02 - Balestra - Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas
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02 - Balestra - Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas
1/5/06 11:54 AM Page 3 ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS MORALES Y POLÍTICAS LA ARDUA TAREA MORAL L DE C IE N CI A S M D AS • IT EM A LES Y P OL I A N A CI ON OR A René Balestra IC AC A Tapas Separatas BUENOS AIRES 2006 02 - Balestra 28/4/06 10:14 AM Page 1 LA ARDUA TAREA MORAL Conferencia del Dr. René Balestra, al incorporarse como miembro de número a la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, en sesión pública del 5 de abril de 2006 02 - Balestra 28/4/06 10:14 AM Page 2 Las ideas que se exponen en esta publicación son de exclusiva responsabilidad de los autores, y no reflejan necesariamente la opinión de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas. Fotografía de portada de Marcos Chamudes ISSN: 0325-4763 Hecho el depósito legal © Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas Avenida Alvear 1711, P.B. - Tel. y fax 4811-2049 (1014) Buenos Aires - República Argentina [email protected] Se terminó de imprimir en Talleres Gráficos de Roberto Peiró Solís 2116 - Capital Federal en el mes de mayo de 2006. 2 02 - Balestra 28/4/06 10:14 AM Page 3 JUNTA DIRECTIVA 2005 / 2006 Presidente . . . . . . . . . . . . . . Vicepresidente . . . . . . . . . . . Secretario . . . . . . . . . . . . . . Tesorero . . . . . . . . . . . . . . . Prosecretario . . . . . . . . . . . Protesorero . . . . . . . . . . . . . Académico Gregorio Badeni Académico Alberto Rodríguez Varela Académico Hugo O. M. Obiglio Académico Jorge Emilio Gallardo Académico Isidoro J. Ruiz Moreno Académico Horacio Sanguinetti ACADÉMICOS DE NÚMERO Nómina Fecha de Patrono nombramiento Dr. Segundo V. LINARES QUINTANA . 03-08-76 Mariano Moreno Dr. Horacio A. GARCÍA BELSUNCE . 21-11-79 Rodolfo Rivarola Dr. Pedro J. FRÍAS . . . . . . . . . . . . . . . 10-12-80 Estanislao Zeballos Dr. Alberto RODRÍGUEZ VARELA . . 28-07-82 Pedro E. Aramburu Dr. Natalio R. BOTANA . . . . . . . . . . . 11-07-84 Fray Mamerto Esquiú Dr. Ezequiel GALLO . . . . . . . . . . . . . 10-07-85 Vicente López y Planes Dr. Horacio SANGUINETTI . . . . . . . . 10-07-85 Julio A. Roca Dr. Carlos María BIDEGAIN . . . . . . . 25-06-86 Fray Justo Santa María de Oro Dr. Carlos A. FLORIA . . . . . . . . . . . . 22-04-87 Adolfo Bioy Dr. Leonardo MC LEAN . . . . . . . . . . . 22-04-87 Juan B. Justo 3 02 - Balestra 28/4/06 Nómina 10:14 AM Page 4 Fecha de Patrono nombramiento Monseñor Dr. Gustavo PONFERRADA . 22-04-87 Nicolás Avellaneda Dr. Gerardo ANCAROLA . . . . . . . . . . . 18-12-92 José Manuel Estrada Dr. Gregorio BADENI . . . . . . . . . . . . . . 18-12-92 Juan Bautista Alberdi Dr. Eduardo MARTIRÉ . . . . . . . . . . . . . 18-12-92 Vicente Fidel López Dr. Isidoro J. RUIZ MORENO . . . . . . . . 18-12-92 Bernardino Rivadavia Dr. Jorge R. VANOSSI . . . . . . . . . . . . . . 18-12-92 Juan M. Gutiérrez Dr. Félix LUNA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23-04-97 Roque Sáenz Peña Dr. Víctor MASSUH . . . . . . . . . . . . . . . 23-04-97 Domingo F. Sarmiento Dr. Hugo O. M. OBIGLIO . . . . . . . . . . . 23-04-97 Miguel de Andrea Dr. Alberto RODRÍGUEZ GALÁN . . . . 23-04-97 Manuel Belgrano Dr. Fernando N. BARRANCOS Y VEDIA 28-04-99 Benjamín Gorostiaga Dr. Dardo PÉREZ GUILHOU . . . . . . . . 28-04-99 José de San Martín Dr. Adolfo Edgardo BUSCAGLIA . . . . . 10-11-99 Dalmacio Vélez Sarsfield Dr. Juan R. AGUIRRE LANARI . . . . . . 27-11-02 Justo José de Urquiza Dr. Bartolomé de VEDIA . . . . . . . . . . . . 27-11-02 Carlos Pellegrini Dr. Carlos Manuel MUÑIZ . . . . . . . . . . 24-09-03 Nicolás Matienzo Dr. Miguel M. PADILLA . . . . . . . . . . . . 24-09-03 Bartolomé Mitre Sr. Jorge Emilio GALLARDO . . . . . . . . 14-04-04 Antonio Bermejo Dr. René BALESTRA . . . . . . . . . . . . . . 14-09-05 Esteban Echeverría Embajador Carlos ORTIZ DE ROZAS . . 14-09-05 Ángel Gallardo Dr. Rosendo FRAGA . . . . . . . . . . . . . . . 