hallazgos arqueológicos inéditos en la ciudad de lorca: resultados

Transcripción

hallazgos arqueológicos inéditos en la ciudad de lorca: resultados
HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS INÉDITOS EN LA CIUDAD DE
LORCA: RESULTADOS DE LA INTERVENCIÓN CIENTÍFICA
DESARROLLADA EN EL ENTORNO DE LA IGLESIA DEL CARMEN
(BARRIO DE GRACIA)
María Chávet Lozoya
Rubén Sánchez Gallego
1
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La antigüedad es una de las mayores excelencias de una ciudad…
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1. PREÁMBULO
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ción arqueológica desarrollada durante los meses de diciembre de 2006 a mayo de 2008 en
el entorno de la Iglesia del Carmen de Lorca
%A& 3 a cabo las labores arqueológicas ocupaba en su
E
Figura I. Localización del área objeto de estudio en el
$
$
la localización del trazado de la muralla islámica y parte
( ) *+,1
1
; 3 * $' ^$ # #*
la ubicación exacta de los restos de la iglesia de San Jorge (fun +&* %4
#
&
*dos por la documentación existente sobre su fundación, ubicarán
$
'* #
'
# # * # $
men, localizado al oeste del actual casco urbano
de la ciudad y delimitado por las calles Nogalte,
cumplimiento de las ordenanzas de aplicación
del Plan Especial Restos Inmuebles (P. E. R. I.),
!
"
#
$ %
&2 han
permitido ampliar el conocimiento histórico de
ca, próximo a la Rambla o Ramblilla de San
'* +
/ 01 '* 3 formación sobre la ocupación y el desarrollo
#
#
4
#
*
(la maqbarah documentada con un uso como
espacio cementerial desde el siglo VIII) y prehistórica (primera ocupación del terreno en el
2
Para un conocimiento más general sobre los resultados estra 3 #
* 5 678:;<01;0=*>:7+;?=<=@1*AB5!;
%C6+DF&"
de la Región de Murcia A* GHHJ GKLDGKM :7+;?
=<=@1* AB 678:;< 01;0=* >5 !; terramiento islámico en la maqbarah de la iglesia del Carmen
%A&" Actas del Congreso de Arqueología Judía
"
#
$% &
'', 2009.
(En prensa).
9
$&
3
la ocupación antrópica y uso del terreno hasta
el momento ignorado, aumentando así la comprensión histórica, patrimonial y cultural de la
ciudad de Lorca.
2. PROCESO HISTÓRICO Y ARQUEOLÓGICO DEL ÁREA DE ESTUDIO: DESDE
EL SIGLO XVIII (FUNDACIÓN DEL CONVENTO DEL CARMEN) HASTA FINALES
DEL SIGLO XIX (LAS CONSECUENCIAS
DERIVADAS DE LA DESAMORTIZACIÓN)
2.1. Documentación conservada referente al
complejo religioso
El establecimiento en Lorca de los CarmeU
'
^
3$
relación con el establecimiento de otras órdenes
religiosas3. En 1712, Fray Juan de la Concepción, carmelita perteneciente a la comunidad
instalada en Murcia, solicitó permiso al Con
#
3 #
propiamente ligadas al ministerio sacerdotal,
esto es, administrar los sacramentos, predicar
y pedir limosna. Las autoridades eclesiásticas
no concedieron su aprobación hasta 1719, tardanza que fue debida al criterio de que ya había
y a la clara oposición de los franciscanos de la
puerta de Nogalte4. La licencia, concedida por
3
07+;< /=>0=X=<* 015 Mussato Polihistor. Manuscrito
original existente en la Biblioteca Nacional, fechado en 1734. Edi
'
;{1
13
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61
Magdalena.
4
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CLARES, M.: La Parroquia de Nuestra Señora del Carmen de
. /+0112+1,03. Lorca, 1998. Pp. 92-93. Desde que se esta#
* € hecho los carmelitas contaban con simpatizantes y benefactores,
algunos de ellos importantes personalidades de la ciudad, que
10
el entonces Obispo Luis Belluga, permitió a los
frailes carmelitas tomar posesión de la ermita de
8
6
‚ 0* {
de la ciudad, en el camino de Nogalte que va
hacia Andalucía, que por entonces pertenecía a
la parroquial de San Mateo, habilitándose como
dependencias de tres frailes y un donado una
casa pegada a la ermita.5 U
4 3
* los apuntados impedimentos de los francisca 8
hallaba próximo a aquel emplazamiento,6 los
carmelitas buscaron apoyos desde fuera de Lor #
* LJ~~ 3
1737 Fray Bernardino pidió a las ciudades con
carmelitas en Lorca y colocar el Santísimo Sacramento.7 ?#4 ^'
* 4
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para lo cual les concedía unas casas y un huerto de su propiedad
#
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46
3*
tando con las garantías de que realizasen sus propósitos (debido a
&*
5
Ibídem. Pág. 95.
6
Ibídem. Pp. 35-38. En 1730 con permiso del obispo se repara
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3#
3
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1
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3 ^* %‰& Motu Proprio
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toda fundación dentro de las cuatro o cinco leguas de donde es
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se ha hecho obra de reparación en la habitación que amenazaba
ruina con permiso del obispo. Así pues entienden que no existe
hospicio sino una sola habitación para las limosnas y en ella
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3
^
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#
de 1730, en la cual, los franciscanos piden demoler lo hecho y
%‰&U
*
carmelitas son expulsados de Lorca. El posterior fallo del proceso
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#
de 1734, el obispo Montes manda se prosiga “la obra comenzada
";
8
6
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7
Ibídem. Pág. 40. Las ciudades que piden el consentimiento para
^ ^
5 6 %LJ~~&€
6
%LJ~M&€ * /* * 0* /'* 6ria y Valladolid (1737). En 1740, se hace la misma petición al
>
de la propia ciudad, y el 1 de mayo de 1741 un
grupo de regidores perpetuos reclamaban “que
#
aumento de carmelitas y cuenten con un templo
6
;$" ; *
!constituidos en la primera clase y familias de esta ciudad"* # 3 ^
8, y
^
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siete párrocos que había en Lorca, el corregi*
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1 ^
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en el Buen Retiro, concedió el permiso por Real
4
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la diócesis.9
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las exenciones
y privilegios con que guarecidos se hallan los
conventos del Real Patronato, pudiendo inclu el Escudo y las Armas Reales. En febrero de
1742, el carmelita Fray Blas de San Elías tomó
posesión para la orden de la ermita de Santa
A$
0*
de perpetuarse en dicho lugar, sino instalarse
8
Ibídem. Pág. 41. “Reconoce esta Monarquía en el Católico áni
4
'
5$''
de veinte y dos años practicándola los Carmelitas Descalzos en
( 5 % de dicha religión habiten en esta Ciudad; y sin reservar en su
Iglesia el venerable sacramento del altar con que después de
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4'
7
9
Ibídem. Pp. 42-43. Felipe V ordenó que se construyera una
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Š€ LLGK %‰&€ %‰&* 3
%‰&€He resuelto
dar la presente por la cual acepto y recibo bajo mi Real pro''#'
8)$
la expresada Habitación Religiosa y su Iglesia de Carmelitas
9
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sea en la ermita de San José que hoy ocupan o en otro sitio
proporcionado.
