Construccion naval 20 años despues. Homenaje a Lucas
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Construccion naval 20 años despues. Homenaje a Lucas
~"'~'-'-~~~ ~~W' 1" ••• --------' ~ ,~._,.-" ,,_.-....-.._-...........u·· ...•..•. ·.....,~---..........-. '" ~ (2., -=tG'i •)" ¡ ~ """"~) ....,,,,,,-.. ~ .'. ~ -~._-_-...- .......•..... ~- 1e, 1),7..1f.6S4 4,----::: ::--' J ~!'. " ;~>·:;c;', """r.l, " ;0'" / (~ J I-IO~AENAJE 5;:' i! -<.~(\},"".'\, \S.\~v ~~ ..'\ \".~"'~"'.'~" .-::\§) .~.;. ~ ,'¡I \ ',' \",) ()I A '<.~~!L~J.~>/ BELTRAN LUCAS' -\ DEPA21;,M[NTO I I¡ Artículos DEHECHO FI:..u,\!I.:¡¡:~a de 1':.\ CESAR 1:-:1 ALBmANA ,~ '~. ",., \' ~ JUA;>; ANTONIO ARIAS DONET RAOUL AUDOUIN ,. 'l': i .~ ¡ j ;' \ JULIO BANACLOCHE FRANCISCO CADR1LLO RICARDO CALLE SAlZ CARLOS CALLEJA X1FRE RA~10N CAI:ANDE ~ '{ 'j ¡ ;, I v~ j ~. ., GARCIA·QUINTANA JULlAN AL1ENES UROSA MA;>;UEL ALONSO OLEA NARCISO AMOROS RICA ANTO;>;IO ¡OSE y MARTINEZ CASES 10SEFA E. FERNANDEZ ~RUFE EMIl.IO DE F1GUEROA SANTIAGO GARCIA AVELlNO j ¡ CASAS PARDO DEL RINCON EUSEDIO ECIlEVARRIA SALVADOR * * * * ¡OSE A. MU~OZ SANTOS PASTOR ROGELIO PEREZ * '" * * " * " " * GONZALEZ '" GARCIA JOSE HERIBERTO MARTINEZ WENCESLAO MILLAN FERNA~J)EZ '" * GIUCE·IlUTCIIINSON GOTTFRIED IIADERl.ER DE~IETRIO II'ARRAGUIRRE I * GARCJA VJl.l.ARE/O RAFAEL GIP.ERT MARjORIE i * '" * " ~, ¡OSE LUIS MILLET l'EREZ GONZALO l'EREZ ROMAN l'ERPl~A I BEl. .c:;:¡'----- ROJAS PRIETO BUSTAMANTE DE A YALA DE ARMI~AN y GRAU JOSE T. RAGA l.ORD ROBDINS JOSE MARIA RODRIGUEZ JAVIER SALINAS F. SANCIIEZ RA~IOS PEDRO SClIWARTZ MARIANO SEBASTlAN G. l.. S. SHACKLE GABlUEL TORTELl.A DF.VESA CASARES JUAN A. G. UI.l.ASTHES CHRISTIAN WATRIN HANS WILLGERODT ANA YAO,\R STEllLING ! j f ' ~ >;' ,~,\.~:.~ . Q/"".\,_.~ 1f./.,;~, 1: I¡'> I '.~~:.~:'i: t . , !',., .'. \ I 'M,_ ! .0 (l" .• o,.(:-. .' , •.• 1) l. ,\-·C:.; I¡ "~':"'¡7 \ '\", ' •.. , j I •.,,~.;.. '~)";~---~""y-.,'./ , 1 ¡ 0"'-;) ¡ "".-" ," l.oi\<I.t:SO!i~ \~ I I I \. EDITORIAL MONEDA Y CREDITO I MADRID, ~~- .~ '---"~""'h~'-'- 1982 ,- .. f ..... ,,,./ r,;.' '::' .~:.\ ..• . ..,_.~ ..' \, j ~.•.uh. A" - f I I I ¡,-,~ ¡ .' ,"",., ,,, -." -'o "" •• , •• , •• ~~ ••• "" •• ,~~ t ~ ,1 \ I ,. .1 i , ~ ¡ f , ] ! ( !. i r Págs. ,'1 Un perfil CÉSAR ., 13 ALBIÑANA GARCÍA·QUINTANA: transición? El impuesto sobre las herencias: ¿en 21 ALlE1':ES UROSA: Una alternativa instrumental de la politica monetaria: Análisis de su repercusión sobre los Bancos ;~ MANUEL ALONSO OLEA: El paro forzoso y su aseguramiento social NARCISO AMORÓS RICA: El concepto de fraude de ley tributaria en el Derecho español __ '" JUAN ANTONIO ARIAS BONET: Sobre el· sistema de la Quinta Partida RAOUL AUDOUIN: Tlzeme et variatiom sur le Veau d'Or fULIÁN 1 t• .! La cliola ell el impuesto sobre la renta FRANCISCO CABRILLO: El apogeo de la 'doctrina /ibrecambista: gresos de Bruselas de 1847 y 1856 ... oo. oo ••••••••••••••••••••••••• JULIO \ j¡ CALLE .