Consideraciones anestésicas en las inmunodeficiencias
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Consideraciones anestésicas en las inmunodeficiencias
626-636C12-12460.ANE-FORM CONTIN 12/12/08 (Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. 2008; 55: 626-636) 17:46 Página 626 FORMACIÓN CONTINUADA Formación acreditada Consideraciones anestésicas en las inmunodeficiencias primarias J. Longás Valiéna, J. Cuartero Loberab, A. Merodio Gómeza Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza. bHospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza. a Resumen Las inmunodeficiencias primarias son un conjunto de entidades en su mayoría hereditarias o congénitas. Sin embargo, en algunos casos no existe un patrón de herencia definido, pese a existir una clara presentación familiar. Su incidencia es variable siendo la más frecuente el déficit de inmunoglobulina A. Muchas de estas enfermedades son entidades pediátricas, en ocasiones de tal gravedad, que los pacientes no llegan al año de vida por el desarrollo de infecciones generalizadas. En otras ocasiones, se desarrollan supervivencias prolongadas y nos podemos encontrar en nuestra práctica diaria con portadores adultos. En estos casos se trata de trastornos menos agresivos que forman parte de síndromes clínicos diferenciados siendo importante su reconocimiento y manejo anestésico adecuado. En el presente artículo se hace una revisión de las características clínicas de las inmunodeficiencias primarias que puedan ser relevantes en el manejo anestésico de este tipo de pacientes. Palabras clave: Sistema inmunológico. Inmunodeficiencia primaria. Anestesia. Índice 1. Generalidades 2. Trastornos por inmunodeficiencias de anticuerpos (linfocitos B) 3. Trastornos por inmunodeficiencias de células T 4. Trastornos por inmunodeficiencia combinada humoral y celular 5. Enfermedades por disfunción fagocitaria 6. Trastornos del sistema del complemento 7. Conclusiones FEA. bJefe de Servicio. a Correspondencia: Javier Longás Valién Servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapia del Dolor. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa Avda. San Juan Bosco, 15 50009 Zaragoza E-mail: [email protected] Aceptado para su publicación en marzo de 2008. 626 Anesthetic considerations in primary immunodeficiencies Summary Primary immunodeficiencies are a group of mostly hereditary, or congenital, disorders. Some cases, however, show no hereditary pattern despite an evident familial distribution. The incidence of these cases is variable and the most frequent of them is immunoglobulin A deficiency. Many are pediatric disorders that are occasionally so serious that the patient does not survive the first year of life due to the development of systemic infections. In other cases, survival is much longer and it is possible to find adult carriers in routine clinical practice. These are less aggressive cases that form part of specific clinical syndromes that must be recognized so that appropriate anesthetic management can be planned. We review the clinical characteristics of primary immunodeficiencies that may be relevant to anesthetic management in these patients. Key words: Immune system. Primary immunodeficiency. Anesthesia. 1. Generalidades Introducción Son escasas las referencias bibliográficas en la literatura sobre el manejo anestésico del paciente portador de inmunodeficiencia (ID) primaria, pacientes en la mayoría de los casos complejos debido a la patología asociada que implican muchas de estas entidades. Para la realización del presente artículo se efectuó una busqueda bibliográfica en Pub Med (www.medline.com) entrecruzando los siguientes términos: “immunodeficiency”, “anaesthesia” y “primary immunodeficiency” durante el periodo 1970-2007. Revisando los artículos de cada una de las patologías encontradas y completando la búsqueda con la bibliografía encontrada en dichos artículos. El sistema inmunológico está formado por múltiples órganos, células y moléculas cuya función primordial es la de reconocer, neutralizar y eliminar los microorganis40 626-636C12-12460.ANE-FORM CONTIN 12/12/08 17:46 Página 627 J. LONGÁS VALIÉN ET AL– Consideraciones anestésicas en las inmunodeficiencias primarias mos y sustancias extrañas. Cuando un patógeno penetra en el organismo, el sistema inmune produce una respuesta integrada de forma coordinada por elementos de un alto grado de especificidad como los linfocitos T y B, junto a elementos de bajo grado de especificidad como las células fagocíticas y el sistema del complemento1. Los pilares básicos de la respuesta inmune son fundamentalmente cuatro: células B y sus productos, las inmunoglobulinas (Igs) o anticuerpos, que constituyen la llamada inmunidad humoral, que actúa en secreciones, plasma y espacio intersticial; células T o inmunidad celular que se lleva a cabo en la sangre y tejido linfoide periférico; sistema fagocítico en el que se incluyen neutrófilos, monocitos y macrófagos y finalmente sistema del complemento que actúa sinérgicamente con el resto del sistema inmunitario aumentando la resistencia a la infección bacteriana2. TABLA 1 Principales causas de inmunodeficiencia4,5 Patrones genéticos – Autosómica recesiva – Autosómica dominante – Ligada a X – Delecciones y reordenamiento de genes Deficiencia bioquímica y metabólica – Déficit de adenosina desaminasa – Déficit de purina nucleósido fosforilasa – Déficit de carboxilasa múltiple dependiente de biotina – Glucoproteínas de