la concentracion mental

Transcripción

la concentracion mental
LA CONCENTRACIÓN MENTAL
Uno de los problemas más graves del humano común, consiste en su
pobrísima capacidad para sostener la concentración mental, de manera
permanente y por tiempo sostenido, en virtud de que fracasa, una y otra vez, en
acallar y calmar su febril dinamismo mental, en su constante brincar caótico, de
un lado para el otro. El pensamiento suele actuar como un caballo salvaje, sin
domar. La distracción hace estragos en la percepción de lo que ocurre en su
derredor. Consecuentemente, a través del recurso de la voluntad, se trata de
apelar al dominio de la mente, lo cual se logra, aunque por intervalos, luchando
contra el pensamiento y pretendiendo controlar algo que es de naturaleza
inasible, en función de que es escurridiza. Así, a trancas y barrancas, se
consiguen algunos logros, limitándose uno grandemente en la percepción propia
(introspección) y ajena. Sin embargo, existen algunas personas, las cuales han
logrado el ansiado éxito en mantenerse enfocados por largo tiempo. ¿Cuál es el
secreto?
Primero y principal hay que realizar que la causa primaria por la actividad
febril de la mente reside en la conciencia, la cual, cuando se siente algo
angustiada, indecisa y preocupada por asuntos importantes sin resolver, trata de
recurrir insistentemente a la mente para la resolución de lo que le preocupa. Sin
embargo, cuando se encuentra en paz, relaja las emociones. Vale mencionar
que la indecisión es producto de la inhabilidad en poder resolver sus asuntos,
debido al mundo fantástico en el que vive y al esporádico contacto que tiene con
el amor y con la verdad universal. Por eso, una mente disciplinada, sistemática y
entrenada, difícilmente se agita emocionalmente, en virtud del desarrollo serio y
consecuente que hace regularmente, de la mano del estudio regular y de la
interacción honesta, en términos de amor y verdad. La razón tiende, a través de
la lógica, fundamentada en el conocimiento, a predominar sobre la emoción, lo
cual calma la conciencia y por ende, la mente.
El hábito por la lectura es importantísimo para el desarrollo de la
concentración mental. De hecho, cuando uno lee, es cuando más se da cuenta
de que le falla la concentración, en función de que lo que lee no lo asimila
mentalmente, en cuyo caso yo recomiendo para de leer y cerrar los ojos unos
instantes para relajar la mente y luego volver a la lectura.
Otro factor importante es la impaciencia. La paciencia se trabaja y poco a
poco uno se va apacentándose, al ir entendiendo el mecanismo propio de la
mente. De hecho, si uno se relaja, la angustia, base de la impaciencia, va
disminuyendo hasta desaparecer. Yo iría más lejos al reconocer que a la base
de la angustia, se encuentra el condicionamiento por temor, en vez de por amor.
Cuando se ama, se confía y uno se vuelve menos negativo y más racional.

Documentos relacionados