Mark Lombardi. El arte de la conspiración

Mark Lombardi. El arte de la conspiración

MARK LOMBARDI
EL ARTE DE LA CONSPIRACIÓN
Por Lucas J. Carena. (*)
En marzo del año 2000 aparecía ahorcado, en circunstancias dudosas, el
artista Mark Lombardi. Efectivamente, con 48 años de edad, dejaba este mundo
uno de los artistas contemporáneos más controvertidos, cuya genialidad aún
nos es difícil dimensionar. Fue encontrado muerto en su apartamento de 300
pies cuadrados -27,80 m2-. Y allí, junto con su vida, se acabó el ciclo de sus
obras. Fue encontrado colgado de una viga. He committed suicide, dijo la policía
y repitieron en su entorno.
El 11 septiembre de 2001, uno de los personajes de sus obras, por él
mismo llamadas estructuras narrativas, consiguió mucho más que 15 minutos de
fama. Este personaje era un tal Osama Bin Laden. Días después del atentado a
las Torres Gemelas, el FBI entraba en el Whitney Museum para examinar
cuidadosísimamente una de las obras de Lombardi allí expuesta, a la búsqueda
de pistas del famosísimo Osama & relationships.
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Haciendo
uso
únicamente
de
documentación
pública,
artículos
periodísticos y libros de investigación, Lombardi estudió las enmarañadas
conexiones de algunos miembros destacados del mundo de la política con los
lobbies de las grandes entidades financieras, retratándolas en extraños dibujos,
compuestos por flechas, círculos, nombres y fechas.
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Sus investigaciones no se convertían en libros ni en artículos
periodísticos sino en obras de arte que componían un código en el cual aparecía
información encriptada: relaciones político-financieras, conexiones secretas,
tramas ocultas, vinculaciones turbias, sociedades secretas, operaciones mafiosas
y asociaciones ilícitas que involucraban al gobierno de EE.UU. con la venta
ilegal de armas y el narcotráfico.
El famoso escándalo Irán-Contras fue estudiado con minuciosidad por
Lombardi: nombres polémicos como los Oliver North, el coronel de los Marines
que mintió frente al Congreso de los Estados Unidos sobre sus ventas de
armamento a los supuestamente moderados Contras en los años ‘80, aparecen
descriptos con lujo de detalle en sus obras. En el dibujo, Oliver North, Lake
Resources of Panama, and the Iran-Contra Operation, ca. 1984-86, pareciera narrarse
a la perfección el entramado de relaciones que configuraron aquellos episodios.
Mucho antes de que el caso tomara repercusión pública, Lombardi ya
había profetizado de qué manera Lake Resources, una compañía ideada por
North para ocultar la venta de armas a los Contras, no existía. En 1986, sus
cuentas fueron intervenidas en Suiza; aunque North fue eximido del juicio por
inmunidad diplomática. Hoy en día, North es recordado por su implicación en
el escándalo, donde se dio a conocer que de manera ilícita se vendieron armas a
Irán para poder financiar a los contra-revolucionarios de Nicaragua durante la
presidencia de Ronald Reagan.
En 1986, este presidente despidió a North por mentir a sus superiores y
actuar sin su consentimiento. Su participación le costó ser condenado, aunque
nunca ingresó en prisión dado que su testimonio público le garantizaba la
inmunidad. Hoy en día, trabaja para la cadena conservadora Fox News Channel.
También es colaborador militar en la exitosa saga de videojuegos Call of Duty,
encargada en difundir valores masónicos y banalizar la idea de que John F.
Kennedy fue asesinado por un sicario bajo los efectos del MK-Ultra.
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Lombardi, También retrató las relaciones comerciales entre la familia
Bush y la familia Laden, mucho tiempo antes, incluso, de que el famoso Bill
Cooper, estudioso del Nuevo Orden Mundial también muerto en dudosas
circunstancias, lo denunciara en su programa de radio.
Una de las obras más famosas de Lombardi es un epigrama que reúne a
los Bush y los Bin Laden en 1997, a través de James R. Bath, empresario
vinculado a la CIA, e inversiones saudíes en EE.UU. El padre de Osama, Sheik
Salim, había iniciado relaciones con los Bush a través de Bath, y ambas familias
tenían intereses puestos en el control de yacimientos energéticos de Afganistán.
Luego del atentado del 11-S, George W. Bush se mostraba ante la prensa
norteamericana encolerizado llamando a su antiguo partener, Osama Bin Laden,
el Anticristo. La obra de Lombardi titulada George W. Bush, Harken Energy and
Jackson Stephens c. 1979-90 (5th. version, 1999) desmenuza con un nivel de detalle
escalofriante toda la información que, tiempo después del atentado, parecía
novedosa y reveladora en el documental de Michael Moore Fahrenheit 9/11.
Esta esquematización rizomática, composición pictórica organizada, a veces
horizontalmente, a veces circularmente, no constituía una mera asociación libre
de ideas sino la manifestación gráfica de años de investigación. Cada pieza de
Lombardi constituye en sí misma un mapa conceptual digno de ser estudiado,
sobre el que caben un sinnúmero de conclusiones y posibles respuestas a lo que
aún hoy acontece a nivel mundial. En el momento de su muerte, en
Williamsburg, Brooklyn, Lombardi estaba abriéndose camino como artista con
apoyo de grandes figuras del mundo artístico, tales como Fred Tomaselli.