membrana deficientes Deficiencia de vitaminas o minerales – Biotina – B12 – Hierro – Vitamina A – Zinc Detención embriogénica Clasificación de las inmunodeficiencias Las ID, enfermedades causadas por alteraciones cualitativas o cuantitativas en uno o más de los componentes de la respuesta inmunológica, producen una descoordinación de esta respuesta que se manifestará clínicamente, con una mayor susceptibilidad a desarrollar infecciones3. Las anomalías intrínsecas de los componentes del sistema inmune congénitas o adquiridas son la causa del grupo de síndromes y enfermedades denominadas ID primarias. Las ID secundarias se producen por agentes y situaciones ajenos al sistema inmune, pero que al alterarlo dan una respuesta inmune deficitaria (Tabla 1)4,5. La OMS clasifica las ID primarias en siete grandes grupos (Tabla 2)6,7. En su mayoría son hereditarias o congénitas, su herencia suele ser autonómica recesiva o ligada al cromosoma X, sin embargo en algunos casos no hay un patrón de herencia definido, pese a existir una clara incidencia familiar8 (Tabla 3)9,10. En la actualidad se conocen más de 130 ID primarias7. En algunos casos, se han aislado los genes responsables o el producto proteico defectuoso, pero aún así el defecto último responsable está por determinar en muchas otras entidades11. Su incidencia varía, desde la relativamente frecuente del déficit de IgA (1:400), a la escasa de la ID combinada severa (1:100.000) o la enfermedad granulomatosa crónica (1:200.000)12. Diagnóstico, presentación clínica y enfermedades asociadas Por lo general es la clínica la que da la sospecha diagnóstica de padecer ID, la causa más común de consulta es la presencia de infecciones de repetición 41 Enfermedades autoinmunes – Anticuerpo pasivo (de madre a feto) – Anticuerpo activo (contra células T) – Célula T activa Inmunodeficiencia adquirida – Virus inmunodeficiencia humana adquirida – Tratamiento con antineoplásicos – Infección postviral – Postransfusión – Transfusiones múltiples – Trastornos metabólicos – Infección crónica – Deficiencia nutricional – Hemoglobinopatías – Abuso de drogas – Medicamentos – Hipoproteínemia – Alcoholismo – Radioterapia – Inmunosupresores – Neoplasias – Insuficiencia renal crónica – Esplenectomía – Asplenia con características de gravedad y/o presentaciones atípicas. Pero será el estudio genético e inmunológico el que dé el diagnóstico definitivo13. Los continuos avances en la identificación y el diagnóstico de trastornos específicos por ID permiten al médico diagnosticar el 75% de las ID. El resto se pueden diagnosticar por métodos genéticos complejos. Aún así existen pacientes portadores de ID, de los que se desconoce la etiología precisa o el mecanismo de inmunodeficiencia. El desarrollo de infecciones de las vías respiratorias es la sintomatología más habitual en este tipo de pacientes14. Las infecciones gastrointestinales son frecuentes produciendo diarrea, malaabsorción y retraso 627 626-636C12-12460.ANE-FORM CONTIN 12/12/08 17:46 Página 628 Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 55, Núm. 10, 2008 TABLA 2 Clasificación de la OMS de las inmunodeficiencias primarias6,7 1. 2. Inmunodefiencias de anticuerpos (células B) – Agammaglobulinemia ligada a X* – Inmunodeficiencia común variable – Síndrome de Hiper IgE – Hipogammaglobulinemia transitoria de la infancia – Síndrome linfoproliferativo ligado a X – Inmunodeficiencia con timoma – – – – – Otras inmunodeficiencias bien definidas (células T) – Síndrome de DiGeorge* – Alteraciones en la movilización de Calcio – Alteraciones funcionales – Déficit de Apo-1 o CD95 3. Inmunodeficiencias combinadas – Síndrome de Wiskott Aldrich* – Ataxia telangiectasia* – Inmunodeficiencias combinadas severas* – Autosómica recesiva – Ligada a X o déficit de la cadena γ del receptor de IL2 – Defecto de adenosín desaminasa – Defecto de purina nucleósido fosforilasa – Defecto en la expresión de moléculas de histocompatibilidad de clase II (MHC-II) – Defecto en la expresión de CD3 – Defecto de la tirosín quinasa ZAP-70 – Disgenesia reticular – Déficit de HLA-I 4. Defectos de la función fagocítica – Enfermedad granulomatosa crónica* – Síndrome de Job* – Déficit de glucosa 6 fosfato deshidrogenasa – Síndrome de inmovilidad ciliar – Síndromes neutropénicos – Síndrome de Schwachman – Deficiencia de almacenamiento de glucogeno tipo 1b 5. Deficiencias del complemento – Déficit de C1 inhibidor o angioedema hereditario* – Defectos de proteínas reguladoras – Déficit de componentes aislados (C1, C4, C2, C5-C9, factor D) Deficiencia de IgA* Déficits de subclases de IgG Síndrome de Hiper IgM Déficit selectivo de IgM Deficiencia de transcobalamina – – – – – – – Síndrome de Chédiak Higashi* Candidiasis mucocutánea crónica* Déficit de mieloperoxidasa Déficit de adhesión leucocitaria Deficiencia específica de gránulos Defecto de adhesión del leucocito Déficit de tuftsina – Deficiencia de C3 – Síndromes de periodontitis 6. Síndromes asociados a inmunodeficiencia (Síndrome de Bloom, anemia de Fanconi, xeroderma pigmentosum, síndrome de Shekel, Displasia inmuno-ósea de Schimke, etc.) 7. Otras inmunodeficiencias primarias (Asplenia/hiposplenia congénita, síndrome de Ivemark, etc.) *:entidades desarrolladas en el presente artículo con relevancia en la práctica anestesiológica. del crecimiento. En algunos casos la diarrea puede ser exudativa con pérdida de proteínas séricas. La agresión por un microorganismo pone en marcha, como hemos dicho la