14-09-05 Cornelio Saavedra Dr. Juan Vicente SOLA . . . . . . . . . . . . . 14-09-05 Deán Gregorio Funes Dr. Alberto DALLA VÍA . . . . . . . . . . . . 14-09-05 Félix Frías Dr. Mario Daniel SERRAFERO . . . . . . . 14-09-05 José M. Paz 02 - Balestra 28/4/06 10:14 AM Page 5 Apertura del acto a cargo del académico Presidente Dr. Gregorio Badeni La Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas concreta hoy la primera sesión pública del corriente año. En esta oportunidad, se honra y enriquece en grado sumo, con la incorporación a su claustro a su nuevo miembro de número, el doctor René Balestra. En el nombre de esta ilustre corporación, tengo el grato honor de dar la más cordial bienvenida a tan calificada como prestigiosa personalidad, así como también de formular nuestro reconocimiento por el compromiso que ello conlleva de aportar su valiosa colaboración, avalada por sus relevantes condiciones morales e intelectuales que lo destacan en los ámbitos científicos del país. Al saludar cordialmente al nuevo miembro de número y expresarle las más efusivas congratulaciones, le deseamos el mayor de los éxitos en las empinadas funciones que asume. El discurso de presentación del nuevo miembro estará a cargo del académico doctor Gerardo Ancarola y el recipiendario disertará sobre el tema “La ardua tarea moral”. 5 02 - Balestra 28/4/06 10:14 AM Page 7 Palabras de presentación a cargo del académico de número Dr. Gerardo Ancarola Con la reunión de esta tarde, comienza el ciclo académico de nuestra Corporación y lo hacemos con el acto más abierto y más promisorio, como es la incorporación del nuevo miembro titular que, de ahora en adelante, nos acompañará en nuestras tareas específicas, tareas de análisis, investigación y estudio que, los que provenimos de distintos horizontes profesionales e intelectuales, desarrollamos calladamente, desde la fundación de la Academia, en el año 1938. Una Academia que desde sus comienzos, en una Argentina próspera, culta y rica, que entonces estaba a la vanguardia del mundo, mostró un abanico de personalidades con diferentes perspectivas espirituales. Repárese –y daré muy pocos ejemplos, pero que serán definitorios– que su primer Presidente fue Rodolfo Rivarola –jurista, pedagogo, filósofo, politólogo e historiador–, considerado una figura excepcional de su época y de un claro perfil laboral, al que acompañaban, entre otros, Monseñor Miguel De Andrea –el lúcido obispo con inquietudes sociales–, que consideraba que en política el catolicismo sólo era compatible con la democracia y Alfredo L. Palacios –el socialista romántico– que en su larga vida fue un infalible defensor de las libertades públicas. Es decir, que desde sus orígenes mismos, nuestra institución consideró que la vida cultural se enriquece y solo progresa con el 7 02 - Balestra 28/4/06 10:14 AM Page 8 ANALES DE LA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS MORALES Y POLÍTICAS pluralismo ideológico y con la confrontación de las doctrinas, en un clima de libertad y de respeto por las opiniones ajenas, porque es bueno aquí volver a recordar la hermosa y sugestiva frase de San Agustín, y que para mi, ha sido la regla de oro de mi labor intelectual: “La verdad, cualquiera sea el lugar en que se encuentra, pertenece al Señor”. Ahora, le abrimos las puertas al doctor René Balestra que ha militado desde su juventud en las filas del socialismo democrático, agrupación de la que a esta Academia han ingresado figuras partidarias de relevancia, no sólo del mencionado Alfredo Palacios, sino también de Juan Antonio Solari, Carlos Sánchez Viamonte y Américo Ghioldi, este último quizá uno de los dirigentes políticos argentinos más completo de las últimas décadas del siglo XX, y con quién mantuve una cálida amistad. Ese socialismo humanista, ha tenido una importancia decisiva en la consolidación del sistema democrático en occidente y en su concreción jurídica que es el Estado de Derecho, tal como lo reconoció en mayo de 2004 el