsicóticos estab. Ánimo dp Normal DCAE DCL Demencia N/c Total 11 8 3 52,8 (63-41) 0 0 1 0 3 4 3 0 11 0 0 0 5 6 0 0 5 5 0 0 0 0 3 0 5 6 4 2 1 0 4 7 0 5 0 1 0 1 10 0 0 5 6 5 2 0 0 9 2 1 1 0 0 47 40 7 52,9 (28-64) 0 2 9 8 14 5 4 5 41 1 0 5 16 26 3 4 8 20 0 0 5 0 2 5 16 26 14 0 4 5 9 33 5 25 1 4 3 3 41 0 3 22 22 9 13 0 3 30 12 10 1 2 0 85 59 26 53,9 (33-63) 0 8 32 8 20 5 5 7 79 1 1 4 19 61 5 15 26 43 0 0 13 0 14 5 21 59 17 1 7 5 29 52 4 51 5 5 3 10 72 3 3 23 59 21 41 1 3 48 33 32 10 1 1 25 15 10 53,5 ( 25- 63) 1 3 5 4 2 0 2 8 18 3 0 4 7 13 1 2 7 11 1 1 1 1 2 5 3 17 2 1 0 5 4 16 5 11 0 0 3 4 17 2 4 0 19 7 11 1 6 11 9 6 2 3 0 1 1 0 59 0 0 0 1 0 0 0 0 1 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 169 123 46 53,5 (25-64) 1 13 47 21 39 14 14 20 150 5 1 13 48 106 9 21 46 79 1 1 19 1 21 15 45 109 37 4 12 15 46 109 14 92 6 10 9 18 141 5 10 50 107 43 68 2 12 98 56 49 14 6 1 0 5 4 6 0 15 dp: datos perdidos. N/c: no clasificable. *entre paréntesis rango de edad.**hemograma, creatinina, glucemia e ionograma (100% de pctes.). DCA: deterioro cognitivo acorde a la edad. DCL: deterioro cognitivo leve QUEJAS DE MEMORIA EN MENORES DE 65 AÑOS 71 5 4 3 2 1 0 DFT EA DV TEC DHC CDS EPI ALC ESQ Nc DFT: demencia frontotemporal. EA: enfermedad de Alzheimer. DV: demencia vascular. TEC: traumatismo craneoencefálico. DHC:degeneración hepato cerebral. CDS: complejo demencia SIDA. EPI: epilepsia. ALC: alcoholismo. ESQ: esquizofrenia. Nc: no clasificable Fig. 2.– Etiología de las demencias. fueron: todos las especialidades en 39 (23%), todas las especialidades menos neurología en 22 (13%), geriatría y psicología en 15 (9%), y solo geriatría o geriatría y terapia ocupacional en 11 (6,5%) oportunidades, respectivamente. El especialista no fue siempre el mismo. Discusión La mayoría de los trabajos sobre demencia se han enfocado en los mayores de 65 años32. Si bien las enfermedades degenerativas afectan principalmente a personas ancianas, también son una causa de demencia en pacientes jóvenes, de hecho, la EA es la causa mas común de demencia en jóvenes en el Reino Unido, seguido por la demencia vascular y la DFT7. Algunas demencias degenerativas tales como la enfermedad de CreutzfeldtJakob típicamente ocurren en pacientes menores de 65 años. En contraste la enfermedad de Lewy es una causa muy rara de demencia en jóvenes. La demencia en menores de 40 años es extremadamente poco común, y predominan desordenes metabólicos y genéticos, y muchos se presentan como síndrome demencia plus, donde el deterioro cognitivo ocurre en el marco de otras alteraciones neurológicas1. El diagnostico de demencia en pacientes menores de 65 años es mas frecuentemente subdiagnosticado que en personas ancianas28, 33. Este estudio muestra las diferencias entre las causas posibles que conducen a la demencia en gente joven en relación a personas mayores de 65 años. Coincidiendo con la literatura publicada, la EA es considerablemente menos común, y se observan otras enfermedades tales como DFT y demencia secundaria a TEC, entre otras causas1-5, 7, 32-34. Alteraciones cognitivas son una de las mas importantes secuelas a largo plazo de los TEC severos. Cerca del 67% de los individuos con TEC severo pueden no mejorar o deteriorarse, cumpliendo los criterios que definen a la demencia35. El deterioro cognitivo es una característica clínica común en esclerosis múltiple, ocurriendo en mas del 65% de las personas que padecen esta enfermedad, lo cual se asocia con limitaciones en su ámbito social y laboral36-38. La alteración de la memoria es una queja habitual en pacientes que presentan epilepsia, principalmente en epilepsia del lóbulo temporal39. Hay varios factores que intervienen: el proceso epiléptico (edad de comienzo, localización, frecuencia de las crisis) y las drogas antico-miciales. Los hallazgos de alteración intelectual, de diferente grado, llegando incluso a la demencia, en esquizofrenia, no contradice de ninguna manera la evidencia de pobre performance cognitiva como característica de este desorden40. La demencia por HIV se caracteriza por disfunción motora, conductual y cognitiva. En EEUU el 10 al 15% de los pacientes infectados con HIV con enfermedad avanzada presentan dichas alteraciones41. Si bien la DV es la segunda causa de demencia en mayores de 65 años42, es cada vez más común en menores de 65 años, en consonancia con el aumento de la incidencia de otras patologías vasculares en gente joven, tales como el infarto agudo de miocardio. La observación que la depresión se acompaña frecuentemente de alteraciones cognitivas ha sido reconocida ampliamente y es de crucial importancia no realizar 72 un diagnóstico equivocado de demencia. Sin embargo, la relación entre “demencia y depresión” y la depresión orgánica es compleja, ya que los pacientes con demencia frecuentemente tienen síndromes depresivos, mientras que cambios orgánicos pueden ser demostrados, tanto en imágenes como en anatomía patológica, en los cerebros de sujetos ancianos depresivos. Más aún, la depresión se ha