El arte de escribir propuestas

Transcripción

El arte de escribir propuestas
Adam Przeworzki y Frank Salomon - El arte de escribir propuestas // http://www.cholonautas.edu.pe
El arte de escribir propuestas.
Algunas sugerencias para los postulantes a los concursos SSRC.
Adam Przeworzki (Universidad de Chicago – Ciencia Política)
Frank Salomon (Universidad de Wisconsin-Madison – Antropología)
Escribir propuestas es un aspecto peculiar de la cultura académica norteamericana, y como
con todas las cosas culturales, sus propiedades alcanzan solo parcialmente la conciencia
pública. La función manifiesta de su propuestas es la de persuadir a un comité anónimo de
que su proyecto posee los tres méritos valorizados por todas las disciplinas: innovación
conceptual, rigor metodológico y riqueza de contenido. Pero para que la propuesta tenga
pleno efecto en la mente del lector, quien escribe necesita tener un sentido de aquellas
prácticas, normas y necesidades tácitas que influyen en el funcionamiento mismo del comité
evaluador. Estas últimas no son en realidad tan misteriosas ni tan ritualísticas como uno se
podría imaginar en un mal momento. Generalmente éstas son el resultado del esfuerzo
realizado por el comité por lidiar de buena fe con sus propias dificultades: incomprensión
interdisciplinaria, sobrecarga de trabajo y el problema de juzgar equitativamente entre
propuestas que reflejan diversas circunstancias académicas y sociales.
Escribir para un comité es un arte bastante diferente del trabajo de investigación propiamente
dicho. Después de una larga deliberación cada comité tiene que decidir entre propuestas que
poseen los tres méritos ya mencionados. Cuando todas poseen méritos más o menos iguales,
la propuesta que tiene éxito muchas veces es aquella que mejor responde a esas normas y
necesidades tácitas. El propósito de estas páginas es el de dar a los candidatos un punto de
partida más equitativo, haciendo explícitas las referidas prácticas y necesidades tácitas y
sugiriendo la manera de tratarlas.
Mientras que la forma y la organización de una propuesta es cuestión de gusto, usted debería
tomar en consideración que cada lector busca constantemente respuestas claras a tres
preguntas:
1) ¿Qué vamos a aprender como resultado de este proyecto que no conozcamos ahora?
2) ¿Por qué vale la pena aprenderlo?
3) ¿Cómo sabremos que sus conclusiones son válidas?
Cada miembro del comité dona su tiempo al concurso. Al leer el montón de propuestas que le
espera, el lector rara vez tiene tiempo para buscar respuestas escondidas. Cuando usted se
dirige a este lector, diga lo que tenga que decir inmediatamente, con decisión y contundencia.
El párrafo introductorio, o la primera página a lo sumo, es su única oportunidad para captar la
atención de quien revisa su proyecto. Úselo. Este es el momento para exagerar antes que para
subestimar su punto o pregunta: usted puede más adelante explicar las condiciones y
advertencias.
Una excelente manera de comenzar una propuesta es con preguntas que tengan posibles
respuestas claras: “¿Son los sistemas políticos con partidos fuertes propicios para la
estabilidad democrática?”, “¿Se debió a la caída de la tasa de crecimiento demográfico en
Brasil a la política gubernamental?”. Estas no deberían ser preguntas retóricas. Ellas tienen
efecto porque sus respuestas distan mucho de ser obvias. Afirmar su idea central, hipótesis o
interpretación es otra buena manera de comenzar: “Los trabajadores no organizan sindicatos,
los sindicatos organizan a los trabajadores.”, “El descenso de la tasa de crecimiento
demográfico en Brasil es consecuencia involuntaria de la política gubernamental.”,
“Argentina nunca tuvo una tradición democrática liberal.”
1
Adam Przeworzki y Frank Salomon - El arte de escribir propuestas // http://www.cholonautas.edu.pe
Obviamente algunos proyectos son muy complejos y algunas conceptualizaciones demasiado
suties para ser resumidas dentro de los estrechos límites de tales frases telegráficas. Algunas
veces solo la argumentación rigurosa basta para definir el problema central. Pero aún si usted
escogiera esta última estrategia, por ningún motivo olvide dejar al lector con algo para
recordar: algún mensaje que permanezca con él mientras lee decenas y aún cientos de
propuestas y las discute con otros miembros del comité por horas y horas. “Ella es quien
afirma que Argentina nunca tuvo una tradición democrática liberal”, es como a usted le
gustaría ser referida durante la discusión del comité y no como “la de Chicago”.