3
cionaran terrenos más aptos para la fundación
10 # tonces iglesia a San Indalecio en sustitución de
la antigua ermita que había sido destruida por
‚LMJ*
^
6
Indalecio11, santo cuya imagen estaba depositada en la capilla del Ayuntamiento en espera de
#
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$
#
"12T
'
^
los intereses de los carmelitas y de la ciudad
#
fundación13, y los comisarios nombrados por el
acordaron, entre otros puntos, que: el titular de
la iglesia sería San Indalecio, obispo y mártir de
esta ciudad14€^
$ción dando sitio o terreno, correspondiendo a la
orden el resto del gasto15€ rían la obra, y la ciudad debía nombrar comisarios que ayudasen a la construcción, pidiendo
€
#
$
€ * #4
‚# 10
Ibídem. Pp. 43-44.
Ibídem. Pág. 44. En un Memorial escrito al Ayuntamiento lor
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6;$*
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^
#
*
solicitando la protección de la fundación, se pide: “que dichos
'' '
) ) '
que el templo se fabrique den limosna…" ;1
congratula: “Para el Ayuntamiento ha sido de la mayor complacencia el logro de este importantísimo Real permiso por los
5$ '
5
$
8
<9 5
su total perfección para lo cual concurrirá con cuanto penda de
sus facultades y pueda ceder en alivio de esta Sagrada Religión"
12
;
5!
"Revista Arco. Cuaderno
de Literatura, 5. Lorca, 1950. Pág. 75.
13
=# A=81 A1>?ƒ8;<* * et alii.: La Parroquia
de Nuestra Señora‰*L||};$K*#
* *  /
de San Elías, “'
6
fundación"
14
Passim. Se acuerda entregar a los carmelitas la imagen de San
Indalecio con el Cabildo de la Colegial.
15
Passim ; 1
# ‚ 6 * 5 !obedecía a su interés de
unir la fundación con la antigüedad de la estancia de San Indalecio en Lorca"€
=
otras, de este modo argumentaron que “dicha Peña de San Juan
estaba quebrantada enteramente a causa de los temblores anti5$'''65
=("
11
11
Lámina 1. Imagen de San Indalecio en la portada de la
?@8$%)5(B
Lámina 2. Panorámica de las dependencias conventuales
?@8$%)5(B
pondría el Real escudo de las armas de Lorca a
la derecha y al lado izquierdo las de la Orden
Carmelita16.
nadas a parroquias donde lo creyeran necesario,
#
0#
19.
En enero de 1746 los carmelitas adquirieron
*
# 0*
lindando con la Ramblilla de San Lázaro y el
+$*
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#
se colocaron los Sacramentos, si bien la iglesia
no quedó terminada por completo hasta 176917
dias. El 19 de marzo de 1838, en el cabildo
celebrado en la ciudad sobre la supresión de
* ‚# !‰que el convento del
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5 3
'
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5$
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de utilizarse en lo sucesivo en cualquier otro
uso"18
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^
;
*
* G| de 1837 daba potestad a los obispos para que
16
=#A=81A1>?ƒ8;<**et alii.: La Parroquia de
Nuestra Señora‰*L||}DK
17
=# ;
5 ! "‰* L|HK 75.
18
1 A A ;
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12
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*
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4
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Durante bastante tiempo se utilizó como caba
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*
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plaza de toros20.
Figura II.
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' 6 %' /) 3>+ ?@ 8$%
)5(B
19
=# A=81 A1>?ƒ8;<* * et alii.: La Parroquia
de Nuestra Señora‰* L||} JH desapareció, ya que en 1869, se estableció en esta iglesia la ayuda
de la Parroquia de San Mateo, la que al trasladarse tomó el título
8
6
‚
20
6;0T>11>?;>=* 5 ! ' # %L}~MDL|~G& T { " Áreas,
3-4. Editora Regional de Murcia. Murcia, 1983. Pág. 81.
21
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3
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Figura III. .
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9)
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0 U 1 4 >
“
6
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religiosos carmelitas descalzos de esta ciudad
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*
herederos de sus bienes, ante las deudas con$
*
#
#
4 ‚
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6
convento de los extinguidos carmelitas descalzos de esta ciudad situado en las inmediaciones
B B
' ( 6
fábrica de loza que pertenece a doña Teresa
'
5
5:
4'
22
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:
#
#
9= ) '
el huerto que perteneció a dicho convento correspondiente a Doña María de la Concepción
8 :
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de la comisión liquidadora los comparecientes
… otorgan: Que a nombre de los hijos y herederos de Don Antonio José Romero y de la
enajenación perpetua a favor de don Francisco
#
4"#'
' # 5 $ 55$<'
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en que fue rematada"23;
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*
*
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23
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13
0$ 24 por D. Raimundo Ruano
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'*
*
‚
4*3
pio con la parte de D. Francisco Pelegrín Rodríguez por la cantidad de 20.000 pesetas25, pasando
‚Š
26.
*
no tardará en intentar sacarle partido al terreno
adquirido, y el 17 de octubre de 1887 solicita
permiso para construir ocho casas. En 1890 el
Ayuntamiento proyecta abrir una calle por los
{
nicaría las actuales calles de Nogalte con las de
1$'
*U
Raimundo Ruano solicitó permutar parte de los
terrenos afectados por otros sitos en la carretera
A027;
calle pasó a la comisión de gobierno para que
#
#
*
L}||28.
2.2. La documentación arqueológica
Como hemos comentado en el apartado an
* ' #
por el Estado en 1834 y la posterior salida de
los carmelitas de la ciudad en 1835, quedó sin
construir el lateral frontal o de entrada al claus
3
*
{
3
Š
^#
*
por lo que tampoco hay conocimiento sobre si
se habían comenzado las obras en dichas dependencias. Por lo demás, son escasos los datos
{
hasta su marcha pues, además de la documentación propia de la orden, tampoco se han con
#
1811 y 1834.29
24
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&1:
GH|J*‚L}}H*^G}L}
25
1:GKGL*‚L}}~*^G|
26
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de las posesiones de D. Raimundo Ruano, realizada por el Banco
*
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27
1A1
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#
L}|H
28
A. M. L. Acta Capitular de 20 de marzo de 1899.
29
=#A=81A1>?ƒ8;<**et alii.: La Parroquia de
Nuestra Señora‰*L||}MDJL
14
Figura IV. '
5'% convento del Carmen,F
3
dido documentar parte de las cimentaciones de
estas estructuras que no llegaron a culminarse, re
'
(de fábrica de mampostería de piedra irregular
trabadas con mortero de cal de color blancuzco),
localizadas a lo largo de todo el lateral derecho
del claustro, que se relacionan con otras zapatas
y correas de cimentación que complementan la
Lámina 3. Panorámica de estructuras conventuales de ci:5/('3
infraestructuras de recogida y almacenamiento de agua
/$
3 ( ' /43 ?@
8$%)5(B
*
^
3* ‚
albercas o balsas, que por su ubicación espacial
se pueden poner en relación con la recogida de
30
Ibídem. Pág. 101.
