“Las Personas Son Valiosas”

Transcripción

“Las Personas Son Valiosas”
Resumen de prédica
TEMA:
“Las Personas Son Valiosas” Pr. Rafael Vargas
Santa Cruz, 10 de Mayo de 2015.
Nro. 61
J
esús hizo la siguiente pregunta
Mr. 8:37 “¿Qué puede dar el hombre a cambio de su alma?”
Tener una perspectiva clara respecto
de valorarnos unos a otros, ayuda
a vencer un aspecto desafiante de
nuestra vida en Cristo, que es compartir nuestra fe con otros.
La razón por la que no alcanzamos a
otros es porque nosotros simplemente no valoramos a las personas así
como valoramos las cosas materiales.
Cuando tengamos los valores correctos, vamos a buscar personas sin que
nadie tenga que motivarnos, y nos
vamos a convertir en evangelistas
poderosos aplicando los principios
del discipulado.
El primer principio del discipulado
dice: Engancha a tu comunidad y a tu
cultura.
Algo que intimida a los cristianos se
da cuando les dicen que evangelicen
a su entorno de relaciones. Muchos
no se sienten preparados y también
temen a ser rechazados. Eso sucede
porque hemos reducido el concepto
de evangelizar al hecho de que alguien acepte tu discurso y termine
haciendo una oración de recibir a Jesús como su Salvador; en lugar de
enganchar a los no creyentes a tra-
vés de relacionarnos con ellos. Una
relación que se desarrolla a través del
tiempo puede llevar a las personas a
conocer a Jesús como su Salvador.
El discipulado empieza cuando los
discípulos de Jesús lo engancharon
en una relación. Jesús nos llamó a
hacer discípulos a todas las naciones,
es una ORDEN, a cumplirse.
Somos conocidos por segregar, por
tener una mentalidad de comparar
nuestra mentalidad con la mentalidad de los mundanos. Los no-cristianos creen que no les caen bien a
los cristianos por las cosas que ellos
hacen, por cómo se ven, o por lo que
ellos creen, se sienten demonizados
por ellos. Hoy en día somos más conocidos por aquello a lo que nos oponemos, en lugar de ser conocidos por
lo que realmente somos.
Enganchar a alguien significa “atraer
el interés de alguien”. Hemos enganchado la atención de alguien cuando
empieza a participar o ha despertado
su curiosidad en algo. Digamos una
actividad o una causa. Además significa que se ha realizado una conexión.
Nuestra comunidad es aquella cercana que nos rodea: La familia, los
amigos, los vecinos, nuestros socios,
los compañeros de trabajo y aquellos
con quienes estamos en contacto.
Finalmente, la cultura está compuesta de aquellas cosas que nosotros hacemos sin necesidad de pensar. Tiene
que ver con cómo actuamos y nos
comunicamos. También consiste de
donde vivimos, trabajamos, compramos y jugamos. En pocas palabras,
la cultura revela lo que valoramos y
disfrutamos.
En resumen, enganchar a nuestra
comunidad y cultura significa: atraer
el interés y hacer una conexión significativa con nuestros parientes,
amigos y todos los grupos de personas que están en contacto diario con
nosotros.
Como iglesia debemos hablar el lenguaje de la comunidad y estar aferrados a la verdad de las Escrituras.
Cuando los discípulos son desarrollados. El alcance social y comunitario
se incrementa exponencialmente
sin necesidad que el liderazgo de la
iglesia lo tenga que iniciar. La iglesia
se involucra en alcanzar diversas comunidades con el evangelio, porque
decenas de discípulos han empezado
sus propias actividades cívico-sociales.
Si nos propusiéramos apoyar y bendecir un orfanato, si adoptáramos
Q u e a pre n d i
ciertos vecindarios y los sirviéramos,
estas son iniciativas que no necesitan ser guiadas por los pastores. Estas actividades deberían ser parte de
la vida natural de la iglesia. Decenas
de miles serían enganchados, y muchos de ellos se convertirían en seguidores de Cristo.
¿Y cuándo se les presenta en el evangelio a las personas? Cada vez que
enganchan una persona, es presentado gradualmente, tus palabras,
acciones y tu espíritu están comunicando; y ten por seguro que vas a
saber cuándo vas a tener que hacer
una presentación formal del evangelio. Cuando enganchas una persona,
ya es cuestión del Espíritu Santo que
te urja a hacerlo.
El verdadero poder de presentar el
evangelio radica en hacer que sea
una parte valiosa y vital de tu vida
tal que, tengas la necesidad de hacerlo con quienes te rodean.
Evangelizar y predicar el evangelio
es un asunto serio y urgente. Esta
Nación necesita a gritos la manifestación de los hijos de Dios. Pero sería
un grave error, si nosotros presentamos el evangelio de forma abrupta
sin considerar el estado de cada persona, de sus necesidades y de cuan
receptiva pueda estar dicha persona
al mensaje de salvación.