producción de ovinos de pelo bajo condiciones de pastoreo

Transcripción

producción de ovinos de pelo bajo condiciones de pastoreo
PRODUCCIÓN DE OVINOS DE PELO BAJO CONDICIONES DE
PASTOREO EXTENSIVO EN EL NORTE DE MÉXICO
Dr. Mario H. ESQUEDA CORONADO1
M.C. Esteban GUTIERREZ RONQUILLO1
1
Investigadores del Sitio Experimental La Campana-Madera
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias
Centro de Investigación Regional Norte Centro
Sitio Experimental La Campana-Madera
Chihuahua, Chih., México
9 de Diciembre de 2009
Libro Técnico Núm. 3
9 de diciembre de 2009
PRODUCCIÓN DE OVINOS DE PELO BAJO CONDICIONES DE
PASTOREO EXTENSIVO EN EL NORTE DE MÉXICO
Sitio Experimental La Campana-Madera
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias
Progreso Núm. 5, Barrio de Santa Catarina
Delegación Coyoacán, México, D.F. 04010
Tel. (55)3871-8700
Centro de Investigación Regional Norte Centro CIRNOC
Sitio Experimental La Campana-Madera, Av. Homero Núm. 3744, Chihuahua, Chih.,
31100, México
Tel. (614)481-07-69
Impreso en México-Printed in Mexico
ISBN 978-607-425-217-0
Primera edición 2009
No está permitida la reproducción total o parcial de ésta publicación, ni la transmisión de
ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, fotocopia, por
registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de la institución.
PRÓLOGO
Los sistemas de producción pecuarios en el Norte de México, enfrentan un
desafío para permanecer activos en forma competitiva, por la presencia de
factores extremos como: la sequía, competencia por el agua de riego en la
agricultura para producir forrajes o cultivos, así como la desproporción del
incremento en precios de los insumos con relación a la de productos
agropecuarios. La producción de carne de rumiantes ha enfrentado además,
la competencia de los precios internacionales, a no ser que por la paridad del
peso frente al dólar, así como de medidas arancelarias de tipo sanitarias ha
permitido momentos de revalorizar la actividad en los últimos años. En
especial, la necesidad de abastecimiento de cárnicos para satisfacer la
demanda, ante costumbres de consumo y platillos tradicionales. Tal es el
caso, de la carne de ovino para la elaboración de barbacoa y birria, y la
costumbre del consumo de ciertos grupos de estadounidense del cordero.
Por otro lado, el déficit de producción de carne de ovino en el continente
americano ha promovido la importación procedente de Oceanía y otros
países. Estos nichos de mercado no satisfechos de carne de ovino, así como
la caída del precio de la lana, indujo a los ganaderos a buscar nuevas
opciones de producción. Alternativas que fueran competitivas, se
desarrollarán en condiciones de aridez y que aprovecharan la demanda
insatisfecha del mercado. En los últimos 15 años se inició la introducción en
forma comercial, del ovino de pelo en latitudes de México que no se le
encontraba en importancia económica con anterioridad. Así que, ante la
demanda de información que permitiera rescatar los casos más exitosos y
generar tecnología de manejo y mejoramiento de ovinos de pelo, el INIFAP a
través de La Campana, en el estado de Chihuahua, condujo proyectos de
investigación y transferencia de tecnología que han llegado a impactar la
producción ovina en la entidad y otros estados de México. La experiencia de
los autores en especial del Dr. Mario Esqueda Coronado, quien se ha
dedicado a la investigación pecuaria, y parte de su tiempo a la coordinación
de La Campana, presentan una obra que permitirá al productor de ovinos
encontrar esquemas de manejo, alimentación, reproducción, sanidad,
selección y administración de la empresa entre otros. La capacitación a
agentes de cambio, estudiantes y técnicos interesados con la información,
recomendaciones y conceptos de manejo que se presentan, permitirá tener
una cada vez más competitiva ovinocultura en el Norte de México.
DR. HOMERO SALINAS GONZALEZ
CONTENIDO
CAPÍTULO I
POTENCIAL DE LA OVINOCULTURA EN EL NORTE DE
MÉXICO
LITERATURA CITADA
CAPÍTULO II
MANEJO DEL PASTOREO
Principios básicos del manejo del pastoreo
Carga animal adecuada
Tipo de animal adecuado
Pastoreo en la época apropiada
Distribución adecuada del pastoreo
LITERATURA CITADA
CAPÍTULO III
PRÁCTICAS
DE
MANEJO
REQUERIDAS
EN
LA
OVINOCULTURA BAJO CONDICIONES EXTENSIVAS
Tipo de empotreramiento
Número de potreros
Manejo para el control de depredadores
Área de descanso
Tiempo de pastoreo
LITERATURA CITADA
CAPÍTULO IV
NECESIDADES ALIMENTICIAS DE LOS OVINOS EN
PASTOREO
Consumo voluntario de forraje
Consumo de agua
Requerimientos nutricionales de los ovinos en pastoreo
LITERATURA CITADA
CAPÍTULO V
MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN DE OVINOS EN PASTOREO
MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN EN HEMBRAS OVINAS
Alimentación de hembras vacías
Época de lluvias
Época de seca
Alimentación de hembras gestantes
Época de lluvias
Época de seca
Alimentación de hembras lactantes
Época de lluvias
Época de seca
MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN EN CORDEROS
Alimentación de corderos lactantes
Época de seca
Época de lluvias
Corderos en engorda
Desarrollo de primalas bajo condiciones de pastoreo
MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN EN SEMENTALES
Alimentación del semental
LITERATURA CITADA
CAPÍTULO VI
MANEJO REPRODUCTIVO DE OVINOS EN PASTOREO
Evaluación de la condición corporal en ovinos
Objetivos de producción en explotaciones ovinas
Edad y peso de las primalas al empadre
Área exclusiva para maternidad
Consideraciones al adquirir un semental
Pruebas de fertilidad en sementales
Diagnóstico de gestación
Manejo del empadre
Alternativas para el empadre en agostadero
Sistema de empadre de un parto por año
Sistema de empadre de tres partos en dos años
Prolificidad
LITERATURA CITADA
CAPÍTULO VII
MEJORAMIENTO GENÉTICO
Selección de hembras adultas
Seleccionar hembras que tengan partos entre julio y
noviembre
Seleccionar hembras por kg de cordero destetados
Seleccionar hembras con partos gemelares
Selección por condición corporal
Selección de primalas
Características maternas
Selección por ganancia de peso posdestete
Esquemas de cruzamiento
Características de los ovinos de pelo
Pelibuey
Blackbelly
Dorper
Katahdin
LITERATURA CITADA
CAPÍTULO VIII
MANEJO SANITARIO DE OVINOS EN PASTOREO
Programa de vacunación
Programa de desparasitación
Programa de aplicación de selenio
Programa de aplicación de vitamina A
LITERATURA CITADA
CAPÍTULO IX
ADMINISTRACIÓN DE LA EXPLOTACIÓN OVINA
Información productiva
Inventario de animales
Identificación de animales
Variables mínimas a medir
Información económica
Ingresos
Costos de la explotación ovina
ORGANIZACIÓN DE PRODUCTORES
LITERATURA CITADA
CAPÍTULO X
SUGERENCIAS Y RECOMENDACIONES
ANEXOS
Lista de Cuadros
Cuadro 2.1. Ganancias estimadas en diferentes especies en
pastoreo utilizando diferentes intensidades de carga en
Texas, E.U. Adaptado de Johnson (2005).
Cuadro 4.1. Consumo de materia seca (forraje) de ovinos
pelibuey en pastoreo en Yucatán (Bores et al., 2008).
Cuadro 5.1 Diferentes alternativas para elaborar concentrado
para utilizarse en hembras ovinas en pastoreo.
Cuadro 5.2 Porcentaje de mortalidad predestete en corderos
Pelibuey de acuerdo al peso al nacimiento y a la edad
(Castillo, 2002).
Cuadro 5.3 Efecto del peso al nacimiento sobre la mortalidad de
corderos Pelibuey y cruzas de Pelibuey con Katahdin y
Dorper en el Rancho Experimental La Campana-INIFAP.
Cuadro 5.4 Fecha de inicio y cantidad de suplementación
ofrecida a hembras gestantes ovinas en los primeros
cuatro meses de gestación en el Rancho Experimental La
Campana.
Cuadro 5.5 Concentrados utilizados para la suplementación y
condición corporal de hembras gestantes en el Rancho
Experimental La Campana.
Cuadro 5.6 Efecto del cruzamiento sobre la condición corporal de
hembras ovinas gestantes en pastoreo en el Rancho
Experimental La Campana durante la época de seca.
Cuadro 5.7 Condición corporal de hembras lactantes ovinas y
suplementos utilizados durante la época de lluvias en el
Rancho Experimental La Campana.
Cuadro 5.8. Efecto del cruzamiento sobre la condición corporal
de hembras ovinas lactantes en pastoreo en el Rancho
Experimental La Campana durante la época de seca.
Cuadro 5.9 Concentrados para ser utilizados en raciones para
corderos lactantes (creep feeding).
Cuadro 5.10 Efecto de la época de nacimiento sobre el peso al
destete (kg) de corderos criados por hembras en pastoreo
extensivo en el Rancho Experimental La Campana.
Cuadro 5.11 Efecto del genotipo sobre el peso al destete de
corderos criados por hembras bajo pastoreo extensivo en
el Rancho Experimental la Campana
Cuadro 5.12 Alternativas para la elaboración de concentrados
para la engorda intensiva de corderos.
Cuadro 5.13 Efecto del genotipo sobre las ganancias diarias de
peso de corderos en engorda en el Rancho Experimental
La Campana.
Cuadro 5.14 Comportamiento de corderas en pastoreo durante la
época de lluvias en el Rancho Experimental La Campana
durante dos años de evaluación.
Cuadro 6.1 Peso mínimo recomendado para el empadre de
primalas de diferentes razas de pelo y grados de pureza
(Esqueda y Estrada, 2008).
Cuadro 8.1 Prácticas mínimas indispensables para el manejo
sanitario de los ovinos en sus diferentes etapas
productivas.
Cuadro 9.1 Ejemplo de formato para la toma de información de
costos en explotaciones ovinas.
Lista de Figuras
Figura 2.1 Ovinos en pastoreo en un pastizal mediano abierto en
el Rancho Experimental La Campana durante la época de
seca.
Figura 2.2 Hembras Katahdin pastoreando en pastizales
dominados por gramíneas en la región de San Francisco
de Borja, Chih. Tipo de vegetación que permite soportar
entre 1.25 y 1.5 ha por borrega.
Figura 2.3 Ovinos en pastoreo en áreas de matorrales, en donde
es posible sostener una borrega en 1.5 a 2.0 ha.
Figura 2.4 Área de pastizal con matorrales en la región de Parral,
Chih., en donde es factible mantener una borrega en 1.25
a 1.5 ha.
Figura 2.5 Matorrales desérticos con gobernadora en donde se
requieren hasta 3.0 ha para sostener una borrega.
Figura 2.6 Pastizales desérticos con zacate toboso (Hilaria
mutica), mismos que pueden mantener una borrega en 2.5
ha.
Figura 2.7 Ovinos pastoreando en un área de agricultura
marginal en donde los ovinos pastorean las malezas que
crecen en estas áreas.
2.8 Hábitos alimenticios de diferentes rumiantes.
Adaptado de Lyons et al. (s/f).
Figura 2.9 Proporción de zacates, hierbas y arbustos en la dieta
de bovinos, ovinos y caprinos en pastizales de Texas, E.U.
Adaptado de Vallentine (1990).
Figura 2.10 El ovino tiene hábitos de pastoreo gregarios, lo cual
facilita en gran medida su manejo en pastoreo extensivo.
(Ovinos en pastoreo en pastizal halófito en el Rancho
Experimental La Campana).
Figura 3.1 Cerco para ovinos con malla electrosoldada (60 cm de
altura) y cuatro hilos de alambre de púas.
Figura 3.2 Cercos con seis y siete hilos de alambre liso utilizado
con ovinos en pastoreo extensivo en la Patagonia Chilena
Figura 3.3 El uso de perros guardianes es indispensable para la
explotación de ovinos en pastoreo extensivo
Figura 3.4 Pastor a caballo cuidando ovinos en pastoreo en la
región de Namiquipa, Chih.
Figura 3.5 Área de descanso para ovinos, con comederos para la
suplementación.
Figura 4.1 Hembra ramoneando mezquite durante la época de
seca en el Rancho Experimental La Campana.
Figura 5.1 Elaboración de concentrados en la propia explotación
con el fin de disminuir costos de alimentación.
Figura 5.2 Hembra Pelibuey lactante durante la época de sequía
en el Rancho Experimental La Campana, en donde se
aprecia como es afectada su condición corporal.
Figura 5.3 Hembras lactantes en pastoreo durante la época de
seca en el Rancho Experimental La Campana.
Figura 5.4 Hembras lactantes en ramoneo de arbustos durante la
época de seca.
Figura 5.5 Corderos lactantes en estabulación, mientras sus
madres se encuentran en pastoreo durante la época de
seca.
Figura 6.1 Región en donde se hace la evaluación de la
condición corporal (De Lucas, 2008)
Figura 6.2 Ejemplo de condición corporal 1.
Figura 6.3 Ejemplo de condición corporal 2.
Figura
Figura 6.4 Ejemplo de condición corporal 3
Figura 6.5 Ejemplo de condición corporal 4.
Figura 6.6 Ejemplo de condición corporal 5.
Figura 6.7 Semental Pelibuey en empadre en el Rancho
Experimental La Campana.
Figura 6.8 Hembra Pelibuey una hora después del parto en el
Rancho Experimental La Campana.
Figura 6.9 Efecto de la época de parición sobre la prolificidad de
hembras Pelibuey y cruzas con Katahdin y Dorper durante
cuatro años de evaluación bajo condiciones de pastoreo
extensivo en el Rancho Experimental La Campana.
Figura 6.10. Efecto del Fenotipo sobre el número de crías por
parto en hembras Pelibuey y cruzas con Katahdin y
Dorper en el Rancho Experimental La Campana bajo
condiciones de pastoreo extensivo.
Figura 7.1 Rebaño ovino de la raza Pelibuey en el Rancho
Experimental La Campana.
Figura 7.2 Hembras Blackbelly lactantes en su área descanso en
la región de Parral, Chihuahua.
Figura 7.3. Hembra Dorper en pastoreo en el Rancho
Experimental La Campana.
Figura 7.4. Semental joven de la raza Katahdin
Anexos
Anexo 1. Ejemplo de formato para el registro de partos y
nacimientos.
Anexo 2. Ejemplo de formato para la toma de información
referente a corderos destetados.
Anexo 3. Ejemplo de formato para el registro de animales
muertos en la explotación.
Anexo 4. Ejemplo de formato para la toma de datos en la
engorda
Anexo 5. Ejemplo de formato para la toma de datos de
animales a venta.
Anexo 6. Ejemplo de formato para la toma de información
de costos en explotaciones ovinas.
CAPITULO I
POTENCIAL DE LA OVINOCULTURA EN EL NORTE DE MÉXICO
La región Norte de México se caracteriza por presentar grandes
extensiones de zonas áridas y semiáridas, en donde más de dos terceras
partes de su superficie son áreas susceptibles de pastoreo (Gauthier et
al., 2003). Dentro de estas áreas se encuentran diversos tipos de
vegetación que incluyen áreas de matorrales con muy variados sitios, así
como pastizales medianos localizados en las zonas de valles y lomeríos,
pastizales amacollados en las estribaciones de las sierras y pastizales
halófitos, ocupando principalmente bajíos.
Esta vasta región es considerada como la zona de mayor potencial
para la explotación de ovinos en México (Arteaga, 2003), esto debido a
que el forraje de los agostaderos es la fuente de alimento más económica
para el ganado. Si a lo anterior le agregamos que el Norte de México
presenta más de 60 millones de ha de agostaderos áridos y semiáridos
susceptibles de pastoreo se considera como un nicho de oportunidad para
la explotación del ganado ovino de pelo, en conjunto con la ganadería
extensiva de carne de bovino.
La idea de considerar a la ovinocultura como una actividad
potencial para el Norte de México no pretende sustituir a la ganadería
tradicional bovina, actividad que se ha desarrollado por más de un siglo
en la región, sino ofrecer una alternativa para diversificar la actividad en
los pastizales y además hacer un uso más eficiente de los agostaderos.
La mayor eficiencia en la utilización se debe a que el ovino tiene hábitos
de pastoreo diferentes a los del ganado bovino, es una especie más
selectiva que consume plantas que el bovino regularmente no consume
(Notter, 2005). El ovino prefiere consumir principalmente hierbas y
arbustos, especies que regularmente son poco apetecidas por los bovinos
(Machen, 2005). Con la inclusión de los ovinos se puede aprovechar al
máximo el forraje disponible en el agostadero e incluso poder sostener
una mayor carga animal que la que se puede tener con la utilización
exclusiva de bovinos (Stanko, 2002).
El propósito de la explotación ovina en pastizales debe ser
considerado como un complemento a la cría de bovinos que tendría como
finalidad obtener un producto adicional del pastizal, es decir, diversificar y
darle un valor agregado al forraje que ofrecen los agostaderos. Además,
es una alternativa para todos aquellos productores que no cuentan con
grandes extensiones de terreno para la cría de bovinos, y que difícilmente
podrían sostener un alto número de animales. También es una opción
para la utilización de áreas de agricultura de temporal reconvertidas a
pastizal, así como para el aprovechamiento del pastoreo de residuos de
cosecha en áreas agrícolas.
Es bien conocido que la cría y explotación de ovinos de lana fue
una actividad floreciente en el estado de Chihuahua (Barreno, 1986); sin
embargo, puede señalarse que la explotación ovina actual es una
actividad relativamente nueva, basada en la introducción de razas de
ovinos de pelo, las cuales tienen características reproductivas y
requerimientos alimenticios diferentes al ovino tradicional de lana (Bores
et al., 2008). Aunado a ello, el productor actual no está familiarizado con
el cuidado y manejo de esta especie, dado que está acostumbrado al
manejo del ganado bovino, cuyos requerimientos de manejo son más
sencillos que los necesarios en la cría de ganado ovino. El ganadero
tradicional no cuenta con información referente al manejo de ovinos bajo
condiciones de libre pastoreo, por lo que requiere contar con un programa
de manejo acorde a las condiciones de aridez en que está inmerso el
norte de México. Es necesario que el ganadero que se involucre en la
ovinocultura aplique medidas que permitan la conservación y el
mejoramiento de sus pastizales, con el fin de tener una explotación
extensiva que sea rentable y a la vez, que sea sustentable desde el punto
de vista de la conservación de los recursos naturales.
Asimismo, todas las actividades pecuarias a nivel mundial se
encuentran en crisis, derivada principalmente del incremento en el precio
de los granos. Para desarrollar con éxito empresas ganaderas se requiere
trabajar con mayor tenacidad, y buscar el perfeccionamiento de las
unidades de producción a través de la capacitación. La situación actual
obliga a la eficiencia en las explotaciones, por lo que la ovinocultura debe
ser vista con una visión empresarial, ya no es posible tener una
explotación rentable con los niveles de productividad que tienen
actualmente los ovinocultores.
Por tal motivo, el objetivo de este libro es presentar
recomendaciones para el manejo de ovinos en pastoreo, La información
obtenida se deriva de cuatro años de investigación realizada en el Rancho
Experimental La Campana con un rebaño de hembras ovinas bajo
condiciones de pastoreo extensivo, además de experiencias obtenidas en
explotaciones ovinas también manejadas en pastoreo extensivo en la
región Noroeste y en la zona de matorrales del estado de Chihuahua. Los
resultados presentados en esta publicación son pioneros en el área de
producción de ovinos en pastoreo en zonas áridas y semiáridas y
contribuyen en parte a cubrir el vacío de información que se tiene en este
aspecto.
LITERATURA CITADA
Arteaga, J.D. 2003. La industria ovina en México. Memorias. Primer
Simposium Internacional de ovinos de carne. Pachuca de Soto,
Hidalgo. Méx. SAGARPA-INIFAP. P.1-7.
Barreno, S. 1986. Breve historia de la ganadería en el Estado de
Chihuahua. Unión Ganadera Regional de Chihuahua. Publicación
50 aniversario UGRCH. Chihuahua, Chih., Méx.
Bores, Q. R., O. Rojas R., J. Castillo H. y M. Murguía O. 2008. Validación
en la alimentación de las ovejas de pelo en la Península de
Yucatán. Revista del Borrego. Eklipse Publicidad. México, D.F. Año
10. No. 55 p. 28- 38.
Gauthier, D.A., A. Lafón T., Tommbs, J. Hoth y E. Wiken. 2003.
Grasslands. Toward a North American Conservation Strategy.
Commission for Environmental Cooperation. Canadian Plains
Research Center Univ. of Regina. Montreal, Canadá. 99 pp.
Machen, R. 2005. What and how much do they eat? En: North American
Hair Sheep Symposium. Texas Coop. Ext. Texas A & M Univ. San
Angelo, TX.
Notter, D. 2005. Potential of hair sheep in the U.S. En: North American
Hair Sheep Symposium. Texas Coop. Ext. Texas A & M. Univ. San
Angelo, Texas.
Stanko, R.L. 2002. Principios de nutrición en ovinos. Memorias.
Simposium Internacional de Ovinos del Norte de México.
SAGARPA, Gob. Del Edo. de Chih. Ed. por S. Echavarría. INIFAP
Chihuahua, Méx. P. 120-125.
CAPÍTULO II
MANEJO DEL PASTOREO
Antes de iniciar una explotación ovina en pastoreo debe hacerse
una planeación de cómo va a llevarse el manejo del pastoreo. Debe
hacerse un inventario de los recursos disponibles: superficie, número de
potreros, cantidad de forraje disponible, disponibilidad y distribución de
aguajes, tipos de vegetación en el rancho, distancia a los potreros,
corrales de manejo, cercos apropiados para ovinos, etc. Con esta
información se podrá hacer una correcta planeación de la actividad,
estimar cuántos animales se podrán sostener en la superficie destinada
para pastoreo, estimar el ritmo de crecimiento del rebaño, calcular las
necesidades de alimentación, determinar las necesidades de mano de
obra, etc.
El manejo del pastoreo es la primera consideración que el
productor debe hacer antes de iniciar su explotación. A través del manejo
se buscan minimizar los efectos negativos del ganado en pastoreo sobre
el recurso pastizal y a la vez maximizar la producción de carne por unidad
de superficie (Britton, 2003). Es necesario reconocer que el pastizal no se
presenta como una simple paca de alfalfa que es distribuida a voluntad
entre los animales; es necesario planear estrategias de manejo y uso bien
claras, que nos permitan asegurar su conservación y la sustentabilidad
del sistema. Por lo tanto, para lograr la máxima producción ovina en
pastizales, de una forma sostenida, se requiere implementar los cuatro
principios básicos para el manejo, que son:
i.
ii.
iii.
iv.
carga animal adecuada
tipo de animal adecuado
pastorear en la época apropiada
distribución adecuada del pastoreo
Estos principios son básicos y deben aplicarse independientemente
del ganado que se tenga en pastoreo (Holecheck et al., 1998).
Principios básicos del manejo del pastoreo
Carga animal adecuada
La carga animal de acuerdo a la SRM (1989) es el número de
unidades animal que pastorea una superficie determinada en un cierto
período de tiempo. La unidad animal equivale al consumo de forraje que
tiene una vaca de 450 kg en un día y que equivale al 3% de su peso vivo
(13.5 kg).
En la mayoría de las ocasiones el productor confunde carga animal
con capacidad de carga. La carga animal como se mencionó
anteriormente indica cuantos animales se encuentran en una superficie
dada, sin importar si es el número apropiado de animales para esa área.
En cambio la capacidad de carga es el número de unidades animal que
un pastizal puede sostener sin causar daño a la vegetación. Por lo
regular los agostaderos traen una carga animal mayor a lo que pueden
sostener, de ahí el deterioro que se ha causado a los pastizales del norte
de México (Royo et al., 2008).
La carga animal a utilizar es la decisión más importante que el
productor tiene que hacer, pues de ella dependerá que su sistema de
producción sea sustentable (Villalobos, 2002). Se considera a la carga
animal como la principal causa del daño a los pastizales y que en forma
conjunta con la baja precipitación que se presenta, han propiciado el
deterioro de más del 80% de las tierras de pastizal en el Estado (Royo et
al., 2008). Además, la carga animal influye directamente sobre ganancias
diarias de peso, porcentaje de pariciones, pesos al destete, intervalo entre
partos, etc. Por ejemplo, a corto plazo con una carga animal alta, la
producción por animal será menor pero la producción de carne por ha y
los ingresos serán mayores, pero a mediano y largo plazo se observarán
impactos negativos en el ganado, vegetación, suelo, agua y fauna.
El problema de que haya una carga excesiva en muchos ranchos
se debe a la poca superficie con que cuentan. Muchos de ellos, por su
tamaño no son unidades económicamente viables y el productor se ve en
la necesidad de introducir más animales con el fin de obtener su sustento
económico. Este tipo de productores siempre está esperanzado a la lluvia
y le echa la culpa a la sequía, siendo que la falta de lluvia no es un
problema de nuestra región, es más bien una condición natural. Otros
productores lo hacen porque no tienen la mentalidad de la conservación
del recurso. Villalobos (2003) considera que la utilización de cargas
excesivas es un problema más de conciencia que de falta de tecnología.
Figura 2.1 Ovinos en pastoreo en un pastizal mediano abierto en el
Rancho Experimental la Campana durante la época de seca.
Actualmente la información disponible para ovinos en pastoreo está
basada principalmente en estudios con ovejas de lana realizados en
Estados Unidos. Estimaciones realizadas por Notter (2005) indican que
seis borregas adultas de razas de lana equivalen a una unidad animal.