respuesta inmunológica específica e inespecífica que actúan en estrecha conexión, esta respuesta global y coordinada no es igual para todos los gérmenes, tampoco los distintos componentes del sistema inmunológico tienen la misma importancia en la defensa contra un determinado agente infeccioso. Por esta razón los tipos de infecciones que se presentan a menudo proporcionan indicios importantes del tipo de ID presente15. Por ejemplo las otitis media recidivante y la neumonía son frecuentes en la hipogammaglobulinemia. Los pacientes con déficit de la inmunidad celular son susceptibles de infecciones fúngicas, protozoarias y virales que pueden presentarse como neumonía o infec628 ción crónica de piel y mucosas o en otros órganos. La infección sistémica por bacterias poco habituales, normalmente de escasa virulencia es característica de la enfermedad granulomatosa crónica16. Otros trastornos fagocitarios se vinculan con infecciones sistémicas por microorganismos piógenos (Tabla 4)17. A veces otros signos y características del paciente como, por ejemplo, la facies típica del síndrome de DiGeorge, orientan hacia el diagnóstico antes de que aparezca el déficit inmune18. Por otra parte los pacientes con ID padecen una mayor incidencia de enfermedades autoinmunes, neoplasias y atopia. Las enfermedades autoinmunes son más frecuentes en las ID que conservan, al menos parcialmente la formación de anticuerpos dirigiendo la autoagresión hacia las células hematológicas, desarrollando anemia 42 626-636C12-12460.ANE-FORM CONTIN 12/12/08 17:46 Página 629 J. LONGÁS VALIÉN ET AL– Consideraciones anestésicas en las inmunodeficiencias primarias TABLA 3 Errores genéticos e inmunodeficiencias primarias9,10 Inmunodeficiencia Gen Herencia. Alteraciones Déficit de adenosín desaminasa Déficit de purina nucleósido fosforilasa ID combinada severa ligada a X Síndrome de Wiskott Aldrich Ataxia telangiectasia Déficit de cadena k Déficit de cadenas pesadas de Ig Síndrome de Hiper IgM Enfermedad de Bruton 20q13.11 14q13.1 Xq13.1-13.3 Xp11.22-11.23 11q22.3 2p11 14q32.3 Xq24-27 Xq21.3-22 Mutaciones puntuales y deleciones. ARc Mutaciones puntuales. AR Mutaciones gen cadena γ IL2-R. Ligada a X Mutación WASPa. Ligada a X Mutaciones gen ATMb. AR Mutaciones puntuales. AR Deleciones. AR Mutaciones gen CD40L. Ligada a X, AR Mutaciones gen codificante para Btkc. Ligada a X ID: Inmunodeficiencia. : WASP, gen codificante de la proteína del síndrome de Wiskott Aldrich. b : ATM, gen de la Ataxia Telangiectasia. c : AR: autosómica recesiva. c : Btk: Bruton´s Tyrosine Kinase gene. a hemolítica, trombocitopenia y neutropenia. Algunas de las enfermedades autoinmunes que presentan no difieren clínicamente y/o analíticamente de las que aparecen en los pacientes sin ID por los que se les llama “like”19, como por ejemplo el lupus desarrollado en los pacientes afectos de déficit selectivo de IgA. Los pacientes pueden presentar autoanticuerpos sin significado clínico concreto20. La incidencia de neoplasias es de diez a cien veces mayor en las ID asociadas a alteraciones de las células T, como por ejemplo en el síndrome de Wiskott-Aldrich o la ataxia telangiectasia21. Los procesos neoplásicos más frecuentes son los de origen linforreticular (linfoma no Hodking) seguidos por el carcinoma gástrico. Por último las enfermedades de origen atópico son especialmente frecuentes en las deficiencias de inmunoglobulina A. También es habitual la aparición de dermatitis similar a la de origen atópico en las ID combinadas, así como en las deficiencias de la función fagocítica22. Tratamiento de las inmunodeficiencias Además de los antibióticos para el tratamiento de las infecciones asociadas, los pacientes se tratan con inmunoterapia para el control e incluso curación de la TABLA 4 Clínica general asociada a los principales déficits del sistema inmunológico17 Déficit inmunitario Clínica Anticuerpos Infecciones respiratorias, neumonías, otitis de repetición Formas graves de enfermedades por virus. Candidiasis Infecciones por hongos y bacterias saprófitas como estafilococo coagulasa negativo Síndrome lupus like. Predisposición a infecciones por Neisseria Inmunidad celular Fagocitosis Complemento 43 ID. La utilidad de algunos tratamientos como el trasplante de médula ósea está limitada por la selección de donantes adecuados. El descubrimiento de deficiencias enzimáticas vinculadas a las ID ofrece una nueva vía potencial de tratamiento, incluso se están empezando a utilizar las terapias génicas23. Valoración preanestésica Se deberá realizar una exploración y anamnesis general por aparatos intentando determinar la presencia de infecciones activas en el momento de la consulta24. Es necesario valorar las consecuencias fisiopatológicas que dichos procesos hayan podido producir. Se debe buscar la patología concomitante asociada a la inmunodeficiencia, especialmente la presencia de patología autoinmune como vasculitis, artritis y endocrinopatías. Se valorará el estado de deshidratación, malnutrición y pérdidas electrolíticas. Si se opta por la realización de técnicas de anestesia locorregional es importante estudiar la presencia de infecciones cutáneas25. En estos pacientes es frecuente la existencia de anemia como consecuencia de los procesos infecciosos crónicos. En el hemograma evaluaremos el número total de hematíes, plaquetas y poblaciones leucocitarias: linfocitos (pacientes pediátricos, tienen cifras de linfocitos superiores a las del adulto: las cifras