http://www.usccb.org/bible/readings-audio.cfm Gospel of Matthew 25

Transcripción

http://www.usccb.org/bible/readings-audio.cfm Gospel of Matthew 25
Sunday 33 Ordinary Time
16th. November, 2014
http://www.usccb.org/bible/readings-audio.cfm
(AUDIO) Sunday, October 19, 2014 Daily Mass Reading (Sunday, October 19, 2014 Daily Mass Reading)
(VIDEO) http://www.usccb.org/bible/reflections/index.cfm (2014-10-26 Reflection (A-145)
“we receive to make it grow”
Cada uno tenemos distintas capacidades, pero todos tenemos un hueco para recibir el agua de la vida,
inclinarnos, humildemente, para recoger el Mundo que nos rodea con esperanza y alegría. No seamos
egoístas… disfrutemos de estar como una regadera.
Gospel of Matthew 25, 14-30
Jesus told his disciples this parable:
"A man going on a journey called in his servants and entrusted his possessions to them. To
one he gave five talents; to another, two; to a third, one-- to each according to his ability. Then
he went away.
Immediately the one who received five talents went and traded with them, and made
another five. Likewise, the one who received two made another two. But the man who received
one went off and dug a hole in the ground and buried his master's money.
After a long time the master of those servants came back and settled accounts with
them.
The one who had received five talents came forward bringing the additional five.
He said,
'Master, you gave me five talents. See, I have made five more.
’His master said to him, '
Well done, my good and faithful servant.
Since you were faithful in small matters, I will
give you great responsibilities. Come, share
your master's joy.’ Then the one who had
received two talents also came forward and
said, 'Master, you gave me two talents. See, I
have made two more.'
His master said to him, 'Well done, my good
and faithful servant. Since you were faithful in
small matters,
I will give you great responsibilities.
Come, share your master's joy.’
Then the one who had received the one talent
came forward and said,
'Master, I knew you were a demanding
person, harvesting where you did not plant and
gathering where you did not scatter; so out of
fear I went off and buried your talent in the
ground. Here it is back.' His master said to
him in reply,
'You wicked, lazy servant! So you knew
that I harvest where I did not plant and gather
where I did not scatter? Should you not then
have put my money in the bank so that I could have got it back with interest on my return?
Now then! Take the talent from him and give it to the one with ten. For to everyone who has,
more will be given and he will grow rich; but from the one who has not, even what he has will be
taken away. And throw this useless servant into the darkness outside, where there will be
wailing and grinding of teeth.'"
Evangelio de Mateo 25, 14-30
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
Un hombre que se iba al extranjero llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus
bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata; a otro, dos; a otro, uno; a cada cual según su
capacidad. Luego se marchó.
El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que
recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la
tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de un tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas
con ellos.
Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:
 Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco.
Su señor le dijo:
 Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un
cargo importante; pasa al banquete de tu señor.
Se acercó luego el que había recibido dos talentos, y dijo:
 Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos.
Su señor le dijo:
 Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo
importante; pasa al banquete de tu señor.
Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo:
 Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no
esparces; tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo.
El señor le respondió:
 Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabías que siego donde siembro y
recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco para que al volver yo
pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque
al que tiene se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese
empleado inútil echadlo fuera, a
las tinieblas; allí será el llanto y
el rechinar de dientes.
*****
¿UNA PARÁBOLA QUE
FOMENTA LA IDEA DEL
MÉRITO?
Enrique Martínez Lozano
He aquí una parábola que
se presta a ser fácilmente
malinterpretada. O peor aún, a
fomentar la sobre exigencia y el
perfeccionismo.
Y,
en
consecuencia, la culpabilidad.
En un ámbito específicamente religioso, esa misma lectura puede conducir a una religiosidad
peligrosa por varios motivos: porque supone la imagen de un Dios como patrón que exige un
cumplimiento; porque fomenta la idea del mérito y, con ello, una religión mercantilista; porque
potencia un perfeccionismo religioso –aquella formación basada en el “ideal de perfección”-, que ha
generado sufrimiento y fariseísmo a partes iguales; porque parece estimular la competitividad para
ver quién logra un “premio” mayor… En definitiva, nos encontramos ante una parábola
potencialmente peligrosa.
