DISLALIAS - Club Tenis Pamplona

 DISLALIAS ¿QUÉ SON? Las dislalias son alteraciones en la articulación de uno o varios fonemas. Se trata de una incapacidad para pronunciar o formar correctamente determinados sonidos del lenguaje. La dislalia puede afectar a cualquier consonante o vocal, aunque hay una mayor incidencia de ésta en los sonidos que requieren mayor agilidad y/o precisión de los órganos orofacioles como puede ser el fonema /r/, también en sonidos cuyo punto de articulación no sea visible como puede ser /g/, o bien sonidos como /s/ en los que hay una mayor tendencia a deformar la posición articulatoria de la lengua. ¿CÓMO IDENTIFICARLAS? Cuando los niños comienzan a hablar, es normal que cometan errores, sin embargo alcanzada cierta edad, el lenguaje debería perfeccionarse y el niño ir mejorando su pronunciación, pero esto no siempre ocurre, con un tratamiento adecuado, la dislalia tiende a mejorar y los niños tienen un pronóstico muy positivo. Si a los 6 años el niño no articula correctamente algún sonido del lenguaje podemos hablar de dislalia. Si a los 4 años el lenguaje del niño no es comprensible para personas ajenas a su entorno consulte a un logopeda. CLASIFICACIÓN. Atendiendo a sus causas podemos hablar de tres tipos: Dislalia orgánica: también llamada disglosia: es un trastorno en la articulación de los fonemas debido a malformaciones o lesiones físicas en los órganos del habla (labios, lengua, paladar…). Si se encontraran afectados los centros neuronales cerebrales hablaríamos de disartria. Dislalia audiógena: su causa está en una deficiencia auditiva. El niño que no oye bien, no pronunciará bien. En este tipo de dislalias son frecuentes las hipoacusias de tipo catarral o adenoideo en niños pequeños. Es muy común que hayan padecido otitis recurrentes en los primeros años de vida. Dislalia funcional: es la más frecuente. La alteración de la articulación es debida a un mal funcionamiento de los órganos articulatorios, el niño no usa correctamente dichos órganos al articular determinados fonemas a pesar de no existir causa orgánica. Puede darse por una falta de control en la psicomotricidad fina, o bien por un déficit en la discriminación auditiva, el niño no percibe diferencias fonológicas entre determinados sonidos del habla produciendo, por tanto, errores en la imitación oral. También puede darse por causas de tipo psicológico: sobreprotección, traumas… Si sospecha que su hijo puede tener este tipo de dificultades, consulte a un logopeda.