normales son de 4.000-6.000 μL -1, unas cifras persistentemente menores de 1.500 μL-1 indican linfocitopenia), monocitos y granulocitos. También será importante conocer el estado de la inmunidad humoral con la determinación de los niveles séricos de Igs (valores normales: IgG: 800- 1.800 mg dL-1; IgA: 90- 450 mg dL-1; IgM: 65- 265 mg dL1 ; IgE: 10- 179 UI mL-1). Por otro lado en los defectos de la función fagocítica y de complemento, es interesante conocer algunas de las determinaciones que se utilizan para su diagnóstico (Tabla 5)26. Tam629 626-636C12-12460.ANE-FORM CONTIN 12/12/08 17:46 Página 630 Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 55, Núm. 10, 2008 TABLA 5 Principales pruebas diagnósticas en las inmunodeficiencias primarias26 más grave que los individuos con deficiencia selectiva de Ig. Análisis iniciales de detección selectiva* – Hemograma completo con fórmula – Niveles séricos de inmunoglobulinas Agammaglogulinemia ligada al cromosoma X. Enfermedad de Bruton Otros estudios fácilmente accesibles – Cuantificación de las poblaciones linfocitarias con anticuerpos mononucleares – Células T: CD3, CD4, CD8, TCRαβ, TCRγδ – Células B: CD19, CD20, CD21, Ig (μ,δ,α,κ,λ), moléculas asociadas a Ig (a,b) – Células NK: CD16 – Monocitos: CD15 – Marcadores de activación: HLA-DR, CD25, CD80 – Valoración funcional de las células T – Pruebas cutáneas de hipersensibilidad retardada (PPD, toxoide tetánico…) – Respuesta proliferativa frente a mitógenos y células alogénicas – Producción de citocinas – Valoración funcional de las células B – Anticuerpos naturales o de adquisición habitual. – Respuesta a la vacunación con antígenos proteicos y carbohidratos. – Determinación cuantitativa de las subclase de IgG – Complemento – Análisis de CH50 (vía clásica y alternativa) – C3, C4 y otros componentes – Función fagocitaria – Reducción del nitroazul de tetrazolio – Análisis de quimiotaxis – Actividad bactericida En 1952 Ogden Bruton describió el primer caso de agammaglobulinemia. La prevalencia de la enfermedad se sitúa en 1:100.000-1 habitantes28. El principal defecto celular reside en la ausencia de linfocitos B maduros estando intacta la inmunidad de células T. Los lactantes varones se convierten en sintomáticos después de la disminución natural de la Ig materna que se produce a los 5-6 meses de edad (Figura 1). Aunque los pacientes hayan sobrevivido hasta la segunda y tercera década, muchos individuos desarrollarán enfermedad pulmonar crónica. Analíticamente se caracteriza por unos niveles de IgG por debajo de 200 mg dL-1 con ausencia de IgM, A, D y E. Los síntomas iniciales consisten en otitis media bacteriana recidivante, bronquitis, neumonía, meningitis, dermatitis y en ocasiones artritis y síndrome de malabsorción29. Muchas de las infecciones responden con rapidez a la antibioterapia, hecho que suele retrasar el diagnóstico. Los microorganismos causales más frecuentes son Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae. En ocasiones los pacientes presentan síntomas desde la infancia, en estos casos se presenta en forma de conjuntivitis crónica, pérdida de piezas dentales o síndrome de malabsorción que puede originar retraso del crecimiento acompañándose en ocasiones con infección por Giardia lamblia. En pacientes no tratados puede presentarse un cuadro similar a la artritis reumatoidea30. La terapia sustitutiva consiste en la administración de Ig endovenosa o intramuscular, en la mayoría de los casos IgG. La dosis de inicio es de 200 mg kg-1 con *Junto a la exploración e historia clínica permiten identificar a más del 95% de los pacientes portadores de inmunodeficiencias primarias. bién es útil medir la velocidad de sedimentación globular, que suele estar elevada como consecuencia de procesos infecciosos o crónicos. Las pruebas bioquímicas nos darán una idea de la situación actual de las posibles alteraciones endocrinas que vemos en estos pacientes27. A continuación se hace una revisión de las principales inmunodeficiencias primarias por su frecuencia de presentación así como por su interés anestesiológico, revisando los puntos más importantes en cuanto a su manejo anestésico. 2. Trastornos por inmunodeficiencias de anticuerpos (linfocitos B) Las ID por anticuerpos comprenden una variedad de trastornos caracterizados por la disminución de los valores de Igs, que varían desde una ausencia completa de todas las clases de Ig hasta una deficiencia de clase o subclase. La morbilidad de estas patologías depende sobre todo del grado de déficit de anticuerpo. Los pacientes con hipogammaglobulinemia se vuelven sintomáticos más pronto y presentan una enfermedad 630 Fig. 1. Evolución perinatal de las principales inmunoglobulinas. Eje ordenadas: concentración de inmunglobulinas en plasma en ng mL-1. Eje abscisas: meses. *: nacimiento. 