Niños A Prueba De Deudas
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Niños A Prueba De Deudas
Niños A Prueba De Deudas Leí un artículo acerca de 20.000 familias estadounidenses que decidieron librarse completamente de deudas usando el método del “triángulo inverso”. Comenzaron con la cuenta más pequeña y escalaron hacia la deuda mayor, que para la mayoría de las familias es la hipoteca de su casa. La cuota mensual de cada deuda que terminaban de pagar, la agregaban al pago de la siguiente deuda mayor. Para el tiempo cuando habían eliminado todas sus deudas (préstamos estudiantiles, pagos de vehículos, tarjetas de crédito, etc.) tenían el doble de dinero para aplicar al pago mensual de su hipoteca. En siete años eliminaron por completo todas sus deudas. Pero las familias hicieron algo aun más significativo: Pasaron el valor de esta libertad de deudas a sus hijos y a las siguientes generaciones. Siempre debemos decir “NO” a las deudas, porque nuestros hijos están creciendo en un país cuya economía se basa en el endeudamiento general. El mundo de los negocios continúa considerando las deudas como algo normal, y en consecuencia la mayoría de las familias aceptan que un estilo de vida sin deudas es inalcanzable. La deuda tiende a hacer que los individuos y las familias crean y sientan que estarán mejor de lo que realmente están. Por fuera presentan una imagen económica perfecta aunque no lleven dinero en el bolsillo. Debemos declarar la guerra a la idea de que es normal vivir endeudado. Si a usted le gustaría enseñar a sus niños y adolescentes los mejores principios para manejar el dinero, lea el último librito del Dr. Gordon Botting, Penny-Pinching Principles for Money-Wise Parents [Principios de ahorro en pequeña escala para padres sabios en el manejo del dinero]. Está disponible en AdventSource, en el sitio: adventsource.org o llamando al 1-800-328-0525. Distribuido por: Departamento de Mayordomía de la Asociación de las Montańas Rocosas Director: Julio Arias Publicadores: Departamento de Mayordomía de la Unión del Pacífico Director: Gordon Botting Diseño/Asistente editorial: Maricel Felarca Traducción: Publicaciones El Camino Noviembre 2016 | Volumen 21, #11 IGLESIA SIN DEUDAS Por Gordon Botting, DrPH, CHES, CFC En algunas encuestas comunitarias cuando se pregunta a la gente si saben lo que creen los adventistas del séptimo día, lo primero que contestan es: “Los adventistas observan el sábado”. También hacen observaciones acerca del estilo de vida, como por ejemplo: “los adventistas son vegetarianos”. (La verdad es que menos del 20 por ciento de los adventistas entran en esa categoría). A veces la gente confunde a los adventistas con los Testigos de Jehová y dicen que los adventistas no creen en transfusiones de sangre. (No se dan cuenta que en los Estados Unidos administramos más de 80 hospitales y docenas de clínicas). En este número del Menú del Mayordomo, deseo proponer otro rasgo con el cual me gustaría que los adventistas fuéramos identificados. Sería bueno escuchar algo como esto: “Esa gente no tiene deudas, y si ustedes desean saber cómo vivir sin dificultades monetarias, aprendan de los adventistas”. Pienso que estoy pisando terreno sólido al hacer esta propuesta, porque este es un concepto bíblico sólido. El amor de Dios se menciona 500 veces en la Biblia y 800 veces la segunda venida de Cristo. La actitud de Dios hacia el manejo del dinero se menciona mucho más que las carnes inmundas. En los primeros días del movimiento adventista, se nos conocía como “la gente del Libro” (Biblia). Si eso es cierto, entonces comencemos, en estos tiempos de acumulación de deudas, de tarjetas de crédito a largo La mayordomia es un estilo de vida total. Abarca la salud, el tiempo, los talentos, el ambiente, las relaciones, la espiritualidad y las finanzas. “Casi no existe nada que arrastre más a una persona a la ruina como la deuda” —P. T. Barnum plazo y de préstamos estudiantiles interminables, a compartir lo que Dios dice acerca de los problemas financieros, las deudas, y cómo vivir libres de ellas. En más de 20 versículos, Dios declara a través de sus escritores bíblicos que toda deuda tiene consecuencias negativas. Por ejemplo, Proverbios 22:7 declara con énfasis: “. . . el que toma prestado es siervo del que presta”. Para que se cumpla mi sueño de ver una iglesia sin deudas, con la mayoría de los miembros libres de ellas, a continuación enumero algunos pasos indispensables: 1. Establezca un plan definido Un plan necesita ser algo más que solo una actitud de rechazo a las deudas; significa anotar todas las deudas actuales, incluso lo que debe en su hipoteca, su automóvil, préstamos estudiantiles, tarjetas de crédito, etc. 2. Desarrolle una estrategia El Menú del Mayordomo para combatir el endeudamiento La mejor estrategia para salir de deudas es comenzar con la deuda más chica y hacer todo lo posible por pagarla pronto, así podrá proclamar su primera victoria. Con el éxito bajo el brazo, avance a la siguiente deuda menor, elimínela con el mismo entusiasmo. Si se lo propone, puede salir de todas sus deudas en un promedio de dos o tres años, con excepción de la hipoteca de su casa, la cual puede pagar en los siguientes cinco años. 3. Tape las fugas de dinero Cada mes su familia gasta y pierde dinero en ciertas áreas que podrían impedirle su progreso en su blanco de salir de deudas. ¿Ha comprado una afiliación a algún gimnasio que rara vez aprovecha? Si usted camina todos los días por su vecindario, no solo se beneficiará física sino espiritualmente, al orar por cada casa de su manzana. Su automóvil acaba de cumplir 10 años, y tal vez todavía esté pagando la misma cantidad de seguro como cuando era nuevo. Modifique la póliza para pagar menos seguro por ese cacharro. He aquí otra idea: haga lo que algunos millonarios hacen cuando van de compras, use cupones y visite las tiendas de segunda mano. Practique cada semana la técnica de tapar “fugas de dinero” durante dos meses y se sorprenderá de ver cuánto dinero habrá ahorrado. ¡Permitamos que nuestra iglesia experimente la bendición que significa tener una feligresía sin deudas! Primero, con una feligresía libre de deudas, seremos más saludables y felices, con menos preocupación y estrés por no tener suficiente dinero para pagar las cuentas mensuales. Como individuos y familias, disfrutaríamos aumentando los ahorros y las inversiones. Segundo, podríamos enviar a nuestros hijos a la escuela libres de deudas, dándoles así el mejor comienzo en sus carreras y su futuro. Tercero, nuestras iglesias y escuelas locales estarían libres de deudas, y tendríamos fondos para promover programas de evangelismo en la comunidad. Por último, nuestro estilo de vida sin deudas daría testimonio ante el mundo. Imagínense que en la próxima Sesión de la Asociación General del año 2020, estuviéramos anunciando en primera plana: “¡Cerca de 80.000 miembros adventistas están reunidos en el Lucas Oil Stadium de Indianápolis! ¡Los adventistas pertenecen a una denominación sin deudas! ¡Los diezmos y las ofrendas para las misiones mundiales se han duplicado cada año!” Mientras usted y su familia se relajan después de la cena anual del Día de Acción de Gracias, ¿por qué no mencionar la posibilidad de establecer un blanco para salir de deudas en su hogar, y luego proyectar esta posibilidad al seno de la familia de la iglesia? “El hombre (o mujer) que se endeuda cae preso en una red” —John Ray Noviembre 2016