capítulo 8 organización de la atención gerontológica
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capítulo 8 organización de la atención gerontológica
CAPÍTULO 8 ORGANIZACIÓN DE LA ATENCIÓN GERONTOLÓGICA ESPERANZA BALLESTEROS PÉREZ Enfermera. Profesora Enfermería Geriátrica. E.U.E. Universidad de Barcelona 1 CAPITULO 8 ORGANIZACIÓN DE LA ATENCIÓN GERONTOLÓGICA 1. ORGANIZACIÓN DE LA ATENCIÓN GERONTOLÓGICA Según datos estadísticos y demográficos sobre la población española, en la composición del grupo de mayores de 65 años se destaca: una preponderancia de las mujeres sobre los hombres, un aumento importante de la longevidad, suelen vivir en compañía del cónyuge o solas, en su domicilio o en instituciones (pocos son los que viven en un núcleo familiar), con un limitado poder adquisitivo, sufren enfermedades crónicas que poco a poco van limitando su autonomía. Precisamente por estas características, las personas ancianas suelen ser más vulnerables y están más fácilmente predispuestas a necesitar atención de distintos profesionales y a diferentes niveles. 1.1. ASISTENCIA SANITARIA Las características de la morbilidad en la población anciana: existencia de una o varias enfermedades, generalmente interrelacionadas, de evolución progresiva, con tendencia a la cronicidad, con importante afectación de la independencia, con escasas posibilidades de curación, que les colocan en una situación de fragilidad física pero también psíquica, acentuando en algunos casos la sobrecarga familiar, especialmente de uno de sus miembros..., todo ello sumado a otras causas, multifactoriales y relacionadas, convierten a este grupo de población en uno de los principales demandantes de atención sanitaria en nuestro país. Según datos publicados, la ocupación de camas hospitalarias de agudos por parte de personas mayores de 65 años se encuentra entre el 20 y el 30%, con una estancia media superior a otros grupos de edades inferiores, que alrededor del 30% de la actividad de la atención primaria está centrada en la atención a la población mayor y que cerca del 18% de los ingresos que se producen en servicios de urgencias, también los son para personas con edades superiores a los 65 años. El peso específico sobre los presupuestos sanitarios es por tanto importante y creciente. Los sistemas sanitarios públicos, como es el caso del sistema español, proporcionan asistencia planificada, financiada y provista mediante la distribución equitativa y universal de los recursos. Las estrategias que ha de poner en marcha el Estado para orientar la política del sistema hacia el estado de bienestar, están directamente relacionadas con los presupuestos de que dispone. Las limitaciones económicas hacen plantear muchas veces los objetivos a fin de conseguir la máxima eficacia con los recursos disponibles. Parece que la tendencia actual es no sólo la oferta de servicios, sino la garantía de que éstos llegaran a todos los ciudadanos con una buena calidad. 2 Todas estas características imponen al sistema sanitario la creación de programas que permitan optimizar los recursos existentes en la consecución de un objetivo terapéutico común: la promoción de la autonomía del anciano, mediante la prevención de las enfermedades pero también de las consecuencias de estas, la asistencia sanitaria adecuada, teniendo en cuenta las características individuales del paciente anciano, y la rehabilitación de procesos d enfermedad con la consecuente readaptación a las actividades de la vida diaria. Promover un modelo de atención sanitaria al anciano que sea capaz de: . Dar respuesta a las necesidades del anciano enfermo y/o su familia, dirigido a promocionar sus capacidades, mejorar su adaptación, controlar los síntomas y prevenir las complicaciones, integrando los objetivos del enfermo y su familia a la terapéutica. . Desarrollar medidas específicas en cada ámbito de actuación (Atención primaria, domicilio, centros asistenciales...), y que faciliten la interacción entre los recursos creando circuitos ágiles y bien interconectados, que favorezcan la optimización de los recursos. . Tener en cuenta las características propias del sistema que permitan adaptarlo a las necesidades de la comunidad. . Que tenga en cuenta una práctica profesional interdisciplinar, para una planificación terapéutica gradual, realista y adecuada a las necesidades del anciano. 