$colas, posiblemente al riego de los huertos que
poseía la orden en el entorno más cercano del
* '
Figura V. Planimetría general de estructuras conventuales
de cimentación exhumadas (zapatas y correas de cimen3 6 /$
3 ( ' /43
$@$
?(
3. CONTEXTO HISTÓRICO Y ARQUEOLÓGICO DEL ÁREA DE ESTUDIO EN LA
EDAD MODERNA (SIGLOS XVI - XVII)
La expansión urbana generalizada en Castilla
+
$^
#
^4*
así ocurrió en Lorca en esta zona de la Puerta de
8
*
3
>
0*
# ##
un desahogo urbano en los espacios extramuros,
#
nes apreciables. Se puede interpretar que la disposición urbanística respondería al organigrama
^
*
6
la función que desarrolla y su trazado surgirá de
esas condiciones concretas y de la topografía33.
este estudio referentes al uso del terreno (que
$ & 4
' Š
# #
* tro arqueológico, con la documentación a lo
' * arqueológicos de cronología moderna, que se
de la rambla de San Lázaro, hecho que se do
3 período expansionista34.
;
#
#
una zona de la periferia del arrabal31 #
6 A
* producirá una expansión urbanística desde los
+D+
$
#
32.
31
;1<1* A$Œ
5 !; ^
#
"Simposio Internacional sobre la Ciudad Islámica. Institu
<'*L||LLLU
arrabal: “el espacio urbano localizado en un sector del núcleo en
fase de crecimiento" ?#4 como: “los situados extramuros de la madina"* ?=>>;6
/1/76*5!;
35
*#
#"Al-Andalus*+;
;7#
A0*L|K~L|DLJJ
32
AW8;<17<1>*5.@%/))2
XVI)>
1
1^;6#A*L||MG
;#
6A
*^
+#*
Š
#
*
#
Figura VI. 9
' )/)
3
?@8$%)5(B
33
Ibídem. Pp. 54-55.
A16 /;W8* /5 !;{ 8
8 @
* %A&"
Actas de las XV Jornadas de Patrimonio Histórico y Arqueología de
la Región de Murcia, 2004. Pp.128-130. En la parte Este del solar,
#
+D+
34
15
En cuanto a datos documentales y bibliográ #
* especial sobre el terreno que nos ocupa, estos
* +
13Acipal de Lorca (A. M. L.) que hace referencia a
los terrenos y el entorno sobre los que se funda
; aporta información sobre el uso y la explotación
' #
* '
# * mar que no se producen en este sector, grandes
#
3
*3
redando por tanto la situación del siglo anterior,
*
positando grandes cantidades de tierras.
4. EL COMPLEJO FUNERARIO: EL CEMENTERIO MUSULMÁN
La documentación con la que contamos hace
referencia a estos terrenos como tierras de sali1$*
‚LJH~*U0$/
#
!
=
barreros y solares que están contiguos a unos
bancales propios de dicha mi parte que están
'$
' $
$ B 5 $rreros y salitre están unidos e incorporados y
$
).(
Real que va de esta ciudad al reino de Granada
y con solares que pertenecen a los herederos de
Martín Márquez"35.
# ción planteada desde un principio, los resulta #
arqueológicas sobre el uso de este terreno en
una etapa cronológica no conocida hasta el mo
^
*
así como el uso de parte de este terreno como
emplazamiento de estructuras de almacena
4
3
El hecho de que este terreno se ubique en
una zona de rambla expuesta a los arrastres de
materiales que desde los cerros cercanos discu
#3
$0
$* 3
lacionar con una ocupación en este sector, hasta
{ # +
3
+U
*
$
*Š
restos arqueológicos que era posible documen* $ Š información ni histórica ni arqueológica, eran
#
Posteriormente en 1745, en otro documento
*
tablecido el perímetro exacto y acotado para la
3
*
a “…propietarios de unas tahúllas en la huerta
.)
dantes respectivamente por oriente con la Ramblilla de San Lázaro; al poniente con tierras de
Pedro Valverde; a mediodía con propietarios
59B(
:"
B
'$#9%?( .5 6$ terreno que ocupan sus barreros"
35
=#A=81A1>?ƒ8;<**et alii.: La Parroquia de
Nuestra Señora‰*L||}KMDM~
16
Lámina 4. ? :5 ?@
Servicio de Patrimonio Histórico de la Región de Mur
4.1. El ritual de enterramiento documentado
en la maqbarah: bases documentales
‚'
Profeta38.
#
tigación nos propusimos poner en relación los
#
rito de la muerte*
4
$ cias arqueológicas recuperadas, partiendo de la
idea de que el momento de la muerte, donde se
y la comunidad, se materializa a la hora de su
* 3
que estudiamos e interpretamos desde el punto
Ante la falta de prescripciones coránicas que
4 correctos, los musulmanes, para estipular me
$]],
$ #das al Profeta para darle más entidad al Texto
Sagrado, como son los ^_` y las 5, utilizándolos para establecer los ritos y ceremonias
correctos en los funerales.
A la hora de buscar referencias a los ritos,
ceremonias y prácticas religiosas en las obras
musulmanas recurrimos en primer lugar al Corán y, analizando el Texto Sagrado, reparamos
^
$ les de enterramiento son limitadas, destacando
cómo en ninguna Sura se hace una alusión concreta sobre la forma de inhumarse los musulmanes ni sobre los aspectos de la sepultura, ni
sobre el rito a seguir36*
5
!‰vuelve tu rostro en la dirección de la Mezquita ) % vuestros rostros en su dirección‰"37.
Por el contrario en el Corán, sí son continuas las alusiones en las Suras a la Resurrección de los Muertos y al Paraíso, haciendo
34
les, indicándole al musulmán cómo debe ser su
3
* 4 periodo de transición
hasta su recibimiento en el paraíso, y que tras
el interrogatorio satisfactorio de los ángeles
en la sepultura3
Juicio Final y la Resurrección en el Paraíso, y
36
:7+;? =<=@1* AB5 ! 45
3"
Actas de las EFF=
:'
" /+VFU2>FFU3 U 0 ;
; 7#
0 %6& 0* GHH|
(En prensa).
37
Corán, sura II (La Vaca), ayat 139, 144 y 145. VERNET
08W6* 5 El Corán. Editorial Óptima. Barcelona, 2000. Pp.
55-56.
Al no quedar establecido el ritual de enterramiento expresamente, deberemos basarnos
en las tipologías de los enterramientos docu
{
los distintos cementerios islámicos y ponerlas
en relación con los distintos ^_`que hacen
referencia a los usos funerarios. Así pues, de#
€
ritual tradicionista (en el que las inhumaciones
' Š#
supino y con el rostro orientado a la Meca), y
#
Œ$%
Šbito lateral derecho y el rostro orientado hacia
A
&* Š # *
* $ {#$
€ # D1* Œ$39.
Relacionado con las partes que debía tener
una tumba pía, y extraído de los ^_` tradicionistas, la principal fuente a la que nos remitimos y que recoge las distintas formas de ente
* ‘’“’
38
:7+;?=<=@1*AB*678:;<01;0=*>1U1 W>;<* 5 !; D1" Anales de Prehistoria y Arqueología
de la Universidad de Murcia, Vol. 22 (2006). Murcia, 2009.
