De la música del diablo, al Heavy Metal.
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De la música del diablo, al Heavy Metal.
De la música del diablo, al Heavy Metal. Eustacio Asnar A lo largo del tiempo, la música que se ha relacionado con la juventud y sus diversos movimientos y facciones, se ha considerado como “satánica” o propia del demonio. Los padres de muchos de nosotros lo vivieron con el rock de los sesenta y setenta. Y nuestros abuelos, a su vez, con los ritmos tropicales y el swing. Cada generación ha tenido su versión de la “música del diablo”. Ya más para acá, a partir de finales de los setenta y ochenta, surge un estilo musical que realmente, tiene todas las características y actitud para ser la verdadera y única música del averno: el Heavy Metal. Metal, Heavy Metal, Rock duro, Metate, Herraje… Esta corriente tiene sus inicios, al menos en cuestiones técnicas, en la música de Led Zeppelín. De hecho, los riffs creados por Jimmy Page se consideran las bases que llevaron a los guitarristas metaleros a incursionar por el género. De igual manera, a finales de los 60 y principios de los años 70, surge Black Sabbath, banda que terminó por darle etiqueta, voz y estilo al Heavy Metal. A mediados y finales de los 70 se da la corriente conocida como NWOBHM (New Wave Of British Heavy Metal) que tuvo como íconos principales a Judas Priest, entre otras muchas bandas. El grupo, liderado por Rob Halford, dejó profunda huella e influenció a otras bandas que posteriormente continuarían el legado. Un punto y aparte en la historia del metal se gesta con el surgimiento de Iron Maiden. Esta banda se forma en 1976, y debuta en 1980 con el álbum titulado Iron Maiden. Riffs incisivos, ritmo acelerado, agudas y feroces vocales hicieron de discos como The Number of the Beast, Piece of Mind, Powerslave y Somewhere in Time, entre otros, álbumes memorables para cualquier amante del metal. Ya entrados en los ochenta, el mal llamado Glam Metal aparece, casi junto a la escena Death Metal. Mientras el Glam, localizado en California, se ocupaba de hablar de borracheritas, sexo casual, y desmadre pseudo-satánico en su lírica, el Death Metal, ubicado en Florida, se avocó a desarrollar tópicos como el canibalismo, las enfermedades mentales y otros de escatológicas proporciones. En esa misma década surgieron dos grandes monstruos de la escena: Metallica y Slayer. Ambos desarrollaron su propio estilo de Trash Metal, y se posicionaron fuerte en el corazón de la “armada metalera”. Los noventa trajeron el nacimiento y desarrollo de otros varios sub-géneros. Pantera fue el grupo más reconocido de este periodo, al incluir en su fórmula sónica elementos variados de diferentes sub-géneros del Metal. Ya para el nuevo milenio, el metal, al menos en Estados Unidos, se está nutriendo de la fusión, con bandas como Stonesour, Disturbed y Lamb of God. Para su popularización, mucho ha hecho el festival Ozzfest, organizado por Ozzy Osbourne, que se encarga, cada año, de poner a consideración de la banda metalera, los más nuevos talentos y promesas del género. En Europa, lo que en el momento está generando mucho material, es el llamado Death Metal Melódico, con bandas como Dark Tranquillity, In Flames y otras. Los híbridos como el Gothic Metal, el Symphonic Metal y el Power Metal también tienen mucha aceptación y producción. Por lo que se ve, hay música del diablo para todos los gustos, y lo más importante, para rato. Black & Death: los hijos favoritos del Metal. El Metal tiene una cantidad enorme de subgéneros, los cuales surgen al incluir diversos elementos como cierto tipo de vocales u otros instrumentos. A continuación, la descripción de dos de los más importantes. Claro, ambos devienen del Trash Metal de los ochenta, pero son los que quizás tengan más influencia actualmente en el resto de los subgéneros. Black Metal Obscura corriente nacida en Europa a finales de los años ochenta. Se caracteriza por su rápido sonido, que evoca frías escenas en cementerios y bosques. En él, se emplean guitarras altamente distorsionadas, ritmos muy rápidos, agudas y rasposas vocales, y estructuras musicales poco o nada convencionales. En resumen, es un género de difícil escucha para la audiencia local. Es uno de los subgéneros más extremos del metal, considerado además uno de los más siniestros, sobre todo por la historia de crímenes e incendios de iglesias que llevaron a cabo los miembros de la escena en Noruega. Los intérpretes de este género usan en sus rostros la llamada pintura de cadáveres o corpsepaint, para diferenciarse del resto. Grupos insignia: Bathory, Celtic Frost, Venom, Mayhem, Emperor, Satyricon, Burzum, Immortal, Darktrhone. Discos emblemáticos: To Mega Therion, de Celtic Frost; Black Metal, de Venom; De Mysteriis dom Sathanas, de Mayhem; Rebel Extravaganza, de Satyricon; In the Nightside Eclipse, de Emperor; Transylvanian Hunger, de Darkthrone. Empty de Emperor: http://www.youtube.com/watch?v=8t0GRH3yoiI Mother North, de Satyricon: http://www.youtube.com/watch?v=xV8LpUEdpBI Transylvanian Hunger, de Darkthrone: http://www.youtube.com/watch?v=SBwu83RR6ZU Death Metal Fue la evolución del Trash Metal de los años ochenta. Se caracteriza por la rapidez de sus percusiones y ritmo en general; además, integra