Document

Transcripción

Document
¿QUIÉN SOY YO?
POR: Alejandro López García, Psicólogo
La relación con nuestro espacio mental debe ser la misma que la relación que
establecemos con nuestro espacio físico en el proceso de la percepción.
Cuando percibimos un objeto o a cuando conversamos con una persona,
centramos nuestra atención en ese objeto o persona y “solo” lo atendemos a él.
No obstante, dentro de nuestro campo visual entran innumerables objetos más
que son ignorados mediante el proceso de la Atención. Para nosotros solo es
real aquello que atendemos. Lo demás es real, pero no existe, ya que no lo
atendemos. Se convierte en existente si –y solo si- le prestamos nuestra
atención.
Nada en el espacio físico existe independientemente de un “fondo”. Es algo
que está integrado en un todo lleno de muchos más objetos. Así ¿cómo
podemos atender a una sola cosa en un momento determinado dentro de todo
este “mar” de cosas o estímulos? Mediante un proceso que se llama Atención.
Es lógico este funcionamiento... ¿imaginas prestar atención al mismo tiempo a
TODO lo que cae dentro de tu campo visual? Sería una locura... cuando
atiendes al televisor, ignoras todo lo que hay alrededor aunque esta dentro de
tu campo visual: la mesa de centro de la salita, las fotos que hay en la
estantería de encima, los libros, el ruido de la calle, el cuadro de la pared. Todo
eso lo estás “viendo”, es real, pero en ese momento no existe, ya que no le
prestas Atención. Tu Yo, lo que tú consideras YO, está viendo la tele. Si te
preguntan, qué haces, TÚ respondes “(YO) estoy viendo la tele”. Porque
consideramos YO a lo que estamos atendiendo en cada momento, luego el
Yo es un proceso atencional. Podríamos resumirlo de la siguiente manera: “YO
soy lo que atiendo”.
Nuestro espacio mental es como nuestro espacio físico; está lleno de ruido, de
estímulos que son pensamientos, imágenes, sensaciones... al igual que en el
espacio físico de fuera de la mente, nunca percibimos una sola cosa dentro de
nuestra mente sin el fondo de todo lo demás. ¿Te imaginas atender a varios
estímulos internos al mismo tiempo? Bien, pues eso nos sucede con cierta
frecuencia. Nuestro sistema cognitivo nos permite el almacenamiento de una
cantidad prácticamente ilimitada de información y la producción constante de
pensamientos y recuerdos que son “liberados” al espacio mental. Los podemos
llamar “pensamientos flotantes”... o “emociones flotantes”, o “sensaciones
flotantes”.
Conducir un coche. ¿No te ha pasado alguna vez? Has conducido quince o
veinte minutos y, cuando llegas a tu destino... no recuerdas en absoluto cómo
llegaste allí... ¿quién conducía? Pues tu YO, no, desde luego. Tu yo en ese
momento estaba escindido o dividido y se había “marchado” con algunos de
tus pensamientos “flotantes”, ya que ¿recuerdas” el YO es aquello que atiendo,
Yo soy el que atiende. Por lo tanto, al atender a pensamientos flotantes, tu Yo
se dividió, se escindió. Así que solo una muy pequeña porción de “Yo” (tal vez
ninguna”) estaba conduciendo tu vehículo. Puede sucederte también
caminando por la calle, o en cualquier otra actividad que permita un grado de
automatización (no requiere que todo el YO esté en ella).
Lo mismo puede pasar con cualquier actividad, por lo que sí, se puede vivir con
el Yo dividido, pero pasaremos por la vida de forma automática... solo una
pequeña porción (y a veces ninguna) de nuestro YO estará viviendo. Y... de
repente... tengo 80 años y... ¿cómo he llegado hasta aquí? ¿QUIÉN condujo mi
vida? ¿Quién la vivió? Mi yo solo existe en el proceso de atención. Y si mi
atención esta centrada en los pensamientos flotantes... mi YO se diluye, se
desintegra, desaparece... y la vida se convierte en un proceso automático
donde YO no estoy presente. Puedo seguir viviendo, pero ni soñar sentirme
pleno o feliz... para eso tengo que estar presente.
El proceso perceptivo visual o auditivo nos “sale solo”, es decir de forma
automática o inconsciente dirigimos nuestra atención “ignorando” el resto del
campo visual o auditivo (ruido de fondo). Llevamos practicando desde
pequeñitos... ahora bien, haz la siguiente prueba... mientras ves la televisión
proponte NO ATENDER UN OBJETO QUE ESTÁ CERCA DE ELLA... la sola
intención de no atenderlo hará que se haga mas y mas presente y que tu
atención (tu YO) se divida entre las dos percepciones. Es más, mientras más
INTENTES de forma INTENCIONAL dejar de atender algo, más tenderá tu
atención a irse “detrás” de ese algo, sea un objeto físico o un pensamiento... a
esto último en la jerga psicológica se le llama pensamiento obsesivo... mientras
más INTENTA la persona liberarse de la atención a ese pensamiento o imagen,
más se hace presente... pura paradoja.
Bueno, no todo está perdido, si hemos sostenido hasta ahora que somos lo que
atendemos, que YO soy lo que atiendo y que solo lo que atiendo existe
(aunque lo demás sea real)... lo que tenemos que hacer es “educar” nuestra
atención. Muchas técnicas, algunas milenarias, buscan precisamente eso...
aprender a dirigir mi atención, hacerme presente, ser YO en cada momento...
¿te interesaría conocerlas?

Documentos relacionados