Pág. 151.
39
;Œ*
D1
*^1#D>3
D:Π* ' ^
;>>=*AB5!;
3Œ$
D15 ” + • + ” " Al-Qantara, 12. Madrid,
1991. Pp. 130-132.
17
D/“40, distinguiendo dos espacios diferentes dentro de la fosa de inhumación y un tipo
^
{
U
^
^
^ lahd y saqq
%
*
{
^ 3 # borde derecho, estando orientada hacia la Meca,
y se practica cuando las condiciones de dureza del suelo lo permiten y no se quiebra ni se
* { saqq€
#
otros elementos, apoyados en la pared o lahd,
quedando separados los restos de la fosa de in3€
4
^
$
*
‚
{terno, dos piedras, una en la cabecera y otra en
los pies, y otra, con estas dos anteriores y una
central a modo de maqbriya), y la fosa darih
(sería #
{
y con ausencia de lahd* #4 #
*
43^&
cialmente en el lado derecho desde la cabecera,
^lahd, y su apertura
o saqq, ya fuese del tipo lahd o darih41"
En los ^_` * #4 indica que la forma más indicada, más pura y pia
3
{do la fosa lahd. Este ritual fue usado para inhumar
a los mártires de la batalla de Ohod, como nos
narra Yabir ibn Abadía: “El enviado de Dios los
reunió de dos en dos y los colocó sobre una pieza
66 ' |5 ' $
5$
%
5(
'
'
5'%%
4@}%'
|
$
5~''
ellos la oración o plegaria de los muertos y no los
hizo lavar"42. Este ritual de enterramiento tradicionista, está ampliamente documentado en la maqbarah del Carmen, utilizándose ya desde fechas
bastantes tempranas, desde el siglo VIII.
*
Œ$
#
D1*
quedando desde este momento establecido y legalizado el ritual de enterramiento, pero practicado
solamente por una parte de la comunidad islámica.
1#
A31#13#1#<D–—*
y su obra fue la Risala: Tratado sobre la creencia
4#]
#.
6
Š
^
^
que se extraen de algunos de estos ^_`, “en
la maqbarah* * {#^
3*
#
4
^
{3
3#
* ^
H*}HL
*
H*K
‚€
forma es acampanada, siendo mas ancha espe-
En el primer capítulo de este libro, en el
apartado dedicado a la inhumación y tumbas,
queda establecido que: El cuerpo del difunto se
colocará en la tumba sobre su lado derecho (De
frente a la alqibla, ya que es la más noble de las
direcciones. Si no se le coloca en dicha postura,
ello habrá de remediarse siempre y cuando no
se haya acabado completamente de enterrar. Si
se le puede poner sobre su lado derecho, se le
pondrá sobre su espalda con el rostro dirigido
hacia la qibla. Tras ello, se abrirán los nudos
40
<18TU8 1:A1U /8 1/U1 1? 1<D<T/1U5
Compendio de los hadices de Sahih Al-Bujari. Madrasa Editorial.
0*GHH}L|DLM
41
:=TU16* = A1>˜16* ™5 Les traditions islamiques.
Paris, 1905. Pp. 401-452.
42
Ibídem. Pp. 433-434.
Figura VII. )
'
#
$''
18
##
'
?#4
lante y por detrás para que se mantenga en su
postura), y luego se colocan los ladrillos (Los
ladrillos se colocan de tal modo que se cierre
{3
De ese modo cuando se echa tierra sobre la tum#*4
^&43.
?#4
{
5El lahd es preferido por
los ulemas al shaq (El shaq consiste en una ex
^
#;
{
Š
cuerpo del difunto. Sus paredes están formadas
U
4
cuerpo, se construye un techo de ladrillo o similar que cubra el cuerpo del difunto, y sobre dicho techo se echa la tierra). Consistiendo aquél
en una excavación practicada bajo el borde de
$
'
$
}
cuando se trata de suelo compacto que no se
deshace ni se desmorona (En cuyo caso sería
3& Así se hizo con el Enviado de
Allah -que Allah le bendiga y le dé paz44.
A este ritual de enterramiento indicado en la
Œ$ $ $
{ 3
^
3
$#4*
*
*
{3
‹
'*
no las hemos relacionado con el concepto islámico de la muerte, ya que en la mayoría de
*
%
3 afectados por su ubicación en los márgenes de
# & antrópicas (afectadas por las cimentaciones de
construcciones modernas), nos hemos encontrado ante inhumaciones islámicas en las que no
#
4 tumba fue el utilizado.
43
1/T AT:1AA1U 1/U 11: / 1/ <1U 1D–1>1™185Al-Risalah. Traducción, comentarios y anexos del título original por LARAKI PERELLÓN, A.: La Risala. Tratado de
Creencia y Derecho musulmán. Ed. Kutubia Mayurqa. Palma de
Mallorca, 2000. Pág. 190.
44
Ibídem. Pág. 191.
La tipología de enterramientos con ritual
Œ$ ^ 3 lahd y saqq, ha
*
*
43
›1^*
8
da (Alicante)45.
4.1. Descripción del complejo funerario
;
^
*
{33
recurrido a la documentación existente sobre el
ritual de la muerte musulmán en el Corán y los
:
*$
lógicas a lo largo de la geografía de al-Andalus.
;
^
3
G~K * 3
' #
34
* el
ritual tradicionista46*
*
y documentalmente, por la disposición de los
Š#*
piernas rectas, el brazo derecho recto, paralelo
'
#
casos y en otros recto, estableciendo diferencias
*
Š
{*
$
depositados. La orientación de la cabeza se establece hacia el Este, colocando un colchón de
#4
Lámina 5. 9
V, ?@ "#
5.(
45
œ;< 6;0Tƒ* ;€?=>>;0>=61 0AW8;<* € –T;6
ATX=<*€U;A0T;/7X;<*A81+1>>==+;U1* 5 ! ›1^ %8
*1
&"Recerques del Museu d’Alcoi, 14. Alcoi, 2005. Pp. 143-156.
46
Recordemos como se ha indicado, que este ritual de enterra
* ^
Œ$ %
Š#
3&*
Š
orientación de los inhumados hacia la Meca.
19
La tipología de las sepulturas documentadas
se agrupan en tres grandes grupos: la denomi#3*
5 saqq o tumba propiamente
dicha, y lahd* 3 3 €
fosa o darih47€fosa y prefosa (con una representación escasa en este tipo de tumba).
La mayor parte de las sepulturas documen*
$
*
3 3 el lateral derecho, con dirección Noroeste-Su
* ;
*
chas estarían tapadas por elementos perecederos
#
*3#4
'
numerosas sepulturas de esta tipología, indicadores del tipo de cubierta utilizada.
Tanto la tipología de las sepulturas (tumbas
3 3 * pre-islámica) como la orientación de las inhumaciones, las debemos relacionar con una arquitectura sagrada
‹
tos, la espera del interrogatorio de los ángeles48€
por otro lado, la orientación de los inhumados y
{
3
%
47
En las tumbas con fosa (darih) y pre-fosa, se ha documenta depositados en ataúdes.
