Reciban un cordial saludo, comparto con todos los
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Reciban un cordial saludo, comparto con todos los
Reciban un cordial saludo, comparto con todos los pipaforeros este interesante artículo sobre la importancia, siempre y cuando estemos tomando algo mientras disfrutamos de nuestra pipa, de un ponderado maridaje entre tabacos y bebidas. Más allá de sus consideraciones personales sobre el tema, son interesantes las líneas guía que propone para definir el concepto de cuerpo de una mezcla. El autor Russ Ouellette es un experto maestro-mezclador que ha creado, a lo largo de 30 años de carrera, más de 100 mezclas, entre ellas es el creador de todas las mezclas de PipesAndCigars.com. Es un activo escritor de ensayos y artículos sobre tabacos y mantiene su propio blog. El artículo se encuentra publicado en la revista online PipesMagazine.com y me he tomado la libertad de traducirlo para los amigos del Foro. Maridajes entre Tabacos y Bebidas 20 de Mayo 2010 Nuestra pipa favorita y un buen tabaco pueden resultar compañeros maravillosos y son a menudo respaldados por una agradable bebida, aun que frecuentemente no prestamos la suficiente atención a la combinación entre lo que estamos tomando y lo que estamos fumando. Curiosamente a menudo, me hacen la pregunta "¿Por que ocasionalmente una carga de un buen tabaco no me sabe bien?", la mayoría de los fumadores creen que la causa es una carga mal hecha o un problema con esa determinada pipa, mi contesta es invariablemente otra pregunta "¿Que estabas tomando mientras fumabas?" y eso pasa porque muchos de nosotros no se fija en cuanto el sabor de la bebida que tomamos puede influir sobre el gusto de un tabaco. Desde hace muchos años, las cenas para fumadores de puro son muy populares y uno de los aspectos más intrigantes de esos eventos es el disentir sobre cual trago hace un perfecto maridaje con los puros que se ofrecen y viceversa. Hace unos años me dieron la oportunidad de dictar unas clases en una universidad estatal sobre la realización de este tipo de cenas o sobre el recomendar un puro a un cliente de un restaurante basándose en lo que está tomando. En el curso de esas conferencias, se me ocurrieron las líneas generales que pueden ser aplicadas al maridaje de bebidas y tabacos para los fumadores de pipa también. Mi Regla No. 1 de Maridaje es: haz coincidir el cuerpo de la bebida con el del tabaco. Si estas fumando una rotunda mezcla Balkan, entonces prefieras un trago de buen cuerpo para balancear la fumada. Un vino blanco no proporcionaría el suficiente cuerpo como para hacerse notar mientras disfrutas de una mezcla con buenas cantidades de Latakia o Perique. En cambio, para balancear tal fumada un buen Porto o un Bourbon serían mejor apuestas. ¿Hay excepciones a esta regla? Sin duda las hay. Si lo que deseas es solamente calmar la sed o limpiar el paladar para preparar la fumada de una nueva mezcla, tomar agua, soda o té puede que sea lo indicado. Es ciertamente placentero tomarse un café para acompañar nuestra primera fumada del día, pero si quieres una plena experiencia sensorial, seguir esa regla, a la hora de decidir que tomar, ayudará la fumada. Para ayudarnos en nuestras elecciones, debemos comprender el concepto que define el "cuerpo". Por ejemplo, podemos tomar agua con sabor a vainilla y probar crema de vainilla. Ambas saben a vainilla, desde luego, pero la intensidad de sabor es mucho más marcada en la crema. Ahí está la definición de cuerpo, que se traduce en el grado de intensidad y profundidad de un sabor. Mi Regla No. 2 de Maridaje es sin embargo definitivamente diferente a la primera. Debe haber un contraste importante en el perfil de lo que estas tomando frente a lo que estas fumando. Si