44 626-636C12-12460.ANE-FORM CONTIN 12/12/08 17:46 Página 631 J. LONGÁS VALIÉN ET AL– Consideraciones anestésicas en las inmunodeficiencias primarias incremento hasta alcanzar una dosis de 400 mg kg-1 mensual. Debemos descartar la presencia de infecciones activas ya que aceleran su catabolismo. En la evaluación preoperatoria de pacientes cooperadores se deberá realizar, además del estudio rutinario de la vía aérea, un estudio de funcionalidad respiratoria. Se deberá pautar una antibioterapia profiláctica adecuada, teniendo siempre presente los gérmenes que pueden llegar a causar infección en estos pacientes. Las infecciones víricas del SNC son poco frecuentes pero siempre debe descartarse su presencia, ya que pueden producir un aumento de la presión intracraneal31. No existe contraindicación para realizar técnicas de anestesia general o locorregional18. Se puede realizar profilaxis con Ig endovenosa a dosis de 400 mg kg-1 4 días antes de la intervención. La administración de dosis altas de Ig en pacientes con función respiratoria alterada puede deteriorarla. La vida media de la Ig intravenosa es de 15 a 20 días. Son infrecuentes las reacciones adversas durante su administración. En ocasiones los pacientes pueden presentar disnea, sudoración, taquicardia o dolor abdominal, que ceden cuando se reduce la velocidad de infusión32. Déficit de IgA El déficit selectivo de IgA es la ID más frecuente. La IgA es la principal inmunoglobulina de las secreciones y primera línea de defensa del sistema inmune asociado a mucosas. El diagnóstico se establece con unos niveles séricos de IgA inferiores a 5 mg dL-1, encontrando niveles normales del resto de inmunoglobulinas. Los pacientes pueden llegar a sobrevivir hasta la sexta o séptima década sin enfermedades graves, sin embargo la mayoría se vuelven sintomáticos en la primera década. Los síntomas clínicos más frecuentes son las infecciones recidivantes sinopulmonares virales y bacterianas que pueden desarrollar sobreinfecciones pulmonares, atelectasias, fibrosis y hemosiderosis pulmonar33. Se ha visto un aumento de la base atópica de los pacientes, presentando tendencia a desarrollar alergia de difícil control. Algunos pacientes, hasta en un 3040% desarrollan reacciones anafilácticas con la transfusión de productos sanguíneos ya que pueden presentar anticuerpos frente a la IgA34. Existe un aumento de la presencia de enfermedad celiaca y anemia perniciosa en estos pacientes. También se ha encontrado un aumento en el desarrollo de enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso, artritis reumatoidea, dermatomiositis, anemia hemolítica con test de Coombs positivo, síndrome de Sjögren y hepatitis crónica activa. Parece existir cierta relación con el desarrollo de timoma. 45 En algunos casos se ha implicado a la fenitoína y otros anticonvulsivantes como factores etiológicos del déficit selectivo de IgA. La eliminación del fármaco no devuelve a la normalidad los valores séricos de IgA35. No existe terapia sustitutiva de IgA. En déficit combinado se pueden tratar con gammaglobulina, pero en déficit aislado se corre el riesgo de desarrollar reacciones anafilácticas. Para reducir el riesgo de anafilaxia con las transfusiones sanguíneas se deben utilizar eritrocitos lavados 3 veces, aunque esto no elimina el riesgo completamente28. No serán necesarias exploraciones funcionales preoperatorias del aparato respiratorio19. La prescripción de transfusión debe de ser muy rigurosa y si es posible utilizar sangre procedente de donantes que presenten déficit de IgA36. 3. Trastornos por inmunodeficiencias de células T Son infrecuentes los trastornos aislados de las células T. La mayoría se acompañan de defectos de las células B, reflejando la estrecha colaboración entre las dos estirpes celulares en el proceso de formación de anticuerpos. Estos pacientes son susceptibles de desarrollar infecciones víricas, fúngicas y protozoarias. Síndrome de DiGeorge Este síndrome es de los pocos trastornos de ID que se acompañan de síntomas desde el nacimiento. Aparece por mal desarrollo embrionario de la 3ª y 4ª bolsa faríngea, con aplasia o hipoplasia de las paratiroides o del timo. Las características del síndrome completo son: facies anormal con orejas de implantación baja, boca de “pescado”, hipertelorismo, micrognatia, comisuras oftálmicas antimongoloides. Se asocia a hipoparatiroidismo, anomalía cardiaca congénita y defectos de la inmunidad celular. Tras trasplante tímico los pacientes pueden lograr supervivencias prolongadas e incluso remitir completamente la inmunodeficiencia. Se ha visto el desarrollo de enfermedad injerto contra huésped después de transfusiones sanguíneas, en pacientes en los que no se sospechaba esta alteración. La mayoría de los pacientes con supervivencias prolongadas tienen repercusión cardiaca mínima. La sintomatología inicial se presenta a las 24 horas del nacimiento manifestándose como hipocalcemia resistente al tratamiento estándar. Entre las alteraciones cardiacas se han descrito arco aórtico interrumpido, defectos septales, persistencia del conducto arterioso y tronco arterioso. Existen alteraciones renales. 631 626-636C12-12460.ANE-FORM CONTIN 12/12/08 17:46 Página 632 Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 55, Núm. 10, 2008 Los pacientes con supervivencias prolongadas pueden desarrollar infecciones crónicas recidivantes por virus, bacterias hongos y protozoos. Pueden presentar neumonía e infección crónica cutánea por Candida. Cuando hay déficit de células T debe administrarse profilaxis para Pneumocystis carinii. Se deben tratar la hipocalcemia con calcio, vitamina D y paratohormona y las alteraciones cardiacas37. La enfermedad cardiaca puede dar lugar a insuficiencia cardiaca que puede requerir corrección quirúrgica. Si no se ha trasplantado timo y se transfunde sangre ésta deberá ser radiada con 3.000 R para evitar la reacción injerto contra huésped. Se debe pautar terapia con inmunoglobulina intravenosa cuando hay déficit de anticuerpos, así como para controlar la infección recidivante38. En la consulta preanestésica, la evaluación cardiopulmonar es fundamental. En el análisis bioquímico se debe de monitorizar periódicamente los niveles de calcio. En algunos pacientes se ha descrito una respuesta exagerada a los relajantes musculares no desporalizantes en situaciones de hipocalcemia39. En el manejo intraoperatorio se tendrá en cuenta que la hiperventilación favorece la hipocalcemia y si ésta es aguda puede acompañarse de inestabilidad hemodinámica. 