plan de saneamiento para una distribuidora de
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plan de saneamiento para una distribuidora de
Recibido 12/04/2010, Aceptado 23/04/2010, Disponible online 02/05/2011 EVALUACIÓN DE LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS CONSUMIDOS POR UNA POBLACIÓN DE NIÑOS Y ADULTOS MAYORES Liliana Serna Cock1*, Maria Del Carmen Correa Gómez 1* Facultad de Ingeniería y Administración, Universidad Nacional de Colombia Sede Palmira. Universidad Nacional de Colombia, carrera 32 vía Candelaria, Palmira, Valle, Colombia. 2 Facultad de Ingeniería y Administración. Universidad Nacional de Colombia Sede. Ingeniera Agroindustrial. *[email protected], [email protected] RESUMEN La responsabilidad de proveer alimentos sanos es una actividad que involucra a todos los integrantes de la cadena productiva desde el proveedor de insumos hasta el consumidor. Los niños y adultos mayores representan los consumidores más vulnerables a las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA), por lo que se hace más estricto disminuir los factores de riesgo producidos en la elaboración de los alimentos. Por lo anterior en este trabajo, a través de la evaluación del cumplimiento de las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), se evaluó en una distribuidora de alimentos que atiende el 70% de los niños y adultos mayores de los municipios no certificados del Valle del Cauca, el riesgo que ésta representaba para la población atendida, de adquirir ETA. Verificado el riesgo, se diseñó e implantó un plan de saneamiento en la distribuidora y se realizó un plan de capacitación al personal manipulador de alimentos con el fin de disminuir los factores de riesgo encontrados. En el perfil sanitario inicial se obtuvo un porcentaje total de cumplimiento de BPM del 39,5%, lo cual permitió inferir que los escolares y adultos mayores de los municipios no certificados del Valle del Cauca, atendidos por la distribuidora de alimentos objeto de este estudio, se encontraban en riesgo inminente de adquirir ETA. Entre los factores de riesgo se destacó el bajo cumplimiento en los aspectos inherentes a saneamiento y a edificación e instalaciones. El plan de saneamiento y la capacitación permitieron incrementar los porcentajes de cumplimiento en BPM hasta el 70%, estos resultados son una base sólida para garantizar la inocuidad de los alimentos en la distribuidora de alimentos. De otro lado, este trabajo permite la fácil apropiación de la metodología necesaria para implementar un plan de saneamiento y de capacitación en las industrias de alimentos. Palabras clave: Higiene alimentaria, control de Calidad, saneamiento en la industria, salud pública, buenas prácticas de Manufactura. Vol 20, No 23 (2011), Revista Alimentos Hoy - 41 ABSTRACT The responsibility for providing healthy food is an activity that involves all members of the productive chain from supplier of raw materials to the consumer. Children and older adults represent consumers more vulnerable to food borne disease (FBD), so tightens reduce risk factors produced in the food processing. Therefore in this work, through the evaluation of the fulfillment of Good Manufacturing Practices (GMP), in a food distributor that attends the 70% of children and older adults non-certified municipalities Valley Cauca, the risk represented to the population attended, to acquire FBD was evaluated. Verified risk, designed and implemented a sanitation plan at the distributor and a plan of training was accomplished to the personal handle of food with the aim of decreasing the risk factors found. In the initial health profile obtained a total percentage of GMP fulfillment of 39,5%, which permitted the inference that the students and older adults non-certified municipalities of Valle del Cauca, served by the distribution of foods for this study, were in imminent risk of acquiring FBD. Among the risk factors highlighted the low compliance in the aspects inherent to sanitation and to edification and facilities. The sanitation plan and training permitted incrementing the percentages of fulfillment in BPM to the 70%, these results are a solid base for ensuring food safety in food distribution. On the other hand, this work allows the easy appropriation of the necessary methodology to implement a plan of sanitation and of training in food industry Key words: Food hygiene, quality control, industrial