vocales que semejan rugidos o balbuceos muy rasposos o cavernosos. Los temas usados en este subgénero del Metal son el canibalismo, la escatología, las enfermedades mentales y la decadencia humana; aunque también el ocultismo y satanismo son temas recurrentes. A pesar de su ferocidad interpretativa, los grupos de Death Metal son integrados por músicos habilidosos; no cualquiera puede tocar a esa velocidad con precisión. Grupos insignia: Death, Possesed, Cannibal Corpse, Morbid Angel, Naplm Death, Carcass. Discos emblemáticos: Seven Churches de Posessed, Tomb of the mutilated de Cannibal Corpse, Deicide de Deicide, Symbolic de Death, Altars of Madness de Morbid Angel, Harmony Corruption de Napalm Death. Make them suffer, de Cannibal Corpse: http://www.youtube.com/watch?v=D5Hv0tsvpyU Scars of the crucifix, de Deicide: http://www.youtube.com/watch?v=_cyZj9GUXD4 Breed to breathe, de Napalm Death: http://www.youtube.com/watch?v=Pt3IkSP3X78 Los 10 mejores álbumes de Heavy Metal de la historia Entiendo que esta selección va a generar mucha controversia, por lo que esperamos que nos mandes tu lista de mejores álbumes metaleros. Con tu colaboración, confeccionaremos la lista de los más gustados por la comunidad de ProyectoC.com 1.- Paranoid, de Black Sabbath (1971) Es el inicio de todo lo que ahora conocemos como Heavy Metal. La actitud, la atmósfera, la violencia. Ozzy Osbourne, ahora un viejito decrépito y senil, en aquel entonces destilaba actitud. Es un hecho, Black Sabbath lanzó la primera gran pedrada a nuestros oídos. 2.- The Number of the Beast, de Iron Maiden (1982) Bruce Dickinson nunca sonó tan agudo, tan apocalíptico, tan cabrón. En este disco se pueden apreciar varios de los más memorables cortes en la historia del género: Run to the Hills, The Number of the Beast, Hallowed be thy name… Maldad pura, para generar pura rabia juvenil. 3.- Master of Puppets, de Metallica (1985) Está bien, lo acepto. El llamado “álbum negro” vendió más y los catapultó al gran público. Pero en esta joya, los amos del subgénero Trash alcanzaron su punto más alto de creatividad. Ninguna rola es de relleno. Un disco indispensable en la colección de cualquier metalero que se respete. 4.- Reign in Blood, de Slayer (1986) Tom Araya y compañía lograron una absoluta gema del Trash Metal de la mano del afamado productor Rick Rubin. La ferocidad, ritmo y excelencia interpretativa lograda en este disco son, realmente, muy difíciles de encontrar actualmente. 5.- Screaming for Vengeance, de Judas Priest (1982) Estaban en el punto más alto de su popularidad. La cereza de su pastel fue esta feroz entrega que incluye uno de sus cortes más característicos You’ve got another thing comin’. Rob Halford, con sus tremendos agudos y salvajes evoluciones en directo, se coronó como el indiscutible “dios del metal”. 6.- Back in Black, de AC/DC (1980) Recién la banda había experimentado la muerte de su líder, Bon Scott. Pero el luto no duró mucho. En su lugar, confeccionaron el debut de Brian Johnson, su actual vocalista, y grabaron You shook me all night long. Con eso se quedaron impresos en la mente de muchos amantes de los extremos musicales. 7.- Far Beyond Driven, de Pantera (1994) Con este disco, el cuarteto tejano se trepó, definitivamente, en los cuernos de la luna. Su sonido, Trash Metal rudo y lento, fue el nuevo estándar para el rock duro de la época. Five minutes alone, I´m broken y su cover a Planet Caravan de Black Sabbath, son solo algunas muestras del salvajismo y buena ejecución que el grupo fue capaz de lograr. Hoy, sólo nos queda guardar un minuto de silencio por el buen Dimebag Darrell, asesinado en el escenario hace un par de años. 8.- Blackwater Park, de Opeth (2002) Muchos estarán en desacuerdo en que es uno de los diez mejores. Pero lo que no se puede negar es la extraordinaria calidad de esta banda, y de que ésta producción es uno de sus muchos aciertos. Reconocidos por ser unos de los mejores en hacer Death Metal Progresivo, los músicos de Opeth lograron en esta placa un disco que asusta de tan bien hecho. Tan sólo hay que prestarle oído a The Leper Affinity, The Drapery falls o Harvest. Este disco vale cada peso que se paga por él. 9.- Prometheus: the discipline of Fire and Demise, de Emperor (2001) Otro álbum para la controversia. Emperor es una de las más finas bandas surgidas en la escena Black Metal de Noruega. Éste, que es su álbum-despedida, brilla por ser una especie de “replanteamiento” del subgénero, sin renunciar a sus salvajes principios. Empty, In the wordless chamber y The Eruption, el corte inicial, son muestras patentes de la calidad y fuerte vocación artística del líder de este grupo, Ihsahn, quien ya sacó producción en solitario. Vale la pena buscarlo. 10.- Psalm 69: the way to succeed and the way to suck eggs, de Ministry (1992) Sin ser un grupo eminentemente metalero, Ministry forjó en Psalm 69, un disco salvaje, punzante y lleno de memorables cortes que toman muchos elementos de Trash Metal, combinados astutamente con su característico sonido industrial. Desde N.W.O. pasando por Just one fix y Hero hasta Jesus built my Hotrod, esta catártica colección de feroces ritmos bailables se posicionó fuertemente en el ánimo de los metaleros con mente abierta… y ahí se quedó.