actual Sumo Pontífice Benedicto XVI, en el notable discurso que pronunció en el Senado Italiano, al afirmar que en los fundamentos espirituales sobre los que reposa la Europa actual, el socialismo democrático “ha contribuido considerablemente a la formación de la conciencia social”. Pero el doctor Balestra no agota su personalidad en el campo de la política práctica donde ha hecho un pleno Cursus Honorum, que lo llevó a ser candidato a diversos cargos, ocupando entre 1991 y 1995 y entre 1997 y 2001 una banca de Diputado Nacional en el Congreso, hasta integrar en los comicios 1983, la formula presidencial, acompañando precisamente a Américo Ghioldi. Además, espigando su currículum –en el que no me detendré porque, dado lo extenso, sería aquí fatigoso– se advierte que a la política práctica le agregó en el plano teórico, en libros, ensayos y folletos, agudos análisis que lo destacan como un “observador comprometido”, para utilizar una expresión grata a su ad8 02 - Balestra 28/4/06 10:14 AM Page 9 DOCTRINA 2006 - RENÉ BALESTRA mirado Raymond Aron, a lo que debe sumarse que, adornado de inusuales dotes oratorias, ha ocupado y ocupa con frecuencia, distintas tribunas con señalado suceso. En el ámbito de la enseñanza sistemática, ha recorrido también una fecunda trayectoria académica, desempeñándose como profesor titular de Derecho Constitucional y materias afines en la Universidad Nacional de Rosario entre 1960 y 1990. En la Universidad de Belgrano, entre 1985 y 1990, ocupó la titularidad de Ciencia Política, en la Licenciatura de esa especialidad y en la misma casa de altos estudios tiene actualmente a su cargo la dirección del Doctorado en Ciencia Política. Y por si todo eso no fuera suficiente, el doctor Balestra ha considerado, y con razón, que en esta sociedad mediática en la que vivimos, los medios de comunicación han cambiado nuestra forma de ser y de existir, por lo que tanto la televisión –de notable influencia en la vida cotidiana– como el periodismo escrito, son tribunas que deben utilizarse para difundir las ideas, educar al pueblo y defender las libertades públicas. Y en ese sentido, es una de las pocas voces insobornables –en una Argentina de los días actuales con la mayoría de su dirigencia afónica– que con valentía y agudeza, no exenta de ironía, clama por el regreso a la racionalidad política, para acceder así a ese mínimo de calidad institucional, de la que hoy carecemos. Señores académicos, señoras y señores: El nuevo titular ocupará el sillón que lleva como patrono a Esteban Echeverría, el jefe indiscutido de la generación del ‘37, que junto a la del ‘80, son las que modelaron la grandeza de nuestro país en el siglo XIX. Además, Echeverría, en su “Dogma Socialista”, esboza entre nosotros el primer programa integral de organización política, en base a una democracia como forma de vida; y como escritor fue el autor de “El Matadero”, ese cuento de violencia y de sangre, que inaugura la literatura realista en el Río de la Plata, que es una de las páginas más lapidarias contra la dictadura de Rosas. 9 02 - Balestra 28/4/06 10:14 AM Page 10 ANALES DE LA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS MORALES Y POLÍTICAS Y en el sitial, sucederá al doctor Alberto Spota, un republicano apasionado, un notable constitucionalista, un profesor inolvidable y un académico laborioso, que ocupó aquí cargos de relevancia, inclusive la vicepresidencia de la Academia, y de quien primero fui su alumno en los claustros de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, y con el tiempo un amigo entrañable. Doctor René Balestra: En esta Academia, lo hemos elegido por sus antecedentes morales, intelectuales y cívicos, pero como en mi caso lo conozco más íntimamente por los largos años de fraternal amistad, no dudo que de inmediato –por el sentido estoico de su vida y por su hombría de bien, por su generosidad y hasta por su amor vital– se granjeará usted, la estima personal de todos los académicos, y por eso, en nombre de todos ellos, le doy la más cordial de las bienvenidas. 