6
Š1#># y recogida por
D/“* 5 El Profeta dijo: siempre que veas un cortejo
6*$
'=''5
*
deje atrás o sea colocado en el suelo.
48
=#:7+;?=<=@1*AB*et alii: “Ensayo de rituales
‰*GHH|LKGDLK
costumbre o ritual de enterramiento, debe ser relacionada con
una arquitectura sagrada
‹
*
*
*
en las referencias escatológicas del $ ) 2 } de
1#D:*#
#
AŒ 8Œ5 Según la tradición
6
$
4(
$
' $ con sus colmillos traspasan la tierra(…)entonces los dos ángeles
' ' '@
€% 5$ 5 "529
$
‚„
6@
%
9 le dicen: viviste como un creyente y as muerto como un creyente… . Texto extraído de CASTILLO CASTILLO, C.: Tratado de
escatología musulmana. Edición y Traducción del original de:
1/T D:1618 1D16 1>5 Kitab Sayarat al-Yaqin. Madrid,
1987. Pp. 56-57.
20
en el lado derecho del inhumado), debemos relacionarla con la orientación de todos los ritos
islámicos hacia la Ciudad Santa de La Meca49.
Lámina 6. 9
0, ?@ "#
5.(
La mayoría de las sepulturas exhumadas
# ‚'
{
* $5
'
con una hilada de piedras marcando el ente
* * € Š #
‚ ‚€ #
'ción de grandes piedras marcando los pies de
la sepultura, etc. Debido al abandono de la maqbarah, en algunas de las tumbas tan sólo se
{
incluso algunas los han perdido en su totalidad.
U
#
‚'
*de el área sagrada está caracterizada por la repetición de símbolos reiteradamente, ya que las
tumbas son espacios de culto para los difuntos,
quedando delimitado y marcado exteriormen
3 ?#4
destacaremos que en puntos localizados del
^
' ras que por su ubicación, elementos constructi
$^
parte de mausoleos.
49
=#:7+;?=<=@1*AB*et alii: “Ensayo de rituales
‰* GHH| LK|DLMH = terios peninsulares en los que se ha documentado este ritual de
%33
&
Œ$*
y amplias cronologías, los podemos encontrar en Alicante (en la
maqbarah
?
A
*
1^
8
&*
0 %
AŠ* 1
/'&
Š
^
que será practicado usualmente en al-Andalus.
La maqbarah contaba con una organización
interna, estando las sepulturas alineadas en ca
*
3
podido ser documentado en la mayor parte del
* #$ {
organizar
y mantener el espacio sagrado50.
Lámina 7. '
)
$5?@
"#5.(
U
#4 algunas sepulturas con inhumación de varios
incorporándose al rito como consecuencia de la batalla de Ohod, posibilitando el
enterramiento de dos personas o más en una misma tumba (tanto en la denominada lahd como
darih& U
^
3 %‚ MGK & establecida la posibilidad lícita de enterramientos
Š
* * podemos hablar de la existencia de un funda
$
3
Lámina 8. Detalle de tumba tipo covacha con doble inhu / +FF † +F+3 ?@ "# 5
.(
Lámina 9. '
) $5 ?@
8$%)5(B
Finalmente, otro indicador arqueológico del
ritual islámico será la casi total inexistencia de
objetos de adorno o ajuares en los individuos
inhumados, a excepción de la documentación
3
*
#
*D
sello, ambos en dos sepulturas distintas. Estos
#
El anillo-sello (o sello impronta, denominado en árabe taba’ o 4]), está elaborado en
#
* %
& # $
* ' turas diferentes en un cristal de roca de forma
{ $
un tipo de escritura cuadrada, del tronco de la
escritura aramea (un tipo de escritura semítica
que podría ser nabateo, lo que nos situaría el
'
6D
&€
50
;
*5?=>>;6/1/76*5
Ciudades hispano-musulmanas. Tomo I. Madrid, 1985. Pág. 235.
21
+* #
4
miembros de su tribu (dentro de la comunidad
$ $ importante ya que contaba con ese sello para
& T'# enterramiento tradicionista (hecho que queda
‹
^
donde nos hablan de ulemas seguidores de al/“ 52, fuente principal para el conocimiento
del ritual tradicionista) que, como hemos ex
*
Š
Œ$
la orientación de los espacios sagrados y la simbología de las sepulturas.
4.2. La población que fundó este cementerio
Lámina 10. 2 ?@ ) ‡
8"
$
* #
%Š&51.
El doble sistema de escritura que exhibe,
con una escritura árabe tosca, nos indica que
estamos ante una pieza de procedencia próximo
oriental, fechable en el primer período islámico
%4
^
&*
por lo que puede tratarse de una pieza antigua
'
'
$
los primeros momentos del Islam.
En base al estudio que hemos realizado, y
del cual presentamos algunas conclusiones, la
traducción completa de la epigrafía que contiene el anillo sería: Siervo del Dios único o
S 5 * Así, podemos hipotetizar que el portador del anillo pertenecería a
*
mana (posiblemente de un pueblo islamizado)
que entró en al-Andalus en la primera mitad del
51
678:;<01;0=*>*:7+;?=<=@1*AB1@16= A1>?ƒ8;<* >5 !; 5 documental del primer asentamiento musulmán en Lurqa (Lorca,
A&" $ "vales*;0
5:TALMKT
Cádiz, 2010. (En prensa).
22
El contexto histórico en el que debemos
ubicar el poblamiento que daría origen a esta
maqbarah sería el originado tras la ruptura del
Pacto de Teodomiro. El estatuto político espe
‹
dio a esta región (ˆ‰Š_&*
3
+*4
3D ' *
3
‚ J~DJ 1#žDDŸŸ D
1
%
‚JG
=
^
#
#
#
&*
Š
% und), dispersando en
Š_53 parte de las tropas de Siria y Egipto54.
52
+
8
Š
MM
0161>X= 01>ƒ1* 65 Historia de al-Andalus según las
@O+F2O+1.
2
. Tomo
+;;/*GHHJGHMDGH|;
referencias sobre este establecimiento en las crónicas de: Ibn al–ž5Š46]^
2
:
;‚1#
$
#4?
U>#
=#1#
:0
^$>
1
:?A*L|GMGH#D›15al
ˆ]
2
2Š4. Traducción de Fagnan: Annales du Maghreb & de
l’Espagne>
1^
1
*L|HLGLJ#D›1##5
2Œ
2) ; : A› ? ; *
L|M~DL|MMLDM~#DAŒ5al Bayan al-Mugrib
4$
2
Ž2
2"$?~~;*0
6 4D
¡* W5 Histoire de l’Espagne musulmane de la
conquéte au XIe siécle. Dar al-Saqada, Beirut, 1948.
54
Estos yundíes (]) se encargarían de recaudar los impuestos de la población indígena sometida, en alianza con los grupos
53
%
siones del Pacto), contará con un poblamiento
‚
#
miento de los yundíes*4
dad ubicada más al sur del territorio de Š_55
%
D
denominada por los geógrafos árabes ‘ 2
Andalus&* 4
#
%6
‚& $ dominio sobre la comarca del curso alto del río
0
$ * {
4
3
los límites del Valle del Almanzora en la costa
+4
'3
56.