1.2. ATENCIÓN Y SERVICIOS SOCIALES Ahora bien, ya hemos visto que la situación de enfermedad en nuestra población anciana está estrechamente vinculada a otros factores: sociofamiliares, económicos, afectivos, etc. Por tanto, la actuación e intervención de los profesionales en la ayuda a los ancianos requiere considerar al individuo en todas sus dimensiones es: física, psíquica y social. Esto significa abordar de un modo globalizador cada una de las situaciones individuales. La coordinación entre los sectores social y sanitario, en el caso de la atención gerontológica, debe ser integradora de recursos para ser eficiente, flexible y plural. Para poder recurrir a la solución idónea en cada caso, debe contar con la presencia y participación de los usuarios y sus familias, favorecer la permanencia del anciano en su medio habitual en las mejores condiciones de vida, retardando en lo posible el internamiento en instituciones, incrementar la calidad de los servicios que se prestan, fomentar nuevos proyectos, programas o iniciativas encaminadas a posibilitar las relaciones intergeneracionales y la revalorización de los ancianos en la sociedad de pertenencia. 2. COORDINACIÓN DE LOS SERVICIOS Es evidente que la base primordial para un buen funcionamiento de la atención integral que quiere prestarse a la población anciana, es la coordinación de los diferentes servicios. Sin una estrecha conexión de los recursos, se corre el riesgo de no ofrecer eficazmente las mismas oportunidades de ayuda profesionalizada a todos los sectores de la población de edad avanzada. 2.1. SECTORIZACIÓN DE LA ATENCIÓN GERONTOLÓGICA 3 La atención gerontológica debe organizarse por áreas o sectores que engloben la asistencia sanitaria (atención primaria, atención hospitalaria, atención geriátrica especializada) y también la asistencia social (clubs de jubilados, residencias de válidos, apartamentos, servicios de comidas a domicilio, programas de tiempo libre, etc.). Implicando al mismo tiempo al sector público (administración autonómica, local o central) y al sector privado. La sectorización de la atención debe abarcar una área geográfica, con un número limitado de ciudadanos, a los que se prestará una asistencia sanitaria y social coordinada. En cada sector funcionarán al unísono tres pilares fundamentales: Atención primaria de salud, Atención hospitalaria y/o geriátrica especializada y Atención social. Pero también podemos diferenciar la atención que se presta a los ancianos en dos niveles: atención informal (la que está a cargo de personas cercanas al propio entorno del anciano, familiares, voluntarios, vecinos, etc), y atención formal, integrada por los profesionales del equipo interdisciplinar (enfermeras, médicos, trabajadores sociales, etc.). 2.2. SERVICIOS E INSTITUCIONES QUE PRESTAN ATENCIÓN A LOS ANCIANOS El equipo de APS tiene la responsabilidad de la atención al grupo que tenga asignado según la sectorización correspondiente. Esta responsabilidad será independiente de la situación en que se encuentre el/los usuario/s en el continuo salud/enfermedad y abarcará todos los niveles de atención, desde las actividades de fomento y promoción hasta las de rehabilitación. Se constituyen, de esta forma, en los profesionales de referencia del individuo o grupo en el sector sanitario. Asimismo, este compromiso no depende de la demanda que realice el usuario o de los recursos sanitarios y/o sociales que esté utilizando (ingreso hospitalario, residencia, etc.). El envejecimiento de la población, el mayor consumo de servicios de salud por el grupo de edad y la necesidad que la atención sea especializada marcan la práctica de los distintos profesionales del equipo de APS. A fin de mantener la integralidad de la atención, es recomendable el establecimiento de programas específicos diseñados para atender las necesidades de la población anciana, en vez de abordarla de forma parcelada por patologías o problemas (diabéticos, hipertensos, crónicos, etc.). 0.2.2. SERVICIOS DE ATENCIÓN A DOMICILIO Su titularidad la pueden ostentar tanto las administraciones públicas (locales, provinciales o autonómicas) como privadas (fundaciones, asociaciones, cooperativas, etc.) y están coordinados por profesionales del sector social. Se orientan a dos tipos de atención: . Atención dirigida a la vivienda. Incluye limpieza, comida, compra y otras actividades externas que el anciano no pueda realizar por sí mismo. 