4. Trastornos por inmunodeficiencia combinada humoral y celular Este grupo de enfermedades se caracteriza por presentar alteraciones tanto en la inmunidad celular (linfocito T) como en la humoral (linfocito B). Las manifestaciones clínicas y su pronóstico dependen de la magnitud del compromiso inmunológico. Dentro de ellas se encuentran las ID combinadas severas, en las que se incluyen trastornos en los cuales la función inmune adaptativa se halla totalmente ausente. Representan las formas más graves de ID primaria, ya que sin trasplante de células hematopóyeticas o más recientemente con terapia genética, el curso de la enfermedad es fatal. No hay casos en la literatura de pacientes intervenidos con este síndrome, las manifestaciones clínicas se presentan en los primeros meses de vida en forma de infecciones que afectan al aparato respiratorio y digestivo. Se observa candidiasis oral recurrente/crónica, diarrea persistente, neumonitis y detención del crecimiento. Manifestaciones no infecciosas como eritrodermia generalizada, diarrea, eosinofilia y hepatitis son generadas por la presencia de células linfoides alogénicas, ya sean de origen materno, por paso transplacentario o transfusional. 632 Síndrome de Wiskott-Aldrich Síndrome recesivo ligado al cromosoma X, en el cual los lactantes varones afectos de la enfermedad pueden volverse sintomáticos en períodos tempranos de la infancia, apareciendo clínica hemorrágica secundaria a trombocitopenia. Ésta es debida a la destrucción rápida de las plaquetas por defectos intrínsecos de éstas, siendo la manifestación clínica de inicio más habitual particularmente grave en los episodios de infección40. La trombocitopenia característicamente es resistente a la administración de corticoides y la esplenectomía no es curativa, la clínica se hace menos grave con el paso del tiempo. A menudo están disminuidas de forma secundaria las concentraciones séricas de IgM, por lo que pueden desarrollar infecciones bacterianas recidivantes que se manifestarán en forma de otitis media, neumonía y meningitis. La enfermedad es progresiva con un incremento del riesgo en la susceptibilidad a la infección y al desarrollo de neoplasias frecuentemente del sistema linforreticular y del sistema nervioso central. Con frecuencia aparecen procesos autoinmunitarios como la vasculitis o la anemia hemolítica Coombs positiva que pueden requerir corticoterapia. Los enfermos son susceptibles a las infecciones producidas por microorganismos con polisacaridos capsulares, por ejemplo neumococo, meningococo y Haemophilus influenzae. Al envejecer se hacen susceptibles a otro tipo de microorganismos y pueden presentar infecciones recidivantes41. Las infecciones se deben tratar pronto y de manera enérgica. Es posible utilizar gammaglobulina endovenosa en el tratamiento de la inmunosupresión. El trasplante de médula ósea puede ser curativo42. Ataxia teleangiectasia. Enfermedad de Louis Barr Se trata de un defecto genético autonómico recesivo en el que se produce una mutación del gen ATM implicado en la reparación del ADN. Estos pacientes presentan concentraciones nulas o reducidas de IgG e IgA, pudiendo presentar subclases de IgG anómalas. El síndrome se caracteriza por manifestaciones clásicas que incluyen la presencia de ataxia-teleangiectasia, infección senopulmonar recidivante y alteraciones de las células T y B, hay que tener en cuenta que no todos los pacientes presentan inmunodeficiencia asociada43. Cuando los pacientes sobreviven en el tiempo desarrollan deterioro progresivo de las funciones neurológicas e inmunes. Pueden presentar también alteraciones en el metabolismo de la glucosa. Los pacientes pueden alcanzar la quinta década de la vida. Las principales 46 626-636C12-12460.ANE-FORM CONTIN 12/12/08 17:46 Página 633 J. LONGÁS VALIÉN ET AL– Consideraciones anestésicas en las inmunodeficiencias primarias causas de muerte son las infecciones recidivantes y la neoplasia linforreticular (elevada incidencia de linfomas) o de células epiteliales (carcinoma de estómago, hígado y ovario). En la segunda década la morbilidad se agrava por enfermedad pulmonar crónica, retraso mental y debilidad física44. Existen dos picos de inicio de la enfermedad a los 9 meses y a los 4-6 años. Conforme crecen los pacientes, se desarrollan los síntomas neurológicos como movimientos coreoatetósicos, mirada estrábica y signos extrapiramidales y de columna posterior. La telangiectasia suele aparecer en conjuntiva y después aparece en puente de nariz, orejas o fosa antecubital. La inmunoglobulinemia puede ser útil en el déficit de anticuerpos. No se deben aplicar vacunas con virus atenuados y se radiarán todos los productos sanguíneos antes de su administración45. La evaluación preoperatoria pulmonar debe de ser exhaustiva. 