Figura VIII. Plano de las ciudades nombradas en el Pacto
de Tudmir57.
55
Recomendamos en este punto, para un conocimiento más
$ #
* # 1>A=81
0=8<7;<*15!^
?“" Clavis, 4-5.
Ayuntamiento de Lorca (Murcia). Lorca, 2008. Pp. 23-31.
56
+1+W /;>A;=* 5 ! ;‚ %&5 ? %A&" Al-Andalus,
+*L|JGLKDL|}T
#
y el poblamiento de Tudmir # 0T?W>>;<=>;?*65.Š
’#
$
. Colección de
la Casa de Velásquez. Madrid-Alicante, 1996.
57
1/1U 161* € 0T?W>>;< =>;?* 6 618<
01A=* >5 !; ? A
T 3 ‚"?
*L||}LLJ
#
3
^
A“ %“ & descripciones sobre su localización y trama urba
1*
*
‚
“
#
trito o comarca natural de un territorio (
_)58.
U
ciones arqueológicas realizadas en el casco urbano de Lorca, llama la atención la ausencia de
fase inicial de ocupación islámica (SS. VIII&* 3# estructuras e infraestructuras relacionadas con
*
€*
puede deducir que hubo una ocupación parcial
de habitación tardorromanos59.
Como ya hemos apuntado en otros traba* queológicas exhumadas en las numerosas inter
# #
de Lorca y las interpretaciones que sobre esos
datos se han elaborado, en algunos casos están en relación con las estructuras o comple ^
#
* a
priori, pertenecientes a un determinado período
cronológico. Pero en general, se documenta la
# del siglo VIII hasta la segunda mitad del siglo
#
*
3
metodológicamente, en una misma parcela, se
ta del periodo islámico de la ciudad60.
58
678:;< 01;0=* > :7+;? =<=@1* AB5 !;
^
%+D&
##" ; ; A
* A 0$
0'* AB A %;&5 . @
“$ ) # '* GHH| LMLDLM~ ”
Pp. 178-180.
59
/;œ8 10T;>1* @ 01>ƒ1 /78–T;<* 15
“Ocupación y desarrollo urbano de la ladera meridional del Cerro
66"Clavis, 3. Ayuntamiento de Lorca (Murcia). Lorca, 2003.Pp.. 80-83.
MH =# 678:;< 01;0=* > :7+;? =<=@1*
AB5!;
^
‰*GHH|LK|DL}L
23
En el sentido contrario, sí contamos con
fuentes documentales que aportan datos sobre
la importancia del poblamiento y de la ciudad
en los primeros tiempos de ocupación musulmana, como el remitido por el geógrafo árabe
A
2}”$_%&*
Šcia de Lurqa durante este periodo, destacando
'
_ disponía de seis ulemas61€#4
‚# mad“na es una de las más importantes de las dos existentes en Š_ “…
8Š_
• '# 5 '
2.
cada una de las cuales hay mezquita mayor"62.
En cuanto a la procedencia de la población
de Lurqa, contamos con pocas noticias, pero las
fuentes árabes nos hablan de un gran contingente o grupo que se instaló en el territorio lorquino, al igual que en la mayoría del territorio de
al-Andalus, y en la ˆ‰ deŠ_ en particular, como hemos comentado anteriormente.
Este grupo, representado por el elemento
árabe, ocuparía el status más alto de la hete4
#$*
$#
:¢
%!
^
"&*$#
o tropas sirias (como las de &
 $ &–r), y
egipcias ("—) 63.
El resultado del establecimiento de estas
gentes en Lorca originó la fusión con la po# 3* y distinta sociedad con carácter autóctono y
* ' #' 61
;>>=* AB A1>ƒ8* A5 ! ' $
4
%”+D
'
+ ” &" Génese de la ville islamique en al-Andalus et au
Maghreb occidental. Casa de Velásquez y C. S. I. C. Madrid,
1998. Pág. 79.
62
1D@1–T/£5 ˆ]$ 2&
; U
0
/#
0
31#*+/*apud Brill.
Leyde, 1892. Pág. 354.
63
1>16 1A=@* AB5 Lorca musulmana según los auto $ ' 5 $ .
A
T
0  ^$
6
6
$0*L|JL4
Pp. 75-77.
24
el cambio en las costumbres de esta tierra.
; 3* se distribuiría por todo el territorio lorquino, y
especialmente en la ciudad, estaría compuesta,
en primer lugar, por un grupo de agricultores,
*
€
#
$
€ ilustres (poetas, qadíes, sabios, predicadores,
^$
*
*
‰&64, que, seŠ^
%
{3
los autores árabes), sobresalieron en el campo
* * dencia y de la transmisión de tradiciones o
estudiosos religiosos en general, siendo principalmente defensores o comentando las obras
D/“
A65.
5. EVIDENCIAS DE UN ASENTAMIENTO
PREHISTÓRICO: DOCUMENTACIÓN DE
ESTRUCTURAS DE ALMACENAMIENTO PREHISTÓRICAS
#
4
ca, unida al control de un extenso territorio,
3'
#
3#
#
'*#
meridional de la ladera del cerro del Castillo66.
Š
‚3
#
conocimientos sobre la realidad del medio, orígenes y desarrollo histórico de la ciudad desde
4
3
5.1. El conocimiento sobre el poblado calcolítico. Evidencias arqueológicas
Las estructuras de almacenamiento de grano
de la ciudad de Lorca, documentándose nume
#
64
Ibídem. Pág. 78.
Ibídem. Pp. 155-167.
66
=# AW8;<17<1>* 5 Lorca: ciudad y término…, 1994. Pág. 19.
65
del Neolítico67 y principios del Calcolítico, sin
que deban confundirse con estas estructuras los
#
^ #‚ * de uso o inhumaciones de hombres o animales,
han sido documentados en otros puntos de la
geografía andaluza68.
En líneas generales, podemos decir que el
periodo calcolítico de Lorca y su territorio69 está
en perfecta sintonía con el resto de yacimientos
calcolíticos del sureste peninsular. Pero sin embargo, por su gran extensión, por la abundancia
de silos de diferentes tipologías y dimensiones
y por sus enterramientos, este asentamiento adquiere importantes matices que lo hacen destacar dentro del panorama de la prehistoria reciente peninsular.
: 3* $' '
#
de la ciudad, los límites establecidos para este
poblado calcolítico (fechado en la segunda mitad del III Milenio a. C.), se localizaban por el
cerro del castillo y los actuales barrios de Santa
A$ 6 * {
4
3
1#
1
€3
>#
6
04
€3
3
$0
$*3
de Caldereros70.
67
:1/;>T>1>?;*ABœ;<A1>?ƒ8;<*AB5!;{
%&"
Actas de las de la Región de Murcia. Volumen I (Paleontología, Arqueología
y Etnografía). Murcia, 2007. Pp. 62-63.