4 . Atención dirigida a la persona. La ayuda se enmarca en actividades de la vida diaria, como la higiene, la alimentación o el vestido. 0.2.3. CENTROS DE DÍA Como indica su denominación, son centros con un horario limitado, suele extenderse desde la mañana hasta última hora de la tarde y de lunes a viernes. La atención que se presta es integral y está orientada a la estimulación y mantenimiento de las capacidades (cognitivas, motrices y de relación) para lo que cuenta con profesionales especializados en rehabilitación, animación sociocultural, terapia ocupacional, etc. Los Centros d día precisan de una coordinación que recae, por coherencia de su definición y objetivos, en una enfermera/o. El perfil del usuario de Centro de Día es una persona anciana con necesidad de ayuda para los actos de la vida diaria y que cuenta con apoyo familiar. Esta cobertura es la característica que lo diferencia de un usuario que potencialmente seria tributario de una institucionalización en residencia. 0.2.4. APARTAMENTOS TUTELADOS Son viviendas destinadas a la población anciana que carecen de barreras arquitectónicas y disponen de servicios comunes como lavandería, comedor, salas comunes, enfermería, etc. Requieren un cierto grado de autonomía por parte del usuario. 0.2.5. TELEASISTENCIA Es un servicio que consiste en la conexión del usuario con una central a través de un dispositivo de alarma y del teléfono. El usuario puede requerir la asistencia o comunicar una dificultad. La central tiene establecido el procedimiento para resolver las distintas demandas que se presentan. Este servicio es adecuado para personas con un cierto grado de autonomía que viven solas. 0.2.6. ASOCIACIONES Pueden ofertar uno o varios de los servicios que aquí se citan, pero su aportación, específica es el de agrupar colectivos con un mismo interés. Podríamos diferenciarlas en asociaciones de afectados (familiares de enfermos de Alzheimer, Parkinson, etc.) de voluntarios, culturales, etc. 0.2.7. RESIDENCIAS DE ANCIANOS Son centros que ofertan una atención continuada de 24 horas/día durante estancias prolongadas. Los ancianos reciben cuidados especializados e integrales con el objetivo de incentivar, mantener o recuperar habilidades físicas, psíquicas o sociales. Cuentan con 5 servicio médico y de enfermería al que pueden añadir psicólogo, trabajador social, rehabilitación, terapia ocupacional, animación sociocultural, podología, peluquería, cafetería, etc. Las residencias pueden establecerse desde los sectores público o privado y estar destinadas a ancianos válidos, asistidos o psicogeriátricos. Comúnmente, los usuarios de centros residenciales son personas con déficits en su nivel de autonomía, que precisan ayuda para las actividades de la vida diaria. Por factores culturales y de racionalización del gasto, las residencias se reservan para los ancianos que no encuentran solución a sus dificultades a través de recursos menos radicales como la Ayuda a Domicilio o el Centro de Día. El traslado a una residencia es un hecho traumático para la mayoría de los ancianos. La pérdida de su medio habitual y las limitaciones del control sobre su vida, hacen del periodo de adaptación una etapa de riesgo. Se recomienda que el tamaño de las residencias sea limitado, que estén ubicadas, siempre que se pueda, en zonas o medios que resulten familiares a los usuarios, y que se extremen las medidas encaminadas a potenciar la personalización e individualización del anciano. Es un recurso que es necesario tener en cuenta para ingresos de corta estancia a fin de “descargar” temporalmente a la familia o a los cuidadores habituales. 0.2.8. UNIDADES DE CONVALECENCIA Y REHABILITACIÓN Son centros sociosanitarios de corta o media estancia. Suponen un recurso intermedio entre el alta hospitalaria y el domicilio, o entre el domicilio y la residencia, pero también son utilizables en la recuperación de situaciones agudas y en la reagudización de procesos crónicos. La atención en estos centros tiene gran carga sanitaria, pero no precisa la complejidad de un hospital de agudos. 