sanitation, public health, good manufacturing practices. I.INTRODUCCIÓN Cada día el concepto de inocuidad adquiere mayor importancia y es reconocido como un factor determinante para elevar el nivel de salud de la población mundial (Vásquez y otros 2007). Achterbosch (2007) define la inocuidad como un conjunto de características que le brindan credibilidad al alimento pero no se pueden observar directamente por el consumidor. Las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA) son un problema importante de salud pública que se ha encontrado principalmente en establecimientos públicos, su incidencia depende de la aplicación de prácticas higiénico-sanitarias durante la transformación, almacenamiento, manipulación y distribución de alimentos (Legomin y Arcia 1997; Pérez-Silva y otros 1998). Cada año millones de personas en el mundo padecen de ETA, las causas de estas enfermedades se deben al consumo de comida y bebida contaminada, siendo un gran problema de salud pública (Jevšnik y otros 2008; Sneed y Strohbehn 2008). Cuantificar el número de personas afectadas por ETA ha sido difícil, pero se ha estimado que solo en el año 2000, 2,1 millones de personas en el mundo murieron por causa de ETA, por esta razón los gobiernos de distintos países están intensificando sus esfuerzos por mejorar la seguridad alimentaria (Sudershan y otros 2008). En Colombia hasta la semana 53 del 2009 se notificaron al Sistema Nacional de Vigilancia 13161 casos de ETA, los Vol 20, No 23 (2011), Revista Alimentos Hoy - 42 cuales se presentaron con mayor incidencia en el hogar (414 brotes) y en establecimientos educativos (171 brotes), el grupo de edad más afectado fue el de 15 a 44 años (47,13%) y los agentes etiológicos detectados mayoritariamente en muestras biológica fueron Coliformes fecales, Coliformes totales, Estafilococo aureus coagulasa positivo y Salmonella ssp. Los factores de riesgo frecuentemente identificados fueron, la inadecuada conservación (234 brotes), inadecuado almacenamiento (181 brotes), fallas en la cadena de frío (146 brotes) y manipuladores con escasa higiene personal (135 brotes) (Ministerio de Protección Social 2009). La inocuidad de los alimentos y la seguridad de los consumidores depende de la aplicación y el cumplimiento los programas del Sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control, sin embargo, debe implementarse previamente las BPM y los POES, debido a que ayudan a mejorar el diseño del establecimiento, los programas de limpieza y saneamiento, las practicas de higiene de los manipuladores de alimentos, los programas de control de plagas y manejo de residuos sólidos, equipo de mantenimiento y la selección de proveedores (National Restaurant Association Educational Foundation 2002). Para el funcionamiento correcto de estos programas y la identificación a tiempo de los peligros de contaminación en cada una de las etapas de procesamiento del alimento, es necesario la concientización del personal manipulador de alimentos a través de la incorporación de programas de capacitación sobre las practicas higiénicas en alimentos y su importancia en la salud de los consumidores (FAO 2005; Kleter y Marvin 2009). Por lo anterior en este trabajo, a través de la evaluación del cumplimiento de las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), se evaluó en una distribuidora de alimentos que atiende el 70% de los niños y adultos mayores de los municipios no certificados del Valle del Cauca, el riesgo que ésta representaba para la población atendida, de adquirir ETA. II. MATERIALES Y METODOS Lugar de la investigación El presente trabajo se realizó en una distribuidora de alimentos que atiende desayunos y almuerzos de más del 70% de la población escolar y adultos mayores, de los municipios no certificados del Valle del Cauca, Colombia. El área total de las instalaciones, objeto de este estudio, es de 1687 m2 y se encuentra dividida en dos áreas, una destinada al almacenamiento, distribución y embalaje de frutas y verduras, y otra destinada al almacenamiento y empacado de granos y abarrotes. 