68
<18=*>
5!LB‚
{
T
#
A%
&"Anuario Arqueológico de Andalucía
1$
$
?6
*L||LG}}DG|H
69
Para un conocimiento más general sobre este periodo, consultar
#
5=A/1A1T>18U*5!;$
0
$ /
" Clavis, 2. Ed. Ayuntamiento de Lorca. Lorca, 2001. Pp. 7-47.
70
>;=6=1>W+1=*ABA1>?ƒ8;<>=U>ƒ0T;<*
15!
3
6
1 %&"1 XVIII Jornadas de Patrimonio
8 " $
* U
U
0
/
1
/
6
:
Volumen I (Paleontología, Arqueología y Etnografía). Murcia,
2007. Pág. 232.
1
*^
#‚
71 y enterramientos72, han sido docu
473€1
Š
J|
74€>
Moncada75€
MJ76€$Š
2977€AŠ
J78€>#Š
LG79€
80*
3
71
A1>?ƒ8;<>=U>ƒ0T;<*1=8;01>ƒ1*5!U
34
{
$%&"Alberca*>
de la Asociación de Amigos del Museo Arqueológico de Lorca.
Lorca, 2006. Pág. 77.
72
01>ƒ1>T<*A>1A=6A1>?ƒ8;<*5!8#
$
%A&"Alberca*~>
1
1
A
Arqueológico de Lorca. Lorca, 2005. Pp. 42-44.
73
+;>U¤/;>A;=*5!;{A
*"Actas de las XV Jornadas de Patrimonio Histórico y Arqueología de
la Región de Murcia6
:U
0
$ ; A* GHH ~LD~G€ /;œ810T;>1* 5 !;{
” 4 GHHG"
Actas de las XIV Jornadas de Patrimonio Histórico y Arqueología de la Región de Murcia 6
:
U
0
$
;
Murcia, 2003. Pág.108.
74
W>;< 16;86=* A5 !;{ 1
¥J|
”
"Actas
de las XV Jornadas de Patrimonio Histórico y Arqueología de la
Región de Murcia 6
: U
0
$
;A*
2004. Pp. 35-36.
75
>1A=6A1>?ƒ8;<*01>ƒ1>T<*A5!;{
Arqueológica de Urgencia en calle Rincón de Moncada, Lorca
%A&" Actas de las XV Jornadas de Patrimonio Histórico
y Arqueología de la Región de Murcia 6
:U
0
$
;
y Cultura. Murcia, 2004. Pág. 109.
76
>1Aƒ>;< 70T1* 15 !;{
MJ
"Actas de las XV Jornadas de Patrimonio
Histórico y Arqueología de la Región de Murcia 6
: U
0
$
de Educación y Cultura. Murcia, 2004. Pp. 117-118.
77
18U¤01>A1>?ƒ8;<*:7+;?=<=@1*AB5!;{
¥G|
" Actas de las XV Jornadas de Patrimonio Histórico y Arqueología de la Región de Murcia6
:
U
0
$
;
Murcia, 2004. Pág. 120.
78
A16 /;W8* /5 !;{ solar calle Marsilla, nº 7 Lorca (Murcia). Actas de las XV Jornadas
de Patrimonio Histórico y Arqueología de la Región de Murcia.
6
: U
0
$
;A*GHHL~G
79
=8; 01>ƒ1* 5 !;{
#4
”>#*¥LG%*A&"
Memorias de Arqueología*M
$
;
U
0
6
:
Serie Memorias de Arqueología de la Región de Murcia. Murcia,
1997. Pp.328-362.
80
011>U=1>>=**W>;<>:1>U*;6*>1A=6 A1>?ƒ8;<*  =>?ƒ< ;68=61* 5 !¤ 3'
5
$"Alberca*G>
1
1
Museo Arqueológico de Lorca. Lorca, 2004. Pp. 98-104.
25
En general el periodo calcolítico, quizás el
poblado más dilatado e importante del Valle del
0
$* extensión con dos fases o periodos de ocupación y uso del terreno.
La fase de ocupación más antigua pertenecería al periodo eneolítico antiguo, ocupación
antrópica representada por el registro de estructuras de hábitats pertenecientes a posibles
^ #‚* algunos de los hoyos de poste. Posteriormente,
tras el abandono del uso de estas zonas, quizás por el desplazamiento de la población hacia
otros lugares, se producirá un segundo período
3
de numerosas estructuras de almacenamiento
{ #
co. Superpuestas unas a otras y cortándose, se
$ *
* * ‰* se transforman en lugares de enterramiento, documentándose en su interior restos humanos y
animales81.
Lámina 12. Panorámica de silos documentados bajo ci
?@"#5.(
Lámina 11. Detalle de nivel de cereal en un fondo de silo
(calle Corredera esquina Juan II)82 ?@ "# 5
.(
81
=#>1Aƒ>;<70T1*15!;{
MJ‰"*GHHLLMDLL}
82
:7+;?=<=@1*AB678:;<01;0=*>5!;{1
T
* %A&" Actas de las XVII Jornadas de Patrimonio
‡ 8"
$
; U
0
6
:A*GHHMLJ~DLJ
26
Lámina 13. Posible muro de aterrazamiento y pequeño
/
3 ?@
Rubén Sánchez Gallego
En la segunda fase de ocupación y uso do
* $ ”
* * 4
'
;
*
{
#
3* #4 3 cantidad de restos cerámicos con una datación
similar al material documentado en el interior
; ‚ almacenamiento es inferior a los documentados
para el periodo anterior, y se enlucirán en el
interior con una capa de adobes.
5.2. EL CALCOLÍTICO EN LORCA. ESTADO DE LA CUESTIÓN
La documentación en el espacio ocupado por
turas de almacenamiento o silos prehistóricos
%$& { %
riores se han recuperado fragmentos cerámicos,
huesos de animales, utensilios de sílex y piedras de molino), amplía el conocimiento sobre
el área de extensión de esta cultura en el casco
urbano de la ciudad.
Las estructuras y restos materiales, que se
documentan rotos o cortados por las fosas de
 Ubicación espacial de hallazgos del período
#
.
inhumación del cementerio musulmán, habría
que ponerlos en relación con un poblamiento
emplazado en la Rambla de San Lázaro, rambla
que en este periodo ya estaba fosilizada.
En cuanto a la cronología e importancia de
estos hallazgos, hasta el momento no es precisa,
por lo que se aportará un estudio concluyente
con los resultados del Carbono 14 y el estudio
de los materiales cerámicos, datos indispensables para situar este hallazgo en el periodo cul
‚
*
*
narlos con los demás hallazgos documentados
en el casco urbano de la ciudad y en el contexto
general de la ocupación prehistórica en el Valle
0
$
Láminas 14 - 15. 9:'5/
3?@"#5.(
27
ras) de otros periodos culturales documentados
% 1* #4* > Tardorromano).
Lámina 16. Panorámica de estructuras prehistóricas rotas
'
$
$5?@"#5.(
6. CONCLUSIONES FINALES
#
$*3pletado la comprensión histórica que hasta el
$#
de la ciudad de Lorca, denominado Rambla o
Ramblilla de San Lázaro, y más contemporá
/
01
'*
3tado información sobre la ocupación antrópica
y el desarrollo urbano de este sector del casco
# 4 #
%
^
#
6A
&*
(no contamos con referencias toponímicas) y
prehistórica (primera ocupación del terreno),
hasta el momento ignorados, ampliándose de
#
histórica, patrimonial y cultural de la ciudad de
Lorca.
