Todo empezó con una princesa despechada

Transcripción

Todo empezó con una princesa despechada
En bodega
Fernando M. Pérez Penas
Licenciado en Historia. Enólogo.
Profesor de cursos de iniciación a la cata
en varias asociaciones culturales.
Madrid.
[email protected].
Todo empezó
con una princesa despechada
l vino es uno de los elementos básicos de nuestra cultura. Tenemos contacto con el zumo de la vid desde
que somos niños a través del mosto. Comemos con
él y celebramos multitud de momentos importantes con
una copa de vino. Lo utilizamos para seducir, para consolar, para tranquilizar, para amenizar una reunión o,
incluso, en ritos religiosos.
Por ello, hay numerosas referencias culturales acerca
del vino, y leyendas orales; desde textos históricos que
nos relatan cómo era la elaboración del vino en el Antiguo Egipto hasta referencias bíblicas a cómo elaboraba
y consumía vino Noé. Pero, a pesar de poder saber
mucho acerca del devenir histórico, es imposible saber
con exactitud de qué manera se elaboró por primera vez
el vino. Ante la imposibilidad de conocerlo, el saber
popular ha creado muchas leyendas acerca de este
momento. Destaco a continuación una que me contaron
en un curso hace ya tiempo:
E
Había un rey en Mesopotamia que había tomado una
mujer guapa y joven para su harén. A este rey le encantaba comer uvas. Le gustaba tanto que hizo llenar el
sótano de su palacio de esta fruta. Él no sabía que al acumularla, su propio peso haría salir el mosto de muchas
de ellas; zumo que empezaría a fermentar y a producir
gas carbónico. Este gas, que se queda en las zonas bajas,
podía asfixiar a quien allí bajara desprevenido. Por esto,
cuando dos o tres camareros que fueron a por uvas no
volvieron, se corrió por palacio la leyenda de que las uvas
estaban malditas y que quien las tocaba moría.
Una esposa del rey, despechada por el nuevo casamiento de éste, decidió acabar con su vida. Bajó al sótano, pero el gas se había disipado ya y el mosto se había
convertido en vino. Cuando vio el jugo de las uvas, que
se creían malditas, pensó que si lo bebía la muerte sería
más rápida. Cuando el tey y sus cortesanos bajaron al
sótano corriendo para intentar buscarla y salvarla de un
final trágico, se quedaron atónitos. En vez de muerta, la
encontraron semidesnuda, ebria y bailando entre el vino
recién nacido.
Mestizaje 2005
Nombre: Mestizaje 2005.
Bodega: Mustiguillo.
Denominación de origen: vino de la
tierra El Terrerazo.
País: España.
Tipo de vino: tinto con crianza.
Graduación: 14,5º.
Variedades de uva: Bobal, Garnacha, Syrah, Tempranillo,
Cabernet Sauvignon y Merlot.
Elaboración: crianza de ocho
meses en barricas de roble
francés.
Temperatura para beber: entre
16ºy 18º C.
Precio: 10 €.
Puntuación: 8.
Tiene un rojo picota intenso con ribetes violáceos, que nos hablan de la juventud
que aún atesora. La nariz está rebosante de matices. Hay fruta negra pero también
aromas tostados y mantequillosos. Aparecen también algunas ligeras notas de setas
y flores (sobre todo vainilla). Su toque balsámico acompaña a la fruta que tiene un
toque dulzón y alicorado. En la boca es goloso y redondo. Los taninos están bien
pulidos. La acidez está muy equilibrada con el gusto de fruta compotada. Tiene un
gusto persistente y agradable.
Este es un vino, para mí, de fácil maridaje. Al beberlo es difícil no imaginárselo en
conjunción con un buen plato de caza, de carne con boletus, de arroz con conejo,…
Es un vino para tomar más en una comida que quizás para disfrutarlo solo. En él se
ve el mimo con el que se trabaja en su bodega la uva Bobal, autóctona de Valencia, a
pesar de ser el vino más sencillo de su gama. Un vino con una relación calidad-precio maravillosa. Para disfrutar con un segundo plato fuerte y jugoso... para disfrutar
de una buena comida.

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