Estudios en pastizales áridos y semiáridos en Texas indican que seis
ovejas de pelo (54.5 kg) o 5.5 ovejas de lana (60 kg) equivalen a una
unidad animal (Johnson, 2005). En México, y específicamente en ovinos
de pelo, no se ha realizado investigación para estimar la capacidad de
carga de los agostaderos con ovinos en pastoreo. Es preciso señalar que
los estudios para la determinación de los coeficientes de agostadero
realizados por la Comisión Técnico Consultiva para la Determinación de
los Coeficientes de Agostadero (COTECOCA, 1978) se estimaron para
ganado bovino, y no pueden aplicarse de manera similar para el ganado
ovino, ya que el ovino consume una gran variedad de plantas no
consideradas en el estudio. Por la carencia de información, los estudios
realizados en Estados Unidos se han tomado como base para hacer los
ajustes de carga animal con ovinos en pastoreo en el estado de
Chihuahua. Las experiencias que se tienen con el pastoreo de ovinos en
zonas semiáridas se encuentran en la región de las Nieves, en el estado
de Durango. En pastizales medianos en condición buena y utilizando
borregas de lana de 50 a 60 kg se logró sostener una borrega por ha.
Figura 2.2 Hembras Katahdin pastoreando en pastizales dominados
por gramíneas en la región de San Francisco de Borja, Chih. Tipo de
vegetación que permite soportar entre 1.25 y 1.5 ha por borrega.
Por otra parte, en los estudios realizados con ovinos de pelo
durante cuatro años en el Rancho Experimental La Campana-INIFAP se
ha podido mantener en un pastizal mediano abierto en buena condición
una borrega de 50 kg en 1.25 ha, mientras que en pastizales en donde se
presentan herbáceas y arbustivas en combinación con las gramíneas, la
carga se puede incrementar de 1.00 a 1.25 ha por borrega. En áreas de
matorrales en buena condición y con disponibilidad de herbáceas y
leguminosas arbustivas, se utilizan cargas de 1.5 a 2.0 ha por borrega.
Para áreas de matorrales de gobernadora (Larrea tridentata) y hojasén
(Fluorensia sernua) en condición regular la carga utilizada es de 2.5 a 3.0
ha por borrega.
Es muy importante considerar que las cargas animal mencionadas
van a estar fuertemente influenciadas por la condición de los pastizales o
matorrales, por lo tanto de acuerdo a la experiencia y observaciones de
campo, cuando hay una condición de buena a excelente será posible
mantener una borrega de 50 kg entre 1.0 y 1.25 ha, pero cuando la
condición del pastizal sea regular, el pastizal solamente podrá sostener
entre 1.5 y 1.75. En los casos de pastizales en condición pobre se
requerirán al menos 2 ha para poder sostener una borrega y podrá incluso
requerirse una mayor superficie de acuerdo al grado de deterioro del
agostadero.
Figura 2.3 Ovinos en pastoreo en áreas de matorrales, en donde es
posible sostener una borrega en 1.5 a 2.0 ha.
En las zonas de matorrales, la carga animal va a fluctuar desde 1.5
ha en agostaderos en condición buena a excelente, a 2.0 ha en
matorrales en condición regular, pudiendo llegar a requerirse hasta más
de 3.0 ha para poder sostener una borrega en los matorrales en condición
pobre.
Figura 2.4 Área de pastizal con matorrales en la región de Parral,
Chih., en donde es factible mantener una borrega en 1.25 a 1.5 ha.
Figura 2.5 Matorrales desérticos con gobernadora en donde se
requieren hasta 3.0 ha para sostener una borrega.
Figura 2.6 Pastizales desérticos con zacate toboso (Hilaria mutica),
mismos que pueden mantener una borrega en 2.5 ha.
De acuerdo a la información obtenida, se considera que las cargas
animal recomendadas no distan mucho de lo que realmente pueden
sostener los agostaderos, ya que en las áreas donde se han utilizado no
se han tenido problemas de escasez de forraje, aún cuando se han tenido
años con baja precipitación. Sin embargo, esta información no es
concluyente, se requiere de estudios que ayuden a obtener estimaciones
más precisas en los diferentes grados de condición del pastizal, así como
en los diferentes tipos de vegetación en el Estado.
Tipo de animal adecuado
Está comprobado que la utilización de más de una especie animal
(bovinos, ovinos, caprinos) en los sistemas de producción extensiva
genera mayores ingresos a la explotación. Lo anterior se acentúa en una
mayor proporción cuando la vegetación es más diversa (Holechek et al.,
1998; Johnson, 2005).
Figura 2.7 Ovinos pastoreando en un área de agricultura marginal en
donde los ovinos pastorean las malezas que crecen en estas áreas.
Cuando se utiliza más de una especie animal se mejora la
distribución del pastoreo y hay una mayor eficiencia en la utilización del
pastizal, ya que se pastorean plantas que una u otra especie no
consumiría. Machen (2005), señala que en pastizales semidesérticos el
bovino prefiere mayormente las gramíneas en su dieta. El ovino también
prefiere las gramíneas pero no en la misma proporción que los bovinos,
ya que también consumen hierbas y en menor proporción los arbustos,
mientras que los caprinos prefieren principalmente hierbas y arbustos, lo
cual se muestra en la Figura 2.8 (Lyons et al., s/f). Es muy importante
destacar que en observaciones en el Rancho Experimental La Campana y
en explotaciones en diferentes regiones del Estado, no se aprecia lo
señalado por este autor. Posiblemente el ovino de pelo se ubique un poco
más hacia el margen izquierdo de la Figura 2.8, debido a que en
pastizales dominados por gramíneas se ha observado que el ovino de
pelo pastorea principalmente hierbas y arbustos antes que las gramíneas.
Esta información es reforzada por Shelton (2005) quien afirma que los
ovinos de pelo pueden tener hábitos de pastoreo diferentes a los ovinos
de lana y es apoyado por Steger (2005), quien señala que el ovino de
pelo es más consumidor de arbustos que el ovino de lana.
Figura 2.8 Hábitos alimenticios de diferentes rumiantes. (Adaptado
de Lyons et al., s/f).
Vallentine (1990) en pastizales de las planicies de Texas, E.U.
encontró que el ganado bovino prefiere consumir principalmente zacates,
mientras que en ovinos la proporción de gramíneas en la dieta es menor,
y se reduce aún más en caprinos (Figura 2.9).
Las observaciones y experiencias que se tienen con ovinos en el
estado de Chihuahua señalan que el ovino de pelo consume gran
cantidad de plantas que el bovino por lo general rechaza, entre ellas se
encuentran malezas como: el torito (Tribulus terrestris), el cadillo (Xantium
strumarium), el toloache (Datura stramonium) y la rodadora (Salsola kali).
Además especies arbustivas como la mariola (Partenium incanum), el
gatuño (Mimosa biuncifera), la vara dulce (Alloysia gratissima), largoncillo
(Acacia constricta) la cola de zorra (Brickellia spinulosa), el chaparrillo
(Eysendhartia spinosa) y el hojasén (Flourensia sernua).
Arbustos
7%
Bovinos
Hierbas
12%
Zacates
81%
Ovinos
Arbustos
22%
Hierbas
17%
Zacates
61%
Caprinos
Zacates
45%
Arbustos
43%
Hierbas
12%
Figura 2.9 Proporción de zacates, hierbas y arbustos en la dieta de
bovinos, ovinos y caprinos en pastizales de Texas, E.U. Adaptado de
Vallentine (1990).
Para seleccionar el tipo de animal a utilizar es muy importante
tomar en cuenta el tipo de vegetación. En el caso de pastizales
dominados por gramíneas, la mejor opción son los bovinos, aunque se
podría utilizar una cierta proporción de ovinos, por ejemplo el 80% de la
carga con bovinos y un 20% de ovinos, de tal modo de que aprovechen
las hierbas y arbustos que produce el pastizal. En las áreas con mayor
proporción de hierbas y arbustos y baja disponibilidad de gramíneas es
recomendable tener una mayor proporción de ovinos que de bovinos,
pudiendo ser 50 a 60% de ovinos y el resto de bovinos. En este caso,
también sería de importancia considerar a los caprinos, que incluso
pueden hacer un mejor uso de la vegetación arbustiva que ovinos y
bovinos.
Figura 2.10 El ovino tiene hábitos de pastoreo gregarios, lo cual
facilita en gran medida su manejo en pastoreo extensivo. (Ovinos en
pastoreo en pastizal halófito en el Rancho Experimental La
Campana).
El ovino se caracteriza por sus hábitos de pastoreo en forma
gregaria, es decir que siempre pastorean en grupo, lo cual facilita de
manera importante su manejo (De Lucas y Arbiza, 2000). Existe la
creencia de que el ovino destruye los pastizales debido a su forma de
pastorear, ya que puede levantar el forraje desde muy cerca del suelo y
así cosechar plantas rastreras. No obstante se tienen reportes de que
habiendo suficiente forraje el ovino nunca va a sobrepastorear. Lo que si
es cierto es que cuando no existe suficiente forraje, el ovino al igual que el
equino tienen la facilidad de poder mordisquear desde más abajo las
plantas (Holechek et al., 1998), de ahí la importancia del respeto a la
capacidad de carga.
En la región de San Angelo, Texas, en pastizales con presencia de
arbustos, Johnson (2005) realizó un trabajo en donde encontró que el
ovino de pelo es la especie más rentable, por encima de los bovinos,
ovinos de lana y caprinos (Cuadro 2.1). Esta mayor rentabilidad se debe a
su mayor cosecha de corderos por año ya que se pueden obtener tres
partos en dos años. También mostró que conforme se reduce el
coeficiente de agostadero las ganancias por ha se incrementan, lo cual es
lógico, ya que a mayor capacidad de carga del agostadero las ganancias
serán mayores. En este caso la información se presenta en dólares, con
un valor de 13.25 pesos por un dólar, lo cual indica que con ovinos de
pelo se obtienen 487 pesos por ha cuando se pastorea en áreas con
coeficientes de agostadero de 10 ha por unidad animal (pastizales en
condición de regular a buena).
Cuadro 2.1 Ganancias estimadas con diferentes especies en
pastoreo utilizando diferentes intensidades de carga en Texas, E.U.
Adaptado de Johnson (2005).
Coeficiente de agostadero (ha/ua)
12
14
16
Ganancias por ha (dólares)
Tipo de
ganado
10
Cabra angora
25.60
19.65
15.42
12.25
9.77
Cabra carne
21.30
16.10
12.37
9.57
7.40
Oveja de lana
26.95
20.77
16.37
13.07
10.52
Oveja de pelo
36.75
28.95
23.40
19.22
15.97
Bovino carne
25.70
19.75
15.50
12.30
9.82
18
Un aspecto que es de suma importancia y está documentado, pero
no cuantificado, es la combinación de diferentes especies animal con el
fin de obtener la mayor eficiencia en la utilización del forraje, por lo que es
de primordial importancia hacer investigación que conlleve a obtener
información que permita obtener el mayor potencial de la vegetación sin
causar daño al recurso pastizal.
Pastoreo en la época apropiada
Todas las plantas tienen un período en que el pastoreo puede ser
más dañino, el cual varía de acuerdo al tipo de vegetación y a las
condiciones climáticas (Ortega, 2004). Para no tener un efecto tan
marcado sobre las plantas, es requisito fundamental de que el rancho
cuente con varios potreros, de modo que se pueda realizar una rotación
con el fin de que cada año se le permita a uno o más potreros un
descanso en la época de lluvias (julio-octubre) (Briske, 1991). A este
descanso se le conoce con el nombre de diferimiento y es necesario
aplicarlo independientemente de la especie de ganado con que se cuente.
El diferimiento permitirá que haya abundante producción de semilla,
mucha de la cual se resembrará naturalmente, además las plantas
estarán en mejores condiciones de resistir la época de escasez de lluvia
del año siguiente, al tener mayores reservas de carbohidratos (Larcher,
1995; Sosebee, 2003).
Actualmente existe una gran diversidad de métodos de pastoreo
(Holechek et al., 1998), todos ellos diseñados con el objetivo de conservar
y mejorar el recurso pastizal, tratando de afectar lo menos posible el
comportamiento animal. Todos los métodos de utilización de pastizales
involucran aspectos de rotación con el fin de que cada potrero tenga un
período de diferimiento y/o descanso. Algunos de estos esquemas son
más estrictos en cuanto a la proporción de la superficie que debe recibir
anualmente un diferimiento, ya que varían desde un 20 hasta un 50% de
los potreros en cada uno de los años. La recomendación para el pastoreo
de ovinos es que entre el 25 y el 33% de la superficie reciba un descanso
durante la época de lluvias en cada año, es decir, cada potrero debe
dejarse descansar durante este período con intervalos de tres a cuatro
años como máximo.
Los métodos de utilización tradicionales que se han recomendado
varían desde aquellos sistemas rotacionales de un día de pastoreo por 30
días de descanso, hasta esquemas en donde se presentan períodos de
pastoreo de 120 días, por 240 días de descanso (Merrill, 1954; Savory,
1983). En todos ellos se involucra el diferimiento y se maneja el concepto
de presión de pastoreo. Los esquemas de uso más recientes se enfocan
a incrementar la presión de pastoreo, la cual consiste en la utilización de
altas concentraciones de ganado en pequeñas superficies, durante un
corto período de tiempo. Con el aumento en la presión de pastoreo es
posible realizar una utilización más eficiente, es decir, se puede disminuir
en gran medida la selectividad y propiciar que toda la vegetación sea
utilizada con la misma intensidad, con ello se evita que las plantas de
mayor gustosidad sean utilizadas en mayor proporción (Pieper y
Heitschmidt, 1988)
Cuando se implementan los sistemas de utilización que involucran
cortos períodos de uso y descanso (pastoreo corta duración), se tienen
que hacer adecuaciones de acuerdo a la época del año. Por ejemplo,
durante la época de sequía no se requiere que los períodos de pastoreo
sean tan cortos, ya que el crecimiento de la vegetación es escaso o nulo.
En esa etapa se pueden utilizar períodos de pastoreo de seis o siete días
con descansos desde 60 hasta 120 días (Holechek et al., 1998).
La desventaja de los métodos de pastoreo de corta duración es
que se requiere una mayor inversión para poder contar con un mayor
número de potreros. Por lo tanto, la recomendación para la utilización de
pastizales con ovinos es utilizar un esquema de pastoreo que permita el
diferimiento y además aprovechar al máximo la vegetación, evitando la
subutilización y la sobreutilización del forraje. El proceso para llegar a
tener un sistema de pastoreo de corta duración es lento y tendrá que ir
aplicándose paulatinamente conforme el productor vaya tendiendo los
recursos necesarios para invertir.
En conclusión, toda explotación bajo condiciones extensivas debe
tener diseñado un esquema de rotación de potreros que permita la mayor
respuesta del animal sin causar daño al pastizal. Es fundamental que todo
ovinocultor considere utilizar períodos de descanso y/o diferimiento
durante la época de lluvias con el fin de contar con una explotación
sustentable. No es posible seguir produciendo bajo esquemas de uso de
uno o dos potreros en donde seguramente se presentarán problemas de
sobrepastoreo y deterioro del recurso pastizal
Distribución adecuada del pastoreo
La distribución del pastoreo tiene que ver con la dispersión de los
animales en el rancho. Es conveniente diseñar estrategias que permitan
que el ganado utilice en forma uniforme todo el potrero o rancho, esto con
el fin de evitar áreas de sacrificio y áreas subutilizadas (Vallentine, 1989;
Villalobos, 2002). La distribución del pastoreo está influenciada por el tipo
de animal en pastoreo, el tamaño de los potreros, la topografía del terreno
distribución de aguajes y comederos. Observaciones de campo en
diferentes explotaciones extensivas en el estado de Chihuahua han
mostrado que los bovinos tienden a pastorear en las áreas más planas y
en pastizales con ligeros lomeríos en donde abundan los zacates,
mientras que los ovinos tienden a utilizar áreas con ligeras pendientes,
específicamente aquellas en donde abundan las hierbas. Por su parte los
caprinos buscan las pendientes más pronunciadas y con mayor
abundancia de arbustos, sin embargo esto dependerá en gran medida del
tipo de vegetación y de la época del llano y no puede considerarse una
generalidad (Vallentine, 1990).
También la distribución del pastoreo está influenciada por el tipo de
plantas presentes en los potreros. Puede haber áreas en donde se
presente abundancia de alguna especie con alta gustosidad y por lo
general ahí se concentra el ganado, provocando con ello el daño a la
especie preferida. Una mala distribución del pastoreo provoca un
deterioro de las áreas en donde se concentra el ganado, disminuye la
producción animal debido a que consumen menos forraje por estar
siempre en las áreas de castigo y lo más importante es que no hay un
aprovechamiento uniforme del forraje del pastizal (Savory, 1983).
Para mejorar la distribución del pastoreo existen varias estrategias,
la primera de ellas es a través de la manipulación en la ubicación de los
aguajes o bebederos (Holechek et al., 1998). Está comprobado que la
presión de pastoreo es mayor a las áreas cercanas a los aguajes, por lo
cual una estrategia es contar con un mayor número de aguajes. Para
ovinos se recomienda que los aguajes no se encuentren a más de 2 km
de distancia, pero lo ideal sería que caminaran máximo 1 km, o bien que
los bebederos se coloquen en las áreas donde se encuentren las
especies menos gustosas.
La distribución de saladeros, es otra herramienta. Por regla nunca
se deben poner los saladeros cerca del agua, con el fin de obligar al
ganado a que camine y utilice todo el terreno de manera más uniforme.
Es más fácil mover los saladeros que los bebederos, por lo tanto deben
estarse cambiando de manera estratégica para forzar el pastoreo hacia
las áreas menos utilizadas.
La suplementación no debe ser ofrecida tampoco cerca de los
bebederos, los comederos también debe estar retirados al menos 500 m
de ellos. Al igual que los saladeros, se puede manejar mucho la ubicación
de los comederos para mejorar la dispersión del ganado.
Otra herramienta útil, son los sombreaderos, mismos que pueden
ser ubicados en áreas en donde se observe el menor grado de utilización
del pastizal, específicamente en áreas en donde se encuentren las
especies menos preferidas por el ganado, o bien que no haya un buen
acceso debido a la topografía del terreno.
LITERATURA CITADA
Briske, D.D. 1991. Developmental morphology and physiology of grasses.
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TX. Fac. de Zootecnia. Cap. 4.
CAPÍTULO III
PRÁCTICAS DE MANEJO REQUERIDAS EN LA OVINOCULTURA
BAJO CONDICIONES EXTENSIVAS
Tipo de empotreramiento
El ganado ovino, por su tamaño y susceptibilidad al ataque de
depredadores, requiere un cerco especial, con el fin de evitar que los
animales se salgan del potrero y reducir al máximo la entrada del coyote
y otros depredadores. La opción que más generalizada es la malla
borreguera, sin embargo, es la más costosa. Se ha estado utilizando
como alternativa de menor costo el uso de malla electrosoldada (Figura
3.1), con una altura de 60 cm y es reforzada por dos hilos de alambre de
púas, el primero colocado a 5 cm del suelo y otro a los 30 cm. El cerco se
completa con dos hilos de alambre adicionales a una altura de 75 y 110
cm.
Figura 3.1 Cerco para ovinos con malla electrosoldada (60 cm de
altura) y cuatro hilos de alambre de púas.
Existe otra opción más económica que es utilizada por los ovinocultores
Chilenos en la Patagonia y consiste en la utilización de seis hilos de
alambre liso colocados a las siguientes alturas 5, 15, 30, 50, 80 y 110 cm
(Figura 3.2). Es importante señalar que ninguna de las tres opciones evita
totalmente la entrada del coyote, sin embargo ofrecen una protección para
que los animales no se salgan del potrero y obstaculicen en cierto grado
el ingreso de depredadores.
Figura 3.2 Cercos con seis y siete hilos de alambre liso utilizado con
ovinos en pastoreo extensivo en la Patagonia Chilena
Número de potreros
Antes de tomar la decisión de convertirse en ovinocultor se
requiere planear también el número de potreros para tener un manejo con
las condiciones mínimas requeridas. En definitiva no se puede ser
ovinocultor cuando se cuenta con un solo potrero, por lo que se requiere
contar con un mínimo de cinco potreros, los cuales se utilizarán para cada
una de las siguientes etapas:
i.
ii.
iii.
iv.
v.
Borregas lactantes
Borregas gestantes
Borregas en empadre
Desarrollo de primalas
Potrero de descanso
Conforme vaya creciendo la explotación y de acuerdo a las
condiciones de manejo, el número de potreros podrá incrementarse a
siete u ocho, con lo cual se facilitarán actividades como la
suplementación, el desarrollo de primalas, la engorda, etc. En fin, con un
mayor número de potreros se logrará un mejor manejo.
Se sugiere que el tamaño de los potreros no sea muy grande, sería
ideal contar con potreros con una superficie máxima de entre 80 y 100 ha,
con estas dimensiones se facilitaría de manera muy importante el manejo.
Cuando no se puede tener el número mínimo de potreros y el área
de pastoreo es grande, se presentan algunas recomendaciones de
manejo para facilitar el pastoreo.
i.
ii.
iii.
Contar con un pastor para guiar el ganado y que se haga
una utilización uniforme en todo el potrero.
Utilizar estrategias como la distribución de aguajes,
saladeros y suplementación para mover el ganado hacia las
áreas más alejadas.
Utilizar más de un lugar donde pernocten los animales, con
el fin de disminuir las áreas de sacrificio y forzar al ganado a
utilizar las áreas menos pastoreadas.
Las tres opciones pueden ser utilizadas en forma conjunta o bien
en forma individual, pero dependerán en gran medida de la diversidad de
la vegetación, de la topografía y del tamaño del potrero; por ello, el
ganadero deberá estar continuamente haciendo observaciones de campo
con el objetivo de revisar que el pastoreo sea lo más uniforme posible. Sin
embargo, hay que considerar que con un solo potrero el manejo se va a
complicar en gran medida, específicamente para suplementar y para
empadrar ya que es muy difícil manejar dos o más rebaños en un solo
potrero, además del deterioro que se le va a causar al pastizal (Holechek
et al., 1998).
Manejo para el control de depredadores
Figura 3.3 El uso de perros guardianes es indispensable para la
explotación de ovinos en pastoreo extensivo.
Definitivamente, para evitar pérdidas por depredadores es
imprescindible el uso de perros para el cuidado de los ovinos (Leymaster,
2005). Bajo las condiciones de producción extensiva no es posible tener
ovejas en libre pastoreo cuando no se cuenta con perros. El uso de perros
evita en más de un 90% las pérdidas por depredadores (coyote o puma).
No se requiere alguna raza especializada de perros, únicamente es
necesario que el perro se críe desde los primeros días de nacimiento
junto con las borregas y que evite al máximo la relación con el ser
humano. Es importante señalar que no son perros para manejo de ovinos,
sólo son guardianes. Por tal motivo no se requiere un entrenamiento
especial para el perro, ni tampoco una raza determinada, aunque han
funcionado con éxito las cruzas de labrador con Border Collie o bien
cruzas de Blue Hiller (vaquero) con Border Collie. No se recomienda el
Blue Hiller puro por ser agresivo con los corderos, sin embargo, si el
productor requiere perros para manejo, es necesario contar con razas
especializadas y entrenamiento, específicamente el Border Collie.
También existen experiencias de productores utilizando perros de las
razas Gigante de los Pirineos y Anatolian.
La otra opción para el control de depredadores es el uso de
personas que hagan la labor de pastores, en donde algunos productores
ya aplican esta práctica. Se utilizan vaqueros a caballo que están al
pendiente de los ovinos en pastoreo.
Figura 3.4 Pastor a caballo cuidando ovinos en pastoreo en la región
de Namiquipa, Chih.
Área de descanso
Toda explotación extensiva debe contar con un área en donde los
animales permanezcan de noche, ya que únicamente saldrán a pastorear
en el día (Esqueda y Estrada, 2008; Scheer y Knapp, 1999). Las ovejas
saldrán a pastorear diariamente y deberán regresar por la tarde. Esta
práctica permite tener una mayor seguridad en contra de los
depredadores. Para lograr que el ovino se acostumbre a regresar, se le
ofrece una pequeña ración de maíz o de cualquier grano por la tarde, con
lo que se creará el hábito de regresar diariamente. También se puede
hacer a través del pastor o vaquero que acerque los animales por un
lapso de seis a ocho días, en este período se acostumbrarán en forma
definitiva.
Figura 3.5 Área de descanso para ovinos en el Rancho Experimental
La Campana.
Tiempo de pastoreo
Los ovinos al igual que los bovinos y caprinos, tienen hábitos de
comportamiento en donde la actividad del pastoreo se concentra al
amanecer y al atardecer (Soltero et al., 1981; Villalobos et al., 1984). El
pastoreo en la mañana se acentúa desde que sale el sol hasta alrededor
de las 9 de la mañana, mientras que en la tarde el pastoreo se inicia
alrededor de tres horas antes del anochecer, de este modo el tiempo
diario de pastoreo fluctúa entre 6 y 8 horas (Reyes, 1983; Márquez et al.,
1984; Holechek et al., 1998).
Cuando hay baja disponibilidad de forraje, el tiempo diario de
pastoreo se incrementa (Chávez, 1986), pudiendo llegar hasta las 12
horas. En observaciones de campo en el Rancho Experimental La
Campana, no se detectaron cambios en el tiempo diario de pastoreo entre
la época de seca y de lluvia. Pero, si se observó que la disponibilidad de
forraje influyó fuertemente en el tiempo de pastoreo, es decir, cuando el
forraje es escaso el tiempo de pastoreo se incrementa,
independientemente de la época del año (Holechek et al., 1998).
