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MIGUEL CABALLÚ ALBIAC T E O D O R O P É R E Z B O R D E TA S R E A L A C A D E M IA D E BE L L AS A RT E S DE S A N LU I S Los autores expresan su agradecimiento a numerosas personas, ya amigos, que les han acompañado, informado o aconsejado en sus viajes por Aragón. © Miguel Caballú Albiac © Teodoro Pérez Bordetas Presentación: José Pasqual de Quinto y de los Ríos Edita: Real Academia de Bellas Artes de San Luis – Zaragoza © de la presente edición: Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis – Zaragoza Diseño de portada: Ricardo Pérez Lorente Textos y dibujos publicados en Heraldo de Aragón 2007/2008 D.L.: Z-2.616/2008 Imprime: Navarro & Navarro Impresores Arzobispo Apaolaza, 33-35 50009 Zaragoza Índice Presentación: Excmo. Sr. D. José Pasqual de Quinto y de los Ríos .................... 7 Introducción .................................................................................. 9 Plano de localización .................................................................. 11 Mesones de Isuela, un castillazo .................................................... 13 Los amantes de Teruel, ha nacido una tradición .......................... 15 Parque de Huesca, arte y sosiego .................................................... 17 Calcena, cara oculta del Moncayo .................................................. 19 Abay, un acto de amor ...................................................................... 21 Villafranca de Ebro, nobleza obligada ............................................ 23 Oseja, positivo RH, cero negativo .................................................. 25 Tarazona, el mudéjar con marcha .................................................. 27 Semana Santa zaragozana, la capital, paso a paso ........................ 29 Caspe, población con vocación de ciudad .................................... 31 San Juan de la Peña, modernidad para un símbolo histórico .... 33 Biel, el poder de seducción .............................................................. 35 Uncastillo, distinto y nada distante ................................................ 37 Mequinenza/Mequinensa, una frontera para reflexionar .......... 39 Mediana de Aragón, un oasis en la estepa .................................... 41 Jaca, el puente medieval de San Miguel ........................................ 43 Daroca, con la autovía, ¡hay que entrar...! .................................... 45 Samper de Calanda, villa más que singular .................................. 47 Teruel, museo abierto ...................................................................... 49 Estercuel, monasterio de Santa María del Olivar ........................ 51 Oliete, «capricho de Teruel» ............................................................ 53 La cartuja de Las Fuentes, ya puede visitarse ................................ 55 Belchite, símbolo para la paz .......................................................... 57 Maella, villa de leyenda .................................................................... 59 Huesca, la catedral de la albahaca .................................................. 61 Nonaspe, ermita de la Virgen de Dos Aguas ................................ 63 Aragón escrito y dibujado 5 Santa Cruz de la Serós, contundente románico ............................ 65 Alcañiz, desarrollo sobre ruedas .................................................... 67 Purujosa, el semáforo del Moncayo .............................................. 69 Chiprana, la novia del Ebro ............................................................ 71 Casbas de Huesca, últimas noticias monásticas .......................... 73 Vistabella, un gozo para la vista ...................................................... 75 Zaragoza, el Pilar, un mundo, un puente al futuro ...................... 77 Zaragoza, comparsa de cabezudos y gigantes .............................. 79 Jaca, la catedral: cabeza del arte románico .................................... 81 Sallent de Gállego, cabeza del valle de Tena .................................. 83 Mora de Rubielos, puerta al Mediterráneo .................................... 85 Villanueva de Sijena, Servet y las Hermanas de Belén ................ 87 Munébrega, tierra de obispos, vino y turismo .............................. 89 Monasterio de Veruela, a la vera de Vera ...................................... 91 Quinto, en el Ebro, pero no de Ebro .............................................. 93 Peracense, el castillo de la gayuba .................................................. 95 Castellote, villa templaria, pero que muy actual .......................... 97 Arándiga, feliz Navidad (con ajos) ................................................ 99 Santa Fe, un monasterio para el 2008 .......................................... 101 Lobera de Onsella, paraíso natural en las Altas Cinco Villas .. 103 Caspe, compromiso con el futuro ................................................ 105 Veracruz, Obarra, santuario condal ribagorzano ...................... 107 Torralba de Ribota, una iglesia con acuitardo ............................ 109 Bujaraloz, Las Vegas de Bujaraloz ................................................ 111 Borja, el barrio de la Morería ........................................................ 113 Godojos, un uno en el paisaje ...................................................... 115 Pedrola, sobre ruedas y con altos vuelos .................................... 117 San Juan de Busa, nave varada en verde prado .......................... 119 Calatayud, a cualquier hora .......................................................... 121 Teruel, ejemplo de amor, al futuro .............................................. 123 Abizanda, portal del Sobrarbe, sin peaje .................................... 125 Calatorao, un buen jalón en Valdejalón ...................................... 127 Borau, San Adrián de Sásave ........................................................ 129 Siresa, monasterio de San Pedro .................................................. 131 Monasterio de Rueda de Ebro, ya rueda la rueda ...................... 133 Zaragoza, bicentenario agustiniano ............................................ 135 Índice de fechas de publicación ................................................ 137 6 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Presentación A ragón ha sido tierra de compromisos desde sus orígenes como Reino, y compromiso ha sido para la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis, editar la obra que presentamos. Afirma una tradición aragonesa que sus regnícolas le imponían al monarca una fórmula de juramento en la que se manifestaba que «...Vos que sois tanto como nos, y todos juntos más que Vos, os demandamos...»; tradición que se impuso como subconsciente en la Sesión de la Real Academia de San Luis celebrada en Zaragoza el 11 de marzo de 2008, cuando los Señores Académicos acordaron unánimemente la publicación de la obra titulada Aragón, escrito y dibujado, de la que son coautores sus compañeros los Señores Caballú Albiac y Pérez Bordetas. Acuerdo que testimonia el buen hacer de los precitados coautores; buen hacer que en sí no necesitaba acuerdo alguno que lo ratificara, puesto que por si sólo quedaba acreditado y daba prestigio a la propia Real Corporación que entregaba la obra a las prensas, dado que desde su fundación la Academia de Bellas Artes se ha regido por la máxima ilustrada de instruir deleitando, plasmada en el lema «florece fomentando» que figura en su escudo. Desde la satisfacción de presidir una Real Academia en la que sus componentes acreditan su buen hacer con obras como la que hoy tenemos el honor de presentar, manifestamos públicamente el afecto de compañero, acumulado al respeto y la admiración como aragonés que expresamos a los autores. JOSÉ PASQUAL DE QUINTO Y DE LOS RÍOS B arón de Tamar it Zaragoza, a 7 de mayo de 2008 Aragón escrito y dibujado 7 Íntroducción Escrito en voz alta, de corazón V oy a escribir en voz alta. ¿Qué como se hace eso? Pues así, como sale, como se piensa, como quien habla con el ordenador, preguntando sin esperar respuesta, diciendo lo que se te antoja, sin seguir un hilo discursivo, no al buen tun tun, pero casi. En realidad lo vamos a firmar los dos, «Introducción de los Autores», o sea que tendrás que leerlo Teodoro, por si no estás de acuerdo… En realidad tu dibujos tambien hablan. Bueno, supongo que se entiende, esto de las habladurías, esto de pintar o escribir en voz alta. Para escribir de un pueblo en la serie que ahora recopilamos en otro libro (ya van ocho), hay que documentarse, viajar, ver, meditar y escribir en silencio, a solas uno con sus pensamientos, intentando trasmitirlos, buscando la conformidad del lector con el texto, para cumplir un objetivo que nos guía siempre en nuestras colaboraciones, que es ponerle pies al lector para que ande… un levántate y anda, a lo modesto, para que se vaya conociendo este Aragón tan fenomenal que tenemos. Y es que el viajar es condición del ser humano. Nosotros le hemos dado varias veces la vuelta al mapa aragonés, pero cada vez quedan más cosas por dibujar y por contar. No hay semana que no se termine la restauración de un monumento, ni un mes que no se abra un Centro de Interpretación, ni hay año que un par de nuevos Museos, museítos más bien, expongan sus tesoros. O sea, que a pesar de los cientos de colaboraciones en Heraldo de Aragón, nos queda mucho tajo. Aragón es maravilloso y da para toda una vida. Si la vida se dice que es un viaje, el viajar por Aragón da vida. Pruébelo. En voz alta y de corazón, debo expresar nuestro agradecimiento. En este libro, cuya publicación debemos a la amabilidad de la Real Academia de nobles y Bellas Artes de San Luis, van las últimas colaboraciones en el periódico y tal vez las penúltimas en el tiempo. A la Academia deben ambos firmantes muchas alegrías. Ambos formamos parte de su elenco, y ambos hemos participado en muchos de sus eventos. Por si fuera poco, el que esto escribe, en nombre de los dos, lleva casi una docena de años como Secretario General, disfrutando de la amistad y el roce, que engendra cariño, de unos singulares e ilustres compañeros de corporación. Lo dicho, muchas alegrías. El libro es una más. A su Presidente D. José Pasqual de Quinto queremos dedicar esta edición por su comprensión y apoyo. Aragón escrito y dibujado 9 Nuestro agradecimiento es también para el Heraldo de Aragón, cuyas páginas han sido nuestra casa tantos años. Asomábamos la pluma en suplementos, en extraordinarios, en la contra, en la diez… en no menos de una veintena de años. Los dibujos de Teodoro han llamado la atención y los textos han tenido repercusiones estimulantes. Debemos agradecer a nuestros lectores y seguidores que semana a semana recortan la colaboración y nos meten en una bolsa de plástico archivada en una carpeta de anillas. En ellos pensamos también al publicar el libro. Es como homenaje a su paciencia y constancia. Que lo pidan a la Real Academia, que en su labor de «instruye deleitando» seguro que se les facilitará. También se ha portado la gente de Navarro & Navarro, la imprenta, que han conseguido hacer un libro bello, hermoso, que gusta nada más verlo, aun sin desvelar el contenido. Quisiera terminar diciéndoles que este libro puede quemarles las manos, porque esta hecho con mucho calor y entusiasmo. Recorrer caminos de Aragón es gratificante, pero dibujarlos o escribirlos todavía más. Y si como creemos que es el caso, hemos conseguido estimular la inercia ciudadana, animando a visitar lo escrito o dibujado, miel sobre hojuelas. Este libro es el poso de la última serie. Quiera Dios, y Vds., que sea como mínimo la penúltima. LOS AUTORES 10 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Siresa Sallent de Gállego Borau Abay Lobera de Onsella Jaca San Juan de Busa Santa Cruz de la Serós San Juan de la Peña Veracruz, Obarra Biel Uncastillo Abizanda Casbas de Huesca Huesca Tarazona Borja Monasterio de Veruela Purujosa Calcena Villanueva de Sijena Zaragoza Monasterio de Santa Fe Oseja Torralba de Ribota Cartuja de Las Fuentes Pedrola Calatorao Calatayud Villafranca de Ebro Bujaraloz Quinto Mediana de Aragón Mesones de Isuela Arándiga Monasterio de Rueda Mequinenza Caspe Belchite Chiprana Godojos Munébrega Vistabella Samper de Calanda Nonaspe Maella Daroca Oliete Estercuel Alcañiz Castellote Peracense Teruel Mora de Rubielos Aragón escrito y dibujado 11 12 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Mesones de Isuela, un castillazo V olvemos a estas páginas de Heraldo. El Bachiller Carrasco decía en el Quijote «que nunca segundas partes fueron buenas», pero no volvemos por segunda vez, sino por quinta... y no hay quinto malo. Como ven se nota que somos mayores y no tenemos abuela. En fin, disculpen. El caso es que este Aragón es tan fascinante y hermoso, que hay mil sitios donde ir para tomar apuntes. Teodoro con sus lápices de dibujo y nuevas técnicas y servidor con un boli viejo pero que le tengo cariño, mire Vd. Vamos a empezar otra serie de pueblos y lugares de Aragón. Teodoro hará el dibujo de lo que ve con su retina que vibra tan armoniosamente. Servidor intentará contar lo que hay detrás del dibujo, porque a veces, los más bonitos colores esconden cosillas menos ideales. Suele decirse que los pueblos desde lejos, en panorámica, son poesía, pero si te acercas, desde dentro, son prosa, a veces prosa dura. Verbi gratia, que se decía antes: Empezamos la serie, como ya habrá adivinado el curioso lector al ver el dibujo de TPB, en Mesones de Isuela. Ya ven que castillazo, de lo mejor de Aragón. Casi como un campo de fútbol: rectangular de 80 x 35 m. Casi todo piedra sillar a pesar de estar construido en el siglo XIV cuando triunfaba el ladrillo y más en la tan mudéjar cuenca del río Jalón, aunque esto sea Comarca del río Aranda, y Mesones esté en el río Isuela. Vaya lío de ríos. Este castillo de Mesones atrae muchísimos visitantes, cada día más, pero en cambio en el pueblo no hay un simple Mesón donde llevarse un bocadillo a la boca de no llevárselo de casa, porque desde que Vicenta se cansó hace veinte años ya no hay fonda donde comer y el único bar, llamado El Castillo como no podía ser de otra manera, está acastillado, cerrado a cal y canto hasta las trece horas que en los pueblos es simplemente la una. Podrá comer el viajero muy a gusto cuando los inquietos amigos de la asociación Mesoluna celebran la Fiesta del Mondongo, que no llaman de la matanza por no molestar al respetable público. En cambio, lo público del Castillo va muy bien porque desde Patrimonio del Gobierno de Aragón le echan ilusión y euros y tras la restauración del artesonado de la delicada ermita con talla del siglo XIV de la Virgen de los Ángeles, se ha redactado un Plan Director y se van haciendo obras de consolidación de almenas, de seguridad en muros, con buen propósito de seguir. La Comarca y el Ayuntamiento, unidos que no es poco, han hecho una sala para visitantes, y el acceso ya se arregló para subir incluso con coches, aunque, de momento está prohibido. ¡Cosas! Y hay guía fines de semana y festivos: Javier como antes estuvo María José. Y una oficinita de información turística. Y un teléfono para llamar 976.60.58.77, o sea que los acomodados capitalinos no tiene excusa para perderse la visita de este excepcional castillo que fue cosa, muy buena cosa diría yo, del Arzobispo de Zaragoza, capitán de la frontera de Calatayud, don Lope Fernández de Luna, cuyo escudo puso por todos los lados, para que no nos olvidásemos de citarlo con el paso de los siglos. ¡Somos así! Aragón escrito y dibujado 13 14 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Los amantes de Teruel, ha nacido una tradición S on actualidad estos días. Y lo han sido casi siempre. Ya en 1921, Para salvar el desnivel desde el Óvalo a la Estación de RENFE el arquitecto José Torán de la Rad proyectó, con amor, una escalinata de piedra y ladrillo. En sitio relevante se puso un bajorelieve hecho, con amor, por Aniceto Marinas y ahora lo recuerda amorosamente TPB en este dibujo. El amor es fuente inagotable de inspiración. Y hablar de amor es hablar de Teruel. La histórica leyenda o la leyenda histórica trasmitida por tradición oral se confirmó al encontrarse los presuntos cuerpos de los protagonistas en 1560 en la Iglesia de San Pedro. Ahora con un mausoleo digno de visitarse. El atractivo se lo han ganado a pulso, sobre todo desde que la Tertulia Mudéjar y el Centro de Iniciativas Turísticas inventó la celebración del Día del Amor, o de los Amantes, con fiestas, fastos y cena como no podía ser menos. Desde entonces invitan a personas y personajes que hayan cumplido las bodas de plata o de oro en su diaria convivencia de pareja. Los unos dan ambiente y los otros lustre a la fiesta. Así han dado la Medalla del Amor por sus Bodas de Oro a muchos famosos, iniciándose con los emperadores de Japón. Incluso un año invitaron a la Reina de Inglaterra, que muy suya ella, prefirió ir a Balmoral, pero recibió a una embajada que seguro que le llevaron jamón, mejor que el de York. Ahora ha nacido una tradición. Desde 1997 se celebran Las Bodas de Isabel de Segura, organizadas por una activa Fundación. Oficialmente la Fiesta del emotivo abrazo de Diego e Isabel se re- nueva cada año con mas fuerza. Participa todo Teruel. Se hacen torneos de caballeros, juegos y justas medievales, presidios por el Rey Jaime I de Aragón. Todo el mundo se viste poco más o menos como los turolenses de 1217 cuando sucedió el evento. La cosa atrae y Teruel se llena de enamorados y los hielos invernales se deshacen con tanto amor y tanto abrazo. Teruel es ciudad de abrazos: Abrazo del Guadalaviar y del Alfambra para alumbrar el Turia. Abrazos de riberas con el Viaducto, puente Nuevo, puente del ferrocarril, el Acueducto Viaducto de Vedel. Abraza la moza al cántaro en el monumento de Macho a Torán que hizo la escalinata. Abrazar quiere el mozo al toro en el monumento a la Vaquillla de Pepe Gonzalvo. Abrazan a la ciudad las sierras de Gúdar, de Javalambre y Montes Universales. Pero a pesar de tanto abrazo falta el de los zaragozanos, que presumimos mucho de hermanos, pero bajamos poco a Teruel. Mal dicho bajamos, porque aunque la capital esté al sur, tiene mayor altitud que Huesca y no digamos que Zaragoza. No hay que echarle la culpa a la Autovía Mudéjar. Hay que ir... y no sólo en estos días que se festejan los amantes. Puede amarse a Teruel todo el año. Les gustará. Teruel está desconocido: El Óvalo reformado a lo grande, la Glorieta a lo monumental, San Pedro con nuevo mausoleo para los Amantes, el Museo ampliado, la circunvalación, Dinópolis... y por si faltaba excusa en marzo se inaugura la exposición Tierras de Frontera, que es como Las Edades del Hombre pero a la turolense. Lo dicho, hay que ir. Con amor. Aragón escrito y dibujado 15 16 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Parque de Huesca, arte y sosiego E l Parque de Huesca es lugar de esparcimiento, pulmón de la ciudad, que suele decirse. La parte antigua perteneció a lo que era jardín de Juan Vicencio de Lastanosa y Baraiz de Vera, Señor de Figueruelas, dicho con todos los nombres porque el preclaro oscense lo merece. Hasta el punto, que muchos piensan que el Parque debía llamarse Parque de Lastanosa, precisamente en este año que se celebra con toda clase de alharacas el IV Centenario de su nacimiento. No se enfadaría Miguel Servet, porque ya tiene su monumento en el paseo central que se nominaría Avenida Miguel Servet. El superculto Lastanosa ya tuvo allí «jardines exquisitos donde cultivaba especies extrañas, dignas de aplicado botánico, en medio de estatuas paganas, estanques y canalillos, y junto a ellos fundó también un museo de ciencias naturales, donde guardó y clasificó fósiles del Pirineo y del Moncayo, y piedras preciosas de tierras exóticas». Y con todo, lo bueno de Juan Vicencio fue su biblioteca, con fondos de matemáticas, astronomía, literatura, botánica, historia, con una colección única y excepcional de mapas y cartografía, así como colecciones de monedas en que basó varios libros de numismática. Posiblemente el más culto oscense de los últimos cuatro siglos, o sea desde siempre. Prepárense que lo van a oír mucho este año. El Parque es una isla de verdor y punto de encuentro de la ciudad tradicional, del casco histórico y sus entornos, con la nueva Huesca. 45.000 m2 o así. Además de su valor botánico es un museo artístico, donde se levanta el monumento a Las Pajaritas, o pajaricas como le gustaba decir a su autor Ramón Acin, anarcosindicalista, pedagogo, escultor y pintor que lo hizo en 1929. Las Pajaritas, arte minimalista, son un símbolo de Huesca, quizá alimentadas con otros símbolos como la albahaca o las castañas de mazapán. Lo cierto es que son una imagen de identificación popular. Aquí está, obra de Ángel Orensanz, el monumento al «Cerco y defensa de Huesca» cuyo largo nombre ha abreviado la sabiduría popular y al estar las figuras de espaldas, le llaman monumento «al culo». Un monolito a Lucas Mallada y el más reciente Monumento a los Reyes de Aragón. Si a todo esto se suma que suelen celebrarse conciertos en la pérgola, Festivales de jota en el Paseo Central, teatro guiñol para niños en Las Pajaritas y que por otro sitio está la casita de Blancanieves, y estanques con cisnes, patos, romanticismo en los parterres, paz, sosiego... se entiende que guste pasear y pensar por sus veredas. Y eso que en la ultima ampliación desapareció el caminito de los novios, sitio clásico para decir te quiero. Por ahí iban las parejas porque se veía poco, y los críos iban a ver si veían sin que les vieran. En el Parque se encuentra la ventaja de la soledad y de la compañía de ti mismo. Y gusta, gusta mucho, porque el secreto de esta soledad es que no existe soledad, sólo el ambiente propicio para sentirse sólo. Hala, me voy a despedir con Lope de Vega, que queda muy fino: A mis soledades voy, de mis soledades vengo, porque para andar conmigo, me bastan mis pensamientos. Pues, eso. Aragón escrito y dibujado 17 18 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Calcena, cara oculta del Moncayo S on paisajes para pintar y degustar. No es extraño que la Asociación de Amigos de la Villa de Calcena organice en el mes de agosto la «Calcenada» que es una marcha alrededor del Moncayo, de 104 kilómetros, que se hacen andando o a caballo en 24 horas, o bien en bicicleta en 10 horas. Una pasada de participación en ambiente deportivo y de culto a la naturaleza. Cada edición convoca a más gente. Calcena se oculta entre los montes de la «cara oculta del Moncayo». Pero no menos de 800 personas la encuentran gozosamente en la Calcenada. En otoño/invierno hacen una «Calcenadilla», que sólo son 21 km. con dificultad media baja. Para animar a los participantes y a Uds. a participar les diré que en el Km 0,a la salida se les da chocolate, bizcochos y moscatel; En el kilómetro 2,5 se invita a bocadillo caliente; en el 8,5 se reparte fruta y en el 14,5 caldo del bueno. A la llegada al Km. 21 comida gustosa y participativa. Siempre han sido buenos los chorizos calcenarios procedentes de matanzas particulares, cada vez más escasas, como escasos son los vecinos, unos setenta, que en verano llegan a quinientos. Hay muchos descendientes de Calcena en la capital y muy amantes de su pueblo vuelven cuando pueden. Se aprecia en las muchas casas que hay muy bien arregladas en su trazado urbano de huella musulmana. Su vinculo de unión desde 1992 es el Eco del Isuela, un boletín informativo de la Asociación Cultural, muy interesante, de publicación semestral nacido con la intención de servir de contacto entre los calcenarios y su pueblo a lo largo del año, así como para recopilar y dar a co- nocer cosas de Calcena. Y muy bien que lo hacen. Ahora con el apoyo de Internet la cosa está mejor, y este viajero impenitente les anima a que vean su página www.calcenada.com, donde hay sustanciosas informaciones sobre las muchas actividades que un pueblo tan pequeño es capaz de hacer. Y si hay duda llamar al 609.360.778 y Enrique Marco aclarará lo que sea. Calcena es un paraíso natural. Endesa se portó como debía retirando las líneas de alta tensión que molestaban a los buitres con sus reposaderos colgados en la roca. Montes de carrascas o chaparros. Muchos robellones en temporada. Hay Refugio para Montañeros que se ha hecho recuperando una ermita en la zona de las gargantas junto a los parajes de la Fuente Ujosa, y Albergue para estudiantes y grupos que se ha acondicionado en el antiguo cuartel de la Guardia Civil. También tienen un Centro de Interpretación de la Naturaleza aunque la interpretación de la vida rural se hace en el bar del pueblo que abre todos los días. Ha piscinas y pistas deportivas pero sorprende la majestuosa iglesia, casi una catedral, de planta salón, dedicada a Nuestra Señora de los Reyes. Del siglo XVI, con portadas románicas a pesar de estar tan al Sur, y espectaculares retablos. Solo quedan dos capillas por restaurar. La carretera para llegar es sinuosa, estrecha, bordeando el río Isuela, pero todo parece nada al llegar a la entrada del pueblo, bajo arco capilla, y entrar en un mundo de paz y sosiego, rico en manantiales, ermitas, naturaleza y gente amistosa. Aragón escrito y dibujado 19 20 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Abay, un acto de amor A siete kilómetros de Jaca, en la Solana, hay un pueblecito que podía ser ejemplo de otros que sobreviven en el Pirineo Aragonés. Tiene 42 habitantes censados, y lo que se dice dormir todos los días son 25. Mira por donde a Teodoro se le ocurre hacer el dibujo de Abay porque le tiene especial predilección porque Meli y José Luis encontraron allí un lugar de sosiego y armonía para dejar testimonio de su armonía y sosiego. A veces Teodoro me joroba con dibujos de sitios que tengo que ir de propio, pero esta vez ha acertado. Y es que Abay enamora. Agricultura, ganadería y dos o tres albañiles. Hay 100 vacas todas en la misma Casa, y unas 300 ovejas de dos o tres Casas. Como es propio de la montaña rige el sistema de Casas. Abay tiene 26 Casas. Parece un eufemismo decir que hay dos casas rurales (con alojamiento). Por ejemplo, la llave de la iglesia la tiene en casa Fina, alcaldesa por esposa del alcalde pedáneo Javier, pero por si acaso la guardan en cuatro casas más. Nadie se va sin ver la iglesia o la ermita. La Iglesia tan románica ella, muy sencilla, está presidida por San Andrés. La Asociación Sancho Ramírez fue la pionera en empezar la restauración hace 20 años. Se celebra misa los domingos a la una. Presumen de una virgen románica sedente que llama la atención porque el Niño está con los pies cruzados. En la Ermita de la Asunción, también dentro del casco, se conservan dos pinturas del cuñado de Goya Fray Manuel Bayeu. Parece que el fraile que tanto vivió en la Cartuja de Las Fuentes en los llanos de Monegros fue a ver al Deán de Jaca, a la sazón rector de la parroquia de Abay, y admirado de la belleza de aquel paisaje tan diferente del de su cartuja, les obsequió con su arte pictórico. En esta restaurada ermita sólo se celebra misa una vez el año el día de la Virgen 15 de agosto, desde siempre con procesión. Se da la vuelta al pueblo portando el «crucero» que le toca, revestido con sayón blanco, una cruz renacentista de plata, que es