10 02 - Balestra 28/4/06 10:14 AM Page 11 LA ARDUA TAREA MORAL Por el académico DR. RENÉ BALESTRA “Creo que todo hombre, cualquiera que sea, debe apuntar más arriba de lo que es.” Jean Guitton Señores presidentes de academias, señores académicos, señor presidente de esta Academia de Ciencias Morales y Políticas Dr. Gregorio Badeni, gracias por sus generosas palabras, ustedes y el académico Dr. Gerardo Ancarola, me demuestran un afecto y una estima que me excede. Conmueve siempre –en la vida– merecer la consideración de los mejores. Quedo obligado y agradecido. Mis amigos: por nobleza, por reciprocidad, por agradecimiento, me gustaría elogiar a esta corporación que hoy me acepta en su seno. El camino del elogio es empinado y peligroso. Tiene siempre, en sus orillas, sirenas engañosas que nos hacen quedar mancos o excesivos. Prefiero decir que en el núcleo más auténtico de mi ser vive lozana la idea del respeto y la admiración por las vidas cuidadas. Mis padres genéticos y mis padres espirituales me transmitieron la capacidad de admirar la nobleza ajena; de ser capaz de conmoverme ante los talentos cultivados y la pul11 02 - Balestra 28/4/06 10:14 AM Page 12 ANALES DE LA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS MORALES Y POLÍTICAS critud de vida de los otros. Casi desde la cuna, aprendí que la envidia es el cadáver de la propia ambición y que el silencio ante la grandeza ajena, es la más ruidosa manifestación del resentimiento inferior. La nómina de los que formaron parte de esta Academia desde su fundación y de los que actualmente la integran es un prieto compendio –pero elocuente – de lo que intento decir. Ésta es una institución a la que podríamos adosar la locución inscripta en el escudo nobiliario de la familia Lara, en España: “Nos, no venimos de reyes. Reyes vienen de nos.” Es decir, la manifestación más acabada de la originaria y auténtica aristocracia que siempre es fundadora, y del espíritu. He sido tocado, en uno de mis hombros, por la espada imaginaria de vuestra real y formidable generosidad. Juro ante ustedes, y ante la memoria y la presencia de los que fueron y son mis seres queridos, que haré honor a este honor y sentiré constantemente en mis espaldas el peso de la toga. Este sitial, en el que hoy me instalo, fue ocupado hasta ayer por mi querido y noble amigo Alberto Spota. Un admirable profesor de Derecho Constitucional que supo siempre que esa cátedra, para llenarla además de ocuparla, menester es que sea invariablemente la trinchera de la libertad, como lo fue. Al igual que otros grandes de la enseñanza del derecho público supo y pudo arder ante las cosas cuando se trataba de la dignidad republicana. Todos somos irreemplazables. El valor de la vida radica en que nunca más los hilos de la existencia se cruzarán en ese centro único e irrepetible. Pero el estilo dejado por el que ya no está, puede ser continuado y, cuando es noble y valioso, se convierte en un imperativo categórico del sucesor. Trataré de conservarlo vivo. En lo que se refiere al patrono del sitial, a Esteban Echeverría, me resulta no sólo grato ocuparlo, sino emocionante. Sigo siendo, como siempre, un socialista democrático, en este momen12 02 - Balestra 28/4/06 10:14 AM Page 13 DOCTRINA 2006 - RENÉ BALESTRA to de mi vida sin partido. En esta Academia, uno de los más ilustres entre nosotros, fue Alfredo Palacios. Este hombre superior de la historia argentina llamó a Esteban Echeverría, en uno de sus libros mejores, el albacea de Mayo. Es decir, el heredero, el continuador, el discípulo encargado –como una vestal– de mantener el fuego encendido de la idea creadora de la patria. Amigos, esta cofradía, esta hermandad, esta Academia, tiene todo que ver con Esteban Echeverría y con Mayo. Todos nosotros y cada uno de nosotros individualmente, somos sus albaceas. La tesis que me propongo defender, en ésta, mi primera intervención en la Academia, es que, más allá de las circunstancias exteriores e interiores