¡ CARLOS CALLEJA f RAMÓN El sistema fiscal espaíiol ante la CEE XIFRÉ: El algoritmo marginal austríaco y la demanda ,, - I CARANDE: E. FERNÁNDEZ regional sobre politica económica : EMILIO DE FIGUEROA: La filosofía subyacente en «La teoría general» keynesirma " SANTIAGO GARcfA ECIIEVARRfA: lncidencias de orden económico en la politica empresarial , JOSEFA ~ ¡• " , .' ARUFE: ¡ 1 RAFAEL bARciA GIDERT: 215 227 253 269 283 299 VILLAREJO: El eatalán Montells y 1853 ¡ t 161 Consideraciones La politiea mixta en el caso de una economía abierta: Puntualizaciones a la tesis de M¡mdell A VELlNO 141 189 Diez contertulios en el «Gato Negro» JosÉ CASAS PARDO: Algunas consideraciones sobre la teoría de la elecciÓn pÚblica (Public Choice) ANTONIO CASES y MARTfNEZ DEL RII'CÓN: La Hacienda crítica .! 111 Los Con- SAIZ: del consumidor 83 103 123 BANACLOCIIE: RICARDO 33 53 317 la economía de Granada, 1833331 11 ¡ i ~---~-- 1 __________ ~...". .,....----------------------- f ._._--- ==~\:::_===:::::::~===mIm1_ .••• _..:_~, .. "'------_._ -- -~--~._ .. .•. ~._-,-_. UN PERFIL lndice Págs. ,I! GONZÁLEZ GARcfA: ¿Es constitucional el tratamiento dispensado a las rentas familiares por el Impuesto sobre la renta de las personas fisicas? ." '" Las vicisitudes de un ecanamista MARJORIE GRICE-HuTCHINSON: GOTTFRIED HABERLER: El dólar en la economía mundial EUSEBro :t ~ 1 DDIETRro í, HERIBERTO WENCESLAO .,1 SALVADOR MILLÁN / , i 1 JosÉ ~ A. 'OO •••••••••••• oo Mur'ioz ROJAS: Don Miguel, en Cambridge oo PASTOR PÉREZ PRIETO: Construcción BUSTAMANTE: El Real DE AYALA: La teoría de la alienación en Marx y sus vistas desde la moderna «Public Choice» p' •..•..••. GONZALO PÉREZ DE ARMlr'iÁN: Algunas obserllaciones sobre la naturaleza juridico-pÚblica del Banco de España ... P •• P •••••••••••••••••• ROM.~N PERPIÑ,( y GRAV: lieflexión sobre la ideología individualista ... JosÉ T. RAGA: Proceso económico y acción empresarial LORD ROBB!NS: The Mixed Econo1l1Y JosÉ LUIS " El «terrorismo» fiscal JAVIER SALINAS: Modelización integrada de la oferta y demanda de bienes suministrados por el sector pÚblico F. SÁNCHEZ RAMOS: Algunas consideraciones sobre los <<nuevoseconomistas» (De Friedman a Walras) .. , p. P' ••••••••••••••••••••• JosÉ l\!ARíA RODRíGUEZ DEVESA: El monopolio del banco central en la historia del pensamiento econ6mico: Un siglo de miopía en Inglaterra MARTA:-:O SEBASTL("¡: El pel!sGmi~n:o ecol!6mico de Sancho de Moncada: PEDRO L. S. :ributarias SHACKLE: ... o •••••• _, Canlillon farahead •••••• o •• o •• o., oo. o •• ':' o •• o., ••• of his time~ Reflexiones sobre la metodología y los fines , ••••••••••••••••••••••• de la IJ/Stona econOn:tca ... P' ••••••••• ¡CAN ANTONIO G. tJLLASTRES: Ur: impuesto llamado inflación GABRI~L CHRISTlAN H""s ANA 471 487 503 533 543 579 597 621 637 649 669 SCHWARTZ: Sus ideas G. 461 PÉREZ implicaciones 1 435 485 •••••••••• naval: veinte alíos después ... de Manzanares, el marqués de Santillana y el Honrado Concejo de la Mesta oo' oo. oo. oo. oo •••• SANTOS ROGELlO 391 421 ••••••••••••• El sistema monetario y bancario argentino. FERNÁNDEZ: Inflación y contabilidad en la empresa. 1 BEL: Razón y economia MARTíNEZ: MILLET 365 Los catálogos de economistas espOlíoles publi- !PARRAGUIRRE: cados en el siglo XIX JosÉ 345 TORT~LLA WATRIN: WILLGERODT: CA~.\RES: Students, University Professors and Taxpayers Free World Trade under Atta¡:k La distribución funcional de la renta en España: Una propuesta metodológica 689 731 765 781 803 825 847 Y ABAR STERLlNG: .. j ! ! 