Descubriendo Irlanda Una semana en diciembre, antes de las

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Descubriendo Irlanda Una semana en diciembre, antes de las
Descubriendo Irlanda
Una semana en diciembre, antes de las navidades, es el tiempo justo
para esos viajes que me permiten acercarme a realidades distantes de la mía y
disfrutar de las ciudades tal y como son, con sus habitantes de todos los días,
sus luces y sus sombras, sus fríos y sus lugares para protegerse. Así he
conocido New York, Berlín, Krakow, Copenhagen y unas cuantas más.
El viaje de invierno deja para otro momento el disfrute de la naturaleza y
es una buena oportunidad paraa descubrir esos lugares tan prodigiosos de
concentración de humanos que son las ciudades.
Este año me he acercado a Irlanda. Volé hasta Belfast y pasé allí los
primeros días. El acercamiento al campo de batalla de un conflicto con una
historia tan larga, tiene interés tanto para comprobar algunas de las claves del
conflicto: cultura, religión, economía ... , como para observar respetuosamente
y con admiración ese esfuerzo titánico que se realiza por superarlo o más
exactamente para llevarlo a unos cauces de solución más humanos ....
Llegué la tarde que enterraban a George Best, casi un funeral de estado
para alguien que jugando en el Manchester era originario de Belfast. Le
dediqué un ‘ciao’ en el libro de depedidas y sentí en las calles el calor de una
jornada emotiva. http://news.bbc.co.uk/1/hi/northern_ireland/4493898.stm
En
Belfast
disfruté
del
Botánico,
de
la
Linen
Library
http://www.linenhall.com/
y del entorno de la Queen’s University
http://www.qub.ac.uk/ . En el QFT vi al último Bergman y gentes ensayando
buen teatro http://www.queensfilmtheatre.com .
La ciudad es inmensa, en transformación , me recordó al Berlin del 2000
en su redefinición de espacios recuperados y también a nuestra Cartagena por
lo naval y lo industrial. Áquí se construyó el Titanic, y se le vió partir por última
vez http://www.belfast-titanic.com/
Me impresionó el museo del Ulster http://www.ulstermuseum.org.uk/ y
sobre todo el folleto de una exposición sobre el conflicto que estuvo abierta
entre diciembre de 2003 y primavera de 2005 en la que se hace un repaso de
los restos del conflicto desde el Mesolítico, o sea hace más de 9.000 años.
Los últimos días decidí acercarme a Dublin, fui con billete abierto a pasar
un día, pero la sospecha de que iba a encontrar materia para más me hizo
pasar allí el resto del viaje, tiempo justo para ese primer contacto, aunque
suficiente para apreciar la personalidad de la otra parte del conflicto, y
quedarse con las referencias básicas para volver con más tiempo a descubrila.
Las despedidas del trimestre en el Trinity College, siempre con música y con el
acercamiento a su Library y el libro de Kells ( manuscrito iluminado de los
evangelios en latín confeccionado en el monasterio de Kells en torno al año
800 ). http://www.tcd.ie/Library/index.php
En la National Library ( http://www.nli.ie/ ) pasé un buen rato admirando
el silencio de sus salas y la dedicación a la reconstrucción de sus genealogías.
Presencié una concentración de trabajadores de esas que hacen época.
El motivo muy simple: el rechazo a la propuesta de Irish Ferries de dejar en la
calle a 500 trabajadores y en su lugar contratar a trabajadores del Este. La
respuesta contundente http://www.indymedia.ie/newswire.php?story_id=73407
En una realidad de esta complejidad, desde fuera solo cabe un
acercamiento respetuoso que permita constatar las diferencias sin que
necesariamente haya que manifestar elección alguna entre ellas. Ello me lleva
a intentar enumerar algunas de esas percepciones.
El Ulster es fundamentalmente una sociedad blanca británica. En Dublín
me sentí más como en casa al descubrir gentes de otros colores, mercados en
la calle ... tranvías y hasta el detalle tan simple de multitud de cibercafés por
toda la ciudad ...
Tuve la suerte de ver varios ‘arco iris’, uno de ellos desde mi
apartamento. No se si nuestro iris tiene que ver con su irish pero en colorido se
parecen bastante.
De la Guiness no abusé, me la sirvieron como saben hacerlo y en algún
caso llegué a acompañarla con buena música.
De la lengua he visto los dos mundos escritos del gaélico y el english.
Las diferencias son claras, nada que ver y el encuentro entre unos y otros ha
utilizado con frecuencia otros lenguajes más duros.
Se que mi crónica es solo un pellizco de todo lo que he visto, pero
supongo que por lo que apunta puede sugerir nuevos descubrimientos,
plantear nuevas preguntas y provocar el afán por aprender de las miles de
formas en que nos desparramamos por este planeta.
El acompañamiento de las direcciones de Internet puede facilitar la
navegación virtual por esos espacios y la comunicación con el autor siempre
será bienvenida en [email protected] .
Gonzalo Larrocha
www.larrocha.net
diciembre 2005

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