que conforman la vida de cada “yo”, ese yo es el protagonista, el responsable, de lo que resulte. Las ideas, las emociones, las acciones, la voluntad, tejerán, sobre el cañamazo de sus días, la conformación, la calidad de su existencia. Estamos condenados a la libertad; la ejercemos incluso cuando renunciamos a ejercerla. Cada uno elabora, diagrama y dibuja, sobre ese cañamazo de cada hoy, de cada aquí y de cada ahora, un resultado. La vida, la vida de cada uno –al decir de José Ortega y Gasset– nos es disparada a quemarropa y tenemos que vivirla, es decir, que hacerla o deshacerla. Es un qué hacer como pregunta y un quehacer como tarea. La más insoslayable de todas. Sólo la muerte cierra el círculo que estará siempre abierto de posibilidades. Arturo Capdevila, un poeta excelente desgraciadamente no apreciado actualmente en su real magnitud, señala que la tarea más formidable de aquél que tenga a su cargo la educación de un niño o de un adolescente es lograr que éste se “encuentre”, es decir, sepa cuáles son sus aptitudes y sus falencias; sepa quién es. Pero, agrega después, la tarea fascinante de la pedagogía, de la valiosa empresa del maestro, consiste en ayudarlo para que se “invente”; sepa quién quiere ser. Porque, al decir de filósofos y de poetas, tratará de ser el novelista de su propia novela. Esa gabela, o esa aventura del espíritu, lo acompañará mientras viva. 13 02 - Balestra 28/4/06 10:14 AM Page 14 ANALES DE LA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS MORALES Y POLÍTICAS André Malraux, en una página admirable, señala que todos –en la adolescencia, es decir, en el comienzo de nuestras respectivas vidas– tenemos abierta en abanico las inmensas posibilidades de ser. No caben dudas, agrega, que existen condicionantes, exteriores e interiores, para esas posibilidades de elección. Decididamente no deberemos aspirar a aquellas cosas que nos están vedadas por nuestra impotencia. (Verbigracia, ser cantor de óperas sin registro vocal aceptable). Pero, dentro de la relatividad entre la cual transcurre siempre la existencia humana, podemos optar; somos libres en la opción. Malraux concluye: la paradoja es que esa “opción” es nuestra libertad, perdida, en el momento de la decisión, y más aún, después de haber asumido el papel del personaje que hemos decidido protagonizar. Quedamos cautivos de nuestra elección. Eso que hemos decidido ser es la creación más auténtica de nuestro ser. El compromiso de lealtad, de dignidad innata, de autenticidad, es permanecer fieles al personaje inventado. Va de suyo, y Malraux lo señala, que no se tratará de una figura rígida; sin vida, sino aquella que, atravesando avatares, mantiene la identidad como para que todos lo reconozcan. La vida no es un fresco egipcio donde los personajes permanecen hieráticos sino un nudo contradictorio y dinámico donde cada uno y todos están en constante mutación. Los ríos, imagen que a través de los siglos –Heráclito summum– representan la idea de la existencia humana; son los mismos y son distintos: permanecen y cambian. Forzosamente son sinuosos. El cúmulo de actos es el caudal vital que labra su propio cauce. Los ríos –ninguno– regresan a la montaña. Desembocan en el mar. Esa fidelidad evidente es la que podemos y debemos exigir a las vidas humanas. Una coherencia mínima que no niegue el origen de su libre decisión. La tarea de la propia elección, de la propia edificación interior y de la propia fidelidad con lo que elegimos ser es una ardua tarea. Como un formidable aletazo del renacimiento italiano, en el 1600, florecieron en la ciudad de Cremona dos familias de luthiers de admirable nobleza. Fueron los Guarnerius y los Stra14 02 - Balestra 28/4/06 10:14 AM Page 15 DOCTRINA 2006 - RENÉ BALESTRA divarius, que construyeron instrumentos musicales de cuerda hasta hoy insuperados. Estos protagonistas tuvieron la genial aptitud de seleccionar maderas, dejarlas estacionar, ensamblarlas y fijarlas con tipos de breas excepcionales y luego escoger y elaborar cuerdas