como emblema de Abay. La llevan en mayo al Voto de San Indalecio que se celebra en el Monasterio de San Juan de la Peña desde hace siglos y a Jaca a la procesión de Santa Orosia para acompañar a las reliquias de la santa ¡faltaría más! En fin, que esta muy bien el minúsculo Abay, modelo de convivencia vecinal. Han restaurado el antiguo horno comunal aunque ahora sólo funciona cuando se mata el tocino y se hacen tortas de chichones o para preparar asados. A los de Abay les llaman ánades y eso me recuerda que les recuerde que este pueblo, como toda la Solana, es privilegiado en el tema de aves. Nada menos que una lista de 151 especies publica César Pedrocchi en la página Web de Abay, porque sépase que este pueblo tan antañón también tiene su sitio en Internet. Y publica cosas tan bonitas como este párrafo que me apropio para concluir: «Estos pueblos son un acto de amor de quienes los habitan. Porque rondar sus calles, llenarlas de flores, mimarlas y regalarles vida es la aventura de permanecer... Acudir a estos pueblos es un acto de amor... Abay se ha empeñado en latir con fuerza y no hay nadie capaz de dibujar en su horizonte un encefalograma plano» Y menos nosotros. Aragón escrito y dibujado 21 22 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Villafranca de Ebro, nobleza obligada V illafranca está a un paso de la capital. Quizá por eso es quizá el único pueblo de 700 habitantes que no tiene piscinas. Sorprende, pero están en ello. Pero tiene muchas cosas curiosas que si son pacientes en la lectura a lo mejor también les sorprenden. Vayamos primero con la realeza, que es cabeza. Fernando VII firmó un Decreto por el que se prohibía colocar imágenes como remate en los campanarios porque, con toda razón del mundo, le parecía un churro estético. Y lo firmó, precisamente en Villafranca de Ebro y así consta y está datado. Sigamos con la nobleza, que siempre ha sido brazo fuerte en el Reino. Villafranca era del Marqués. El primero fue D. Juan Miguel Iñiguez y Eraso por concesión de 1703, y le recuerda un escudo en lo alto del retablo de San Miguel, un retablo barroco de madera policromada que está dentro de la iglesia que está dentro del palacio. La iglesia y la torre derecha son de la Iglesia. El resto era del Marqués, pero ha pasado por varias manos hasta los actuales propietarios, la familia Suárez–Sánchez Ventura de Zaragoza. Palacio e Iglesia forman en la Plaza España un conjunto del siglo XVII, muy clásico, de cuando los señoríos tenían tribuna o balconcillo comunicando iglesia y palacio. Sugerente, todo de ladrillo que Abad Ríos califica «del más puro estilo aragonés». Enfrente se puso en 1999 una fuente rodeada con baldosas de Muel representando 62 escudos heráldicos de apellidos villafranquinos. El Alcalde tuvo la idea, su hija los pintó, y el vecino que quiso inmortalizarse tuvo que pagar su baldo- sa quedando incorporada al redondel de la fuente. Y más, más... Para sacar dinero para le restauración de la iglesia, el Ayuntamiento ha hecho llaveros con los escudos vecinales que vende a los interesados. Servidor quiso comprar el apellido «Buesa», para regalárselo a un amigo, vecino de Zaragoza, pero precisamente, ese, estaba agotado. En el jardín del Palacio hay un gran pino. Gente amistosa en el bar La Amistad me cuenta que cuando murió Emilio el guarda, el año pasado, el tronco tenía un diámetro de 4.30 metros. Digo yo que se referirán al perímetro, pero ya se entiende. Mi amigo Pepe me dice que seguramente procede de esa tradición no escrita, muy aragonesa, de plantar un pino cuando nace el primogénito. Por lo mismo, si había tres cipreses denotaban hospitalidad. Se mantienen enhiestos en muchas torres nobles de la redolada. Ya se sabe, me explican, son tradiciones más viejas que mear en pared. En la pared del palacio, un triste recuerdo: en los trabajos de restauración murió el arquitecto Jaime Moneva y de Oro, hijo de don Juan Moneva. «el día de la Epifanía del señor de MDCCCCXXXIII» No se entiende cómo pudo suceder ni casi se entiende la fecha recordada por el Colegio de Arquitectos en lápida de la época. Y también me dicen otros amigos que aquí cantó su primera misa D. Juan Antonio Gracia Gimeno, maestro en estas columnas de Heraldo y en tantas otras cosas, ya que estuvo muy vinculado a Villafranca. Buena ocasión para abrir el palacio. Pero no, ni se abrió entonces, sé de buena tinta, ni ahora... de momento. Aragón escrito y dibujado 23 24 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Oseja, positivo RH, cero negativo C omo bien saben nuestros inteligentes lectores el pamplonés, formado en Aragón, Pascual Madoz, es el autor del Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de España más consultado por diestro y hasta por siniestro. Se imprimió justo a mediados del siglo XIX. Cuando Teodoro hace un dibujo de un pueblo como Oseja, no queda más remedio que acudir al Sr. Madoz. Gusta leer aunque haya que discurrir, que Oseja es «l. Con ayunt de la prov. Y aud. terr. de Zaragoza (14 leg.) cg de Aragón, part. jud. de Ateca (7). Dioc. de Tarazona (8) SIT. En terreno escabroso, al pie de una sierra: le baten los vientos del E. Y O. SU CLIMA es bastante frío y las enfermedades más comunes inflamaciones» Se entiende ¿verdad? Así que sigo, mejor dicho sigue Madoz: «Tiene 40 casas, inclusa la del ayunt. Escuela de niños, concurrida por 14. y dotada con 520 rs.; igl. parr. (San Blas) de entrada servida por un cura de provisión ordinaria... 32 vec. 150 alm.» Han pasado 160 años y Oseja permanece batida por los vientos del E. y O. y por el éxodo rural desafiando al siglo XXI. Corren malos tiempos para supervivir, pero Oseja tiene muy enamorados vecinos y muy entusiastas descendientes. La asociación El Jaraiz, (paraje de la localidad) lleva 10 años contactando con osejanos porque quieren mantener viva la memoria histórica de Oseja. Ahora hay Censados 60, en invierno duermen 10, pero en agosto pueden llegar al medio millar. Vale la pena ir a sumergirse, a 827 m. de altitud, en un intenso silencio en este resalte rocoso del somontano sur de la cumbre del Moncayo. Y com- probar que hay registro de huella humana de celtiberos, y sobre todo de los bereberes, de la curiosa tribu awsaya, que tenían cabello castaño, tez oscura y ojos claros, y un RH Cero negativo, mire usted. De ellos queda la toponimia de sus calles, todo el sistema de huertos, azudes y canalizaciones y testimonios de la explotación de la carrasca carbonífera o de bodegas esculpidas en las entrañas de la tierra. Pocos municipios hacen vino artesanalmente. Hay, hoy, 40 casas y 60 bodegas. Esta tradición vinícola forma parte de su patrimonio cultural y una culta osejana de entusiasmo contagioso, que es gloria del pueblo, ha discurrido un proyecto para montar un Museo dedicado a la Agricultura Tradicional. En cambio no discurre ningún río, si bien Oseja es rica de manantiales con paisajes naturales de belleza extraordinaria. La fuente de los tres caños con ecosistemas de buitres. Se pueden hacer paseos andando por camino hasta las cuevas, con estalactitas, a unos 4 km. o hacer rutas, subiendo a la cumbre moncaína del cerro de San Cristóbal, cuyo mayor encanto es que no encuentra nadie... O subir, esta vez en coche, hasta la Virgen de la Sierra, que está en la Sierra de la Virgen y a la que tienen mucha devoción las Comarcas del Aranda y de Calatayud, que en esto si están de acuerdo. Parece que aquí pernoctó Fernando el Católico disfrazado de arriero para no ser reconocido, cuando iba a conocer Isabel. Desde pasado mañana, ya es primavera en Oseja, aunque antes lo fuera en el Corte Inglés. Convendría alternar las visitas para el equilibrio emocional. Aragón escrito y dibujado 25 26 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Tarazona, el mudéjar con marcha T arazona no cabe en los tres mil y pocos caracteres que me han señalado en Heraldo. TPB me mareaba pintando pueblicos pequeños que son muy poéticos pero tienen poco jamón que contar. Tarazona es otra cosa. Una gran ciudad, que mantiene muchas constantes de pueblo grande. Se dice, pueblo pequeño, infierno grande, pero del pueblo grande no se dice nada. Hay un tradicional pique (entiéndase sana rivalidad) con Borja, aunque nunca se reconoce cuando lo hablas. Se dice que les acusan de tudelanos o sorianos, pero son muy aragoneses. En la fachada de las Casas del Consejo de la ciudad se marca su identidad: Escudo propio primero, el del Reino de Aragón y el de la España del Emperador Carlos I. Tierra de frontera. Lo que bien pasa es que a Tarazona han emigrado muchísimos sorianos y desde Tarazona se va mucho a Tudela. Lo que no se pasa, bien, es el puerto Lanzas Agudas que separa mucho. A ver si lo desdoblan. Servidor se enamoró de Tarazona de la mano de José Luis Moreno que fue un alcalde repetidor aunque con distinta munición, y de Jesús Orte que además de alcalde era compañero en las trincheras de las primeras guerras por abrir Aragón al turismo de forma profesional. Muy buenos amigos turiasonenses me mantienen el rescoldo de aquel amor joven. Cuando la gente ama a su ciudad trasmite sentimientos. Y pasa el tiempo, se olvidan los argumentos, pero quedan los sentimientos. La Torre de La Magdalena. Símbolo. Solitaria pero solidaria con el entorno que se apiña a su sombra, y que asombra. Abajo, el Queiles; arriba, el cielo; al lado, el Palacio Episcopal, residencia real de monarcas aragoneses; fuera, una galería gótica y dos renancentistas; dentro, una galería de obispos en su salón principal. Fue sede de Cortes de Aragón con Fernando e Isabel, y también con Felipe II. Aquí se consagró el Cardenal Cisneros... Perdón que me enrollo... Mucha historia y mucho arte en sus cuestas, con historia a cuestas que no cuestan porque se allanan ante tanto aliciente artístico y ambiental. No es extraño que acabe de fundarse, con mucho fundamento, una Fundación, que ha tenido el acierto de llamarse «Tarazona Monumental». Tarazona, la tercera ciudad del Cuarto Espacio, necesita arterias que la comuniquen bien, porque está fuera del Corredor del Ebro, y ahora, el que no corre... tampoco vuela. La autopista Madrid Tudela puede ser un adelanto. En el polígono se han cerrado empresas, pero ahora le están metiendo gas... literalmente hablando. Y me dicen que han firmado un convenio grande con Vivienda para rehabilitar el casco histórico, y que la oficialidad ha adquirido las naves de Textil Tarazona para urbanizar esa zona. Si Raquel Meller, Paco Martínez Soria, Carmen Bernia o hasta San Atilano, tan diferentes pero tan turiasonenses ellos, levantaran la cabeza disfrutarían de ver que la Triasu celtibérica, la Turiaso romana, la Tirasona visigoda, la ciudad Mudéjar, la de Caco y Perifetes está emergiendo con fuerza. La monumental Tarazona debe definir su vocación turística, primero conservando el Patrimonio y después vendiéndolo a turistas para que en viéndolo se solacen. La mirada no desgasta, y la gente gasta. Aragón escrito y dibujado 27 28 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Semana Santa zaragozana, la capital, paso a paso L as calles se convierten en iglesias al aire libre para albergar 48 procesiones, desfilando nada menos de 15.000 cofrades. En Zaragoza capital existen 24 Cofradías que sacan a la calle 44 pasos. La Semana Santa de Zaragoza es menos conocida que las andaluzas o castellanas, pero su singularidad está en la suma de singularidades que la hacen una de las mejores de España. En general, no es original, pero va asimilando continuas novedades y mejoras: Una de las modernas Cofradías es la de la Casa de Andalucía que tiene dos pasos de ambiente y corte sevillano llevados por costaleros entre saetas y músicas andaluzas. La última que se estrena este año es la Hermandad de Cristo Despojado de sus Vestiduras. Muchos zaragozanos no conocen bien su Semana Santa, porque huyen hacia la periferia y eso que fue declarada de Interés Turístico Nacional y Fiesta de interés Turístico de Aragón... para que vengan, no para que se vayan. Históricamente las Cofradías provienen de la Edad Media. La Hermandad de la Sangre de Cristo ya tenía capilla en el Convento San Francisco (donde hoy está la DPZ) en 1280. A partir de 1935 se crea todo un conjunto de nuevas cofradías como filiales de la Sangre de Cristo, hoy con vida y organización propia, sobre todo a partir de la Guerra Civil. En los setenta hay nuevos impulsos gracias a la incorporación de los tambores, si bien la Cofradía de las Siete Palabras en 1949 fue pionera del ruido acompasado. En el 49 se creo la Junta Coordinadora de Cofradías... que coordina todo, y en 1996 la Asociación para el Estudio de la Semana Santa... que lo estudia todo. Es importante la aportación semanasantista al acervo artístico patrimonial de la Ciudad. Por citar algo, a principios del siglo XIX se construyeron muchos pasos: El alcañizano Tomas Llovet hizo imágenes de Cristo para Jesús Camino del Calvario, Jesús Atado a la Columna y el Ecce Homo. José Alegre hizo tres bellísimos pasos: la Crucifixión, el Prendimiento y el Descendimiento y José Palao la Virgen de los Dolores o Piedad. En el siglo XX, años cuarenta, los Hermanos Albareda hacen la Entrada de Jesús en Jerusalén, Felix Burriel las Siete Palabras o José Bueno el Cristo de la Cofradía del Señor Atado a la Columna. Ya todos los pasos tienen ruedas. Se mejora en esencia y en presencia. Procesiones, pasos, capirotes, terceroles, faroles, carraclas, matracas... La Procesión del Santo Entierro agrupa todos los pasajes de la Pasión. Son casi cuatro horas de duración y es el referente más preciado de esta Semana Santa. Singular preludio para ese viaje hacia el interior de uno mismo, propio de este tiempo de reflexión. El fervor religioso se ha ido transformando y adecuando. Cada persona vive su propia Semana Santa, y los ritos y liturgias, las celebraciones y procesiones, nos permiten disfrutar de algo diferente. Se quiere volver a las raíces y se quiere participar en el fenómeno del turismo, que mueve a la gente y distribuye riqueza. En Semana Santa siempre se encuentra un momento para mirarse hacia adentro, porque la religiosidad se contagia e invita a compartir más que nunca, desde el respeto, la diversidad y la tradición. Aragón escrito y dibujado 29 30 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Caspe, pueblo con vocación de ciudad S oplan buenos vientos para la Ciudad del Compromiso. Cuando se llega, se ve actividad y dinamismo por la ampliación de la gran avenida de entrada a la población, y por el gran número de grúas de construcción que enhiestas desafían al cierzo. Días pasados se hizo público que se instala una nueva empresa que creará doscientos empleos, y que otras empresas se transforman ampliando personal e instalaciones. Caspe desde la Edad Media ha sido un pueblo grande y lo sigue siendo. A veces, sus políticos se pelean y salen en la prensa o en los juzgados, pero todo deriva de su demasiado amor a Caspe, de sus muchas ganas de crear progreso y bienestar, legítimos intereses que falta canalizar sosegada y razonablemente. Exceso de juventud democrática. Cuando se llega a cierta edad, en todo, se aparca el discurso, y no se tienen ganas de polemizar. Le dije a Teodoro, ¡a ver si pintas Caspe, que es mi pueblo! Y ha dibujado la Torre de Salamanca. Un hermoso fortín defensivo que algunos todavía dicen que es el Castillo del Compromiso, pero no se lo crea. Su juventud le delata. Es el castillo más moderno de Aragón. Tiene poco más de 130 años. Lo construyó el General Salamanca en la última guerra carlista. Arquitectura militar y romántica. Se proyectó y construyó con medidas exactas: 12 metros, ocho metros, cuatro metros, dos metros... No obstante la época romántica se deja notar y sus almenas están esquinadas y perfiladas como palaciegas, y sus baluartes curvos en los lados forman en planta un precioso trébol de cuatro hojas. En su interior todo es evocador y armonioso a pesar del reducido espacio. Atrevida escalera conduce a una terraza que se ve espectacular no por verla, sino por lo que desde allí se ve. Parece un castillo de juguete, vistoso y divertido, para niños. Pero en realidad era un fuerte fusilero, cabeza de una serie de fortines distribuidos por montes y riscos que formaban una eficiente red de comunicación. Desde sus cubiertas se trasmitían señales con fuego, espejos o banderas, de un castillete a otro, comunicando extensos territorios entre Zaragoza, Maestrazgo y Castellón. Está situado en la parte más alta de Caspe, cabezo de Monteagudo, y tiene en su centro una torre como del homenaje que eleva sus posibilidades. Fue rehabilitado por la Diputación Provincial en 1985 y en el interior se ha instalado un Museo de Heráldica Institucional de la Corona de Aragón, único en esta tierra. En el parque que le rodea, se encuentra la Ermita románica de Santa María de Horta rescatada piedra a piedra de las aguas del Mar de Aragón, así como restos de arqueología industrial rescatados poco a poco de ruinas y demoliciones y un rescatado depósito de agua semienterrado que fue polvorín en la guerra civil. Todo ello forma un conjunto turístico adornado de pinos regado gota a gota, pero no agotado porque admite más ajardinamiento, más luces y más servicios. Un lugar emblemático para comenzar su visita a Caspe. Desde el altozano se sobrevuela con la vista los tejados de una gran ciudad, sus impresionantes huertas, su gigantesco embalse, y se nota más el viento que en el llano. Y gozosamente, soplan buenos vientos. Aragón escrito y dibujado 31 32 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS San Juan de la Peña, modernidad para un símbolo histórico C ultura es lo que el hombre añade a la Naturaleza y San Juan de la Peña es un hito cultural de primer orden en la Comunidad Aragonesa, porque es Arte y naturaleza, historia y futuro. Monumentalmente, son dos monasterios, dos. El Viejo y el Nuevo y el conjunto natural que los envuelve son 264 maravillosas hectáreas con una altitud que escila entre los 1.000 y los 1.300 m. Ubicado íntegramente en término de Jaca, este lugar tiene un encanto que ha desafiado el paso de los siglos. Toda la Sierra de San Juan de la Peña, monte público, esta reconocida como Sitio Natural desde su declaración por Alfonso XIII. El Monasterio Viejo surgió hace mil años, poco más o menos, en una oquedad escondida bajo pulidas rocas, fundado por el Rey Sancho III de Navarra sobre las ruinas de un todavía más antiguo cenobio. Los benedictinos iniciaron la histórica andadura de este monasterio que enseguida estuvo vinculado a la realeza aragonesa. Como Panteón Real, se guardan los restos de los primeros reyes aragoneses: Ramiro I, Sancho Ramírez y Pedro I con esposas e hijos. Todo el Monasterio está construido bajo una colosal visera rocosa, la gran peña que le da nombre y que forma parte de su atractivo natural porque convierte la naturaleza en arte. Todo románico y algo de gótico, si bien hay prerrománico en las naves bajas. Hay pinturas murales y asombran a los visitantes sobre todo las esculturas singulares en los capiteles del claustro. El Monasterio Nuevo, el de arriba, en la Pradera de San Indalecio, fue construido a partir de 1693 y estaba prácticamente abandonado. Se sitúa casi encima del Viejo, rodeado de una breve muralla como remate y corona. Un gran proyecto de recuperación lo ha transformado y actualizado. Por ejemplo, la antigua iglesia, la pieza más importante del nuevo cenobio, de tres naves con seis capillas laterales, va a ser un Centro de Interpretación del Reino de Aragón y singularmente toda el ala sur se va a dedicar a Hospedería de la Red del Gobierno de Aragón. Creo yo que el futuro de San Juan de la Peña girará en torno a esta Hospedería que se está ultimando. Va a ser muy en breve un lugar donde el pasado fluya permitiendo que vuele la imaginación mientras se disfruta del máximo confort. Las habitaciones y los salones con el bosque enfrente trasmitirán sosiego ante tanta belleza y un silencio absoluto, porque aquí se encuentran, al decir de los entendidos, los bosques de robles y pinos mejor conservados de la Península. Le ruego, amable lector que me permita anticiparle algo de esta rompedora rehabilitación: A lo antiguo conservado y restaurado, se añaden novedades como las partes altas del claustro en cobre oxidado, verdinegro, que armoniza con el hormigón teñido en los tonos de las tierras del entorno; cubiertas de cobre y muros cortina de cristal y acero, madera noble y alabastro. El viajero podrá contemplar espectacularmente desde arriba, bajo cristal, las ruinas del horno, refectorio e instalaciones varias del antiguo monasterio del siglo XVIII que antes de la restauración estaban bajo árboles y cuatro metros de arena. Modernidad con fundamento. Vaya anotándolo en su agenda. Aragón escrito y dibujado 33 34 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Biel, el poder de seducción E stá al pie de la Sierra de Santo Domingo. Viven cien personas en invierno, pero más de mil en verano. Biel tiene encanto y lo trasmite, o sea que encanta. Le gustó a la Gemio cuando dedicó un programa de TV para restaurar su castillo, y consiguió ponerle 25 millones de pesetas de tejado. Gusta a los botánicos porque la flora mediterránea y pirenaica se dan la mano en su Sierra de Santo Domingo. Y hay una flora que se llama de Biel. Gusta el paisaje pelaire o bielero de su río, que se llama Arba de Biel. Gusta el famoso pan de Biel, que pesa dos kilos aunque ahora solo se hace en ocasiones. Y es muy gustoso el ternasco al espedo que mojan con pluma de ave con ajoaceite. Hasta se come bien en Biel. A servidor le gusta el restaurante de Deli y Fernando donde hacen bolitas de acelgas con gambas, croquetas de ciervo o tartaletas de morcilla con mermelada de setas, por ejemplo. Biel tiene tres alicientes de primer orden para el visistante: el castillo medieval, un donjón del XI; la iglesia de San Martín del XVI y la Casa Manolete del siglo pasado. El Castillo es una enorme torre exenta propiedad del Ministerio de Cultura que está en su tercera fase de restauración. Este año se va a rellenar con cinco plantas de pisos de madera, y se van a reconstruir buhardas también leñosas para asomarse a ver el paisaje. Esto se llama 300.000 euros más a lo mucho ya invertido. En estas plantas se piensa instalar un Museo de la Vida Cotidiana de la Judíos, porque Biel era Espacio Sefarad. Segundo aliciente, la Iglesia, que se lleva la palma de oro porque se han invertido un millón de euros y a sus en- cantos hay que añadir que acaba de aparecer una cripta románica o Capilla de Santa Maria del Soterraneo con pinturas góticas en sus muros. La Casa Manolete es el tercer monumento local, un hermosos edificio en la calle Mayor con espectacular porche y balcón de madera. Es de un montón de herederos particulares y no hay manera de restaurarla como sería conveniente para ser verdadero aliciente. Los sábados a las seis de la tarde lo enseña todo muy explicado el Alcalde José Luis. Biel tuvo una de las mejores juderías de Aragón. En su zona Norte, en Barrioverde y Caudevilla. Allí estaba la Sinagoga, en el almacén agrícola por llamar en fino a un corral, junto a la Casa de La Peregrina que fuera Casa del Rabino. Y muy cerca vivía David Jana que era el judío rico de Biel, un financiero que prestaba en trescientos kilómetros a la redonda. Su casa se llama, vete a saber porqué, Casa del Marqués. También tenía Biel un edificio coqueto, el Macelo, dedicado a matanza de carneros y cerdos, pero la Unión Europea lo ha cerrado, porque a veces la higiénica modernidad no se lleva bien con la cultura tradicional. A pesar de las medidas sanitarias, como ellos dicen somardamente, «todos acabaremos yendo a Santa Quiteria» porque el cementerio está junto a la Ermita de esta santa patrona. En Aragón se habla mucho del poder de seducción de Biel, sus encantos y encantamientos. El nombre suena mucho. Biel atrae y convence a los amantes de Aragón. Puedo certificar y certificó que si van un domingo a la Sierra de Santo Ídem. volverán encantados. Aragón escrito y dibujado 35 36 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Uncastillo, distinto y nada distante H ay que ir, porque ha cambiado más la villa Uncastillo en los últimos veinte años que en los trescientos anteriores. Hasta la vista desde lejos, lo que los entendidos llaman el Sky Line, parece diferente porque se ha restaurado el Palacio de Pedro IV mejorando su silueta, que es como se dice en cristiano. Y se ha restaurado mucho más, pero sobre todo ha cambiado la mentalidad de la gente. Antes se tenía el patrimonio histórico artístico como una losa que costaba muchas pesetas mantener. Ahora ha dejado de verse como una carga para convertirse en un recurso que puede... muchos euros traer. No se restaura porque sí, sino por que supone desarrollo y riqueza. Ya la propia rehabilitación genera actividad, albañiles, canteros, ebanistas, pintores, forjadores... y al final uno va a Uncastillo y se asombra por lo distinto de su actualidad con lo recordado. Un pueblo joya. Con un castillo en sitio estratégico que data del siglo X. Un castillo que sirvió en la lucha de cristianos y musulmanes, aragoneses y navarros o castellanos y aragoneses. Pedro IV, sin pensar en el turismo, metió aquí mucha piedra y muchos cuartos. Era la principal fortaleza de la zona. Un castillo que ahora sirve para defenderse de si mismo, de la despoblación y de la atonía rural, al generar dinamismo y riqueza. Es una fortaleza grande, de más de 6.000 m2, con dos edificaciones principales: la torre y el palacete. La torre cuadrada de diez metros de lado que, aquí al lado, pinta Teodoro. El palacete de Pedro IV es más chulo, semioctogonal con escalera para subir a la terraza. Desafiando al viento, protagonista. Dibu- jado en el centro, con razón. En 1363 fue centro de la política aragonesa porque sirvió de centro de reunión del tal Pedro IV de Aragón con Carlos II de Navarra y Enrique de Trastamara de Castilla para formar una alianza contra Pedro I, al que se cargaron apuñalado poco después. ¡vaya alianza! Uncastillo y las Cinco Villas están de moda. En la iglesia de San Miguel se ubica la Fundación del Románico, entidad que lucha por recuperar y gestionar con criterios de modernidad el patrimonio. Son capaces de descubrir la razón de que una población que siempre ha sido de escasos habitantes tenga nada menos que seis magnificas iglesias románicas, para gozo de los visitantes. Todo es «Territorio Museo» en este Prepirineo, que se impulsa por muchos entusiastas para valorizar el Patrimonio en el marco de un proyecto global de desarrollo de las Altas Cinco Villas. En la iglesia de San Martín, por ejemplo, se ha concentrado un tesoro de arte religioso, que te deja con la boca abierta. Distinto es el asunto de mover la boca. Antes en Uncastillo no se podía comer ni dormir, bien, se entiende. Ahora ya hay dos restaurantes, Uncastelo y Casa Fortún y dos hoteles rurales, La Pastora y El Remedio y la cosa cambia, salvo la piedra que está por doquier. Incluso se hacen artesanalmente patés vegetales de pimiento, setas u olivas, y vinos macerados con enebro o moras recogidas por aquellos preciosos montes. Hoy el castillo, todo piedra, es atalaya del futuro. Si Pedro IV levantara la cabeza, entre tanta piedra, se quedaría eso, de piedra. Aragón escrito y dibujado 37 38 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Mequinenza/Mequinensa, una frontera para reflexionar