Un error común que cometen los productores con los ovinos en
pastoreo, es que los sacan a pastorear entre las 10 de la mañana y las 5
de la tarde, ajustándose al horario del vaquero. Esta situación va en
contra de sus hábitos naturales de pastoreo de los ovinos, ya que no
permiten que los animales pastoreen a las horas de mayor actividad, y
son forzados a pastorear a las horas en que descansan o se refugian del
sol y de las altas temperaturas (Chávez y González, 2008). Lo anterior
ocasiona una reducción en la condición corporal del ganado, aún cuando
haya suficiente forraje disponible. En ocasiones, el ganado sólo se saca a
pastorear cinco o seis horas, con la consecuente disminución en la
productividad.
En conclusión, el productor que se decida incursionar con la
explotación de ovinos bajo condiciones de pastoreo extensivo deberá
aplicar todas las prácticas anteriormente recomendadas. Para ello, se
presentan en forma puntual las prácticas que deben ser desarrolladas por
todo ovinocultor bajo condiciones de pastoreo extensivo.
i.
ii.
Revisar y ajustar carga animal. Para pastizales dominados por
gramíneas utilizar cargas de 1.0 a 1.5 ha por borrega
dependiendo de la condición del pastizal. Si el pastizal está en
condición buena podrá sostener 1.0 ha por borrega. En
matorrales con abundancia de arbustos y hierbas se puede
sostener una borrega en 1.5 a 2.0 ha., mientras que en la zona
de matorrales con gobernadora y hojasén la carga será entre
2.0 y 3.0 ha por borrega. Aquí es donde el ganadero requerirá
utilizar mucho su sentido común y realizar observaciones de
campo.
Es muy importante contar con al menos cinco potreros para
facilitar el manejo y realizar una rotación (Esqueda y Estrada,
2008).
iii.
iv.
v.
vi.
vii.
La alternativa que se considera más viable para el
empotreramiento es a través de la utilización de seis hilos de
alambre en el cerco; los potreros por lo general ya cuentan con
tres o cuatro hilos, sólo hay que realizar las adecuaciones
necesarias.
Se requiere que al menos el 25% de la superficie descanse del
pastoreo al menos cada cuatro años durante la época de lluvias
(diferimiento), con el fin de propiciar la recuperación de las
plantas y la producción de semilla (Merrill, 1954).
Es necesario buscar una utilización más uniforme del pastizal,
aplicando prácticas para mejorar la distribución del pastoreo,
tales como la distribución de aguajes, suplementación,
saladeros, sombreaderos y áreas de descanso (Hart, et al.,
1993)
Invariablemente se requiere la utilización de perros pastores,
con ello se reducirá la pérdida por depredadores en más de un
90%.
No existe una receta rígida para el manejo de los ovinos en
pastoreo, ya que además del tipo de vegetación habrá
influencia de la precipitación anual, por lo que se tendrán que ir
haciendo ajustes de acuerdo a la cantidad de forraje disponible
anualmente.
LITERATURA CITADA
Chávez, S. A. 1986. Comparación del sistema de pastoreo continuo y
corta duración bajo dos intensidades de carga durante la época de
sequía. Tesis. Fac. de Zootecnia. Univ. Aut. De Chihuahua. 158 pp.
Chávez, S. A. y F. González, 2008. Consumo voluntario del ganado en
pastoreo. En: Rancho Experimental la Campana 50 años de
Investigación y Transferencia de Tecnología en Pastizales y
Producción Animal. Libro Técnico No. 2. INIFAP. Centro de
Investigación Regional Norte-Centro. Sitio Exp. Campana-Madera.
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Nacional de Investigación Pecuaria en México.INIP-SARH. p. 7.
CAPÍTULO IV
NECESIDADES ALIMENTICIAS DE LOS OVINOS EN PASTOREO
Consumo voluntario de forraje
La estimación del consumo voluntario de forraje es una
herramienta indispensable para diseñar programas de alimentación para
el ganado en pastoreo, así como para hacer ajustes en la carga animal. El
consumo es afectado por la calidad y por la disponibilidad del forraje en
los agostaderos, de este modo, tanto la época del año y el tipo de
vegetación en que se encuentren pastoreando serán determinantes en la
cantidad de forraje consumido. Cuando la calidad de la dieta consumida
por los animales es alta, el ganado consume una mayor cantidad de
forraje, esto debido a que la velocidad de paso del forraje a través del
tracto gastrointestinal es mayor. En cambio, cuando el contenido de
nutrientes es bajo, el consumo será menor, lo cual se presenta durante la
época de sequía (Bores et al., 2008; Chávez y González, 2008).
Estudios realizados bajo condiciones de libre pastoreo indican que
una borrega debe pastorear de seis a ocho horas diarias para poder
cubrir sus requerimientos de materia seca y de 10 a 12 horas durante la
época de secas (Bores et al., 2008). Es importante mencionar que el
tiempo de pastoreo debe ser similar tanto en la época de lluvias como en
la de seca. En la mayoría de las ocasiones, el tiempo de pastoreo se
incrementa cuando no hay el suficiente forraje disponible en el pastizal,
por lo cual, el ganado tiene que caminar más para poder satisfacer sus
requerimientos nutricionales (Villalobos, 2003).
Otro factor que influye en el consumo voluntario de forraje es el
estado fisiológico de los animales, el cual se incrementa cuando los
animales tienen mayores requerimientos nutricionales (Mason, 1999;
Cseh, 2004). Estimaciones realizadas por Bores et al. (2008) muestran
que el consumo de forraje de una borrega adulta de 50 kg de peso fluctúa
entre el 2.5 y el 5.3% de su peso vivo, es decir, va a variar desde 1.0
hasta 2.6 kg diarios (Cuadro 4.1). Independientemente del peso la
borrega lactante es la que tiene un mayor consumo, atribuible a los
mayores requerimientos nutricionales en esta etapa fisiológica.
El Cuadro 4.1 también muestra las fluctuaciones en el consumo de
forraje por ovinos de acuerdo a su etapa fisiológica y a la época del año.
A pesar de que los datos reportados corresponden a un estudio realizado
en el estado de Yucatán, sus valores se encuentran dentro de los rangos
de consumo de ovinos en zonas áridas y semiáridas, cuyos valores
fluctúan desde un 2.2 hasta un 5.1% de su peso vivo (Machen, 2005). Por
lo anteriormente señalado, el consumo voluntario de forraje para ovejas
de pelo en libre pastoreo, bajo las condiciones del norte de México, se
ubica entre los valores señalados por Machen (2005) y Bores et al.,
(2008). Sin embargo, las diferencias en consumo se pueden deber más a
otros factores que al tipo de animal (Machen, 2005); dentro de estos
factores se encuentran:
i.
ii.
iii.
iv.
v.
vi.
vii.
La disponibilidad de forraje. Existe una relación directa entre el
consumo y la disponibilidad de forraje. Cuando el forraje es
escaso el tiempo de pastoreo se incrementa, pero aún así el
ganado no es capaz de cubrir sus requerimientos.
Calidad de la dieta. Conforme se incrementa la calidad de la
dieta el consumo voluntario se incrementa.
Manejo del pastoreo. Se ha comprobado que los sistemas
rotacionales y las cargas animal excesivas en su mayoría
limitan el consumo voluntario de forraje, así como el valor
nutricional de la dieta.
Estado fisiológico. Influye fuertemente sobre el consumo
voluntario de forraje, por ejemplo, las hembras lactantes pueden
consumir hasta un 50% más forraje que las hembras al inicio de
la gestación o vacías.
Condición corporal. Las hembras que tienden a engordar
empiezan a disminuir su apetito y el consumo de forraje
disminuye, en comparación con las hembras delgadas.
Clima. Cuando los animales son movidos de su zona de confort,
el consumo voluntario declina. Por ejemplo, el calor o el frío
extremo con frecuencia disminuyen la cantidad de forraje
consumido.
Experiencia en pastoreo. El consumo de forraje en ovejas sin
experiencia en pastoreo puede caerse hasta en un 50%,
especialmente en animales que estaban en estabulación, los
viii.
ix.
x.
cuales pueden tardar hasta 10 meses en adaptarse a estos
esquemas. También sucede cuando el ovino está
acostumbrado a pastorear en un tipo de vegetación y se le
mueve a otro, aunque el efecto sobre el consumo es de menor
severidad.
Edad del animal. Los animales jóvenes tienen un mayor
consumo de forraje que los animales adultos.
Suplementación. La suplementación con proteína incrementa de
forma muy importante el consumo voluntario de forraje,
especialmente en aquellos sitios en que la calidad del forraje en
el agostadero es baja. Lo mismo sucede cuando se utilizan
granos como el maíz, sorgo, avena o cebada, en conjunto con
ingredientes proteicos.
Agua. Si el agua es limitada o restringida, el consumo voluntario
de forraje disminuye, ya que el agua influye sobre la velocidad
de paso de la ingesta en el tracto digestivo.
Es importante señalar que la tasa de consumo en especies
menores como el ovino, es mayor que la del ganado bovino, ya que los
bovinos llegan a consumir un máximo de un 3%. Por este motivo, el
consumo no debe ser estimado en relación con el peso del animal
(Villalobos, 2002; Johnson, 2005), sino que deberá considerarse en
relación a su peso metabólico. El peso metabólico se expresa como el
peso del animal en kg elevado a la potencia 0.75 (Pkg 0.75) y se refiere a
que la producción de calor está en función a la superficie corporal más
que al peso, o sea que en animales de diferente masa, la tasa metabólica
es proporcional a la superficie del animal y no a su peso (Shimada, 1983).
La aplicación de esta fórmula permite hacer comparaciones entre
animales de diferente peso e incluso de diferente especie. Lo anterior se
explica con el siguiente ejemplo: una borrega de 100 kg no come el doble
que una borrega de 50 kg, ya que el peso metabólico de una borrega de
100 kg es de 31.6 (es decir 100 kg elevado a la potencia 0.75), mientras
que una borrega de 50 kg tiene un peso metabólico de 18.8 kg, el cual es
mayor a la mitad de una borrega de 100 kg. Por lo tanto, una borrega de
talla pequeña consume una mayor proporción de alimento que un animal
grande.
Consumo de agua.
El agua es el principal constituyente celular y el nutriente más
crítico cuando este es escaso se presentan deficiencias (Machen, 2005).
El agua forma parte de más de la mitad del peso del animal y representa
el 54.6 ± 1.8% del peso corporal de una oveja. En general, los
requerimientos de agua por unidad de peso corporal disminuyen con la
edad. Una oveja puede consumir desde 4 hasta 15 litros diarios
dependiendo de las condiciones climáticas en donde se encuentre
pastoreando. La temperatura ambiente elevada aumenta los
requerimientos de agua en los animales. El aumento puede ser entre un
30 y un 60% en meses calurosos.
Las hembras preñadas consumen más agua que las vacías, y las
lactantes más que las secas. Además del estado fisiológico, influyen otros
factores como: raza, edad, temperatura y humedad ambiente, velocidad
del viento, contenido de proteínas y carbohidratos en la dieta, ingestión de
sales, etc. Los factores que más modifican el consumo de agua son la
temperatura ambiente y el tipo de alimento (Cseh, 2004).
Como se mencionó anteriormente, el hecho de limitar o restringir
el agua va a tener fuertes efectos sobre el consumo voluntario de forraje,
lo que traerá como consecuencia una disminución en la condición
corporal y en la productividad. Por ello se debe tener mucho cuidado en
la distancia a los aguajes, ya que la oveja en pastoreo ingiere agua entre
2 y 4 veces al día (Esqueda, 2005). Mason (1999) menciona que, en
ovejas durante el último mes de gestación, la restricción en el consumo
de agua puede producir toxemia de la preñez.
Requerimientos nutricionales de los ovinos en pastoreo
Los requerimientos nutricionales de los ovinos están influenciados
por la etapa fisiológica. Si una oveja necesitara siempre la misma clase y
cantidad de alimento, sería fácil diseñar un sistema de alimentación y una
ración adecuada. Sin embargo, los requerimientos de las ovejas varían
constantemente a través del año. Está documentado que la etapa de
mayores requerimientos es la lactancia (Bush y Thompson, 2004;
Machen, 2005; Bores et al., 2008), mientras que sus menores
necesidades se dan cuando se encuentran vacías.
Existen diversos estudios en Estados Unidos en donde se señalan
los requerimientos nutricionales de los ovinos de lana bajo condiciones de
pastoreo (Everett, 2004), sin embargo los ovinos de pelo presentan
características productivas y adaptativas diferentes, por lo cual los
estudios con ovinos de lana sirven para dar una aproximación o
referencia acerca de las necesidades de los ovinos de pelo (Bores et al.,
2008). Por lo tanto, las recomendaciones alimenticias que han sido
diseñadas para ovinos de lana en zonas templadas son de poca utilidad
para las razas tropicales.
Bajo condiciones de pastoreo, los requerimientos energéticos de
los ovinos son diferentes a los del ganado en estabulación, debido a que
pasan gran parte del día caminando y pastoreando. Lo anterior significa
que el gasto energético puede representar hasta un 30% más que los
animales en estabulación (Graham, 1964; Blaxter, 1967; Osuji, 1974). La
intensidad de las actividades del ganado en pastoreo es variable debido a
la acción de distintos factores que afectan la conducta del animal en
pastoreo, específicamente en lo que respecta al tiempo que dedican a
esta actividad. La frecuencia de bocados con que cosechan el forraje, la
distancia que recorren en y la velocidad de la caminata (Di Marco, 1998).
A su vez, estas actividades están fuertemente influenciadas por la
condición del pastizal, la topografía del terreno y la época del año
(Jurgens, 1988).
Desafortunadamente, en zonas áridas y semiáridas no se tienen
estudios relacionados con los requerimientos nutricionales de ovinos de
pelo bajo condiciones de pastoreo extensivo, por este motivo se utiliza
información proveniente de ovinos de lana en Estados Unidos y de ovinos
de pelo en el trópico. Además, se toman como referencia estudios
realizados con bovinos en pastoreo en zonas semiáridas. Es claro, que
la información obtenida no es de la mayor precisión, pero si da una
aproximación de lo que realmente aportan los pastizales y lo que
requieren los ovinos de pelo en pastoreo.
Figura 4.1 Hembra ramoneando mezquite durante la época de seca
en el Rancho Experimental La Campana.
Cuadro 4.1 Consumo de materia seca (forraje) de ovinos pelibuey en
pastoreo en Yucatán (Bores et al., 2008).
Época
Estado
fisiológico
Ovejas
vacías
Ovejas
gestantes
Ovejas
lactantes
Lluvia
(% del peso
vivo)
Lluvia
(Consumo
kg/día)
Seca
(% del
peso vivo)
Seca
(Consumo
kg/día)
2.5 - 3.0
1.25 - 1.50
2.0 - 2.5
1.00 - 1.25
3.0 - 3.6
1.50 - 1.80
2.3 - 2.7
1.15 - 1.35
4.0 - 5.3
2.00 - 2.65
2.7 - 3.3
1.35 - 1.65
Bores et al. (2008) muestran los requerimientos nutricionales de
hembras ovinas bajo condiciones de pastoreo en el trópico (Cuadro 4.1) y
no varían en gran medida a lo reportado por Machen (2005) con ovinos
de lana en zonas semidesérticas. Los requerimientos presentados en el
Cuadro 4.1 pueden ser cubiertos en áreas de pastizales y matorrales del
Estado de Chihuahua, durante la época de lluvias para hembras vacías y
gestantes, sin embargo para hembras lactantes se presentan deficiencias
principalmente en energía. Lo anterior se basa en que la calidad de la
dieta de bovinos en la zona central de Chihuahua, alcanza un contenido
de proteína entre 13 y 15%, (Chávez y González, 2008) lo cual es
suficiente para cubrir los requerimientos de proteína de bovinos en sus
diferentes etapas fisiológicas (Holechek, 1984).
Puede suponerse que la oveja por ser más selectiva que los
bovinos lógicamente tiene una dieta superior en proteína que el bovino,
por lo que también puede cubrir sus requerimientos. La anterior
suposición se basa en los estudios que se tienen en áreas de matorral
inerme parvifolio con ovinos de la raza Corriedale, en donde el contenido
de proteína en la dieta de bovinos fluctuó desde un 6.5% durante la época
de sequía hasta un 12.5% en la época de lluvias. Por su parte, la proteína
en la dieta de ovinos durante la sequía fue de 8.9% y se incrementó a un
12.8% en la época de lluvias. El mayor contenido de proteína en la dieta
de los ovinos se debe a la mayor selectividad del ovino y a su preferencia
por hierbas y arbustos. En el caso de la energía en la dieta, también fue
superior el ovino sobre el bovino, especialmente durante la época de
sequía (Márquez et al., 1983; Villalobos et al., 1983).
Con respecto al contenido energético de las dietas de bovinos, los
estudios han mostrado que en la época de lluvias los pastizales aportan
una energía de 2.4 Mcal/kg (Chávez y González, 2008), suficiente para
cubrir los requerimientos energéticos en sus diferentes etapas (a
excepción de la lactancia). Basado en la información obtenida con
bovinos y en los estudios sobre calidad nutricional de las especies
forrajeras de zonas áridas y semiáridas (Chávez et al., 1984), se puede
suponer que los ovinos tienen una calidad de la dieta similar cuando los
pastizales son dominados por gramíneas y superior cuando el pastizal
cuenta con hierbas y arbustos.
En forma adicional a los requerimientos de proteína y de energía,
los pastizales de zonas áridas y semiáridas del norte de México se
caracterizan por sus bajos aportes de fósforo, por lo mismo se requiere de
una suplementación mineral a libre acceso durante todo el año (González,
1982), independientemente de su etapa fisiológica, procurando que la
mezcla mineral sea específica para ovinos y que tenga las cantidades
adecuadas de fósforo.
En la época de sequía que puede comprender desde los meses de
enero hasta junio, dependiendo de las condiciones de precipitación, las
dietas del ganado bovino en pastizales dominados por zacates son bajas
tanto en proteína como en energía. Las dietas en estos tipos de
vegetación por lo general ofrecen entre un 4 y un 6% de proteína y menos
de 2.0 Mcal/kg de energía. En áreas de matorrales, el problema de la baja
de nutrientes es menos pronunciado ya que las hierbas y arbustos
presentes ofrecen una mayor calidad en la dieta (Ortíz, 1976).
En conclusión, los ovinos de pelo en pastoreo requieren de un
manejo alimenticio similar al de los bovinos. Necesitan de una
suplementación proteica y energética durante la época de sequía en
todas sus etapas fisiológicas, mientras que en la época de lluvias es
necesaria una suplementación energética para las hembras lactantes. Sin
embargo, las necesidades alimenticias van a depender fuertemente del
tipo de vegetación, de la condición del pastizal y de las condiciones de
precipitación.
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CAPÍTULO V
MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN DE OVINOS EN PASTOREO
La información obtenida para generar las recomendaciones que a
continuación se presentan se obtuvo a través de cuatro años de
evaluaciones en el Rancho Experimental La Campana. El área de
evaluación consta de una superficie de 300 ha, localizadas a 80 km al
norte de la Cd. de Chihuahua. El clima es seco templado con verano
cálido. La precipitación promedio anual es de 350 mm con lluvias
principalmente durante el verano (julio-octubre), situado a una altitud de
1540 msnm y una temperatura media anual de 16 C, con fluctuaciones de
temperatura desde los -15 C hasta 40 C, con un período libre de heladas
de 199 días. El tipo de vegetación corresponde a un pastizal mediano
abierto dominado principalmente por gramíneas, en donde sobresalen el
africano (Eragrostis lehmanniana), zacatón alcalino (Sporobolus airoides),
navajita negra (Bouteloua eriopoda), tres barbas (Aristida spp) y navajita
(Bouteloua gracilis). Se encuentran también especies herbáceas:
evolvulus (Evolvulus nutallianus), escobilla (Gutierrezia sarotrae), sida
(Sida procumbens), encinilla (Croton pottsii), tapete (Guilleminea densa) y
verbena (Glandularia wrigtii). Dentro de las arbustivas y semiarbustivas se
encuentran: cola de zorra (Brickellia spinulosa), gatuño (Mimosa
biuncifera), chaparrillo (Eysendhartia spinosa), tecomblate (Condalia
ericoides) y mezquite (Prosopis glandulosa) (Royo y Lafón, 2008).
Se utilizó un rebaño de 180 hembras de pelo, de la raza Pelibuey y
hembras Pelibuey con cruzas de Katahdin y Dorper. La carga animal
utilizada fue en promedio de 1.5 ha por hembra adulta.
MANEJO DE LA ALIMENTACION EN HEMBRAS
Alimentación de hembras vacías
Época de lluvias
Una regla importante que no debe olvidarse es “toda hembra que
se preña flaca o delgada parirá una sola cría” (Esqueda et al., 2009b). En
época de lluvias, cuando se tengan hembras lactantes delgadas, es mejor
esperar alrededor de un mes a que recuperen su condición corporal. Las
hembras, independientemente de su talla corporal, después del destete
no requieren alimentación adicional para el empadre. En esta etapa
cualquier tipo de vegetación cubre los requerimientos nutricionales
necesarios para que la hembra vacía gane peso y recupere su condición
corporal. Las hembras se deben someter a un programa de empadre
cuando tengan una condición de alrededor de 3.5 (escala del 1 al 5),
dicho en términos coloquiales las hembras se empadran a partir de que
están carnudas (Figuras 6.2, 6.3, 6.4, 6.5 y 6.6).
Existe otra opción, que es realizar el empadre durante la lactancia,
esto es factible siempre y cuando la hembra se encuentre en buenas
condiciones físicas y esté recibiendo una alimentación acorde a esta
etapa fisiológica. Se han logrado empadrar hembras durante la lactancia
sin suplementación adicional en el período de julio a noviembre, cuando la
calidad y la cantidad del forraje son suficientes (Esqueda y Estrada,
2008)
Época de seca
Por lo general una hembra que termina la lactancia durante este
período está delgada, por ello no se recomienda preñarla inmediatamente
(De Lucas y Chávez, 2005). Se requiere que gane peso para que mejore
su condición corporal y tenga una mayor prolificidad. Por lo tanto, se
requiere de una suplementación pre-empadre, mejor conocida como
“flushing”. Esta alimentación se ofrece en forma adicional al pastoreo y
también su cantidad debe variar de acuerdo al tipo de vegetación y a la
calidad del forraje del agostadero. La cantidad de concentrado a ofrecer
va a fluctuar entre 350 y 500 g por día con un 15% de proteína y 2.5 Mcal
por kg de energía por un período de 30 a 45 días.
En el Cuadro 5.1 se presentan varias opciones para elaborar
concentrados, todas contienen al menos 15% de proteína y más de 2.6
Mcal/kg. La selección de los insumos a utilizar dependerá de la
disponibilidad y del costo de cada uno de los ingredientes. Se incluyen
ingredientes como el frijol y el polvo de nuez, todas las alternativas
contribuyen a reducir de manera significativa los costos de alimentación.
El frijol se adquiere a poco más del 50% del precio del maíz y contiene el
doble de proteína que el maíz (18-22%), además es alto en energía (2.8
Mcal/kg) (Shimada, 1983; Stanton y Levalley, 2006). El sistema producto
frijol en el estado de Chihuahua señala que la disponibilidad de este
ingrediente es superior a las 1000 toneladas anuales en el Estado, ya que
se estima que el 10% de la producción de frijol no cumple con los
requisitos del mercado para la comercialización. Esta cantidad debe
fácilmente ser cuatro veces superior entre los estados de Durango,
Chihuahua y Zacatecas, de acuerdo con las estadísticas de producción de
los tres Estados (SIAP, 2009). El polvo de nuez es otro ingrediente de
bajo precio y disponible en el estado de Chihuahua. De acuerdo a
información proporcionada por comercializadores de nuez en el estado de
Chihuahua, el polvo de nuez se puede adquirir en la región centro sur del
Estado a un precio de una tercera parte del maíz, con un contenido de
proteína cercano al 15% y un alto contenido de grasa (hasta un 50%).
Pollinaza (%)
15
Polvo de nuez
(%)
Pasta de soya
(%)
85
80
45
42
30
33
Frijol (%)
Maíz o sorgo
(%)
1
2
3
4
5
6
Harinolina (%)
Concentrado
Cuadro 5.1 Diferentes alternativas para elaborar concentrado para
utilizarse en hembras ovinas en pastoreo.
20
5
8
2
2
50
50
48
45
20
20
Otro insumo que permite reducir costos y que ha demostrado ser
una excelente alternativa es el uso de la pollinaza para la suplementación,
ya que tiene un alto contenido de proteína (26%) y es un ingrediente de
bajo costo (Stanton y Levalley, 2006). Sin embargo, en los últimos años la
oferta de este producto disminuyó, ya que se restringió su ingreso al
estado de Chihuahua por problemas sanitarios. Se debe tener mucho
cuidado con el manejo de la pollinaza, revisar que no contengan humedad
y evitar que se vaya a humedecer, ya que es una fuente potencial para el
cultivo de bacterias como Salmonella y de hongos, los cuales pueden
provocar alta mortalidad por intoxicación, además de abortos por cierto
tipo de hongos que se pueden encontrar en ella (Esqueda y Estrada,
2008)
Otros aspectos negativos referentes a la utilización de pollinaza en
las raciones, se relaciona con el hecho de que la gente prefiere cada vez
alimentos más puros y con menos posibles fuentes de contaminación.
También, en algunas ocasiones la pollinaza puede traer altas
concentraciones de cobre, elemento al que la oveja es muy susceptible,
ya que la dosis tóxica para ovinos es cinco veces menor a la de los
bovinos (Castellanos, 2008), por lo tanto en caso de que sea utilizada no
se recomienda ofrecerla en más de un 15% de la ración (Bores y Ortega,
2001).
También deberá ofrecerse minerales y sal a libre acceso, los
cuales pueden ser en block o bien elaborar una premezcla de minerales
con sal, en una proporción de 2.5 a 1. Se debe poner énfasis en los
minerales, y utilizar mezclas elaboradas especialmente para ovinos, no
utilizar minerales para bovinos, ya que se pueden presentar
intoxicaciones por exceso de algunos minerales o bien problemas por
deficiencias de otros, ya que los requerimientos minerales de ovinos son
muy diferentes a los de bovinos (Shimada, 1983; Jurgens, 1988).
