el desacuerdo musical valenciano

EL DESACUERDO MUSICAL VALENCIANO
M. I. Academia de la Música Valenciana
Una vez más hemos conocido la programación de abono de los conciertos de la
Orquesta de Valencia en este ciclo y en las que lamentablemente la programación de
obras de compositores valencianos es prácticamente nula. En una tierra tan musical,
tan alabada y ponderada por todos, por la gran riqueza de música de creación de
nuestros compositores que ven estrenadas sus obras en diversos auditorios del
mundo, auxiliados solamente por su propia gestión personal, es decir, con la ausencia
de apoyo de nuestras Instituciones que hacen caso omiso, nos encontramos con un
lamentable deterioro intelectual de cómo proteger e incentivar la música de nuestros
compositores valencianos.
Solamente, en este año han sido olvidados los aniversarios (125) de José
Manuel Izquierdo, Juan Bautista Vert, Oscar Esplá, Francisco Cuesta, Vicente
Rodriguez Monllor (325 aniversario), el centenario del maestro José Roca, José Bellver,
etc. y de los actuales la grabación discográfica de la obra de Garcia Lorca en Berlin por
la Orquesta de la Deutsche Oper, de la ilustración musical de los cuadros de Sorolla en
la Universidad de Tucson en el Estado de Arizona en el próximo Diciembre, de la
participación valenciana en el festival de Australia, del concierto en el Musikverein de
Viena con la Kammerensemble alemana dirigida por el español Martin Baeza, etc. de
los premios conseguidos por Amando Blanquer y Adam Ferrero en el festival noruego
de Troms, etc. de los éxitos en Canadá del valenciano José Evangelista, de la
programación constante de la música de Juan Bautista Cabanilles en cualquier parte
del mundo, el ignorado y gran músico Carlos Palacio, etc.
La Academia de la Música Valenciana ha programado recientemente una
Muestra Internacional de la Música con 264 compositores de nuestra Comunidad
programados en 70 conciertos por todo el mundo. Todo ello, sin ayuda institucional,
excepto la Diputación que modestamente apoyó.
Alguien debería poner orden en esta gestión musical que se repite cada año
con la despreocupación e ignorancia de los recursos que Valencia tiene de su música y
de sus músicos.