que estuvieran acordes con la altísima calidad de las cajas. El resultado fueron instrumentos absolutamente superiores que todavía hoy suenan en las salas de concierto del mundo para delicia de millares de oyentes. Pero ese instrumento musical necesitó siempre, y sigue necesitando, del ejecutante avezado que casi nunca se encuentra en el propio taller de construcción. Nosotros, cualquiera de nosotros, donde quiera que hayamos nacido o que vivamos, estamos siempre en Cremona. Cotidianamente enfrentamos el formidable desafío de construir nuestras vidas. De seleccionar los materiales mejores –interiores y exteriores– necesarios para su armado. De nosotros dependerá siempre el criterio de selección. Con el agravante de que –a diferencia de los luthiers– tenemos la obligación de ejecutarlo, para lograr, de nuestras respectivas vidas, acordes y sonidos armoniosos de calidad y altura. Estamos condenados a construir nuestro propio instrumento vital y estamos condenados a ejecutar nuestra propia melodía. El concierto será apreciado por otros, por los que tuvieron la suerte o la desdicha de convivir con nosotros. La vida humana, siempre, es drama. A veces, desemboca en tragedia y a veces, atraviesa períodos alegres de comedia. Los que han optado en sus respectivas adolescencias por encarnar un personaje aventajado, construir sus existencias con materiales nobles y conseguir que sus días, sus actos y sus omisiones constituyan una melodía aceptable y armoniosa, viven en perpetua vigilia. El resultado, cuando es bueno, es la consecuencia de un arduo cuidado personal. Alberto Girri, el admirable poeta argentino, por contraposición, lo sintetizó así –referido a los que viven desaliñadamente–: “Enfermo de desidia, infiel mayordomo de ti mismo”. La clave de bóveda de toda vida cuidada, es convertirse uno en un excelente mayordomo de sí mismo. Muchos, tal vez la mayo15 02 - Balestra 28/4/06 10:14 AM Page 16 ANALES DE LA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS MORALES Y POLÍTICAS ría, se dejan simplemente llevar por las aguas de la vida. Flotan como camalotes que la corriente de los días lleva y trae. No eligen puerto, porque son náufragos, y lo único a lo que aspiran es a boyar arrastrados. Los abúlicos morales integran un contingente formidable. Su virtud consiste en la rapacidad oportunista del hoy. Para ellos no existe el ayer y tampoco el mañana. La literatura bíblica ejemplifica sintéticamente y de una manera insuperable el dilema moral con la parábola del publicano y el fariseo. Nos interesan sobremanera porque el problema moral, hoy y siempre, existe para los que en algún momento de su existencia se lo plantearon, no para los millones de seres que atraviesan la vida sin percibirlo. El publicano, recordemos, es el que se sabe pecador y se asume, invocando perdón por sus faltas. El fariseo es tan culpable como el publicano pero semeja o aspira a presentarse frente a los demás como de conducta impecable. Desde el inicio de las sociedades humanas la historia del fariseo es la historia de la simulación. A través de los siglos, como una corriente degradada, acompaña la vida humana. Porque el escándalo no es la debilidad, la caída o la corrupción, sino el intento vil de disfrazar la propia ignominia como decorosa. De nuevo André Malraux, en otra página notable, compendia y resume el estrépito del simulador-fariseo. Dice que en el repertorio infinito de lo humano existe la posibilidad siempre presente de encarnar la concupiscencia, la cobardía o la corrupción. Pero que la inmundicia moral absoluta, el pecado total, se producen cuando el sacerdote es lujurioso, el militar es cobarde o el juez es corrupto. Porque cada uno de ellos eligió ser y representar una ejemplaridad de la continencia, del coraje y de la virtud. La inmoralidad argentina tiene muchas causales y muchos afluentes. Cuando una sociedad como la nuestra padece una enfermedad de esta envergadura y la padece –con recuperos cortos y recaídas prolongadas– desde hace más de medio