Recuerde que la mayoría de las propuestas son evaluadas por comités interdisciplinarios.
Cuando se pone a estudiar una propuesta perteneciente a una disciplina diferente de la suya, el
lector espera que usted le pueda encontrar a medio camino. Después de todo, el lector
probablemente aceptó el trabajo del comité porque encuentra estimulante el examinar otras
áreas de investigación. La única compensación que recibe al evaluar las propuestas es la
oportunidad de obtener tal vista panorámica. No le engañe sometiéndole a una marcha forzada
a través de las idiosincrasias más aburridas de su disciplina. Muchas áreas de estudio
(especialmente en las ciencias sociales y en la crítica literaria) tienen la costumbre de utilizar
una jerga pretenciosa. Evítela lo más que pueda, y cuando realmente necesite utilizar un
lenguaje técnico, limítese a los neologismos y términos técnicos que verdaderamente carezcan
de equivalente en el lenguaje académico común. Un arqueólogo debería explicar las ideas
latentes en la tipología de la cerámica antes que la terminología en sí misma, como el
historiador debería preocuparse por la tendencia latente en la masa de los acontecimientos.
Los apéndices descongestionan el texto principal cuando es necesario aducir material técnico
adicional, o cuando el argumento se refiere a material auxiliar complejo.
Su propuesta debería decirle al comité no sólo lo que vamos a aprender a través de su
proyecto, sino también lo original que este posea. Es esencial que su propuesta resuma el
estado actual de la investigación en su área de estudios y provea una bibliografía completa y
actualizada. Ambos resúmenes deberían ser precisos y sucintos: no tienen que constituir un
examen global de la literatura, sino un panorama bien enfocado del tópico específico o
conjunto de tópicos a los cuales usted aportará. Los comités en muchas ocasiones tratan la
bibliografía como muestra de seriedad de parte del solicitante. Algunos miembros harán un
considerable esfuerzo para evaluarlas. Una buena bibliografía comprueba que el candidato
realizó suficiente trabajo preliminar para asegurar que sus esfuerzos van a complementar y no
a duplicar los de otras personas. Muchas propuestas no tienen éxito porque las referencias no
están completas o no están al día. La omisión de una sola referencia puede ser perjudicial, si
es que refleja la incapacidad de conectar investigaciones realizadas con la propia. A los
postulantes residentes en lugares donde los recursos de biblioteca son incompletos se les
recomienda hacer contacto con colegas o bibliotecas de otros lugares durante las etapas
iniciales de la planificación. La consulta del Handbook of Latin American Studies, Latin
American Research Review, Dissertation Abstract International y otras fuentes similares es
altamente recomendado.
Las normas disciplinarias y los gustos personales con respecto a la justificación de actividades
varían mucho. Los historiadores son algunas veces influidos por la afirmación de que el
asunto no ha sido estudiado, mientras que estudiosos en otras disciplinas reflexionan que tal
vez puede haber una buena razón para esto. Sin embargo, a fin de cuentas, el hecho de que se
conozca menos acerca del caso, período o país elegido, puede favorecer al solicitante: entre
dos proyectos idénticos salvo que uno trata de la Argentina y el otro de Paraguay, los
evaluadores posiblemente van a escoger el último. El citar la importancia de los eventos que
proveen la sustancia del trabajo es otro atractivo quizás menos dudoso. “Coyunturas
decisivas”, “avances cruciales”, “personajes centrales”, “instituciones fundamentales” y
2
Adam Przeworzki y Frank Salomon - El arte de escribir propuestas // http://www.cholonautas.edu.pe
similares evaluaciones de la importancia del objeto de investigación a veces resultan eficaces.
Por supuesto tienen que ir juntas con razonamientos de mayor peso, y tienen que ser
argumentadas, no sencillamente afirmadas. El apelar a la importancia del problema en el
momento actual puede también funcionar a su favor: en estos momentos los Cuatro Tigres y
Centroamérica interesan más que Italia o Cuba. El truco está en convencer a los lectores de
que tales temas no son solamente oportunos sino que su urgencia actual provee una vía para
asomarse a algún problema más duradero.