El total del concentrado debe ofrecerse todo junto una vez al día y
de preferencia en las tardes, cuando el ganado regresa a las áreas donde
pernocta. Se ha observado que cuando el suplemento se ofrece por las
mañanas el ganado sale menos tiempo a pastorear, está comprobado que
reduce su tiempo de pastoreo, debido a que con la energía que consume
sacia en parte su apetito, limitando con ello el consumo voluntario de
forraje, por lo que el ganado no se ve forzado a salir a pastorear
(Machen, 2005)
Además de los minerales, durante la época de sequía, el ganado
debe recibir dos dosis de vitamina A, independientemente de su condición
corporal, ya que las plantas secas carecen de esta vitamina, la cual sólo
puede ser almacenada en el hígado por un período máximo de tres
meses. Por lo anterior se sugiere aplicar vitamina A inyectada durante los
meses de febrero y mayo (Cuadro 8.1). En ocasiones en zonas de
matorrales el ovino consume el forraje verde proporcionado por hierbas y
arbustos, sin embargo es recomendable aplicarlo de todas formas para
evitar posibles deficiencias (Ortíz, 1976).
Alimentación de Hembras gestantes
Época de lluvias
Todas las borregas gestantes pueden sostenerse en pastoreo en
forma permanente de julio a diciembre y no requieren alimentación
adicional, ya que con los nutrientes aportados por el pastizal es suficiente
para cubrir sus requerimientos nutricionales tanto de proteína como de
energía, independientemente del tipo de vegetación en que se encuentren
pastoreando, siempre y cuando la disponibilidad de forraje no sea una
limitante (Ferreiro et al., 1994). Sin embargo, el hecho de que no
requieran alimentación suplementaria no implica que se les deba
descuidar. Es muy importante en las hembras gestantes estar al
pendiente de la condición, ya que se deben mantener en una condición
corporal al menos entre 3 y 3.5 (De Lucas y Chávez, 2005) que se
encuentren en carnes es decir que no se les noten los huesos. En el caso
de que se identifiquen borregas flacas se debe revisar que haya suficiente
forraje en el agostadero, es muy posible que aún cuando el forraje sea de
buena calidad, la disponibilidad de forraje sea muy baja y no alcancen a
cubrir sus requerimientos de materia seca.
Otro factor que puede afectar la condición corporal es que las
hembras no tengan el tiempo de pastoreo suficiente para poder satisfacer
sus necesidades de materia seca, ya que en ocasiones salen menos de
ocho horas a pastorear. También se presenta la situación de que salen
a pastorear en la mañana hasta que el vaquero o pastor se desocupa de
otras actividades rutinarias en la explotación, por lo que no alcanzan a
alimentarse en las horas de mayor actividad y se va en contra de sus
hábitos de comportamiento. La mayor actividad de pastoreo se observa
desde las 6:00 A.M. hasta las 9:00 A.M. y reanudan el pastoreo en forma
más activa a partir de las 4:00 P.M. hasta el oscurecer (Villalobos et al.,
1984).
Una manera de controlar el pastoreo es que los animales
permanezcan todo el día pastoreando y vigiladas por perros, con esta
alternativa no se interfiere de ninguna manera con sus hábitos de
pastoreo. La otra alternativa, y específicamente si el ganado no tiene
que caminar más de 2 km la opción es que el pastor las saque a
pastorear al amanecer y las vuelva a meter al área de descanso cuando
observe que la actividad de pastoreo empiece a disminuir y volver a
sacarlas a pastorear alrededor de las 4:00 P.M, para que esto funcione
debe haber el suficiente forraje en el agostadero, ya que solo van a
pastorear alrededor de seis a siete horas diarias. Si el tiempo de pastoreo
disminuye, los animales reducirán su tiempo de descanso y rumia durante
el día para poder regular su tiempo de pastoreo (Villalobos et al., 1984).
En la etapa de gestación, además de revisar la condición corporal,
es muy importante detectar a las hembras próximas al parto, cuando
empiecen a bajar la ubre. Se debe recordar que la hembra en su último
mes de gestación debe separarse a un potrero aparte donde se pueda
vigilar más de cerca, estar al pendiente del parto y poder ofrecerle una
alimentación suplementaria en caso de que la requiera, para evitar que
tenga una mala condición al momento del parto.
Cuadro 5.2 Porcentaje de mortalidad predestete en corderos
Pelibuey de acuerdo al peso al nacimiento y a la edad (Castillo,
2002).
Rango
de
peso vivo al
nacer
1.5-2.0 kg
2.1-2.5 kg
2.5-3.0 kg
>3.0 kg
Porcentaje de mortalidad a diferentes días del
nacimiento
1-7 días
8-30 días
31-60 días
>60 días
26.5
16.0
7.0
6.5
7.0
7.0
8.0
6.0
2.0
0.0
5.8
4.4
0.0
0.0
2.0
0.0
Es necesario que la borrega en la gestación incremente su peso
en un 15%, lo que equivales entre 7 y 10 kg, con ello los corderos
nacerán con mayor peso y un mejor vigor, además de que la hembra
producirá una mayor cantidad de leche, y por consecuencia se tendrá
una mayor sobrevivencia de corderos (Mason, 1999). El Cuadro 5.2
muestra la influencia del peso al nacimiento sobre la sobrevivencia de
corderos. Se observa que cuando el cordero pesa más de 2.5 kg al nacer,
la mortalidad se reduce de forma significativa (Castillo, 2002).
Lo anterior ha sido confirmado con los resultados obtenidos en el
Rancho Experimental La Campana con corderos Pelibuey y cruzas de
Pelibuey con Katahdin y Dorper (Cuadro 5.3), en donde se observan
resultados similares. La mortalidad predestete en animales con menos de
2.0 kg al nacimiento fue superior al 50%, y fue disminuyendo conforme se
incrementó el peso al nacer, en donde se aprecia que los corderos con
más de 3.5 kg al nacer tuvieron una mortalidad promedio inferior a un
4%. En el estudio no se observó el efecto de alguna cruza en particular
sobre la mortalidad, sin embargo si se detectó que el peso al nacimiento
fue mayor en los animales cruzados con Katahdin y con Dorper, aunque
los animales que nacieron con bajo peso tuvieron una tasa de mortalidad
similar, independientemente del cruzamiento.
Cuadro 5.3 Efecto del peso al nacimiento sobre la mortalidad de
corderos Pelibuey y cruzas de Pelibuey con Katahdin y Dorper en el
Rancho Experimental La Campana-INIFAP.
Número de
corderos
24
43
65
181
131
49
TOTAL= 493
Rango de peso
al nacimiento
(kg)
< 2.0
2.0-2.5
2.5-3.0
3.0-3.5
3.5-4.0
> 4.0
Número de
corderos
muertos
13
12
10
17
5
2
59
Porcentaje de
corderos
muertos
54.1
27.9
15.3
9.4
3.8
4.1
11.97
Los corderos nacidos con un mayor peso, en su mayoría son más
vigorosos, más resistentes al frío en los partos de invierno, tienen una
mayor facilidad para aprender a mamar y desarrollan una mayor velocidad
de crecimiento, características que les permiten tener una mayor
viabilidad (Esqueda et al., 2009a).
Para poder incrementar el peso al nacimiento de los corderos se
debe evitar tener hembras delgadas al final de la gestación. Cuando las
hembras se encuentren delgadas en el último tercio de gestación es
necesario apoyarlas con un suplemento. Para ello puede utilizarse
cualquiera de los sugeridos en el Cuadro 5.1. La cantidad de concentrado
a utilizar en esta etapa es de alrededor de 250 gr diarios por borrega, y
también utilizar el sentido común, como cambiarlas a un potrero con
mayor disponibilidad de forraje y una cantidad menor de suplemento será
suficiente. Sin embargo, bajo condiciones de buen manejo (carga animal
adecuada) en época de lluvias difícilmente se presentará esta situación.
-Cuando se llegan a observar borregas flacas durante la época de
lluvias, se tendrá que pensar y analizar seriamente que es lo que se está
haciendo erróneamente, e inmediatamente hacer ajustes en el manejo,
los cuales deberán estar basados en los siguientes puntos:
-Revisar el tiempo diario de pastoreo. Es común que las hembras
no salgan a pastorear el tiempo de pastoreo suficiente para cubrir sus
requerimientos de materia seca. No se debe de olvidar que los ovinos
tienen dos períodos importantes de pastoreo en el día, al amanecer y al
atardecer y que si se interfiere con sus hábitos, los animales van a reducir
su productividad.
-Hacer un recorrido por el agostadero y revisar si hay el suficiente
forraje. En caso de que sea insuficiente la cantidad de forraje, será
necesario cambiarlas a un potrero con mayor cantidad de forraje.
-Revisar el porqué hay escasez de forraje. Es un hecho que si el
forraje disponible es escaso es porque se está utilizando una carga mayor
a lo que el pastizal puede soportar, ya sea porque se está utilizando una
carga excesiva, o bien la precipitación no ha sido suficiente.
-Cuando el número de animales en pastoreo es superior a la
capacidad de carga, y no se cuenta con una mayor superficie de pastoreo
se deberán considerar las siguientes opciones:
i.
Hacer una selección de hembras y vender las menos
productivas.
ii.
Descansar el pastizal y retirar el ganado para alimentarlo en
otro lugar a base de forrajes.
iii.
Ofrecer una alimentación complementaria con forraje. Para
utilizar esta alternativa, debe estar acompañada con una reducción
en la carga animal.
iv.
Cuando la escasez de forraje es severa y los animales están
recibiendo alimentación complementaria con forrajes, las borregas
dejarán de salir a pastorear y permanecerán todo el día esperando
a recibir alimento. En estos casos, es mejor sacarlas del potrero y
darles alimentación en corral, ya que la condición de los animales
disminuirá drásticamente porque no saldrán a pastorear.
v.
Es muy importante la conservación del pastizal, no se debe
olvidar que si se tiene escasez de forraje durante la época de
lluvias, seguramente el problema será peor durante la época de
seca, con lo anterior se pone en riesgo la sostenibilidad de la
explotación, ya que los parámetros productivos, la rentabilidad y el
recurso pastizal se verán afectados. El productor que no aplique
estas recomendaciones definitivamente está destinado al fracaso
en el corto plazo.
Época de seca
Bajo las condiciones del estado de Chihuahua, este período
generalmente abarca desde el mes de enero hasta junio. En estos
meses, mientras exista suficiente forraje, las hembras preñadas en sus
primeros cuatro meses de gestación se pueden sostener en buenas
condiciones con sólo una pequeña cantidad de suplemento. La
suplementación es una práctica común en la ganadería del norte de
México y consiste en suplir los nutrientes necesarios cuando la calidad del
forraje es inadecuada para cubrir los requerimientos nutricionales de los
animales en pastoreo (Fierro, 1977; Ferreiro et al., 1994). Los nutrientes
generalmente incluídos en la suplementación son: energía, proteína,
fósforo y vitamina A (Jurgens, 1988).
La cantidad de suplemento necesaria para ovinos en pastoreo es
muy variable entre años y entre tipos de vegetación, ya que las
condiciones de humedad siempre serán diferentes y éstas afectarán el
valor nutricional del forraje (Jurgens, 1988). El Cuadro 5.4 muestra las
cantidades de suplemento ofrecidas a hembras gestantes durante el
período 2006-2009. En el Rancho Experimental La Campana se observa
una variación en la cantidad debido a que las condiciones de humedad
fueron diferentes entre años e influyeron de manera importante sobre la
condición corporal de los animales. Bajo condiciones de sequía, la oveja
requiere una mayor cantidad de suplemento, en cambio cuando hay
condiciones de humedad la alimentación adicional puede no ser requerida
(Esqueda, 2005).
Cuadro 5.4 Fecha de inicio y cantidad de suplementación ofrecida a
hembras gestantes ovinas en los primeros cuatro meses de
gestación en el Rancho Experimental la Campana.
Año
2006
2007
2008
2009
Inicio de la
suplementación
15 de febrero
1 de marzo
10 de febrero
21 de marzo
15 de diciembre
(2008)
Término de la
suplementación
5 de junio
20 de mayo
20 de marzo
25 de junio
Cantidad de
suplemento ofrecido
200 g/día
150 g/día (80 días)
200 g/animal/día
350 g/animal/día
30 de abril
250 g/animal/día
Es necesario destacar que el concentrado a ofrecer tiene
únicamente el objetivo de mantener la condición corporal de las hembras,
no es para ganar peso. No hay una fecha definida para el inicio de la
suplementación, el ovinocultor debe estar observando continuamente la
condición corporal de sus hembras, en cuanto observe que empiezan a
bajar de peso es el momento de iniciar la suplementación. Si no se inicia
la suplementación en forma oportuna, los animales se adelgazarán más
de lo debido y será más difícil y costoso recuperar su peso, ya que se
requerirán mayores cantidades de suplemento.
El Cuadro 5.4 muestra las fechas de inicio de la suplementación en
cada año. En el 2006 la suplementación se inició el 15 de febrero debido
a que se tuvo una mayor cantidad de lluvia durante el año anterior y
continuó lloviendo hasta el mes de octubre, por lo que la buena calidad
del forraje se mantuvo hasta la mitad del mes de febrero. En el año 2007
se tuvieron precipitaciones en los meses de invierno y el período de
lluvias se inició en el mes de mayo, por lo cual la cantidad de suplemento
ofrecido fue menor y además se tuvo que suspender la suplementación
antes del mes de junio, ya que los animales empezaron a engordar con la
cantidad que se estaba ofreciendo. Contrariamente, en el año 2008 se
tuvo la necesidad de aumentar la cantidad de suplemento porque los
animales empezaron a disminuir su condición corporal, esto fue debido a
que el año anterior (2007) dejó de llover desde el mes de agosto y no se
tuvieron precipitaciones de invierno ni de primavera. Para el año 2009, la
suplementación se terminó el 30 de abril, debido a que la totalidad de las
hembras parieron antes de este período. Cabe señalar que en este caso
se utilizó la misma cantidad de suplemento aún en la última etapa de
gestación, ya que los animales se encontraban en buena condición y no
fue necesario incrementar el suplemento (Cuadro 5.4).
Figura 5.1 Elaboración de concentrados en la propia explotación con
el fin de disminuir costos de alimentación
En el Cuadro 5.5 se presentan los concentrados utilizados para la
suplementación de hembras gestantes (49 kg promedio) durante cuatro
años en el Rancho Experimental La Campana, así como la condición
corporal de las hembras gestantes. Con cualquiera de los concentrados
utilizados
condición
condición
condición
ofrecido.
se logró el objetivo de mantener un índice de mínimo de
corporal de 3. Durante el año 2007 se observó una mejor
corporal, incluso llegaron algunas hembras hasta el índice de
4, lo cual explica la reducción en la cantidad de suplemento
Cuadro 5.5 Concentrados utilizados para la suplementación y
condición corporal de hembras gestantes en el Rancho Experimental
La Campana.
Año de evaluación
2006
2007
2008
2009
Concentrado utilizado
Maíz 85 %
Pasta de soya 15 %
Maíz 35 %
Frijol 45 %
Pollinaza 20 %
Maíz 45
Frijol 50 %
Pasta de soya 5 %
Maíz 45
Frijol 50 %
Pasta de soya 5 %
Condición corporal
promedio
3.1
3.4
3.0
3.0
Es preciso señalar que la condición corporal fue afectada por el
tipo de cruzamiento (Cuadro 5.6). Se observó que los animales pelibuey
fueron los más susceptibles durante los cuatro años de evaluación, ya
que en esta raza no se logró mantener la condición corporal de 3, en
comparación con los animales cruzados (Esqueda et al., 2008a). Uno de
los argumentos al respecto es que los ovinos de pelo tienen mayores
requerimientos nutricionales que los ovinos de lana, lo cual es señalado
por Bores et al. (2008), quienes sostienen que los ovinos de pelo tienen
requerimientos nutricionales 17% superiores a los ovinos de lana. En
cambio, la raza Katahdin, es una raza compuesta que incluye dentro de
su genoma razas lanares, mientras que la raza Dorper tiene aún más
genes de raza de lana. El vigor híbrido o heterosis también influye en una
mayor respuesta de los animales que tienen cruzamiento, lo cual los hace
más vigorosos (Lasley, 1979).
Cuadro 5.6 Efecto del cruzamiento sobre la condición corporal de
hembras ovinas gestantes en pastoreo en el Rancho Experimental La
Campana durante la época de seca.
Raza o cruza
1/
Pelibuey
Pelibuey x Dorper (1/2 x 1/2)
Pelibuey x Katahdin (1/2 x 1/2)
Pelibuey x Dorper x Katahdin
(1/4 x 1/4 x 1/2)
Dorper x Pelibuey (3/4 x 1/4)
2006
2.8 1/
3.3
Años
2007
3.0
3.4
3.4
2008
2.5
3.0
2.8
2009
2.6
3.0
2.9
3.2
3.2
3.0
3.0
Condición corporal (1 muy flaca; 5 muy gorda).
Figura 5.2 Hembra Pelibuey lactante durante la época de sequía en el
Rancho Experimental la Campana, en donde se aprecia como es
afectada su condición corporal.
Además del aspecto nutricional y genético, la raza Pelibuey
proviene de climas tropicales (Padilla, 1985) y se está utilizando en una
región semiárida, en donde se tienen temperaturas bajo cero casi a diario
en los meses invernales, lo cual se atribuye como la principal causa de
que no hayan mantenido su condición corporal.
Figura 5.3 Hembras lactantes en pastoreo durante la época de seca
en el Rancho Experimental La Campana.
Como se mencionó anteriormente, la cantidad de concentrado
puede variar, específicamente en los pastizales dominados por
gramíneas, en donde más del 85% de las plantas son zacates, se
requerirá una cantidad hasta 100 g diarios adicionales de suplemento. En
cambio, en zonas de matorrales con abundante diversidad de herbáceas
y arbustivas, como las localizadas en la zona oriental del estado de
Chihuahua, en los municipios de Julimes, Saucillo, Camargo, Manuel
Benavides y Aldama, se puede prescindir totalmente del uso de
suplemento, especialmente cuando se encuentran especies de
leguminosas como largorcillo (Acacia constricta), vara dulce (Alloysia
gratísima), mariola (Partenium incanum), hojasén (Fluorensia cernua),
mezquite, gatuño y otras arbustivas. Estos arbustos proporcionan la
proteína y energía necesaria para cubrir los requerimientos nutricionales
en hembras vacías y gestantes durante los primeros cuatro meses de
gestación y aún en el último período de gestación. Sin embargo, también
se requiere estar al pendiente de la condición de los animales porque lo
anterior no es una regla para todos los años.
En hembras en la etapa final de gestación (últimos 40 días) es
recomendable aumentar la cantidad de concentrado. Aunque también se
debe aplicar el sentido común, si las hembras están en excelentes
condiciones no hay necesidad de hacerlo, pero en el 90% de los casos si
se requiere, ya que con ello se logrará tener corderos con un mayor peso
al nacimiento y lógicamente con mayores probabilidades de sobrevivir.
Alimentación de hembras lactantes
Época de lluvias
Es un período excelente para tener partos, con ello se reducen
notablemente los costos de suplementación (Esqueda y Estrada, 2008),
se mantiene la condición corporal de la hembra y el cordero se desarrolla
más favorablemente.
Figura 5.4. Hembras lactantes en ramoneo de arbustos durante la
época de seca.
La hembra, por estar lactando en esta época, requiere de energía
para cubrir sus necesidades de producción de leche para el cordero y
mantener su condición corporal, por lo que es necesario proporcionar un
concentrado (Everett, 2004). En el Rancho Experimental La Campana se
suplementa a las hembras lactantes en época de lluvias, con ello la
condición corporal se mantiene, la mortalidad de corderos se reduce
(menos de 5%) y el peso al destete de los corderos se incrementa.
En el Cuadro 5.7 se presentan algunos concentrados que se
pueden elaborar para la suplementación de hembras lactantes durante la
época de lluvias (julio-noviembre). Se observa que se retiraron los
ingredientes proteicos como la pasta de soya o la harinolina, los cuales ya
no se requieren debido a que el forraje del pastizal está aportando
proteína y lo que se necesita es energía. El maíz, el sorgo o el frijol
pueden cubrir estos requerimientos a un menor costo.
Cuadro 5.7 Condición corporal de hembras lactantes ovinas y
suplementos utilizados durante la época de lluvias en el Rancho
Experimental La Campana.
Año de evaluación
2006
2007
2008
Suplemento ofrecido por
borrega por día
Maíz 160 g
Pasta de soya 40 g
Sorgo 100 g
Frijol 100g
Maíz 100 g
Frijol 100g
Condición
corporal
3.9
4.1
4.0
En esta época, 200 a 250 g diarios de cualquiera de los
concentrados mostrados en el Cuadro 5.8 serán suficientes para mejorar
el aporte de energía. La condición corporal en los tres años de estudio fue
superior a 3.8, llegando incluso algunas hembras a tener hasta un índice
de 4.5. Es preciso recordar que los minerales deben estar disponibles a
libre acceso durante esta época.
Cuadro 5.8 Efecto del cruzamiento sobre la condición corporal de
hembras ovinas lactantes en pastoreo en el Rancho Experimental La
Campana durante la época de seca.
Raza o cruza
Pelibuey
Pelibuey x Dorper (1/2
x 1/2)
Pelibuey x Katahdin
(1/2 x 1/2)
Pelibuey x Dorper x
Katahdin (1/4 x 1/4 x
1/2)
Dorper x Pelibuey (3/4
x 1/4)
2006
2.5 1/
3.1
Años
2007
2008
2.8
2.4
2009
2.4
3.1
3.0
2.8
3.0
2.9
2.7
3.2
3.2
3.0
3.0
1/ Condición corporal (1 muy flaca; 5 muy gorda).
Existen explotaciones en donde no se ofrece suplementación
alguna durante este período, sin embargo esto se ve reflejado en
menores pesos al destete de los corderos y en una menor condición
corporal de la hembra, así como se empadran en este período, mismos
que afectan significativamente la prolificidad.
Si no se cuenta con las condiciones adecuadas, se debe evitar el
empadre durante los meses de julio, agosto e iniciar después de la
primera quincena del mes de septiembre, con ello se evitarán los partos
en diciembre, y enero y empezarán a partir del 15 de febrero en que las
temperaturas disminuyen su severidad. Con esta programación se
disminuye de manera importante la mortalidad de corderos.
El manejo de las hembras lactantes durante la época de lluvia se
puede realizar de la siguiente manera. Una alternativa es que la hembra
salga a pastorear junto con sus crías desde que tengan aproximadamente
una semana de edad. El criterio para dejarla salir a pastorear es que la
cría ya se haya identificado bien con su madre y tenga un buen vigor
(cordero saludable, que pueda caminar bien). Con esta opción el cordero
tiene un excelente desarrollo ya que empieza a consumir forraje verde de
buena calidad.
Época de seca.
Independientemente de la época del año, es ideal que la hembra
lactante salga a pastorear, también es indispensable separar a las
hembras lactantes del resto del rebaño para poder ofrecerles una
alimentación complementaria, ya que aún cuando sea época de lluvias la
requerirán (Esqueda y Estrada, 2008).
Para el manejo de la hembra lactante durante esta época, se
recomienda dejar salir a pastorear únicamente a la borrega, quedando los
corderos estabulados. Esta alternativa es posible siempre y cuando el
pastoreo sea en dos turnos, es decir, que salgan a pastorear cuatro horas
en la mañana y cuatro horas por la tarde, para que los corderos no
permanezcan todo el día sin consumir leche. Sin embargo, si al productor
se le facilita más la opción de sacar la hembra a pastorear junto con el
cordero. En esto no hay inconveniente, únicamente que la calidad del
forraje es baja y beneficiará muy poco al cordero, en este caso la gran
ventaja para el cordero es que se adaptará más fácilmente al pastoreo
después del destete.
Si se tomó la decisión del pastoreo de las hembras junto con las
crías, deberá destinarse un potrero exclusivo para estos animales y
deberá estar ubicado lo más cercano posible a los corrales donde
pernoctan. Lo anterior evitará que el cordero camine mucho y se quede
rezagado, con ello se reducirán las pérdidas por abandono y por
depredadores. Con un potrero cercano se facilitará la observación de los
animales, no gastarán mucha energía caminando y además se les podrá
ofrecer la suplementación con mayor facilidad.
En la época de seca, el forraje en los pastizales es de baja calidad,
por ello es indispensable ofrecer una suplementación proteica y
energética (Ferreiro et al., 1994), ya que las hembras lactantes son las
que requieren una mayor cantidad de alimento y además de buena
calidad. La cantidad de concentrado a ofrecer es de 500 g diarios,
específicamente si se encuentran en áreas dominadas por zacates
(Chávez et al., 1981), como es la región Centro y Noroeste del estado de
Chihuahua. El concentrado a utilizar puede ser cualquiera de los
recomendados en el Cuadro 5.1. Por ningún motivo debe reducirse esta
cantidad, ya que se verá reflejado en la sobrevivencia y en el desarrollo
de las crías y en la condición corporal de las hembras.
La cantidad del concentrado podrá reducirse en las áreas de
matorrales en donde haya abundante vegetación herbácea y arbustiva,
que se mantiene verde aún en esta época. En zonas con este tipo de
vegetación, se pueden mantener con 250 a 300 g diarios de concentrado.
Un aspecto fundamental a tomar en cuenta es frecuentemente
revisar que los potreros cuenten con el suficiente forraje disponible. Si hay
escasez de forraje la hembra tendrá que dedicar más tiempo a pastorear
y difícilmente podrá cubrir sus requerimientos de materia seca. Cuando el
forraje es escaso de nada le servirá al ovinocultor proporcionar el
concentrado, deberá cambiarlas a un potrero donde haya el suficiente
forraje. Si no se cuenta con este potrero, se recomienda no ofrecer forraje
complementario, ya que al hacerlo la borrega disminuirá su tiempo diario
de pastoreo por estar esperando el forraje y con ello disminuirá aun más
su condición corporal, por lo que es preferible alimentarlas en
estabulación total.
