Pelotas de trapo con tiras de ingenio y nostalgia
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Pelotas de trapo con tiras de ingenio y nostalgia
Contacto END 2A LUNES, 25 de enero de 2010 Béisbol en las calles sobrevive de la tradición de niños y adultos 2249 0499 [email protected] TELÉFONOS DE EMERGENCIAS Cruz Roja Bomberos Policía Enacal Unión Fenosa ENEL Enitel y Claro Movistar Estesa IBW Cablenet Turbonet INE INAA Telcor Aeropuerto Meteorología MiFamilia Red Consumid. DDC-MIFIC 128 115 y 120 118 y 126 127 125 2277-4159 121 8880-1010 2255-7325 2278-6328 2255-7300 121 2222-2489 2266-7888 2222-7350 2233-1624 2233-1925 133 2222-4112 2267-4350 Pelotas de trapo con tiras de ingenio y nostalgia T Expertos en confeccionar estas piezas reportan ganancias de hasta mil córdobas semanales TSe venden tres por cinco córdobas y una sola persona abastece a barrios enteros de la capital TDe las naranjas a las tiras de tela y su larga evolución en Somoto, donde servía hasta el “palo de hule” Eduardo González S. Colaboración HOSPITALES de Managua A. Lenín Fonseca F. Vélez Paiz Alemán Nic. Bertha Calderón La Mascota Roberto Calderón Carlos Roberto H. A.Dávila Bolaños 2266-6547 2265-0009 2249-0701 2260-1787 2289-7701 2277-0990 2265-0512 2222-2763 HOSPITALES especializados Dermatológico Aldo Chavarría Psiquiátrico Oftalmológico Policlínica Radioterapia Cardiología 2266-0816 2266-7903 2266-7881 2222-3141 2244-2810 2265-3420 2270-0326 HOSPITALES departamentales Ocotal Estelí León Masaya Granada Jinotepe Rivas Boaco Madriz Juigalpa Matagalpa Jinotega Chinandega Río San Juan RAAN RAAS 2732-2491 2713-6307 2311-6980 2522-4166 2552-7049 2532-2611 2563-3681 2542-2302 2722-2247 2512-2833 2772-2081 2782-2626 2341-2253 2583-0244 2792-2259 2572-2391 FARMACIAS DE TURNO T Adelita – Semáforos Migob dos cuadras abajo. T Tadeo – Del Zumen una y media cuadra al sur. T Ticomo – Kilómetro diez y un cuarto de la carretera sur. T El Alamo 2 – Barrio Campo Bruce, semáforos del Bóer dos cuadras arriba. La historia de Nicaragua está marcada por la práctica del béisbol, uno de los deportes más caros en cuanto a presupuesto se refiere, sin embargo, la necesidad de los jóvenes de iniciarse en esta disciplina y su ingenio al improvisar el equipamiento, se han coludido en algo que ya es tradición en las calles: la confección de la pelota de trapo. Existen tantas historias acerca de las primeras improvisaciones de esta pieza vital del béisbol, como la materia prima y los procedimientos que se emplean para la confección de las mismas. No se trata de la pelota oficial, cuya circunferencia oscila entre 22.5 y 24 centímetros, sino aquella que con tela y calcetines ensayan niños y adultos en la calles para hacer de este deporte el que ahora reina en nuestro país. Dejar las naranjas Cada rincón de Nicaragua tiene algo qué contar en esta historia y Somoto tiene la suya. Armando Núñez, un reportero de oficio de la vieja escuela del periodismo, dice que en su niñez todo era muy diferente. “Antes nosotros jugábamos con naranjas, con bates de tijuilote y a la mano pelada… Ahora todo ha cambiado debido a la globalización”, apuntó. “Antes se jugaba en línea con dos bases solamente. Las reglas eran abundantes porque nosotros mismos las inventábamos”, explica Núñez ahora en su tercera edad, con un tono lento, recordando sus tiempos de infancia. “Los jóvenes antes eran más creativos”, reflexiona con entusiasmo, mientras se rasca la cabeza con su mano derecha, la misma que ocupa para escribir en la revista mensual “Musunce”. “Mi primera bola de trapo me llegó cuando estábamos jugando en un patio en donde el dueño tenía el apodo de Polo Corrales. Ahí me reunía con mis amigos a jugar béisbol… nos regaló una T Sagrada Familia – Colonia Nicarao, casa L-687. T San Agustín – Jardines de Veracruz, del tanque rojo una y media cuadra al lago. T Santa Ana – Reparto Shick, Escuela Adventista media cuadra abajo. T Santa María – Colonia “Máximo Jerez”, del parque media cuadra arriba. T Samaria – Frente a Sandak del mercado “Iván Montenegro”. T San Gerardo – Villa Venezuela, anden 8, grupo D. T San Joaquín – Barrio “Camilo Chamorro”, Semáforos de la Rocargo dos cuadras y media al norte. T San Benito – Kilómetro 34 y medio de