T ierra fronteriza. En treinta y pocos kilómetros hay cinco provincias. Es provincia de Zaragoza, Comarca del Baix Cinca, prefijo telefónico de Huesca. Tiene proyectos del río con Tarragona, actividades culturales en la red de Cataluña y la vida económica y social orientada a Lérida. A pesar de que Mequinenza es gran pueblo, tiene 2.338 habitantes, se inscribe en ese Aragón muy poco conocido por los zaragozanos que se olvidan con frecuencia y prestan muy poco interés a una población que merecería mayores atenciones. Así lo sienten, con dolor, los mequinenzanos que como aragoneses de frontera lo son con mucha intensidad de sentimiento. Aunque hablen catalán. Efectivamente, en sus plazas se habla catalán como lengua propia pero alemán, inglés, belga o francés por los miles de turistas atraídos por la pesca. El viajero aragonés no acaba de creerse lo que ve. Hay siete restaurantes, algunos para comer muy bien. Hotel, tres campings, y alquiler de barcos para cruceros por el Mar de Aragón y por el Embalse de Ribarroja. Yates. Barcas para pesca. Dicen los folletos que son las aguas más ricas en pesca de Europa. En este Bajo Ebro existe la población más elevada de Europa de siluros (Record 86 Kg. y 2,36 de longitud) y de black–bass. También se alquilan casas de madera, apartamentos y casas flotantes para una o dos semanas de pesca. Se pueden obtener las licencias en varios sitios. Anualmente se expenden más de dos mil licencias de pesca, aproximadamente: 1.200 alemanes, 150 ingleses, 150 franceses, 500 austriacos y ahora empiezan los rusos. Naturalmente son válidas las licencias de pesca de Catalunya. Mequinensa, en lo alto saluda el Castillo, impresionante fortaleza medieval que fue de la familia de los Montcada y desde el siglo XVIII de la Casa Ducal de Medinaceli. En la Guerra de la Independencia cayó en manos del General Suchet y por eso figura Mequinenza en el Arco del (su) Triunfo en Paris. Después Fernando VII lo declaró propiedad de la Corona y actualmente es propiedad de la Fundación Endesa que lo mantiene vivo como parador de uso privado para celebrar convenciones y reuniones de alto nivel. Lleva un tiempo en obras, quizá por ello no se celebran en verano los Festivales de los Castillos de Aragón... En cambio, se celebra algo similar con la «Fundació Castells Culturals de Catalunya». No es extraño este cercamiento/alejamiento porque también para médicos y urgencias se va a Lleida, y para estudios a Lérida o Barcelona como para casi toda actividad comercial. Hay autobuses diarios de ida y vuelta a Lleida. En cambio, para ir a Caspe al INAEM han de ir a dedo o con coche particular. Para ir a Zaragoza hay que ir a tomar el autobús a Fraga. Dedicamos el dibujo y texto a Miguel que celebró el pasado dos de mayo su primera década, y seguro que me leerá... ¡Ay leer! En los bares de Mequinenza, sólo se lee el periódico El Segre y La Mañana de Lérida. El Heraldo hay que comprarlo en la librería, así que me leerán pocos mequinenzanos. También para ellos que se van, se están yendo, y para los zaragozanos que no van, no están yendo, va dedicado este quejumbroso comentario. Por si interesa a alguien. Aragón escrito y dibujado 39 40 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Mediana de Aragón, un oasis en la estepa T omando la carretera del Bajo Aragón, pasado El Burgo, y desviándose por la que va a Belchite, el viajero se sumerge en un mundo de estepa, de arideces extremas, de tierras grises, con betas de alabastros, donde la ausencia de verde es crónica y no se ve un árbol por mucho que se otee el horizonte. Pero ¡ah! Llegado a Mediana de Aragón, aparece un oasis de exuberante vegetación con la villa en medio pregonando su existencia con la torre mudéjar de su iglesia de Santa Ana. El milagro verde se debe al poco conocido y humilde río Ginel, que nace en singular Fuente y muere en el plural Fuentes. A los pies de la Ermita de la Magdalena surge un caudal que engendra un río que discurre pocos kilómetros pero que discurre mucho y bien, porque es el artífice de este oasis medianero, y además la especial composición de sus aguas y su temperatura hacen que las huertas puedan doblar cosechas y producir cosas tan ricas como las Cebollas de Fuentes. Villa histórica que fuera de Alfonso II vendida por su hijo Pedro II a D. Pedro de Sessé, iniciando una etapa de siglos de Señorío. Tras la familia de los Luna y los Fernández de Heredia terminó en manos de los Condes de Fuentes. Villa que fue de moriscos en su totalidad y a la que algo debe Zaragoza. Por ejemplo, en la Guerra de Independencia, cuando en el segundo Sitio los franceses iban a entrar en Zaragoza, el cura de Mediana salvó la totalidad del importantísimo Archivo de la Casa de Ganaderos. Lo cargó en un gran carro y se lo llevo a Mediana hasta que pasara la tormenta napoleónica. Y hablando de pape- les es curioso conocer que con la visita a Mediana concluyó el geógrafo portugués Juan Bautista Labaña el primer mapa de Aragón en 1611, tras dos meses largos de recorrer pueblos y pueblos y tomar y anotar sus coordenadas y mediciones. Siempre se ha dicho que la geografía se aprende mas que con la cabeza con los pies, o sea andando y este es un buen ejemplo. Y andando por Mediana el viajero podrá encontrar la arquitectura levantada tras la guerra civil por aquella interesante Dirección G. de Regiones Devastadas. Mediana, próximo a Belchite, sufrió mucho por ambos bandos. Del vencedor tuvo reconocimiento y «fue adoptada» por el Caudillo. Y como todo eran escombros y ruinas les hicieron nuevo Ayuntamiento, nueva Estación de Autobuses, nueva Casa del Cura, nuevo Matadero, nuevas escuelas, etc. pero aun quedó mucho por hacer como una plaza porticada. Y andando por el exterior podrá llegar hasta «La Salada» un paraje excepcional, donde se oye el silencio y el ambiente cambia de color y de olor a cada rato. En tiempo se utilizó para extraer sales y comercializarlas como curativas de un montón de males. En Mediana se encuentra gente muy amante de su pueblo, como por ejemplo la asociación La Pondoría que organiza festivales, monta excursiones, convoca cursos, lleva la biblioteca... Por cierto que desde hace siete días Mediana ya tiene libro. Una miscelánea multicolor optimista del hoy, del pasado y del pasado mañana, que ha editado el Ayuntamiento en el convencimiento de que conocer lo propio es amarlo... y amarlo es respetarlo. Un ejemplo, oiga. Aragón escrito y dibujado 41 42 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Jaca, el puente medieval de San Miguel E l Puente de San Miguel de Jaca, ejemplo de arquitectura civil medieval, fue durante siglos la vía de unión entre Jaca y los valles occidentales del Pirineo aragonés. Seguramente construido en el siglo XV, tomó el nombre de la Ermita bien parecida, hoy desaparecida, que aparecía en un cerro junto al río Aragón. No es extraño que se llamase San Miguel, porque mi onomástico es muy popular en esta tierra. En un segundo les cuento una curiosidad sobre San Miguel, «el segundo». En Aragón, tiene 90 parroquias bajo su advocación y pero le gana La Asunción de la Virgen; tiene 35 ermitas Miguelinas y pero le gana Santa Bárbara y se celebran 24 Fiestas del arcángel pero le gana San Roque. Las ha contado mi amigo bajoaragonés Francisco J. Sáenz. Ya saben que San Miguel es puro espíritu que ocupa la cúspide en la jerarquía que aprendimos de críos: querubines, serafines, dominaciones, potestades, tronos, virtudes, arcángeles y ángeles. Bueno, era arcángel pero al decir de las Escrituras, al rebelarse Lucifer surgió combatiéndole y venciéndole ascendiendo a la capitanía de todos los ángeles fieles. Perdón, que Vd. quiere leer cosas de Jaca, intuyo. Y es que Jaca es mucha ciudad, Muy Noble muy Leal y Muy Vencedora Ciudad, según su escudo; primera capital de Aragón, según la historia; Tierra que fue pilar básico en la construcción de Aragón; en las hermosas tierras vigiladas por el mítico Oroel; villa generadora de importantes adjetivos, como el sueldo jaqués o el ajedrezado jaqués y ciudad ejemplo de destino turístico en Aragón. Donde los jacetanos acogen tan bien que son capa- ces de multiplicar su población en la Estaciones propicias. El problema más que estacional es de estacionar... el coche. Menos mal que ahora están haciendo un gran parking en la Plaza Biscós. Jaca siempre está vestida de domingo. Y tiene tantos alicientes... La gente disfruta simplemente andando. Anda que te andarás de excursión hasta el bosque de las hayas para coger frambuesas, hasta el Ibón de Estanés o simplemente de paseo por el Paseo de la Cantera, frente al talud sobre el valle del Aragón... con árboles, muchos árboles de muchas especies. Y se disfruta con su gastronomía. La gente no va a los sitios si no se come bien. La cocina es como seña de identidad. Desde la Tasca de Ana con tapas que mi amigo Sebastián, quizá por la cercanía de Francia, dice que son «demasié» hasta la patata asada de La Campanilla, pasando por las Tapas de Pancho en el Fau. Bueno y para comer en serio en el Conde Aznar o en Biarritz, y los postres dulces de Echeto o La Suiza. Es para apuntarse a todo. Y qué me dicen del gozo de las terrazas... lugares a los que se va para ver y para ser visto. En fin que el dibujo manda. Me despisto y no estoy hablando del románico, ni de Santa Orosia, ni de uno de los mejores museos de Europa de pintura románica, ni del poema en piedra de la catedral, asombro permanente, ni del sepulcro de Doña Sancha de las Benitas, ni de la Ciudadela, ni... ni... ni... ni del puente. Disculpen. El puente mide 96 m. de largo y su altura máxima es de 17 m. En 1943 fue declarado monumento Histórico–Artístico. Pues eso. Aragón escrito y dibujado 43 44 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Daroca, con la autovía, ¡hay que entrar...! V a de anécdota histórica. En el siglo XVI, llegó a Daroca el famoso arquitecto francés Pierres Vedel y construyó una mina o gigantesco desagüe con el fin de desviar las aguas, que procedentes de tormentas, inundaban el barranco a cuyos lados se levanta la hermosísima ciudad de Daroca. En la entada de la mina había una piedra en forma de riñón y a los visitantes les invitaba a olerla. ¡Huele a canela!, decían. Cuando acercaban la cara al pétreo riñón se les daba un golpe en el cogote y estampaban en la piedra las narices. ¡Tiene narices! Así se trataba antes a los turistas. Esto es historieta, pero Daroca tiene muchas historias y muchas cosas de sumo interés. El viajero Cock escribía que había tantas torres como días tiene el año. Se decía ciudad de siete sietes porque tenía, siete puertas en la muralla, siete iglesias, siete conventos, siete fuentes... Hoy se ofrece a los visitantes un listado de 51 monumentos, la mayoría con cartel informativo detallado adosado. Daroca es una maravilla encerrada en un recinto fortificado con 3,5 Km de muralla entre el cerro de San Jorge y el de San Cristóbal. Una muralla de varias épocas, estilos, traza y materiales y al menos con tres castillos dentro. Se está restaurando el tapial gracias a un taller de empleo, y así, hoy, estas murallas siguen defendiendo a la ciudad de nuevos enemigos: el desempleo y la despoblación. Daroca es de los mejores conjuntos históricos de Aragón pero a pesar de que suena mucho gracias a sus festivales de música, de que se atiende con mimo al turismo y de que se come bien en varios de sus restaurantes, cientos de miles de ara- goneses, ha leído bien, cientos de miles de aragoneses, no la conocen. Tiene 2.300 habitantes y van cada año 42.000 visitantes: extranjeros, sobre todo franceses, ingleses y argentinos, mire Vd. no sé el porqué; españoles, sobre todo catalanes, valencianos y madrileños, sí sé el porqué. Pero aragoneses, zaragozanos, pocos. Y tampoco sé el porqué. No lo entiendo. Servidor, enamorado de Daroca les diría que sus Puertas, la Alta y la Baja, están siempre abiertas... Es obligado entrar camino de Teruel o Valencia. La Puerta Baja o Fondonera sigue luciendo imponente para asombro de gente sensible, frente a plataneros y castaños bordes, con perdón. Y junto a la fuente de 20 caños, una maravilla de monumento del XVI que mana chorros de agua no potable del Jiloca. Pero son potabilísimas las rosquillas y las pastas de trigo duro que se exportan a todo el mundo. Vayan a Daroca, que es una gozada. El Cid Campeador llegó enfermo y se curó. Ahora se está haciendo un hotel de tres estrellas que falta hacía, un apartotel y se anuncia una Hospedería del Gobierno de Aragón en el antiguo convento de Escolapios, que el Ayuntamiento compró a toca teja. La Autovía mudéjar no pasa por Daroca pero acorta el viaje en tiempo. En poco más de 45 minutos de coche podrá disfrutar de la ciudad que fue cabeza de una Comunidad medieval de 117 aldeas. Hoy, la frase, «vete a oler la piedra del riñón que huele a canela» todavía se recuerda, como ingenuidad, pero como casi todo en Daroca... es sugerente historia. Aragón escrito y dibujado 45 46 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Samper de Calanda, villa más que singular E n la Provincia de Teruel, en el Bajo Aragón. Hace unos años, en plenas fiestas de primavera, los mozos subieron a bandear la campana de la torre de la iglesia y se les fue de las manos. Voló entre torres y tejados y cayó en la plaza. No hubo victimas, pero su tañido llegó muy hondo y removió la conciencia y el corazón de muchos samperinos de a pie y autoridades de coche oscuro. La iglesia estaba arruinándose. El vocero mayor de Samper, el erudito Alejandro Abadía, campana perpetua de anunciar buenas nuevas y viejos problemas, ya lo había dicho. La Iglesia de la Asunción, conocida como La Catedral del Valle, estaba malherida. Pasado ese mismo verano, hablamos de 1994, llegaron los primeros andamios. Empezaron a subir y al mismo tiempo fue subiendo la autoestima del pueblo, por eso de que obras son amores. Ahora, por fin, ya luce la gran iglesia con todo esplendor como una gran nave varada frente al pequeño río Martín. Hace no demasiados años, frente a la monumental fachada de esta iglesia, en el solar del castillo, se secaban los higos en cañizos y tengo para mí, que también secaban tomates como en Caspe, porque Samper de Calanda y Caspe siempre han estado muy unidos por la Orden de San Juan, por el ferrocarril y por las matracas. Entiéndase, matracas de la iglesia que se hacen sonar para Semana Santa. Pocos pueblos las tienen y menos las usan. Para celebrar esta extraordinaria restauración de una iglesia con énfasis catedralicio, han sacado un sello de correos de uso normal. Curio- samente el sello lleva impreso el mismo dibujo de Pérez Bordetas que alegra visualmente este comentario. Gracias a ello la Iglesia de San Salvador de Samper de Calanda ya ha subido a los altares de la filatelia. Subida, al fondo, se ve la Ermita de Santa Quiteria, una devoción que es mucho en Samper. En su urna llevan a la Santa en andas, precedida de estandarte y le hacen ofrenda floral con música de la Rondalla Samperina. Pero la música de Samper es la de bombos y tambores de Semana Santa. Vuelve la gente en Semana Santa. La mayoría, de corazón, no se ha ido y no es extraño porque al ser modelo de elegancia en la Ruta del Bajo Aragón atrae a propios y extraños, con sus túnicas negras, guantes blancos, tercerol rizado... Hay tanto que contar de esta villa, que no cabe. Dice mi amigo Alejandro en uno de sus muchos libros que el conocido cuento de ¡chufla chufla, como no t´apartes tú! se localizó por primer vez en 1895 en Samper, al mes de estrenar la línea que iba a Alcañiz. Es que el ferrocarril marcó la vida de la villa desde que el melillense León Cappa en 1861 se empeñó en poner las primeras vías de tren. Llegó a tener cinco estaciones. Entonces paraban más los trenes. Ahora, si Vd. amigo para en Samper podrá hacer una cata extensa de sus quesos y últimamente de sus vinos. Se producen unas diez clases diferentes de queso: Valles, Tambores, Sardón, Patamulo, Pañoleta, Tonelito, Fambar, Bajoaragon, brazogitano, Zambomba... parece que el secreto de que sean tan buenos está en las hierbas del Saso, de las Valles, de los montes altos y la huerta baja. Estos son de los que saben a beso. Aragón escrito y dibujado 47 48 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Teruel, museo abierto Y a no sé como decirlo. El 51,6 % de los zaragozanos no conoce Teruel. No saben lo que se pierden. Ahora, con Dinópolis, van 130.000 personas cada año, pero muchas son de Valencia, Cataluña, La Rioja... El Monumento al Torico que dibuja Teodoro es la tarjeta de presentación, y anima a ir precisamente en estas fechas julianas de jolgorio y vaquillas. Pero dos nuevas razones me animan a proponer a los zaragozanos que bajen/suban a Teruel. Primera: Al arreglarse la carretera hacia Belchite y Muniesa se puede disfrutar de una nueva ruta interesante, por Utrillas con nuevo Museo de la Minería, que resulta bastante agradable. Eso que la interminable Autovía Mudéjar, la tradicional a Valencia, ya es terminable. Así se puede ir por una lado y volver por otro, que todo ilustra. Segunda: Se han inaugurado muchas cosas en poco tiempo: La reforma del paseo del Óvalo, con importantes premios nacionales e internacionales. La Glorieta, que un amigo turolense–turiasonense, que todo lo ve bajo el prisma de Los Amantes, dice que por el color gris y la riqueza de la piedra empleada le sugiere un Panteón abierto asociado a la tragedia amorosa; el templete de la música, le recuerda a la sonata de Chopin, «Tristeza de amor» y el rincón cercano al Óvalo le evoca el muro de las lamentaciones que, en este caso, interpreta como el «muro de las confidencias amorosas». Hay muchos con el síndrome del amor en Teruel, que le vamos a hacer. Recientemente se inauguró el nuevo Mausoleo de los Amantes y esto si que es obligado visitar. El nuevo Mausoleo integra la construcción tradicional de una capilla barroca con una arquitectura de vanguardia, según ingenioso proyecto del arquitecto turolense Alejandro Cañada Peña, Académico de San Luis. La capilla barroca se integra en unas estructuras metálicas de hierro lacado, paredes estucadas muy claras de tonos crudos, suelos de madera de haya decolorada, acero inoxidable... Lo que era un tétrico, oscuro y claramente «cutre» aposento para los Amantes se ha convertido en un espacio acogedor y sugestivo. Y la cubierta curvada y de cobre, rizando el rizo. En el mausoleo hay novedades museísticas y excelente presentación. Documentales, diálogos teatralizados, instrumentos medievales, gran mural de Jorge Gay, sobre el amor nuevo... Los visitantes pueden dejar pinchados sus testimonios de amor escritos en un papelito, como en Verona. ¿Y las momias de los Amantes? Bien, gracias. Los cuerpos que se exhiben en los sepulcros de Juan de Ávalos están datados por la prueba del carbono 14 entre el siglo XIII y XIV y el Protocolo de Yagüe de Salas que da origen al invento, cuenta que la historia de amor ocurrió en 1217, o sea que esto cuadra. Las momias estuvieron en un armario, se exponían de pie con unas faldetas a modo de paño de pureza hasta que las acostaron en sepulcros de madera y ahora en los sarcófagos de alabastro. También les han lavado la cara. Dicen que su estado es bueno, y al sustituir los sudarios que cubrían los cuerpos por otros de lino crudo, sin tinte, han quedado monísimas, dicho sea con perdón. O sea, que vale la pena ir a Teruel... y no solo ahora con la Vaquilla. Aragón escrito y dibujado 49 50 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Estercuel, monasterio de Santa María del Olivar E stercuel, austero Teruel entre Alcorisa y Montalbán, y austeridad de la Orden de la Merced. Los aragoneses siempre estamos reivindicando distintos aspectos de la antigua Corona de Aragón que gente, quizá mas desinformada que malintencionada, dicen Reino de Cataluña, Corona catalanoaragonesa y cosas así. Pues para nuestra satisfacción sépase que la Orden de la Merced suele celebrar los Capítulos Generales en este Monasterio de Estercuel, por ser centro de su Provincia que llaman Aragón, que comprende los territorios de la antigua Corona, Cataluña, Baleares, Valencia, a los que se añaden Guatemala, Panamá, El Salvador y Mozambique. ¡Hala, para presumir a lo grande! Esto si que es Corona de Aragón... Además, el millar de mercedarios que hay en el Mundo llevan como emblema de la Orden en sus hábitos el escudo de Aragón, desde hace casi ocho siglos, por concesión de Jaime I el Conquistador, sí, sí el de Salou. En Estercuel tenían su noviciado, pero decidieron convertirlo en Hospedería y como el ajetreo de viajeros no va bien al sosiego y paz que conviene a los aspirantes a frailes lo llevaron a Lérida. Hoy, se ofrece a los visitantes que quieran vivir unos días de recogimiento espiritual, sano ocio y naturaleza turolense. Por si le sirve aquí vivió Tirso de Molina, seudónimo de Fray Gabriel Tellez, uno de los grandes del Siglo de Oro, que aquí escribió «La dama de El Olivar» en la que trata los inicios de la Orden Mercedaria. Aquí esta enterrado, entre mártires religiosos e importantes civiles, el Marqués de Lazán, hermano de Palafox. Aquí pue- de enterrarse/encerrarse, amigo, por unos días, viviendo con la Comunidad casi como un monje más. El Monasterio no cierra nunca. Tiene treinta y siete habitaciones y 4 apartamentos, todo con calefacción, baño, agua caliente, teléfono e Internet. Y acaban de instalar un ascensor para suprimir barreras arquitectónicas. Los hospedados se sienten bien. En el refectorio cada uno se sirve la comida que estima necesaria. Tiene biblioteca, oratorio, piscina, campo de fútbol y frontón. Sobre todo tiene paz, recogimiento, y austeridad al estilo siglo XXI aunque sea un Monasterio de estilo herreriano del XVII. Milagrosa fue la aparición de la Virgen del Olivar a un pastorcito en el siglo XIII, dando origen a la Iglesia y al Monasterio que se construyó adosado a la iglesia y ahora, en una inteligente restauración, han quedado exentos el ábside, los aleros y los contrafuertes mudéjares que han hecho espectacularmente visibles. Es un gozo contemplar el mudéjar a la altura de la nariz. Los frailes no paran de obrar. No es extraño que un cartelito diga: «No olvides que al salir, en la portería, te pediremos tu colaboración» Y es que todo lo llevan sólo tres frailes, que además se encargan de ocho Parroquias del entorno. Hablando de milagros, en Cañizar del Olivar regido por la alcaldesa mi amiga Olga, a unos kilómetros del Monasterio, había un manantial casi desconocido que va a ser muy famoso porque desde hace poco se ha quedado con su explotación para vender Agua Mineral en toda España la multinacional Coca Cola. Habrá sido cosa de la Virgen. Aragón escrito y dibujado 51 52 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Oliete, «capricho de Teruel» A sí llaman a esta villa por sus encantos naturales, situada sobre una colina, en un punto estratégico del valle del río Martín que, una vez atravesada la zona de hoces del embalse de Cueva Foradada, se abre camino hacia Ariño y el Bajo Martín. Villa fortificada de la que se conservan algunos restos de la muralla y los tres portales de entrada. Tres ermitas, San Bartolomé, El Calvario y la Virgen del Cantal e Iglesia de la Asunción, del XVII. Era Señorío de la famila Sesse pero el Rey Alfonso V se la confiscó por apoyar al Conde Urgell en aquello del Compromiso de Caspe y se la concedió a Berenguer de Bardaxí sentándole en el cargo de Justicia de Aragón por haberle sido fiel. Poco más o menos lo que ahora suele pasar, con esto de los poderes y los sillones. Era siglo XV, pero de la historia siempre se aprende. Es un Teruel de poco paso. A un lado Muniesa con su octogonal torre mudéjar. Al otro lado Ariño a cuya carretera por fin le ha llegado el arreglo. Decir Ariño y Oliete es decir minas. Mucho carbón en otro tiempo. Los olietinos, oletienses u olietanos, que de todas las formas me dicen que se dice, eran muy famosos como mineros de interior, expertos en minería subterránea tradicional. Y eso trajo mucho dinero al pueblo y desarrollo. Pero la perversión del sistema está en que los mineros por su esforzado trabajo se jubilan muy pronto, con muy buena paga, y todavía se aprecian las secuelas del dinero fácil, para bien y para mal. Bueno, más bien para bien. No obstante, el pueblo se está vaciando. En las últimas elecciones había sólo 390 electores, pero ha sido de los sitios con menor abstención de Aragón, solo el 21 %. Y es que son gente participativa como lo demuestra la Asociación Cultural y Deportiva Oblites, que cuenta con 400 socios. Una asociación rural e independiente, dinamizada por gente joven y menos joven que se dedica al fomento de actividades sociales, culturales y deportivas. Buenos jugadores de Tenis de Mesa, y este año hasta han participado en el Concurso Regional de Guiñote de Heraldo de Aragón. Editan revista electrónica y se lo pasan bomba, siendo útiles a su pueblo. Eso quiere decir asociación rural. Oliete es tierra de artistas desde el recordado D. Alejandro Cañada, y sus hijos Nati (que ya ha pintado a la Princesa Leonor), Maria Ángeles, Alejandro... hasta el grabador Manuel Lahoz. Pero es que la naturaleza contagia y aquí el entorno, sobre todo en verano, es una gozada gracias al Pantano y al Río Martín. Me dicen que está probado que sus choperas son las de mayor crecimiento de chopo por año de toda España. Y también tiene pinturas rupestres, y sobre todo el Pozo, la Sima de San Pedro, en el cabezo Escoz, una maravilla natural, que tiene en el fondo agua salada, y es tan hondo que me cuentan que se tira una piedra, se reza un credo (si se sabe, claro) y al acabar se oye el ruido de la llegada. Tiene tanto diámetro la sima que permite que las aves puedan remontar el vuelo con su trayectoria característica, por lo que anidan en sus paredes. No deja de ser romántico tener restos de un mar, con fósiles marinos, en la puerta de la casa. Realmente, Oliete es un capricho. Aragón escrito y dibujado 53 54 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS La cartuja de Las Fuentes Ya puede visitarse E l agua es fundamental para la vida dicen los lemas de la Expo 2008. La naturaleza no pertenece a los seres humanos, somos nosotros quienes pertenecemos a la ella. Recurso único, desarrollo sostenible. El agua hay que saberla preservar y distribuir. Bla bla bla... ¡Que se lo digan a los monegrinos de la Cartuja de la Fuentes que durante siglos han luchado y luchan por empadronar a Fluvi en cualquiera de sus pueblos! El agua es fuente de vida y de inspiración para los artistas. Teodoro pinta la Cartuja en blanco y negro, sin colores, con una balsa seca delante, unas plantas agostadas y nubarrones de deseo en el cielo. Lo cierto es que esta cartuja, Nuestra Señora de las Fuentes, fue la primera de las levantadas en el Reino de Aragón y ha tenido una historia de poca fortuna. En pleno Monegro, cerca de Lanaja, donde murió el bandido Cucaracha, en tierras de aridez y secarral, aunque se llame paradójicamente «de las Fuentes». Carretera A–1221. Su fundadora la Condesa de Sástago murió enseguida. Su máximo benefactor Pedro Domingo de Perandreu fue apresado por los corsarios argelinos y no pudo rescatarse. Mala suerte. La comunidad la abandonó pronto. Recuperada por los cartujos, tras unos años de pertenencia carmelita, tuvo su apogeo constructivo a lo largo de todo el siglo XVIII. Pero construido con barro y penurias, el viento derribó la torre