diarrea en pacientes alimentados con fórmulas enterales sin fibra
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diarrea en pacientes alimentados con fórmulas enterales sin fibra
ACTUALIZACIÓN BIBLIOGRÁFICA DIARREA EN PACIENTES ALIMENTADOS CON FÓRMULAS ENTERALES SIN FIBRA Lic. Adriana Horrisberger [email protected] Introducción En el marco del ejercicio interdisciplinario del soporte nutricional, la diarrea en el curso de la nutrición enteral es una de las complicaciones que presenta mayor dificultad en el abordaje terapéutico; sobre todo en lo que respecta a reducir o minimizar factores que pueden influir en el desarrollo y/o persistencia de la misma. La selección de fórmulas con o sin fibras es uno de esos aspectos a considerar. Metodología de la actualización bibliográfica Se realizó una búsqueda bibliográfica en PubMed introduciendo palabras clave (Mesh terms) que fueron combinadas de maneras diferentes. El término fiber free o without fiber dentro de la estrategia de búsqueda no dio resultados coincidentes con el propósito del trabajo. La primer opción introducida fue enteral nutrition OR enteral nutrition/utilization AND dietary fiber OR dietary fiber/therapeutic use AND diarrhea/diet therapy que arrojó 30 artículos en total, donde se realizó una preselección en base al título y/o resumen de 20 artículos y se recuperaron 8. La segunda opción de búsqueda fue diarrhea AND food, formulated AND enteral nutrition, que arrójó 85 resultados de los cuales la preselección coincidía con la búsqueda anterior, sólo se agregó un artículo más que fue recuperado. Los artículos seleccionados y recuperados constaron de una revisión, dos metaanálisis y siete estudios prospectivos, randomizados doble ciego. Desarrollo La diarrea es una complicación frecuente en la población hospitalizada que recibe nutrición enteral, pero de prevalencia difícil de cuantificar dado los diferentes criterios para definir qué es diarrea en este contexto. Son múltiples los factores que estarían implicados en su desarrollo. A modo conceptual, se podrían distinguir dos grupos: los factores asociados a la fórmula enteral y su administración (alimentos contaminados, intolerancia a la lactosa o fructosa, alta velocidad de infusión, alta osmolaridad, etc.) y los factores externos al proceso de nutrición per se (terapia antibiótica concomitante, administración de laxantes, hipoalbuminemia, medicamentos de alta osmolaridad administrados por el acceso enteral, etc). La asociación de algunos de estos factores como el empleo de fórmulas enterales con escaso o nulo aporte de fibras y la administración de antibióticos de amplio espectro podría alterar la microflora del colon y por ende la producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC) lo que conlleva a una reducción de reabsorción colónica de agua y sodio con la consecuente diarrea osmótica.1, 2, 3 Inicialmente las fórmulas enterales sin fibra fueron diseñadas para reducir el peso de las heces y la frecuencia de las deposiciones de los astronautas; más tarde, este tipo de fórmulas fueron seleccionadas para ser administradas por sondas finas para nutrición enteral por su escasa viscosidad. Alrededor de los años ´70 y principio de los ´80, el descubrimiento de los efectos preventivos de la fibra de diversas situaciones patológicas (obesidad, constipación, diabetes, cáncer de colon, entro otros) condicionó el agregado de fibra en las fórmulas enterales. El primer uso descripto fue con metamucil y luego, fue implementado el polisacárido de soja por obstruir menos las sondas de alimentación. 