Si ya de por sí la mente religiosa tiende al perfeccionismo, lecturas de este tipo vendrían a
confirmarla en esa misma dinámica. Con la grave consecuencia de que estaríamos pervirtiendo el
mensaje de Jesús caracterizado básica y radicalmente por la gratuidad.
Realmente, cuesta reconocer a Jesús como autor de esta parábola. Y quizás habría que pensar
más bien en alguien que buscaba, de buena fe, estimular un compromiso activo en los creyentes. En
cualquier caso, no habría que perder de vista que se trata de una parábola, y que la lectura tampoco
puede ser literal.
¿Cómo leer la parábola para no desactivar su mensaje genuino y, al mismo tiempo, evitar los
riesgos que el propio relato conlleva?
Solo cabe una manera, coherente con el propio mensaje evangélico: leerla como palabra de
sabiduría –no como código moral- y desde la gratuidad –no desde la idea del mérito y la
recompensa-. Todo es don y somos felices en la medida en que permitimos que ese don se viva a
través de nosotros.
Dios es la fuente de la Vida, o mejor, el propio Don, el “talento” que se da generosamente en
todo. Al conectar con nuestra verdadera identidad, nos descubrimos en él, no como una presencia
separada, sino como nuestro núcleo más íntimo y profundo.
Ese descubrimiento es la fuente de nuestra acción: estamos permitiendo que el “talento” –el
Don, la Gracia, Dios…- pueda vivirse en nosotros.
La vivencia siempre da fruto abundante. Pero el fruto no es algo añadido, que antes nos
faltara y se nos dé ahora en forma de premio o recompensa –para engordar el ego-; el “premio” no
es otro que el descubrimiento de lo que somos y el gozo de vivirlo. El “talento” que se nos regala es
el descubrimiento de la plenitud que siempre hemos sido.
Finalmente, aquel que no hace fructificar el talento habla también de nosotros mismos,
cuando permanecemos en la ignorancia de
quienes somos y, de ese modo, “perdemos” la
vida, encerrados –el talento enterrado- en nuestro
pequeño caparazón narcisista. A ese “se le quita”
el talento y va a las “tinieblas”: permanece
perdido en la confusión y el sufrimiento.
Pero no se trata de una amenaza y, menos
aún, de un castigo: es una palabra que nos llama
a despertar, para que salgamos precisamente de
aquella ignorancia que nos priva del gozo de vivir
lo que somos.
.
BÚSQUEDA CREATIVA
José Antonio Pagola
A pesar de su aparente inocencia, la parábola de los
talentos
encierra
una
carga
explosiva.
Sorprendentemente, el “tercer siervo” es condenado
sin haber cometido ninguna acción mala. Su único
error consiste en “no hacer nada”: no arriesga su
talento, no lo hace fructificar, lo conserva intacto
en un lugar seguro.
El mensaje de Jesús es claro. No al conservadurismo, sí a la creatividad. No a una vida estéril, sí a la
respuesta activa a Dios. No a la obsesión por la seguridad, sí al esfuerzo arriesgado por transformar el
mundo. No a la fe enterrada bajo el conformismo, sí al trabajo comprometido en abrir caminos al reino
de Dios.
El gran pecado de los seguidores de Jesús puede ser siempre el no arriesgarnos a seguirlo de manera
creativa. Es significativo observar el lenguaje que se ha empleado entre los cristianos a lo largo de los
años para ver en qué hemos centrado con frecuencia la atención: conservar el depósito de la fe;
conservar la tradición; conservar las buenas costumbres; conservar; la gracia; conservar la vocación…
Esta tentación de conservadurismo es más fuerte en tiempos de crisis religiosa. Es fácil entonces
invocar la necesidad de controlar la ortodoxia, reforzar la disciplina y la normativa; asegurar la
pertenencia a la Iglesia… Todo puede ser explicable, pero ¿no es con frecuencia una manera de
desvirtuar el evangelio y congelar la creatividad del Espíritu?