el tabaco en la pipa es dulce y picante (al igual que algunos Virginias de McClelland, por ejemplo) obtendremos el máximo rendimiento de un maridaje con una bebida seca y suave (como puede ser un buen vino Merlot). Esos sabores contrastantes se potenciaran mutuamente, ya que resulta más fácil percibir un sabor dulce inmediatamente después de ser expuestos a sabores agrios o amargos. Afortunadamente, es mucho más fácil identificar los elementos del gusto de lo que es el determinar el cuerpo. Salado, dulce, amargo y ácido son fáciles de distinguir, por lo que imaginar un contraste no debe presentar un gran problema. Para determinar el cuerpo, tener un marco de referencia es útil. Pensamos en un denso y oscuro pastel de chocolate. El sabor es rico y profundo y la concentración de chocolate es intensa. Ese es un ejemplo de "cuerpo pleno". En el otro extremo del espectro, tenemos por ejemplo... el pepino fresco, un sabor que la lengua registra ligeramente y que se desvanece rápidamente. Volviendo a hablar de tabacos, por ejemplo podemos cargar nuestra pipa con G.L. Pease Ashbury, que es una mezcla con cuerpo de suave a medio. Sabe ahumada y sabrosa en boca, pero no excesivamente dulce. Para acentuar la naturaleza de esa mezcla, un trago de media fuerza con notas apenas dulces y picantes funcionaría bien, podría ser un Ron joven o una Cava de Riesling. Si en cambio preferimos evitar el alcohol, un zumo de uva blanca, un café ligero con crema y azúcar, un té Early Grey e inclusive un refresco pueden funcionarnos. La manera de elegir un maridaje suele empezar con iniciar la fumada y luego con la elección de la bebida. Para determinar el cuerpo de una mezcla, empezar a entender la intensidad de los tabacos componentes es una buena manera de proceder. Algunas mezclas que tienden hacia el espectro medio suave son las con Burley Blancos, Virginias claros, Carolina, Maryland y algunos de los Orientales más ligeros. Mezclas de cuerpo medio suelen contener Burley Medios, Virginias Rojos y Oscuros, la mayoría de los Orientales y Turcos. Mezclas de cuerpo medio o lleno incluyen Burley Oscuros, Latakia, Perique y Hojas de Puro. Obviamente, la combinación y la cantidad de utilización de estos tabacos diferentes dará lugar a diferentes niveles de profundidad de sabor. Una vez que hemos identificado el cuerpo de la mezcla, podríamos querer elegir una bebida que lo comparta. Una lista seguramente básica podría ser: Cuerpo Ligero - Agua, la mayoría de los té, aguas saborizadas, zumos de fruta claros, la mayoría de las cervezas rubias, vinos blancos secos y cavas ligeras, ron blanco, ginebra, vodka. Cuerpo Medio - Té aromatizados, zumos de fruta no tan claros, cervezas ámbar y rojas no tan alcohólicas, vinos blancos de buen cuerpo y cavas, vinos tintos jóvenes, rones añejados, scotch y whisky claros, cordiales, licores ligeros y la mayoría de los cócteles no tan cargados. Cuerpo Lleno - Cafés negros y fuertes, zumos de fruta oscuros (uva, mora, arándano), cervezas negras y pasteurizadas, vinos tintos de crianza y de reserva, ron negro, scotch, whisky de malta, bourbon, porto y sherry. Una vez que has elegido el mismo cuerpo, prueba sabores contrastantes de bebidas y tabacos y disfruta de esa experiencia relajante. Como casi todo lo que involucra el gusto, saborearlo lentamente ayuda. Toma y fuma con calma, el no calentar la cazoleta demasiado es la mejor manera de percibir los matices más complejos. Ahora, entre todas las cosas que se han dicho y escrito, la más importante es el disfrute. El propósito principal de probar maridajes es maximizar los matices tanto de la bebida como del tabaco. Después de todo, estas son unas de las opciones que tenemos como adultos de encontrar placer en nuestra vida cotidiana. Russ Ouellette