industriales, regionales y premium el origen árabe

Transcripción

industriales, regionales y premium el origen árabe
Página 5 | Viernes 22 de febrero de 2013
EL ORIGEN
ÁRABE
aquellas recetas árabes, entre
las que se encontraban bizcochos cuadrados unidos por un
dulce a base de leche y azúcar,
con una cobertura de azúcar
denominada “tableta”, “cobertura” o simplemente “bañado”.
Alfajores
para todos y todas
El alfajor, al igual que el
turrón, el almíbar o la
mazapán, es un invento
culinario antiquísimo de
origen árabe y tradicionalmente echo a base de
una pasta de almendras,
nueces y miel.
Se introdujo en España
hacia principios del siglo
VIII, al ser derrotado por
los árabes el último Rey
de los visigodos. Esta
invasión musulmana a
la península ibérica se
extendió por setecientos años -hasta fines del
siglo XV-, y al territorio
ibérico bajo dominio
musulmán durante este
período se lo conoce
como al-Ándalus.
La Argentina es sin lugar a
dudas donde el alfajor adoptó
más formas que en cualquier
otro lugar del mundo y, vale la
pena remarcarlo, en nuestras
tierras se hizo redondo.
Según la contextura de la galleta se los divide entre duros
y blandos. Los duros son aquellos cuyas galletas se quiebran
al morderlos.
A su vez, según la cantidad de
galletas que posean se los divide en simples (dos galletas
con un relleno y un bañado) y
triples (tres galletas, 2 rellenos que pueden ser diferentes
y un bañado).
Los rellenos, en tanto, son
muy variados: de dulce de leche, de chocolate, de dulce de
frutas, de dulce de membrillo,
de mousse.
La segmentación de los alfajores se puede efectuar por
el relleno, por su origen, por
el “target” de mercado al que
apuntan.
Nuestro país es el mayor productor, consumidor y exportador de alfajores. Envía entre
el 6% y el 10% del volumen
producido hacia más de 30
destinos, los principales compradores son Chile y Uruguay.
En total, se producen más de
32.000 toneladas de alfajores
por año, el 51% de las cuales se consumen en Capital
Federal y Gran Buenos Aires
(GBA).
Si bien hay marcas típicamente “alfajoreras”, como Jorgito,
Guaymallén, La Nirva, Fantoche (el creador de los triples)
y Capitán del espacio (el más
popular en el sur del conurbano), son Arcor y Kraft los
gigantes que ocupan los dos
primeros lugares en el mercado. Jorgito, líder en la Capital
Federal y GBA, es tercero a
nivel nacional, mientras que
Guaymallén es el cuarto.
ALFAJORES CON
ACENTO REGIONAL
Pese a que cada provincia y región de la Argentina posee algún
tipo de alfajor típico o autóctono, las zonas del país más tradicionales en la producción de esta golosina son las siguientes:
CÓRDOBA
Generalmente relleno de dulces de fruta, siendo el membrillo
uno de los más tradicionales, el alfajor cordobés es liviano, con
poco o nada de chocolate y mayoritariamente glaseado.
SANTA FE
Tipo Rogel, con no menos de tres galletas (triple) formadas
por masa de hojaldre, relleno de dulce de leche y glaseados.
También los hay industrializados siendo sus mayor exponente
el alfajor “Merengo”.
COSTA ATLÁNTICA
Mar del Plata es la “Capital del Alfajor”. Sin embargo, cada rincón de “la costa atlántica” tiene los suyos. En su mayoría son
PyMEs pero existen casos emblemáticos, como Havanna y Balcarce, que son considerados líderes en el segmento “premium”
con presencia nacional e internacional.
CAPITÁN DEL ESPACIO: UNA EMPRESA
MÍTIICA CON MILES DE FANÁTICOS
Poco conocido por el público de otras latitudes, el alfajor “Capitán del espacio” es uno de los más populares en el
conurbano bonaerense y generó a lo largo de cinco décadas miles de fanáticos sin hacer publicidad ni acciones de
marketing.
Angel Lineo De Pascalis, que falleció en 2012 a los 86 años, fundó la marca a principios de los ‘60. En 1961 se enteró
de que una fábrica de alfajores en Ezpeleta había quebrado y le propuso a un amigo, Arturo Amado, continuar con la
fabricación. Le cambiaron la receta y el nombre (“Lo elegí porque en esa época se hablaba de que el hombre llegaría a
la luna”, dijo alguna vez aunque sobre este tema existen otras teorías), y empezaron a vender cada vez más, primero
a los vecinos y después a toda la zona sur, siempre con perfil bajo y a precios populares, en silencio, sin publicidades
estridentes ni acciones de promoción.
El “Capitán del espacio” se convirtió en una golosina de culto pero a pesar de que la demanda aumentaba Angel no
quería producir más cantidades porque, como decía su creador, “ya no me interesa ganar más plata”.
Un caso único de consumo masivo que rompió con todos los libros de publicidad, marketing y RR.PP.
INDUSTRIALES, REGIONALES Y PREMIUM
Industriales
Regionales
Top top
Existe una enorme cantidad de
marcas industriales en la Argentina. Algunos informes han
detectado más de 50, pero si se
consideran las extensiones de
línea de cada marca, esta cantidad aumenta significativamente.
A modo de ejemplo, el alfajor
“Terrabusi” tiene, entre otras,
variedades de negro, blanco,
simple, triple,
lemon pie, frutillas
con crema, merengue y dulce de
leche.
Las marcas generalmente se
orientan a todas
las categorías socioeconómicas y es
en este segmento
donde la inversión
en publicidad es
mayor.
Los alfajores regionales, están
presentes en todos los puntos
turísticos del país, en muchos
casos elaborados por pequeñas
empresas familiares o microemprendimientos. Casi todas las
provincias argentinas tienen
un alfajor autóctono o típico, y
algunos siguen fabricándose en
forma artesanal. En su mayoría
llegan al mercado con puntos de
venta propios.
Los alfajores “Premium” apuntar a un segmento socioeconómico alto. Las características
más sobresalientes de estos
productos son la calidad de sus
ingredientes, un packaging más
sofisticado, y puntos de venta
especializados como cadenas de
delicatessen y gourmet. Los
precios
son muy
superiores a los
industriales y
generalmente
son
100%
artesanales.

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