boletin maestro 2014 - Universidad De La Salle Bajío
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boletin maestro 2014 - Universidad De La Salle Bajío
lasallistas! ¡Felicidades maestros En la Universidad De La Salle Bajío, celebramos y reconocemos a todos nuestros docentes en su día. Les agradecemos por ser parte de esta Institución, pero sobre todo, por su entrega y compromiso para que el legado de nuestro fundador continúe siendo posible. “Los que educan a los jóvenes deben sobresalir en la virtud para servir de ejemplo a sus discípulos, pues éstos podrían extraviarse al seguirlos si ellos mismos no anduvieran por el camino verdadero. ¿Quieren que sus discípulos practiquen el bien? Practíquenlo ustedes mismos porque les convencerán mucho mejor con el ejemplo de una buena conducta que con todas las palabras que pudieran decirles.” cf. De La Salle, Meditación 33 Comentando la Parábola del Buen Pastor (Juan 10, 1-10), De La Salle vuelve sobre su insistencia en lo que él considera una condición indispensable de la verdadera educación: el ejemplo del educador. Desde luego que el aceptar esta exhortación comporta para el docente un dinamismo de superación progresiva desde la tarea meramente académica de instruir en un área determinada hasta la responsabilidad de educar, es decir, acompañar, guiar y sostener a los jóvenes confiados a sus cuidados en el proceso de su formación integral. El pensamiento pedagógico de De La Salle en este punto, coincide con la importancia atribuida actualmente al papel de los testigos y modelos en los procesos educativos. Se dice de los jóvenes de esta era de las TIC, están mucho menos necesitados de información que de modelos auténticamente humanos a quienes seguir y con quienes identificarse. Tanto más, cuanto que delante de ellos se presentan con gran fuerza de atracción supuestos héroes y modelos de comportamientos que desvían del camino correcto e incluso, arrastran al mal. Maestros Lasallistas, nos hallamos ante el desafío ciertamente exigente de enseñar el bien con el ejemplo, pero igualmente ante la oportunidad única de alcanzar la honda satisfacción de contribuir eficazmente en la formación de hombres y mujeres para la construcción de la sociedad, según el Plan de Dios. Hno. Adalberto Aranda R. Director de Formación Integral y Desarrollo Universitario “En los últimos años mi vocación docente se ha moldeado y transformado alrededor de la ideología y los valores lasallistas, teniendo una sensación de gratitud plena hacia Dios y la vida por la labor tan noble que me ha encomendado. Con mucha alegría, pasión e intensidad, me complace poder ayudar a construir los proyectos de vida y los sueños de muchos jóvenes que pasan por nuestras aulas y que aspiran a ser hombres y mujeres de bien. La riqueza y la espiritualidad de esta Comunidad han tocado mi ser, me siento incluido en un espacio de convivencia fraterna, orgulloso de pertenecer a esta Universidad”. Martín Méndez Navarro, Escuela de Agronomía “Hace más de 17 años fue mi primer día como docente, fue aterrador preguntarme si lo haría bien. Recuerdo que antes de entrar al aula, mi primer pensamiento fue ponerme en las manos de Dios y dejar que me diera la fortaleza para poder salir avante, desde ese momento quedé fascinado. Descubrí que la labor docente es un Apostolado y un privilegio al que no todos están llamados. Debemos sentirnos orgullosos de pertenecer a esta maravillosa Comunidad, tener presente el amor y la entrega de San Juan Bautista De La Salle, pero sobre todo asumir con sencillez un espíritu de servicio y la conciencia de que hay mucho trabajo por hacer, muchos alumnos por formar y muchos corazones que tocar”. Juan Gabriel Hernández Medina, Escuela de Diseño “La Docencia es la savia que nutre los tejidos de una sociedad y es capaz de transformarla para que sus integrantes alcancen su satisfacción y autorrealización. Es una acción para la que se requiere inclinación, exige preparación y debe sobrar actitud. Es también, una vocación con la que no se nace, se hace; cuya simiente es la inspiración y que es forjada más por gusto que obligación. Un estímulo en mi labor docente, es poder compartir con otros mis experiencias y aprender de cada persona. Trabajar en un ambiente tan especial como este, inspirado por San Juan Bautista De La Salle es retador. El desafío de inculcar valores es enorme y sólo se logra siendo congruente. Los valores lasallistas los veo de la siguiente forma: la Fe es como la raíz de un árbol, lo vital lo íntimo; el Servicio es el tronco, la fuerza que lo sostiene; y la Fraternidad es el follaje que da fruto, sombra y protege. Esto me hace motivar a mis alumnos a sentirse orgullosos de ser parte de esta Comunidad. Quien ha tenido la oportunidad de conocer nuestra filosofía, podrá estar lejos o distante, pero siempre será lasallista”. Eduardo Hernández González del Castillo, Escuela de Veterinaria “Una motivación en la labor docente es saber la gran responsabilidad que tengo cuando mis alumnos ven en mí un ejemplo. El carisma y la espiritualidad lasallista fortalecen en esta tarea. En mi experiencia, he comprobado que Dios tenía planes para mi vida, marcó mi camino de una manera circunstancial al mostrarme que mi tarea es formar de una manera integral a hombres y mujeres en los que debo manifestar y con quienes comparto el gran amor de Él. Mi labor como docente la he puesto en sus manos, para que me ayude a transmitir a cada estudiante, los conocimientos y los valores que permitan tocar su corazón y sembrar en ellos el deseo de honrar a Dios con su trabajo”. Sandra Balestrino Romero, Preparatoria, Campus Juan Alonso de Torres “El carisma lasallista nos indica que la Docencia es una vocación de servicio, de acompañamiento, de valores y retos. Nos coloca como pilares de la Universidad para que nuestros estudiantes sean personas éticas y moralmente confiables, que desarrollan su profesión con gusto y que aman lo que saben hacer. En nuestra Comunidad se habla también de ‘Servicio’, por tanto, debemos enseñar a nuestros jóvenes a servir, ayudar, a construir una sociedad sana. Cada alumno aprende con ʻNosotrosʼ, por lo que debemos ser ejemplo día a día, enseñar con Humildad, recordemos que ellos son una extensión de nosotros como maestros”. Blanca Juárez, Facultad de Odontología “La primera vez que llegue a impartir clases a esta Institución, moría de nervios, pero me motivaba el deseo de devolver a la Universidad un poquito por haberme formado durante cuatro años. El ejemplo de mis docentes y compañeros es importante, su paciencia, su capacidad para escuchar y dar soluciones, para conversar y ser justos, también me enseñan. La motivación que tengo todos los días al venir a dar clases, son mis alumnos; transmitirles algo nuevo, identificar si están tristes o preocupados, platicar con ellos y estar atento de su rendimiento en clase. Ser docente de esta Universidad me ha hecho crecer, aprender a ser guía y compartir experiencias y herramientas para mis estudiantes se desarrollen personal y profesionalmente”. Jorge Alberto González Gorostieta, Escuela de Turismo “Para mí, la vocación docente es trascendente en muchos sentidos y eso es lo que me ha cautivado. El impacto que puedo causar en la vida de otras personas, no sólo de mis alumnos, sino de aquellos a quienes ellos beneficiarán con sus acciones es trascendente. Busco por ello, contribuir a la formación de agentes de cambio con altos estándares éticos y apasionados por mejorar los contextos en que se desempeñen. Por esa razón, asumo el compromiso de vivir la docencia con integridad y excelencia conforme al Espíritu Lasallista”. Antares G. Vázquez Alatorre, Escuela de Educación y Desarrollo Humano
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