2, 4 El estudio de Dobb y col. en 1989 intentó determinar en 91 pacientes de unidad de terapia intensiva (UTI) con alimentación enteral por sonda nasogástrica (SNG) si una fórmula con polisacárido de soja puede reducir la frecuencia de diarrea en comparación con una fórmula similar pero sin fibras. Si bien en los resultados fue mayor la frecuencia de diarrea en el grupo alimentado con fibra (35% respecto a 28% correspondiente al grupo sin fibra) no se encontraron diferencias estadísticamente significativas.5 Schultz et al. en el año 2000, evaluaron el uso de 40 mL/día de pectina líquida como adición extra a la alimentación enteral que recibían los pacientes (fórmulas con o sin fibras -sin especificar el tipo de fibra que contenían-) y de esta manera determinar su efectividad en la reducción de prevalencia así como severidad de la diarrea en pacientes críticos que recibían antibióticoterapia. La pectina es un polisacárido soluble que es completamente fermentado a AGCC y normaliza la consistencia de las heces. En el grupo sin fibra y con placebo como en el grupo con fibra y pectina hubo un número significativamente menor de sujetos con diarrea (p=0.02) en relación a los otros 2 grupos estudiados (fórmula con fibra y placebo; fórmula sin fibra y pectina). Se desconoce la prescripción de fibra soluble necesaria para mantener la actividad de la microflora intestinal normal. 6 Las recomendaciones de la Dietary Referente Intake 2002 (DRI) para el consumo de fibras en la población adulta normal sugieren valores que oscilan entre 25 y 30 g/día, o bien de 10 a 13 g/1.000 kcal, debiendo ser de 3/1 la relación fermentable/no fermentable.7 Probablemente la dosis y/o la relación entre la fibra empleada en este estudio, sea inadecuada para producir la cantidad necesaria de AGCC para lograr una reducción estadísticamente significativa en el grupo que recibió fibra y pectina en comparación con todos los otros grupos. El estudio publicado por Spapen et al. en 2001, tuvo como objetivo determinar el efecto de la administración de fórmulas enterales con goma guar parcialmente hidrolizada en un grupo pequeño de pacientes con sepsis severa o shock séptico en la incidencia de diarrea. Se administraron fórmulas con 22 g/L de dicha fuente de fibra soluble sin especificar la cantidad de fórmula recibida en total según los requerimientos de dichos pacientes. El promedio de días con diarrea fue significativamente menor en el grupo de pacientes que recibió fibra soluble (8.8 ± 10.0 % vs 32.0 ± 15.3%; p=0.001). En este grupo la incidencia se redujo de manera significativa respecto al grupo sin fibras (10,8% vs. 31.5% p=0.001). Dado el escaso número de pacientes así como la falta de datos de cantidad de fibra total administrada, no es posible evaluar el valor efectivo de goma guar.8 Nakao et al. en 2002 publicaron un estudio no aleatorizado realizado en 20 adultos mayores con nutrición enteral y diarrea a los que se adicionó 28 g de fibra soluble (galactomanano) en progresión semanal durante 4 semanas; la misma fue discontinuada 2 semanas posteriores para observar resultados. Entre otros hallazgos, encontraron que el contenido de agua de las heces se incrementó de forma significativa tras la discontinuación del uso de fibra en comparación con el contenido acuoso de la materia fecal luego de las 4 semanas de su administración (p<0.05). Así también, la frecuencia de deposiciones se redujo de manera significativa de 4 ± 2 veces/día a 1± 0.5 veces/día a lo largo del mes de administración de fibra soluble (p<0.05).9 El estudio realizado por Rushdi et al. publicado en 2004, seleccionó a 20 pacientes de cuidados intensivos que tenían 3 o más deposiciones líquidas al día o deposiciones mayores a 300 mL como volumen total al día y randomizó un grupo que recibió una fórmula enteral enriquecida con 2% de goma guar versus (vs.) un grupo control que recibía otra fórmula sin fibra y fueron observados por 4 días consecutivos para evaluar, entre otros parámetros, si la adición de esta fibra soluble podía reducir los episodios de diarrea. La administración fue a