CELAM presenta nueva traducción del Nuevo
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CELAM presenta nueva traducción del Nuevo
11 La transformación del pan y del vino en el cuerpo y la sangre de Cristo Manuel Ocampo Ponce Universidad Panamericana Guadalajara Jalisco, México La transustanciación es la conversión total de la sustancia del pan y del vino en la total sustancia del cuerpo y la sangre de Cristo. El término transustanciación fue introducido por Rolando Bandelli en 1100 d.C. y se generalizó en el siglo XII d.C., apareciendo en el cuarto concilio de Letrán en 1215 d.C. Aunque ya existían otros términos como la conversión, la transmutación, la transformación… el término transustanciación resultó ser más preciso. La única forma en que el cuerpo y la sangre de Cristo pueden estar en el sacramento de la Eucaristía es por la conversión de la sustancia de las especies sacramentales en el mismo Cristo. Por lo tanto, es necesario que desaparezcan el pan y el vino para que en su lugar se encuentren el cuerpo y la sangre de Cristo. De modo que, no pueden permanecer las sustancias del pan y del vino después de la consagración. Todo lo anterior es una consecuencia racional lógica que se deduce de la verdad de fe que es la Eucaristía. Pero además, la desaparición no es una transformación o transmutación natural, ni tampoco puede ser una aniquilación. Se trata de una conversión, para lo que se necesita algo que permanezca entre la desaparición de las sustancias del pan y el vino y la aparición de las sustancias del cuerpo y la sangre de Cristo. De tal modo que la desaparición de las sustancias del pan y el vino exige necesariamente la aparición del cuerpo y la sangre de Cristo. Por eso es necesario sostener que lo único que se conserva del pan y del vino son los accidentes o el aspecto externo del pan y del vino que permanecen intactos después de la consagración. Las nuevas sustancias del cuerpo y la sangre de Cristo están “contenidas” en los accidentes o aspecto externo, que del pan y del vino que es lo único del pan y del vino, que se conserva en la Eucaristía. Racionalmente no puede entenderse cómo se realiza la conversión de toda la sustancia del pan y del vino en el cuerpo y la sangre de Jesucristo, por la cual el mismo Cristo, que está resucitado y glorioso en el cielo, existe bajo las especies sacramentales. Únicamente sabemos que por la acción divina se realiza el cambio de las sustancias del pan y del vino en el cuerpo y la sangre de Cristo que preexisten en el cielo antes de la conversión. Todo lo anterior nos lleva a concluir que la transustanciación es más milagrosa que la creación. Dios que es la causa primera de todo cuanto es, se hace por sí mismo lo que hacen -bajo su influjo- las causas segundas, es decir, Dios realiza lo que hacen las cosas creadas, (en este caso el pan y el vino) sin que intervengan las cosas creadas. O sea que Dios puede sostener los accidentes o el aspecto externo del pan y vino en lugar de que lo haga su sustancia, y esto lo hace como causa eficiente, es decir, como desde arriba. En la transustanciación, los accidentes o el aspecto externo del pan y del vino producen los mismos efectos que cuando estaban sustentados por la sustancia de las especies. Además, no se requiere de otro milagro para que los accidentes o el aspecto externo del pan y del vino impresionen nuestros sentidos exactamente como lo hacían antes de la consagración, es decir, con su tamaño, color, olor, sabor, textura, etc. Y por si fuera poco, las especies sacramentales pueden corromperse del mismo modo y por las mismas causas como lo hacían cuando su sujeto era la sustancia del pan y del vino. De modo que con la corrupción de las especies, termina la presencia real de Cristo en la Eucaristía pero sin que Cristo sufra ninguna inmutación. La conversión del pan y del vino en el cuerpo y sangre de Cristo y la corrupción de las especies, no produce inmutación alguna en Cristo. Dios no cambia ni se muda porque Dios es siempre el mismo Ser perfectísimo, sino que lo que aparece y desaparece son las creaturas. Además, las especies sacramentales pueden ejercer las mismas acciones que cuando estaban sustentadas por el pan y el vino, como alimentar o incorporarse a otra sustancia o bien convertirse en cenizas o en otra sustancia. Por último, la Iglesia siempre ha enseñado que bajo cada una de las dos especies eucarísticas y también bajo cada una de sus partes cuando se rompen o separan, es decir, aun si la hostia o el vino consagrados se rompe o separa, mientras continúen siendo especies de la sustancia del pan o del vino, está contenido Jesucristo en su cuerpo, sangre, alma y divinidad, es decir, todo Cristo. [email protected] CELAM presenta nueva traducción del Nuevo Testamento para América Latina El trabajo final fue presentado al Papa Francisco el 6 de mayo en el Vaticano El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), presentó una nueva traducción del Nuevo Testamento para los fieles del continente, fruto del trabajo de 26 expertos de la Escuela Bíblica de este organismo eclesial. “El lenguaje es un ente vivo y las cosas se dicen de manera distinta con el paso del tiempo; así mismo, la ciencia bíblica va creciendo con los estudios. Este cambio, tanto del lenguaje como de los conocimientos, se debe traducir al ritmo de las nuevas necesidades de la Iglesia”, señaló Mons. Santiago Silva Retamales, director del equipo de la traducción durante la presentación realizada el pasado 27 de julio. Este trabajo fue solicitado hace once años por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos con el fin de poder atender a sus fieles hispanos con una traducción en español que recogiese las expresiones típicas de Latinoamérica; algo que también será un aporte importante para los católicos en el resto del continente. En ese sentido, los costos fueron asumidos por el episcopado estadounidense, mientras que el CELAM se encargó de la traducción. El trabajo final fue presentado al Papa Francisco el 6 de mayo en el Vaticano. Durante la conferencia de prensa, el Prelado indicó que el Nuevo Testamento conserva su esencia, pero era necesaria una traducción actualizada. “Esta es una Biblia que no quiere suplantar otra Biblia, ni dejar atrás a las otras. Lo que pretende es contribuir a la nueva evangelización, pues está ocupando un nicho particular”, indicó. Así, durante la conferencia se indicó que uno de los aspectos más importantes son las explicaciones, con citas y comentarios, que dan un aporte fundamental. “Las notas están hechas para interpretar el texto, para ofrecer explicaciones y, sobre todo, para que sacerdotes y obispos puedan preparar las Misas”, señalaron. Para asegurar el entendimiento de todos los hispanohablantes, fueron designados cuatro coordinadores lingüísticos que trabajaron en conjunto para que el contenido de la Biblia se entendiera en los países donde se habla español, sin caer en imprecisiones ni jergas. El texto ya se puede conseguir en http://www.ppc-editorial.es/es Se indicó que a la vez los episcopados de los países latinoamericanos implementarán un proceso de distribución física del Nuevo Testamento. Asimismo, se informó que la nueva traducción y edición del Antiguo Testamento está en su última fase, por lo que en los próximos meses el CELAM presentará la Biblia completa para los latinoamericanos de habla hispana.