2.1 Diseño del Plan de Saneamiento Se ejecutó un perfil sanitario preliminar para verificar las condiciones higiénicas de la distribuidora de alimentos. Para ello se utilizaron los capítulos del título II del decreto 3075 de 1997, exceptuando aquellos ítems que no aplicaban para las condiciones de la distribuidora (Presidencia de la República 1997). La escala de calificación del cumplimiento de cada capítulo fue de 0 a 2, 1 para el cumplimiento parcial, y 2 para el cumplimiento total. Posteriormente, se diseñó un formato que permitió registrar en forma consolidada los puntajes obtenidos en la evaluación de cada capítulo del decreto mencionado, en este formato se Vol 20, No 23 (2011), Revista Alimentos Hoy - 43 describió en cuatro columnas, el número del capítulo evaluado, la descripción del capítulo, el puntaje máximo posible y el puntaje obtenido después de las observaciones. El formato del consolidado por puntajes máximos de cada capítulo del decreto y por puntajes obtenidos en cada uno de los perfiles sanitarios se muestra en la Tabla 1, una vez diligenciado este último formato, los valores se llevaron a porcentaje y posteriormente se realizó una sumatoria de cada uno de ellos, obteniéndose un porcentaje de cumplimiento total en BPM. Con base en los resultados del perfil sanitario, se elaboró el Plan de Saneamiento que incluyó los programas de limpieza y desinfección, programa de control de plagas y programa de manejo de residuos sólidos. Para cada programa se elaboró un documento escrito que constaba de objetivos claramente definidos, campo de aplicación de cada una de las actividades, personas responsables de la ejecución del programa, definición de términos incluidos dentro del texto, contenido y anexos. En el contenido se describieron los lineamientos generales y criterios para establecer cada uno de los procedimientos, los anexos presentaban los documentos referenciados en el contenido de los programas. Para la elaboración del Programa de Limpieza y Desinfección se evaluaron las características físicas de la distribuidora para determinar, el tipo de limpieza a realizar, limpieza seca o limpieza húmeda; las zonas que requerían desinfección y el tipo de desinfectante a utilizar. Para la selección del desinfectante se tuvo en cuenta aspectos tales como su composición, concentración, propiedades físicas y químicas, identificación de posibles peligros originados por su uso, controles necesarios durante su utilización, estabilidad, reactividad y costo de uso. Se establecieron actividades de aseo por zonas, aquellas que pudieran afectar directamente la inocuidad de los alimentos se llamaron ‘zona blanca’ y los lugares donde los productos no estaban en contacto con sus superficies, se llamaron ‘zona negra’. Una vez realizada esta separación los utensilios de aseo utilizados en cada una de las zonas se diferenciaron por colores, evitando con ello la contaminación cruzada, también se precisó modo de almacenamiento y uso. La frecuencia de limpieza y desinfección fue clasificada en limpieza rutinaria y limpieza especial. La limpieza rutinaria, se realizaba diariamente, cada 12 horas o cada vez que el proceso así lo requería; con respecto a la limpieza especial, se ejecutaba a los ocho, quince, treinta días o cada seis meses. Dentro de este programa se identificaron los POES de acuerdo a cada área, definiendo secuencialmente los pasos a seguir en cada actividad respondiendo a las preguntas de ¿Qué hacer? ¿Con que hacerlo? ¿Cuándo? ¿Cómo? y ¿Quién lo realiza? Luego de ser establecidos y divulgados los lineamientos para realizar las funciones de limpieza y desinfección, se diseñaron los POES para lavado de baños, lavado de manos, limpieza de la distribuidora, lavado de dotación y de canastillas; se especificó para cada uno de ellos la frecuencia del procedimiento y el tipo de limpieza. De igual manera a cada procedimiento se le asignó un responsable del cumplimiento y se describieron los elementos de protección y las sustancias de limpieza y desinfección requeridas. Vol 20, No 23 (2011), Revista Alimentos Hoy - 44 Seguidamente se especificaba el procedimiento paso a paso de manera lógica y secuencial desde el alistamiento de los utensilios hasta su almacenamiento una vez terminada la actividad. Para realizar el programa de Control de Plagas se requirió la contratación de un proveedor de servicio de control de plagas, quien con su respectiva autorización y vigilancia por parte de Salud Pública Departamental inició el programa con la identificación de las plagas que tenían mayor probabilidad de instalarse dentro del sitio objeto de estudio. Además era la persona encargada de detallar los daños que pudieran causar y las medidas tanto preventivas como correctivas que se debían llevar a cabo