la carretera norte, en Tipitapa. T Demmsa – San Juan de la Concepción, tope del empalme de Ticuantepe. EDUARDO GONZÁLEZ / END Marcelino Torres cuando daba los últimos retoques a una pieza. EDUARDO GONZÁLEZ / END En el patio de su casa, don Marcelino Torres selecciona las mejores tiras de tela para elaborar las pelotas que luego ofrece en las calles. media, un calcetín, para elaborar una pelota y que no siguiéramos con las naranjas”, recuerda Núñez. Historias de pelotas En la edición de junio de 2009 de la revista Musunce, se puede encontrar un artículo publicado por Núñez, titulado la “Historia del Béisbol Somoteño”. Explica que en 1948 los equipos juveniles de béisbol jugaban con bates artesanales, los guantes hechos de lona y con las bolas de trapo. Todos estos materiales eran elaborados por el difunto Jesús Barrantes (q.e.p.d). Otro Somoteño que recuerda sus años de infancia es Ediberto Pérez, un campesino de marcado acento norteño. “Yo jugaba descalzo, habían pocos chavalos que tenían zapatos para jugar. Me acuerdo que en ocasiones me robaba los calcetines de mi hermano”, confesó Pérez. Este señor ubica su historia en una finca cerca del sector nueve del municipio de Somoto, donde había un “palo de hule” al cual le extraían una sustancia para darle forma redonda a las pelotas y después amarrarla con hilachas de calcetines. “Para terminar le untábamos un poco de cera para moldear la forma esférica”, indicó. Fabricando las piezas Faustino García, un jugador veterano de béisbol en Somoto, opina que “con el tiempo se fueron eliminando las diferentes formas de jugar, y la pelota de calcetín o de trapo, se fue innovando en las calles, de donde salían los pilares para las ligas de la zona”. “Uno buscaba como hacerlas de puro hilo, cuando jugaban los barrios contra barrios. No había ligas mucho menos un organizador o una directiva”, señaló. Esta misma pelota de trapo no es recomendada para quienes pretenden dedicarse a este deporte como profesión, sin embargo, son muy pocos peloteros los que han podido esquivarla en su formación, tanto de utilizarlas como de fabricarlas. Daniel Ruiz Hernández tiene 23 años y es muy conocido cerca del estadio, en el barrio El Bóer, por su arte de elaborar pelotas de trapo desde hace diez años. “Yo jugué muy poco béisbol. Me dediqué más a hacer pelotas de trapos ya que miraba las ganancias que dejaba. Además, muchos de mis vecinos y familiares me dijeron dedícate a fabricar esas pelotitas”, señaló. Entre las cuatro y las seis de la tarde, durante los fines de semana, más de una calle de este barrio se convierte en campo de béisbol. Niños, jóvenes y adultos se “toman” cuadras enteras y utilizan las piezas de Ruiz para jugar al béisbol. Vende hasta 350 pelotas a la semana, según explica este joven diestro y de pocas palabras. Ruiz explica que vende “tres pelotas por cinco córdobas y hago otras a ocho varas (córdobas), que son de cocidas dobles y les hecho pega para socarlas más”. Mientras explica el negocio, sus manos están ocupadas zurciendo una pelota con tiras de ropa color azul y con hilo blanco. Mil pesos semanales Ruiz asegura que gana “unos mil pesos a la semana” en este negocio, y por eso ni detiene la mirada al contestar, pues zurce con afán sentado sobre una piedra plana. “Por lo general compran los vecinos y vienen de barrios como el Andrés Castro, El Recreo y Monseñor Lezcano”, señaló. Con un tono más fuerte aclara que consigue su materia prima “en una tienda de Ciudad Jardín que se llama El Retazo. Compro por libra ahí”. Termina de fabricar la última pelota de trapo y comienza a guardarlas todas, incluyendo las tiras y sus diferentes instrumentos para zurcir. “Ya me voy”, dice Ruiz, buscando la ganancia de hoy. Marcelino Torres, un anciano de 60 años originario de El Rama, es un especialista en hacer estas pelotas y es muy conocido en el barrio “Farabundo Martí”. Tiene tanto tiempo de dedicarse a este trabajo que no sabe cuándo empezó. “No tengo otra cosa qué hacer, si fuera rico tuviera de todo”, expresa Torres, con voz aguda. Sobrevive de la venta de pelotas, las ofrece en tres por cinco córdobas. Fabrica las pelotas de una forma muy ligera, las zurce con mucha determinación y les coloca un doble hilo sobre la superficie