destrozando tejados y bóvedas de la iglesia. Un incendio posterior destruyó las cocinas, gallineros y caballerizas. Por fin se acabó en 1797, pero la Guerra de la Independencia desalojó a los monjes. Expropiado por el Estado quiso conver- tirse en balneario a mitad de siglo XIX. Tampoco funcionó, claro, y se hizo dueño un banco. Compró el Monasterio D. Mariano Bastarás y Cavero cuyos descendientes ostentan actualmente la propiedad. No podía verse por dentro más que el día 15 de mayo, festividad de San Isidro. Sabiendo la riqueza pictórica que contenía era una pena, aunque hay que decir que los propietarios conservaban ejemplarmente los tejados y la fábrica. Los del SIPA fuimos varias veces y en alguna ocasión publicamos en la Revista Aragón nuestra frustración al no poder entrar, fotografiando el autobús ante las puertas cerradas de la Cartuja. El Gobierno de Aragón tomó cartas en el asunto y ahora todos los domingos por la mañana puede visitarse con guía profesional.O sea, que vayan, que es una gozada. Sus muros cobijan un tesoro. Más de mil metros cuadrados de pinturas murales realizadas por Fray Manuel Bayeu, hermano de Francisco y de Ramón Bayeu. Todos cuñados de Goya. Hay 258 pinturas reconocidas, por J.I. Calvo uno de sus estudiosos máximos; Iconográfica cartujana. Inimaginable. Pintado entre 1770 y 1780. Un derroche de colorido, en la cumbre del muralismo. Y además, un centro espiritual y artístico de la Comarca que ha dado nombre al pueblo de colonización La Cartuja de Monegros, pedanía de Sariñena. Gracias al escritor José Luis Corral sus claustros y capillas van a llenarse de agua, digo de vida, para rodar una película histórica, basada en su novela «Independencia». Se confirma que La Cartuja de Las Fuentes es una maravilla... De cine, oiga. Aragón escrito y dibujado 55 56 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Belchite, símbolo para la paz L os viajeros aragoneses, incluso foráneos, ya conocen mucho esta villa, su epopeya histórica, su mudéjar acribillado, sus balas de incomprensión de todos los colores y en todos sus muros. Conocen su iglesia de tres naves descalabradas con el cielo como bóveda y el resto de sus casas que son monumento a la sinrazón humana. Su arte y su desastre. La población de Belchite fue muy castigada durante la Guerra Civil. Se habla mucho de Belchite, pero ahora que tanto se recuerda hasta lo que no debía recordarse, ¿se acuerdan lo que pasó? Resumidamente... En los primeros días la villa fue controlada por el ejercito sublevado, ya que la columna anarquista de Ortiz que venía de Cataluña hacia Zaragoza quedo allí detenida, sin poder entrar, parando el ataque a la capital. Así estuvo, poco más de un mes hasta la ofensiva republicana de finales de agosto de 1937, en la que tras intensos bombardeos artilleros y aéreos que mucho destruyeron, pasó al bando gubernamental, o sea de la República. Y tricolor se mantuvo hasta marzo de 1938. Tras año y medio de guerra con una lucha encarnizada tristemente recordada cayó Teruel en febrero de 1938, quedando el ejercito republicano muy diezmado y castigado. Esta circunstancia y el hecho de que había numerosas tropas nacionales en Aragón, hacen que el Estado Mayor de Franco decida iniciar una fuerte ofensiva hacia el Mediterráneo, para dividir en dos el territorio «rojo». Así entre marzo y julio de 1938 se arrasa el frente aragonés, con graves destrucciones por los entran y también por los que salen. Belchite fue tomado el 10 de marzo y claro con nuevas destrucciones. Ahora quedan las heridas de tanta guerra. Y quedan muchos tristes recuerdos. Pero tal vez se haya olvidado el curioso trabajo de la Dirección General de Regiones Devastadas, proyectando y construyendo un pueblo nuevo, apoyados en una figura legal que lamentablemente no llegó a todos los pueblos dañados. Para ciertos municipios de España que habían sufrido gran destrucción por la guerra, el Gobierno de Franco inventó la figura de la «adopción por el Caudillo», que era un instrumento legal para la labor de reconstrucción por el Estado de los municipios más destruidos y también más afines. La adopción quería decir tutela, patrocinio «y demuestra el vivo interés del Jefe del Estado por los pueblos y los hombres que sufrieron y el deseo de darles otra perspectiva moral y otros rumbos», decía la prensa «nacional» del momento. Se consideraba la adopción como una carta puebla, aludiendo a la tradición medieval. Belchite quedó adoptado por el Caudillo por Decreto de 7 de octubre de 1940. En virtud de la adopción se hizo el Nuevo Belchite, con proyectos todavía no concluidos. Hay que empezar a contar cosas del pueblo Nuevo, que tiene también muchos alicientes y atractivos modernos para ser visitado y dejar el Viejo Belchite para lección de historia y reflexión cívica. Las varias lecciones que esconden las ruinas de Belchite son para crear una cátedra antibelicista, cuyos doctorados fueran en una nueva asignatura: la paz. Belchite es símbolo para la paz, y no creo que sea malo que se recuerde... pacíficamente. Aragón escrito y dibujado 57 58 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Maella, villa de leyenda E l conde, Señor de la Villa, se enamoró de una humilde doncella y le pidió la mano. Ella estaba prometida, amaba a un joven del lugar y claro, le rechazó. El conde despechado desterró al joven. La doncella presionada ante la insistencia del conde al fin accedió a entregarle su mano. ¡Se la cortó! El Señor de la Villa, viciosillo él, pero enternecido por el gesto valiente de la doncella, reacogió a su prometido y colmó a ambos de bendiciones y regalos. Un amigo, erudito de la leyenda se me enfadará con la simplificación, pero poco más o menos fue así. La Mano de ella, «Má d´ella» en el dialecto local, subió al escudo heráldico y justifica el topónimo de la villa. La Leyenda está en verso, en música, teatralizada, en castellano, catalán, forma dialectal, en esculturas, pinturas, fachadas, y sobre todo en el ambiente de la población. Maella es quizá el pueblo más europeo del entorno bajoaragonés. Eminentemente agrícola con excelentes producciones de aceite, vino, varios millones de quilos de melocotón D.O. Calanda... La gente gana y gasta, es moderna, abierta, acogedora. Cataluña a sólo seis kilómetros. Forma parte de las villas del Aragón Oriental que hablan catalán, en sus variadas formas dialectales, y que demuestran contundentemente su aragonesismo, curtido y sentido. Tiene poco más de dos mil habitantes pero presume en su Comarca de tener la única plaza de toros y el único Ayuntamiento con ascensor. Destaca en el dibujo y la realidad la torre del Señorío, bellísima muestra de arte civil y las murallas potentes que encierren los restos de un cas- tillo que exige consolidación y alguna discreta rehabilitación porque ahora, más que verlo hay que imaginarlo. El hermoso puente sobre el Matarranya, cuya agua se convierte en vino y fruta, fue reconstruido tras la gran riada de hace cinco años y lleva a las instalaciones donde se celebran unos curiosos encuentros gastronómicos sobre La Sartanae un guiso local de patatas, arroz, conejo, pollo, verduras... donde cabe todo y participan todos. En su Pabellón Municipal se celebra cada año una Feria Regional del Melocotón que tiene vocación internacional. Es Maella cuna de grandes genios. Aquí nació el pintor Hermenegildo Estevan; el compositor, premio Heraldo de Aragón a los Valores Humanos José Peris Lacasa; el artista del vidrio Pons Cirac, el jurista Eusebio Rams, los artistas Hernández Pallisa, Eduardo Lacasa y tantos otros que tienen el genio y la vena de la mediterraneidad al servicio del arte o de la creación. Aquí nació el escultor Pablo Gargallo Catalán. Obsérvese el segundo apellido y obsérvese como aparece en algunos sitios, por ejemplo en el Museo de Ceret (Francia): «Pablo Gargallo, Catalán nacido en Maella» ¡Que coma más aviesa! Pueblo con historia. Por ejemplo, en la primera Guerra Carlista, en la batalla de Maella, Cabrera resultó herido y el General Pardiñas (con importante calle en Madrid) murió, precipitando el final de la guerra. Fue Maella villa de señorío, de los Ariño, de los Almazán... Rebelde ya en 1439 contra su Señora Francisquina. Rebelde hoy contra la apatía. Por si le va... sus fiestas son esta semana, para San Lorenzo. Aragón escrito y dibujado 59 60 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Huesca, la catedral de la albahaca H uesca siempre es de actualidad, pero más cuando llegan las Fiestas de Agosto. San Lorenzo es mucho San Lorenzo. Ya se sabe que la tradición sitúa su nacimiento en Huesca. Fue ordenado diácono, y encargado de administrar los bienes de la Iglesia y el cuidado de los pobres. Por esta labor, es considerado uno de los primeros archiveros y tesoreros de la Iglesia, y es el patrón de los bibliotecarios. Fue encargado de llevar a Huesca el Santo Grial, cáliz de la última cena, que ahora está en Valencia. No creo que se le recuerde por estas cosas, pero desde luego lo celebran mucho, y lo pasan en grande en estas fechas. Huesca presume de mairalesas y de danzantes. El dance oscense a diferencia de la mayoría, no ha permanecido estático, sino que ha evolucionado constantemente. Lo que ha podido perder de primitivismo y de rigor folklórico, lo ha ganado en dimensión humana y en popularidad. Y gusta y anima mucho. La calle la conquista la gente y las famosas peñas: Los que faltaban, La Parrilla, La conocida Zoiti, La Alegría Laurentina... A mi me resulta particularmente grato el protagonismo de la albahaca. La albahaca despide un perfume característico, que compensa tantos olores malsanos festivos. Las hojas más perfumadas son aquellas que se recogen poco antes de la floración, ya que contienen una mayor cantidad de sustancias oleosas que determinan su aroma; Además es una de las plantas aromáticas más preciadas en cocina, Tiene un gusto dulce, es fragante y parece que es más fuerte cuando, en verano, el sol aumenta su intensi- dad, aunque las hojas más viejas tienden a tener un sabor más picante. En Huesca que hay tan buena cocina y la gastronomía alcanza la excelencia, la albahaca también es protagonista en el plato. Ojo, en dosis elevadas es estupefaciente. Pero estamos con un dibujo de la Catedral. Es curioso que una ciudad como Huesca, capital de una de las provincias más ricas en arte románico (Jaca, Roda, quizá cien iglesias y mil ermitas) no presuma de una catedral ejemplo del románico. Los estudiosos dicen que se debe a que se utilizó para el culto la mezquita mayor de la ciudad tomada a los musulmanes, hasta tiempos ya góticos. Donde mas curiosamente he visto contada la portada de la Catedral es en el Madoz, el famoso diccionario geografico Estadístico Histórico de 1850 que debemos al abogado y ministro Pascual Madoz. Corregidos los acentos dice así: « El arquitecto Juan de Olózaga comenzó la obra y levantó el plano, del cual dejó un perfecto modelo ejecutado en piedra y miniatura sobre la lindísima portada (¿dónde estará?) debida también a su delicado cincel que tiene mucho trabajo, y es de gran mérito para aquella época: a dos varas del pavimento hay 14 estatuas de piedra, siete a cada lado, y de los cimborrios que están sobre sus cabezas mueven 7 arcos que van en disminución del exterior al interior ocupando y disimulando el grueso de la muralla; entre estos hay 4 ordenes de figuras de santos de relieve entero, de una tercia de largo cada una, puestas en sus sitios con pedestales de variada y fina labor. El 4 de abril de 1515 quedó concluida». Lindísima sigue siendo quinientos años después. Aragón escrito y dibujado 61 62 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Nonaspe, ermita de la Virgen de Dos Aguas L a Ermita está situada en la confluencia del río Matarranya y el Algars que juntan sus aguas para seguir bajando a rendirse exhaustos al Ebro en Fayón. El entorno es mediterráneo interior de olivos, pinos, almendros, viña, suaves cimas erosionadas y laderas con vocación de secarral pero beneficiadas de matorral y árboles que son hitos de paisaje. Un paisaje que está orlado al pie por las menguadas aguas de los dos ríos y que susurran su contemplación. La Naturaleza, a pelo, sin arreglos humanos. Un paisaje que va entrando lentamente en el viajero y le posee hasta escuchar el silencio. Escuchar el silencio… es verdad. ¡Se oye! Y cuantas cosas dice. Si uno se hace humilde ante la humildad del entorno, si se recoge, claro que le habla la Naturaleza. Me refiero a un día cualquiera, sin gente, no el primer domingo de Setiembre cuando se honra a la Virgen y el santuario, los jardines aledaños, riberas y ribazos, se llenan de gente. Cada sombra una tertulia. Cada corro un canto a la amistad. Ahora se llega a la Ermita en coche por un magnifico camino asfaltado paralelo al rio al que trata de tu a tu. Pero el ultimo tramo, el antiguo paseo de cipreses, conviene hacerlo a pie, porque es como un camino iniciatico que te va acercando entre peirones de Via Crucis a la almendra de tanta magnificencia que es la Ermita y al corazón de la misma, la imagen de la Virgen de Dos Aguas, depositaria de la fe de la mayoría de los nonaspinos y de los vecinos de los pueblos del entorno. En lo medioambiental es un regalo de la naturaleza de impactante atractivo, popularmente es un punto de encuentro comarcal y en lo religioso con- centra un espacio de sólida fe. Todo resulta balsámico para el espíritu. Si me permiten un poco de vieja retórica la Ermita de la Virgen de Dos Aguas es la joya más preciada del collar de alicientes que rodean la villa de Nonaspe. Nonaspe, villa templaria y sanjuanista, disfruta de una singular ubicación, en un promontorio. Su trama urbana, densa y llana, es casi tan acogedora como sus gentes. Gente simpática. Tiene Castillo rehabilitado que ahora es Casa Consistorial, Museo e iglesia gótica, aunque muy modificada, que a un servidor le encanta por su austeridad y armónica proporción interior. El último viaje había una Virgen de Dos Aguas que acababan de comprar a un anticuario de Reus por 5.000 euros, y esto me recuerda que la laboriosa y veterana Hermandad de la Virgen está también empeñada en colocar en la Ermita un retablo del XVIII restaurado que han comprado a otra ermita particular de reino vecino. Es punto de referencia en el mercado de la almendra en España. Industrias de nuevo cuño sorprenden en un nuevo polígono industrial. Y ha superado los problemas de sequía, gracias a las elevaciones del Ebro para agua de boca y con un plan PEBEA que ha puesto en regadío más de mil hectáreas triplicando las 411 de regadío tradicional. Se vive a gusto y eso se trasmite. No hay más que ver las partidas de «butifarra» en los bares. Están poco más de mil habitantes pero en una reducida encuesta al 36 % les parece su pueblo acogedor, al 19% excelente y al 23% fascinante… Pues, eso. Aragón escrito y dibujado 63 64 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Santa Cruz de la Serós, contundente románico E l pueblo tiene poco más de cien habitantes, pero caramba, te deja con la boca abierta. La desafiante mole de la iglesia y torre del Monasterio, con sus milenarias y bien canteadas piedras de sillería impresionan. La mole pétrea de la torre monastica, la más alta y quizá la más bella del románico aragonés, sobresale por encima de todos los tejados de lajas de las casas que la rodean. Lástima que se vea todavía alguna chapa de uralita y plástico. Y ¡peligro! Una gran grúa y varias hormigoneras dan ganas de temblar. La «marbellización» del Pirineo asoma por todas partes y la voracidad del cemento y del ladrillo no se amilana ante el imponente testimonio de milenaria historia. A un paso de Jaca. La voluntariosa guía María Ángeles, que tiene la iglesia perfectamente limpia, aunque lamentablemente no haya ni un solo folleto ni cartel explicativo, dice que pasan más de un millón de viajeros al año. Esta iglesia es lo que queda de un Monasterio femenino llamado primero de Santa María, después de las Sorores y ahora de Santa Cruz de la Serós. Fue fundado por Sancho Garcés hace unos mil años, 1.015 concretamente. ¡Que gozada! Era el más famoso monasterio aragonés femenino. Ingresaban señoras de la Casa Real y de la nobleza aragonesa, y su abadesa mandaba en numerosos pueblos, iglesias y posesiones en la redolada. Tres hijas de Ramiro I se integraron en la comunidad: Teresa, Sancha y Urraca. Alfonso II concedió al Monasterio el Señorío de la Villa de Santa Cruz y de ahí la nueva denominación de Santa Cruz de las Sorores. Pero a medida que van bajando las conquistas aragonesas hacia el Ebro, se pierde la presencia real, y otros monasterios del cister o de ordenes militares se chupan las donaciones y el favor real. En el XVI se van las monjas a Jaca (las Benitas), a su calle Mayor demostrando su pasado poderío y se llevan el sarcófago de Doña Sancha con singular iconografía de la Anunciación. Este Monasterio es importante como histórico y como artístico. Contundente románico con la singular técnica constructiva y las decoraciones de bolas e impostas de ajedrezado jaqués. La iglesia conserva magnífico retablo del XV con imagen de Santa María en alabastro policromado. Y otro curiosísimo retablo–armario, mejor altar de viaje, procedente de Amberes, todo en madera de una sola pieza, con el Entierro de Cristo y poco más, pero que es mucho. Para el debate y la anécdota artística se reserva el acceso a la cámara secreta a través de una escalera de impactante modernidad. Como prólogo a la visita se disfruta con la armoniosa Ermita románica de San Caprasio que se ubica a la entrada. Foto obligada. Como epílogo puede el viajero remansar su espíritu en los dos restaurantes que sirven ternasco a la brasa tan contundente como el románico. Todo no puede ser tan gratificante y el viajero puede lamentar que el Evangeliario de Doña Felicia, segunda esposa de Sancho Ramírez y madre de los Reyes Pedro I y Alfonso I el Batallador, donado a su cuñada la abadesa de Santa Cruz, se encuentra ahora en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York. Por cierto, muy bien expuesto y conservado. Zenquíu. Aragón escrito y dibujado 65 66 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Alcañiz, desarrollo sobre ruedas E n la Casa Consistorial de Alcañiz, procedente del Castillo medieval, hay una pintura que es la Rueda de la Fortuna representando lo efímero de la gloria. Sus personajes encaramados en la rueda son una clara alusión al paso del tiempo y al destino. Según la posición que ocupan dicen: Reinaré, reino, reiné, ya no soy nada. Menos mal que escrito en latín, no cabrea, pasa desapercibido. Es la primera rueda que hace célebre a la Ciudad. Luego vienen muchas más, porque de todos son conocidas las carreras de coches en el Circuito (desde 1965), y el futuro de la ciudad se está consolidando con la importantisima inversión que supone la Ciudad del Motor y la Ciudad del Transporte. Y los asuntos de ruedas y motores, que son futuro, están siempre presentes tanto con la construcción de una Variante cuestionada pero importantisima, como con la Autovía a Zaragoza, nada cuestionada y de más calado todavía. Así no extraña que el censo de vehículos por habitante en Alcañiz sea de los mayores de España. Rueda, rodando, Alcañiz va mejorando. En Alcañiz van las ruedas y lo redondo. No se olvide la concentración de tambores que truenan con rasmia en Semana Santa. Ni la redondez de sus magnificas aceitunas que dan uno de los mejores aceites del mundo y que cada vez comercializan mejor. La ciudad crece y mejora día a día en calidad de vida, en oportunidades, en oferta cultural, en patrimonio y en atractivos. Su porvenir parece, redondo. Tengo para mí, que bastante ha podido contribuir a este progreso una Biblioteca Municipal que es un ejemplo. (De nada, Ignacio). Prácticamente se creó en 1982, ocupando un local de los antiguos calabozos. Curiosamente se hizo realidad lo que metafóricamente dijera Concepción Arenal «cada biblioteca que se abre es una cárcel que se cierra». La biblioteca irradia mucha actividad cultural. Siempre ha habido una firme decisión de apoyo de las sucesivas corporaciones. Ahora hasta tiene sucursales en Puigmoreno y Valmuel y un servicio on line que es una maravilla. Esto de la cultura, a la larga, es la mejor inversión. Hablando de libros. El humanista alcañizano Juan Sobrarías pronunció un discurso ante el Senado de la Villa «en el año del Señor de 1506» titulado Alabanzas de Alcañiz. ¡Vaya sin son alabanzas! Desde hace 500 años los alcañizanos pueden sentirse orgullosos de su nacimiento a juzgar por el rosario de virtudes y bondades que les describe su paisano. Dice cosas así «¡Oh municipio libre de todo vicio en tu cielo y atmósfera y colmado de toda clase de virtudes, al que los dioses han hecho partícipe de los bienes celestiales!» La edición crítica debida a José María Maestre debe estar en la mesilla de muchos y consciente o inconscientemente en la mente de los alcañizanos, porque presumen de su ciudad, la defienden, y frente al exterior esconden sus posibles debilidades, resaltando sus bondades. Los alcañizanos tienen mucho amor a Alcañiz, y eso se nota y se trasmite. El orgullo propio engendra confianza y el optimismo genera desarrollo. Así es una ciudad dinámica y con crecimiento sostenido. Esta semana celebra las Fiestas Mayores. Una buena excusa para visitar Alcañiz. Aragón escrito y dibujado 67 68 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Purujosa, el semáforo del Moncayo N o me van a creer, pero en Purujosa que tiene censados 54 habitantes luce un semáforo permanentemente guiñando el ojo las 24 horas de todos los días a los transeúntes que van de la Plaza de San Ramón a la Plaza del Ayuntamiento. Y eso que del censo en invierno quedan menos de media docena, contando los dos pacientes pastores, Ángel y Benito con unos miles de ovejas paciendo en tierras del municipio. Me dicen que el año pasado cuando marchó el más fijo, el juez de paz, a Zaragoza hubo noches que en el pueblo no durmió nadie. Paz extrema. Eso, si, el semáforo siguió funcionando por si acaso. Es cosa del Guiness. Purujosa es sugerente final de una ruta muy graciosa que remonta el río Isuela. Saliendo de la autovía a Madrid, en Morata, cuando se intuye el Jiloca, el viajero ve y disfruta el Palacio de los Condes; a nada kilómetros queda asombrado en la singular plaza poligonal de Chodes; poco más adelante, se le abre la boca, y no sólo por mirar hacia arriba, ante el espectacular castillo de Mesones y la cierra bien a gusto al llegar a Tierga y parar en la Fonda de Esther, cuyos guisotes y asados tradicionales son de los que hacen afición a viajar y comer en pleno mundo rural. Trasobares, hoy buen pan y ayer cister medieval, y luego el viajero, sigue ascendiendo por la cara oculta del Moncayo hasta llegar a Calcena, donde se sorprende con una iglesia que es una catedral y con parajes naturales excepcionales. Subiendo un poco más entre choperas y zarzales, al fin, se llega a la meta de nuestro dibujo de hoy, a Purujosa, lindando con Soria en el Mojón Beratón. Se puede celebrar la llegada en el albergue donde hacen criadillas y rabo de toro estofado. Purujosa es una pequeña y olvidada localidad de la provincia de Zaragoza. En las estribaciones del Moncayo. Su altura ronda los mil metros, y los picos que la rondan ya andan por los 1.500. Andando se disfruta del paisaje y se puede bajar a Calcena, 6 km en verano que parecen 60 en invierno. A Zaragoza hay un centenar. A algunos del lugar, Zaragoza les parece muy lejos, otro mundo. Y es que lo es. Celebran las Fiestas para San Ramón (¿?), precisamente el próximo domingo, y se han montado en la modernidad: junto a actuaciones de la Rondalla, organizan sesiones de karaoke, y tras la Misa Baturra, funciona el Disco móvil. ¡Que no decaiga la fiesta! Pueden llegar fácilmente a 180 personas, si el tiempo acompaña… Por cierto que aprovechan los dias de fiesta para arreglar el pueblo. Seis personas trabajan solamente los sábados embaldosando la calle Mayor. No me digan que no atrae darse un garbeo por Purujosa. Además: fuentes, rocas, pinos, bosques, un privilegio de la Naturaleza. Hay mucho amor en el dibujo de TPB porque esta acuarela le recuerda su infancia y una exposición escolar muy importante de 1933. Tanto que publicaba la prensa: «Mucho han laborado los señores maestros, don Teodoro Pérez y Doña María Aznar, en preparar bien a los niños, para esta gran exposición…» Como abran adivinado, la exposición era en Purujosa, el maestro era su padre y él ya empezaba a emborronar cuadernos. ¡Señor, Señor, cómo pasa el tiempo! Aragón escrito y dibujado 69 70 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Chiprana, la novia del Ebro U n cartel lo pregona a la entrada, porque el gran río rodea amorosamente el pueblo, digo yo. Villa sanjuanista, en el Bajo Aragón a siete kilómetros de Caspe. Antiquísima villa, dice en su heráldica, pero con una ejemplar modernidad en la forma de ser de sus gentes. Unos 400. Gentes amistosas que hacen que el visitante se encuentre a gusto nada más llegar. Reino del sentido común y de la cordialidad. Es un pueblo que engancha. Se entra por una gran avenida que yo interpreto como brazos abiertos para acoger a la gente. Una rotonda de las muchas que ahora ponen por todos los lados, sirve no solo para regular el tráfico rodado, sino para exhibir un sugerente carro con un fondo a favor de la cultura, el civismo, los libros… En la entrada se levanta un monumento a los linajes de los Reyes de Aragón y una placa de cerámica transcribe un saludo del Rey Juan Carlos. Esto acredita que es pueblo con historia pero que vive el presente. La primera calle de la derecha la han dedicado al secretario municipal, Juan Ferrer, en un ejemplo de generosidad administrativa nada usual. Otro monolito, delante del emblemático bar de siempre, ahora llamado Mirador, luce el escudo de la villa en hierro. La pieza heráldica, pregona su nobleza. Más adelante, un busto recuerda a Joaquín Costa y al final de la calle de las bodegas (gran invento el colocar las bodegas agrupadas) otro monolito se dedica al botánico Francisco Loscos que tuvo su primera farmacia en Chiprana y a ella dedico una de las 2.624 plantas aragonesas que clasificó, la «eupordia helioscopioides». En todos estos adornos urbanos de recuerdo veo la gratitud de gente noble. Quizá siguiendo la simiente de Loscos se construyó un Herbario, en edificio singular, donde se muestran didácticamente la flora del lugar, en especial de las Saladas, unas lagunas endorreicas (sin salida de aguas) próximas a la villa que tienen una singular vegetación, junto a las suaves playas llenas de costras salinas. Los fondos están tapizados con tapetes microbianos compuestos por miles de microscópicos seres vivos que en su respiración desprenden azufre, dando lugar a unas condiciones ambientales similares a las de la formación del planeta Tierra. ¡Ahí queda eso! Generosamente, grandes murales reproducen los monumentos funerarios romanos de Fabara y Caspe, que con el suyo de Chiprana incrustado en su Ermita de la Consolación conforman la Ruta de los Mausoleos del Bajo Aragón. La Iglesia de San Juan es una joya gótico–mudéjar, con un rico interior de pinturas de lazos y techumbre de madera policromada cuya visita ya justifica el viaje. A la ostentosa fachada barroca le faltan las dos torres, pero conociendo a los chipranescos no me extrañaría que en el próximo dibujo de