La lectura e interpretación de la secuencia
mer momento, posiblemente en el Tercer Milenio a. C., se produce una primera ocupación
del terreno sobre los estratos geológicos de la
rambla fosilizada de San Lázaro, con el asentamiento en su margen derecha de un poblado cal$ ; ^
3
^
{
^
de inhumación correspondientes a la maqbarah, no documentándose restos arqueológicos
inmuebles (espacios de hábitat u otras estructu28
Por el contrario, sí se han documentado restos muebles (principalmente fragmentos cerámicos) de estas culturas en los rellenos interiores de las tumbas, por lo que se puede interpretar que en el terreno sobre el que se ubica la
maqbarah estaban depositados estos materiales,
posiblemente por agentes naturales (arrastres
‹
&* ' {
#*
#
de estas.
Asimismo podemos interpretar que entre los
+ ^
* Š obtenidos mediante las pruebas de Carbono
14, el estudio del anillo-sello, la estratigrafía
* ?#4 # 3* y fuentes documentales que nos aportan una
^#
te en el mundo musulmán en este periodo y
^
3 forma de enterramiento en siglos posteriores,
así como datos sobre el origen de esta población y el contexto histórico en el que debemos
ubicar el establecimiento y desarrollo de este
‚ Lámina 17. Detalle de silo calcolítico roto por un ente
$5?@"#5.(
$#4*
concreto, de Lorca.
; D diamos estaría ubicado en la periferia de la madina* *
limitada por la acequia madre de Sutullena, por
lo que se desconoce el uso y explotación del terreno en este periodo cronológico, interpretando
cas (estructurales y materiales) y de estudios espaciales, podría ser un terreno inculto de monte
dedicado al pastoralismo o a la agricultura de
secano.
U
4 %66 +D+& 3
$
%66+D&*
#
#' # expansionismo de la ciudad tras la conquista
castellana y a las necesidades de crecimiento
%
sidenciales y de culto), sobre los terrenos que
$ * #
la población o bien dedicados a la explotación
de los recursos naturales (salitre o barro para
los alfares).
Como hemos comentado en apartados anteriores, el terreno en cuestión será urbanizado tras
$'3
#
#
6'*
#
*
#
*
La deposición de potentes paquetes de relle #
* ‚ ^4
*
^
*
maqbarah
: * # ^ Lámina 18. 9
+EE''(
?@8$%)5(B
#*
de la extensión de la maqbarah, aunque sí podemos interpretar, en relación con los resultados
#
{ Š tado por las fuentes documentales, hacia dónde
{
$
^
;#
*
documentación en la parcela donde se hallan estas estructuras funerarias parece a priori poner
3 {
* * cantidad de tumbas exhumadas, posiblemente
3
{
;3
3
Š
#
#
8
;
* '
{
$
#
#
:
=
*
{
$
#
8
*#
*
Š^
$
*
29
6
$*
cierto modo, la secuencia histórica que aportaban las fuentes escritas, pero que no estaba
‹
# $ * 3 la historia de Lorca y su territorio, en especial
y con mayor intensidad a partir de los siglos
D
GLOSARIO BÁSICO
Alfaquí. Entre los musulmanes Doctor o Sabio
de la Ley.
Almacabra. En castellano: antiguo cementerio
de moros. Del árabe hispánico almaqbára, y
este del árabe clásico maqbarah.
Lámina 19. Tumba en la que la covacha ha sido cortada
' /
) '
3?@8$%)5(B
8
3 >
0 @ 3 6* {
$
hacia la calle Párroco Llamas, documentándose
en este sector que las tumbas están cortadas por
6*
; * *
3
mos realizado a raíz de la interpretación de
los restos exhumados nos indican que desde la
primera mitad del siglo VIII Lorca entrará en
la órbita del mundo islámico, acontecimiento
‹
^
#
Por lo demás, el estudio se ha fundado en aspectos tales como las fechas que ha aportado el
Carbono 14, el análisis del material cerámico,
la interpretación del contexto ocupacional, el
estudio antropológico de los restos óseos exhumados, el ritual funerario de la maqbarah y
3
Š
30
Ayat.6+
$
to forma una Sura o Ázora.
Barrera. Sitio de donde se saca el barro para
usar en los alfares, y para otras obras. Mon 4 3#
sacado el salitre.
Beréberes. Poblaciones autóctonas del Magreb
%8
7^&
Cadí. 1
^*
*
'
Calcolítico. Del griego calcos (cobre) y lithos
(piedra). Originalmente es el periodo en el
#
#
?#4
' 4
!;
$" !; #
" ?nalmente se ha empleado para referirse de
4
situar entre el Neolítico y la Edad del Bronce, aproximadamente en torno al IV y III
milenios a. C.
Corán. ; { *
Allah, al hombre, su profeta Muhammad, por
medio de un procedimiento sobrenatural.
Datación absoluta. A4 #
co utilizando la relación existente entre los
isótopos C 14 e isótopos N 14. Tiene un
$
JHHHH‚
Fiqh. =#$
*
*
#
ceremonias y a los ritos.
Hadiz. ; estudia la transmisión del conocimiento recogido de una generación a otra hasta llegar
^
A3* ‚ tipo de comportamiento humano en forma
de dichos, hechos, y los hechos de sus com‚
4 # 6 mayor a menor es de Sahih %
&€Hasan Sahíh %/
&€Hasan %/
&€
Daíf %U4#& ^
Š
3#
^
to de la cadena de transmisión del hadiz.
1
todos ellos es correcto.
Qabr. Plural qubur. En árabe tumba o sepultura.
Salitre. Sustancia salina, especialmente la que
‹
Sharía. Es el modelo social de una gente ba
^
general.
Sura. $
*
LL*
'
ayat.
Tahúlla ; 1
$* 0 A* dida agraria usada principalmente para las
$* LL 18 centiáreas.
Walí. Protegido por Allah por su grado de cer$W
Yund. Cada uno de los distritos o circunscripciones militares que encuadraban territorial y
4 #
tal. Siendo los principales los de Damasco,
:**–*
;
Yundíes. Cada uno de los militares adscritos a
un yund, que recibían permiso del Ž
# Abu
al-Jattar para instalarse en al-Andalus en el
‚ J~ ; Tudmir eran de origen sirio y
egipcio.
AGRADECIMENTOS
–
^
tadas por la promotora de las obras Sociedad
+
!8
6
‚
"*
?#4
6
:
U
0
/
1
/
turales de la Región de Murcia, por su apoyo
*4
$
1 0 1$* :TADLMK5 * A
*
^
en el proceso de realización de las pruebas de
datación por Carbono 14.
A D. Eduardo Sánchez Abadíe, por su in
4 ^ #
13 A * ha ayudado en la interpretación de los restos
exhumados.
@ 4 3 # #
*
documentación e interpretación de los restos
*U#

'*UB
U
/* U 4
' UA
;A
€*
cialmente, a todo el personal obrero de la empresa Inteco, por su colaboración y dedicación,
$
{
31

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