Las bases del buen equilibrio

pies
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SPECIALISTAS
Pies
Son esas pequeñas partes de nuestra anatomía
que han de soportar
todo el peso de nuestro
cuerpo durante muchas
horas cada día.
Crece el interés de distintas especialidades
médicas al constatar que
infinidad de patologías
musculares, tendinosas,
articulares de piernas e,
incluso, de espalda,
están directamente relacionadas con alteraciones
de su función.
Las bases del buen equilibrio
L
! POR EDUARDO SÁNCHEZ-OSORIO
os pies, esas pequeñas partes de nuestra anatomía que han de soportar todo el peso de nuestro cuerpo durante muchas horas cada día, son una pieza realmente importante en la medicina actual y objeto de
interés de cada vez más especialidades médicas, ya que
se ha podido comprobar que infinidad de patologías
musculares, tendinosas, articulares de piernas e, incluso, de espalda, están directamente relacionadas con alteraciones de la función de los pies.
Como todos hemos podido comprobar en repetidas oca-
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MEDICINAS
siones, es mucho más fácil mantaner el equilibrio cuando estamos sobre dos pies y, cuanto más separados estén,
más estables estamos. Pero cuando estamos solo sobre un
pie la cosa se complica, nos cuesta más mantener el equilibrio y notamos cómo movemos el pie, la pierna e, incluso, el tronco para equilibrarnos. Esto sucede porque
cuando estamos sobre los dos pies la superficie de sustentación es amplia y, a mayor amplitud, más equilibrio tenemos. Al estar sobre un solo pie la superficie de sustentación es únicamente la de ese pie y esto es exactamente lo que sucede cuando caminamos o corremos,
que estamos alternativamente sobre un pie o el otro.
Todos a una
Debemos recordar que el pie, por su gran número de
articulaciones, es una estructura inestable y su musculatura está formada por músculos pequeños, por eso
para hacernos mantener el equilibrio va a tener que
contar con la ayuda de la musculatura del resto de la
pierna y del tronco. Este es el motivo por el cual mu-
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LAS LESIONES
! Tendinitis del tibial posterior
! Tendinitis del Aquiles
! Tendinitis de los peroneos
! Entesitis de la pata de ganso
! Condropatía rotuliana
! Tendinitis rotuliana
! Sacroileitis
! Trocanteritis
! Lumbalgias
chas de las patologías del resto de la pierna y de la espalda están relacionadas con la inestabilidad del pie.
Cuando andamos o corremos, la posición y el equilibrio del cuerpo va a depender de la estabilidad del pie
que tenemos en contacto con el suelo. Para conseguir
esta estabilidad, el pie va a tener que luchar para mantener su propio equilibrio. ¿Y cómo lo hace? Pues bien,
actuando toda la musculatura del pie, de la pierna, de
la cadera y de la espalda, estando en continua actividad
para lograr lo que definimos como equilibrio: el hecho de mantener el eje del centro de gravedad dentro
de nuestra base de sustentación.
Si nos fijamos cuando estamos sobre un solo pie en lo
que va haciendo nuestra musculatura para mantener el
equilibrio, veremos, empezando por los pies, cómo nuestros dedos irán engarrándose y estirándose alternativamente por la acción de la musculatura tanto del propio
pie (intrínseca) como de la pierna (extrínseca) y nuestro
pie irá oscilando de dentro a fuera (prono-supinación),
y la musculatura de la pierna (tibiales, extensores, peroneos, etc.) acompaña o estabiliza esta oscilación. Lo mismo que la musculatura del muslo (vasto interno, vasto externo, sartorio, etc.). Así, lo que en el pie es una pequeña oscilación, muchas veces casi imperceptible, a medida
que vamos subiendo el movimiento que ocasiona es mayor, hasta llegar a provocar importantes rotaciones de
cadera y amplias oscilaciones del tronco.
ciones implicadas van a sufrir más movimientos forzados
y desalineaciones entre las carillas articulares, pudiendo
provocar desgaste de los cartílagos articulares. Y los ligamentos que las estabilizan también recibirán tensiones
anómalas, pudiendo ocasionar distensiones. De este hecho, concretamente, se originan muchas patologías musculo-tendinosas y articulares de origen mecánico, es decir, de origen no traumático, tanto de las piernas como
de la espalda, de las que tan frecuentemente oímos hablar y que recogemos en el cuadro adjunto.
Este es el motivo por el cual actualmente, y cada vez
más, se realizan estudios de la marcha con el fin de
analizar las alteraciones morfológicas o funcionales
de los pies que condicionen al resto de las extremidades inferiores y espalda, fundamentalmente, para intentar corregirlas y tratar, así, la causa de muchas de
estas lesiones.
Estos estudios empezaron utilizándose en deportistas
pero cada vez más se aplican en personas de cualquier
edad, practiquen o no deporte. En estos estudios, el paciente es analizado mediante equipos de filmación de video, analizadores 3D del movimiento, análisis de distribución baropodométrica (distribución de la presión por
la superficie del pie), plataformas de fuerza, etc., con el
fin de poder objetivar si la sintomatología presente tiene o no una causa mecánica originada por el desequilibrio o mala función del pie.
El desequilibrio
Cuando un pie presenta algún tipo de alteración morfológica (de su estructura) o funcional, como puede ser la
hiperlaxitud (exceso de elasticidad de ligamentos y tendones), el pie valgo o pronación (el
pie apoya por su lado interno haciendo que el tobillo se nos incline hacia
adentro), el pie varo (el pie apoya por
su lado externo inclinando el tobillo
hacia afuera), etc., que dificulte la estabilidad o le ocasione más desequilibrio, toda la musculatura de la pierna
y espalda van a tener que trabajar mucho más para intentar suplirla, pudiendo producir sobrecargas, contracturas y roturas fibrilares. Las articula-
Solución mecánica
Muchos especialistas recomiendan plantillas para solucionar problemas mécanicos de los pies. Pero, ¿qué hacer para la rodilla? ¿Y para la espalda? También plantillas. ¡Sí, plantillas! Porque las plantillas, u ortesis plantares en argot
médico, no son solo útiles para tratar afecciones de los pies. Cada vez
más se emplean para tratar patologías como las que hemos citado
anteriormente. Y no nos ha de sorprender si nos prescriben plantillas por tener una lesión en la rodilla, un dolor en el glúteo o una
lumbalgia. Eso sí, siempre y cuando su causa sea mecánica.!
Anatomía
El pie es una unidad
compleja de nuestro aparato locomotor, a la vez
que una región anatómica pequeña con un gran
número de huesos y con
muchísimas articulaciones entre ellos, unidos
por un magma de ligamentos que mantienen
su estructura. Esto le confiere la propiedad de ser
muy móvil para permitirnos la adaptación al
terreno y amortiguar el
impacto contra el suelo
pero, a la vez, ha de ser
capaz de mantener nuestro peso manteniendo su
estructura, sea cual sea
la actividad que hagamos
sobre él.Y no será la
misma fuerza la que reciba mientras paseamos
tranquilamente que cuando estemos corriendo
una maratón.
! EDUARDO SÁNCHEZ-OSORIO
es Médico y Podólogo, director de
Centro de Ergodinámica
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