0.2.9. UNIDADES DE HOSPITALIZACIÓN Las unidades de hospitalización pueden ofertar las siguientes estructuras: . Servicio de Geriatría. En algunos hospitales generales existen servicios especializados de Geriatría que constan de distintas unidades. La unidad de hospitalización se complementa con las consultas externas y otros servicios geriátricos. . Equipo interdisciplinar geriátrico. Se trata de unidades funcionales sin camas y formadas por especialistas geriátricos (médico, enfermeras, trabajador social, etc.). Sus funciones principales se centran en la valoración y el asesoramiento al resto de servicios del hospital sobre atención geriátrica. En algunos casos este equipo forma parte de la comisión sociosanitaria del área para la derivación de pacientes a los niveles asistenciales más adecuados. 6 . Hospitales de día. Es un servicio que puede ser independiente o estar ubicado en un hospital, con la ventaja, en este caso, de aprovechar la estructura y los servicios generales del mismo. Puede suponer un paso intermedio entre la hospitalización y el domicilio u otro nivel asistencial. El objetivo es proporcionar control clínico, tratamiento y/o rehabilitación. Es frecuente que un mismo usuario utilice diferentes recursos. La coordinación entre ellos está establecida en los Planes Gerontológicos de cada Autonomía. De todas maneras, sería deseable que la enfermera/o del equipo de APS hiciera el seguimiento del anciano, lo que procuraría continuidad en la atención de la población anciana, constituyéndose en un vínculo entre el usuario, su familia y el sistema sociosanitario. 1. PLANES Y PROGRAMAS GERONTOLÓGICOS La reflexión que exige la evolución demográfica de nuestro país no debe circunscribirse únicamente a las prestaciones económicas, sino que también debe contemplar la necesidad de destinar esfuerzos a la creación de programas específicos en los que se ponga de manifiesto el reconocimiento social a las personas mayores y se valore el patrimonio cultural, humano y social que éstas representan para el conjunto de la sociedad. 0.1. PRINCIPIOS DE LAS NACIONES UNIDAS Las Naciones Unidas, reconociendo la aportación de las personas de edad en sus respectivas sociedades y en cumplimiento del Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento, aprobado por la Asamblea mundial y recogido en la Asamblea general en su resolución de 3 de diciembre de 1982, alienta a los gobiernos de los estados que introduzcan lo antes posible, en sus programas nacionales, los siguientes principios: . Independencia: - acceso a la alimentación, agua, vivienda, vestimenta, atención de salud adecuada, apoyo de sus familias, de la comunidad, ingresos propios o de su autosuficiencia. - Jubilación flexible y voluntaria, acceso a programas educativos, seguridad en el entorno, adaptable a sus cambios y preferencias, residiendo en su domicilio por tanto tiempo como sea posible. . Participación: - - Integración en la sociedad participando en la formulación de políticas que afecten a su bienestar y compartiendo conocimientos y habilidades con otras generaciones. Aprovechar oportunidades de prestar servicio a la comunidad como voluntarios. Formar movimientos o asociaciones específicas. . Cuidados: - Cuidados y protección familiar y de la comunidad según los valores sociales. 7 - Acceso a servicios sociales y/o sanitarios, jurídicos, institucionales que respeten su dignidad y les permitan disfrutar de sus libertades fundamentales, les proporcionen atención y les ayuden a mantener o recuperar su nivel óptimo de salud y bienestar. . Autorrealización: - Aprovechar las oportunidades que les permitan desarrollar su potencial, teniendo acceso a los recursos educativos, culturales y recreativos. . Dignidad: - Vivir con dignidad y seguridad viéndose libres de explotaciones y malos tratos, recibiendo un trato digno e independiente de la edad, el sexo, la procedencia, la discapacidad o sus condiciones económicas. 0.2. PLAN GERONTOLÓGICO NACIONAL Como figura en la presentación del documento, una política que quiera ser eficaz y pretenda conseguir los objetivos esperados por áreas de actuación, debe enmarcarse en un plan de acción integral que pueda desarrollarse a través d medidas concretas. El Plan Gerontológico Nacional cumple estas expectativas. Pretende ser una guía para mejorar las condiciones de vida de los mayores, poniendo a su disposición una red de recursos, fomentar su participación y protagonismo social, reforzar su autonomía, y modificar los valores sociales en relación a la vejez. La pretensión es contribuir a crear un estilo en la política social dirigida a las personas