865 Hace ya muchos aPíos que conozco a Lucas Beltrán, desde una tarde en mil novecientos cincuenta y tantos en que don Ramón Carande 110S llevó a una cafetería existClZie a la sazón en la calle de Las Torres a Juan Lladó, a Emilio Orbaneja, a José María Naharro y a mi, para presentárnoslo. Ailí apareció Lucas, entonces con treinta años menos, recién llegado a Madrid. Don Ramón, ponderativo y absoluto, se deshizo en encomios de Lucas. Dijo, creo recordar, que era una perla (si no eso exactamente, algo parecido). Apenas conocía yo a don Ramón en persona, aunque sí en su ad/?zira[¡[e Carlos V, y temí que sus ponderaciones en cuanto a [a personalidad de Lucas Beltrán fuesen mermadas con las rebajas con que los ailos mellan cualquier calificación y relación humana. Creo que en el caso de Lucas las ponderaciones de don Ramón estuvieron en lo justo: el paso de los aiíos no sólo no ha mermado aquellas cualificaciones, sino que, como pasa con los buenos vinos, con los buenos cuadros y con los buenos libros, las Izan ido aumentando. A ellos volvemos siempre con gusto renovado lo mismo que a la relación con Lucas Beltrán. Bondad e inteligencia, sentido muy equilibrado de las medidas, agrado y bencvolencia en los juicios, equilibrio en sus apreciaciones y trabajos son notas que definen su personalidad. La plúcida aceptación de la vida y sus altibajos es una de sus cualidades, como lo demostró cumplidamente cuando tuvo un importante cargo oficial. secretario general de la Comisaría del Plan de Desarrollo. Nadie menos afectado por ello. Lucas Beltrán, secretario de la Comisaría del Plan de Desarrollo, siguió siendo primordialmente Lucas Beltrán. Y así en todos los actos de su vida. Sus inclinaciones no han afectado sus juicios. Sus legítimas aspiraciones no han turbado ¡¡¡lIlca su relación humana. La acum¡dación de sus experiencias [e ha hecho llegar a estas alturas con un rico y variado bagaje interior sin vacías exteriorizaciQnes.· . I I 12 131 i ! , ~ -A'" ., ~ •• ~, -C'-.,~"",- .•._ ~ .•••..•.• "':";';';;';¡¡;'¡'.:¿U ..t.o. • .w.IO<~ _.o.; .•••••••• ..-~ •• ~~~--_ •• ~'~, _._~-"----._-_ .•__ •• -_. J CONSTRUCCION NAVAL: VEINTE AÑOS DESPUES ... José A. Muñoz Rojas explicación por el aquél sin duda de «defendello y no enmendallo» de que tanto gustaba. Sus razones tendría, además, pero se las guardó. De Yi/s y Mallorca saltó a la Magdalena, y a la reina Victoria, sombra ya sobre la bahía santanderina, y hablaba y hablaba, detcniéndose poco y sin mucho lugar para el diálogo, y los estudiantes le seguían incrédulos y admirados, quizá sin explicmsc del todo aquel monólogo continuo, aqucl sermoneante scr scvcro, casi pastor anglicano, que lo mismo les hablaba de los poetas que de su Salamanca y de sus nietos. Luego, entre serio y humorado, comenzó a darles consejos varios, entre otros, que se dejaran de conversacioncs tontas cuando tuvieran novia y resolvieran, previamente al matrimonio, problemas que habrían de presentárseles una vez casados. Problemas prácticos, dccía; tal el de las mantas con las que cada uno dormía los inviernos, cosa en la que soHa haber menos acuerdo dc 10 presumido y se dejaban al azar, sin tener en cuenta las dificultades que ello podría crear. Al día siguiente almorzamos con él en Emmanuel College. Eramos cuatro y alH apareció otro Unamuno muy distinto. -Usted, ¿qué hace en Cambridge?, me preguntó. Le dije que me interesaban los poetas metafísicos y su relación con las letras españolas, y que