de tiras de ropa que moldeó en forma circular. “A algunas pelotas les meto cuatro yardas de hilo para que queden más socadas”, explica el anciano, que no tiene familiar para cuidarlo. Es un solitario que se dedica a su trabajo en la sombra de un árbol de guayaba que adorna su patio. Torres tiene problemas de salud y psicológicos, pero esto no afecta su devota creencia en Jesucristo. Agradece a Dios por todo y sin ánimos de arrepentimiento, mucho meno de desprecio a la vida que decidió tomar. “Recuerdo que yo vivía al otro lado de esta casa y de ahí me robaron 23 bolsas de pelotas de trapo con tiras de ropa”, relató, declarándose totalmente desinformado sobre las últimas noticias de béisbol en el país. “En lo que estoy informado es cómo tengo que hacer para poder comer”, agrega. Buscan una prótesis para movilizar a don Jorge Sylvia Hernández Don Jorge Alberto Guevara González, de 53 años, urge de una prótesis para poder movilizarse y recurre a la solidaridad de los lectores de EL NUEVO DIARIO para conseguirla, ya que por su cuenta se le hace difícil poder comprar este material pues no cuenta con los recursos necesarios. Hace dos años le amputaron el miembro inferior izquierdo por problemas de diabetes y, desde entonces, su salud ha empeorado. “Desearía conseguir el apoyo de las persona para completar para una prótesis y así poder movilizarme tranquilamente”, señaló. Don Jorge es cabeza de familia de tres niños menores de edad en edad escolar, y eso lo angustia CORTESÍA / END mucho, ya que no puede ayudar en la economía familiar. Se le dificulta trabajar en su oficio de conductor de transporte pesado y liviano, comentó su amigo Roberto Salvador Mayorga, quien nos hizo llegar su mensaje a través de una carta. Cualquier donativo que deseen hacer llegar a don Jorge, pueden enviarlo a las oficinas de END o dirigirse a su casa, ubicada del parque del barrio “Julio César Tinoco” media cuadra al oeste, en Chinandega. También dejó a disposición el número de teléfono 8677-4203. ¿Alguien ha visto a Anielka Yahoska? Sylvia Hernández Anielka Yahoska Peralta, de 16 años, se encuentra extraviada desde el 16 de enero y hasta la fecha sus familiares no han dado con su paradero. Ellos están recurriendo a la solidaridad de los lectores para que les ayuden en su búsqueda. “Ese día la niña se dirigía a la pulpería ubicada cerca de su vivienda, en el barrio San Sebastián de Managua, pero ya no regresó”, dijo muy consternada su mamá, María CORTESÍA / END Asunción Orozco, quien ruega a las personas le ayuden a encontrarla. Para cualquier información de Anielka dejaron a disposición la casa de su tía Fátima Siezar, ubicada de donde fue el Cosep cuatro cuadras al lago y media cuadra abajo, en el barrio San Sebastián. También pueden comunicarse a los teléfonos: 8830-4941 y 2253-1292. Familiares buscan a Miriam del Socorro Sylvia Hernández Familiares de Miriam del Socorro Martínez Martínez, de 45 años, se encuentran preocupados pues desde el ocho de noviembre pasado ella está extraviada y nadie sabe de su paradero. “Queremos que nos ayuden a localizarla”, dijo su cuñada, Rosa Amelia Filipino. Miriam del Socorro salió de su casa ubicada en el Reparto “Pedro Joaquín Chamorro”, en carretera norte, a visitar a su hija que vive en Las Jagüitas, pero CORTESÍA / END resulta que no llegó a su destino y eso tiene muy angustiada a la familia, ya que temen por su integridad física. Ellos hacen un llamado a las personas para que les ayuden en su búsqueda, y en caso que den con su paradero piden acudir a su casa ubicada de los Semáforos de Plásticos Robelo tres cuadras al lago y una cuadra abajo, en la primera calle. También pueden comunicarse al número telefónico 8422-3198, con su hermano José Luís Martínez. “La solidaridad se lleva en la sangre” CORTESÍA / END Los trabajadores de la Dirección General de Migración y Extranjería DGME, participaron en la Jornada de Donación de Sangre impulsada por la Cruz Roja Nicaragüense, bajo el lema “La solidaridad se lleva en la sangre”. La actividad tuvo lugar en la Clínica Médica Familiar “Divino Niño” de la DGME, y dijeron sentirse orgullosos de ser parte de esta labor fraterna, porque es una oportunidad para poder brindar ayuda al que necesite sangre.