TPB ya aparezcan. Presumen del primer Paseo Marítimo del Mar de Aragón, cuidada piscina, gran pabellón donde cabe todo. Único pueblo de la zona cuyo divertimento tradicional es «la morra», como el juego de los chinos pero a lo baturro. Tiene olivas y encurtidos de primera, notable aceite, frutas de sobresaliente. Y con todo, lo mejor son sus gentes. En Chiprana son pocos, pero son mucho. «Muchismo». Aragón escrito y dibujado 71 72 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Casbas de Huesca, últimas noticias monásticas E l Ayuntamiento de Casbas de Huesca está situado en el Somontano o pie de monte oscense de la Hoya, estribaciones de la Sierra de Guara, en el valle del río Formiga ¿Situados? Hoy todo hay que referirlo desde el volante de un coche, así que mejor precisamos: Carretera N–240 de Huesca a Barbastro, desvío en Angüés, y 6 km. hacia el Norte. Si se pasa un poco, llegará a Sieso, donde hacen unos de los mejores quesos de Aragón y si se pierde otro poco a lo mejor se topa con la cercana Ermita sanjuanista de San Miguel de Foces donde se asombrará con las magnificas pinturas góticas que son de lo más espectacular del magnifico tesoro pictórico conservado (a veces, mal) en este somontano oscense. Pero no se pase, porque Casbas tiene un Monasterio cisterciense femenino que eso si que es una pasada. Un gran conjunto de edificaciones amontonadas con 836 años de historia desde su fundación… iglesia del XII, claustro del XV y dependencias monacales de todos los siglos. Mucha historia en piedra y ladrillo, incluso contemporánea, de anteayer mismo. El monasterio de Santa Maria de Gloria, en los años ochenta era una ruina sostenida por unas monjitas muy mayores y los vecinos del pueblo que no sé si llegaban a un centenar. Para gran alegría de los que nos gustan estas glorias, en el verano del año 1988 llegó el abad de los monjes de Poblet y la abadesa de Vallbona de las Monjas, y trajeron tres cistercienses catalanas–mallorquinas que diez años después habían conseguido una revolución: el gallinero era una fábrica de cerámica, la cuadra tienda exposición, y cuatro personas trabajaban como asalariadas del monasterio. No puedo olvidar sus dulces «suspiros» hechos con clara de huevo horneados durante seis horas. Se revelaron como extraordinarias «comerciales». Primum vívere. Pero lo suyo era lo espiritual, y quisieron ser utiles a la comunidad desde el Evangelio. Así organizaban jornadas espirituales, semanas de oración e integración personal, ayudaban a la gente a descubrir la raíz de sus comportamientos, a mejorar sus relaciones interpersonales, a experimentar las vivencias evangélicas. Hicieron un espacio de oración entre los espacios medievales, con muros encalados y suelos de esparto, donde Sor Angelina ofrecía en las meditaciones unas interpretaciones de cítara, que transportaban el espíritu. Un servidor, llegó a escribir que aquello «era el cielo en la tierra». ¡Ay! La Comunidad de Monjas se disgregó por diversos motivos. No hay vocaciones y hace tres años supimos que las Madres Bernardas del Cister abandonaban el monasterio, tras haberlo habitado más de ocho siglos. El mes pasado hemos conocido que lo ha comprado, sin ánimo de lucro, la Fundación Progea, creo que por 900.000 euros, cuya primera intención es rehabilitar la iglesia y después restaurar el resto del Monasterio, de la mano de un muy prestigioso arquitecto. Bienvenida la iniciativa privada a la siempre necesitada obra de conservación y mejora del patrimonio. Ya nada es como antes, ni los Monasterios, que eran sólidos testigos de la historia de sus entornos. Todo sea a mayor gloria del Monasterio de Santa María de Gloria. Aragón escrito y dibujado 73 74 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Vistabella, un gozo para la vista E s difícil encontrar espacios tan sugerentes. Así lo pensaría ya Alfonso I cuando tras la toma de Zaragoza, siglo XII, apreció que hacia el sur había muchas tierras pero pocos habitantes. Y como era necesario para el Reino repoblar aquellos territorios tan agradables, pensarían en estimular voluntades de navarros, bearneses, gascones… para que fueran y se asentaran. Al pueblecito conquistado le cambiaron el nombre y le pusieron otro también sugerente, Vistabella. Con toda la razón. Vistabella está 62 k. de Zaragoza y a 18 de Cariñena. Para ir, al llegar a Paniza, hay que tirarse al monte. Unos montes acogedores, nada agresivos que esconden sorpresas. Tanto que «Vistabella y Aladrén, están juntos y no se ven» a pesar de que les separan solo 4 km y, bueno, muchas cosas, que ya se sabe que entre pueblos vecinos estas cosas pasan. Unos montes en torno a los 800 m. de altitud donde domina la encinas o carrascas que tiran para el cielo entro majuelos, zarzamoras, aliagas, tomillos…; unos montes donde se puede gozar de la Naturaleza a pleno pulmón en multitud de paseos. A mi amigo Félix le debo la gozada de recorrer el río hacia arriba, camino de Cerveruela, por una carreterita que se abre paso junto al Huerva, entre carrascales y viñedos. Camino lírico y paradisíaco. ¿He dicho que el Huerva es el alma y vida de Vistabella? ¿Y que solo hay medio centenar de habitantes? Bueno, pues queda dicho, pero hay muchas cosas que tienen también envidiable alma rural. Por ejemplo la Romeria a Santa Quiteria en la que la imagen de la Santa se traslada sobre peana a hom- bros de mujeres… por el camino más penoso. Se cantan los gozos, se besa la reliquia de la Santa protectora de la rabia, se reparte el «pan bendito» y el Ayuntamiento invita, faltaría plus. Es la patrona, y el patrón San Miguel. Los tiempos modernos han obligado a que los festejos se trasladen a la tercera semana de agosto, para que puedan acudir los vistabellanos y sus muchos amigos, pero para el Arcángel, en su fecha, se sigue reservando un Rosario General con participación de todo el pueblo, cantado a dos voces… exclusivamente por los hombres. Esto de distinguir, en lo menudo, es lo que distingue a algunos queridos y distinguidos pueblos. Aún se distingue el molino, convertido en viviendas, y la balsa convertida en piscina. Ya no se distingue una ocupación tradicional de Vistabella, la fabricación del carbón vegetal, el carboneo. Sólo hace 60 años aun se quemaban en invierno en el propio monte, las carrascas, con reglas que los vecinos cumplían a rajatabla. Y el carbón era transportado en «seretas» hasta los mercadillos de Zaragoza. También se distingue el antiguo horno comunitario, al lado de la Casa Lugar… convertido en Teleclub. Lugar de encuentro donde los fines de semana presumen de las mejores tapas de la zona. Acabo. Iglesia de San Miguel con magnifico retablo, Ermita de Santa Quiteria. Senderos y vericuetos, naturaleza virgen, gente vieja con mucha experiencia y jóvenes con empuje, u otros que gustan de sus raíces y vuelven a repoblar Vistabella, siguiendo los consejos de Alfonso I, el Conquistador. Vistabella, conquista. Aragón escrito y dibujado 75 76 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Zaragoza, el Pilar, un mundo, un puente al futuro A las orillas del Ebro/me puse a considerar/que sería Zaragoza/sin la Virgen del Pilar. ¡Anda que sin el Ebro! Las dos señas de identidad dibuja TPB en estas fechas tan entrañables de fiesta y jolgorio. Silueta característica, casi folklórica, pero que identifica la ciudad, porque nos identificamos con ella. Es cartel clásico. La Fe, la historia, el arte, los acontecimientos extraordinarios y la vida cotidiana, tienen por escenario el entorno del dibujo. La ciudad se convierte en pueblo cuando llegan las Fiestas, porque hasta los más remilgados se vuelven como más populares y todo parece más rural. Se vuelve al origen. Para el Pilar siempre ha reinado el pueblo y las calles son sus palacios. Las peñas mandan, las carpas verbenean, la gente lo inunda todo. No es preciso que sean Fiestas del Pilar para que los aragoneses inunden el templo ni para que en la ribera comenten y discutan sobre el futuro del Ebro. Ahora con el puente. Un puente que empezó Pedro IV el Ceremonioso y concluyó Alfonso V el Magnánimo. La puente, como antes se decía, tiene 224 metros de largo por 12 de ancho. En este puente murieron el Padre Boggiero y el presbítero Sas, ahora hace 200 años. Dos leones de piedra, sentados, vigilaban la entrada y salida. Ahora son de bronce, de Paco Rallo, y están en pie como más atentos ya que soplan cierzos preocupantes, porque el puente se cedió al Estado pero ahora es de la Ciudad, y la Ciudad quiere, ¡al fin! aprovechar y disfrutar del Ebro, y eso exige alguna reforma en tan reformado paso. El Pilar es Monumento Nacional desde 1904, Basílica desde 1948. Impresionante edificio que en origen fue humilde capilla en una casa romana, después iglesia de adobes, más tarde templo románico, luego gótico y ruina cuando en 1435 se incendió. Sobre sus cenizas se edificó la Iglesia de Santa María la Mayor, que se demolió para levantar el proyecto que llevó a cabo Ventura Rodríguez en el XVIII. Un singular edificio de 130 metros de largo por 76 de ancho y 80 metros de altura hasta la cruz de la cúpula. Caben 5.000 personas. El Pilar, gigantesco relicario de una «columna» (redonda) que curiosamente no es «pilar» (rectangular) sobre la que luce, reluce y alumbra una imagen de sólo 36 cm. Imagen de una sola pieza, de madera frondosa con dos nudos, a la altura del tobillos y bajo el hombro derecho. Una imagen que es el más importante referente emocional y religioso de los aragoneses, que a miles van a verla siempre que pueden, porque a la Virgen se le reza con la mirada. Y con el beso en el óvalo de la columna de jaspe, que hubo que recubrir porque se la llevaban a trocitos. Alvarez Quintero decía en boca de un personaje que solo conseguiría el corazón amado «cuando aprendas a rezar, como reza Zaragoza, a la Virgen del Pilar». El Pilar esta interiorizado en los corazones de los aragoneses y protagoniza muchas de sus emociones, convirtiendo la dura plaza en hermoso jardín cuando las flores de la ofrenda perfuman la redolada poniendo colores a los sentimientos. Y la Virgen... «Virgen santa, madre mía, luz hermosa, claro día...» ¡Échanos una mano, porfa, que esta todo muy espeso! Aragón escrito y dibujado 77 78 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Zaragoza, comparsa de cabezudos y gigantes C on sus caras de cartón, sus gestos grotescos y su mirada perdida, los gigantes y los cabezudos pregonan las Fiestas. En España, empezaron a salir en la Edad Media en el Corpus de Barcelona, en el de Daroca... Hoy están por todas las fiestas que se precien. En Aragón no menos de 155 gigantones tiene inventariados la Asociación de Portadores Músicos y Amigos de los Gigantes de Aragón. Y cabezudos no digamos... Ya saben... «¡Grandes para los reveses, luchando tercos y rudos, somos los aragoneses... Gigantes y Cabezudos!» Y no es por señalar, que es un chiste muy facilón. En Zaragoza, hay quien dice que vinieron con Alfonso V desde Sicilia en el XV. Estas cosas les gusta mucho estudiarlas a la Asociación de Gaiteros de Aragón, que en esto y en otras muchas cosas de aragonesismo cultural están muy puestos. Pregoneros de la alegría festiva son plato fuerte en las Fiestas de Zaragoza. De ahí que la Comparsa, ahora subvencionada por la CAI, esté siempre en renovación y mejora. Fue famosa la antigua comparsa que, en 1860, recibió a la Reina Isabel II representando a Fernando de Antequera y el evento del Compromiso de Caspe. Pero la base de nuestra actual comparsa son los ocho gigantes y ocho cabezudos de 1867 obra del pintor decorador, bohemio simpático, Felix Oroz que murió en Maella. Y se fue completando, por ejemplo con el escultor que nació en La Muela, Dioniso Lasuén, que diseñó Gargantúa. Los Cabezudos que ya en el siglo pasado eran encorridos y encorrían a los más valientes eran: el Forano y la Forana, el Torero, el Tuerto, el Morico, el Roba- culeros, el Berrugón y el Boticario. Después, Sancho Panza duró sólo un año, porque llevó mucho tute. No así la Pilara del Oasis que nació en 1982 y sigue zumbando. Los gigantes son serios y van bien tiesos, parece que se han tragado un palo de gran escoba: Los Duques de Villahermosa, Don Quijote y Dulcinea, El Rey (Alfonso I) y la Reina (Doña Urraca), la Mora (por África), el Chino (por Asia), Gastón y su Dama del Bearn... Dan porte al espectáculo, asombran a los niños, hacen sonreír a los mayores, son un canto de ingenuidad. Pero los cabezudos son más revoltosos. Generalmente llevan las cabezas gentes alegres, (no de cabeza ligera) conscientes de su papel de ilusionar a los niños, para que les broten emociones mezcladas de temor y diversión, de turbación, sobresalto, alborozo, regocijo, excitación... Los niños prueban su osadía, venciendo el recelo al acercarse a esos «extraños» seres que corren y corren y parece que asustan pero son unos buenazos. Hay que ser abuelo, para entender la grandeza de los pequeños cabezudos y la inocencia de los apuestos gigantes. Dicen que son para los niños, pero ya, ya... el mismo Teodoro que los dibuja se lo pasa pipa con su nieta Amelia... ¡cómo lo pasan/mos los abuelos! Póngale música, canturreeló, y rejuvenecerá: «Al Berrugón le picaron los mosquitos y se compró un sombrero de tres picos»; «El Tuerto por melón se cayó un tozolón»; «Que no se diga, que no se note, que La Forana lleva bigote»... La Fiesta es trasgresión, lucha contra lo cotidiano. En Fiestas todos somos un poco niños. ¡A pasarlo bien! Aragón escrito y dibujado 79 80 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Jaca, la catedral: cabeza del arte románico N ada de lo que se refiera a Jaca puede ser ajeno a los aragoneses, no porque sea ahora turística «perla del pirineo», sino porque desde hace siglos es raíz del reino. Sancho Ramírez la eligió, hace más de 900 años, para capital del pequeño Reino de Aragón, desglosado de la monarquía pamplonesa, en el entorno territorial del río del mismo nombre. Por supuesto, no puede ignorarse su catedral que es la primera románica de España iniciada entonces, a mediados del siglo XI y ¿concluida? Aún están en ello. Las catedrales no se hacían de la noche a la mañana. Son procesos de siglos. Por ejemplo, en la de Jaca, como solía suceder se levantaron primero los muros perimetrales y la cabecera. ¡Venga románico! Pero no se abovedó seguidamente en piedra la nave principal, cubriéndose con techumbre de madera. Un incendió la destruyó y entonces, ya siglo XVI, se hicieron las bóvedas de crucería estrellada, tan góticas entre románico, que llaman la atención, si no se conoce el proceso. Esto lo saben bien los arquitectos y los historiadores del arte, pero no suele explicarse esta explicación y uno no se explica estos casi inexplicables anacronismos. ¿Me explico? Tampoco se explica demasiado que el Museo Diocesano de Arte Sacro Medieval, uno de los mejores escaparates románicos de España, lleve cuatro años cerrado. Ocupaba lo que fue el antiguo claustro catedralicio y estancias aledañas. Allí se podía disfrutar con las pinturas murales románicas trasladadas con mimo, paciencia y a veces algún sofocón, de diversas iglesias, como las de Bagüés, Ruesta, Susín, Navasa... Tras desmontar cubiertas de los espacios del Museo parece que hay nuevo proyecto... sólo falta cerrar el asunto de la financiación. O sea, nimiedades. Dineros. Pero el viajero, se consolará dulcemente con los «jaqueses», «lazos», «Condes o patatas de Jaca» y a cambio podrá ver el museo recientemente abierto de Miniaturas Militares (Soldaditos de Plomo) en dependencias de La Ciudadela. Magnífico, con fines educativos, consta de 23 escenarios con 32.000 piezas que reflejan con sumo cuidado batallas y hechos de guerra, desde el antiguo Egipto hasta las actuales Misiones Humanitarias pasando por el Medioevo o las guerras del siglo XX. No han olvidado la Brigada de Cazadores de Montaña de Aragón. Hablar de la Catedral de Jaca es pensar en el estilo decorativo llamado románico jaqués, en los capiteles y esculturas del «maestro de Jaca», en la urna del caspolino San Indalecio, en las pinturas de Fray Manuel Bayeu, en la vara jaquesa, en la impresionante portada meridional o la curiosa bóveda octogonal sobre el crucero, en las actas en pergamino del primer concilio de Jaca de 1063 ¡ay, tantas cosas!...pero en clave de futuro, también puede pensarse lo bien que quedaría demoler el edificio contiguo al pórtico, para dejar otra apertura a la Lonja, dejar exento y limpiar el exterior de la capilla de la Trinidad, hacer el Museo Jacobeo y por allí tener acceso a la torre de la catedral, que ahora es casi imposible subir. Parece que eso está en la cabeza de gente de seso. O sea, que la catedral, aunque sea del siglo XI, lo será también del siglo XXI. Aragón escrito y dibujado 81 82 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Sallent de Gállego, cabeza del valle de Tena E l río Gállego le da apellido pero sus mejores aguas son del río Aguas Limpias que viene directamente del glaciar. Sallent es roca, verde y agua. En invierno, nieve. El agua sale por todos lados. Alberto Serrano citaba que «A mediados del siglo XVIII el padre Marton mostró su convencimiento de que en Sallent, Cabeza del Valle de Tena, se quedó varada la nave del diluvio universal y donde el Patriarca y sus sucesores se aplicaron en la fundación de pueblos y ciudades: Bubal (por Tubal), Panticosa (Pan), Sallent (Sem)». O sea, que la cosa viene de lejos. Más historia de andar por casa: como no entraron nunca los árabes, en Sallent hay muchos rubios, que recuerdan como personajes fatales para la villa a Felipe II y Napoleón. Y a la Inquisición que hizo de las suyas en el valle, quemando brujas. Ahora es un paraíso. Sólo hay que sentarse un rato en el mentidero, en el carasol de la plaza, frente a la vieja ermita sin restaurar todavía, ver y escuchar a los nativos, casi todos bilingües, o a los visitantes, casi todos zaragozanos que se quedan con la boca abierta al mirar el diente fino de Peña Foratata y ya no la cierran de feliz asombro en todo el día. Así aprovechan para comer estupendamente en Socotor o cualquiera de sus muchos restaurantes. Los que se van a la nieve, almuerzan muy bien, y ya no bajan hasta la cena que es el momento de contar sus batallitas en la montaña. Los pequeños hoteles «con encanto» sólo dan desayuno. Los vecinos franceses pasan a pasar el día, y pasan de comer. Sólo compran. Sentados en el Mentidero se tiene además la ventaja de no ver el rocódromo que afea la plaza principal, e incluso la placita de tejadillos pirenaicos, con vocación suiza. Mucho habría que decir de Sallent, de sus usos y costumbres, de su casas ancestrales como la Del Reino, de sus inicios en el turismo, del inicio fotográfico del Dr. Gota, de la energía vital de Pirineos Sur, de su futuro esperanzador... No cabe. Junto a la Iglesia, con sensacional retablo de Juan Moreto y con la Virgen de las Nieves con piolet en una capilla, está la flamante Biblioteca. Asombra la bibliografía que hay sobre Sallent y sus cosas. Se ha editado un resumen con más de mil publicaciones. Y les gusta mucho la letra porque convocan un famoso concurso de relatos cortos, creo que para leer en tres minutos, y Premios de Investigación «Villa de Sallent». EL VIII premio lo ganó Alberto Martínez con una gran aportación a la historia contemporánea del esquí en Sallent. Parece que la cosa empezó cuando el abate Ludovic Gaurier, que estudiaba los glaciares del Pirineo, cruzó en 1905 la frontera por el Portalet y empezó a deslizarse con sus dos tablas hasta la «cantina» antiguo refugio de peones camineros y de Montañeros de Aragón, para llegar después a Sallent. Navidad de 1905. Ahí parece que comenzó el esquí en el Valle de Tena, que ha enganchado con tanta fuerza a montañeros por su belleza y a montañeses por su utilidad. Utilidad para desplazarse y romper su aislamiento y utilidad para revalorizar sus montañas. Véase Formigal, monumento al ladrillo aragonés y su entorno en peligro de «marbellización». Aragón escrito y dibujado 83 84 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Mora de Rubielos, puerta al Mediterráneo M ora a una hora, dicen los valencianos y castellonenses. Están las dos capitales justo a 143 Km ahora ya (casi) de autopista. De Zaragoza queda a 220 Km pero la Autovía Mudéjar en todo el trayecto (casi) la ha acercado en el tiempo. Y si llega cansado, desde hace bien poco, con una gran inversión, se ha inaugurado el Hotel La Trufa Negra (****), que ha merecido la Placa al Mérito Turístico del Gobierno de Aragón de este año. Mora tiene una sensacional iglesia gótica, excolegiata, Monumento Nacional, con mucho atractivo. La reja de forja quizá sea su elemento más valioso. La anchura de la nave – 19 m – sólo es superada dentro del gótico hispánico por la catedral de Gerona. Y varias ermitas en su entorno: De Loreto del XVI, de San Roque y de la Soledad del XVII y de San Miguel y de la Dolorosa del XVIII, aunque remozadas en el XX. O sea, un muestrario. Y para muestrarios los que ofrecen las tiendas «oulet», tanto Adidas como Sportwell, que llevan más gente a Mora de Rubielos que el Castillo o Colegiata. La ropa deportiva, calzado y complementos de medio Reino Valenciano (es un decir) se compra allí. Los fines de semana impresiona el gentio que no se cree los interesantes precios, quizá porque piensan en el «rollo embustero» que hacen en la panadería todo acaramelado por fuera, pero casi nada dulce por dentro. Puestos así, lo que no engaña en estas tierras son el jamón y la «conserva», lomo y longaniza en aceite. Hay varios secaderos e industrias cárnicas en Mora, que dan de comer a mucha gente, en sentido literal y figurado. Pero, quien quiera disfrutar en Mora de Rubielos lo primero que tiene que ver es lo último incorporado en la reconquista de Aragón (Alfonso II en 1171). El castillo de Mora es tan grandioso que enamora y merece más de una hora. El actual castillo lo construyeron los Fernández de Heredia, iniciado en el siglo XIV por el sanjuanista, Gran Maestre de Rodas, Juan Fernández de Heredia. Macizo, chato, pesado, es una montaña de piedra pero de sillería. Grandes y anchos muros, pocas ventanas. Planta cuadrangular (67 x 65 m) con cuatro bajas y robustas torres y gran patio de armas porticado en el centro, donde se celebran los Festivales de Verano que organiza la DGA. El castillo–palacio fue desde convento franciscano hasta cuartel de la Guardia Civil, pasando por cárcel del distrito. Por la desamortización de 1835 se hizo bien municipal, por decreto de 1944 se hizo Monumento Nacional. Décadas de abandono le hicieron una ruina gigantesca. Restaurado a base de bien en los setenta y con continuas pequeñas intervenciones vuelve a ser una gigantesca gozada. Recientemente han comenzado las obras de restauración del ala norte, y se diluirán medio millón de euros más. Es que es mucho castillo. Ocupa una superficie de 4.300 m2, o sea, medio campo de fútbol y el recinto fortificado es más grande que un campo de fútbol. El castillo de Mora es de la tipología y época de los mediterráneos de Bellver, Perpignan, Castel Nuovo y Avignon, pero claro está en Aragón... y no acabamos de creérnoslo. Debía figurar en el Estatuto de Aragón la obligación de conocer y valorar nuestras glorias. Aragón escrito y dibujado 85 86 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Villanueva de Sijena, Servet y las Hermanas de Belén V illanueva de Sijena es población hija de Alfonso II y Doña Sancha. La reina quiso fundar un monasterio femenino en los áridos parajes esteparios de Monegros donde un escaso manto de tomillo, romero, manzanilla y esparto cubre un paisaje ondulante, polvoriento y solitario. Y junto al Alcanadre, que allí llaman «Matapanizos» por lo frecuente de sus inundaciones, asentó el pueblo como complemento del vecino Monasterio de Santa Maria Reina. Lo cierto es que a veces pueblo y Monasterio no se han llevado bien, pero eso son anécdotas. El pueblo de Sijena, con «jota» parece más aragonés, está a un kilómetro del cenobio y a noventa de Zaragoza, por la Sierra de Alcubierre. Una hora que vale la pena, porque allí en 1511 nació, ya infanzón, su más famoso hijo: Miguel Servet Conesa, alias Revés, hijo de Antón Servet, notario del Monasterio de Sijena. Su Casa Natal, sede del Instituto de Estudios Sijenenses, no es un monumento estático a la memoria del sabio sino un centro dinámico para potenciar el estudio y difusión de su vida y su obra. La restauración fue inaugurada en el 2002 por don Felipe de Borbón y Grecia. El Monasterio es Panteón Real donde están enterrados la Reina Doña Sancha señora de Alfonso II, su hijo Pedro II y las infantas Doña Dulce y Doña Leonor. Aquí estuvo la sede del Archivo de la Corona de Aragón y el monasterio en momentos estelares llegó a albergar a tres reinas. Hoy se van haciendo mejoras lentamente en la vieja fábrica medieval, pero falta muchísimo y la Iglesia, los sepulcros, los claustros, están lamentablemente casi como siempre. Siempre ha sido mo- nasterio femenino desde su fundación en 1188, habitado por Monjas Sanjuanistas y desde 1984 por Las Monjas de Belén, de la Asunción de la Virgen, y de San Bruno, que son una nueva familia monástica que nacieron espiritualmente en Roma, en 1950, en el seno de una peregrinación de franceses en el día de la proclamación del Dogma de la Asunción por el Papa Pío XII (gracias Juan Antonio). Vinieron a Sijena porque encontraron un desierto de austera belleza que les recordaba los desiertos de Palestina. Son monjas jóvenes, muy espirituales pero muy movidas. Vinieron seis, cuatro francesas y dos españolas. Ahora son unas cuarenta y de aquí han salido a fundar por todo el mundo: Bélgica, Austria, Israel, Estados Unidos... Hijas de San Bruno practican vida de silencio y soledad. Así han puesto una tapia cerrando el acceso a la entrada principal de la Iglesia que frustra bastante al visitante. En el actual recinto del monasterio es difícil dar cabida a las nuevas postulantes. Para responder al estilo de vida de esta familia contemplativa se han edificado ermitas, donde cada hermana ora, lee y trabaja durante 20 horas diarias, en soledad y silencio. Acogen para retiros de oración en su hospedería y venden sus trabajos artesanos de cerámica decorada a mano. Con tanta espiritualidad me olvidaba dar la pista de un muy buen restaurante de Villanueva de Sijena, la Bodega, con numerosos premios que hacen Menú y carta de Otoño, con judías oreja y morro, manitas rellenas, migas, sopa monegrina (pan, jamón, ajo, romero...) En fin, que hay que dar gusto al cuerpo y al alma. Aragón escrito y dibujado 87 88 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Munébrega, tierra de obispos, vino y turismo E ntre Calatayud y el Monasterio de Piedra, a mitad camino, el viajero atraviesa sosegadas tierras de viñedos, con suaves laderas, y aprecia recortadas en el cielo, emergiendo del caserío, dos torres gemelas de ladrillo de una iglesia. Es Munébrega. Un pueblo pequeño, no llega a 500 habitantes, pero tan peculiar que bien merece entrar a conocerlo. El bar Campeón te espera a cien metros del desvío con una exposición en el mostrador de lo que parece el resultado de un campeonato de tapas, de tapas antiguas, de pueblo, de las de toda la vida, sin sofisticación pero con fundamento: bacalao rebozado, pinchos de chorizo de cabra, torreznos, fuentes de costilla y lomo en adobo, salmueras naturales, rebozados... José Luis y Manuela llevan 10 años dale que