para averiguar 10 que pudiera a este propósito estaba allí. Entonces don Miguel comenzó a hablarme de Crashaw, al que conocía muy bien, y se refirió sabiamente a los himnos a Santa Teresa de aqucl poeta. A ningún espaiiol le oí hablar con tan cabal noticia de temas y obras como aquéllos, alejados de la común curiosidad en nuestro país. Largo y tendido se explayó y a mí me maraviIIó hasta qué punto su universal curiosidad le había llevado a explorar y conocer pasajes que aparentemente nada tenían que ver con sus otros intereses. Allí ya no hubo monólogo, sino diálogo y lección. La tarde se alargó y al cabo de ella lo vi perderse por las calles de Cambridge. Se adentraba en aquel aiio de 1936 terrible y' distinto para la tierra a la que tanto amó y que con él vino a acabar en su último día en su Sa]amanca del alma. POR SANTOS PASTOR PRIETO INTRODUCCIÓN El presente trabajo no tiene otra pretensión que la de dibujar una breve panorámica global del estado de la construcción naval veinte años después del estudio de los profesores Lucas Beltrán y Rafael Vega (1), señalando las' variaciones más importantes experimentadas en tan dilatado período, poniendo de manifiesto, en lo que a España se refiere, aquellas características que definen su crecimiento y resaltando sus problemas nuís importantes; todo ello nos permitirá reaJizar 'una aproximación a las perspectivas del sector en los ochenta. En una publicación de las <;aracterísticas de la presente resulta ocioso, por reiterativo, exp1icar dedicatorias adicionales. Sí quisiera dejar constancia de mi agradecimiento al profesor Lucas l3cltrán por el apoyo que me prestó precisamente en el acceso a este tema, colateral al objeto de estudio de mi tesis doctoral. 1. CARACTERÍSTICAS DEL SECTOR La construcción naval posee una serie de atributos que la hacen especi,almente atractiva para aquellos países que se encuentran en un grado intermedio de desarrollo tecnológico o que poseen fácil acceso al mismo, aunque sea de procedencia extranjera. Exceptuando determinados segmentos de la producción, cuya sofisticación resulta elevada (buques especiales, metaneros, productos químicos, algunos tipos de porta,contenedores y ro-ro, cte.), la gran mayoría de los buques que I ., (1) RAFAEL VEGA Y LUCAS BELTRÁN, «La colectiva ES/lIdios sobre la Coml/llid;rd ginas 457 a 534. ' I construcción Ecollómica Europea, I 1487 486 I - __"-"::'=:-.---"'~1- '~---J naval» Madrid, en la obra 1959, pá- - .•••••"'--O:;_~~~~L ..•...•••••• ~~~ __ . ~"".;... "o:. ·,. .•••.••••.•••.••.•.••. .;~_· __ "" ••• 4'.·'--- ..•."" •••••.•. ··.,__ .•..,.. ~ Santos Pastor Prieto Construcción se construyen -y, desde luego, los que componen el grueso de las flotas mundiales en términos de tonelaje (graneleros y petroleros)son perfectamente accesibles a países en desarrollo; es ésta una de las razones del progresivo desplazamiento hacia tales países de la construcción naval en los últimos años. Como quicra que se trata de producciones con técnicas intensivas en mano de obra, factor en cl que están especialmentc dotados tales países, aquel desplazamiento obedcce a causas que podríamos calificar de naturaIcs y objetivas, no tratándose dc movimientos coyunturales, sino de avance dc fenómcnos tendenciales. Precisando algo más, podría dccirse que, a pe~ar de la