durante el control de plagas. En el Programa de Residuos Sólidos se tuvo en cuenta la clasificación de los residuos, expuestos en el decreto 2676 de 2000 y así se determinaron aquellos residuos generados en la distribuidora para efectuar las correspondientes actividades de recolección (Presidencia de la República 2000). Además, se establecieron las medidas de protección durante su manipulación y se instauró el código de colores de recipientes y bolsas para cada tipo de residuo establecidos en la Guía Técnica Colombiana 24 del ICONTEC con el fin de facilitar su disposición final (ICONTEC 2002). De igual manera se caracterizaron las rutas de recolección, y se destinó un área para el adecuado almacenamiento de los residuos. Para la recolección de los residuos sólidos generados en la distribuidora se dotó al personal encargado del proceso con elementos de protección como, tapabocas y guantes plásticos que garantizan su seguridad. Esta recolección se realizó tres veces al día y los residuos se almacenaron en un cuarto destinado para dicho fin, hasta que eran retirados por un proveedor de este servicio encargado de llevar cada residuo a su disposición final. 2.2 Plan de capacitación al personal manipulador de alimentos Se elaboró de manera escrita un plan de capacitación en buenas prácticas de manufactura al personal manipulador de alimentos, en el cual se detallaron los temas a tratar, cada uno con sus subtemas, objetivos de cada capacitación, grupo al cual estaba dirigida la información, metodologías y responsable de dirigir el plan de capacitación. Además se realizó una agenda con los horarios de cada una de las capacitaciones. La metodología de estas capacitaciones estuvo orientada hacia el aprendizaje de conceptos y sus aplicaciones mediante ayudas audiovisuales que facilitaran su entendimiento, basada también en socialización de experiencias vividas, reflexión y evaluación crítica del compromiso de los manipuladores de alimentos frente a la salud de los consumidores. Entre la temática abordada en el plan de capacitación se orientó al personal inicialmente en conceptos de BPM y en la importancia de su aplicación, seguido del tema de prácticas higiénicas del personal manipulador dentro de la distribuidora, todo ello con énfasis en el uso adecuado y aprovechamiento de la señalética dentro de la distribuidora. Con respecto al saneamiento se presentaron los programas de limpieza y desinfección, control de plagas y manejo de residuos sólidos. Vol 20, No 23 (2011), Revista Alimentos Hoy - 45 2.3 Evaluación del impacto generado en la bodega, por la implantación del plan de saneamiento Se elaboraron dos perfiles sanitarios con un lapso de dos meses utilizando el mismo formato que se empleo para el diagnóstico inicial. Estos perfiles sanitarios llevaron a obtener una suma de consolidados de cumplimiento en buenas prácticas de manufactura, cuyos resultados se presentaron gráficamente, permitiendo observar el impacto de la gestión realizada con respecto a los programas e instructivos incluidos dentro del plan de saneamiento y a las capacitaciones dadas al personal manipulador de alimentos. III. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Los resultados de los tres perfiles sanitarios pueden observarse en la Tabla 1. En el perfil realizado al inicio de la evaluación, se obtuvo un porcentaje total de cumplimiento de 39,5%, lo cual permitió inferir que los escolares y adultos mayores de los municipios no certificados del Valle del Cauca, atendidos por la distribuidora de alimentos objeto de este estudio, se encontraban en riesgo inminente de adquirir ETA. Se destaca el bajo cumplimiento en el capítulo de saneamiento (donde se obtuvo solamente 1 de 6 puntos posibles) y el bajo cumplimiento en edificación e instalaciones (donde se obtuvo 15 de 52 puntos posibles). Estos puntajes alcanzados para cada capítulo corresponden respectivamente a 16,7 y 28,8%, de la calificación máxima asignada en cada aspecto a evaluar, además cada capítulo contribuyo al 0,6 y al 9,3% del porcentaje total obtenido para el perfil en mención. En el capítulo de Equipos y utensilios se logró el mayor porcentaje de cumplimiento (64,3%). La inocuidad de alimentos debería ser un requisito obligatorio para trabajadores del sector alimentario, debido a que previene enfermedades transmitidas por alimentos, sin embargo, en el perfil inicial se encontró deficientes conocimientos sobre el