Observaciones de campo con ganado ovino en pastoreo en
diferentes regiones del estado de Chihuahua han mostrado que los partos
en el período de diciembre y enero traen consigo problemas para la
borrega en lactancia, entre los que se encuentra el adelgazamiento y la
muerte de sus crías. El problema se acentúa más cuando se utilizan
hembras de la raza Pelibuey, y se puede atribuir a las bajas temperaturas
combinadas con la disminución en la calidad del forraje del pastizal. En el
Rancho Experimental La Campana, observaciones durante cuatro años
mostraron que la condición corporal de las hembras lactantes durante los
meses de diciembre y enero se ve disminuida aún con la utilización de
500 g diarios de concentrado y se observa especialmente en las hembras
Pelibuey. En los meses de enero y febrero se presentan heladas
diariamente con fluctuaciones de -1 hasta - 11 C, esto contribuyó a que
las hembras Pelibuey fueran las más sensibles, lo cual se explica por su
origen de clima tropical. En cambio las cruzas de Pelibuey con Katahdin y
Dorper se vieron menos afectadas (Cuadro 5.7). Para poder programar
pariciones en esta época es preciso contar con instalaciones adecuadas
que protejan al ganado durante las noches y además contar con el
suficiente forraje disponible en el pastizal y una suplementación adecuada
para que las hembras puedan llegar con una condición corporal superior
al 3.5 al momento del parto.
Figura 5.5 Corderos lactantes en estabulación, mientras sus madres
se encuentran en pastoreo durante la época de seca.
Una manera para reducir los problemas de calidad de forraje en la
época de sequía y disminuir costos de suplementación en hembras
lactantes es a través de la utilización de praderas irrigadas como una
estrategia de apoyo al pastizal. Con esta opción el productor de ovinos
puede reducir la cantidad de suplemento proteico, mejorará de manera
importante la condición corporal y la producción de leche con el
consiguiente incremento en la sobrevivencia de los corderos. Esta
alternativa es viable en las explotaciones extensivas que cuenten con
agua suficiente para la siembra de cereales invernales (González, 2007).
MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN EN CORDEROS
Alimentación de corderos lactantes
El cordero nacido en agostadero requiere de un manejo que le
permita su sobrevivencia al destete y llegar a esta etapa con el mayor
peso posible. Su base de alimentación debe ser el creep feeding o
suplementación predestete. Esta alimentación consiste en proporcionarle
al cordero a libre acceso un concentrado de alta calidad nutricional, con
alta gustosidad y con al menos un 18% de proteína (Doane, 1996). Para
ofrecer el creep feeding, se requiere adaptar un área con comedero a la
que sólo los corderos tengan acceso al alimento y se pueda evitar el
ingreso de las hembras adultas. Esta área debe ser lo suficientemente
amplia para que todos los corderos puedan entrar, el comedero también
sea amplio y el alimento siempre esté disponible (Esqueda et al., 2009a).
Época de seca
Durante la época de sequía se sugiere que el cordero no salga a
pastorear, a menos de que se encuentre en áreas de matorrales, que
cuentan con forraje de buena calidad. Preferentemente, el cordero debe
permanecer estabulado en el área de descanso y permitir que solo la
hembra salga a pastorear. En el área de descanso se le debe
proporcionar cualquiera de los concentrados mostrados en el Cuadro 5.9,
dependiendo del costo y la disponibilidad. También se pueden utilizar
concentrados comerciales, pero su costo será superior. Se incluye la
marmolina o carbonato de calcio en la ración, misma se puede adquirir en
cualquier ferretería. Su función es actuar como un amortiguador,
controlando la acidez ruminal provocada por el alto consumo de granos.
En forma adicional al concentrado, los corderos deben recibir debe
alfalfa de buena calidad, pero debe ser en pequeñas cantidades (Manson,
1999). Cuando apenas empiezan a comer, deben ofrecerse alrededor de
50 g diarios por animal, de modo tal que no dure más de media hora en el
comedero, si dura más tiempo debe retirarse el excedente. La alfalfa
funciona como un atrayente para que se acerquen a comer el
concentrado y además como una fuente de fibra, proteína y vitamina A.
La alfalfa no requiere ser molida y la cantidad se irá incrementando hasta
llegar a los 200 g diarios al momento del destete (60 días). En promedio,
un cordero desde el nacimiento al destete consume 250 g diarios de
alimento incluyendo alfalfa y concentrado.
Minerales
(%)
Marmolina
(%)
Sal (%)
25
15
Glúten de
maíz (%)
70
60
75
65
Grano de
destilería (%)
Maíz o sorgo
(%)
1
2
3
4
Pasta de
soya (%)
Concentrado
Cuadro 5.9 Concentrados para ser utilizados en raciones para
corderos lactantes (creep feeding).
20
10
2.5
2.5
2.5
2.5
1.5
1.5
1.5
1.5
1.0
1.0
1.0
1.0
20
20
Época de lluvias
En este período, que abarca desde julio a noviembre, es
recomendable que el cordero salga a pastorear junto con su madre desde
que tienen una semana de edad. Con esta práctica, el cordero empieza a
consumir forraje de buena calidad desde los 7 a 10 días de edad. Se ha
observado que los corderos que tienen su lactancia en agostadero se
desarrollan más rápido que los de la época de sequía, adquieren un
mayor vigor y tienen índices de mortalidad menores, lógicamente debido
al consumo de especies de mayor calidad nutritiva, tanto por la hembra
como por la cría.
Las evaluaciones realizadas en el Rancho Experimental La
Campana muestran que el cordero que se mantiene en pastoreo durante
la época de lluvias tiene un mayor consumo de forraje en el agostadero, lo
que repercute en un menor consumo de concentrado. Se ha observado
que el consumo de suplemento (creep feeding) es mucho más bajo que
en la época de sequía. Durante el verano del año 2008, los corderos
consumieron en promedio durante toda la lactancia solo 50 g diarios de
concentrado, lo anterior se debió a que el cordero consumió forraje de
buena calidad en el agostadero y logró cubrir sus requerimientos de
volumen. A pesar del bajo consumo de concentrado, los pesos al destete
fueron aceptables (18 a 21 kg) y además esto permitió reducir los costos
de alimentación.
El Cuadro 5.10 muestra los pesos al destete obtenidos en el
Rancho Experimental La Campana con hembras lactantes en pastoreo
durante la época de sequía y de lluvias, independientemente de la raza y
del tipo de cruzamiento, en donde se aprecia que la época influye de
forma significativa en el peso al destete. En el año 2009 se observa un
mayor peso al destete, debido a que la lactancia se realizó con el apoyo
de pradera irrigada, en donde se suplementó a las hembras con dos
horas diarias de pastoreo en forma conjunta con el cordero, también
trayendo consigo un menor consumo de concentrado en el creep feeding.
Cuadro 5.10 Efecto de la época de nacimiento sobre el peso al
destete (kg) de corderos criados por hembras en pastoreo extensivo
en el Rancho Experimental La Campana.
Año de evaluación
2006
2007
2008
2009
Época de seca
Peso al destete
16.00
17.40
16.20
19.45
Época de lluvia
Peso al destete
18.50
19.75
20.20
El destete es conveniente realizarlo entre los 60 y 75 días de edad
de los corderos. Al acortar el período de lactancia se facilita en gran
medida el manejo, se reducen costos de suplementación hasta en un 30%
(Esqueda y Estrada, 2008). Además el cordero no se ve afectado, ya que
la calidad de la leche de la hembra disminuye a partir del primer mes de
lactancia. Para poder destetar a esta edad es imprescindible el haber
ofrecido crep feeding, especialmente cuando se realiza en la época de
seca.
Se observó también en el Rancho Experimental La Campana que
el cruzamiento también influyó sobre el peso al destete, en donde se
muestra que los corderos que incluían una tercera raza (Pelibuey x
Dorper x Katahdin) fueron los que mostraron las mayores ganancias de
peso. Las hembras Pelibuey con Dorper que fueron empadradas con
Katahdin fueron las que tuvieron la mejor respuesta, independientemente
de la época del año (Cuadro 5.11).
Cuadro 5.11 Efecto del genotipo sobre el peso al destete de corderos
criados por hembras bajo pastoreo extensivo en el Rancho
Experimental La Campana.
Peso al destete (kg)
Año de
evaluación
2006
2007
2008
2009
Pelibuey
Pelibuey
X
Dorper
Pelibuey
x
Katahdin
Pelibuey
x
Dorper
x
Katahdin
15.1
15.8
15.5
16.4
19.2
18.8
18.2
19.2
19.4
18.2
19.4
20.6
20.5
22.0
Dorper 3/4
x
Pelibuey
1/4
19.0
18.4
19.5
Los corderos al destete deben entrar a un programa intensivo de
engorda (Sánchez, 2007), con el fin de tener los corderos listos para su
venta con un peso mínimo de 35 kg a los 150 días de edad (60 días de
lactancia y 90 días de engorda) (Esqueda, 2009). Para cumplir con este
objetivo se puede utilizar cualquiera de los concentrados indicados en el
Cuadro 5.12, todos tienen un 15% de proteína y se han utilizado para la
engorda con resultados similares. En forma adicional al concentrado se le
debe ofrecer alfalfa, que sería lo ideal, pero se puede sustituir con avena,
pasto sudán, rastrojo de maíz o cualquier otro forraje. El forraje debe
ofrecerse en la mañana y en la tarde con el fin de que pueda consumir
fibra y amortiguar las altas cantidades de grano. Al inicio de la engorda se
deben ofrecer 200 g diarios de forraje (mitad en la mañana y mitad en la
tarde), este forraje no debe durar más de media hora en el comedero, si
es así hay que retirarlo, con el fin de que consuman la mayor cantidad
posible de concentrado. Posteriormente, se incrementan la cantidad de
forraje poco a poco hasta llegar a los 400 g diarios cuando tengan un
peso de 35 kg. Hay que recordar que entre más concentrado consuman
los corderos, la ganancia diaria de peso se incrementará y la conversión
alimenticia será mejor (Stanton y Levalley, 2003; Esqueda, 2009).
Cuadro 5.12 Alternativas para la elaboración de concentrados para la
engorda intensiva de corderos.
Concentrado
Maíz o
sorgo
(%)
Pasta
de soya
(%)
1
2
3
4
5
6
80
75
78
67
55
55
15
7
7
5
5
5
Harinolina
(%)
Grano de
destilería
(%)
Frijol
(%)
Polvo de
nuez (%)
18
15
15
15
15
13
10
5
5
5
A todos los concentrados debe agregarse 1% de sal, 2.5% de minerales y 1.5% de
carbonato de calcio (marmolina), los cuales están incluidos en el costo total del
concentrado.
Corderos en engorda
El Cuadro 5.13 muestra los resultados obtenidos en engorda de
corderos destetados en el agostadero y sometidos a engorda intensiva en
corral, con las raciones anteriormente presentadas. La información
generada muestra las ganancias diarias de peso y cómo son afectadas
por el genotipo de los corderos. En tal caso, se puede observar que el
Pelibuey es el que muestra las menores ganancias de peso, sin embargo
a pesar de ello se puede cumplir con el objetivo de contar con un animal
engordado de 35 kg listo para su venta a una edad máxima de 150 días.
Cuadro 5.13 Efecto del genotipo sobre las ganancias diarias de peso
de corderos en engorda en el Rancho Experimental La Campana.
Año
de
evaluación
2006
2007
2008
Ganancias diarias de peso (g/animal)
Pelibuey
Pelibuey
Pelibuey
x
Pelibuey
x
x
Dorper
Dorper
Katahdin
x
Katahdin
220
268
208
275
287
305
235
274
270
291
Además de la engorda intensiva en corral, existe la alternativa de
desarrollar los corderos bajo condiciones de pastoreo. Esta opción puede
llevarse a cabo únicamente durante la época de lluvias, bajo condiciones
de pastoreo extensivo durante esta época se obtienen ganancias diarias
de peso que fluctúan entre 75 y 125 g (Bores y Ortega, 2001; Velásquez
et al., 2002). Las ganancias de peso son bajas si se comparan con las
obtenidas en la engorda intensiva, pero si se considera que no se utiliza
ningún insumo para la alimentación, a excepción de los minerales, esta
resulta una excelente alternativa. De este modo corderos nacidos durante
julio y agosto pueden destetarse en septiembre u octubre y dejarse en
pastoreo hasta finales de noviembre. Posteriormente se pasan a engorda
por un período de 30 a 45 días y se venden cuando la demanda de
cordero en el centro del país y los precios son altos, que corresponde al
período de diciembre a abril.
La principal desventaja de este esquema de desarrollo y engorda
de corderos es que se requiere una mayor superficie de pastoreo, ya que
los corderos van a estar utilizando el pastizal destinado para las hembras,
y en muchos casos se va a lograr a costa del sacrificio del agostadero.
Por tal motivo esta práctica sólo se recomienda aplicarla siempre y
cuando la explotación cuente con la suficiente superficie de pastoreo, con
el fin de no causar daño a la vegetación. Otra desventaja es el tiempo
para tener el cordero finalizado, ya que por lo general el cordero estará
listo para la venta a una edad de ocho meses en comparación con la
engorda intensiva en que no pasará de los cinco meses de edad.
Desarrollo de primalas bajo condiciones de pastoreo
Después del destete se requiere desarrollar las primalas que se
van a dejar como reemplazos. Es común que los productores que tienen
sus explotaciones bajo condiciones extensivas junten las hembras de
reemplazo con el resto del rebaño, incluyendo los sementales. Esto
implica que las corderas en su mayoría se preñen a edades muy
tempranas, por lo general menores de siete meses. Con esta práctica, las
primalas no desarrollan su potencial de crecimiento, y además la gran
mayoría tienen problemas para la crianza de sus corderos durante la
lactancia (Manson, 1999; Gutiérrez et al., 2000)
Para evitar este problema existen dos opciones; la primera de ellas
es someterlas a un programa de engorda hasta que alcancen un peso de
32-35 kg, el cual se logra alrededor de los cinco meses de edad (Esqueda
et al., 2009b). Después de que hayan alcanzado su peso para empadre
se someten a un programa de alimentación, esencial para mantenimiento,
con una ración basada principalmente en forrajes, pudiendo ser alfalfa o
avena y con solo 150 g diarios de concentrado de engorda, con ello
tendrán un incremento de peso de 4 a 6 kg en un período de dos meses.
Así, a los siete meses de edad, animales Pelibuey con cruzas de Katahdin
y Dorper tendrán un peso de 35 a 40 kg a los siete meses de edad y
estarán listas para el empadre, aunque por experiencia se recomienda
empadrarlas a una edad cercana a los ocho meses (Esqueda y Estrada,
2008). Con ello tendrán una mayor producción de leche en la lactancia, el
peso al nacimiento de los corderos se verá favorecido, así como el
número de crías por parto.
La segunda alternativa consiste en destinar un potrero exclusivo
para las corderas. Esta opción tiene una mayor viabilidad cuando se
realiza durante la época de lluvias (julio-noviembre), y es la opción más
económica. En el Rancho Experimental La Campana se llevó a cabo el
desarrollo de corderas bajo este esquema durante dos años,
obteniéndose ganancias de peso que fluctuaron entre 112 y 123 g diarios
por animal, es decir que las corderas ganaron entre 3.3 y 3.7 kg por mes.
Los resultados se presentan en el Cuadro 5.14 en donde se observan las
ganancias diarias promedio de corderas con una edad inicial de 3 meses,
durante el período de agosto a noviembre.
Cuadro 5.14 Comportamiento de corderas en pastoreo durante la
época de lluvias en el Rancho Experimental La Campana durante dos
años de evaluación.
Año de
evaluación
Peso Inicial
(kg)
Días en
pastoreo
Peso final
(kg)
2006
2008
21
23
87
105
30.75
35.90
Ganancia
diaria de
peso (g)
112
123
Cuando se requiera acelerar el desarrollo de las corderas, puede
suplementarse con 250 g diarios de alguno de los concentrados
recomendados para engorda (Cuadro 5.12), con ello se logran ganancias
de peso de entre 150 y 160 g diarios, y es factible que puedan alcanzar
con mayor rapidez el peso al empadre.
MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN EN SEMENTALES
Alimentación del semental
Cuando se adquiere un animal joven como reproductor,
generalmente tiene una edad de entre seis y doce meses, ya que es lo
que comúnmente existe en el mercado. El semental continúa
desarrollándose aún después de los dos años de edad, por tal motivo es
necesario continuar ofreciéndole una alimentación que permita su óptimo
crecimiento (Gutiérrez et al., 2000)
El semental entre más joven se adquiera debe recibir una
alimentación más intensiva, es decir con un mayor nivel de grano en la
ración. Animales de seis a ocho meses con pesos que fluctúan entre 50 y
75 kg, se sugiere que continúen con dietas a base de granos, en donde
se sugiere que reciban una dieta con al menos un 50 a 60% de
concentrado (Esqueda y Estrada, 2008). En este caso se les debe
ofrecer alrededor de 1.2 a 1.5 kg diarios de concentrado para engorda
(Cuadro 5.12) y 1.0 a 1.5 kg de forraje, ya sea alfalfa o avena. Si se
utilizan forrajes de menor calidad como rastrojos o pasto sudán, sólo se
requiere enriquecer el concentrado con una mayor cantidad de proteína,
adicionándole un 20% más de pasta de soya. A la edad de un año y hasta
que cumpla los dos años de edad, se le puede seguir sosteniendo con un
kg de concentrado diariamente y el resto se complementa con forraje.
En los casos en que el semental sea requerido para el empadre es
posible suspender el concentrado, por períodos de tiempo de hasta un
mes, sin que esto perjudique su desempeño reproductivo, o bien utilizar
empadres sólo en la noche y tener al semental con el concentrado
durante el día. En época de lluvias la cantidad de concentrado también se
puede reducir hasta 500 g diarios, sin afectar su desarrollo. Existen
también opiniones en las que no es necesario proporcionar altas
cantidades de grano, sino ofrecer únicamente concentrado para
mantenimiento, aunque esto va en detrimento del desarrollo del semental
y no alcance a expresar el potencial que tiene, especialmente en los
sementales que se adquieren a una edad menor de un año.
Cuando el semental es adulto, con una edad mayor a dos años,
únicamente se requiere mantenerlo en una condición corporal adecuada
para el empadre, no hay que engordarlo demasiado. Durante la época de
lluvia puede trabajar sin necesidad de suplementación, a excepción de los
casos en que se ponga a trabajar con un alto número de hembras. Se
debe revisar su estado físico y en algunas ocasiones puede requerir de un
concentrado a niveles de 500 g hasta 1 kg diario.
LITERATURA CITADA
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CAPÍTULO VI
MANEJO REPRODUCTIVO DE OVINOS EN PASTOREO
Para poder llevar a cabo un manejo reproductivo es muy
importante estar al pendiente de la condición corporal de las hembras, ya
que es la clave para obtener la mayor eficiencia en la cosecha de
corderos. Como se mencionó anteriormente, una mala condición corporal
de la hembra al empadre equivale a tener un parto con una sola cría
(Esqueda et al., 2009). También una hembra flaca al final de la gestación
por lo general va a rechazar a su cría y si la acepta la va a criar con
deficiencias alimenticias por su baja producción de leche. También se
presentan los casos en que las hembras están muy gordas al empadre, lo
cual traerá consigo una baja tasa de concepción o bien, cuando llegan
muy gordas al parto, se tendrán problemas de toxemia de la preñez con la
consiguiente alta tasa de mortalidad de hembras y sus corderos
(Martínez, 2008).
Evaluación de la condición corporal en ovinos
A continuación se explica en forma detallada en qué consiste la
escala de evaluación de la condición corporal en ovinos. La evaluación
de la condición corporal se hace mediante palpación en la región lumbar
(zona de los riñones) tal y como se muestra en la Figura 22. En este caso,
el evaluador estima la cantidad de músculo y grasa subcutánea entre las
vértebras (Thompson y Meyer, 1994). Para calificar se utiliza una escala
del 1 al 5, en donde el animal flaco se ubica en la escala del 1, el animal
delgado en condición 2, el animal en buena condición 3, el animal
ligeramente gordo en condición 4 y el animal gordo en la condición 5. La
técnica señala que se debe colocar atrás del animal y poner las manos
sobre la región lumbar recorriéndolas hasta la grupa, en esta parte se
sienten las vértebras y los huesos de la cadera (De Lucas, 2008).
Figura 6.1 Región en donde se efectúa la evaluación de la condición
corporal (De Lucas, 2008)
En las siguientes Figuras (6.2, 6.3, 6.4, 6.5 y 6.6) se muestran en
forma detallada las cinco diferentes categorías que contienen la
evaluación de la condición corporal (Adaptados de Thompson y Meyer;
1994).
Condición 1. Los animales en esta condición se encuentran muy flacos.
La parte espinosa y transversa (hueso lateral) de las vértebras se tocan
con mucha facilidad. Baja cantidad de músculo y sin cobertura de grasa
Figura 6.2. Ejemplo de condición corporal 1.
Condición 2. Los animales continúan flacos. La parte espinosa es aguda y
prominente. El músculo de la costilla tiene poca cubierta de grasa. Es
posible pasar los dedos por debajo de la parte transversa con solo una
pequeña presión.
Figura 6.3 Ejemplo de condición corporal 2.
Condición 3. Son animales en buena condición. La parte espinosa es más
redondeada y solo se puede sentir con presión. Cantidad moderada de
músculo y grasa. Las espinas transversas son suaves y bien cubiertas, se
requiere hacer una presión firme para poder tocarlas. El ojo de la costilla
está lleno y con algo de grasa.
Figura 6.4. Ejemplo de condición corporal 3.
Condición 4. Corresponde a animales gordos. La parte espinosa solo
puede ser detectada con presión como una línea dura. La parte
transversa no se puede sentir. El ojo de la costilla está lleno y con una
cubierta moderada de grasa.
Figura 6.5 Ejemplo de condición corporal 4.
Condición 5. En esta categoría se encuentran los animales muy gordos.
La parte espinosa y la transversa de las vértebras no se pueden tocar. El
ojo de la costilla está completamente lleno y con una gruesa cubierta de
grasa. Se observa una depresión en donde va la parte espinosa.
Figura 6.6 Ejemplo de condición corporal 5.
Objetivos de producción en explotaciones ovinas
Los objetivos de producción en toda explotación ovina bajo
condiciones extensivas deben ser los siguientes:
i.
ii.
iii.
Lograr al menos un 90% de pariciones
Intervalos entre partos lo más cercano a 240 días
Lograr entre 1.4 y 1.5 corderos destetados por hembra.
Es posible lograr éstos parámetros con las razas de pelo que
actualmente se tienen en el País y a base de un plan de manejo
reproductivo, alimenticio y sanitario. Sin embargo, los parámetros pueden
variar ligeramente de acuerdo a los objetivos del productor, por ejemplo si
el ovinocultor se decide por un esquema de producción de un parto por
año, en este caso ya no sería de interés el intervalo entre partos.
Bajo condiciones extensivas se debe ser menos estricto con el
intervalo entre partos y con el número de corderos destetados por
hembra, ya que este sistema es el más económico y el que ofrece una
mayor rentabilidad, sin embargo no por ello se debe descuidar el manejo
(Lane, 2002).
A continuación se presenta un plan de manejo reproductivo acorde
a la etapa fisiológica de los animales.
Edad y peso de las primalas al empadre
Las primalas deberán estar bien desarrolladas para el empadre, se
sugiere que para poder preñarlas tengan dos terceras partes de su peso
adulto. En el caso de la raza Pelibuey, se sugiere empadrar a un peso de
30 a 33 kg, en las Blackbelly con 30 kg es suficiente, mientras que en
primalas con cruza de Katahdin y Dorper el peso deberá ser superior a los
35 kg (Esqueda y Estrada, 2008).
Aunque las primalas en el otoño pueden entrar a la pubertad e
iniciar su actividad sexual desde los seis meses (Rodríguez, 2005), se
recomienda esperar hasta que cumplan los ocho meses. Diversas
experiencias obtenidas en explotaciones ovinas han mostrado que las
hembras que se preñan a los seis o siete meses de edad tienen más
problemas de mortalidad de crías, corderos con un menor peso al
nacimiento, menor prolificidad y una menor producción de leche de las
hembras, así como un menor desarrollo corporal. Rodríguez (2005)
aconseja empadrar a las primalas a una edad de entre 8 y 10 meses, con
el fin de que hayan alcanzado un desarrollado adecuado. A continuación
se presenta una tabla con los pesos sugeridos para el empadre de
primalas de acuerdo a su genotipo (Cuadro 6.1).
Cuadro 6.1 Peso mínimo recomendado para el empadre de primalas
de diferentes razas de pelo y grados de pureza (Esqueda y Estrada,
2008).
Raza o cruza
Blackbelly
Pelibuey
Dorper x Pelibuey
Katahdin x Pelibuey
Dorper 3/4 a 7/8
Katahdin 3/4 a 7/8
Dorper y Katahdin puras
Peso (kg)
30
30-33
35
35
40
40
45
Área exclusiva para maternidad
Es muy importante contar con un área para tener las borregas
recién paridas, esta área puede ser de alrededor de 20 m2 y puede
ubicarse en los mismos corrales de descanso o donde pasen la noche
(Esqueda y Estrada, 2008). Únicamente hay que separar a las borregas
que vayan pariendo y dejarlas de tres a cinco días en estos corrales, en
donde se recomienda hacer grupos de seis a diez hembras como
máximo. Esta práctica ayudará a reducir la pérdida de corderos al
fortalecer la habilidad materna y evitar corderos extraviados y muertes por
aplastamientos e inanición (Esqueda et al., 2008). Después de este breve
período, se recomienda pasarlas a un corral más grande y exclusivo para
hembras lactantes en donde puedan salir a pastorear aisladas del resto
del rebaño.