Para los dirigentes religiosos y los responsables de las comunidades cristianas puede ser más cómodo
“repetir” de manera monótona los caminos heredados del pasado, ignorando los interrogantes, las
contradicciones y los planteamientos del hombre moderno, pero ¿de qué sirve todo ello si no somos
capaces de transmitir luz y esperanza a los problemas y sufrimientos que sacuden a los hombres y
mujeres de nuestros días?
Las actitudes que hemos de cuidar hoy en el
interior de la Iglesia no se llaman “prudencia”,
“fidelidad al pasado”, “resignación”… Llevan
más bien otro nombre: “búsqueda creativa”,
“audacia”, “capacidad de riesgo”, “escucha al
Espíritu” que todo lo hace nuevo.
Lo más grave puede ser que, lo mismo que le
sucedió al tercer siervo de la parábola, también
nosotros creamos que estamos respondiendo
fielmente a Dios con nuestra actitud
conservadora, cuando estamos defraudando sus
expectativas. El principal quehacer de la Iglesia
hoy no puede ser conservar el pasado, sino
aprender a comunicar la Buena Noticia de Jesús
en una sociedad sacudida por cambios
socioculturales sin precedentes.
DABAR - PRIMERA PAGINA
Los talentos
Concha Morata
Recurrido pasaje al que solemos acudir a menudo para invitar a otros a asumir responsabilidades y
compromisos. Solo hay que ver las habilidades y capacidades del prójimo, “dorarle la píldora” y esperar a que
su ego y su sensación de deber y compromiso hagan el resto.
-“Hay que poner los Talentos al servicio de....” ¿de quién?, ¿para qué?, y más importante aún, ¿POR QUÉ?
Los cristianos comprometidos solemos abusar de este relato para convencer y convencernos de nuestra
obligación para con Dios y su iglesia. Pero lo que frena al siervo holgazán no es la falta del sentido del deber
ni la pereza: es el miedo.
El temor a Dios paraliza, el amor al Señor de mi vida, es lo que me pone en marcha.
No es el deber, pues en ningún momento hay un mandato explícito del amo de la hacienda para sus
empleados. Les concede la confianza de depositar en ellos sus bienes, y la libertad de disponer de estos
según sus criterios.
Dos se arriesgan por fidelidad, movidos por el amor y la confianza, por la entrega y la gratitud hacia aquel que
ha puesto todo lo suyo en sus manos.
El tercero vive desde el miedo, desde el deber de devolver lo dado, sin arriesgar.
Cierto es que en esta vida, no todos tenemos los mismos talentos: pero desde dónde los vivamos, harán de
ellos semilla del Reino.. .o no.
Vividos como Gracia, don, regalo...con la gratitud del amor, nos llevará irremediablemente a arriesgar, puede
que en ocasiones a perder o fracasar, pero siempre en marcha, siempre en juego, siempre como sentido de
vida.
Vivido como algo ajeno, depositado (que no regalado) en mí para juzgarme y dar razones a posteriori; me
asusta, me paraliza, lo guardo para que no se pierda en el camino.
Cuando Dios salga a recibirnos, con la alegría del padre que recupera a su hijo, podemos llevar nuestros
talentos bien guardados en los puños apretados, o las manos abiertas, sucias y llenas de Vida, en gesto de
gratitud infinita a su amor.
YOUTUBE
Parable of The Talents
(2012)
https://www.youtube.
com/watch?v=aJ1WZj
QZDW4
Parable of Talents Jesus Christ's Life Story
- Animated Story
https://www.youtube.com/watch?v=Fbc3lwrZ6gA
Lego Parable of the Talents
https://www.youtube.com/watch?v=MUtXrQ_ZAOk
Parable of Talents - Jesus Christ's Life Story - Animated Story
https://www.youtube.com/watch?v=Fbc3lwrZ6gA
Jesus Christ and the parable of The Talents
https://www.youtube.com/watch?v=YNr9x7fAXRE

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