través de una sonda nasoyeyunal y recibieron volumen en progresión según sus requerimientos nutricionales; así, el primer día recibieron 50% de sus necesidades energéticas, el segundo día 75% y entre el tercer y cuarto día 100%. El número de deposiciones líquidas al 4° día fue 1.0 ±0,7 vs. 2.1 ±0,8 en el grupo control (p <0.01). Además, en el grupo control el número de deposiciones líquidas fue menor el en primer y segundo día respecto al día 4 (p <0.05 y p>0.01 respectivamente respecto al cuatro día).10 En un período de 30 meses, Vaderwoude et al. incluyeron a 172 pacientes ancianos que requirieron nutrición enteral para evaluar los efectos clínicos de la suplementación con fibra en el funcionamiento intestinal de esta población hospitalizada. Fueron randomizados en 2 grupos: uno que recibía 30 g de fibra mixta (33% insoluble: celulosa y hemicelulosa A y 67% soluble: pectina, hemicelulosa B e inulina) y otro que recibía fórmula sin fibras. De forma semanal, el equipo de enfermeras que desconocían la pertenencia de uno u otro grupo de alimentación, registraba a través de una herramienta validada el volumen y la consistencia de la materia fecal con una escala visual. El grupo con fibra tuvo menor frecuencia en las deposiciones que el grupo control (4,1 + 2,6 por semana vs 6,3 + 4,7 por semana p<0.001). La consistencia de la materia fecal en el grupo de estudio fue mayor que en pacientes alimentados sin fibras (p<0.001) probablemente debido a la propiedad de favorecer la absorción de agua de la fibra fermentable como la propiedad de aumentar el bolo fecal de las fibras no fermentables.11 En el año 2007 Shimoni et al. estudiaron 148 pacientes ancianos que debían recibir nutrición enteral para determinar si las formulaciones ricas en fibra y administradas a ritmo continuo podría minimizar la diarrea. Los pacientes fueron divididos en 4 grupos de acuerdo al ritmo de infusión de fórmula enteral (continuo o intermitente) y la presencia o no de fibra insoluble en la fórmula enteral. La diarrea fue definida como la presencia de 2 deposiciones líquidas o de 3 ó más de consistencia semisólida o líquida en 24 hs. Los autores refirieron emplear este criterio por ser comparable con el score para diarrea propuesto por Hart & Dobb. Los criterios de inclusión estuvieron determinados, en parte por el ingreso entre 1800 y 2200 ml/día de formula enteral; este volumen determina un aporte entre 23 y 29 gramos de polisacárido de soja en el grupo de alimentación con fibra. El riesgo relativo para presentar diarrea fue casi 3 veces más para el grupo de alimentación continua y sin fibra, el grupo de alimentación intermitente con fibra presentó 2,5 más chances y, se quintuplicó el riesgo de presentar diarrea en el grupo de ritmo intermitente sin fibra en comparación con el grupo de infusión continua con fibra; el número de deposiciones este último, fue significativamente menor respecto a los otros grupos (p= <0.0001)12 Los estudios analizados administraron de forma gradual entre 20 y 40 g/día de fibra. El aumento de la ingesta de fibra en un período corto de tiempo también podría ocasionar diarrea así como distensión abdominal y malestar general. Por esta razón la recomendación general es el comienzo con aporte de fibra de manera progresiva. Casi todos los estudios citados emplearon el score para determinar diarrea descripto por Hart & Dobb basado en número, volumen y consistencia de la materia fecal. A diferencia de éstos, el estudio de Nakao utilizó escala sólo cualitativa y el de Rushdi empleó parámetros cuali-cuantitativos pero con criterios diferentes para determinar diarrea. La tabla 1 resume las características generales de los estudios citados. La revisión sistemática y metaanálisis publicada por Elia y cols. en 2008, observó diferencias estadísticamente significativas respecto al