5. Enfermedades por disfunción fagocitaria La susceptibilidad a la infección en los síndromes de disfunción fagocítica puede variar desde infecciones leves cutáneas hasta infección grave masiva. Por lo general son susceptibles a infecciones bacterianas. Enfermedad granulomatosa crónica Es un trastorno hereditario asociado al cromosoma X. Se han descrito supervivencias hasta la tercera década. Las mujeres portadoras tienen un aumento en la incidencia de lupus eritmatoso sistémico y discoide. Desarrollan infecciones por microorganismos que normalmente tienen poca virulencia como el Staphylococcus epidermidis, Serratia marcescens o Aspergillus. En la mayoría de los pacientes el diagnóstico se realiza antes de los 2 años de edad. La clínica más frecuente se asocia con la marcada linfadenopatía, lesiones dérmicas ulceradas infectadas, hepatoesplenomegalia, ganglios linfáticos que drenan de forma crónica y episodios de neumonía. Puede presentarse osteomielitis. El interferón gamma parece reducir la incidencia de infecciones. Algunos autores utilizan trimetoprin-sulfametoxazol como profilaxis y tratamiento. Para infecciones por Candida o Aspergillus puede utilizarse anfotericina B46. Enfermedad de Chediak-Higashi Es una enfermedad multisistémica de herencia autonómica recesiva. La mayoría de los pacientes mueren 47 durante la infancia pero se han descrito casos que han sobrevivido hasta la segunda y tercera décadas de vida. La sintomatología principal comprende infecciones bacterianas recidivantes, hepatoesplenomegalia, albinismo parcial, anomalías del sistema nervioso central y un gran aumento de la incidencia de neoplasias linforreticulares47. Es importante en la evaluación preoperatoria de los pacientes una valoración de la función respiratoria con realización de pruebas funcionales y también un estudio de la coagulación sanguínea exhaustivo. Uno de los puntos especiales en esta patología es que puede ser importante una profilaxis perioperatoria con corticoides a dosis de estrés (100-200 mg de hidrocortisona)48. Síndrome de Hiper E. Síndrome de Job El Síndrome de Job se caracteriza por infecciones bacterianas recurrentes de la piel, senos y pulmones, con concentraciones plasmáticas de IgE al menos diez veces superiores a los normales y un defecto quimiotáctico variable de los neutrófilos49. La mayoría de las infecciones se deben a Staphylococcus aureus. Pueden producirse bacteriemias y es posible la candidiasis mucocutánea. A pesar del tratamiento antibiótico, estos pacientes suelen presentar abscesos repetidos que necesitan drenajes quirúrgicos. La actitud anestésica debe de tener en cuenta el riesgo de abscesos epidurales si se consideran técnicas neuroaxiales50. Se ha descrito en un paciente con este trastorno una respuesta prolongada a la succinilcolina sin una explicación obvia51. Candidiasis mucocutánea crónica Afecta a los dos sexos, apareciendo algunos casos familiares. El trastorno se vincula a un defecto de las células T, lo que origina susceptibilidad a infección crónica por Candida albicans y algunos pacientes desarrollan autoanticuerpos vinculados con endocrinopatías idiopáticas. Es frecuente el hipoparatiroidismo acompañándose de hipocalcemia y tetania, puede encontrarse enfermedad de Addison52. En ocasiones hay antecedentes de hepatitis crónica que precede al inicio de la endocrinopatía. Puede aparecer fibrosis pulmonar, déficit de ACTH o trastornos hematológicos. Los pacientes pueden sobrevivir hasta la segunda o tercera década, pero presentan gran morbilidad. Los individuos con infección grave en piel y mucosas, desarrollan graves problemas psicológicos. Es difícil el manejo del hipoparatiroidismo y son frecuentes las complicaciones asociadas53. 633 626-636C12-12460.ANE-FORM CONTIN 12/12/08 17:46 Página 634 Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 55, Núm. 10, 2008 6. Trastornos del sistema del complemento El sistema del complemento está formado por más de 30 proteínas plasmáticas que interactúan entre sí con el fin de formar un complejo último que generará una repuesta inmune inespecífica. Su activación tiene lugar por complejos inmunes, lo cual inicia una cascada de activación a partir de la molécula C1-inhibidor. Un déficit de esta proteína conlleva la acumulación incontrolada de factores del complemento lo que lleva a la liberación de sustancias vasoactivas desde las células cebadas y como consecuencia a un aumento de la permeabilidad capilar. Este déficit puede ser hereditario o adquirido, la forma hereditaria es el defecto genético más frecuente del sistema del complemento. Angioedema hereditario El angioedema hereditario es una enfermedad hereditaria autonómica dominante debido a una reducción de la actividad funcional de la proteína del complemento plasmático: inhibidor de la esterasa C1, lo que conduce a la no regulación de la activación inicial de la vía del complemento, produciendo en consecuencia la liberación de mediadores vasoactivos54. Existen tres variantes de angioedema hereditario. El tipo I, 85% de los casos, que se caracteriza por niveles bajos de C1inhibidor y es debido a una síntesis defectuosa. El tipo 2 que presenta niveles normales o altos y que es debido a la síntesis de una proteína disfuncional. Por último el tipo 3 en el que no se conoce el defecto y donde los niveles y la funcionalidad de la esterasa C1 son normales, siendo el embarazo una de sus causas desencadenantes55,56. La enfermedad se manifiesta por episodios de edema agudo subcutáneo de la mucosa del tracto digestivo y/o de las vías aéreas superiores. Los ataques pueden afectar a cualquier parte del cuerpo, especialmente a áreas de tejido laxo y típicamente no se acompañan de prurito. Si la localización es digestiva se acompañan de cuadros de dolores