accesibilidad tecnológica, se requiere cierto grado de desarrollo económico en esos países para contrarrestar las imperfecciones del comercio mundial, que privan de libertad al movimiento de factor'~s y productos. Por lo general, el valor añadido de esta rama no sucle ser elevado (inferior al 30 por 100 del valor del producto) y su integración en la estructura industrial es fuerte, por lo que el efecto multiplicador de la expansión industrial es elevado. Dada la concentración y especialización conseguida en áreas geográficas y tipos de buques, la incidencia del sector en el componente exterior de las economías suele ser grande. Tales características, que hacen codiciada la actividad, dan pie a la adopción de medidas proteccionistas extremadas en los momentos de crisis económica. Por otra parte, al ser una industria que requiere financiación especial, la competencia se sitúa no sólo en el terreno de la técnica, sino también cn el de las condiciones de financiación. interpretaciones, una de la,s cuales fue la de aquellos que entendían que los cambios en el transporte marítimo están interrelacionados con los de la construcción naval, y cuya formulación más simple podría enunciarse así: un a1to nivel de beneficios y fletes estimula un creci- . miento de la demanda dc nucvas construcciones en los astilleros. Tras un cierto tiempo, debido al período de producciC:n cn los 8stilleros, aparecen en el mercado estos buques en abundancia, y dada ia inelasticidad de la demanda, provocan una caída de los fletes; esto induce cierta disminución de los beneficios, que impide nuevos pedidos, pudiendo llegar a no alcanzar siquiera el nivel de reposición; tras un ·cierto tiempo, el suficiente para que se absorba el exceso de oferta, la inversión en. nuevas construcciones se recupera, con lo que el ciclo comienza de nuevo cuando exista exceso de demanda de transporte. La formulación de la teoría de los ciclos en el sector aparece por primera vez como hipótesis en Tinbergen, siendo éste uno de los autores que dedican mayor esfuerzo al análisis del tema (4). Sin embargo, la investigación realizada hasta la fecha no presenta resultados concluyentes en el contenido de encontrar el ciclo en sentido estríc"to en la construcción naval con algún mecanismo propio -¿intrínseco?- parecido al de] teorema de Cob·Wed (usado con profusión en el debate por los partidarios de su existencia) que pudiese dar lugar a auges periódicos y regulares de una manera casi automática. Cierto que, en términos de tendencia gC;1eral, las consideraciones de Tinbergen de que los nuevos pedidos aparecen en momentos de prosperidad (buenos fletes. eJcvados beneficios) y desaparecen con la depresión son compatibles con los datos estadísticos y la observación común, pero no ha podido avanzarse más en el tema desde esta dirección. Los niveles osciJatorios cíclicos de los precios en el teorema de Cob-Wed se deben al retardo entre la decisión económica y su resultado y al hecho de que la oferta subsiguiente depende totalmente de las decisiones de la fase previa del ciclo. Sin embargo, los retardos de la construcción naval. donde evidentemente existen, son 'de duración muy irregular. variando de uno a cuatro años en función de la ocupación de los astilleros, lo cual deshace cualquier idea de ciclo regular