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ANÁLISIS DE LOS POSIBLES COSTOS DEL POST-CONFLICTO
DOCTOR JORGE VALENCIA JARAMILLO
Presidente Consejo Nacional Profesional de Economía
Apreciados señores:
En nombre del Consejo Nacional Profesional de Economía, presento a ustedes un saludo muy cordial, y
agradezco que hayan aceptado nuestra invitación a participar en un análisis sobre lo que pueden ser los
posibles costos del postconflicto.
Empecemos este conversatorio afirmando que yo creo que la mayoría de los colombianos deseamos que se
firme un acuerdo de paz. Existen diferencias en el cómo, pero todos queremos llegar a esa anhelada meta.
Si es así, debemos entonces preguntarnos si todos entendemos lo mismo cuando hablamos de postconflicto,
pues, para algunos, se trataría de la dejación o entrega de las armas, por parte de los subversivos, de la
desmovilización de sus integrantes y de la reincorporación de los mismos a la sociedad civil. Así mismo, la
de establecerlos caminos necesarios para conocer la verdad de lo ocurrido en estos larguísimos 50 años (si
es ello acaso posible), de lo que podríamos llamar la última de nuestras interminables guerras, pues la
verdad es que podríamos decir, tal vez, sin equivocarnos, que los colombianos nunca hemos vivido en paz.
Acordar, después de una larguísima discusión, y aceptando de antemano que nunca habrá un consenso sobre
el particular, en qué consistirá la que hemos denominado como Justicia Transicional para que, conocida la
verdad, haya o se aplique esa justicia, justicia que deberá, tal como se viene discutiendo últimamente, cubrir
no sólo a la subversión, sino a las Fuerzas Armadas y a la Sociedad Civil.
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Bien, además de lo anterior, debemos agregar otro ítem definitivo, cual es la de la reparación a las víctimas
que hemos aceptado que sobrepasan la increíble suma de seis millones.
Hasta aquí, lo que podría ser una versión reducida del postconflicto pues, para otros, en una versión
ampliada, y que es la preferida y defendida por la guerrilla, deberíamos aprovechar la ocasión para
replantear nuestros sistemas, uno el político, ya que para ellos, en verdad, no tenemos una verdadera
democracia; el otro, nuestro sistema económico, que debería recibir una profunda transformación, dado lo
injusto que es. Y ni que hablar, de la justicia, ya que ellos no aceptan, en manera alguna, la actual, ni la que
resulte después de superar la crisis, la que sea que se acuerde, y que tan conmocionadamente vivimos
durante estos días. Por eso, para ellos, se impone la convocatoria de una constituyente que lleve a cabo tan
profundas transformaciones.
El proceso, en uno y otro caso, será largo y complejo, y medir los costos que de allí se deriven, será una obra
portentosa. Nuestras autoridades, con el Señor Ministro de Hacienda a la cabeza, se devanarán los sesos
para tratar de encontrar la fórmula adecuada que les permita tratar de cuadrar el círculo, cosa casi imposible,
pero que ojalá para el bien de Colombia, la encuentren, es, pues, nuestro más sincero y vehemente deseo.
Muchas gracias y seguro que encontrarán del mayor interés los temas que se tratarán aquí durante esta
mañana.
Bogotá, 25 de marzo de 2015