relato hora de almuerzo

Hora de almuerzo
Mención Honrosa
Todos los días Marta prepara el almuerzo. Corta con
dedicación las verduras que temprano compró en La Vega
y descongela la carne mientras tararea las canciones que
suenan en la radio. Luego de unos minutos, el aroma del
charquicán llena toda la casa e incluso no pocos vecinos que
pasan por afuera de la casa se detienen a oler los deliciosos
vapores que salen por la ventana. Exhausta, Marta sirve el
plato de su marido y el suyo, para colocarlos con cuidado en
el mantel que lavó por la mañana. Toma asiento y come en
silencio hasta terminar su plato, luego mira la porción de su
marido y espera que se vaya enfriando, así, siempre callada
hasta que bota la comida a la basura. Así lo hará todos los
días, hasta quién sabe cuándo. Porque, pese a llevar siete
años viuda, aún no se acostumbra a la partida.
Patricio Valenzuela León, 31 años, San Antonio