establecido como un factor de riesgo para demencia42. Es muy importante reconocer la influencia de la depresión y los trastornos emocionales en la memoria, y en los test de memoria; esto se puede ver reflejado en la gran cantidad de trastornos de esta indole que se observo en la muestra estudiada. En nuestro trabajo se encontró una historia previa de depresión en 27% de los pacientes, cifra que se eleva casi al 30% si se sacan del análisis los datos perdidos. A esto se lo suma que el 58% de las personas evaluadas tomaban psicofármacos antes de la evaluación. Si uno analiza las causas, de los pacientes con DCAE, este se atribuyó secundario a depresión o stress en el 32,5% de los casos, alcanzando el 39,6% en las personas con DCL, incluyendo en ambos casos los datos perdidos. Trabajos actuales que muestran al DCL como un preludio de la enfermedad de Alzheimer, o de otras demencias, marcan la importancia de un diagnóstico temprano, y eso es especialmente relevante en los jóvenes. El DCL se asocia con un riesgo aumentado de desarrollar demencia en un 10-15% anual comparado con controles sanos, cuya tasa es de 1-2% anual22, 43. Pacientes con DCL deben ser identificados y monitorizados debido al riesgo de desarrollar demencia21. Un diagnóstico de DCL puede resultar en una rápida intervención, mejorando de esa manera el manejo de la enfermedad subyacente y una mejor planificación a largo plazo21. Analizando los datos se observa que no solo las patologías degenerativas son responsables del DCL, sino que hay un amplio espectro de enfermedades que pueden comprometer la cognición. No hay que olvidarse, que el nivel de educación juega un rol muy importante en los problemas mencionados, y si uno analiza la población en estudio, es sorprendente que un alto porcentaje presenta un bajo nivel educativo, lo cual posiblemente influya en los resultados obtenidos. Este trabajo solo pretende un acercamiento a la temática de los problemas de memoria y otras funciones intelectuales en adultos y, a pesar de tener algunas cosas discutibles o criticables, creemos que nos da una idea bastante certera de la problemática en estudio. Entre las limitaciones a remarcar, primeramente, es un estudio retrospectivo, por lo tanto hay datos faltantes. En segundo lugar, hay diferencias entre pacientes. A todos no se les realizó los mismos estudios complementarios ni los mismos test evaluativos, sin considerar que tampoco fueron evaluados todos por las mismas especialidades ni por los mismo profesionales. En este último Revista Neurológica Argentina - Volumen 33 - Nº 1, 2008 punto habría que hacer una salvedad, muchos pacientes fueron derivados por neurólogos, por lo tanto no se considero necesario reevaluar al paciente en esa área, aunque no se incluyó, por no tener esos datos, la evaluación del neurólogo derivador. En lo que respecta a los evaluadores, si bien muchas veces eran diferentes, todos estaban formados para valorar personas con problemas de memoria. Otra limitante fue que no se registró la evolución de los pacientes en el tiempo debido a que no era el objetivo de este estudio. Finalmente, no hay que olvidarse, que esta muestra de pacientes no representa a la población general, debido a que los datos fueron obtenidos de un “consultorio de memoria”. Si uno toma otras series4 nuestros datos difieren, sobre todo si uno analiza los pacientes normales. En nuestro estudio solo el 11% presentaron evaluaciones normales, pero si uno suma a los pacientes con DCAE, la cifra asciende al 35%. El DCAE correspondería a un envejecimiento normal, porque hablamos de declinación y no de deterioro. El problema radica que es difícil hablar de DCAE en pacientes jóvenes y, si bien a estos pacientes se los puede incluir dentro de la normalidad, requieren un seguimiento a largo plazo. Conclusión En este trabajo se observa que los problemas de memoria no son patrimonio de los ancianos sino que, por el contrario, constituyen una problemática existente en personas menores de 65 años. La demencia en adultos y adultos jóvenes existe y es muy importante reconocerla a tiempo porque su etiología es diferente a la de las personas mayores y en ocasiones las causas son tratables o prevenibles. Se debe dar trascendencia cuando un paciente se queja de problemas en las funciones intelectuales, aun cuando estas sean leves y los pacientes no sean ancianos. Si bien los datos registrados arrojan luz sobre un tema bastante sombrío y desconocido para muchos, hacen falta más estudios para caracterizar mejor a los problemas de memoria en personas menores de 65 años. Bibliografía 1. Sampson EL, Warren JD, Rossor MN. Young onset dementia. Postgrad Med J. 2004; 80: 125-39. 2. Panegyres PK, Frencham K. Course and causes of suspected dementia in young adults: a longitudinal study. Am J Alzheimers Dis Other Demen. 2007; 22: 48-56. 3. McMurtray A, Clark DG, Christine D, Mendez MF. Earlyonset dementia: frequency and causes compared to lateonset dementia. 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