dale. Les encanta la gente y que su tapas encanten a la gente. Con amor. Así, sí. Cosas más serias. Trece obispos y un cardenal han nacido en Munébrega. Y un embajador. Y el más ilustre, el Gran Maestre de la Orden de San Juan, Juan Fernández de Heredia, del que va a celebrarse el VII Centenario de su nacimiento (1310) un evento que ya están preparando. En la Iglesia Parroquial de la Asunción por empeño del párroco D.Alfredo (Gracia) se ha montado un museíto que exhibe los retratos al óleo de todos ellos. Además guarda siete códices de música gregoriana del siglo XI, que son joyas, y otras jocalias, que enseñan muy orgullosos desde el Alcalde José Félix a la educadora de adultos Maria José, o Ana Mari dueña de casa rural. Con amor. Así, sí. Para atender al turismo hay dos o tres casas rurales y un encantador Hotel ubicado en un sugestivo edificio restaurado, La Casona del Solonar, así los fines de semana se recupera el pulso y se nota la fiesta. Por cierto, que sus fiestas de la Virgen del Mar y de la Cuesta han sido declaradas de interés Turístico Regional. Otro por cierto: la devoción a la Virgen del Mar en tierras tan interiores se debe a una milagrosa salvación de gentes de Munébrega en aguas mediterráneas y el nombre de Virgen de la Cuesta es porque está allí, en la cuesta de subir a la Ermita. Allí, donde está la fuente de Bautista (debe ser San Juan Bautista) tienen una obra hidráulica romana que sigue siendo útil. Hay otras fuentes como la del Piojo, del Lavador y de la Posada o de los cinco caños, cuyos nombres no precisan paréntesis. Y como están por la labor, hasta hacen cursos de iniciación al piragüismo en tan histórico estanque. Con ilusión. Así, sí. Otra cosa es el vino. Tierra de buenos vinos, hasta el punto que su tinto Alto Las Pizarras, hace bien poco, consiguió 93/100 puntos en la cata de una de las más prestigiosas revistas especializadas de Estados Unidos. Los caldos son muy buenos pero ¡ay! la comercialización asociados a Bodegas y Viñedos del Jalón, no ha estado tan fina. Es casi tan importante saber producir como saber vender. El buen paño en el arca ya no se vende. Ni venden el vino que hacen amorosamente una docena de amigos que le han puesto etiqueta Zarandillo, porque el gentilicio popular de los munebrecenses, es zarandillero. Me dicen que lo hacen sólo para casa y para regalar. Veremos si es así. Aragón escrito y dibujado 89 90 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Monasterio de Veruela, a la vera de Vera E l Real Monasterio de Nuestra Señora de Veruela y el entorno moncaíno que le rodea es de lo más granado de la provincia de Zaragoza. A sus muchos alicientes naturales y paisajísticos se le añade un sensacional monumento histórico artístico, el Monasterio, y al Monasterio se le ha añadido un poderoso reclamo que es el Museo del Vino del Campo de Borja. Y se le van a añadir mas cosas. Lean, lean... En 1973 abandonaron el Monasterio de Veruela los jesuitas que lo ocupaban desde 1878. Del abandono, lo sacó la Diputación Provincial a pesar de que no era propietaria y sólo tenía la cesión de uso. Poco importó e invirtió. Así se invirtió la dinámica de la zona. En estos momentos ya está redactado el Proyecto de Parador Nacional, quizá el mayor de España con 110 habitaciones y la DPZ está restaurando el Palacio Abacial para que en breve haya 30 habitaciones y salones para convenciones. Además una tradicional y activa Escuela Taller está mejorando los aparcamientos. La Virgen de Veruela se apareció a D. Pedro Atarés, señor de Borja, y ahora parece que va a aparecer, un campo de golf, varias urbanizaciones, más restaurantes y alicientes turísticos. Por cierto que el tradicional restaurante La Corza Blanca de Veruela es el punto de encuentro de las degustaciones gastronómicas de la cabra moncaína, un ambicioso proyecto de Adocrin por recuperar una ganadería autóctona que estaba casi extinguida. El Museo del Vino de la D.O. Campo de Borja (17 bodegas, la última en Vera, de mi amigo Pedro Aibar) es un ejemplo en lo que se refiere a modernidad expositiva. Al contrario de lo que se ve por ahí, donde no se puede tocar nada, aquí se permite meter la mano por todo. Sorprende por ser muy interactivo. Se disfruta con el lagar virtual, sala que tiene en el suelo granos de uva, y al pisarla se convierte en mosto. En el minicine se proyecta una película de dibujos animados con una protagonista GARNACHICA que explica como se hace el vino. Sala teatro virtual con un monje de la edad Media, en tres dimensiones, con hábitos blancos del Cister, que establece un diálogo con una chica moderna, enóloga por mas señas, y hablan sobre las características saludables del consumo moderado y racional del vino. El monje dice que la Regla de San Benito no les dejaba tomar más que una jarrica al día para entrar en calor, y la enóloga dice que era un pena porque va bien para el colesterol y tiene propiedades antienvejecimiento. En otra sala se mete la mano en cajones para percibir por los dedos las sensación que produce el vino en la boca, lengua y paladar: aterciopelado, astringente, frío y calido. En fin, instructivo y divertido. Así no extraña que desde el 26 de abril de 2007 que se inauguró el Museo hayan pasado ya 35.000 personas. Y los de Vera, los vereños, encantados gozando del hermoso paseo que une Vera y Veruela que tanto transitaron los Hermanos Bécquer. Además cuidan mucho sus casas, y han entendido que el turismo trae riqueza y calidad de vida. A 80 Km. de Zaragoza, a un paso tiene Vd. un paseo por la historia llena de futuro o por un futuro lleno de historia. No sabría decirles, pero que muy bien. Aragón escrito y dibujado 91 92 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Quinto, en el Ebro, pero no de Ebro E n el valle medio del Ebro, junto al río, entre las secas tierras monegrinas y las no menos agostadas de la estepa belchitana, se acomoda la población de Quinto en una llanada de aluvión. Aun hay gente que le llama Quinto de Ebro, y aunque los quintanos se sienten muy orgullosos del padre Ebro, lo cierto es que paradójicamente riegan 3.000 Ha de una gran balsa en la Loma del Carnero y van escasos de agua de boca de calidad porque el Ebro pasa antes por Zaragoza y por la papelera. ¡Menudo regalo! Siempre se ha llamado Quinto a secas, aunque sea húmedo, incluso con antiguos manantiales salutíferos en un barrio que oficialmente se llama Baños aunque todo el mundo le llame Managua. El pueblo se llama Quinto porque fue Quinto Miliario en la vía romana. Y Quinto decía el azulejo de la iglesia: «El día quinto del mes quinto entro en Quinto Felipe V». Parece que el nombre de Quinto de Ebro empezó a usarse por los técnicos de la Dirección General de Regiones Devastadas, cuando tras la guerra civil se proyectó la reconstrucción del pueblo que había quedado «mustio y triste, roto a cañonazos, abierto en pedazos por los obuses y bombas» según decía el Heraldo de 15 de marzo de 1938. De la actividad de Regiones Devastadas hasta su desaparición en 1957 ha quedado el Ayuntamiento, 15 viviendas de «labrador medio», la iglesia parroquial, y las Escuelas, hoy casa de cultura. La monumentalidad parece que va con la altura. Los pueblos del llano suelen tener menos atractivos visuales que los montañosos, pero en Quinto son muy peculiares sus Arcos de San Miguel, San Antón y San Roque, que abrazan las calles y son ocasión de celebración vecinal en su fecha, terminando con cuchipanda, claro. El monumento por excelencia de Quinto es El Piquete. Emblemático, castillo en origen, iglesia después, macizo de historia antigua y de historias bien recientes. Muy consolidado en el corazón de los quintanos, en cuya reconstrucción se trabaja sin parar. Sus campanas en honor de Ntra. Sra. el Pilar y «del Señor» según reza su bronce, anuncian la lenta reconstrucción. No se ha detenido la historia del Piquete, y su reloj funciona simbólica y realmente: da unas campanadas antes de las horas para advertir que van a dar; toca también los cuartos, las medias y los tres cuartos. Arriba, desde el recién inaugurado Mirador, se puede contemplar el Ebro, sotos, alamedas, huertas, riberas en estado puro, sin las urbanizaciones que han salpimentado todo el entorno capitalino. Quinto queda cerca de Zaragoza, pero de momento el frenesí actual se para en Fuentes de Ebro. Muy interesante la procesión del día de Santa Ana, de las más largas de Aragón, que sube hasta el monte, pasando por el Piquete, y a la que acuden tradicionalmente, ejemplarmente unidos, todos los quintanos de cualquier condición y residencia. Termina también con lo que ahora se lleva, otra tradición, otra cuchipanda. Muy sensibles en el Instituto F el C que homenajean a Teodoro PB y a sus dibujos. Y muy fructífera la semilla que dejó el casi quintano Jardiel Poncela, que hoy ha alumbrado un Grupo de Teatro «Quintus Teatrae» que cada vez lo hacen y lo pasan mejor. No hay «quintus malus». Aragón escrito y dibujado 93 94 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Peracense, el castillo de la gayuba I r y escribir de Peracense es remontarse a tiempos muy pasados, pero en cambio muy presentes. Peracense es un castillo y un hostal. Gracias al castillo, el pueblo de Perancense pervive. Y gracias al Hostal el viajero puede ejercer de turista. En Peracense no hay mas que 35 habitantes. Hubo momentos que Peracense desaparecía. Algún residente ilustre empezó a alertar en estas mismas páginas de HERALDO de lo que se perdía. Al castillo no se podía acceder mas que por una senda de cabras. Los pocos vecinos, entonces un centenar, hicieron huelgas y manifestaciones y se arregló el acceso y en 1987 empezó la DGA su restauración con mucho acierto. Ha durado años y esto nunca se acaba, pero ya tiene otra cara. Así lo reconocen a Esteban el guía los casi 20.000 visitantes que van cada año. El castillo atrae mucho, porque es mucho castillo. Peñasco con precipicios por tres lados. Fortaleza de planta irregular, acomodada al caos del terreno, de unos 150 m. de larga, con unos trescientos metros de murallas exteriores. Como todos los castillos que se precien tiene difícil la entrada al recinto y el acceso a la torre del homenaje donde vivía el alcaide que por cierto tenía el tratamiento de «magnífico». Después vivieron otros menos magníficos porque se utilizó como Cárcel de la Comunidad de Daroca. El castillo aún funcionó en las guerras carlistas hasta 1840 y ahora funciona como museo de sí mismo y exponiendo monedas y antigüedades que salieron en las excavaciones. El Hostal de Ramiro y Puri fue el eje de aquella movida. Hoy junto con la tienda lo lleva una amplia familia rumana de Transilvania que están encantados porque el paisaje y el clima es muy parecido, y porque van ampliando... Ya se han adjudicado el bar de Alba otro pueblo cercano también con ruinas de castillo fronterizo. Hacen menú abundante y sabroso de 10 euros, y María se ha especializado en la musaca con patatas y carne de cerdo picada. Tienen de todo: cada semana va frutero, pescadero, y carnicero. El panadero día sí y día no. Si Vd. quiere ir desde Zaragoza, lo mejor es por la autovía de Teruel, hasta Villafranca del Campo, y desde allí 16 Km. Peracense tiene otras tres carreteras de acceso: Por Rodenas, por Ojos Negros y por Santa Eulalia del Campo, pero como dice Puri «a cuala pior» Se está incrementando el censo con una docena de gayuberos, esto es recolectores de gayuba, que se llevan a Murcia en camiones para convertirla en medicamentos y exportarla. ¡Qué cosas! La gayuba es una planta rastrera de las zonas rocosas de regiones montañosas de clima templado. Especie perenne, llama la atención por sus diminutas bayas de color rojo brillante que se recogen en el otoño. Sus hojas pequeñas de primavera contienen principios activos con numerosas propiedades como taninos de acción astringente y glucósidos diuréticos, destacando la arbutina, de la cual se ha demostrado su gran eficacia antiséptica y antiinflamatoria sobre el tracto urinario. Si no hubiera habido Castillo, no habría hostal, ni pueblo, ni podrían ir los gayuberos. Luego, también hoy los Castillos defienden la vida en el territorio, como en la Edad Media... pero a su manera. Aragón escrito y dibujado 95 96 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Castellote, villa templaria, pero que muy actual P or mis recuerdos infantiles, Castellote, me sabe a fiesta, a primerizos asombros, a descubrimientos mágicos... Castellote fue mi primer destino turístico. Servidor vivía en Caspe, donde desemboca el Guadalope, río de Castellote, y era visita clásica y obligada en los años cincuenta ir a ver el Pantano que controlaba el agua del río común. Pantano de Santolea y Castellote, era el binomio mágico de las excursiones de verano. ¡Que tremendo castillo en ruinas entre los riscos! ¡Qué espectacular El Llovedor! ¡Que grande el pantano! Además, decía en su letra el Bolero de Caspe, que lo habían traído de Castellote, donde había «cuatro esquinas y las cuatro son de acero»... Hoy todo ha cambiado, pero me sigue enamorando. Al castillo se puede subir por una empinada senda viendo merodear con respeto a los atentos buitres, y disfrutando con las cabras hispánicas, que ahora hay muchas y llegan casi hasta el mismo pueblo para divertimento de la gente. El grandísimo castillo (130 x 50 m) estratégicamente situado es un ejemplo de primitiva fortaleza mejorada con buenas sillerías por las Ordenes Militares en el siglo XIII. Fue de la Orden del Santo Redentor, la siguiente década del Temple, y las siguientes centurias de la Orden de San Juan. Se amplió en la Guerras Carlistas con Cabrera, pero las cosas ya se iban haciendo peor y se conserva menos. La torre del Homenaje medieval debió ser impresionante. Enormes peñas rodean el singular paraje conocido como El Llovedor, que acoge a la ermita de la Virgen del Agua, patrona de Castellote. Sor- prende el manantial que brota de la pared de la roca y que aun en las peores sequías no ha dejado de manar en forma de lluvia. Los castellotanos acuden en romería: Los hombres lo hacen el primero de mayo y las cuadrillas tradicionalmente se guisan judias blancas y después conejo con caracoles. Las mujeres, van aparte, en Pentecostés, y más listas ellas, se van a comer a la fonda. El Pantano de Santolea me parecía muy grande aun así precisamente estos días ha empezado su recrecimiento, aunque la Huerta se riega con la Fuente del Salz. Al otro lado, del río sé buena tinta que se está experimentando con distintas variedades de nueces, y con la «chandler» ríase Vd. de las de California. Siempre han sido famosos los aceites, y quizá este invierno ya se muela en la nueva cooperativa. Y van a restaurar el acueducto y el lavadero. Todo es bueno en Castellote para Pilar Feced que contagia su amor e ilusión. Ah, lo de las esquinas, parece no son de acero, sino de «alero». Porque Castellote tiene muchas esquinas en un conjunto de casas antañonas: Planas, Pepetas, de Don José... que dan gran sabor a su casco viejo. Precioso Ayuntamiento sobre lonja. Encantadora fuente medieval con esculturas góticas camino al Torreón Templario, antigua cárcel, un espacio inaugurado este año que nos sumerge en el pasado histórico. Y prehistórico, porque es subsede Dinópolis turolense con fósiles de bosques carboníferos y allí se ve como convivían los dinosaurios y mamíferos hace 125 millones de años. Servidor fue a Castellote ya hace muchos años pero ellos hace muchos más. Y ahí están. Aragón escrito y dibujado 97 98 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Arándiga, feliz Navidad (con ajos) H ala, otra vez Navidad. Parece que fue ayer Navidad del año pasado. Y cuánto ha cambiado. Cambian los tiempos, cambian los deseos, cambia poco a poco la Navidad y mucho a mucho la Sociedad. Va siendo difícil eso de «Sentir las campanas repicando en tu corazón anunciando sus sonidos la presencia del amor». Navidad y el frío son una buena excusa para poder abrazar a quien queramos. O al menos, para mandar Felicitación. Pues eso, felicidades mil en este año que nos venden tan feliz. Teodoro dibuja su colaboración con fondo del Castillo de Arándiga. Y lo mío es hablar de pueblos, como por ejemplo Arándiga, pueblo de los ajos... Los ajos en Navidad, ni ácidos ni por sembrar. Y es que los ajos se siembran en diciembre, y se recolectan a primeros de julio. Y si no se conservan bien se ponen malos, cosa que no pasa con los ajos de Arándiga porque son duros y morados y se guardan en horcas o trenzas que en buen ambiente duran casi hasta el otro julio. No estaría mal que cuando nos comamos estas Navidades el ternasco asado con unas cabezas de ajos pensemos lo que hay detrás de una humilde cabeza de ajo. Elaboración todo a mano, sembrar, escardar, destallar el centro de la mata para que haga cabeza, arrancar, desbarbar recién arrancados, hacer manojos de 50 cabezas para secar en la era primero, humedecer para el trenzado, volver a secar y enfardelar para la venta. Además si sale en la mata alguno junto a otro hay que aclarar, dejándolos a una distancia de un «geme» (distancia entre dedo gordo y el índice extendidos, como saben bien «los de pueblo» que me lean). La horca de primera, 50 cabezas, se vende a 12 euros. ¿A que el cordero navideño sabe mejor tras saber esto? El saber mejora el sabor. ¡Vaya frase que me ha salido! Disculpen que lo habitual es hablar del dibujo, del castillo... El origen del castillo es como la mayoría de los abundantes en la Comunidad de Calatayud. A mediados del sigo XIV protagonizaron Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón la Guerra de los Pedros. El de Castilla llegó a conquistar casi todo este territorio de Calatayud, concretamente Arándiga en 1363. El castillo fue de los Martínez de Luna, señores de Illueca y Morata. Ahora es del Ayuntamiento que ha arreglado el acceso hasta su base y va a hacer una senda–escalinata hasta sus muros que estos días se empiezan a consolidar. Es mampostería y tapial, típicamente militar. Arrogante ruina tirando a mudéjar, como corresponde a la zona, con precipicios por casi todos sus lados. Desde arriba la vista es impresionante, desde Nigüella hasta la desembocadura en el Jalón de los ríos Isuela y Aranda que se juntan a sus pies, desde hace miles de años. Pero como todo cambia ahora el protagonista del paisaje es el AVE, que cruza todo el término hasta llegar al túnel de las Torcas y salir por Ricla. Ricla empieza con «r» de rumanos. Bueno será terminar deseando Tambien Feliz Navidad a tantos nuevos aragoneses, rumanos «Sarbatori vesele», búlgaros «Tchestita Koleda», o de donde quiera que sean. Y para los de siempre, los de casa, a pensar en los de fuera, a mirarse hacia adentro para ser mejores, y a disfrutar de la Navidad en paz, familia y amistad. Aragón escrito y dibujado 99 100 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Santa Fe, un monasterio para el 2008 E l barrio de Santa Fe de Zaragoza es una curiosidad urbanística y una vergüenza histórica. A una docena escasa de kilómetros del Pilar, se encuentra el testimonio de un monasterio cisterciense rodeado de urbanizaciones y chalés, ejerciendo de isla urbana. La carretera de acceso al núcleo es del municipio de Zaragoza, pero su derecha pertenece a Cadrete y su izquierda a Cuarte. Los residentes de este singular entorno te hablan de que por allí viven futbolistas del Zaragoza o Marianico el Corto, pero se quedan callados al hablar del Monasterio. Salvo Vicente y Rosa que viven adosados a la Muralla que rodea todo el recinto monástico. Qué van a decir. Del cisterciense Monasterio de Santa Fe fundado en 1341 no queda nada. Del Monasterio de «Bernardos» construido en el siglo XVIII sobre el primitivo, los franceses en la Guerra de la Independencia con sus balas y después los aragoneses con su indiferencia, no han dejado más que ruinas vergonzantes. Una majestuosa iglesia «por el orden de una catedral», cerrada a cal y canto para evitar algún accidente y una maltrecha muralla, con maltrechos cubos semiesféricos. La mayoria de los cubos y muros han sido aprovechados para hacer casas, si bien queda algún tramo precioso como el de la calle Mainar. Todo es propiedad privada. La Iglesia y las casas de labradores construidas dentro de la muralla, son de una veintena de familias. Me las han contado: «Actualmente viven doce personas y el pintor» Frente a la impresión casi medieval, campesina y familiar de esta curiosa comunidad del recinto monacal, el entorno se ha poblado de casitas a ambos lados del Huerva. Son de Cuarte o de Cadrete. Segundas y primeras residencias por su proximidad a la capital rodean a los 12 zaragozanos que viven intramuros, en la isla. Al llegar al monasterio un gran cartel dice: «Te quedan sólo 200 metros para tu felicidad». La felicidad se encuentra no en las paredes del convento, sino en las casitas que están construyendo alrededor. Y es que son plantas bajas «con jardín privado» y con garaje para dos coches. Un lujo tan cerca, pero tan lejos. Me dicen que hay villas de un millón de euros. A pesar de haber comido bien en el restaurante La Muralla, me marcho cabreado de ver que lo histórico artístico está igual que hace diez años. Solo progresa lo histérico urbanístico. El Monasterio de Santa Fe era la entrada a Zaragoza no solamente desde Teruel, sino también de la carretera real de Madrid, que pasaba por Molina de Aragón y Daroca. Allí descansaban las visitas reales, y al Monasterio acudían las autoridades zaragozanas para recibir a los monarcas. Ahora no acude nadie. Lo cuento para excitar la visita al Monasterio, a ver si excitamos el celo de quien corresponda, y se pone algún remedio a este desastre. La caballería francesa, rechazada de Zaragoza en el Sitio de 1808, ocupó y machacó el Monasterio. Ahora se celebra el bicentenario de Los Sitios. Pues este es un sitio pero que muy singular, que habrá que esconder de los visitantes de la EXPO. Si, excitado su interés, se acercan hasta Santa Fe, soy optimista y creo que me entenderán. «Maño, que torpe eres», me dice la señora Rosa. Aragón escrito y dibujado 101 102 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Lobera de Onsella, paraíso natural en las Altas Cinco Villas F eliz año, amigos. Sólo a TPB se le ocurre empezar el año dibujando Lobera de Onsella para que tenga que ir al extremo de la provincia de Zaragoza, a 20 kilómetros de Sos del Rey Católico. Claro que Ramón J. Sender ya cita la villa en Solanar y Lucernario Aragonés y eso atrae mucho. Pero realmente, si no fuera por el frío el viaje bien vale la pena. Lobera está en el centro del valle del río Onsella o de la Val d´Onsella, y realmente hay poca gente, pero muy maja, con una ejemplar conciencia aragonesa aunque sólo vean la Tele–Navarra y nada la Tele–Aragón, porque están en el límite de la foral Navarra, a media hora de Sangüesa, población a la que van a comprar, cotidianamente. A cobrar las pensiones van a Sos, donde están los bancos, pero si hay algo más importante, que lo dudo, van a Pamplona o a Zaragoza, claro. Tienen problemas de comunicación. Las Cinco Villas es la comarca más extensa de todo Aragón y no tiene ni un kilómetro de carretera Nacional, ni de autovías ni de autopistas ni de ferrocarril. ¿Hasta cuando? dicen sus gentes. Y peor esta parte de la Comarca. La carretera que va a Longás, lugar habitual para el paseo, tiene un litigio de antiguo entre administraciones, y la una por la otra, no la atienden. Menos mal que Isuerre, donde hay Casas Rurales, está sólo a 4 Km y sus campanas se oyen desde Lobera cuando tocan a misa, igual que el jaleo de las Fiestas. En Lobera hay una Casa Rural muy preciosa. Cerca está también Navardún con un impresionante Torreón medieval que compró y restauró la Diputación de Zaragoza. Hay mucha solidaridad y buen rollo entre la escasa gente del valle. Lo mejor de Lobera, aparte de los loberanos, con lobos en su escudo y lobos en el altar de su parroquia, es su paisaje, sus montes, más de mil Ha de superficie forestal, sus barrancos, los pinares donde en su tiempo las setas están a montones. Hay dos o tres pinares del pueblo con pistas para pasear y hacer senderismo por ellos, deliciosa actividad salvo cuando hay «babada», esto es barro que se pega a los pies al derretirse el hielo por el sol. Y hay varias fuentes como la del Sesayo que ha dado nombre a una Asociación Cultural que nació para «recuperar el Rito de los Herniados, para fomentar las tradiciones y darle vida al pueblo». En Lobera está la fuente / de donde mana el querer / donde van las loberanas / derechicas a beber. ¿Qué es el rito de los herniados? Se preguntará a lo mejor el curioso lector. Pues mire Vd. una tradición muy recordada. Van a la Ermita de San Juan en romería el 24 de Junio, aunque los actos comienzan a las doce de la noche del día 23. Hay que contar con un niño herniado. Se rompe el tronco de un roble, pasando el niño herniado por la ruptura del árbol a la vez que se dice «Tómalo, Juan; dámelo Pedro, herniado te lo doy, sano te lo devuelvo». Estas palabras se repiten tres veces, pasando al niño de un lado al otro. Una vez restañado el corte del árbol, si no se seca curará el herniado. Jacinta me cuenta que hace muchos años conocían en el pueblo casos en que funcionó el pase por el roble chaparro. Por eso, ahora, de la tradición, pase lo que pase, no pasan. Aragón escrito y dibujado 103 104 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Caspe, compromiso con el futuro Y a hemos dicho adiós definitivo a las Navidades y al 2007. Es hora de olvidar lo entrañable, lo almibarado y pasar del rosa, al multicolor panorama que nos trae la vida para el 2008. En Caspe parece que los vientos soplan bien, por la popa, para avanzar rápido. Terminó el año con anuncios de urbanizaciones gigantes, nuevo camping, industria que Konecta con todos, apartotel, y en el horizonte todavía un montón de grúas de la construcción rompiendo el cielo. Y además, visto a «gran escala», Caspe es «el oasis» de los Monegros, que no se olvide. Un pasado de grandeza suele ser una pesada losa para los pueblos. Por ejemplo hay gente poco positiva que se empeña en decir lo bueno que era lo pasado, como si no hubiera tontos entonces (quedan ellos para demostrar lo contrario). Lo bueno es el presente. Caspe, no va tan deprisa como quisiéramos, pero va marchando. De Caspe no puedo escribir imparcialmente porque aquí nací, jugué, aprendí a leer, a trabajar y a querer. Y eso marca. Y le estoy agradecido. No obstante, creo que Caspe no es conocido bien, porque se le ve un pueblo grande, con funesta tendencia a la apatía, y sin garbo rompedor. Quizá no ha tenido la suficiente capacidad para prosperar aglutinando la Comarca, una zona difícil, de grandes pueblos, con fuerte personalidad y poco homogénea. Pero tengo la impresión que esto va camino de cambiar. Creo que no se conoce bien el potencial humano, económico, social y cultural de Caspe. En Caspe hay de todo un poco, si bien de nada mucho. Está en el Meridiano Cero, símbolo de equilibrio universal. En este singular año 2008, grandes eventos se preparan. La Colegiata cumple cien años como Monumento Nacional. Parece que por fin va a acometerse una restauración por partes pero amplia, y que se está gestando una gran exposición para reconocer su arte y comprender su historia. Tras un cuarto de siglo de gestiones al fin se van a inaugurar los modernosos Juzgados que el Ministerio de Justicia ha construido en el cambio de rasante, tímidamente