Dr. Alí Rodríguez Araque - Fundación Escuela de Gerencia Social

Transcripción

Dr. Alí Rodríguez Araque - Fundación Escuela de Gerencia Social
Seminario Nacional: Política Social ¿un nuevo PARADIGMA?
Caracas, 11, 12 y 13 de Mayo de 2004
PALABRAS DE APERTURA
Dr. Alí Rodríguez Araque. Presidente PDVSA
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela señala en su artículo 2 que
Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de derecho y justicia y en su
artículo 3 dice que el Estado tiene como fines esenciales, la defensa y el desarrollo de la
persona y el respeto de su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la
construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y
bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes
reconocidos y consagrados en ella.
Ahora bien, si hoy nos preguntamos cuál es el principal obstáculo que existe para la
materialización de esos principios consagrados en la Constitución, yo diría sin vacilar que
es el Estado.
La PDVSA de hasta hace dos años, estaba guiada por el mismo sistema de valores, por la
misma cultura, por la misma ética que se heredó de las grandes transnacionales. Se
puede entonces entender que lo que llama la acción, la planificación, la conducta diaria
de la élite que gobernaba PDVSA era la ley de la máxima ganancia, el sacrificio en
función de la máxima ganancia, la construcción fiscal del Estado y con ello, se fue
reduciendo lo que era hasta entonces, el único vínculo de la actividad petrolera
venezolana con el resto de la sociedad, es decir, con los propietarios del recurso natural
petrolero.
La Constitución se tropieza además con un Estado que fue modelado, sus instituciones
fueron modeladas, para un determinado esquema de distribución de la renta petrolera
bien conocida por todos y que está allí todavía. Una pesada burocracia supernumeraria,
una burocracia que duplica o triplica la burocracia administrativa en países como Japón.
En este sentido, se han hecho esfuerzos para sentar las bases de nuevos modelos de
instituciones y de una nueva estructura jurídica a fin de poder viabilizar los principios que
están establecidos en la Constitución.
Unido a estos grandes obstáculos, el avance de la sociedad venezolana choca
igualmente con otro gran problema que es el de la pobreza. Con esas proporciones de
pobreza en la sociedad venezolana, es imposible la materialización de los objetivos que
están planteados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, de
manera que allí está el gran desafío de nuestro tiempo: la superación de la pobreza como
requisito indispensable para el cumplimiento de la Constitución.
En este orden de ideas, es importante destacar el rol de una institución como PDVSA en el
ataque a la pobreza. PDVSA debe incorporarse a atacar los problemas sociales del país,
no por altruismo, sino porque es necesario atacar los problemas estructurales de la
economía y de la sociedad venezolana. Para ello, debe apoyar los procesos de inclusión
social y económica que se desarrollen en el país.
Fundación Escuela de Gerencia Social, FEGS
Seminario Nacional: Política Social ¿un nuevo PARADIGMA?
Caracas, 11, 12 y 13 de Mayo de 2004
Ahora bien, es imposible que la economía de un país pueda ocupar espacios en el
escenario económico mundial sin que eso pase previamente, por una fuerte expansión
del mercado interno. En el caso de Venezuela, durante un tiempo, hubo obsesión por
convertir al país en una economía exportadora sin haber resuelto los problemas de las
rigideces del mercado interno. Hoy una de las tareas que tiene el Estado, y dentro de
Estado, PDVSA, es precisamente atender ese desafío que además está emparentado con
el problema de la pobreza. El mercado interno está determinado no solo por la población,
por el consumo directo de la población, sino particularmente por el consumo industrial;
por eso en Venezuela tenemos un desafío, como es el convertir la industria petrolera
venezolana en una industria generadora de desarrollo industrial y de desarrollo del sector
agrícola.
Utilizando, en primer lugar, su impresionante poder de compra, PDVSA puede estimular —
como lo está comenzando a hacer— el desarrollo de un innumerable conjunto de
actividades económicas, a través de nuevas formas de organización para la economía,
como las cooperativas, pequeñas y medianas industrias, sin descartar por supuesto
industrias de mayor peso específico. De esta manera, se comienza a atacar el problema
del desempleo. Además, se trata de transformar esa fuerza pasiva, casi inerte, en una
fuerza activa, desde el punto de vista productivo y desde el punto de vista político, de
participación, porque quien no participa en la economía difícilmente puede participar en
otros ámbitos de la existencia social.
Por otro lado, las misiones no son otra cosa que el germen de la nueva institucionalidad;
ante un gran obstáculo como es ese Estado burocrático, ineficiente e ineficaz, pues van
surgiendo, al lado de él, formas paralelas de existencia de la materialización de nuevas
instituciones como instrumentos para viabilizar los principios de la Constitución.
Hoy PDVSA tiene una doble misión: ha definido como estrategia empresarial, la
valorización del recurso natural, se coloca el énfasis en la valorización de ese recurso que
es la propiedad común de todos los venezolanos, dando un viraje de 180 grados con
relación a la vieja definición de ser la corporación energética mundial por excelencia,
tratando de asimilarse y de competir con lo que son las grandes corporaciones petroleras
internacionales.
No se trata solamente de rendir beneficios para el accionista que es el Estado, sino de
contribuir a la superación de los innumerables problemas que tiene la sociedad
venezolana. De allí que además de estimular la valorización de ese recurso natural, se
apunta hacia lo más importante, la valorización del recurso humano, del ser humano. Por
ello, PDVSA se suma activamente al combate de la pobreza, como un desafío sin cuya
superación será imposible alcanzar los grados de felicidad que reclama el prólogo de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Fundación Escuela de Gerencia Social, FEGS

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