Consideraciones al adquirir un semental
Toda persona que vaya a dedicarse a la producción de ovinos en
pastoreo extensivo debe seleccionar muy bien el semental que va a
adquirir, ya que es el que va influir directamente en la productividad de
todo el rebaño. Un aspecto fundamental es que el semental debe
adquirirse joven, a una edad entre seis y ocho meses con el fin de que
pueda adaptarse a las condiciones de cada una de las explotaciones, ya
que entre más edad tenga el semental adquirido mayores problemas
tendrá para adaptarse. Cuando los sementales son mayores a dos años
de edad es preferible no comprarlos para evitar problemas, ya que incluso
pueden morir debido al cambio de medio ambiente. Además, la
producción de sementales por los productores de pie de cría se lleva a
cabo principalmente bajo condiciones de estabulación o semiestabulación, por lo tanto no están adaptados a las condiciones de
pastoreo extensivo.
Después de que el productor haya seleccionado un animal joven
como su reproductor, debe revisar los testículos, ambos deben estar
presentes, deben ser del mismo tamaño, sin irregularidades, que ambos
tengan la misma forma y que no haya abultamientos o endurecimiento. Es
muy importante revisar la punta del testículo que no vaya a estar
inflamada, con esto es suficiente para que el semental tenga problemas
de fertilidad (De Lucas y Chávez, 2005). Se debe también medir el
tamaño de los testículos, un cordero de cinco a seis meses no debe tener
una circunferencia escrotal menor a 25 cm, este valor es el mínimo que se
puede recomendar y es preferible evitar este tipo de corderos (Esqueda y
Estrada, 2008).
Es muy importante que el productor tenga acceso a la información
productiva del semental, revisar sus parámetros productivos, su peso al
destete, su peso a los 150 días, el tipo de parto de donde proviene, así
como el historial de su madre y la información del padre. Todo esto será
una herramienta para contar con un semental que en verdad vaya a hacer
un mejoramiento genético dentro del rebaño.
Pruebas de fertilidad en sementales
Un aspecto fundamental es realizar anualmente pruebas de
fertilidad a los sementales, el hecho de que un animal haya sido fértil el
año anterior no garantiza que lo vaya a seguir siendo. La fertilidad puede
ser afectada por infecciones, enfermedades previas o por golpes. En
ocasiones se tienen bajos índices de fertilidad debido a que hay
sementales que traen problemas reproductivos y el productor no lo
detecta, trayendo consigo pérdidas considerables (Gutiérrez et al., 2000).
Diagnóstico de gestación
El diagnóstico de gestación es una práctica esencial en toda
explotación ovina, ya que permite separar las hembras que no quedaron
gestantes durante el empadre (Gutiérrez et al., 2000; Rodríguez, 2005).
Normalmente en un rebaño, cerca del 10% de las hembras tienen
problemas de fertilidad, por ello es muy importante detectarlas con el fin
de desecharlas y no estar sosteniendo animales improductivos. Una
estrategia para desechar hembras improductivas o de menor fertilidad, es
realizar el diagnóstico de gestación alrededor de las cinco semanas
después de finalizado el empadre. En el empadre de otoño es donde se
requiere poner mayor énfasis, ya que si las hembras no quedaron
preñadas en esta etapa, que se supone que es la de mayor actividad
reproductiva (Everett, 2004), difícilmente lo harán en el resto del año. Por
esta razón toda hembra que no se preñe en el otoño (período de empadre
máximo de 55 días), debe ser desechada.
Actualmente existen aparatos de ultrasonido para diagnóstico de
gestación a un precio muy accesible para el productor, fáciles de manejar
por el ovinocultor y que tienen una alta efectividad, por lo que representan
una alternativa viable para ser utilizada en las explotaciones ovinas.
Manejo del empadre
Dos meses antes del empadre deberá revisarse la condición
corporal de los machos. Si el semental está flaco, éste deberá someterse
a un programa de suplementación durante los dos meses anteriores a
modo que le permita recuperar su condición y ser capaz de empadrar las
hembras que se le asignen (Gutiérrez et al., 2000). También debe
someterse a un programa de manejo sanitario recomendado para
sementales, en donde se incluye desparasitación, aplicación de selenio y
vitamina A (Cuadro 8.1).
Es preferible realizar el empadre durante las noches,
especialmente si es un animal joven que todavía está en desarrollo, con
ello se aprovecha para ofrecerle un suplemento durante el día con el fin
de ayudarlo a que alcance su máximo desarrollo. Además, el período de
mayor actividad sexual de los machos es durante las noches, por lo tanto
no se ve afectado el porcentaje de preñez. Cuando un semental se sale a
pastorear junto con el rebaño, durante el día el semental se dedica más a
pastorear y a descansar que a empadrar: Experiencias en campo han
mostrado una menor actividad del semental durante el día y esta menor
actividad se acentúa aún más en los días muy calurosos, por lo cual no se
considera necesario traer el semental en pastoreo junto con las hembras.
Figura 6.7 Semental Pelibuey en empadre en el Rancho Experimental
la Campana.
El ciclo estral de la borrega tiene una duración de 17 a 18 días, sin
embargo, no está garantizado que todas las hembras tengan el celo en
este período e incluso el macho pudo no haberlas montado (Rodríguez,
2005). Para asegurar que la mayoría de las hembras se preñen, se
sugiere dejar un período de tres ciclos estrales, con ello toda la hembra
que se encuentre reproductivamente apta se empadrará. Por lo tanto, con
un período de empadre de 60 días será suficiente para asegurar el
máximo porcentaje de preñez.
Un semental joven de 8 a 12 meses de edad puede cubrir entre 20
y 30 hembras por ciclo, mientras que en animales mayores de un año
pueden trabajar muy bien con grupos de 30 a 40 hembras (Rodríguez,
2005). Se sugiere que el productor identifique las hembras que se le
asignan a cada semental, con el fin de que pueda contar con la
información productiva derivada de cada semental. Cuando no es posible
separar hembras para cada semental, se pueden poner a trabajar dos
sementales en forma simultánea con un grupo de 60 a 80 hembras. En
estos casos se debe tener cuidado con los sementales, ya que
frecuentemente pelean por empadrar a las hembras y por lo general se va
a presentar un macho dominante que no va a dejar trabajar al otro
semental. Cuando el problema es fuerte y que los machos empiezan a
pelear, la sugerencia para evitar este problema es intercalar los
sementales y poner a trabajar únicamente un semental por noche, es
decir una noche uno y al día siguiente trabajar con el otro, o bien un
semental para el día y otro para la noche.
Alternativas para el empadre en agostadero
Actualmente se cuenta con dos alternativas para programar el
empadre bajo condiciones extensivas, algunos productores señalan que
bajo condiciones de pastoreo es preferible tener un esquema en el cual
solo se tenga un parto por año. Por otra parte, existe la tendencia de que
se deben aprovechar las ventajas comparativas de los ovinos de pelo y
buscar maximizar su potencial reproductivo, que es su mayor ventaja, a
través de un empadre intensivo, con el fin de tener tres partos en dos
años (Lara, 2003). A continuación se hace una breve discusión de ambos
esquemas, sin embargo aún no se cuenta con datos que permitan
establecer cuál de los dos sistemas es mejor, ya que la aplicación de
cada sistema dependerá de varios factores, tales como clima, tipo de
vegetación, superficie de agostadero, instalaciones, mano de obra, etc.
Sistema de empadre de un parto por año
Este esquema consiste en programar el empadre con la totalidad
de las hembras en los meses de diciembre y enero, con el fin de que los
partos se presenten en los meses de mayo y junio, que corresponde al
final de la época de seca. Con este esquema los corderos destetados se
pasan directamente a pastoreo en el agostadero en los meses de julio y
agosto. De esta manera se reducen costos de engorda, ya que los
corderos permanecen desde julio hasta noviembre en pastoreo,
únicamente se finalizan con grano por un período de 30 días y se venden
en enero cuando se presenta el mayor déficit de carne de cordero en el
país y se obtiene el mayor precio de venta. Se estima que los corderos en
agostadero pueden ganar durante la época de lluvias entre 120 y 150 g
diarios, con lo cual en un período de pastoreo de 120 días lograrán subir
entre 14 y 18 kg, con ello estarán casi listos para su venta, sin haber
gastado en alimentación.
Las ventajas de este sistema de empadre son las siguientes:
i. Se facilita el manejo al tener todas las pariciones en una sola
época.
ii. Se detectan con mayor facilidad las hembras que no se preñaron.
iii. Permite planear los partos en la época de mayor conveniencia para
el productor.
iv. Se reducen de manera importante los costos de suplementación en
hembras adultas.
v. Se reduce la mortalidad de corderos al evitar partos en invierno.
vi. Se programa la venta de corderos en la época en que tienen mayor
valor.
Sin embargo, hay que considerar que este sistema también
presenta desventajas, mismas que se presentan a continuación:
i. Se requiere una mayor superficie de pastoreo, debido a que el
cordero está utilizando el agostadero, que debería ser destinado
ii.
iii.
iv.
v.
vi.
para las hembras adultas. Por lo tanto, si no se cuenta con la
superficie adecuada para el sostenimiento de todo el rebaño, el
pastizal va a sufrir un deterioro.
Alta concentración de partos en un período muy reducido si no se
cuenta con instalaciones adecuadas, tales como área de
maternidad y corrales para la lactancia el productor tendrá serios
problemas con crías abandonadas y alta mortalidad.
Se deja de aprovechar el potencial que tiene el ovino de pelo para
empadrarse en diferentes épocas del año.
Los ingresos se concentran en un período muy reducido, en caso
contrario con un esquema más intensivo de manejo se tendrán
ingresos todo el año.
Una alta proporción de las primalas se empadrarán a una edad
menor de siete meses, ya que será antieconómico mantenerlas
vacías hasta el siguiente año.
El productor que se interese por este sistema debe utilizar razas de
lana, ya que le ofrecerán mayores ganancias de peso que los
ovinos de pelo, con ello podrán sacar sus corderos a la venta con
un mayor peso y en un menor plazo.
Sistema de empadre de tres partos en dos años
La ventaja que tienen los ovinos de pelo sobre las razas de lana es
su menor estacionalidad, es decir, que entran en celo durante casi todo el
año. Esta característica debe ser aprovechada al máximo y es lo que
hace que la explotación de ovinos de pelo sea una práctica más rentable
que la cría de ovinos de lana (Johnson, 2005).
El objetivo del empadre intensivo es lograr tres partos en dos años,
por ello se debe diseñar un empadre que le permita a la hembra estar el
menor tiempo vacía. Para el desarrollo de este esquema de empadre en
pastoreo, se debe diferenciar de acuerdo a la época de seca y de lluvia.
En la época de seca, la hembra debe empadrarse hasta que
finalice su lactancia, ya que generalmente terminan delgadas, por lo cual
inmediatamente después del destete deben ser sometidas a un programa
de suplementación o flushing durante dos a cuatro semanas,
dependiendo de su condición corporal al final de la lactancia. Cuando la
hembra llegue a una condición de 3.5 (carnuda) debe iniciarse el empadre
y continuar con la suplementación por dos semanas más. Para esta
suplementación se puede utilizar cualquiera de los concentrados
mostrados en el Cuadro 5.1, ofreciendo de 350 a 500 g por día.
En esta etapa (época seca), también es cuando se presenta una
mayor estacionalidad en las hembras, por lo cual se sugiere que los
sementales estén lo más alejado posible de las hembras en donde no
detecten su presencia a través de la vista o del olfato. De este modo, al
iniciar el empadre, el efecto macho favorecerá la aparición de más
hembras en calor.
Durante la época de lluvias (julio-noviembre), que coincide también
con la etapa de mayor actividad sexual en los ovinos, es recomendable
realizar el empadre durante la lactancia, con esta estrategia se logrará
empadrar a más del 80% de las hembras en lactancia. También en este
período del año las hembras se mantienen en una mejor condición
corporal en la lactancia, ya que el forraje es de mejor calidad. Es ideal
ofrecer alguno de los concentrados mostrados en el Cuadro 5.1 (200 a
250 g por día), con lo que mantendrán su condición corporal, producirán
corderos más pesados y tendrán una mayor prolificidad en el siguiente
parto.
Es común escuchar a los productores que no se debe empadrar en
julio y agosto para evitar pariciones en diciembre y enero, que son los
meses más fríos del año. Lo anterior es un error, ya que están dejando
pasar un tiempo muy valioso para el empadre. Los corderos nacidos de
borregas vacunadas un mes antes de parir no tienen problemas de
mortalidad por bajas temperaturas. En el Rancho Experimental La
Campana se presentan pariciones regularmente en los meses de
diciembre y enero con temperaturas bajo cero en el 90% de los días y con
rangos de 0 a -12ºC sin tener problemas de mortalidad de corderos.
El esquema de empadre intensivo ofrece las siguientes ventajas:
i.
ii.
Aprovechamiento de la menor estacionalidad de los ovinos de pelo.
Mayor número de crías producidas por unidad de superficie.
iii.
iv.
Mayor producción de carne por unidad de superficie.
Ingresos por venta de corderos durante todo el año.
Por su parte las desventajas que presenta este sistema de
empadre se enlistan a continuación:
i.
ii.
iii.
iv.
Requiere un mayor manejo y planeación.
Requiere más mano de obra.
Mayores costos de suplementación.
Requiere un mayor número de potreros para el manejo del ganado
en diferentes etapas fisiológicas.
Actualmente no se cuenta con la información económica que
permita establecer los márgenes de rentabilidad de cada uno de los
esquemas de empadre.
Figura 6.8 Hembra Pelibuey una hora después del parto en el Rancho
Experimental La Campana.
Prolificidad
2.0
1.5
1.0
0.5
Diciembre
Noviembre
Octubre
Septiembre
Agosto
Julio
Junio
Mayo
Abril
Marzo
Febrero
0.0
Enero
Prolificidad
Los resultados obtenidos con respecto a la prolificidad han sido
variables entre años y entre los diferentes tipos de cruzamiento. El mayor
número de crías por parto se presenta siempre a finales del invierno y a
principios de primavera, lo cual coincide con lo reportado por otros
autores (De Lucas, 2006). La Figura 6.9 muestra la influencia de la época
del año sobre la prolificidad, en donde se aprecia una clara diferencia en
el número de crías por parto durante los meses de marzo a mayo, en
donde se tuvieron índices superiores a 1.7, mientras que en los meses de
septiembre octubre y noviembre la prolificidad fluctuó entre 1.33 y 1.41.
Figura 6.9 Efecto de la época de parición sobre la prolificidad de
hembras Pelibuey y cruzas con Katahdin y Dorper durante cuatro
años de evaluación bajo condiciones de pastoreo extensivo en el
Rancho Experimental La Campana.
Con respecto al efecto del genotipo sobre la prolificidad, se tiene
información de 318 partos en cuatro años, en donde se aprecia que el
genotipo que incluye al Pelibuey y a su cruza con Katahdin mantuvieron
índices superiores a 1.6, en la cruza Pelibuey x Dorper la prolificidad
disminuyó a poco menos de 1.5, pero cuando se utilizaron hembras 3/4
de Dorper con 1/4 de Pelibuey el número de crías por parto se redujo a
poco menos de 1.3 (Figura 6.10).
Prolificidad
2.0
1.5
1.0
0.5
0.0
Pb
Pb x Dp
Pb x Kt
Genotipo
Figura 6.10 Efecto del genotipo sobre el número de crías por parto en
hembras Pelibuey y cruzas con Katahdin y Dorper en el Rancho
Experimental La Campana bajo condiciones de pastoreo extensivo.
LITERATURA CITADA
De Lucas T. J. y O. Chávez R. 2005. Preparación de carneros y ovejas
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CAPÍTULO VII
MEJORAMIENTO GENÉTICO
Para tener éxito toda explotación ovina, deberá tener un plan de
mejoramiento genético, debe basar su manejo en mejorar las
características que sean de interés para satisfacer sus necesidades de
producción y de mercado (Howell, 1999). Los sistemas de producción en
México están básicamente enfocados a la producción de corderos para
abasto al centro del país, de este modo los objetivos de toda explotación
deberán estar enfocados hacia la producción del mayor número de
corderos, con el mayor peso y en el menor tiempo posible.
Así mismo se deberá estar consciente de las condiciones de su
explotación y de las necesidades para producir. Para lograr cumplir estos
objetivos se debe tener muy en claro qué aspectos seleccionar y qué es lo
que se busca tanto en el semental como en las hembras. Por ello deberá
pensar en las razas que se van a utilizar y el porqué de cada una de ellas,
además deberá planear como va a realizar sus cruzamientos para tener
la mayor productividad y rentabilidad (Everett, 2004).
Una herramienta muy importante para el mejoramiento genético es
la selección, con esta práctica el avance genético hacia la característica
deseada se puede mejorar con mayor rapidez. El mayor énfasis se debe
poner en el semental, más que en las hembras, ya que el semental va a
tener mucho más descendencia, en comparación con la hembra (Howell,
1999; Gutiérrez et al., 2000). De este modo, un semental va a tener un
efecto muy marcado sobre la descendencia del rebaño, su importancia es
tan grande que en un período de tres a cuatro años el rebaño será casi
igual al semental que actualmente se está utilizando. Esto debido a que el
intervalo generacional en ovinos es corto debido a su período de
gestación de solo cinco meses, a sus intervalos entre partos de ocho
meses y al hecho de tener más de una cría por parto.
Para obtener la mayor productividad y rentabilidad en una
explotación ovina bajo condiciones de pastoreo extensivo, enfocada a la
producción de corderos para el abasto, las características a seleccionar
deberán ser las siguientes:
Selección de hembras adultas
Toda explotación requiere de vender hembras; no es posible y no
se recomienda dejar la totalidad de las hembras para reemplazo, aún
cuando el objetivo inicial sea el de incrementar el tamaño del rebaño. En
todo rebaño es estrictamente necesario eliminar los animales menos
productivos con el fin de desechar al menos el 20% de las hembras
menos productivas, por lo cual se presentan algunos criterios para la
selección de hembras bajo condiciones de pastoreo extensivo.
Seleccionar
noviembre
hembras
que
tengan
partos
entre
julio
y
Por su fecha de parto, son hembras que no presentan
estacionalidad, ya que se preñaron en los meses en que los ovinos tienen
una menor fertilidad, que corresponde al período comprendido entre
febrero y junio. Por lo tanto, las hembras que se preñen en este período
deben dejarse en el rebaño, con ello se estará haciendo una selección en
contra de la estacionalidad. Este criterio es considerado como el principal
parámetro para la selección de hembras ovinas (Esqueda y Estrada,
2008)
Seleccionar hembras por kg de cordero destetados
Una estrategia para la selección de hembras que influye
directamente sobre la productividad y rentabilidad de la explotación es la
selección por kg de cordero destetado por hembra. Esta variable,
involucra los factores que más influyen en la rentabilidad del rebaño, ya
que está considerando la prolificidad de la hembra, la producción de
leche, el instinto maternal, la mortalidad y la ganancia de peso de los
corderos. También se puede medir en forma anual (kg de cordero
destetado por hembra por año), la cual incluye otra característica de suma
importancia como el aspecto de la estacionalidad. Sin embargo, solo se
puede obtener cuando se tienen más de dos años trabajando con
información productiva.
Sin embargo, es importante tomar en cuenta que al aplicar este
criterio se deben hacer algunas consideraciones; por ejemplo, las
primalas requieren un trato diferente, ya que está comprobado que la
productividad en el primer parto es menor, si se compara con una hembra
de tres a cinco partos. Por lo tanto al hacer comparaciones las primalas
deberán ser comparadas con primalas y no con animales adultos.
(Esqueda et al., 2009).
Seleccionar hembras con partos gemelares
Después de los criterios anteriores, si no se cuenta con la
información de los kg de cordero destetado por hembra, se puede utilizar
el criterio de seleccionar las hembras provenientes de partos gemelares.
Aunque es una característica de baja heredabilidad (0.10 a 0.15), con la
selección se logra mejorar esta variable (Rodríguez 2005). Al aplicar
selección basada en esta característica, en un período de alrededor de
tres a cinco años se observarán cambios notables. En este criterio de
selección debe considerarse también a la hembra de primer parto, ya que
por lo regular, más de un 60% tienen partos sencillos y aplicar diferente
criterio para este tipo de animales. También hay que revisar el historial de
la borrega, porque hay hembras que la mayoría de sus partos han sido
gemelares y no por un parto sencillo que tengan deberán ser eliminadas.
Selección por condición corporal
Bajo condiciones de pastoreo extensivo, un criterio importante que
considerar es la selección aquellas hembras que presenten una mejor
condición corporal, específicamente durante la época de sequía. Dentro
de una misma raza existen hembras que resisten en mayor grado las
condiciones de medioambientales (calor, frío, alimentación, etc.), es decir
que tienen una mayor rusticidad. Dentro de la misma raza, se observa
también que algunas hembras son más eficientes en la conversión
alimenticia, o bien pueden ser más hábiles en la selección de su dieta. Al
seleccionar este tipo de hembras, se podrán tener reducciones
importantes en los costos de suplementación, un mayor peso al
nacimiento y una disminución en la mortalidad de los corderos y una
mayor ganancia de peso de los corderos al destete. Para ello se debe
vigilar la condición corporal de las hembras y desechar aquellas que
tengan una condición corporal más baja durante la época de seca, o bien,
las que bajaron más de peso durante la lactancia o las que fueron
mayormente afectadas por el invierno, etc.
Selección de primalas
Características maternas
Se debe poner mucho énfasis en la selección de las primalas ya
que se trata de las futuras reproductoras del rebaño. Lo que se busca es
que las primalas que se incorporen al rebaño sean de una mejor calidad
genética o de mayor productividad que las hembras adultas. Los criterios
para la selección de las primalas son similares a los utilizados para las
hembras adultas como son:
i. provenir de hembras con partos entre julio y noviembre
ii.
ser descendientes de hembras con mayor cantidad de kg de
cordero destetado por parto o por año
iii.
provenir de partos gemelares
iv.
ser hijas de hembras que mantienen una buena condición
corporal, especialmente durante la época de seca.
Además de las variables maternas de selección ya mencionadas,
existe otra variable muy importante que tiene que ver con la producción
de carne, que es la selección por ganancia de peso posdestete.
Selección por ganancia de peso posdestete
Es una característica a seleccionar con una buena heredabilidad
que va de 0.25 a 0.30 (Lasley, 1979). La selección de primalas basada en
esta característica está dirigida a obtener animales con mayores
ganancias de peso durante la engorda, la cual es una variable que tiene
una fuerte influencia en la rentabilidad.
Existen algunas características físicas indeseables que no se
deben permitir en ningún rebaño como son: el prognatismo y la
braquignatia. En el caso del prognatismo, los dientes sobresalen del
rodete de la mandíbula inferior, es decir que quedan fuera, mientras que
la braquignatia, es el caso contrario, los dientes quedan hacia atrás del
rodete superior, en términos prácticos, los dientes están metidos. Todos
los animales que presentan estas características deben ser eliminados del
rebaño, ya que presentan problemas para prensar el forraje cuando están
en pastoreo, trayendo consigo un menor consumo de alimento y una
menor productividad, además de que es un problema hereditario
(Bradford, 2002).
La presión de selección, es decir, qué tan severo se debe ser para
desechar una hembra, va a depender mucho del objetivo de la
explotación. Cuando una unidad de producción está en crecimiento es
recomendable desechar al menos el 20% de las hembras. En el caso de
ser menos estrictos se estarán dejando hembras improductivas y con
defectos físicos, lo cual irá en detrimento de la productividad de la
explotación. En el caso de que la unidad de producción ya haya cumplido
con su objetivo de tener el número de animales que había considerado,
se debe ser muy estricto. En las primalas se debe seleccionar a aquellas
que prometan ser mejores que las hembras adultas y llegar a niveles de
selección de un 60 a 70%, es decir dejar solo el 30 a 40% de las mejores
primalas, el resto tendrá que ir al abasto o a otras explotaciones.
Esquemas de cruzamiento
Las experiencias obtenidas con ovinos en pastoreo extensivo
muestran que el cruzamiento es necesario y que difícilmente se tendrá
éxito con la utilización de una sola raza. Sin embargo, es conveniente
mencionar que se debe tener como base hembras que tengan algún
grado de cruzamiento con Pelibuey o Blackbelly (Lara, 2003).
Anteriormente, se mencionaba que se debía empezar con alguna de
estas dos razas (Pelibuey o Blackbelly) y posteriormente iniciar el
cruzamiento ya sea con machos Katahdin o con Dorper para producir
hembras F1, sin embargo si se puede adelantar este paso será mejor, ya
que se estará trabajando desde un principio con hembras F1 y el
productor podrá empezar a trabajar para producir hembras F2 o bien
estará listo para iniciar con cruzas terminales.
El objetivo de realizar cruzamientos es mejorar las características
productivas y reproductivas tales como; prolificidad, conversión
alimenticia, ganancias de peso, conformación, rusticidad, resistencia a
parásitos, etc. Las experiencias obtenidas con ovinos de pelo en el norte
de México indican que lo ideal es utilizar cruzamientos de Pelibuey o
Blackbelly con Katahdin y/o Dorper. Con esas cruzas se logra una cría F1
con una mejor conversión alimenticia, mayores ganancias de peso, mejor
conformación y una mayor rusticidad bajo condiciones de pastoreo
extensivo. Si la hembra F1 es Pelibuey x Katahdin, se recomienda utilizar
como semental un Dorper, o viceversa, si la hembra F1 es Pelibuey x
Dorper, se sugiere utilizar un semental Katahdin para producir las
hembras F2. Es decir, si ya se tiene una generación de Dorper es
recomendable utilizar en la siguiente empadre el Katahdin o viceversa.
Cuando se realiza esta cruza y se tienen animales Katahdin x Dorper se
obtienen animales más vigorosos que la F1, se mejoran aún más las
ganancias de peso, la rusticidad y la conformación. Las ganancias de
peso esperadas en los corderos en engorda con estos cruzamientos
deberán situarse entre 270 y 300 gramos diarios (Esqueda et al., 2008).
