La maldición de los mares

Transcripción

La maldición de los mares
La maldición de los mares
Kengah desplegó las alas para levantar el vuelo (1), pero la espesa ola (2) fue más rápida y la
cubrió enteramente. Cuando salió a flote, la luz del día había desaparecido y, tras sacudir la cabeza
con energía, comprendió que la maldición de los mares le oscurecía la vista. Kengah, la gaviota de
plumas color plata, hundió (3) varias veces la cabeza, hasta que unos destellos de luz -(4) llegaron
a sus pupilas cubiertas de petróleo. La mancha (5) viscosa, la peste negra, le pegaba las alas al
cuerpo, así que empezó a mover las patas con la esperanza de nadar rápido y salir del centro de la
marea negra. (...)
Era la ley (6). Ella también había visto a otras gaviotas sorprendidas por las mortíferas (7) mareas
negras-y, pese a (8) los deseos de bajar a brindarles una ayuda tan inútil como imposible, se había
alejado, respetando la ley que prohibe presenciar (9) la muerte de las compañeras.
Con las alas inmovilizadas, pegadas al cuerpo, las gaviotas eran presas (10) fáciles para los
grandes peces, o morían lentamente, asfixiadas por el petróleo que, metiéndose entre las plumas,
les tapaba todos los poros. (...)
Mientras esperaba el fatal desenlace (11) Kengah maldijo a los humanos.
Muchas veces, desde la altura vio cómo grandes barcos petroleros aprovechaban los días de
niebla costera (12) para alejarse mar adentro a lavar sus tanques (13). Arrojaban al mar miles de
litros de una sustancia espesa y pestilente que era arrastrada por las olas. Pero también vio que a
veces unas pequeñas embarcaciones se acercaban a los barcos petroleros y les impedían el
vaciado (14) de los tanques. Por desgracia (15) aquellas naves adornadas con l o s colores del
arco iris (16) no llegaban siempre a tiempo a impedir el envenenamiento (17) de los mares.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
S'envoler
La vague épaisse
Hundir=plonger
Des scintillements
La nappe
La loi
Meurtrières
Malgré
Assister à
des proies
Le dénouement
La brume côtière
Leurs réservoirs
Les empêchaient de vider
Malheureusement
L'arc-en-ciel
L'empoisonnement
Luis Sepúlveda, Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar, 1996
Pour le 16 avril 2007 — Groupe de Mme Loiseau
Leed bien el texto, varias veces, para comprenderlo perfectamente.
Listad el vocabulario desconocido en el cuaderno.
Preparad un resumen (respetad la cronología de la historia).

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