En Tenerife el Baile se llama de Candil y no de Taifa
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En Tenerife el Baile se llama de Candil y no de Taifa
La Laguna Ahora.com En Tenerife el Baile se llama de Candil y no de Taifa Autor Administrador Monday, 22 de March de 2010 Modificado el Friday, 28 de October de 2011 Por/ Pepelata En Tenerife el Baile se llama de Candil, y no se llamaba de Taifa, haber si los organizadores de fiestas y bailes de magos, tan "amigos" del folclore y los nuevos "diseñitos" se enteran. La Taifa sólo es propia de Gran Canaria. Los bailes de candil son fiestas especialmente ritualizadas, tanto que podemos trazar una serie de características que, salvando las variaciones de época y lugar, se repiten una y otra vez. Las ‘constantes’ de dichas fiestas son: La ocasión en que tenían lugar; Las celebraciones festivas de la localidad (santos patronos, Navidades, etc.) o bien las largas noches de invierno, cuando la faena de trabajo en el campo era poca y la diversión escasa. El lugar de la reunión; Cuando la fiesta se celebraba con ocasión de una festividad local, el lugar solía ser al aire libre, en una plaza o en un patio o empedrado de una era, que diera cabida a toda la comunidad que participaba. En el caso de las fiestas más seguidas y menos ritualizadas (las de fin de semana o las ocasionales de las noches de invierno), se disponía de la habitación más espaciosa de una casa particular, la de uno de los participantes en el baile, o más exactamente la de los hacendados y labradores con hijas casaderas interesados en organizarlo. Si las tardes eran de clima benigno, tenían lugar en los emparrados de las casas de Geneto y de la Vega lagunera. La autoridad de las fiestas; Siempre hacían acto de presencia personas ‘respetables’ que debían controlar las reuniones de los jóvenes. Al menos se hacían presentes, por lo habitual, las madres de las chicas que acudían, que aunque no llegaran a bailar, vigilaban al tiempo que charlaban entre sí. En las fiestas especialmente ritualizadas (las de festividades locales) suele aparecer un personaje como presidente de la fiesta, alguien relevante socialmente, el alcalde de barrio p.e. Cuando surgían conflictos (riñas por celos, provocaciones entre jóvenes, conflictos familiares), actuaban como autoridad de apelación y en principio su decisión era respetada por todos. Muchas veces decidían la expulsión de la fiesta de algún joven díscolo y que no respetara las normas no escritas. La petición de pareja; La ‘finalidad’ principal de estas fiestas, admitida por todos, era la de entablar relaciones de amistad entre jóvenes de distinto sexo, junto con la diversión y la relación social. La manera de sacar un hombre a una mujer a bailar tenía sus convenciones, que variaban de un lugar a otro. Una de las más extendidas era dirigirse a la chica y pedirle ‘por favor’ bailar con él. La mujer no debía negarse inicialmente, pero si el joven no era de su agrado, ella se retiraba una vez bailadas una o dos coplas. Si mientras bailaban, un tercero quería entrar a bailar, debía dirigirse no a la mujer sino al hombre, y éste debía acceder y retirarse. Si la mujer iba a gusto con el nuevo pretendiente, seguía. Si no, de nuevo declinaba. La iniciativa pues, era del hombre (aparentemente al menos) pero las decisiones ‘últimas’ de la mujer. http://www.lalagunaahora.com/hemeroteca/ Potenciado por Joomla! Generado: 22 December, 2016, 07:57