Después de estos cruzamientos, es indispensable realizar cruzas
terminales, ya que, como se mencionó anteriormente, no será posible
dejar en la explotación la totalidad de las primalas. En explotaciones ya
consolidadas se tendrán que vender entre el 50 y el 70% de las primalas,
por ello se requiere utilizar sementales que le den una mayor velocidad de
crecimiento a los corderos (Bores et al., 2002). Como cruza terminal se
utilizan razas de ovinos de lana como Suffolk o Hampshire, que son las
que mayores ganancias de peso ofrecen. También se tiene la opción de la
raza Charolais, que aunque no muestra las mismas ganancias de peso
que las dos razas anteriores, ofrece excelente conformación y rendimiento
en canal. Otra raza a utilizar puede ser la Dorset que, además de
ganancias de peso, ofrece rusticidad y una menor estacionalidad. Con la
utilización de cruzas terminales deben esperarse ganancias de peso de
entre 320 y 400 g diarios, con lo cual es factible tener corderos finalizados
de 40 kg a una edad de 100 días.
La información existente acerca de las diferentes razas de ovinos
de pelo (Lara, 2003; Wildeus, 2005; Wildeus et al., 2005) así como las
experiencias obtenidas con las diferentes razas de pelo y sus
cruzamientos en diversas explotaciones del estado de Chihuahua han
proporcionado la siguiente información acerca de cada una de las razas
principales de ovinos de pelo.
Características de los ovinos de pelo
Pelibuey
Bajo las condiciones de pastoreo extensivo en el estado de
Chihuahua la raza Pelibuey ha mostrado tener una muy buena producción
de leche y una excelente prolificidad y habilidad materna. Las ganancias
de peso de los corderos fluctúan entre 180 y 230 g diarios y ha
sobresalido en prolificidad, con rangos desde 1.6 hasta 1.9 crías por
parto. El problema principal de la raza Pelibuey en el estado de
Chihuahua bajo condiciones extensivas radica en su menor rusticidad, ya
que es una raza proveniente de climas tropicales. La hembra Pelibuey en
pastoreo extensivo en el Rancho Experimental La Campana ha mostrado
problemas de rusticidad, ya que en la época de seca disminuye en mayor
medida su condición corporal, aún cuando se le ofrezca suplementación.
El problema se acentúa en mayor medida cuando se presentan
simultáneamente bajas temperaturas y época de seca (diciembrefebrero), lo cual se explica debido a su origen tropical, ya que al haberse
sacado de su zona neutral o de confort, le puede traer problemas de
adaptación (Padilla et al., 1985; Martínez, 2007). En hembras lactantes se
presenta una menor condición corporal, corderos con menores pesos al
nacimiento, menor producción de leche y una mayor mortalidad de
corderos. Lo anterior se aprecia más claramente en los pastizales
dominados por gramíneas y es menos severo en agostaderos que tienen
una mayor cantidad de hierbas y arbustos.
Al realizar cruzamientos con Dorper y Katahdin se disminuyen de
forma muy importante estos problemas. El aspecto relevante que ofrece la
raza Pelibuey es que en sus cruzamientos transmite una excelente
habilidad materna, una menor estacionalidad y una excelente prolificidad.
Es una raza que se tendrá que seguir utilizando para conservar las
características reproductivas y de habilidad materna. Es recomendable
por lo que hembras que ya traigan un alto porcentaje de sangre de Dorper
o de Katahdin sean empadradas de nuevo con sementales de la raza
Pelibuey.
Figura 7.1 Rebaño ovino de la raza Pelibuey en el Rancho
Experimental La Campana.
Blackbelly
En el estado de Chihuahua, la cantidad de hembras de esta raza
es baja, motivado por el rechazo de los compradores de ganado en pie,
por su bajo rendimiento en canal. Se ha observado que presenta una
mayor rusticidad que la raza Pelibuey, ya que ha mostrado una mayor
resistencia a las bajas temperaturas y su condición corporal no decae tan
fuertemente en la época de seca cuando la calidad del forraje disminuye.
La raza Blackbelly ha sobresalido por su mayor prolificidad (1.6 a 2.1 crías
por parto) y un mayor instinto maternal (Bradford, 2002; Rojas y
Rodriguez, 1995) lo que debe ser aprovechado para utilizarse en
cruzamientos con Katahdin o Dorper e incluso con Pelibuey. Su
desventaja principal es la baja ganancia de peso de los corderos en
engorda, ya que sólo logran aumentar entre 170 y 200 g diarios. Otra
desventaja es su conformación y menor rendimiento en canal, de ahí su
menor aceptación por los compradores de ganado en pie (Elkins, 2004).
Al igual que la raza Blackbelly, pueden utilizarse sementales
Pelibuey, como retrocruza, específicamente en rebaños que tienen una
baja prolificidad y una alta estacionalidad.
Figura 7.2 Hembras Blackbelly lactantes en su área descanso en la
región de Parral, Chihuahua.
Dorper
Es una raza proveniente de climas semiáridos del sur de África y
parece adaptarse mejor a las condiciones de pastoreo extensivo del norte
de México. Las experiencias obtenidas en el Rancho Experimental La
Campana muestran que es una raza de muy buena rusticidad. Esto se
observa principalmente en la época de seca, en donde las hembras
Pelibuey cruzadas con Dorper mantienen una buena condición corporal,
tal y como se observa en el Cuadro 5.6. Sin embargo, a pesar de su
rusticidad, durante la época de seca requieren de suplementación. La
época de mayor problema para mantener su condición corporal es cuando
se combinan las bajas temperaturas invernales y la época de seca.
Observaciones de campo muestran que las hembras en donde domina el
color negro son las mayormente afectadas en su condición corporal
durante la época de seca, debido a que absorben en mayor medida los
rayos del sol. Se ha observado que en los días cálidos estas hembras
tratan de protegerse del sol bajo los arbustos y dejan de pastorear, con la
consiguiente disminución en la condición corporal. Esto puede ser
apreciado por el simple tacto, en donde se aprecia que las hembras de
color negro tienen el lomo y la cabeza calientes durante los días cálidos,
si se compara con las hembras de otros colores. La información anterior
es apoyada por Monty et al. (1991) quienes encontraron que la raza de
pelo, Saint Croix, por su color blanco fue menos afectada por las altas
temperaturas en el estado de Arizona, en Estados Unidos.
Otros de los aspectos sobresalientes de la raza Dorper es su
conformación, ya que de las razas de pelo que actualmente se utilizan en
el norte de México (Pelibuey, Balckbelly y Katahdin), es la que
mayormente sobresale. Con respecto a las ganancias de peso, los
corderos provenientes de cruzas con Pelibuey muestran ganancias
promedio de 270 g diarios en engorda intensiva (Esqueda et al., 2008a).
Los avances de investigación que se tienen en el Rancho
Experimental La Campana, así como experiencias de productores en el
Estado de Chihuahua, muestran que la principal desventaja de la raza
Dorper es su eficiencia reproductiva, ya que presentan una menor
prolificidad (1.1 a 1.5 crías por parto), parámetros similares a los
reportados en otros estudios por Wildeus (2005) y Burke, (2005) y una
mayor estacionalidad, ya que entre mayor grado de pureza, menor es el
promedio de crías por parto y mayor es el período de estacionalidad. En
el Rancho Experimental La Campana se observa una disminución en la
cantidad de hembras que se preñan desde finales del mes de enero hasta
los primeros 15 días del mes de junio, así como en el número de crías por
parto, tendiendo a producir entre 1.1 y 1.2 crías y con intervalos entre
partos mayores a los 320 días. Aunque este efecto se manifiesta más en
las hembras F2 que en las F1. Por este, motivo, no es recomendable
buscar altos grados de pureza con Dorper. Debido a lo anterior, algunos
productores utilizan las retrocruzas con Pelibuey y Blackbelly para volver
a incrementar la prolificidad y reducir la estacionalidad en sus rebaños.
Otra desventaja de la raza Dorper es su menor resistencia a
parásitos, en comparación con los otros ovinos de pelo (Notter, 2003;
Burke y Miller, 2004). Aunque bajo condiciones de pastoreo extensivo en
zonas áridas y semiáridas la parasitosis puede no ser un problema serio,
ya que no se presentan las condiciones para una alta incidencia. Para los
productores que combinan la agricultura con la cría de ovinos, la
parasitósis puede representar un problema, especialmente en aquellas
zonas cálidas y con abundante humedad, como pueden ser las áreas
agrícolas del centro-sur del estado de Chihuahua (Delicias, Camargo,
Jiménez), así como en la Comarca Lagunera en los estados de Coahuila
y Durango.
En conclusión, bajo condiciones de pastoreo extensivo, los
cruzamientos con la raza Dorper son una excelente alternativa en
pastizales semidesérticos, específicamente cuando existe baja
disponibilidad de forraje y se requiere caminar mayores distancias para
poder cubrir sus requerimientos nutricionales. Sin embargo, como se
mencionó anteriormente, se debe tener cuidado en no enfocarse a
trabajar solo con esta raza, se requiere incluir otras razas, con el fin de
mantener un nivel reproductivo aceptable.
Figura 7.3 Hembra Dorper en pastoreo en el Rancho Experimental La
Campana.
Katahdin
Esta raza se creó bajo condiciones de pastoreo en climas
templados fríos de la Frontera de Estados Unidos con Canadá. La
información generada acerca de esta raza indica que tiene una alta
prolificidad, la cual fluctúa entre 1.5 y 2.1 crías por parto, las hembras
tienen muy buena habilidad materna y una excelente producción de leche
(Morgan, 2005). Además los corderos presentan buenas ganancias de
peso en la engorda (Brown y Mayeux, 2005). En cruzas con Pelibuey ha
mostrado ganancias de peso en los corderos en engorda entre 270 y 300
g diarios (Esqueda, 2009). Bajo condiciones de pastoreo extensivo y con
cruzas de la raza Pelibuey, la raza Katahdin presenta una buena
rusticidad. Los animales de esta raza se han adaptado a condiciones
extensivas en el estado de Chihuahua, ya que actualmente existen
rebaños en pastizales dominados por gramíneas y en zonas de
matorrales en donde la raza Katahdin se ha adaptado a las condiciones
de manejo extensivo, sin ver afectada su productividad y manteniendo
una buena rusticidad.
La raza Katahdin es la que presenta una mayor resistencia al frío,
por provenir de climas fríos (Morgan, 2005; Wildeus, 2005), lo anterior se
ha apreciado en el Rancho Experimental La Campana, en donde las
hembras Katahdin fueron afectadas en menor medida por las condiciones
invernales de los meses de diciembre a febrero.
Experiencias con productores que han utilizado cruzas de Katahdin
con hembras Blackbelly han resultado en hembras con una alta
prolificidad (1.7 a 2.0 crías por parto), aprovechándose además las
ventajas de la habilidad materna de las dos razas y la producción láctea
de la raza Katahdin.
La raza Katahdin es una alternativa para pastizales y matorrales
desérticos y semidesérticos siempre y cuando exista la suficiente
disponibilidad de forraje. Es una opción para su uso en regiones frías,
específicamente en pastizales de la región noroeste del Estado de
Chihuahua, en las estribaciones de la Sierra Madre Occidental, así como
las regiones frías de Durango y Zacatecas. Sin embargo, su mayor
respuesta se obtiene en sistemas intensivos y semi-intensivos en donde
se combina la agricultura con la cría de ovinos (Leymaster, 2008), en
praderas irrigadas, así como en las áreas frutícolas que son pastoreadas
por ovinos.
En conclusión, ninguna de las razas de ovinos de pelo tiene todo lo
que los productores requieren. Se deben aprovechar las ventajas
comparativas de cada una de ellas y sacarles el máximo provecho de
acuerdo al sistema de producción. Definitivamente, la producción de
ovinos bajo condiciones extensivas requiere de cruzamientos, todo
productor que trate de llegar a la pureza bajo condiciones extensivas
tenderá al fracaso en su explotación. También es preciso señalar que se
requieren programas de investigación que fortalezcan la información
sobre las diferentes razas. La información aquí presentada requiere ser
reforzada con estudios sobre hábitos alimenticios y de comportamiento,
estudios sobre aspectos reproductivos, mejoramiento genético, etc.
Figura 7.4 Semental joven de la raza Katahdin.
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CAPÍTULO VIII
MANEJO SANITARIO DE OVINOS EN PASTOREO
El manejo sanitario involucra una serie de prácticas enfocadas a la
prevención de las principales enfermedades que afectan a los ovinos y
que a la vez inciden en un mejoramiento en la productividad. Las
prácticas sanitarias son muy sencillas, fáciles de aplicar y además muy
económicas. Es el aspecto que resulta más económico y más fácil de
realizar y por lo general es al que se le pone menor atención. La
aplicación de un programa de manejo sanitario requiere de una adecuada
planeación y organización, es decir, se debe aplicar un calendario en el
momento adecuado para cada etapa fisiológica. La aplicación adecuada
del programa sanitario será determinante para llevar al éxito o al fracaso
una explotación.
Un deficiente manejo sanitario se refleja principalmente en una alta
mortalidad de corderos antes del destete y es uno de los problemas más
serios que enfrenta el ovinocultor (Esqueda et al., 2008). También, en
forma conjunta con la alimentación, la sanidad tiene que ver con la
mortalidad de hembras adultas, con la prolificidad, con la fertilidad, con el
peso al destete de los corderos y con la ganancia de peso en engorda,
con lo cual se puede concluir que la sanidad va a influir sobre todo el
proceso productivo. Dentro de las prácticas sanitarias se incluyen el
programa de vacunación y desparasitación, y aunque están más bien
relacionadas con el aspecto nutricional, se involucra la aplicación de
selenio y las vitaminas A, D y E.
Por lo anterior, es importante mencionar y explicar las medidas
sanitarias preventivas en un rebaño.
Programa de vacunación
Los mayores problemas de mortalidad en las explotaciones ovinas
se presentan en los corderos, en donde la principal causa está
directamente relacionada con enfermedades de tipo respiratorio como la
neumonía (Esqueda et al., 2008). Este problema se acentúa
especialmente en los meses de febrero, marzo y abril cuando se
presentan temperaturas cálidas en el día y frías por la noche. Por ello es
necesario vacunar contra neumonías (Pasteurella multocida y
Mannheimia haemolytica antes Pasteurella haemolytica). Además de la
neumonía, los corderos son afectados por enterotoxemia, causada por la
bacteria Clostridium perfringens (Gutiérrez et al., 2000).
Algunos autores afirman que las vacunas contra neumonía a base
de bacterinas no son efectivas (De la Concha 2002; Tórtora, 2007). Sin
embargo se ha observado que los productores que las utilizan de acuerdo
a un programa de vacunación, tienen problemas mínimos de mortalidad
en su rebaño. En cambio, en las explotaciones que no vacunan existen
altos índices de mortalidad. Posiblemente el efecto de estas vacunas sea
menor o nulo cuando no se tienen las condiciones adecuadas de
ventilación, sombra, y humedad en los corrales.
Con la utilización de un programa de manejo preventivo la
mortalidad podrá reducirse a niveles cercanos a un 10%. Actualmente
existen vacunas que ofrecen protección tanto contra la neumonía como
para la enterotoxemia en una sola aplicación. Existen también vacunas
que ofrecen protección en forma individual, ya sea para neumonía o para
enterotoxemia, en este caso habrá que aplicar las dos vacunas, su
ventaja es que generalmente son más efectivas que las que vienen en
forma conjunta para las dos enfermedades Existen muchas marcas en el
mercado, la decisión de cual adquirir debe basarse en que realmente
ofrezcan la protección contra el tipo de bacterias mencionado
anteriormente.
La aplicación de la vacuna debe realizarse de acuerdo a un
calendario por etapa fisiológica en una dosis de 2.5 ml por animal,
independientemente de la edad del animal. El Cuadro 8.1 muestra las
etapas en que debe aplicarse cada una de las vacunas.
En animales adultos la mortalidad por estas enfermedades es
menos severa, sin embargo existen explotaciones en donde se llegan a
presentar brotes de neumonía, por lo cual también en este tipo de
animales se requiere la vacunación. En hembras adultas es muy
importante la vacunación, específicamente 30 a 40 días antes del parto,
ya que además de proteger a la hembra también va a transmitir
inmunidad al cordero.
Cuadro 8.1 Prácticas mínimas indispensables para el manejo
sanitario de los ovinos en sus diferentes etapas productivas.
Etapa de
aplicación
Vacuna
Desparasitación
Selenio
Vitamina
A,D,E
Corderos
Nacimiento
30-45 días
Destete
30-40
días
antes
del
parto (ubre).
Parto
Destete
Febrero
Mayo
Agosto
Febrero
Mayo
X
X
X
Hembras adultas
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Sementales
X
X
X
X
X
X
X
Adaptado de Esqueda y Estrada (2008).
Programa de desparasitación
Debido a que en los agostaderos del norte de México las
condiciones son secas (poca lluvia y mucho sol), la incidencia de
parásitos es baja y posiblemente con una sola desparasitación por año
sea suficiente. Los animales en pastoreo en agostaderos de regiones más
áridas como las zonas de matorrales de gobernadora lógicamente tendrán
una menor incidencia de parásitos que los pastizales dominados por
gramíneas en donde se presente una mayor precipitación. Sin embargo,
los niveles de parásitos en estos ecosistemas son bajos, siendo ésta una
de las grandes ventajas que ofrecen los agostaderos del norte de México
para el pastoreo con ovinos (De la Concha, 2002). No obstante, es
conveniente que en cada explotación se realicen al menos cada año
análisis coproparasitoscópicos (análisis de heces fecales) con el fin de
estimar el nivel de parásitos en los animales. Basado en este estudio se
tomará la decisión de aplicar o no desparasitantes.
Debido a que el ganado en pastoreo se encierra en corrales
durante la noche, es posible que se pueda presentar una incidencia un
poco mayor de parásitos, es por ello que en el Cuadro 8.1 se muestra un
programa de desparasitación para ovinos en sus diferentes etapas
fisiológicas o de desarrollo (Esqueda y Estrada, 2008).
Para la desparasitación de sementales se sugieren dos fechas de
aplicación de desparasitantes. La primera corresponde al inicio del
empadre y se aplica durante el mes de agosto; la otra aplicación se lleva
a cabo durante el mes de febrero. Si las condiciones son áridas, se puede
desparasitar únicamente al final de la época de lluvias, que es cuando
puede existir la mayor incidencia de parásitos (Wenger, 1999).
En las hembras adultas se sugiere desparasitar únicamente al
término de la lactancia. Con respecto a los corderos que van a engorda se
requiere la desparasitación, ya que todos van a traer cierto nivel de
parásitos y además se van a engordar en confinamiento por lo cual es
conveniente realizar la actividad para una mejor eficiencia en la engorda.
La recomendación para desparasitar es utilizar en forma alterna
tanto ivermectina como moxidectina, con el fin de evitar resistencia a los
parásitos. Por tal motivo, además de que se utilicen ambos
desparasitantes alternadamente, también es recomendable utilizar
diferentes marcas de ivermectina (De la Concha, 2002).
Generalmente la dosis recomendada de ivermectina es de 1 ml por
cada 50 kg de peso vivo, se debe aplicar por vía subcutánea, mientras
que la moxidectina se aplica por vía oral.
Otro problema dentro de los rebaños son los parásitos que afectan
a otros animales y que por ciertas condiciones se pueden pasar de una
especie a otra. Caso concreto lo representan los perros, ya que pueden
contagiar con lombrices (taenias) a los animales del rebaño. Para ello se
recomienda desparasitar también
desparasitante propio para perros).
a
los
perros
(utilizando
un
Programa de aplicación de selenio
Aunque es una práctica que tiene que ver más con el aspecto
nutricional, se incluye en el manejo sanitario como una práctica para
mejorar el desempeño productivo de los ovinos. El selenio por lo general
es un mineral deficiente en la dieta de ovinos, y se presenta en la mayor
parte del mundo. La aplicación de selenio debe de ir acompañada de
vitamina E, ya que interactúan en una serie de procesos metabólicos. Sin
embargo, no hay que preocuparse por ello, ya que todos los
medicamentos con selenio vienen acompañados con vitamina E.
La aplicación de selenio en los sementales trae efectos benéficos
al mejorar la para inmunidad (no se enferman tan seguido), además se
mejora su fertilidad y la líbido. En los corderos es de utilidad para obtener
mayores ganancias de peso, prevenir la enfermedad del músculo blanco,
mejorar su resistencia a enfermedades y con ello reducir su mortalidad. El
selenio en las hembras antes del parto ayuda a reducir la cantidad de
mortinatos, también reduce la cantidad de abortos, ayuda a prevenir
mastitis y metritis y a mejorar el comportamiento post-parto. Al parto
también será de utilidad ya que mejora el comportamiento reproductivo, lo
que le permitirá entrar en calor más pronto y mejorar su prolificidad
(Montes de Oca, 2003).
La recomendación para la aplicación de selenio es utilizar 1 ml por
cada 50 kg de peso; esta dosis se aplica cuando se usan los productos
que traen una concentración de 10.95 mg de selenio por ml. Existen
también algunas marcas que traen una concentración más baja, en este
caso hay que aplicar una mayor cantidad del producto y seguir las
indicaciones que señale el fabricante. En sementales la dosis es de
aproximadamente 1.5 a 2 ml, en las hembras se puede aplicar 1 ml,
mientras que en los corderos al nacimiento se puede utilizar 0.2 ml por
animal y al destete 0.5 ml (Cuadro 8.1). La vía de administración puede
ser intramuscular o subcutánea, sin embargo se ha observado que el
selenio aplicado por vía subcutánea forma abscesos ya que tarda mayor
tiempo en absorberse (Esqueda et al., 2009).
Se debe tener mucho cuidado con la dosis en los corderos, ya que
el selenio en exceso es tóxico. El hecho de utilizar una dosis superior
causa la muerte del cordero en menos de 12 horas después de la
aplicación.
Programa de aplicación de vitamina A
La vitamina A se encuentra presente en todos los forrajes verdes y
en los granos. Bajo condiciones de pastoreo, después de la floración de
los zacates, la cantidad de esta vitamina empieza a disminuir
drásticamente. Su deficiencia provoca problemas de fertilidad
principalmente, así como problemas en la visión, tejidos y alteraciones en
los huesos, (Shimada, 1983). Esta vitamina debe aplicarse forzosamente
dos veces al año al ganado en pastoreo durante la época de sequía,
cuando el forraje se encuentra seco (Cuadro 8.1). La razón de aplicarla en
la sequía es que este grupo de vitaminas se destruyen al contacto con el
sol (esto se observa cuando se coloca una paca de alfalfa al sol, la cual
pierde su coloración verde) y su presencia es casi nula en los forrajes
maduros y secos (color amarillo claro). La vitamina A se puede almacenar
en el hígado y en el tejido graso, pero sólo por un período de tres meses,
por lo que se recomienda aplicarla en los meses de febrero y mayo, en
todo animal que se encuentre bajo condiciones de pastoreo.
Generalmente la vitamina A viene acompañada de las vitaminas D
y E. La dosis depende en gran medida de la marca, sin embargo varía
entre 1 y 3 ml por animal dependiendo del peso del animal y del
laboratorio que la distribuya. Es muy importante que las vitaminas se
apliquen en la tabla del cuello (aproximadamente tres pulgadas atrás de la
nuca a un lado de la columna vertebral), ya que estas vitaminas vienen en
solución oleosa (muy espesas) y son bastante dolorosas, por lo que se
sugiere no aplicarlas en la pierna, ya que provoca problemas para
caminar y en muchas ocasiones abscesos.
LITERATURA CITADA
De la Concha, A. 2002. Enfermedades de ovinos: su prevención debe ser
la meta. Memoria. Simposium Internacional de Ovinos de pelo del
Norte de México. Ed. Por: Sergio Echavarría Morales. INIFAP-
Campo Exp. La Campana. P. Asoc. de criadores de borregos de
Chihuahua. Chihuahua, Méx. P. 44-59.
Esqueda, C.M., R. Carrillo R., M. Royo, A. Estrada y R. González O. 2008.
Diagnóstico de la ovinocultura empresarial en cinco regiones del
Estado de Chihuahua. INIFAP. Centro de Investigación Regional
Norte-Centro. Sitio Exp. La Campana. Pub. Esp. No. 10. 29 pp.
Esqueda, C.M. y A. Estrada. 2008. Manual de prácticas mínimas
necesarias en la ovinocultura en el Norte de México. INIFAP.
Centro de Investigación Regional Norte Centro. Sitio Exp. La
Campana. Folleto Técnico No. 22. 93 pp.
Esqueda, C.M., R. Carrillo, M.H. Royo y A. Estrada A. 2009. Análisis y
alternativas de la ovinocultura en estabulación y semiestabulación
en la región sur del Estado de Chihuahua. INIFAP. Centro de Inv.
Regional Norte Centro. Sitio Exp. La Campana. Folleto Técnico.
No. 24. Chihuahua, Chih. Méx. 64 pp.
Gutiérrez, C. J., G. Martínez y C. Díaz T. 2000. Producción de carne de
ovino en praderas de humedad residual en la zona templada de
México. SAGAR-INIFAP. Campo Exp. Valle de Toluca. Libro
Técnico No. 2. Zinacantepec, Estado de México. 148 pp.
Montes de Oca, J.R. 2003. El Selenio y otros elementos minerales en
rebaños ovinos del Estado de México. Memorias del curso de
alimentación en ovinos. Pachuca, Hgo. Universidad Autónoma del
Estado de México. 24 y 25 de abril. p. 1-12.
Shimada, A. 1983. Fundamentos de nutrición animal comparativa.
PAIEPEME, México, D.F.
Tórtora, P. J. L. 2007. Principales enfermedades que causan pérdidas
económicas. En. Congreso de Rentabilidad de la Ganadería Ovina.