abdominales, generalmente severos, que pueden simular un abdomen agudo. Las alteraciones del tracto respiratorio se inician con alteraciones de la voz pudiendo llegar a un total compromiso de la vía aérea incluso muerte por asfixia. Distintas son las causas que precipitan los ataques, traumas, endoscopias, ansiedad, etc., sin embargo cierto número de ataques no guardan relación con ningún desencadenante, estando reconocidas las causas precipitantes en un 30-40% de los casos57. Durante el procedimiento quirúrgico anestésico existe riesgo de desencadenar edema de la vía aérea, precipitado frecuentemente por episodios traumáticos de la zona, crisis emocionales o ansiedad58. Siempre que sea posible se deberá optar por la realización de 634 técnicas locorregionales, evitado asociar, en esta situación el uso de mascarilla laríngea por el riesgo de edema59. Antes de cualquier intervención el paciente debe de ser evaluado para asegurarse que la actividad del angioedema esté bajo control. Si está en tratamiento con andrógenos atenuados o antifibrinolíticos, debe continuarse. En la actualidad el tratamiento profiláctico de elección es la terapia sustitutiva con purificado de C1-inhibidor, 1500 UI 6-12 horas antes de la intervención. Tras su administración los niveles de C4 se elevan a rangos dentro de la normalidad60. Los andrógenos atenuados se recomiendan unos días antes de la intervención. La pauta de danazol de 100-600 mg d-1 durante cinco días antes de la intervención y 2 días después es la más utilizada. Puede ser necesario el tratamiento de 8-10 días en pacientes que no recibían tratamiento previo de mantenimiento. El estanazolol 6-12 mg al día durante 5-7 días antes de la intervención también ha sido utilizado con éxito en estos pacientes. Si no se dispone de C1-inhibidor puede administrarse 2 unidades de plasma fresco congelado 24 horas antes de la cirugía y dos unidades antes del comienzo de la intervención. Se deben evitar los IECAS y los estrógenos61. En los niños el tratamiento de elección de las crisis agudas es la terapia sustitutiva con 500 UI de purificado de C1-inhibidor. A los 30 minutos comienza la remisión de los síntomas que puede ser completa a las 24 horas de la administración, su efecto dura de 3 a 5 días. Las crisis severas son poco frecuentes en la infancia y en general no se utiliza ningún tratamiento de mantenimiento. Sólo se tratan los pacientes que presentan 1 o más episodios al mes de edema laríngeo o abdominal. En este caso se utilizan los antifibrinolíticos62. En pacientes embarazadas portadoras del defecto el parto por vía vaginal puede estar impedido a causa del edema63. Los andrógenos están contraindicados. El tratamiento de elección en los ataques agudos es la administración de purificado de C1-inhibidor. También es el tratamiento profiláctico previo al parto. Si la clínica es severa pueden utilizarse antifibrinolíticos como profilaxis a largo plazo. Las técnicas de anestesia locorregional podrían ser de elección en el manejo del dolor del parto. Las dosis de C1-inhibidor se ajustarán en función de las pérdidas sanguíneas, el tipo de cirugía y la severidad del angioedema64. 7. Conclusiones El enfermo portador de inmunodeficiencia primaria, es un paciente de manejo anestésico complejo, debido 48 626-636C12-12460.ANE-FORM CONTIN 12/12/08 17:46 Página 635 J. LONGÁS VALIÉN ET AL– Consideraciones anestésicas en las inmunodeficiencias primarias por un lado a su estado de inmunosupresión y por otro a la patología asociada a dicho estado. Muchos de los pacientes que logran supervivencias prolongadas, lo hacen por tratarse de cuadros de ID menos agresivos que, como se ha dicho, forman parte de síndromes clínicos diferenciados, los cuales asocian patología, como puede ser por ejemplo el hipoparatiroidismo que se ve en los pacientes portadores de síndrome de DiGeorge o la enfermedad celiaca de algunos pacientes afectos de déficit de IgA. Otras ocasiones pueden desarrollar patología tan agresiva como son los cuadros de lupus sistémico de la enfermedad granulomatosa crónica. Por lo tanto, el manejo de este tipo de pacientes implica dos aspectos fundamentales, por un lado son pacientes que pueden presentar distintos grados de inmunosupresión que implicarán distintas actuaciones encaminadas a reducir el riesgo de infección perioperatoria, como una adecuada profilaxis antibiótica, que tendrá en cuenta los microorganismos asociados a cada uno de los cuadros de ID. Por otro lado una rigurosa evaluación preoperatoria será fundamental en la valoración de la patología asociada a la inmunodeficiencia que hará que desarrollemos una actuación específica para cada situación. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. BIBLIOGRAFÍA 1. Janeway CA, Bottomly K. Signals and signs for lymphocyte responses. Cell. 1994;76(2):275-85. 2. Chlag G, Redl H. Mediators of injury and inflammation. World J Surg. 1996;20:406-10. 3. Cooper MA, Pommering TL, Koranyi K. Primary Immunodeficiencies. Am Fam Physician. 2003;68(10):2001-8. 4. Martín Mateos A, Cruz M. Inmunodeficiencias congénitas y adquiridas. En Cruz M. Tratado de Pediatría. Expas. Barcelona, 1994;365-77. 5. Cooper MD, Lanier LL, Conley ME, Puck JM. Immunodeficiency disorders. Hematology Am Soc Hematol Educ Program. 2003;1:31430. 6. Fudenberg H, Good RA, Goodman HC, Hitzig W, Kunkel HG, Roitt IM, et al. Primary immunodeficiencies. Report of a World Health Organization Committe. 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