Nacido en 1951, Lombardi estudió historia del arte en la Universidad de
Siracusa y se graduó en 1974. Incluso antes de acabar la carrera, Lombardi
destacó como documentalista. Cuando era director de investigación, se encargó
del soporte fáctico de la exposición Teapot Dome to Watergate, una muestra de
collages en el Museo Everson de Siracusa, que documentaba la larga historia de
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los escándalos gubernamentales en Estados Unidos. James Harithas, entonces
director del Museo Everson, se mudó a Houston para hacerse cargo del Museo
de Arte Contemporáneo y eligió a Lombardi como comisario. Este puesto lo
mantuvo durante dos años, al cabo de los cuales se convirtió en el bibliotecario
de referencias del Fondo de Arte de la Biblioteca Pública de Houston.
Lombardi almacenaba sus descubrimientos en cajas de zapatos repletas
de fichas, las cuales a su muerte sumaban unas 14.000. Obviamente, tal cantidad
de información le resultaba abrumadora; tenía que encontrar otro modo de
presentar lo que sabía. La representación esquemática o visual de su
conocimiento consiguió que la mayor parte del material fuera fácilmente
asimilable, aunque también es cierto que persistía cierta complejidad de
influencias difícil de comprender.
En otra de sus obras, Inner Sanctum: The Pope and his Bankers Michele
Sindona and Roberto Calvi, 1959-82, observamos una abundante cantidad de
datos sobre una hoja de papel de más de tres metros de largo. Desde el punto
de vista artístico, resulta difícil encontrar fallos al dibujo, con sus líneas elípticas
que conectan elegantemente los nexos de información.
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Sindona, un abogado de origen humilde, cayó rápidamente en las redes
de la Mafia. Tras mudarse a Milán, se hizo socio de la familia Gambino, que le
puso a cargo del dinero recaudado por la venta de heroína. Otros negocios
encabezados por Sindona generaron pérdidas y éste fue declarado corrupto.
Murió envenenado en prisión, mientras cumplía cadena perpetua por ordenar
el asesinato de un contrario.
Calvi, presidente del segundo banco privado más grande de Italia,
mantenía una estrecha relación con cierto sector del Vaticano; como
administrador del Banco Ambrosiano, exportó unos 27 millones de dólares
fuera del país. Más tarde, en junio de 1982, el banco quebró: se calcula que su
deuda rondaba los 1.500 millones de dólares americanos. Ese mismo año fue
hallado muerto en Londres, muy probablemente asesinado en un acto rituálico.
Tanto Sindona como Calvi pertenecían a logias masónicas irregulares
(Propaganda Due, más precisamente, presidida entonces por Licio Gelli).
Los vínculos de estos personajes con algunos hombres de la Santa Sede y
otros contactos se muestran magistralmente reconstruidos en el dibujo de
Lombardi, cuya orientación apaisada apunta a una comunidad de miembros
casi iguales, en lugar de una jerarquía escalonada. Los problemas del Banco
Ambrosiano, generados por esta trama, afectaron y perjudicaron, incluso, al
Vaticano, que pagó 224 millones de dólares americanos a los acreedores de la
casa bancaria.
Si bien se ha intentado asociar la imagen de Lombardi con la de un
anarquista de extrema izquierda, paranoico y con una visión conspirativa de la
historia, muchas de estas rotulaciones han estado más cerca de ser intentos de
descalificar su persona, por no poder descalificar el contenido genuino de su
obra, basada en general, en abundante material archivístico y documental.
Lo cierto es que Lombardi denunciaba en sus estructuras narrativas que el
Ejército de Estados Unidos no era un Ejército Nacional sino Imperial, ejército
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que hoy tiene presencia en 132 países. Lombardi, mostraba que las decisiones
de gobierno en torno a la política exterior norteamericana, estaban
direccionadas por la influencia de lobbies corporativos y financieros que
obtenían importantes lucros con las armas que se vendían al terrorismo que
luego se proponía combatir. No sólo daba nombres, fechas y describía
maniobras, sino que lo hacía en muchos casos con anterioridad a que tales
maniobras se llevaran a cabo.
La consecuencia de su genio y compromiso con la verdad, tuvo un saldo
claro: hace 16 años, el pintor Mark Lombardi fue encontrado ahorcado en su
casa. El presuroso informe policial que aseguraba que se había suicidado, nunca
fue contrastado con una investigación más profunda de su trágico final.
Muchos sabían que su trabajo lo había puesto en el ojo de la tormenta y que había
cosechado muchos y muy poderosos enemigos. Pero eso no fue suficiente para
que se lleven adelante investigaciones que partieran de la hipótesis de un
homicidio para acallarlo, para silenciarlo.
(*) Lucas J. Carena nació en Rosario, Provincia de Santa Fe, República
Argentina, el 26 de octubre de 1979. En 2003 obtuvo su título de Licenciado en
Comunicación Social por la Universidad Nacional de Rosario y en 2008 el de
Magister en Diseño de Estrategias de Comunicación por la misma casa de altos
estudios. Desde 2009 enseña Psicología Social en la Facultad de Psicología de la
Universidad Católica de La Plata en la Unidad Académica de Rosario.
Especialista en psicología de masas y medios de comunicación social, se
dedicó al estudio del comportamiento colectivo y la forma en que tales medios
instalan ideas tanto en la conciencia colectiva como a nivel subliminal.
Escritor e investigador, ha publicado artículos tanto periodísticos como
académicos en distintos medios de prensa y revistas con referato de divulgación
científica.
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Habiendo participado en trabajos periodísticos para grandes medios de
prensa, decepcionado de las operaciones de manipulación y desinformación, su
pensamiento fue virando paulatinamente, impulsado por sus propias
investigaciones, hacia el pensamiento alternativo y los medios no oficiales de
divulgación, adentrándose así al estudio de las estructuras globales de poder
mundial y simbología de las sociedades secretas.
Desde principios del año 2014, conduce, junto al Dr. Pablo Javier Davoli,
el programa La Brújula, emitido por TLV1, Toda la Verdad, Primero, canal
televisivo por Internet.
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