La nueva Francia industrial

Transcripción

La nueva Francia industrial
La nueva Francia industrial
Francia se está reinventando
Francia es un país de inventores, pioneros, empresarios, capitanes de industria. Cada vez que
ha debido pasar por momentos difíciles también ha encontrado la fuerza de reinventarse.
Hoy nuevamente, Francia se está reinventando. Quiere encontrar el lugar que le corresponde
en el concierto de las grandes naciones industriales y estar en la cita de la doble transición
ecológica y energética por una parte y digital por la otra. Francia presenta sus decisiones de
política industrial, fruto de varios meses de trabajo, para identificar nuestras mejores ventajas
en la mundialización, los mercados en crecimiento en los cuales concentrar nuestros
esfuerzos, alinear nuestras herramientas, orientar nuestros financiamientos y unir los
sectores industriales. Estamos construyendo una nueva oferta industrial, competitiva, capaz de
recuperar los mercados perdidos y ganar nuevos.
Estas prioridades han tomado la forma de 34 planes industriales, que serán el punto de
convergencia de todos nuestros esfuerzos, el punto de encuentro de todas las fuerzas
productivas, de investigadores, ingenieros, diseñadores, trabajadores, empresarios, y el punto
de inicio de nuestra reconquista industrial.
No queremos limitarnos a enseñar la buena calidad tecnológica y poner las muestras en
estantes. No podemos dejar más que a nosotros mismos, y no a otras naciones, el cuidado de
industrializar nuestras invenciones, las imaginadas por nuestros investigadores y apoyadas por
nuestros impuestos. Queremos ver edificios de madera de gran altura en nuestras ciudades y
no en la antecámara de los despachos de arquitectos, queremos ver los biocarburantes de
segunda generación en nuestras estaciones de servicio y no en probetas, queremos ver
impresoras 3D y robots en nuestras fábricas y no solamente en las de nuestros competidores…
Volver a hacer que se aprecie la industria y la innovación, emprender la batalla del “Made in
France”, es ante todo creer en nosotros mismos. Es tener una mirada definitivamente
optimista en las capacidades de nuestro país para reactivarse.
Una nación sin industria es una nación que se condena a la decadencia. Nuestro crecimiento,
nuestros empleos, nuestro modelo social dependen de nuestra capacidad para reactivar nuestra
industria y para construir una sociedad más productiva, más ecológica, más digital, una
sociedad en la cual sea posible alimentarse, desplazarse, tener una vivienda, calentarse,
curarse, informarse, producir no se parecerá a hoy.
Esta sociedad es el rostro de la nueva Francia industrial.
Arnaud Montebourg

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