resuelto, de la Avenida de Chiprana. Este año se inaugurará un gran recinto ferial que consolidará Expo–Caspe, tras Expo–Zaragoza, y que será solar de otras ferias monográficas y salones especializados. Parece que se pondrá la primer piedra en el Museo de la Pesca, junto al puerto deportivo del Poblado El Dique, y quizá la segunda del Museo del Compromiso. Recuerdo que la primera fue en 1912, quinto centenario del acontecimiento que apellida la ciudad. Algunos piensan que se pondrán también la tercera, la cuarta y varias más del nuevo Polígono Industrial. Y quizá se remate la Residencia de Tercera Edad, que se inició hace bastantes años, cuando eran jóvenes los posibles residentes de hoy. Servidor está convencido que La Comarca, como organismo, encontrará el rumbo y la sede adecuada. Que se terminará por fin el arreglo de la Nacional 211 hasta Mequinenza, y el de las carreteras de Maella a Fabara y a Mazaleón, porque los catalanes ya están terminando la de Maella a Batea. En fin que el 2008 puede ser un año para recordar y celebrar. O sea que el presente es un esperanzador suma y sigue. Hay que echarle ilusión colectiva. Aragón escrito y dibujado 105 106 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Veracruz, Obarra, santuario condal ribagorzano E sto de situar Veracruz en el mapa es un lío porque, como suele pasar, el efecto de la despoblación en alto Aragón ha obligado a los municipios a fusionarse y formar unidades administrativas comunes... y aún así. El Monasterio de Obarra pertenece al municipio de Veracruz, nombre de nuevo cuño sin antecedentes históricos que según me cuentan fue invento de un funcionario ya en 1966 para evitar protagonismos al fusionarse Beranuy y Calvera. En el monasterio hay varios mapas de Huesca, Ribagorza Histórica y en uno de Aragón de Rafael Margalé donde se aclara que el término territorial de Obarra era Calvera. Hoy es Veracruz, municipio formado por Beranuy que ejerce la capitalidad (25 habitantes), y las pedanías de Ballabriga, Biescas de Obarra, Calvera, Las Herrerías, Moréns y Pardinella. Todos juntos no llegan al centenar de habitantes. Mucha letra pero pocos números. Pero todo muy bonito y atractivo. Ideal para visitar al mismo tiempo que Roda, y así se recorre el valle del Isábena que, con el Ésera y el Noguera Ribagorzana, son los tres ríos que recorren de Norte a Sur la Ribagorza, la comarca más extensa de las pirenaicas. Me gustan los ríos que ejercen de ejes vertebradores y abrazan el rumor de sus aguas con varios puentes medievales. El Monasterio de Obarra, declarado Bien de Interés Cultural ya en 1931, se localiza yendo desde Graus camino del cielo pirenaico. Es el punto kilométrico 40,3 de la carretera A–1605 y es un punto obligado para disfrutar de románico y naturaleza. A mil metros de altitud, al pie de las ro- cas escabrosas de La Croqueta, y a la cabeza de las iglesias restauradas. Lo fue en el año 1978 por el arquitecto Pons Sorolla, autor también de un puente de acceso hecho para impedir el fácil acceso... de vehículos al recinto. El conjunto es excepcional: Antiguo cenobio y palacio abacial que apenas se tiene en pie, iglesia principal de planta basilical, de 25 m y tres naves, aunque hace un par de años la DGA tuvo que restaurar la nave Norte porque se hundía y ya se había desplazado 20 cm. de la principal. También hay una primorosa ermita románica para acogimiento de peregrinos aunque cada vez hay más destrozos y desmanes, al estar tan escondido y apartado del mundo. Lo ideal es ir en grupo y gozar de la explicación de D. Laureano, párroco de Beranuy que está en Obarra «siempre que no prime otra cosa» con quien hay que contactar para ir a verlo. Menos mal que se han puesto unos paneles explicativos muy completos en el aparcamiento de la carretera y en la plaza o pradera del recinto. En todo el municipio sólo hay un Restaurante, que se llama Obarra, claro, pero le llaman «La Cuadreta» situado en Herrerías de Calvera, donde hacen buenas carnes a la brasa, y tienen setas del entorno. Este año como no ha llovido no ha habido ni una. La fiesta grande es para el 15 de agosto, en honor de la Asunción, aunque la patrona es Santa Eulalia. El 20 de Enero, San Sebastián, celebraban la llamada «fiesta pequeña» de Beranuy. Me recuerdan que era tradicional la misa, comer bien y baile, pero ahora aún es más pequeña todavía porque no hacen nada de nada. ¡Están tan pocos! Aragón escrito y dibujado 107 108 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Torralba de Ribota, una iglesia con acuitardo T orralba está a diez kilómetros de Calatayud, próxima al río Ribota, que rinde sus aguas al Jalón discurriendo casi en paralelo con el Manubles. Los pueblos de ambos valles son de obligada visita para quien quiera gozar del mudéjar aragonés. Uno, que es experto en no serlo de nada, se atreve a decir que tanto la ruta del Ribota, como la del Manubles son dos recursos turísticos de primera magnitud que han de convertirse en «productos» turísticos, por su innegable atractivo al que sólo falta, para ponerlo en valor, terminar las restauraciones y ofrecer servicios de calidad a los viajeros. En el punto más alto de Torralba estaba el castillo, murallas y la iglesia. Se instalaron allí porque había nivel freático y un acuífero–acuitardo para suministrarles agua bajo el suelo. La guerra de los Pedros en el siglo XIV y hasta los franceses en 1808 que por allí estuvieron se encargaron de que solo quedase la iglesia, pero ¡qué iglesia! y el acuífero, pero ¡vaya acuífero! El acuífero–acuitardo es un fenómeno que se produce en determinadas cavidades que manan agua gota a gota. El término acuitardo hace referencia a las formaciones geológicas semipermeables que, conteniendo apreciables cantidades de agua, la transmiten muy lentamente. En los acuitardos no se pueden normalmente emplazar captaciones importantes, pero ahí está el agua constantemente, en este caso en el subsuelo de la iglesia. Según me explica el prestigioso arquitecto restaurador del monumento D. Joaquín Soro, ya se cuenta en un libro de principios del siglo pasado que los esqueletos de los sacerdotes enterrados en la cripta flotaban en el agua. En la iglesia de Torralba, que tiene unos 400 m2 llama la atención la exquisita proporción de todas su medidas así como el mudéjar como pervivencia de la cultura y el arte musulmán bajo la dominación cristiana, de lo mejorcito de Aragón, y su contemplación es una lección magistral sobre el mudéjar y su importancia en la zona bilbilitana, derivada de la infausta guerra de los Pedros que destruyó las iglesias anteriores pero nos dejó otras maravillosas como Aniñon o Cervera. En la de San Felix de Torralba asombra la belleza de esgrafiados de su mudéjar interior, y asombra más lo ajado y dejado que está el sensacional artesonado del coro. Por eso se comprende el desasosiego del Párroco, D. Ángel, cuando reclama más ayudas para terminar la restauración de esta joya Patrimonio de la Humanidad. Las humedades (y el acuitardo) siguen siendo problema. Este año les han concedido 30.000 euros que solo les da para hacer una zanja, ventilar un poco los cimientos y poner barrera antihumedad. En una estrella del alfarje se encontró la Shahada, profesión de fe islámica de su autor, declaración de fe en un único Dios (Allah en árabe) y en la profecía de Mahoma. «No hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta», fórmula que es como resumen del Corán que viene directamente de Allah y de la Sunna que es la enseñanza del Profeta. Cristianos, musulmanes, mudéjares del siglo XIV nos dejaron esta joya en Torralba, pero seremos bárbaros y zulúes (con perdón) si no la disfrutamos... y conservamos. Aragón escrito y dibujado 109 110 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Bujaraloz, Las Vegas de Bujaraloz N o hay río, ni hay vegas, pero dicen que las habrá. ¡Que lejos va a quedar aquel Bujaraloz que era sinónimo de sed! De sed y cereal, balsas y pozos, sitio de paso, perla de los Monegros... La escala (gran) de percepción parece que va a cambiar y de la sed vamos a pasar a la hartura, del cereal al golf, de las balsas para subsistir a lagos para soñar, y en lugar de pasar de largo, millones de gentes felices van a poner por aquellos andurriales su punto de destino, Eso si, seguirá siendo perla de los Monegros, aunque en la Comarca mande Sariñena y en lo económico Castejón o vaya Vd,. a saber quien, que en estas cosas de gran escala nunca sabe uno quien dirige el cotarro. La balsa «buena» esta seca, pero ya hay depuradora de residuales que inauguró la Ministra hace bien poco. Y siguen recordando cuando llegó el agua de boca, del Canal de Monegros, en tiempos de Hipólito G. de la Roces y en algún bar, al pedir un vaso de agua algunos dicen «dame un hipólito». Somarda aragonesa. Más de lo mismo, al repartidor de agua y gaseosas le llaman «El Seco». ¡Que lejos aquella campaña del SIPA entidad centenaria de aragonesismo ejerciente y contagioso, que tituló «Aragón tiene sed»! Al tanto, que no han desaparecido del todo los nubarrones trasvasistas. Bujaraloz es un mar de cereal por donde navegan decenas de naves... de pollos y cerdos. Las naves están varadas, paradas, pero el pueblo no para porque un rosario de camiones atraviesan la villa sin solución de continuidad, y con mucho peligro, gracias a la vergüenza que supone el que no se haya construido Autovía de Alfajarin a Fraga. Mira si podían parar a ver la nave capitana ocupada todo el año, no solo para Navidad, por el Belén monumental del amigo Flor de Lis. Es una curiosidad, como lo es que aquí naciera y viviera aquel extraordinario navegante Martín Cortés, maestro de navegantes quien, acostumbrado a los Monegros, orientarse en la mar se le hacía la mar de fácil. La mar de majo, él. Mi amigo Armando me ha regalado unas pastas de sartén sensacionales, rosetas que aquí llaman moldes y se hacen para las Fiestas de San Agustín. Estéticas, gustosas, artísticas, crujientes y sabrosas. Un gozo. La muy activa Asociación de Amas de Casa convoca concursos para Fiestas, promociona los Empanadones de cabello de Ángel, antes de carne de membrillo y ahora de crema pastelera, los bizcochos, magdalenas, longanizas... Por supuesto el ternasco es de diez y en el polígono hay secadero de jamón. Recuerdo entrañablemente su austera gastronomía que tanto gustaba citar a D. Antonio Beltrán, hoy morador ilustre de su cementerio, ubicado frente a las ruinas de su molino de aspas, que si se restaura será sorpresa y alegría visual de la llanada. Bujaraloz acaba de cumplir 800 años, como ha ratificado J. M. Arcal, al publicar el documento de donación de Bujaraloz por parte del Rey Pedro II a la Orden de San Jorge de Alfama en mayo de 1205. Allí se decía Borjaraloz, pero es detalle nimio porque no menos de una docena de nombres similares ha tenido la villa a lo largo de ocho siglos. Y falta el que se le pondrá ahora, con la misma socarronería aragonesa de siempre: Las Vegas de Bujaraloz. Aragón escrito y dibujado 111 112 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Borja, el barrio de la Morería T eodoro se va de barrios. Se fue a Borja al antiguo barrio de los moriscos, quizá influenciado por lo que estamos viendo en muchos pueblos, que los cascos antiguos, morerías y juderías, están tomando protagonismo ante esta nueva reconquista de la Reconquista. Aumenta el censo, la ocupación y la preocupación. En Borja ya casi rozan los seis mil habitantes. Voy a Borja con mucho gusto porque es para mi un referente en lo referido a interés cultural. El Centro de Estudios, que cumple cuarenta años, ha sido y es faro que ilumina otras asociaciones culturales. Inició su andadura con una pequeña exposición, precisamente en mayo del sesenta y ocho. Otra revolución cultural. En Paris levantaron adoquines, y en Borja yacimientos prehistóricos. Buena parte de la historia del Centro está unida a la investigación Arqueológica, y de ahí que hoy, gracias a Manuel Gracia, Isidro Aguilera, Manuel Jiménez y otros, puedan verse sus colecciones en el Museo Arqueológico en la antigua iglesia de San Miguel. Por cierto que esta iglesia fue silo del Servicio Nacional del Trigo y estuvo a punto de demolerse. Hoy es Patrimonio de la Humanidad... gracias principalmente a la labor del Centro, como puede suponer el lector inteligente. Una gente que igual monta unas Jornadas sobre Patrimonio que un Curso de Iconografía y Arte Religioso; celebran el V Centenario del fallecimiento de Cesar Borgia y a los pocos días el III Centenario de la muerte de la Condesa de Castellflorit emparentada con San Francisco... de Borja, claro, o reúnen al Comité Internacional de Historia de la Náutica y de la Hidrografía. ¡Señor! Ya me han contagiado el entusiasmo. Y yo tenía que hablar de la morería, un barrio que comenzaba en la calle de San Juan, delimitado por otras tres, Mezquita, Pruno y Calvo, que conservan integro el trazado original. Se creó tras la reconquista de la ciudad en 1119, cuando a los musulmanes se les dio un plazo para evacuarla. Y allí estuvieron los moriscos hasta 1610 que llegó la expulsión.. Aún se conserva y es poco sabido, la galería subterránea que llevaba agua a la mezquita desde el río Surban que es el que circunda la ciudad. Tienen suerte en Borja porque atienden la cultura elitista y la popular. Acaban de editar un libro sobre Gastronomía del Huecha (M.P.Garde) y uno se lo pasa en grande leyendo lo de las Tordas de Borja, o las recetas de sus dulces, los pericones, los pastelillos de la Inmaculada de Doña María, o los quimbos: Don Rufino, el médico, se fue a vivir a Montevideo. Se casó con una joven uruguaya muy adinerada y todos los años venían a pasar seis meses a Borja con sus criados y cocineras. Y dejaron para la Ciudad su receta: 6 yemas de huevo y una clara, azúcar y agua para el almíbar y buena mano. A finales del siglo XV Juan II concedió licencia a un musulmán para construir adosada a la muralla una torre fuerte de piedra, sorprendente, que no es la casa natal de Juan de Coloma, como se decía. Es el Torreón de los Ben Amir, a la entrada de la muralla, donde se está instalando un hotel con encanto. A lo mejor sirven Quimbos, y se mezclará la cultura musulmana con la uruguaya. Y toda ella será borjana. Aragón escrito y dibujado 113 114 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Godojos, un uno en el paisaje Q uien no respeta y protege el pasado no puede construir buen futuro, es frase del noble italiano Torello Monsagrati que está a punto de terminar las obras de restauración y rehabilitación del Torreón de Godojos. Una magnifica torre que parece un uno en el paisaje. Nomber one. Torre vertical, airosa, robusta y prepotente. En un altozano, en la cumbre del pueblo al que encumbra con su sola presencia. Un pueblo particular, con una torre dos veces particular, porque es de piedra bien trabajada y no hay piedra similar en los alrededores y porque era de un particular zaragozano, hasta que llegó un barón del Norte de Italia, médico en Bolzano, que se enamoró del bellísimo monumento. Cual César del arte, aprovechando que con el euro ya no había fronteras, vino, violo y comprolo. Hace unos años Godojos tenía el Castillo y a sus pies un millón de cepas. La Comunidad Europea también vino y ya no hay vino. Quedan sólo 200.000 cepas, y sólo quedan unos cincuenta habitantes. Desde Europa se pago por arrancar la viña, y gratis se arrancó también la población. A este paso dentro de unos años quedará sólo el Castillo. Pero vale la pena. Un castillo árabe, del que subsiste el segundo recinto y la torre de los Señores construidos por los Heredias. Destaca el remate del torreón, con delicadas almenas y suaves matacanes, como si fueran para adornar más que para guerrear. Los canes son los salientes... y se llaman matacanes cuando se redondean para hacer bonito y hacer pupa desde allí al enemigo. Se les tiraba aceite y agua hirviendo, piedras y otras cosillas medievales. Estas Navidades ha estado el barón, y me dicen que llega cuando menos te le esperas y que toda la restauración ha salido de su bolsillo, sin subvención alguna. De Italia puede ser difícil llegar, pero Godojos está muy bien situado. A 4 Km. de Alhama de Aragón, a l4 del Monasterio de Piedra, con carretera buena. A 35 Km. de Calatayud. Hasta el breve tramo de acceso al pueblo está ya subastado para arreglarlo. Un exiguo bar, que mi amigo Armando decía que era la Catedral de Guiñote por la sabiduría de los jugadores locales, está a punto de ser trasladado a otro edificio nuevo para convertirse en club social que es lo que ahora se lleva. Pero no hay horno, desde que se fue el panadero hace 30 años por dificultades de convivencia con el pueblo. Pueblo pequeño, infierno grande, ya se sabe. Ahora va el panadero de Ibdes, y la médica un día sin otro, el practicante el martes, y los medicamentos se los llevan a casa. La tienda la quitaron y la tendencia actual es ir a comprar a Calatayud. Digo el dicho que me dicen: el pan con ojos, el queso sin ojos, y el vino de Godojos. Y echamos un trago. Pero es mal trago ver estos hermosos pueblos con Torre de los Señores, que se quedan sin vasallos. Pero no todo se ve gris: en verano y en fiestas que hábilmente han pasado al primer fin de semana de agosto se llenan todas las casas, y Agustín el de la bodega, tiene 94 años y aún sigue conduciendo. El Barón de Monsagratti parece que está contento y la ermita de la salida del pueblo esta dedicada a la Virgen de la Esperanza, que falta hace. Así que tutti contenti. Aragón escrito y dibujado 115 116 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Pedrola, sobre ruedas y con altos vuelos V uela alto Pedrola. En la Agencia Espacial Europea de Ámsterdam hay un astronauta, y mire Vd. por donde, es de Pedrola. Es sustituto de Pedro Duque para los vuelos espaciales. A especiales acontecimientos y duques ya están acostumbrados porque el Ducado de Villahermosa tiene aquí desde hace más de cinco siglos su Casa–palacio; recuerdan el entierro del último Duque o la boda de su hijo el Duque de la Palata, y aquí tienen un magnifico archivo que con su personal esfuerzo mantiene la actual esposa del Duque de Luna, Isabel Olazábal, admirable depositaria de la historia de la Casa. Le pregunto a un amigo, pedrolero de pro, alguna novedad sobre su pueblo y me contesta que tienen un cura colombiano. Algo más habrá, le inquiero. Bueno, me dice, pues que Pedrola es de lo mejor de Aragón. Tiene razón... Rebosa el Polígono industrial del Pradillo y el de la Ermita, (donde dicen que se veían Primo de Rivera con la Duquesa). La economía bulle no solo por la Opel, porque hay empresas variadas como la que trae diariamente aviones llenos de pescado de Sudáfrica y otros mundos para distribuir en bandejitas en los mercados nacionales, o como media docena de empresas de transportes por carretera que pasean el nombre de la villa por carreteras nacionales e internacionales. Lo dicho, altos vuelos, y todo sobre ruedas. Mucha industria, pero se mantienen las tradiciones. En la Calle del Campo se celebró hace bien poco San Sebastián, con mayordomo, hoguera, banda de música, vacas y roscón, que no es re- dondo, sino como lazo. «Que buenos dientes tiene San Sebastián», dicen, porque el roscón del santo, es más duro que la cabeza de... (ponga aquí el lector el nombre de quien está pensando, que eso reconforta mucho). Las vacas en estos pueblos de la ribera son plato fuerte y no solo en la mesa. Sin vaca ni vacación, no habría fiesta. Son festeros, pero muy trabajadores. El crecimiento de la villa es evidente. Ya se han unido los dos núcleos de población tradicionales: el Cabezo y el pueblo. Su término municipal es de los más amplios de la Comarca. Territorio petrolero es algo de superficie de la GM y también uno de los lados de una calle en el vecino núcleo de Oitura (el resto es Bárboles), por tanto los mozos de ese lado quintaban en Pedrola. Otra curiosidad: el Ebro pasa cerca y acaricia la villa, pero los riegos son todos exclusivamente del Canal que es Imperial, y llega a través de dos acequias, que son Reales: la Real Acequia de Luceni y la Real Acequia de Pedrola. Alto vuelos, lo dicho. Tienen el «castillo» más moderno de Aragón, Bonavía, pero para regar siguen con los usos más tradicionales. Los adores o turnos de riego, se establecen en una ceremonia campera entrañable llamada «el trallo». Todos los años en primavera, antes del «partidero» de Almisen, ante el notario de Alagón, se echan a la acequia unos «fajicos» de hierbas que se encaminan, como Dios o la corriente les da a entender en beneficio de una u otra comunidad de regantes. Al final llegan al Trallo, un tablón cruzado que los frena. Según los fajos que salten por encima, Pedrola tendrá mas o menos días de riego. Estas cosas también reconfortan. Aragón escrito y dibujado 117 118 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS San Juan de Busa, nave varada en verde prado S i el viajero busca sosiego para el espíritu y gozar de una obra excepcional que se hace gigante por su propia humildad, no dude en llegar hasta la Ermita de San Juan de Busa, junto a Lárrede, margen izquierda del Gállego, cerca de Sabiñánigo, al norte de Huesca, al sur del Pirineo. Frente a la ermita, pisando el manto verde de su alfombrado entorno, uno se pregunta ¿cómo es posible hacer un edificio tan armonioso, tan sugestivo? Cómo algo tan pequeño resulta tan gigantesco. Debió ser la iglesia de un poblado desaparecido. Habría que excavar, aunque casi da pena destruir la belleza del entorno, aunque sea provisionalmente buscando compañía a San Juan de Busa. ¡Está tan bonita ella sola! Parece que se construyó en el año 1060 y fue reconstruida y reinaugurada en 1977 gracias a la nunca suficientemente agradecida actividad de la Asociación Amigos del Serrablo. El dibujo dice casi todo. El estilo constructivo es el típico del románico del Gállego: Iglesia de piedra, de una sola nave, rematada en ábside de tambor y en este caso particularmente atractiva por terminar su tejado a dos aguas con un cierre sobre el ábside en forma de quilla. Se suele llamar nave al espacio que delimitado por muros o columnas se extiende a lo largo de una iglesia, seguramente por la forma de cierre de su parte superior que parece el casco de un barco hacia abajo. En este caso la nave tiene hasta quilla. Y aún así no se aleja, permanece varada en su verde prado. El armonioso edificio tiene más valores añadidos a los ya clásicos baquetones cilindricos y ar- quitos ciegos típicos del Serrablo. Por ejemplo en el hastial occidental hay una singular ventanita rehundida de tres vanos, con arcos de herradura sobre fustes cilíndricos. Los Amigos del Serrablo la tomaron como seña de identidad, logo, emblema de su actividad y del mozarabismo del Gállego. Y otra cosa muy curiosa: en la puerta de entrada, enmarcada en un alfiz (otra característica de las iglesias del Serrablo), luce en la parte superior una decoración rarísima como palmetas labradas en la piedra que algunos han considerado que, en caracteres cúficos, es una prueba de fe musulmana «No hay más Dios que Alá y Mahoma su profeta». Curiosa manifestación en un territorio medieval tan cristiano. Sigue siendo curioso el libro de visitas que inició un peregrino en el 2006 y ha seguido mimando Javier Garcés, donde los viajeros destilan sus emociones... «nunca había visto nada tan bello» «nos vamos con el alma hinchada de paz y felicidad», «la sencillez y la belleza de este lugar transportan al cielo» «armonía con el paisaje», «unidad con la naturaleza» «preciosa joya» «une petite mervielle» «¡qué gozo!»