riesgo de presentar diarrea en pacientes que recibieron fibra, en quienes el riesgo se redujo 58% (OR 0.42 IC 95% 0.48 - 0.96; p=0.03). En el análisis de subgrupos, se observó una reducción significativa en la incidencia de diarrea a favor de los pacientes fuera de UTI y con alimentación con fibra.13 Conclusión A través de los estudios analizados, se concluye que los pacientes adultos que reciben nutrición enteral y fórmulas sin fibra tendrían mayor incidencia y persistencia de diarrea respecto a los que reciben fórmula con fibra, sobre todo del tipo fermentable. No obstante, no existe suficiente evidencia para establecer indicaciones claras sobre la utilización de fórmulas con fibra. Será necesario determinar cantidad y proporción de fibras en las formulaciones enterales. En nuestro país, el principal inconveniente en la práctica para la selección de una fórmula con residuos, es el diverso tipo de fibra que aporta una misma fórmula y la falta de formulaciones con fibra soluble de forma exclusiva. Bibliografía 1. Alison MS. Liquid formula diets: does fibre make a diference? Can Med Assoc J 1991; 11:144. 2. Whelan K. Enteral tube feeding diarrhoea: manipulating the colonic microbiota with probiotics and prebiotics. Proc Nutr Soc 2007; 66: 299306. 3. Barrett JS, Shepherd SJ, Gibson PR. Strategies to manage gastrointestinal symptoms complicating enteral feeding. JPEN 2009; 33:21-26. 4. Silk DBA. Fibre and enteral nutrition. Gut 1989; 30:246-264. 5. Dobb GJ, Towler SC. Diarrhoea during enteral feeding in the critically ill: a comparison of feeds with and without fiber. Intensive Care Med. 1990; 16:252–255. 6. Schultz AA, Ashby-Hughes B, Taylor R, Gillis DE, Wilkins M. Effects of pectin on diarrhea in critically ill tube-fed patients receiving antibiotics. Am J Crit Care 2000; 9:403–11. 7. Panel on macronutrients, Subcommittees on Upper Reference Levels of Nutrients and Interpretation and Uses of Dietary Reference Intakes, and the Standing Committee on the Scientific Evaluation of Dietary Reference Intakes. Institute of Medicine. Dietary Reference Intakes for energy, carbohydrate, fiber, fat, fatty acids, cholesterol, protein, and amino acids (macronutrients). National Academic Press. Washington, 2002. 8. Spapen H, Diltoer M, Van Malderen C, Opdenacker G, Suys E, Huyghens L. Soluble fiber reduces the incidence of diarrhea in septic patients receiving total enteral nutrition: a prospective, double-blind, randomized, and controlled trial. Clin Nutr 2001;20:301–5. 9. Nakao M, Ogura Y, Satake S, et al. Usefulness of soluble dietary fiber for the treatment of diarrhea during enteral nutrition in elderly patients. Nutrition 2002; 18:35. 10. Rushdi TA, Pichard C, Khater YH. Control of diarrhea by fiber-enriched diet in ICU patients on enteral nutrition: a prospective randomized controlled trial. Clin Nutr. 2004; 23:1344-1352. 11. Vanderwoude M, Paridaens K, Suy R, et al. Fibre-supplemented tube feeding in the hospitalised elderly. Age and Ageing 2005; 120-124 12. Shimoni Z, Averbuch Y, Shir E, et al. The addition off fiber and the use of continuous infusion decrease the incidence of diarrhea in elderly tube-fed patients in medical wards of a general regional hospital. J Clin Gastroenterol 2007; 41:901-905. 13. Elia, Engfer MB, Green CJ, et al. Systematic review and meta-analysis: the clinical and physiological effects of fibre-containing enteral formulae. Aliment Pharmacol Ther. 2008; 27:120-145. Tabla 1. Características de los estudios descriptos. Referencia bibliográfica Dobb 1990 Tipo estudio RCT Objetivos Evaluar si el polisacárido de soja puede reducir la frecuencia de diarrea en NE. n 91 Características poblacionales -Enfermos adultos críticos que requerían NE en un período de estudio de 15 meses. - Similares valores de albúmina, tipo de ATB, velocidad de infusión -Enfermos adultos críticos que requirieron NE y ATB Schultz 2000 RCT Evaluar el uso de pectina líquida adicionada de forma extra al tipo de alimentación enteral (fórmulas con o sin fibras) para determinar la efectividad en la reducción de prevalencia y severidad de la diarrea. 