tema. Investigaciones similares, realizadas en 115 empresas del sector alimentario de Turquía, Ankara, reportaron como principal obstáculo en la inocuidad de alimentos, la falta de comprensión y motivación de los empleados sobre los programas de seguridad alimentaria (Baş y otros 2007). Askarian y otros (2004) encontraron divergencia entre los conocimientos del personal de servicio y las prácticas higiénicas de rutina, lo cual nos lleva a pensar que proporcionar el conocimiento no es suficiente en algunos casos, por ello es indispensable fortalecer a todas las áreas de la distribuidora con capacitaciones frecuentes de manipulación de alimentos y el papel que juega sobre la salud del consumidor; en caso de que estás no muestren cambios contundentes, es necesario incluir otra capacitaciones que ayuden a concientizar y estimular al personal manipulador de alimentos. Vol 20, No 23 (2011), Revista Alimentos Hoy - 46 Cáp DESCRIPCIÓN I Edificación e instalaciones II Equipos y utensilios II Personal manipulador de I alimentos I Requisitos higiénicos de la V distribuidora Aseguramiento y control de la V calidad V I Saneamiento V Almacenamiento, distribución, II transporte y comercialización TOTAL DE CUMPLIMIENTO CONSOLIDADOS PUNTAJE 2 4 máximo inicial meses meses 52 15 19 29 14 9 9 11 28 13 22 25 28 12 15 16 14 5 7 7 6 1 4 6 20 9 14 13 162 64 90 113 Tabla 1. Resultado de los tres perfiles sanitarios realizados bimensualmente en la distribuidora de alimentos Al cumplirse dos meses de la primera evaluación se llevó a cabo un segundo perfil sanitario elaborado como mecanismo para verificar el impacto del plan de saneamiento, en el cual se obtuvo un total de cumplimiento de 90 puntos correspondiente al 55,6%, para este perfil, el capítulo de “edificación e instalaciones” se incrementó hasta el 36,5%, siendo el cumplimiento más bajo; mientras que en el capitulo “personal manipulador” se obtuvo un cumplimiento de BPM de 78,6%. En el capitulo “equipos y utensilios” no se observó ningún cambio (64,3%). En el último perfil sanitario elaborado a los cuatro meses de iniciado este trabajo, obtuvo un cumplimiento total de 113 puntos correspondiente a 69,8%, alcanzando un cumplimiento del 100% para el de saneamiento, además se lograron porcentajes altos de cumplimiento para almacenamiento, distribución, transporte y comercialización (95%), personal manipulador de alimentos (89,3%) y equipos y utensilios (78,6%), para este último se evidenció un incremento crucial en la última evaluación; en aseguramiento y control de calidad no se alcanzó un impacto notable y en edificación e instalaciones se obtuvo un cumplimiento inferior con respecto a los capítulos arriba mencionados (55,8%), ya que no se realizaron actividades como, aplicación de pintura epóxica, protección para paredes con aberturas hacia el exterior, hermetización de puertas, unión entre piso-pared-techo con formas redondeadas; éstas reformas deben tener prioridad al momento de efectuar las mejoras en la planta, debido a que forman parte de los principios y requisitos básicos para la fabricación de alimentos inocuos (Yabanci y Sanlier 2007). Vol 20, No 23 (2011), Revista Alimentos Hoy - 47 Los resultados obtenidos en el último perfil sanitario después de la adopción de BPM, principalmente en las prácticas del personal manipulador de alimentos, podría ayudar a disminuir los riesgos de adquirir ETA. Sin embargo, se debe trabajar continuamente en el mejoramiento de las condiciones higiénico sanitaria de la distribuidora para garantizar la seguridad de niños en edad escolar y de adultos mayores. Por tanto, es necesario proporcionar programas de capacitación continuos e incorporar sistemas rigurosos de gestión de calidad, como BPM, POES y HACCP, que permita incrementar el cumplimiento y fortalecer conocimientos sólidos sobre higiene en alimentos. Además es esencial realizar un estudio sobre las prácticas realizadas rutinariamente en cada área de la distribuidora y las actitudes de los manipuladores de alimentos frente a los sistemas de calidad, y así identificar los errores cometidos en cada práctica y seguidamente implementar medidas correctivas. En nuestro estudio, las buenas prácticas de manufactura y las condiciones higiénicas de la distribuidora se encontraron directamente relacionadas con el conocimiento y las actitudes de los operarios, por ello se considera una barrera para la industria de alimentos. El diseño