... y así hasta tres tomos. ¿Es posible que haya escrito casi tres mil caracteres sin rendir homenaje a Julio Gavín, fundador y presidente de los Amigos del Serrablo a quien debemos esta reconstrucción? No me lo puedo perdonar. Iré otra vez más a San Juan de Busa en peregrinación para recordarle con afecto, agradecimiento y asombro, cosa que recomiendo a Uds. muy vivamente. Es una visita al siglo XI, que en el XXI, para gente sensible, resulta de obligado cumplimiento. Aragón escrito y dibujado 119 120 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Calatayud, a cualquier hora E l siglo pasado escribí algo así como que Calatayud era Ciudad acastillada pero no encastillada, con murallas pero no amurallada, con puertas, pero siempre abiertas. Hoy nuevo siglo, nuevo milenio, hay un nuevo Calatayud que supera cuanto dijera. Decía que era el mayor pueblo de Aragón, con nivel de vida capitalino. Hoy es una ciudad capital con las muchas ventajas de la vida rural. Decía que tenía vocación europea porque hasta sus bares se llamaban Roma, Milán, Lisboa o Munich. Hoy es Europa por derecho propio y equiparable a cualquier ciudad media de aquellas centroeuropeas que entonces envidiábamos. Calatayud se ha incorporado a la modernidad, pero sigue entrañado a su historia y su tradición con fuertes raíces, que le hacen florecer no sólo en primavera. Cuatro siglos estuvieron los musulmanes mandando oficialmente en Calatayud hasta que Alfonso I en 1120 dijo que vale ya. Si levantara la cabeza... La cultura islámica aún perdura en el recuerdo, en el campo, en la arquitectura, en las costumbres, en los cinco castillos. Polvo petrificado, ruina pálida, severo testimonio de lejanas historias que constituyen el recinto defensivo islámico más antiguo de España. Calatayud siempre ha sido importante por su situación estratégica y por su gente. Por ser «puerto seco por su gran comercio» (Se dice, aunque tengo para mí que no está confirmado, que Colón encontró en América a un bilbilitano vendiendo mantas). El espíritu emprendedor continúa y se ha contagiado a los nuevos bilbilitanos. Creo que muchos de sus más de 20.000 habitantes son «bilbirumanos». Hasta hay una Antena de la Cámara de Comercio para ayudar a emprendedores. Calatayud es acogedora. Su Jalón acoge al Jiloca, al Perejiles y al Ribota. Su Mesón de la Dolores acoge y sorprende gratamente. Su UNED acoge sabia y amorosamente. Y la industria y los servicios pegan fuerte en los polígonos. Y la autovía y el AVE le acercan al mundo. Solo falta conseguir las tarifas reducidas. Fue provincia y casi obispado. Siempre ha presumido con toda razón de grandes poetas, fotógrafos, músicos, médicos, periodistas... Medios de información serios pregonan en la ciudad, y productos industriales y tecnológicos variados, además de los tradicionales bizcochos y adoquines, pregonan la ciudad fuera. Y es que tiene de todo: Desde peña taurina hasta Museos, escuelas de jota, Banda de Música, Corales... Suena mucho Calatayud. Y no paran con el turismo. Las Alfonsadas es una fiesta medieval que en mayo llegará hasta el conjunto fortificado para llamar la atención sobre la necesidad de restaurarlo. Además se representarán en más calles que en ediciones anteriores y triplicarán las jaimas instaladas. Urge ya declararla Fiesta de Interés Turístico. En Fitur, Calatayud sorprendió con un stand que al lamín de las frutas de Aragón siempre estaba lleno. Por cierto que este año también es el Bicentenario de las frutas de Micheto (1808 pone en los envoltorios). Bartolomé Joly en su viaje por España en 1603 cuenta que en Calatayud tenían la costumbre de regalar a los visitantes frutas confitadas... Cuatro siglos después, el mejor regalo es ir a visitarla... A cualquier hora. Aragón escrito y dibujado 121 122 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Teruel, ejemplo de amor, al futuro A mi Teruel me pone. Hace unos años, me encantaba por su extrema humildad, austera supervivencia y dignidad frente a su «hermana» rica, Zaragoza, la harta. Ahora siempre que voy, me entusiasma ver como progresa, cuantas cosas viejas son nuevas y cuantas cosas nuevas te hacen viejo al reencontrarte con el nuevo Teruel. Antes me cautivaban sus silencios, parecía que allí nada tenía prisa. Ahora me alegra su pasión vital, sus ganas de superación, su empuje, sus deseos de generar emociones y traspasar las murallas... Las murallas... Por cierto, que entre tantas emociones cuando se va a Teruel pasa casi desapercibida la muralla y según cuenta J. Ibáñez en la última Revista ARAGON del SIPA la muralla es mucho más que unos vetustos muros. Al fin y al cabo ya lo decía Hartzenbuch en la Leyenda de los Amantes: «muros que entre horrores / de atroz guerra levantados / fueron con sangre amasados / de sus fuertes pobladores». Nacida por deseo de su conquistador Alfonso II fue el principal bastión aragonés frente a los sarracenos durante siete décadas, y su historia está llena, según conviniese, de olvidos, destrucciones (castellanos o carlistas) y reconstrucciones (Pedro IV y Fernández de Heredia). Últimamente hubo varias destrucciones y vergonzosos episodios por eso del urbanismo. Obstáculo al desarrollo, se decía. Por fin se han dado cuenta que las murallas siguen defendiendo la vida de los turolenses, ahora no repeliendo huestes guerreras, sino atrayendo turistas en pie de paz. Los turistas... ¡Cómo se está incorporando Teruel al turismo! Por ejemplo, vaya eco y propor- ciones que está adquiriendo la Fiesta de Los Amantes. El «efecto amantes» ha contagiado a toda la ciudad. En los inicios, el CIT llevó la medalla de oro hasta el Japón y la introdujo en el palacio de Buckingham, amen de entregarla a investigadores, famosos artistas y a cientos de matrimonios de todas las comunidades de España. Eso es hacer imagen de Teruel. Después, Raquel Esteban y muchos más, han conseguido incorporar al pueblo, a la gente, en su interesante proyecto «Las Bodas de Isabel de Segura» que han colgado en la red para divulgarlo por todo el mundo. Y la Fundación Amantes ha dignificado los espacios alusivos contando con artistas como Juan de Ávalos, Alejandro Cañada o el pintor Jorge Gay, recientemente nombrado Académico de San Luis. Un ejemplo para navegantes en esta áspera tierra aragonesa: Las tres entidades citadas, Administraciones públicas, instituciones, peñas, gentes, etc. todos van en la misma dirección para promocionar Teruel. Esta extraordinaria comunión de todos constituye una lección de cómo aunar el patrimonio histórico con la promoción turística, en clave festiva. No me extraña que estén ilusionados con el Museo Nacional de Etnografía anunciado por el presidente del Gobierno en su reciente viaje, con la compra de una casa para ampliar el actual Museo, con la Autovía Mudéjar ya terminada, con la Vía Perimetral en marcha, o que vuelen alto pensando en aeropuerto para el 2010 o que la pastelería Muñoz haya presentado el mes pasado su nuevo dulce amantista, los «besos de los Amantes». Teruel sabe a beso. Eso, te pone. Aragón escrito y dibujado 123 124 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Abizanda, portal del Sobrarbe, sin peaje A bizanda enamora desde el propio nombre tan árabe y tan sonoro. Es un pueblo amarrado al pie de una espectacular fortaleza medieval. No llegan al centenar de habitantes, y pasa un poco del centenar si contamos los de varios núcleos urbanos que pertenecen al municipio: Escanilla, Lamata, Ligüerre y Mesón de Cinca. Todo el pueblo es plaza y castillo, que así llaman a la torre. Los franceses dirían Donjón, que son más finos. Y a la plaza le dicen de Don Domingo Muniente que fue un catalán que regaló el cemento para cubrir el barranco y hacerse su plaza, que ahora es la de todos. Fue un detallazo que ahora los aragoneses, nobleza obliga, lo reconocen. Aunque nos duela, siempre han demostrado los catalanes ser muy sensibles a la conservación del patrimonio histórico artístico. Gracias. Estos castillos no son como la torre del homenaje de otros que tiene sus dependencias alrededor. Son todo en uno. Atalayas, miradores, pero también residencia, en varios pisos. De ahí que sean grandes torres. Son como un castillo completo pero en vertical, como militares rascacielos del siglo XI. Hay varios espectaculares en Aragón. Este de Abizanda es de lo mejor. Planta rectangular de 13,5 x 8 metros. Cinco pisos y remate con saliente y saleroso balconcillo leñoso. Desde arriba se ve la espectacular Peña Montañesa y allá, como escondido, claro, Monte Perdido. En Abizanda está el Museo de la Religiosidad y Creencias Populares que montó y dirige el antropólogo Angel Gari. Una maravilla donde el viajero puede recorrer, en varios pisos, testimonios de la constante preocupación del hombre por la supervivencia, la salud, la enfermedad y las desgracias. Cuidadosamente ordenados se muestran objetos desde el primer milenio antes de Cristo hasta la primera mitad del siglo XX. Esta muy bien ubicado en un sitio donde el aislamiento de las montañas del Pirineo y las difíciles comunicaciones de que disponían los pobres antepasados favorecían las leyendas y creencias raras aunque luego se fundieran con las doctrinas cristianas. La gente padecía muchos fenómenos que, al no entenderlos, le generaban indefensiones y miedos colectivos. Así gusta ver en el Museo como se protegían la propia casa o la propia gente. Unas 8.000 piezas, que dieron alivios y ahora dan mucho que pensar. Buen deporte, esto de pensar. Otro deporte sería acompañar a los abizandinos a la romería a la ermita de San Vitorián, a una hora de camino, el domingo más próximo al 12 de Enero. Llevan pan de caridad que se bendice en el suelo sobre manteles. Al lamín del desayuno acuden las langostas, que se posan en blancos lienzos extendidos en el monte. Es día de predecir como irá el año. La gente, alrededor de las langostas, me cuentan, que cuenta los bichos: si hay más de coloración verde, habrá olivas; si las hay blancas en más cantidad, habrá buena cosecha de cereal; si predominan las oscuras el año será de viña. Una creencia que no cabe en el Museo, y no es de ayer. Se repite ahora cada año. También me cuentan que Abizanda es palabra mora que quiere decir «peaje». A gusto se puede pagar peaje, no por pasar, sino por estar un rato en tan medieval enclave. Aragón escrito y dibujado 125 126 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Calatorao, un buen jalón en Valdejalón T eodoro ha dibujado el conjunto monumental de la Iglesia y el Castillo, lugar conocido como la Barbacana. Se ve bonito, y desde allí se ve una bonita panorámica de la vega, la Ermita del Calvario, la Casa de Cultura, la Fuente de las Escaleras y Calatoradico (barrio chico, simpático y a veces poco sintónico con el pueblo). Las escaleras llevan a la Plaza España, antigua Plaza Alta o mas antigua Plaza de los Moros. Calatorao conservó hasta los cincuenta la estructura medieval, pero todavía se puede pasear por el casco antiguo de calles estrechas y retorcidas rodeando el castillo e iglesia y se pueden ver interesantes palacios renacentistas. Y alguna sorpresa como el humilde Hospital de Peregrinos que ha resultado ser la antigua mezquita, aunque carezca de alminar y patio. Es un edificio de singular importancia por su rareza y los amigos de la Asociación Iniciativa Cultural Barbacana trabajan por su total recuperación. Esta asociación funciona desde 1990 y lo hace tan requetebien que ha merecido del Ayuntamiento, por unanimidad, la Medalla de oro de la Villa, y en el 2007 el título de Calatorenses del año. Hablar de Calatorao es referirse a su Cristo, impresionante por su perfección anatómica y por su patetismo que, leyendas aparte, a nadie deja indiferente. Está en la Iglesia de San Bartolomé y según la tradición nada menos que desde 1520. Lo enseñan con mucho orgullo sus habitantes. Por cierto, que me asegura Helen que ya han pasado de tres mil habitantes. Muchas veces he escrito de Calatorao, porque es población que tiene mucho que contar, y siempre ponía que no llegaban a tres mil habitantes. Pues ya no. El mes pasado estaban censados 3.121 así que Calatorao entra en el apartado de «las veinte principales» que otras tantas son las poblaciones que en la provincia de Zaragoza superan los tres mil. Y es que hay marcha. Todos los pueblos quieren imitar a la Muela y ya se está cociendo un gran polígono industrial, en el cruce de la A–2, similar al de la vecina población hermana, más bien cuñada, Epila. Se llama Valdecalat y tendrá mas de 200 Ha. Se hace la variante para evitar el paso de camiones por la Avenida de Monares (ministro y senador vitalicio del XIX curiosamente muy reconocido en la zona). En agosto terminaron el nuevo pabellón, e incluso están modernizando el sistema de bandos municipales a través de la televisión local. Como hay mucha fruta, hay vitaminas. Como hay muchas empresas de construcción hay tajos. Hasta los de la piedra negra están unidos en una asociación que se llama Marcal. Calatorao quiere decir castillo de tierra, aunque sea famoso por la piedra. Tambien es famoso por su Casino que sorprendentemente agrupa a más de mil socios que disfrutan de intensa actividad cultural y recreativa, conciertos, bailes,... y juegan una lotería en exclusiva para los socios que no toca nunca, pero el día que toque será la mundial. En la villa solo falla el asunto de los conejos que están a miles en sus madrigueras minando el terreno y comiéndose los troncos y raíces de los frutales, porque como no ha llovido no tienen hierba fresca que llevarse a la boca. Pero ya lloverá. Aragón escrito y dibujado 127 128 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Borau, San Adrián de Sásave B orau tiene sesenta y siete habitantes, pero tres iglesias. La grande, que es la del pueblo, Santa Eulalia, la tienen pero muy malamente porque no pueden ni hacer misa, se cae el techo de escayola; la pequeña que es del Ayuntamiento, en realidad es una ermitilla dedicada a la Virgen del Pilar y ni el obispado, ni el municipio tienen dinero para arreglos; pero la tercera es un gozo, emocionante porque se trata del antiguo Monasterio de San Adrián de Sasave, y aquí el Gobierno de Aragón se ha portado. El río Lubierre y los barrancos Lopán y Calcil sepultaron el monasterio medieval situado en medio de un paraje bellísimo de frondosa naturaleza de montaña, rocas y pinos. La Iglesia que se disfruta ahora fue descombrada y restaurada por ICONA en 1962, y ultimamente reflotada por el gobierno aragonés. Muy requetebién. Fue la primera sede de los primeros obispos aragoneses, antes de su traslado a Jaca. Todavía debe haber en San Adrián tres obispos enterrados, según reza un sillar adosado a un muro lateral. En el siglo XI estuvieron canónigos regulares de San Agustín. Luego fue priorato de la Catedral de Jaca. Me aseguran, y por algún sitio también lo he leído, que aquí estuvo el Santo Grial, el cáliz de la Última Cena antes de llevarlo a San Juan de la Peña y después a la catedral de Valencia. SE completó la declaración de Bien de Interés Cultural por Orden de 26 de enero de 2004 El agua entraba y salía como cualquier peregrino que pasase por su lado recorriendo el P.R. 11, Camino de Santiago. Le han hecho una zanja alrededor como drenaje, y al menos ha desapare- cido la piscina que era toda la iglesia. Tambien se ha mejorado el acceso. Se cruzaban los arroyos exponiéndote a un esguince al pisar sobre piedras resbaladizas. Ahora tampoco hay puente para cruzar los arroyos, pero han hecho como un badén que queda más gracioso. Otra gracia: la llave me dicen que a lo mejor la tiene el cura que viven en Villanúa y, como chiste fácil rural, también me dicen que es el único cura que tiene esposa, porque además de Borau, tiene a su cargo Aisa, Sinués y Esposa (a 2,7 km). Hacen bautizos para descendientes de allí, aunque los últimos, de Oscar y Elena, fueron hace 13 años. «De Borau, poco mal y bien fajao» se dice cuando se exagera. Camino de Astún o Candanchú, no se pierda este escondido monumento románico puro e historia pura de Aragón. En la carretera N–330 de Jaca a Canfranc, un desvío a la izquierda nos lleva a Borau, pueblo de nombre y paisaje cinematográfico (y académico). Con escudo oficial desde febrero de 1998. En el pueblo ya hay tres casas rurales, como Chullan, gente muy amable que también me explican que así se dice Julián en aragonés. Y a un par de kilómetros está la nave de San Adrián, varada, admirable testigo de pasados esplendores pirenaicos. Sus piedras son románico lombardo, raíz medieval de un Aragón que algunos presumen, pero pocos conocen. Sus piedras infunden respeto. Sus piedras hablan aragonés, como Chullan. Sus piedras parecen más nobles, entre la floresta. Sus piedras, por suerte ahora ya flotan. Sus piedras son montaña trabajada por el hombre. ¡Hombre! y además desde Jaca... a un tiro de piedra. Aragón escrito y dibujado 129 130 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Siresa, monasterio de San Pedro P ermítanme que les cuente un secreto, ahora que se acaba la serie. Todas las semanas TPB me manda un dibujo. Y servidor hace el texto. Antes íbamos juntos pero a pesar de formar una pareja muy bien avenida, ahora cada uno va por su lado, a lo moderno. Como servidor es algo chuleta le dice a Teodoro que pinte lo que quiera que ya me las arreglaré con mi mala cabeza para ponerle un buen pie (?). El puñetero, de cuando en cuando, me pinta pueblos que están bien lejos o son bien pequeños para ver si protesto. Pero yo, ni mú. ¡Faltaría más! Hoy me manda Siresa, allá arriba, casi en el quinto pino de la Selva de Oza, y dibuja seguramente el primer monasterio de Aragón. Del año 833, fíjese. Junto a Echo y Ansó, el Monasterio situado más al norte del norte de Aragón. Pues a pesar de eso, es un gozo ir y escribir de Siresa y Echo. Nombro los dos pueblos porque también son más que pareja. Siresa en el centro del valle, cien habitantes y Echo, abajo, setecientos. Les separan dos kilómetros y les unen muchas cosas, que me cuenta mi amigo de Casa Magdalena. En Siresa hay un par de tiendas, un bar, un restaurante, un hotel, el Centro de Salud, pero la mayor parte de los servicios están en Hecho. Múltiples relaciones familiares: no hay familia de Siresa que no tenga bisabuelos, abuelos o padres que bajaran a casarse a Hecho, o viceversa. Tienen el corazón partido. En los dos se habla el Cheso, los dos tienen los mismos trajes típicos... como todo el valle (el ultimo abuelo que vistió traje de calzón hace escasos cincuenta años). La arquitectura, casas típicas, folklore es lo mismo. El párroco es común, el juzgado de paz y la escuela común, la furgoneta del ayuntamiento baja a los críos a la misma escuela, las votaciones en el mismo sitio... Se llevan bien los Siresanos o Ciresanos y los de Hecho/Echo. Aclaro: En cheso, es sin hache y aunque todos son perfectamente bilingües, sentimentalmente les apetece mas Echo sin hache. Hecho con hache es desde el XVII o XVIII o sea que es grafía moderna. Sin hache no es falta de ortografía. El Correo igual llega a punto con que sin... no son nada integristas. Perdón que tenía que hablar del Monasterio. Cuna del Condado de Aragón. Lo fundó Galindo Aznárez conde carolingio bajo la regla de San Crodegando. Luego en el XI con Sancho Ramírez se asentó la Orden de Canónigos Regulares de San Agustín, que suena mejor. Aunque llegaron a vivir cien monjes, ahora cero. Solo es parroquia de Siresa. Tambien es turismo, arte, cultura, síntesis de historia. La iglesia de San Pedro es lo que queda del primitivo monasterio y queda justo a 100 Km de Huesca. Se accede por la parte más antigua, como ante–iglesia, por un pórtico abocinado. Monumento histórico artístico desde 1931. Una iglesia de planta de cruz latina con nave de 30 m de largo por 10 m de ancha y 16 m de altura en el ábside. Algo grande, oiga. Alfonso el Batallador dicen que nació aquí o aquí vivió su infancia. Creció, bajó y conquistó Zaragoza. No estaría mal que los zaragozanos subieran ahora a Siresa. Quedarían conquistados. Palabra nuestra, TPO y servidor, que, como Siresa, también somos, profesionalmente, algo así como pareja de Hecho Aragón escrito y dibujado 131 132 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Monasterio de Rueda de Ebro, ya rueda la rueda M onasterio cisterciense medieval. Término de Sástago, frente a Escatrón, Ebro por medio. A una hora escasa en coche desde Zaragoza. Acaba de producirse un acontecimiento en el Monasterio de Rueda de Ebro que es obligado traerlo a colación. Me explicaré. Las monumentales ruinas del Monasterio están dejando de serlo, me refiero a ruinas, no a monumentales. Un ambicioso plan de Restauración y adecuación del Gobierno de Aragón comenzó en los años noventa, recuperando los espacios góticos, iglesia, claustro, etc. y convirtiendo las dependencias del siglo XVII en una magnífica Hospedería de la Red de Hospederías de Aragón. Inversiones millonarias que han conseguido recuperar el Patrimonio y ayudar al desarrollo económico de la Comarca, donde a la sombra del neocister, van surgiendo fondas, hoteles, restaurantes, casas rurales... Además, ya está redactado el proyecto para acometer la restauración de dormitorios barrocos y noviciado, molino de aceite, antigua hospedería, nevera, abejar, ermita, cerramientos amurallados... Rueda de Ebro va a ser un lujo para los siglos venideros y un ejemplo para las intervenciones en patrimonio histórico artístico con proyección de futuro económico social. Pero faltaba la Rueda, el norial que da nombre a todo el monasterio y su sistema de distribución de aguas por el cenobio que es una de sus características diferenciales con otros monasterios. La rueda desapareció en los años cuarenta y solo queda en el recuerdo y en fotos envejecidas. Pero ¡ya está! La víspera de San José empezó a rodar en sus primeras pruebas. ¡Una maravilla! Equilibrada, suave, 56 canjilones en cada corona, o sea 112, suben desde el Ebro 20 litros de agua cada uno, esto es dos metros cúbicos cada vuelta de la rueda. Una rueda de más de 16 metros de diámetro, construida en madera, a imagen y semejanza de la original. Dieciocho toneladas con carga. El conjunto lo forman la rueda, el tramo aéreo del acueducto y el molino. Un molino de regolfo, fechado en 1576, con eje vertical y piedra «volandera» y otro eje horizontal para el cernido. Ahora la Rueda, tras su oficial puesta en marcha, subirá el agua que se distribuirá por el jardín–huerta del monasterio y parte volverá al río por el camino del norial. Los «Amigos del Monasterio», nada menos que 400, están emocionados. Bautista, Romualdo, los Alcaldes... todos, todos. Seguro que recortan este dibujo y lo cuelgan junto a las fotos de la vieja/nueva noria. La asociación no tiene dinero, pero están felices. ¡Ya rueda la rueda! Como la vida, hoy abajo, mañana arriba. En esta época, los reflejos del agua, la exhuberancia del follaje y luciendo limpio el Monasterio, es un gozo visitar Rueda de Ebro. Ya se anuncia un Congreso Internacional de Turismo para presumir de arte, historia, iniciativa pública y gestión privada... y de la Rueda. Con muchas alharacas, y muchos euros, en la Expo habrá otra noria traída pieza a pieza de Siria. Casi igual... salvo que la del Monasterio la han construido el carpintero Ismael y el herrero Paco de Gelsa de Ebro, aplicando técnicas tradicionales de la ribera. La humildad del Cister esconde estas grandezas. Aragón escrito y dibujado 133 134 MIGUEL CABALLÚ ALBIAC / TEODORO PÉREZ BORDETAS Zaragoza, bicentenario agustiniano N o quisiéramos terminar esta serie en el 2008 (sí, sí, concluimos hoy) sin dedicar a modo de homenaje una colaboración relativa al Bicentenario los Sitios, acontecimiento que nos trae emociones históricas y genera eventos y celebraciones que dan lustre a la ciudad, como la EXPO, uniéndonos humildemente al trabajo que hacen la Asociación Los Sitios, la Fundación idem. y la Comisión del Bicentenario. Ahí va la Plaza del Portillo con monumento alusivo. Un singular sitio de los Sitios. Presidiendo la plaza se ve la Iglesia del Portillo, con tradición defensiva. Dicen que allí estaba la Virgen en el siglo XII cuando defendió ella misma la ciudad frente a los moros. Fuera la fachada de Yarza de 1827 y toda ella restaurada por Pérez Latorre a finales de los ochenta; dentro la capilla de las Heroínas que inauguró la Reina Maria Cristina en 1908. ¿Para cuando otro recuerdo simbólico para los Héroes? También dicen que será en la tercera catedral, San Pablo. Monumento de Mariano Benlliure dedicado a las Heroínas. Justo en lo más alto (debajo de las palomas que les encanta lucirse sobre bronce) Agustina Zaragoza, sobre un trozo de cañón con uniforme militar. En los lados, placas con los bustos y nombres de la Heroínas, el león zaragozano dando zarpazos al águila napoleónica y en el lado principal un baturro con laurel y cachirulo y la guitarra a la espalda ¡franceses a mí! Creo que fue el 2 de julio de 1808... Los franceses atacaban el Portillo desde la Aljafería ya tomada. Cincuenta defensores de Zaragoza habían caído muertos o gravemente heridos dejando un cañón abandonado. Todo estaba perdido cuando llegó ¡Agustina de Aragón!, una joven barcelonesa (bautizada en Santa María del Mar) de negros cabellos y agarró la mecha todavía ardiendo en manos de un agonizante y disparo casi a bocajarro sobre la compacta columna francesa de avance, produciendo un efecto devastador y permaneciendo en actitud desafiante apoyada en la cureña, lanzando gritos de aliento a los voluntarios civiles. Agustina fue de carne y hueso pero ahora es como un mito. Agustina Zaragoza Doménech se había casado con el capitán Luis Talarbé al creer que había muerto su primer marido. Luego sorpresivamente apareció el olvidado consorte y Agustina ante el dilema dejó a los dos y se casó con un tercero. Salió del embrollo por la calle de en medio como el disparo del cañón a los franceses. Aunque duela, que dolió. En Fulleda (Lérida) tiene otro monumento... porque allí la engendraron sus padres. Los catalanes muy suyos han puesto «A cal Cibestró fout feta Agustina d´Aragó». Murió en la plaza militar de Ceuta tras haber participado también en los Sitios de Teruel y de Tortosa. ¿Para cuando un congreso en Zaragoza de Ciudades Sitiadas? Pues me dice mi amigo Melús que ya marcha, en buena fecha. La EXPO abarca todo ahora, pero Los Sitios ya llevan doscientos años de protagonismo en Zaragoza. (Hay que restaurar las placas conmemorativas) Parece mentira que solo cuatro meses de historia haya dado para tanta literatura, tanto arte, tanta investigación, tanta lápida, tanto monumento... Llega, por supuesto, hasta el Heraldo, hasta a nosotros, hasta el bloc de dibujo... Hasta la vista. Aragón escrito y dibujado 135 Fechas de publicación en Mesones de Isuela .................................... 04.02.2007 Vistabella .................................................... 30.09.2007 Los amantes de Teruel .............................. 11.02.2007 Zaragoza, cabezudos y gigantes .............. 07.10.2007 Parque de Huesca ...................................... 18.02.2007 Zaragoza, Pilar y Puente de Piedra ........ 14.10.2007 Calcena ...................................................... 25.02.2007 Jaca .............................................................. 21.10.2007 Abay ............................................................ 04.03.2007 Sallent de Gállego .................................... 28.10.2007 Villafranca de Ebro .................................. 11.03.2007 Mora de Rubielos ...................................... 04.11.2007 Oseja .......................................................... 18.03.2007 Villanueva de Sijena .................................. 11.11.2007 Tarazona .................................................... 25.03.2007 Munébrega ................................................ 18.11.2007 Semana Santa zaragozana ........................ 01.04.2007 Monasterio de Veruela ............................ 25.11.2007 Caspe .......................................................... 08.04.2007 Quinto ........................................................ 02.12.2007 San Juan de la Peña .................................. 15.04.2007 Peracense .................................................... 09.12.2007 Biel .............................................................. 22.04.2007 Castellote .................................................... 16.12.2007 Uncastillo .................................................. 29.04.2007 Arándiga .................................................... 23.12.2007 Mequinenza/Mequinensa ........................ 06.05.2007 Santa Fe ...................................................... 30.12.2007 Mediana de Aragón .................................. 03.06.2007 Lobera de Onsella .................................... 06.01.2008 Jaca .............................................................. 10.06.2007 Caspe .......................................................... 13.01.2008 Daroca ........................................................ 17.06.2007 Veracruz, Obarra ...................................... 20.01.2008 Samper de Calanda .................................. 24.06.2007 Torralba de Ribota .................................... 27.01.2008 Teruel .......................................................... 01.07.2007 Bujaraloz .................................................... 03.02.2008 Estercuel .................................................... 08.07.2007 Borja .......................................................... 10.02.2008 Oliete .......................................................... 15.07.2007 Godojos ...................................................... 17.02.2008 La cartuja de Las Fuentes ........................ 22.07.2007 Pedrola ........................................................ 24.02.2008 Belchite ...................................................... 29.07.2007 San Juan de Busa ...................................... 02.03.2008 Maella ........................................................ 05.08.2007 Calatayud .................................................. 09.03.2008 Huesca ........................................................ 12.08.2007 Teruel .......................................................... 16.03.2008 Santa Cruz de la Serós .............................. 19.08.2007 Abizanda .................................................... 23.03.2008 Nonaspe ...................................................... 26.08.2007 Calatorao .................................................... 30.03.2008 Alcañiz ........................................................ 02.09.2007 Borau .......................................................... 06.04.2008 Purujosa .................................................... 09.09.2007 Siresa .......................................................... 13.04.2008 Chiprana .................................................... 16.09.2007 Monasterio de Rueda de Ebro ................ 20.04.2008 Casbas de Huesca ...................................... 23.09.2007 Zaragoza, el Portillo ................................ 27.04.2008 Aragón escrito y dibujado 137 Se terminó de imprimir el día 15 de mayo, festividad de los santos Isidro, labrador, e Indalecio, varón apostólico nacido en Caspe.