Eklipse Publicidad. Querétaro, Quer., México.
Wenger, I. 1999. Flock health. En: The Western Canadian sheep
production manual. The art and Science of shepherding. Ed. por
Alberta Sheep and Wool Commission, The Saskatchewan Sheep
Development Board y The South Saskatchewan Wool Growers.
p.79-98.
CAPÍTULO IX
ADMINISTRACIÓN DE LA EXPLOTACIÓN OVINA
Es indispensable que todas las explotaciones ovinas vean la
ovinocultura como una actividad empresarial. Mientras el productor no
tenga una visión de negocio, difícilmente va a prosperar con su
explotación. El primer paso que debe realizar el ovinocultor ya inmerso en
la actividad es realizar un inventario de sus animales, es decir primero
saber qué tiene y, a partir de esta base, continuar con la toma de datos
productivos y económicos (Gutiérrez, 2005). Esta información será la base
para la toma de decisiones, con ello el manejo de la unidad de producción
se realizará en una forma objetiva y se dejará de lado la subjetividad.
Todas las decisiones deben estar soportadas en la información productiva
y económica del rebaño. Por lo tanto, si no existen estos datos,
difícilmente se podrán tomar decisiones, ya que no es posible evaluar lo
que no se mide (Esqueda y Estrada, 2008).
El establecimiento de registros productivos y económicos es una de
las tecnologías menos difundidas entre los ganaderos nacionales. No
obstante, hay productores empresariales que llevan registros de sus
operaciones contables, algunos de manera muy rudimentaria, otros con
un mínimo de orden y sólo unos pocos con sistemas complejos de
contabilidad. Conforme las empresas ovinas vayan creciendo se requerirá
forzosamente el contar con la información productiva y económica de la
explotación, desafortunadamente los productores que cuentan con esta
información la utilizan muy poco para la toma de decisiones (López y
Ortíz, 2007).
Martínez (2007) menciona que es necesario fomentar entre los
productores la necesidad de contar con registros productivos y de
mercado que suministren datos a los sistemas de evaluación económica y
financiera información que permitan la toma de decisiones correcta y
oportuna.
Toda explotación requiere que se registren al menos los datos
mínimos indispensables para estimar los parámetros productivos y
económicos, con ello será posible determinar qué tan productiva es la
explotación, qué acciones se deben llevar a cabo para mejorarla y qué tan
rentable está siendo la actividad (Gutiérrez et al., 2000). La información es
la herramienta básica para hacer ajustes en la alimentación, realizar
cambios en el manejo reproductivo, es la base para hacer el
mejoramiento genético y además permite detectar posibles problemas
sanitarios. A continuación se presenta la información mínima que se debe
tener en la unidad de producción (Esqueda y Estrada, 2008).
Información productiva
Inventario de animales
En toda explotación se debe contar siempre con un inventario
actualizado, saber con cuánto ganado se cuenta y además en qué etapa
fisiológica o productiva se encuentra. No es posible ser ovinocultor y no
saber siquiera con lo que se cuenta. Por lo tanto se sugiere agrupar e
inventariar a los animales de la siguiente manera:
i.
ii.
iii.
iv.
v.
vi.
Hembras gestantes
Hembras lactantes
Primalas 7 meses a primer parto.
Triponas (hembras del destete al empadre)
Corderos lactantes (hembras y machos)
Corderos en engorda
Con el inventario se podrán planear diversas actividades dentro de
la explotación, como por ejemplo; el saber cuándo se van a tener
animales para la venta, en qué época van a tener pariciones, cuándo se
realizarán los empadres, destetes, etc. Si no existe este inventario,
difícilmente se podrá tener una planeación adecuada y la unidad de
producción siempre estará sin rumbo.
Identificación de animales
Para poder llevar datos productivos y económicos en el rebaño es
indispensable la identificación de todos los animales del predio. La
identificación puede ser a través de diferentes formas: se pueden usar
aretes, collares, tatuajes, muescas, etc. Si los animales no cuentan con
una identificación adecuada no se podrá contar con la información que
permita la toma de decisiones, ni conocer la productividad y mucho
menos la rentabilidad del rebaño.
En nuestro país, la Unión Nacional de Ovinocultores utiliza un
sistema de identificación en donde los machos deben ser identificados
siempre con un número impar, mientras que en las hembras deberán ser
utilizados números pares. Adicionalmente al número, se debe utilizar una
letra correspondiente al año, en este caso para el año 2009 se utiliza la
letra “W”, en el año 2008 se utilizó la letra “U”, mientras que para el año
2010 se utilizará la letra “X” para el 2011 la letra “Y” y así sucesivamente.
De este modo, un animal identificado con el número 204 U, indica que es
una hembra nacida en el año 2008, mientras que un animal aretado con el
137 T significa que es un macho nacido en el año 2007.
Variables mínimas a medir
Para que la información que se recabe en la explotación sea en
verdad de utilidad, es necesario tomar al menos los siguientes datos de
los animales en el rebaño.
ƒ
Hembras adultas.
i. Fecha de parto
ii. Identificación del semental que la empadró.
iii. Número de crías por parto
iv. Sexo de las crías
v. Número de crías destetadas
vi. Fecha de destete
vii. Peso al destete de sus corderos
ƒ
Corderos.
i.
ii.
iii.
iv.
Peso al nacimiento
Peso al destete
Peso a la venta
Número e identificación de los corderos muertos
En corderos se sugiere tener al menos otro pesaje intermedio entre
el destete y la venta, con este pesaje será posible revisar que los
animales estén engordando con normalidad y en caso contrario poder
hacer ajustes de alimentación y de manejo.
ƒ
i.
ii.
iii.
ƒ
i.
ii.
iii.
Primalas.
Peso al inicio del empadre
Fecha al inicio del empadre
Fecha del primer parto
Sementales.
Fecha de inicio y término del empadre
Relación de hembras que se expusieron al semental.
Número de hembras preñadas por el semental
Como puede observarse, la información requerida es fácil de
obtener, únicamente se requiere una adecuada planeación y organización
para el trabajo.
A partir de los datos productivos será posible obtener información
acerca de parámetros productivos tales como:
Porcentaje de pariciones
i. Intervalo entre partos
ii. Estacionalidad de las hembras
iii. Períodos de mayor estacionalidad
iv. Número de corderos producidos por hembra por año
v. Prolificidad (número de crías por parto)
vi. Mortalidad en las diferentes etapas fisiológicas
vii. Número de kg destetados por borrega
viii. Ganancia diaria de peso presdestete
ix. Ganancia diaria de peso posdestete.
x. Edad a la venta.
xi. Peso al destete
xii. Peso al nacimiento
xiii. Efecto del semental sobre la productividad de los corderos
En la sección de anexos se presentan formatos para la toma de
datos productivos y económicos. Se buscó que éstos fueran de la forma
más sencilla y más práctica de tal modo de que cualquier productor que
sepa leer y escribir los tome, ya sea a mano o en computadora a través
del programa EXCEL. A partir de estos sencillos formatos, es posible
generar toda la información anteriormente mencionada.
Información económica
Para que el productor pueda estimar si la empresa está siendo
rentable se requiere contar con la información económica que le permita
conocer la situación de su explotación. A través del análisis económico el
ovinocultor debe buscar incrementar los ingresos tratando de minimizar
los costos (Scheer y Knapp, 1999).
En este capítulo se presentan en una forma breve y sencilla los
principales aspectos para estimar la rentabilidad de la explotación. El
objetivo de esta sección es que el productor tenga una herramienta para
darse cuenta de la situación de su explotación, es decir, que se entere
cuáles son los principales costos en su unidad de producción y analice la
manera de cómo reducirlos. Además, ésta información le será de utilidad
para estimar sus ingresos, y a partir de ello conocer cuánto es lo que le
está generando de ganancias su actividad. En conclusión, la información
económica debe ser utilizada por el productor para la toma de decisiones.
Ingresos en la explotación ovina
Los ingresos en una explotación ovina pueden derivarse de:
i.
ii.
iii.
iv.
v.
Ventas de corderos
Venta de hembras de desecho.
Venta de primalas
Venta de sementales de desecho.
Otras ventas (pieles, composta, etc)
Estos ingresos deberán ser organizados en formatos de una
manera clara, indicando el tipo de animal que se vendió, su peso, su
precio, su fecha de su venta, así como el motivo de la venta (Anexo 5).
Con esta información, el productor será capaz de estimar los ingresos que
tuvo en el período que él considere.
Costos en la explotación ovina
Los costos se pueden dividir en costos variables y costos fijos
(Martínez, 2007). Los costos variables son aquellos que se incrementan o
disminuyen con el tamaño de la unidad de producción o bien con el nivel
de producción del rebaño. Por su parte, los costos fijos no varían con el
tamaño o con la productividad del rebaño, ya que se tienen que solventar
obligatoriamente.
Costos variables. Se considera que el costo de alimentación de
un rebaño es el que más influye en el rebaño y también es el más
variable. (Martínez, 2007). Programa óptimo de alimentación es aquel en
donde los requerimientos nutricionales de los animales se cubren de la
manera más económica. Esto no significa hacer todo lo posible por
reducir costos de alimentación a expensas de la salud y productividad del
rebaño (Scheer y Knapp, 1999).
Costos de alimentación. Aquí se deben de incluir los costos de todos los
insumos para alimentación (concentrados, granos, forrajes, minerales,
etc), especificando costo y fecha de compra. El Cuadro 9.1 muestra un
ejemplo de cómo organizar la información relacionada con los costos
variables.
Costos de infraestructura y equipo. Es importante incluir todos los
materiales utilizados para construcciones y/o remodelaciones, básculas,
molinos, comederos, bebederos, cercos, herramientas de trabajo, etc.
Materiales menores. Aquí se pueden incluir jeringas, guantes, material
quirúrgico, aretes, tatuadota, aretadora, sogas, etc.
Mano de obra. Debe incluir el sueldo mensual de los empleados que se
dedican al proceso de producción.
Cuadro 9.1 Ejemplo de formato para la toma de información de
costos en explotaciones ovinas.
CONCEPTO
Cantidad
Precio/
Fecha
kg ($)
ALIMENTACIÓN
Maíz en grano
Pasta de soya
Alfalfa
Minerales
INFRAESTRUCTURA
Y EQUIPO
Malla borreguera
Postes metálicos
MANO DE OBRA
Sueldo de trabajador
COMBUSTIBLES
Gasolina
Energía eléctrica
MEDICAMENTOS
Vacunas
Antibiótico
COMPRA DE
ANIMALES
Semental de registro
OTROS GASTOS
Pago al contador
2 ton
200 kg
400 pacas
200 kg
2 rollos
40
16 semanas
(1 enero a 30 de
abril)
16 semanas
1 de enero a 30
de abril
15/04/09
15/04/09
18/04/09
15/04/09
950/rollo
60 c/u
15/03/09
15/03/09
1000 por semana
30/04/09
300 por semana
30/04/09
1800 por 4 meses
30/04/09
2 frascos
1 frasco
1 semental
4 meses (eneroabril)
3.50
5.40
1.80
5.50
600
250 c/u
180 c/u
25/03/09
25/03/09
6000
25/06/09
30/04/09
Combustibles. Debe considerarse la gasolina y el diesel que se utiliza
dentro de la explotación así como la que utilizan para efectos operativos
del rebaño.
Medicamentos. Se toman en cuenta todos los medicamentos que se
utilizan en la explotación, tales como: vacunas, antibióticos,
desparasitantes, vitaminas, pruebas de brucelosis y todo aquel
medicamento que tenga que ver con la prevención y tratamiento de
enfermedades.
Energía eléctrica. Es necesario determinar cuánto es lo que se utiliza de
electricidad para este concepto, tal como la casa del empleado, el uso del
molino, bombas para extraer agua, etc.
Compra de animales. En caso de introducirse animales, se debe tomar
en cuenta el costo. En este caso es imprescindible el incluir el costo de
los sementales.
Todos estos costos deberán ser considerados obligatoriamente por
el productor, además de que es muy sencillo el poder obtenerlos.
Otros costos. Existen otros costos que el productor puede tomar en caso
de que decida realizar un análisis económico. Dentro de estos costos se
encuentran la depreciación, el costo de producir sus reemplazos, los
gastos de administración y los gastos financieros. Sin embargo, el
productor tomará obligatoriamente los costos mencionados inicialmente.
Costos fijos
Dentro de estos costos se encuentra el impuesto predial, el pago
del contador, el pago del agua (cuando se tiene una cuota fija), el
mantenimiento de corrales, etc. Estos costos también se pueden incluir en
el Cuadro 9.1.
Ganancia en la explotación
La ganancia se determina de la resta de todos los gastos a los ingresos
totales.
Actualmente existen varios programas de cómputo que consideran
el análisis de costos en las explotaciones, dentro de ellos se encuentran
el OVISWEBS, Cordero Supremo, SIGECOC Cornell Univ. Sheep
Program, Flock Filler Lite, Ranch Manager, Ovitec., etc. (Gutiérrez, 2005).
ORGANIZACIÓN DE PRODUCTORES
La organización de productores es un punto clave para tener éxito
en la ovinocultura, especialmente en el Norte de México en donde no hay
un consumo de cordero a nivel local y se tiene que comercializar hacia el
centro del País. La organización es el aspecto más difícil de lograr en todo
el sector agropecuario y en la mayoría de las ocasiones el productor no lo
considera como un problema (Cousin, 2002). El plan rector del Sistema
Producto Ovino a Nivel Nacional menciona que uno de los grandes
problemas de la ovinocultura en México es la falta de organización de los
productores en todos los aspectos (UNO, 2009)
El productor debe organizarse para vender su producción en
volumen y comprar insumos, lo cual le dará acceso a mejores mercados y
a mejores precios. Un productor en lo individual, aún cuando tenga altos
volúmenes de producción, difícilmente podrá incidir en el mercado y
obtener buenos precios y una comercialización permanente, además
estará sujeto a los caprichos de los acopiadores o intermediarios.
Por lo tanto, el primer paso para todos los ovinocultores es
organizarse para lograr la venta de sus productos en forma conjunta, con
ello su producto será más atractivo para los comercializadores, podrán
asegurar un mejor precio y lo más importante es que tendrán una
comercialización permanente.
Además de la organización para la comercialización de sus
productos los ovinocultores requieren trabajar en conjunto para la
adquisición de sus insumos por volumen (compras consolidadas), buscar
compras directamente del productor y en las temporadas de mayor
disponibilidad y menor costo. A través de este tipo de estrategias es
posible reducir los costos de los insumos de alimentación en al menos un
30 % (Esqueda et al., 2009).
Los ovinocultores también requieren la organización para
capacitarse y recibir asistencia técnica. Los grupos de productores
organizados son los que tienen preferencias para este tipo de apoyos en
Alianza, dentro del programa de soporte (SAGARPA, 2009).
Junto con la organización grupal, el ovinocultor debe tener también
una organización en lo individual. Su explotación debe tener un plan de
crecimiento, una planeación a corto, mediano y largo plazo, así como
metas muy bien definidas. El productor que no se organice en lo individual
y lo grupal está destinado al fracaso y su empresa difícilmente tendrá
éxito
LITERATURA CITADA
Cousin, H.J. 2002. La organización de los productores. En: Simposium
Internacional de Ovinos del Norte de México. Chihuahua. INIFAPSAGARPA. Asoc. Local de Criadores de Borregos de Chihuahua.
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Esqueda, C.M. y A. Estrada. 2008. Manual de prácticas mínimas
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Centro de Investigación Regional Norte Centro. Sitio Exp. La
Campana. Folleto Técnico No. 22. 93 pp.
Esqueda, C.M., R. Carrillo, M.H. Royo y A. Estrada A. 2009. Análisis y
alternativas de la ovinocultura en estabulación y semiestabulación
en la región sur del Estado de Chihuahua. INIFAP. Centro de Inv.
Regional Norte Centro. Sitio Exp. La Campana. Folleto Técnico.
No. 24. Chihuahua, Chih. Méx. 64 pp.
Gutiérrez, O. A.C. 2005. Sistemas computacionales aplicados a la
producción de ovinos. En: Cría de Ovinos Productores de Carne en
el Norte de México. Compilador y Editor. J.L. Gutiérrez Alderete.
Tecno Publicaciones S. de R. L. MI. Capítulo 8. p. 207-242.
López, D. C. y A. Ortíz H. 2007. Centros de responsabilidad para el
cálculo de costos. Revista del Borrego. Eklipse Publicidad. México,
D.F. Año 9. No. 49. p. 8-17.
Martínez, N. J. 2007. Cálculo de la rentabilidad de los sistemas de
producción ovina. Memoria. I. Congreso de Rentabilidad de la
Ganadería Ovina. Congresos Feed. Eklipse Publicidad. Querétaro,
Quer. Méx.
SAGARPA,
2009.
Programa
de
soporte.
Disponible
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en
Scheer, D. y J. Knapp. 1999. Tracking income and expenses. En: The
Western Canadian sheep production manual. The art and Science
of shepherding. Ed. por Alberta Sheep and Wool Commission, The
Saskatchewan Sheep Development Board y The South
Saskatchewan Wool Growers. p.119-122.
UNO, 2009. Plan rector del Sistema Producto Ovino. Disponible en
http://asmexcriadoresdeovinos.org.mx. Consultado el 10 de
septiembre del 2009.
CAPÍTULO X
SUGERENCIAS Y RECOMENDACIONES
La ovinocultura bajo pastoreo extensivo representa una excelente
oportunidad para la diversificación de la ganadería tradicional que se
practica en el Norte de México, en donde el ganadero tradicional puede
obtener un ingreso extra, además de permitirle hacer una utilización más
eficiente del pastizal aprovechando una gran diversidad de plantas que el
ganado bovino no consume.
La explotación ovina en pastoreo es una actividad rentable y es
donde se encuentra el mayor potencial para la ovinocultura debido a sus
bajos costos de alimentación. Además, por su conversión alimenticia el
ovino es una excelente opción para utilizarlo como cosechador de forraje,
ya que requiere menos kg de forraje para producir un kg de carne en
comparación con los bovinos.
Se debe considerar que la cría de ovinos aún bajo condiciones de
pastoreo extensivo debe ser vista como una actividad empresarial,
buscando obtener el mayor beneficio económico a través de la aplicación
de las prácticas mínimas necesarias y sin poner en riesgo a la vegetación
y al suelo. El productor debe hacer conciencia que la producción ovina
debe ser una actividad sustentable por lo que al entrar a la cría de ovinos
debe tener en mente el manejo adecuado del pastizal.
Es necesario y muy importante indicar que las prácticas
recomendadas en esta publicación no deben ser consideradas como una
receta infalible, la ovinocultura es una actividad en donde constantemente
se está en un proceso de aprendizaje y el conocimiento se podrá ir
reforzando a través de las experiencias particulares de cada productor y
de su sentido común, sin embargo, es innegable el hecho de que para
tener éxito en esta noble actividad, es necesario aplicar las tecnologías
mencionadas.
También es importante señalar que la explotación de ovinos es una
actividad que requiere trabajo, esfuerzo y empeño, que definitivamente
requiere una mayor aplicación que con la cría de bovinos, por lo que el
productor que se decida a involucrarse en la actividad deberá tener muy
claro este aspecto.
El factor fundamental para decidirse a participar como ovinocultor
reside en el empeño que se le ponga a la actividad, es muy importante
que el productor no se involucre en la ovinocultura únicamente porque le
dijeron que es un buen negocio, la clave para tener éxito es amar,
emocionarse, platicar y estar orgulloso de la actividad.
Además es imprescindible que antes de hacerse ovinocultor deberá
capacitarse y hacer una planeación adecuada para poder tener éxito. Si
no hay una adecuada planeación, la explotación tenderá al fracaso en un
corto plazo, la mayoría de las explotaciones que han fracasado han sido
por este factor.
La información aquí presentada con ovinos de pelo se considera
que es pionera en el área de zonas áridas y semiáridas del norte de
México y es una pequeña contribución de lo que se puede llegar a lograr.
La introducción de los ovinos de pelo a estas regiones es relativamente
nueva y debido a que no se consideraba una actividad importante poco se
ha realizado en esta área.
Sin embargo, aún falta realizar mucha investigación, en donde se
destaca la necesidad de estudios en; hábitos de comportamiento, hábitos
alimenticios, desarrollo de esquemas de uso y manejo del pastizal,
caracterización de dietas y consumo voluntario de forraje a través del año,
así como complementar la información acerca de la respuesta de las
diferentes razas y esquemas de cruzamiento a los diferentes tipos de
vegetación y condiciones agroclimáticas, interacción el pastoreo
combinado de bovinos-ovinos, así como estudios de productividad y
rentabilidad del ganado en pastoreo.
AGRADECIMIENTOS
A la Fundación Produce Chihuahua, A.C. por el fuerte impulso que
ha dado a la investigación y transferencia de tecnología en ovinos en el
estado de Chihuahua y por el apoyo y financiamiento de los siguientes
proyectos que dieron como resultado ésta publicación:
Paquete tecnológico para la producción de ovinos en pastoreo, folio
08-2005-0954.
Proyecto estatal de capacitación en producción ovina, folio 082007-0110.
A los productores de ovinos del Estado de Chihuahua quienes me
han abierto las puertas de sus explotaciones para compartir sus
experiencias, que es de donde más he aprendido. Además por su apoyo
con la participación en los fondos concurrentes para el desarrollo de este
proyecto ante la Fundación Produce Chihuahua, en especial a las
Asociaciones Ganaderas Locales Especializadas de Productores de
Ovinos de Aldama, Cuauhtémoc, Delicias, Namiquipa y Parral.
A mi compañera y amiga MC. Regina Leticia Carrillo Romo, por su ardua
labor en la edición de este libro, por el tiempo que le dedicó a este trabajo,
por sus consejos y ánimo que me ofreció en las buenas y malas
experiencias.
ANEXOS
Peso promedio al nacer
Padre
(número
,raza)
Número
de la
cría
Peso al
nacer
(kg)
Sexo de
la cría
Fecha
de parto
Número
de la
borrega
Anexo 1. Ejemplo de formato para el registro de partos y nacimientos
en corderos.
Anexo 2. Ejemplo de formato para la toma de información referente a
corderos destetados.
Número de la
cría
Promedio
Peso al
destete (kg)
Días al
destete
Fecha de
destete
Ganancia
diaria de
peso (gr)
Anexo 3. Ejemplo de formato para el registro de animales muertos en
la explotación.
Tipo de animal
Número
Causa probable de
muerte
Fecha
Ganancia
diaria (gr)
Kg
ganados
en la
engorda
Fecha
Peso de
venta
Fecha
Peso 2
Fecha
Peso 1
Número de
cordero
Anexo 4. Ejemplo de formato para la toma de datos en la engorda.
Peso de animales en engorda
TOTAL DE
INGRESOS
Ingreso
($)
Fecha de
venta
Precio
por kg.
Peso
Tipo de
animal
Número
del
animal
Anexo 5. Ejemplo de formato para la toma de datos de animales a
venta.
Anexo 6. Ejemplo de formato para la toma de información de costos
en explotaciones ovinas.
CONCEPTO
ALIMENTACIÓN
INFRAESTRUCTURA Y
EQUIPO
MANO DE OBRA
COMBUSTIBLES
MEDICAMENTOS
COMPRA DE ANIMALES
PAGO DE SERVICIOS
OTROS GASTOS
Cantidad
Precio/
kg ($)
Fecha
En el proceso editorial de esta publicación participaron las siguientes personas
del Sitio Experimental La Campana-Madera:
COMITÉ EDITORIAL
Presidente: M.C. Manuel Gustavo Chávez Ruiz
Secretario: M.C. Regina Leticia Carrillo Romo
Revisores Técnicos: M. C. Antonio H. Chávez Silva
Dr. J. Santos Sierra Tristán
M. C. Manuel Gustavo Chávez
Vocal Pecuario: Dr. Rubén Alfonso Saucedo Terán
Edición: M.C. Regina Carrillo Romo
Dr. Rubén Saucedo Terán
Diseño: M. C. Regina Carrillo Romo
Directorio Sitio Experimental La Campana-Madera
Investigadores
Red de Innovación
M. C. Héctor Eligio Alanís Morales
Manejo Forestal Sustentable
M. C. Manuel Alarcón Bustamante
Plantaciones Forestales
M.S. Saúl Alvídrez Vitolás
Socioeconomía
Ing. Miguel Cano Rodríguez
Manejo Forestal Sustentable
M. C. Regina Leticia Carrillo Romo
Manejo de pastizales
M. C. Antonio H. Chávez Silva
Bioenergéticos
M. C. Raúl Escobar Tolentino
Socioeconomía
Dr. Mario H. Esqueda Coronado
Ovinos y Caprinos
M. C. Arturo Estrada Arteaga
Bovinos Carne
M. I. Esteban Gutiérrez Ronquillo
Bovinos Carne
Ph. D. Pedro Jurado Guerra
Manejo de Pastizales
M. C. Carlos René Lara Macías
Servicios Ambientales
Dr. Carlos Morales Nieto
Recursos Genéticos
Biol. Mario H. Royo Márquez
Manejo de Pastizales
Dr. Rubén A. Saucedo Terán
Manejo de Pastizales
Dr. J. Santos Sierra Tristán
Manejo de Pastizales
Dr. Melitón Tena Vega.
Servicios Ambientales
Dr. Martín Martínez Salvador
Manejo Forestal Sustentable
Sitio Experimental La Campana-Madera
Ave. Homero 3744, Fracc. El Vergel
Chihuahua, Chih. C.P. 31100.
Tel (614) 484 40 40
Correo electrónico del autor: [email protected]
Sitio red nacional: www.inifap.gob.mx
Sitio red estatal: www.inifap-chihuahua.gob.mx
Esta publicación se terminó de imprimir el 9 de Diciembre de 2009, en Impresos
PAyCAR, Niños Héroes 801, Cd. Meoqui, Chih. México. Su tiraje fue de 1000
ejemplares.

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