del plan de capacitación, permitió incrementar las calificaciones de los tres perfiles antes mencionados; particularmente en el capítulo “personal manipulador”, lo cual indica una mayor aceptación de los empleados frente a las capacitaciones de BPM. Hielm y otros (2006) en encuestas realizadas a 30 industrias finlandesas del sector alimentario obtuvieron respuestas positivas sobre las actitudes de los empleados con respecto a las estrategias de gestión de higiene en alimentos. El diseño e implantación del plan de saneamiento incremento notablemente los porcentajes de cumplimiento de las BPM y los cambios a través de cuatro meses (Figura 1). Con respecto al Programa de Limpieza y Desinfección, la caracterización de la suciedad permitió determinar que el tipo de limpieza a realizar dentro de la distribuidora, según la naturaleza de las instalaciones físicas, era una limpieza seca puesto que los pisos en cemento y paredes en ladrillo facilitaban la aplicación de este tipo de limpieza, como su nombre lo indica, consistía en eliminar la suciedad sin el uso de agua, ni detergentes, exceptuando el área de los baños en la cual se requirió una limpieza húmeda cuyo fundamento se basa, además del proceso de retirar la suciedad, en hacer un enjuague con detergente las veces que fuera necesario hasta que las superficies se encontraran libres de suciedad y de restos de detergente. Para el proceso de desinfección, después de un análisis de las fichas técnicas de distintos productos comerciales se seleccionó hipoclorito de sodio, debido a que es considerado como un desinfectante universal, es activo contra microorganismos patógenos y su costo de adquisición es bajo. El desinfectante se utilizó en una concentración del 0,4% v/v a fin de evitar posibles intoxicaciones y se aplicó cuando las superficies estaban totalmente limpias, de modo que cubriera toda el área y para garantizar una mayor efectividad del producto, las superficies no se enjuagaron. Vol 20, No 23 (2011), Revista Alimentos Hoy - 48 Figura 1. Porcentaje de cumplimiento de BPM en la distribuidora de alimentos con respecto a cada capítulo del decreto 3075/97, en el diagnóstico inicial, a los dos y cuatro meses del diseño del plan de saneamiento. % Cumplimiento 100.0 75.0 50.0 25.0 0.0 I II III IV V VI VII TOTA L % cumplimiento inicial 28.8 64.3 46.4 42.9 35.7 16.7 45.0 39.5 % cumplimiento a los dos meses 36.5 64.3 78.6 53.6 50.0 66.7 70.0 55.6 % cumplimiento a los cuatro meses 55.8 78.6 89.3 57.1 50.0 100.0 95.0 69.8 Para el programa de control de plagas, el proveedor del servicio identificó y encontró distintos tipos de plagas como, artrópodos clasificados en insectos, arácnidos, miriápodos y roedores; siendo estos últimos altamente peligrosos para la salud humana ya que trasmiten enfermedades mortales como, leptospirosis. Entre las especies de roedores más comunes se encontraron el ratón (Mus musculus), la rata gris o de alcantarilla (Rattus norvegicus) y la rata negra o rata de techo (Rattus rattus). También se identificaron dos aves, la paloma bravía (Columba livia) y la tórtola torcaza (Zenaida auriculata), que provocaron pérdidas económicas a la distribuidora, además representan riesgo para la salud de adultos y niños, debido a que son capaces de llevar consigo un sinnúmero de microorganismos tales como, bacterias, virus y protozoos. Por tal motivo se determinó como medida preventiva, que las medidas de protección contra las plagas debían hacerse de manera permanente. En este sentido se enfatizó a los operarios la importancia de las buenas prácticas de almacenamiento ya que son esenciales para garantizar que las plagas no se albergaran ni en estibas, materias primas o en equipos que se encuentren en lugares como esquinas oscuras o cercanas a la pared. Como medida correctiva contra roedores, se instalaron trampas y cebaderos los cuales eran inspeccionados semanalmente con el fin de determinar el estado de las mismas y la actividad de las plagas. Las inspecciones semanales eran realizadas por el proveedor del servicio y por el personal de la organización, quienes con ayuda de un plano de ubicación de trampas y cebaderos determinaban si era necesario reubicarlos o crear más sistemas de control para la erradicación de las plagas. En el programa de residuos sólidos, estos una vez caracterizados según el decreto 2676 de 2000, se determinaron Vol 20, No 23 (2011), Revista Alimentos Hoy - 49 dos