Entre muchos científicos sociales, el interés teórico explícito cuenta considerablemente como
punto de mérito. La exposición teórica no tiene que volver hasta las bases axiomáticas de la
disciplina: los lectores de propuestas poseerán una razonable amplitud disciplinaria, pero ésta
sí debería situar el problema discutido en términos de su relación a corrientes teóricas actuales
o controversiales. Ayude a su lector a entender dónde su problema intersecta los principales
debates teóricos de su campo, y muestre cómo su investigación pone las ideas establecidas a
prueba u ofrece otras nuevas. Toda buena propuesta demuestra conocimiento de puntos de
vista alternos. Argumenta el punto de vista del autor de tal forma que se dirige al campo
amplio y no se limita a desarrollar una tendencia sectaria con indiferencia a las alternativas.
Las sorpresas, las anomalías y las aparentes contradicciones pueden despertar el interés y la
simpatía del lector cuyo superego disciplinario exige un compromiso con la construcción de
modelos sistemáticos o teorías formales: “Dada su larga tradición democrática, se esperaba
que Chile retornase a la democracia antes que otros países del Cono Sur y sin embargo... ¿Es
acaso porque estas mismas tradiciones estaban ya extintas para 1973 o porque la misma
hipótesis, sobre la cual esta predicción está basada, es falsa?” “Todo el mundo esperaba que
un gran sindicato –la consigna del movimiento- iría a la huelga y conquistaría alza de salarios
para los trabajadores. Sin embargo, la evidencia estadística muestra precisamente lo contrario:
los sindicatos fuertes no hacen la huelga y se limitan a demandas salariales”.
Muchas veces es valioso explicar cómo su propuesta se radica en la historia intelectual del
país o región que la genera. El SSRC-JCLAS se esfuerza para fomentar el intercambio entre
tradiciones intelectuales del hemisferio entero, tradiciones caracterizadas por una extrema
diversidad. Los integrantes de su comité provienen de varios países y escuelas de
pensamiento. La interacción entre tradiciones intelectuales diversas interesa vivamente a
muchos de ellos. La oportunidad de hacerse testigo de la historia intelectual en el mismo
proceso de formarse es otro de los motivos por los cuales los miembros aceptan el cargo. La
propuesta legítimamente puede dirigirse a tal inquietud.
Vale la pena recordar que las áreas de investigación actualmente prominentes, tanto teóricas
como relevantes a la llamada vida real, normalmente son áreas superpobladas. Los candidatos
serán numerosos y la competencia menos interesante de lo que podría ser en terrenos
verdaderamente desconocidos. A menos que usted tenga algo realmente original que decir
acerca de ellos, le sería aconsejable que evitara aquellos temas caracterizados como de
“interés central a la disciplina”. Por lo general estos son temas sobre los cuales todo el mundo
está escribiendo y la razón por la que ellos están escribiendo es porque ya alguien más ha
hecho la contribución excitante y decisiva. Para cuando usted termine de redactar su
propuesta, conseguir el dinero, hacer la investigación y escribirla, ya usted desearía estar
trabajando en algo diferente. Entonces, si su instinto lo lleva hacia un problema lejos del
curso seguido por “el lote”, sígalo; no hay nada más valioso que un comienzo verdaderamente
nuevo.
Los cánones metodológicos son en gran parte específicos a cada disciplina y varían aún
dentro de cada una de ellas. Dos cosas se pueden afirmar con toda seguridad acerca del mérito
metodológico: primero, la propuesta debe especificar las operaciones o los pasos de
3
Adam Przeworzki y Frank Salomon - El arte de escribir propuestas // http://www.cholonautas.edu.pe
investigación que usted desarrollará y la forma en que usted interpretará los resultados de
tales operaciones en términos de su problema central: no diga solamente qué es lo que espera
alcanzar, diga cómo va a utilizar el tiempo mientras lo alcanza. Segundo, una metodología no
es sólo una lista de las tareas de la investigación, sino un argumento destinado a demostrar
cómo estas tareas en conjunto constituyen la mejor manera de abordar el problema. Un
“cronograma” o agenda no será suficiente porque la misma lista de tareas y pasos no
comprueba que ellos constituyen la manera más viable de acercarse al problema.
