miel, aceite de oliva y otras yerbas

Transcripción

miel, aceite de oliva y otras yerbas
MIEL, ACEITE DE OLIVA Y OTRAS YERBAS
Diciembre 2010
Se ha informado que la industria apícola atraviesa un momento difícil. Se atribuye a
fenómenos climáticos, como sequía y abundantes precipitaciones en zonas de gran importancia
productiva.
Pero se dice también que a partir de Octubre hubo un repunte y se exportaron 2,4
toneladas, un 15% más que en igual período de 2009 por 6,9 millones de dólares, sumando 49,2
millones de toneladas por 144 millones de dólares hasta entonces.
Un informe indica que el consumo mundial de miel sería de 220 gramos per cápita por año
pero que estaría aumentando.
No tenemos cifras del consumo interno en nuestro país. Pero todos sabemos que es
muy poco y que es muy cara.
Según los datos disponibles habría 33.000 apicultores y 4 millones de colmenas. No
sabemos cuántos de ellos son pequeños apicultores familiares, pero pareciera que son la mayoría.
Pero sabemos que el 95% de la miel se exporta. También ser indica que somos el primer
exportador mundial y la máxima producción se produjo entre 2005 y 2006 con 100.000 toneladas y
actualmente sería la mitad. La provincia de Buenos Aires produce más del 50%.
Como no es un producto de primera necesidad, aunque es un alimento de altísimo valor
nutritivo y beneficioso para la salud, no existen políticas para el “desacople” del precio internacional
y el local.
El aceite de oliva virgen
Algo similar está sucediendo con el aceite de oliva virgen. El altísimo precio que tiene el
aceite de oliva virgen en el mercado internacional, hace que prácticamente todo el aceite virgen
que se produce, se exporte. El precio oscila entre los 2.500 y 3.700 dólares la tonelada según los
años, lo que determina que no quede para el mercado interno. Lo que queda se comercializa en
góndolas de supermercados a valores entre 25 y 40 pesos el medio litro.
Como no existe un mercado totalmente formado respecto al consumo de aceite de oliva
virgen, la franja del consumo de aceite de oliva (que no es lo mismo que aceite virgen) se ofrece
como resultado de aceites de segunda y tercera fusión de los restos del aceite de oliva virgen.
Por eso es que tampoco hay protestas por su alto precio al que se ofrece en las góndolas,
ya que no es un producto de primera necesidad y porque tiene en el mercado otros aceites como el
de soja o colza de muy menor calidad que el de oliva virgen y de muy baja calidad culinaria.
PRODUCTIVIDAD y SALARIOS
La producción de soja del corriente año implicó un aumento del PBI de importancia lo que
da una idea de la relación que existe entre la producción agrícola y el PBI a diferencia de los
países industrializados donde el sector industrial es el determinante.
El Gobierno hizo gala de este incremento para señalar que la economía crece a tasas
chinas gracias al modelo en curso.
Otros índices estacados por el gobierno señalan un “estancamiento” del trabajo no
registrado y una mejora de un punto en el aumento de la mano de obra registrada.
Cómo se explica que tamaño aumento del PBI se logre prácticamente, con la misma
cantidad de mano de obra.
Si comparamos por ejemplo un sector de cultivos intensivos como la fruta por ejemplo, en
2007 (datos de CAFI la Cámara de empresas integradas) la fruta de pepita (manzanas y peras)
requirió 3.800.000 jornales de mano de obra directa con 36.700 empleos. En forma
complementaria la cadena registraba otros 23.300 empleos indirectos hasta el punto de venta,
totalizando 60.000 empleos y 10.500.000 jornales anuales. Las cerealeras en nuestro país
utilizan 1 jornal por hectárea (entre 0,19 a 0,44 jornales en producción según los cereales) en
comparación con los 67 jornales directos en fruta de pepita (3.800.000 jornales y 57.000 hectáreas)
Esto representa una capacidad 67 veces superior de generación de empleo en relación a 1
hectárea agrícola.
De acuerdo al informe del INDEC “en la agricultura, ganadería y pesca hay poco más de 300.000
empleos registrados.” Obviamente no hay cifras del trabajo no registrado en el campo que es abundante por la
transitoriedad que tienen muchos de los trabajos agrícolas. Lo que es evidente teniendo en cuenta las cifras
oficiales, es que la producción extensiva de la pampa húmeda ocupa muy poca mano de obra, menos aún que
la forestación, a diferencia de los cultivos intensivos: fruticultura, horticultura, berries, etc.
La expulsión de mano de obra de la pampa húmeda ya ha concluido porque se trata de cultivos muy
mecanizados. El salto en el PBI se produce sin aumento de la mano de obra.
No es así con la industria como la construcción por ejemplo donde cada aumento implica más
empleo aunque también en este sector se ocupa mano de obra sin registrar. Diferente es la situación de otras
industrias donde la sindicalización y el tipo de producción hace muy difícil el empleo no registrado.
Estas diferencias tornan falaces las afirmaciones de los apologistas del modelo sojero que niegan
esa realidad y que llegan a sostener que junto con la soja, exportamos camiones, teléfonos, computadoras y
demás bienes industriales que en su mayor parte se importan. Ahí está la diferencia entre países
industrializados y proveedores de commodities.

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