44 Spapen 2001 RCT Determinar el efecto de la administración de fórmulas enterales con goma guar en la incidencia de diarrea. 25 - Enfermos adultos sépticos o en shock, ARM, ATB, sedoanalgesia Evaluar el uso clínico de una fibra soluble para el tratamiento de la diarrea en el curso de la NE. 20 - Adultos mayores con NE y diarrea. Nakao 2002 Intervención 21 a 42 g PS (1000 a 2000 ml) Enrich ® 4 grupos (2 con 40 ml/día de Pe): Grupo1(G1): Fórmula CF + Pe Grupo2(G2): Fórmula CF + Pl Grupo3(G3): Fórmula SF + Pe Grupo4(G4): Fórmula SF + Pl 22 g/l de GG en alimentación que duró 11 +4 días Dosis graduales de fibra soluble en intervalos semanales (dosis final: 28 g/día de galactomanano). Luego de 1 mes, se discontinuó. Grupo control Fórmula SF Ensure® Resultados - Diarrea: 35% en PS y 28% SF (NS) - Constipación: 37% en PS y 52% SF (NS) - % pacientes con diarrea: G1: 9%* G2:55% G3: 36% G4: 9%* (p 0.02) Fórmula SF por un período de 12 + 5 días 2 semanas luego de discontinuar la administraci ón de fibra. - Porcentaje de días con diarrea por días de alimentación: grupo estudio 8,8 vs. grupo control 32 (p 0.001) - Número (%) de días con diarrea: 16 vs 46 en grupo control (p <0.001) - Cambios en contenido acuoso de las heces: se redujo entre la semana 2 (p<0.05) y 4 (p<0.01) durante de la administración de fibra. Diferencia significativa respecto al inicio de la intervención. Luego de 2 semanas de discontinuar la administración de fibra, el contenido acuoso aumenta en comparación con el contenido acuoso de la semana 4. (p<0.05) Frecuencia de deposiciones: se redujo de 4+ 2 veces/día a 1+ 0.5 veces/día a lo largo del mes de administración de fibra soluble (p<0.05). Rushdi 2004 RCT Evaluar la eficacia de una fibra soluble en pacientes con NE y diarrea preexistente. 20 - Enfermos jóvenes-adultos críticos con NE, ATB y diarrea Vaderwoude 2005 RCT Evaluar los efectos clínicos de la suplementación de la NE con fibra en el funcionamiento intestinal. 172 -Enfermos ancianos que requerían NE seleccionados y randomizados a lo largo de 30 meses. Shimoni 2007 RCT Determinar si la NE continua con fibra podría minimizar la diarrea. Otros: mortalidad, días y prolongación de hospitalización 148 -Pacientes ancianos bien nutridos con indicación de NE con aporte entre 1800 y 2200 ml/día de fórmula enteral seleccionados y randomizados a lo largo de 6 meses. Abreviaturas: ATB = antibióticos Ce = celulosa GG = goma guar HCA =hemicelulosa A HCB = hemicelulosa B In= Inulina NE = nutrición enteral NS =no significativo Pe = pectina Pl = placebo PS =polisacárido de soja RCT = estudio controlado randomizado SF= sin fibra Aporte de fórmula enteral según requerimientos. Seguimiento por 4 días: 2% de GG (22 g en total con 1060 Kcal y 41 g Pt) 30 Kcal/kg Adición de 30 g de fibra mixta (33% insoluble: Ce y HCA y 67% soluble: Pe, HCB e In) Fórmula SF (1000 Kcal y 40 g Pt) 4 grupos (entre 23 y 29 g PS en grupos CF): G1: Intermitente + SF G2: Intermitente + CF G3: Continuo + SF G4: Continuo + CF G4 Fórmula SF - Deposiciones líquidas al 4° día: 1.0 vs. 2.1 en el grupo control (p <0.01) - N° deposiciones líquidas en progresión: grupo control 1,2 el 1°día (p 0.05), 1 el 2° día (p 0.001) vs. 2,1 al 4° día - Consistencia de la materia fecal: sólidaformada: 31% grupo estudio vs. 21% grupo control (p 0.001) - Frecuencia de deposiciones: grupo estudio 4,1 + 2,6 por semana vs. grupo control 6,3 +4,7 por semana (p 0.001) - Diarrea: G1 54,1%, G2 26,8%, G3 30,3% y G4 10,8% (p 0.001 todos los grupos respecto a G4) - RR (respecto a G4) G1: 2,8 G2: 2,5 G3: 5