tipos de residuos, los biodegradables y reciclables y los ordinarios e inertes, los cuales se depositaron en bolsas color crema y verde, respectivamente Los residuos ordinarios se destinaron finalmente para el relleno sanitario y los biodegradables para compostaje. El vidrio, que hacía parte de los residuos reciclables se depositó en bolsas negras y botes de color azul. Por otro lado, el papel, cartón y periódico que también hacen parte de este tipo de residuos, se depositaron en bolsas negras y botes de color gris (ICONTEC 2002). Estos tres programas permitieron incrementar el cumplimiento en BPM en la distribuidora, sin embargo para lograr un mayor cumplimiento es necesario, documentar los procesos y divulgarlos, verificar su cumplimiento y actualizar constantemente la información según los objetivos de la organización. El éxito de las prácticas del personal manipulador de alimentos está ligado a la limpieza y saneamiento de instalaciones, equipos y utensilios de la empresa; esto se pudo verificar con el cumplimiento del 100% del capítulo de saneamiento, que ocurrió durante la capacitación de operarios. Esto es consistente con un estudio realizado en hospitales de Irán, en el cual se encontró que las prácticas hospitalarias estaban asociadas a la comprensión de las prácticas de higiene alimentaria (Askarian y otros 2004). Wang y otros (2010) encontraron que el 73,7% de los directores de industrias de alimentos informaron que la frecuencia de entrenamiento a manipuladores de alimentos es baja. Se ha reportado que la inclusión de capacitaciones sobre higiene en alimentos es una herramienta primordial para la aplicación efectiva del sistema HACCP (Mayes y otros 1994). Para que el sistema HACCP funcione correctamente, se requiere de la aplicación en conjunto de la BPM y de los POES (National Restaurant Association Educational Foundation 2002). Santana y otros (2009) mostraron que la adopción de BPM en 15 escuelas públicas de Salvador, Brasil mejoró la calidad microbiológica de los alimentos servidos en almuerzos escolares. En nuestro estudio, la aplicación de las POES, ayudó a la concientización del personal manipulador de alimento y con ello se logró el desarrollo de prácticas higiénicas que garantizaron el éxito del plan de saneamiento. En países en vía de desarrollo, las industrias procesadoras y distribuidoras de alimentos, como la del objeto de estudio, en la mayoría de las veces, como industrias pequeñas y medianas que no poseen conocimientos sobre programas de higiene en alimentos y control de riesgos, presentan problemas en el procesamiento de alimentos de calidad microbiológica, por ello requieren de altas inversiones económicas para llegar a un cumplimiento del 100% en BPM, o no logran alcanzan este porcentaje de cumplimiento (Walker y otros 2003). IV. CONCLUSIONES Inicialmente el cumplimiento de las BPM de la distribuidora de alimentos revelaron un porcentaje del 39,5%, lo cual sugirió que niños y adultos mayores se encontraban en alto riesgo de adquirir ETA, por lo tanto fue necesario la introducción planes de capacitación y saneamiento, y programas de control de plagas y residuos sólidos. Después de la adopción de prácticas correctas de higiene en alimentos, se presentaron incrementos notables en los porcentajes de cumplimiento de BPM, principalmente, en el capítulo de saneamiento, personal Vol 20, No 23 (2011), Revista Alimentos Hoy - 50 manipulador de alimentos, equipos y utensilios y almacenamiento, distribución transporte y comercialización. El plan de saneamiento y la capacitación permitieron incrementar los porcentajes de cumplimiento en BPM hasta el 70%, siendo de gran importancia para el estado higiénico de la distribuidora de alimentos. Además, este trabajo permite la fácil apropiación de la metodología necesaria para implementar un plan de saneamiento y de capacitación en las industrias de alimentos. V. REFERENCIAS Achterbosch, T. 2007. Consumer health hazards in international food trade. Report 6.07.14. The Hague: Wageningen University and Research Centre. Inst. of Agric. Economics. 1-44. Askarian, M.; Kabir, G.; Aminbaig, M.; Memish, Z.A.; Jafari, P. 2004. 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AGRADECIMIENTOS Los autores agradecen a la Gobernación del Valle del Cauca y a la Universidad Nacional de Colombia Sede Palmira por la financiación de esta investigación. Vol 20, No 23 (2011), Revista Alimentos Hoy - 52