EQUIPOS EDUCATIVOS - Fundación San Valero
Transcripción
EQUIPOS EDUCATIVOS - Fundación San Valero
EQUIPOS EDUCATIVOS La característica esencial que define a un Equipo Educativo, implicado en un mismo proyecto, es la cooperación. Debe existir una organización, una cooperación de distintos elementos, una actuación conjunta hacia unos mismos objetivos. En educación, hablar de cooperación es hablar de enseñanza en equipo como única forma razonable de trabajar sobre supuestos de aprendizaje. El tutor debe hacerse responsable junto con sus compañeros de la enseñanza de su grupo, asignando distintos niveles de responsabilidad. Está obligado a establecer relaciones con alumnos, padres y demás profesores para que le sirvan de ayuda en la formación de un determinado alumno o grupo de alumnos. Estas últimas son, sin dejar abandonadas las dos primeras, las que más han de cuidarse y utilizarse en la acción tutorial. En cualquier caso, si las relaciones entre los componentes del Equipo Educativo están presididas por un contacto cálido y humano se reforzara todo nuestro trabajo y será al final más efectivo de cara a nuestros tutelados. En todo momento debemos ser realistas y pensar que no está mal, de vez en cuando, poner los pies en tierra firme y darnos cuenta de que un tutor como un “superman” es totalmente inviable y que serán constantes las ayudas que, por medio del tutor, el Equipo Educativo deberá recibir del D.O.P. y demás estamentos del Centro. Como componentes de un Equipo Educativo nos relacionamos de dos formas muy claras y diferenciadas. Por una parte de forma incidental, recabando información sobre le problema que provoca el encuentro, contando por supuesto con la persona implicada, para después intentar resolver la situación mediante el “método práxico”, consistente en estudiar la realidad problemática, analizar los elementos que provocan el problema, las posibles soluciones para cada elemento del problema, llevarlas a la práctica por padres y tutores, comprobando si se ha solucionado revisando el caso si fuera necesario. Caso de no poder resolver el problema así, habría que asesorarse de otros especialistas, libros, documentos, etc. Otro aspecto del Equipo Educativo, y en especial del tutor, es la disponibilidad total, al igual que él debe encontrar a los componentes de su equipo cuando sea necesario. Debemos tener muy claro que el tutor debe “servirse” de los profesores que forman su Equipo Educativo, ya que sin esta ayuda difícilmente podrá solo atender el trabajo de orientación escolar, profesional y personal de sus alumnos. Además esta ayuda representará una mayor objetivación de las observaciones sobre alumnos concretos, así como de involucración en lo específicamente educativo de los profesores-no-tutoriales. Las reuniones periódicas serían la segunda forma de relación del Equipo Educativo. Fundamentalmente en nuestro caso suele ser las sesiones de evaluación. Son momentos de excepcional importancia para la orientación, considerada ésta como tarea compartida por todas aquellas personas responsables de la educación del alumno, ya que todos los profesores deben ser tutores en su enseñanza y contacto con los alumnos. La evaluación es, por tanto, un medio al servicio de la orientación, con todo lo que esto exige al profesorado. Si el tutor dirige convenientemente el trabajo del Equipo Educativo, éste le proporcionará los datos que tanto va a necesitar para la conveniente orientación del grupo y sus componentes; obtiene la visión del momento en que se encuentra el alumno y el grupo, dentro del proceso educativo, siendo la evaluación más objetiva y científica por ser producto de las aportaciones de todos. Si reflexionamos sobre todo nuestro trabajo como tutores, o simplemente como educadores, seguramente nos asaltarán montones de dudas y se nos plantearán montones de preguntas a las que deberíamos responde como profesionales, aunque también como compañeros de viaje de un montón de chavales que necesitan mucho de nosotros. Algunos nos lo demuestran abiertamente consultándonos, otros dañando nuestro sistema nervioso pero, aún así, qué contestaríamos si alguien a bocajarro nos preguntara cosas como... ¿cuál es tu grado de cooperación en tu Equipo educativo?, ¿existe un mínimo de organización en él?, ¿te sientes implicado e incluso comprometido con el Proceso Educativo?, ¿hasta que punto eres capaz de asumir la responsabilidad de tu grupo?, ¿cuál es la profundidad de tu actividad tutorial?, ¿es cálida?, ¿humana?, ¿cuántas veces has intentado ser el “superman” de tu Equipo Educativo, por comodidad, y no te has molestado en buscar la ayuda de los demás?. Acaso la dificultad de responder a todas las cuestiones propuestas está en que tal vez no exista en gran número de Equipo Educativos una auténtica cooperación y que las fuerzas de diferenciación venzan con excesiva facilidad a las de integración, ayudadas por nuestro egoísmo, comodidad, etc, etc... ¿Te has planteado alguna vez esta cruda y dura realidad?. “Si cerráis la puerta a todos los errores, también la verdad se quedará afuera”. (R. Tagore). Fco. Javier Lozano