Algunas frases usadas con frecuencia no identifican operaciones de investigación
reconocibles. Por ejemplo, “yo observaré la relación entre X e Y” no nos informa nada. Uno
sabe lo que un ornitólogo quiere decir cuando él propone “observar” un pájaro, pero
“observar” una relación entre variables es algo que uno solamente puede hacer de manera
indirecta. Esto lo podemos hacer a través de operaciones para obtener datos, como son por
ejemplo excavar entre cajas de archivos polvorientos, entrevistar, observar y tomar notas
estandarizadas o recoger las correlaciones estadísticas, y luego mediante procedimientos
analíticos ¿cómo detectará usted la relación de fuerzas latente en una masa de datos y
experiencias? El proceso de recolectar información y de pasar de la información a la
interpretación tiende a seguir criterios disciplinarios, más rígidos en unas disciplinas que en
otras. Ayude a sus lectores de otros campos a reconocer cuáles aspectos de su metodología
son práctica común y cuáles constituyen innovaciones.
Sea tan específico como pueda con respecto a las actividades que planea desarrollar para
recolectar la información, a las técnicas que utilizará para analizarla y también a las pruebas
de validez a las que se someterá. La mayoría de las propuestas no aprobadas fracasan porque
dejan a los lectores dudosos sobre qué es lo que realmente el proponente va a hacer.
¡Dígaselo! Especifique los archivos, las fuentes, las personas entrevistadas y las técnicas de
análisis. Quéjese de la inmensa cantidad de información que deberá procesar: por su propia
experiencia hará solidarios a los evaluadores de su propuesta. Una pequeña dosis de queja
puede comunicar un realismo útil frente a las dificultades implicadas en la investigación.
Con frecuencia un plan de investigación basado en la comparación de casos tiene atractivo
especial. En cierto sentido se puede decir que toda investigación es comparativa, porque todas
parten explícita o implícitamente de un determinado marco de referencia. El hacer evidente la
comparación hace de su propuesta una cuyo método va a estar científicamente controlado. Al
evaluar cualquier propuesta de carácter comparatista, los lectores se preguntarán si los casos
se han escogido de tal forma que sus similitudes y diferencias realmente iluminan el asunto
central. Igualmente cuestionarán las posibilidades del autor para efectuar plenamente los dos
lados de la comparación. Cuando las dos respuestas resultan afirmativas, la propuesta tiene
buenas posibilidades de tener éxito.
La propuesta debería comprobar que el investigador posee o coopera con personas que poseen
un dominio de todos los asuntos técnicos que el proyecto supone. Por ejemplo, si un proyecto
predominantemente literario incluye una evaluación de la lengua tupí-guaraní sobre el
portugués brasilero rural, entonces se buscará en la propuesta y en el curriculum vitae
evidencias de conocimiento de lingüística o idiomas indígenas. En la ausencia de éstos se
examinarán los arreglos que se hayan hecho para trabajar con expertos apropiados.
Una propuesta bien compuesta, al igual que una sonata, usualmente termina aludiendo al tema
original. ¿Cómo se conectarán los procedimientos y los resultados de la investigación con la
pregunta o problema central? ¿Cómo sabrá usted si la idea estaba correcta o incorrecta? En
algunas disciplinas este imperativo significa atenerse al canon estricto de la hipótesis
falseable. Aunque los miembros del comité respetan ese canon, ellos se mantienen abiertos a
otros criterios menos formales. La cuestión importante es convencer a los lectores de que algo
4
Adam Przeworzki y Frank Salomon - El arte de escribir propuestas // http://www.cholonautas.edu.pe
genuino está en juego en la investigación –que no se la está llevando tendenciosamente hacia
un fin preconcebido- y que esta semilla de lo desconocido le producirá interesantes y
ordenadas proposiciones.
Las propuestas deberían normalmente describir el producto final: un artículo, un libro o un
capítulo, entre otras posibilidades. Si usted tiene ambiciones específicas, es útil exponerlas;
porque al especificar el estilo de publicación proyectado, o el público al cual se dirige, el
solicitante ayuda a los evaluadores a entender lo que de otra manera podrían parecer
elementos raros en su propuesta.
Finalmente, un consejo sobre la preparación de las propuestas. Escribir una buena propuesta
es un trabajo de mucho tiempo. Comience temprano: piense en su tema por adelantado y
convierta en un hábito el acumular referencias mientras trabaja en otras cosas. Escriba un
primer borrador por lo menos tres meses antes, revíselo, muéstreselo a sus colegas, déjelo
empolvar un poco, recoja sus opiniones, revíselo de nuevo. Cuando se ofrece la oportunidad,
compártalo con un grupo; el debate deberá ayudarle a anticipar algo de lo que los evaluadores
pensarán. Revise el texto nuevamente a fin de evaluar el contenido. Ahora vuelva y revise el
lenguaje, el estilo y la forma.
¡Buena Suerte!
5

Documentos relacionados