Obstrucción intestinal:
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Obstrucción intestinal:
Obstrucción intestinal: La obstrucción intestinal es uno de los síntomas que se puede presentar en los pacientes que cursan con problemas oncológicos, aun que no siempre dicha alteración es causada por la enfermedad neoplásica y en muchos casos esta más relacionada con factores benignos. En la actualidad se considera que existen cuatro tipos de obstrucción: 1. Simple. 2. En asa cerrada. 3. Estrangulada. 4. Encarcelada. En la obstrucción simple el bloqueo se da en un solo lugar, en la obstrucción de asa cerrada se bloquean dos lugares; por ultimo en la obstrucción estrangulada, se disminuye el flujo de sangre al intestino, el cual si no se resuelve, produce una obstrucción encarcelada y necrosis del intestino. Etiología: Existen 2 tipos de factores que lleva a la obstrucción intestinal: en primer lugar están los factores mecánicos, que son todos los que reducen la luz intestinal, por ejemplo: inflamación, estreñimiento, trauma del intestino, masas intra o extraluminares, masas mesentéricas, adherencias, hernias, vólvulos, o una compresión externa al tracto intestinal. Por otro lado están los factores no mecánicos, estos incluyen aquellas situaciones que interfieren con la acción muscular o inervación del intestino, por ejemplo: íleo paralítico, medicamentos, radiación, trombos, alteraciones hidroelectroliticas, etc. El 80% de las obstrucciones intestinales ocurre en el intestino delgado; el otro 20% a nivel del colon. En el caso de las obstrucciones del intestino delgado, su causa es mas por adherencias o hernias, mientras que las del intestino grueso se deben a carcinomas, vólvulos o medicamentos. A diferencia de los adultos, en los niños las causas neoplásicas que más producen obstrucción intestinal no son las intraluminares, ya que los cánceres de colon o de intestino delgado son muy raros. Por el contrario, los tumores abdominales como el tumor de Wilms, neuroblastoma, linfomas o metástasis, pueden ocasionar un efecto compresivo que lleve a esta complicación. De igual manera, existe un mayor riesgo de padecer una obstrucción intestinal en aquellos pacientes que se han sometido a cirugía abdominal o que han recibido radiación en esta zona. Evaluación y diagnóstico: Los síntomas más frecuentes en este tipo de casos son el dolor abdominal, la distensión y los vómitos. Normalmente son progresivos y se instauran lentamente. Con lo que respecta al dolor abdominal, suele ser de tipo cólico y se presenta en cerca del 75% de los pacientes. En las obstrucciones del intestino delgado, los vómitos son más tempranos y se asocian a distensión. En las obstrucciones del intestino grueso, se producen emesis en un período más tardío y distensión abdominal masiva. Otros síntomas que pueden presentarse son anorexia, constipación, incapacidad de expulsar flatos y en etapas tempranas de la enfermedad, diarrea. La presencia de fiebre y deterioro clínico puede hacer pensar en necrosis intestinal. El examen físico debe incluir: la evaluación de ruidos intestinales (normalmente ausentes o disminuidos y en etapas iniciales aumentados), palpación abdominal y determinación de dolor o presencia de masas, medición del perímetro abdominal, percusión abdominal y hallazgos de timpanismo, examen rectal que puede mostrar impactación fecal o masas réctales, evaluación del estado de hidratación, examen neurológico para detectar cambios del estado mental y la presencia de plexopatías o daño a nivel del cordón espinal. Los estudios de laboratorio deben incluir: electrolitos, uroanálisis y hematología para evaluar desequilibrios en iones, sepsis o necrosis. En los estudios radiográficos se deben incluir rayos-X de abdomen con el paciente acostado y de pie, los cuales pueden demostrar asas dilatadas o niveles hidroaéreos. Ocasionalmente se usara la tomografía computarizada y series intestinales para el diagnóstico. Tratamiento: La terapia de manejo en pacientes con este tipo de complicaciones está dirigida al control del dolor, náusea, vómitos y mejoramiento de la calidad de vida. La gran mayoría de los pacientes oncológicos con obstrucción intestinal no requieren cirugía, sin embargo existen algunos factores que pueden suponer una pobre respuesta al tratamiento quirúrgico como son: alteración de la motilidad secundaria a carcinomatosis peritoneal, pacientes con marcada caquexia, ascitis severa, niveles bajos de albúmina, obstrucción en múltiples zonas, y radioterapia previa a nivel abdominal. Si la obstrucción intestinal es parcial, se puede intentar una descompresión con sonda nasogástrica o intestinal, pero recordando que esta es una medida temporal (ya que puede ocasionar: tos, erosión del cartílago nasal, otitis media, irritación de la faringe, neumonía por aspiración, esofagitis y sangrado esofágico) y que debe ser acompañada con controles radiológicos posteriores, ya que si persisten o no mejoran los síntomas de obstrucción, debe considerarse la cirugía. De igual forma este manejo debe ir acompañado de hidratación intravenosa prolongada y medidas antieméticas. Si la obstrucción intestinal se considera a largo plazo o el tratamiento farmacológico no es útil para controlar los vómitos, la gastrostomía debe ser considerada. Los pacientes con este cuadro clínico, deben permanecer hidratados para prevenir anormalidades de electrolitos y falla renal; esta última puede llevar a que se acumulen metabolitos de los opioides y otras drogas, los cuales causaran agitación, confusión, convulsiones, etc. Las náuseas pueden ser controladas por varios métodos, como son: 1) drogas que reducen las secreciones gastrointestinales, tales como los anticolinérgicos, Hioscina y Glicopirrolato, 2) antieméticos tales como Procloperazina, Clorpromazina, Prometazina, Haloperidol o el Ondansetrón, 3) la combinación de anticolinérgicos y antieméticos. El dolor abdominal, si es muy fuerte, puede ser tratado con opioides tales como morfina, hidromorfona, metadona o fentanilo. Los tres primeros pueden ser administrados por la vía rectal, intravenosa o subcutánea. El uso de corticoides en el manejo conservador de la obstrucción intestinal es controversial, sin embargo pueden ser útiles para la reducción de la inflamación peritumoral. 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