mayores que impulse, dinamice y afiance acciones que consoliden una defensa de los derechos de las personas de más edad. Los objetivos generales pueden resumirse n: . Desarrollo de un sistema de pensiones no contributivas para los mayores de 65 años con recursos insuficientes y complementar las pensiones de los que han perdido su autonomía. . Promover la salud de los mayores, mejorando su bienestar y garantizándole, cuando lo precise, una adecuada atención primaria y hospitalaria. . Acercar los servicios sociosanitarios a los mayores dentro de un marco sectorial. Fortaleciendo las estructuras administrativas para la distribución equitativa de recursos. Garantizar la investigación y la formación especializada de los profesionales. . Ofrecer servicios sociales idóneos que den respuesta a las necesidades de los ancianos, potenciando el desarrollo de los que propicien su autonomía personal, la permanencia en su domicilio y la convivencia en su entorno habitual. . Incrementar los conocimientos que tiene la sociedad con respecto al hecho social del envejecimiento. Fomentar la participación y corresponsabilidad de los mayores en el desarrollo de la política social. . Facilitar el acceso de los mayores a los bienes culturales y fomentar el empleo creativo del tiempo libre. 8 . Extender el concepto de participación democrática, para la integración social de las personas mayores y para que éstas se incorporen a todas las actividades de la vida social. Las áreas de actuación en que se estructura el Plan Gerontológico son: . Pensiones: Mejora y revalorización d pensiones. . Salud y asistencia sanitaria: promoción de la salud y prevención de enfermedades e incapacidad. . Servicios sociales: Políticas sociales y prestación de servicios que extienden su cobertura con criterios de acercamiento, integración y coordinación de recursos. . Cultura y ocio: Acceso a los bienes culturales, educación, formación, realización personal. Sensibilización social sobre el envejecimiento y la vejez. . Participación: Fomento de la participación social y política d los mayores. Establecer órganos de representación, planificar y seguir acciones y medidas de política social que afecten a este colectivo. 0.3. PLANES Y PROGRAMAS AUTONÓMICOS La creación de programas específicos para la atención a los ancianos en cada una de las autonomías depende evidentemente de la negociación de las competencias en los traspasos, y concretamente del considerable esfuerzo en el desarrollo de recursos institucionales, en la distribución del presupuesto, en la mejora de la provisión de recursos desde la atención primaria y en la formación de los distintos profesionales que han de participar en el cuidado de las personas mayores desde el equipo interdisciplinar. Algunas comunidades autónomas tienen implantado, ya hace algún tiempo, su modelo de atención a la población mayor. Modelo que responde a las necesidades de este grupo, desde las propias características, culturales y educacionales, y también desde las demandas que hace este colectivo. Con este criterio como base, se propone que cada Comunidad desarrolle un modelo de atención y organización específico para la atención a las personas mayores enfermeras, a los que sufren enfermedades crónicas invalidantes y terminales, basado en una concepción integral, rehabilitadora y dirigida a reincorporar a los ancianos en su medio habitual. Para ello deberá crear una red de recursos institucionales en todos los ámbitos de actuación : atención primaria social y sanitaria, plazas residenciales en centros gerontológicos y también en hospitales. Deberá promover también la formación de profesionales sanitarios y sociales que mediante la investigación, sean capaces de ratificar los principios de atención integral, metodología, de organización y de trabajo interdisciplinar. RECOMENDACIONES PRÁCTICAS Es importante que, como profesional de la salud, conozca las políticas de atención dirigidas a la población anciana. 9 La coordinación entre los sectores social y sanitario es el principal agente para asegurar la eficiencia y la eficacia de la organización de los recursos. Analice qué tipo de recurso deberá recomendar en cada caso, según la demanda y las necesidades del usuario. Tenga presentes los objetivos del Plan Gerontológico Nacional y los que responden al Plan de atención a las personas mayores de su comunidad. 10