siglo, es difícil o imposible encontrar la causa del mal en una sola causa. Lo más 16 02 - Balestra 28/4/06 10:14 AM Page 17 DOCTRINA 2006 - RENÉ BALESTRA notorio y lo más notable es la política. Lo más destacable es la endémica crisis de ejemplaridad. Pero Ortega señalaba con precisión, que la política es la punta de un iceberg que tiene debajo de la línea de flotación una montaña de cosas que forman parte de la cúpula que está expuesta y que a veces no se ve o no se la quiere ver. Aunque las culpas de nuestro desdichado presente son difusas conviene centrar la responsabilidad principal en los referentes político-sociales. Esto no significa ignorar las culpas del común, que, al decir de Ortega, cuando está degradado, ve pasar a su lado a la mujer o al hombre superior que atraviesan su época ante la indiferencia o el escarnio de esas mayorías corrompidas. La tarea moral es ardua porque, si hemos elegido ser un ejemplar cuidado de la especie humana, debemos ser fieles a ese “invento”. Ese invento que es una creación absoluta de nuestro espíritu y de nuestra voluntad. Vivir no es fácil. Todas las épocas han sido difíciles. Pero la dignidad radica precisamente en que frente a la tentación, como sobre una piedra de toque, tenemos la posibilidad o no de testimoniar. Dar testimonio ante la llamativa o fascinante tentación deshonrosa es el inicio y el fin del principio ético sobre el que se asientan nuestra cultura y nuestra civilización. Sócrates y Jesús no son figuras librescas. En un arco de siglos abrazan lo que hoy consideramos la moral de Occidente y deben ser referentes de lo que significa el compromiso ético. Es una aparente paradoja que el compromiso moral no es con los otros, pese a que la palabra en latín significa costumbres y las costumbres viven en el seno social. El compromiso moral es con nosotros, con nosotros mismos, los originarios creadores del personaje que encarnamos. Judas, al decir de un teólogo, Judas Iscariote, protagoniza al traicionar a Jesús, la segunda traición. ¿Por qué la segunda? Porque la primera se la hace a sí mismo al traicionarse como discípulo, papel que había elegido libérrimamente. Mis amigos: para terminar, una confidencia. He desempeñado algunas funciones en mi vida. He ocupado puestos y entre ellos, he sido diputado nacional por dos mandatos gracias a la es17 02 - Balestra 28/4/06 10:14 AM Page 18 ANALES DE LA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS MORALES Y POLÍTICAS pléndida generosidad del partido radical que en las dos ocasiones me hizo encabezar las listas electorales siendo yo extrapartidario. En el desempeño del cargo, presidiendo comisiones parlamentarias, o ejercitando las cátedras universitarias, siempre tuve la modesta sabiduría del cerebro y del corazón de saber que las dignidades eran pasajeras y que no me pertenecían sino como momentáneo titular de un mérito y un poder ajenos. Que lo único que podía llevarme, como todos los ocupantes de cualquier dignidad, era lo que previamente había traído; lo que no era del cargo sino exclusivamente mío. El resumen de lo que quiero decirles está en una espléndida página de Henri Varague sobre “Pompeyo y su tiempo”. Dice así: “Pompeyo salió de la tienda con la primera luz del día, y apenas asomó su figura en la pequeña loma, los soldados que pulían sus aceros y merendaban cerca del río, le saludaron con un coro clamoroso, mientras empuñaban y levantaban sus armas. La toga púrpura que vestía como general y como tribuno, identificaban su poder y autoridad. Un pensamiento lo gobernaba mientras respondía con el brazo en alto. Aquella gente quizás había saludado así antes a Lucio, a Sila, o Cina o a cualquiera que hubiera vestido insignia. Una sombra se insinuó en el suelo y supo que detrás suyo estaba su amigo y ayudante Licinio. Entonces le habló sin darse vuelta con la mirada fija en la tropa. —Sabes, Licinio –le dijo– sólo la autoridad de ser dignos nos pertenece para siempre. El poder y la púrpura son prestados. Le pertenecen a Roma.” 18