es· tricto y apuntaría ya hacia movimientos oscilatorios más vagos, más difusos. La siguiente objeción consistiría en que no hay intervalos precisos entre el momento en que se aprecia exceso o defect:) de ca· pacidad de transporte y su impacto en la reducción o generación de nuevos pedidos. En cualquier caso, los períodos son función de varia· ,íl Especial referencia al tema de los ciclos en la construcción IUlVal Por su importancia y por el papel que desempeñó en la formacióry del pensamiento económico merece la pena hacer mención dcl tema, al que también hace referencia el estudio de los profesores Be]trán y Vega (2), de las fluctuaciones del mercado de construcción naval y de su relación con las oscilaciones de] mercado de fletes. Objeto de análisis económico en el final del pasado siglo y comienzos del presente, dio pie a una primera formulación de los ciclos económicos (3). El enfrentamiento con el tema dio lugar a diversas ,1: " BELTR,(:-/. La cO/lstrucci6n /lava! espciiola y la 1959. pág. 52. (3) WLADYSLAW RZEPECKI. «Thc shipbuilding cyclus rcconsidcrcd», Rottcr. dam, 29-31 dc marzo dc 1978; conferencia pronunciada en el programa Mariti(2) RAFAEL VEGA Y naval: veinte alías después ... LueAS Comunidad Econ6mica Europea. Madrid. ¡' :¡ , (4) 1931. me Research and El/ropean shipping and shipbuilding. 488 ~ ..... T¡:<BERGEN, «Einschiffbauzyklus?», en Weltwirtschafliches archiJl, 489 ~~---------_._ _------,..-.....- ---------.-~------- --~_._... L. .•..-...-., .•. ,._..- ..,.~:('--_._. --"""'--~'"""'!:"'~---.---- ..,-...~ ,.....-.-~~~~~~_ _...., .. ....•.. ,••• _, •••••••••.•••• _ ,....,...-, .. ••••••• !::.· .••••. ..¡j·c __ •••.. _ •• -.> __ .. . -.~ ...,..--- ... ... u••.•..•••..... ,.'.•• ,...•. .- •••, •••. ~.''''',~ Santos Pastor Prieto ciones en la demanda de transporte marítimo (5), con lo que se destruye la consistencia de cualquier formulación del ciclo económico de carácter endógeno. Pero es que, además, la oferta de servicios en nuestro sector se deriva no sólo de las decisiones tomadas en el período inmediato a la prosperidad, sino de la suma de decisiones de un período mucho más largo, reduciendo el impacto de una única oleada de pedidos. Todo ello impide aceptar la hipótesis de un ciclo en el sector basado en cl teorema de Cob-Wed. A partir de ahí, a partir de la inviabilidad del hallazgo de algún mecanismo intrínseco que pueda dar lugar a formulaciones apoy¡¡das en la teoría convencional y de la consideración final de que cualquier estimación de los períodos de las fluctuaciones deriva de variaciones en la demanda de servicios de transporte, cabe citar aquí dos opciones partidarias de interpretaciones de carácter «cxógeno» de movimientos no cíclicos, sino «fluctuaciones». Una de ellas es la que sostiene el profesor IvIetaxas, para quien la situación coyuntural y los cambios en cl transporte marítimo y, en consecuencia, en los mercados de construcción naval d':pcnden predominantemente de cambios cn la demanda de servicios de transporte (6). Con Cllo no se desprecia absolutamcnte el hecho de que existan variaciones en los ti pos de fletes y en los pedidos que se deban también a la capacidad existente. Otra formulación «cxógena» de muy reciente aparición y perteneciente aún al campo de lo intuitivo es la del profesor W. Rzepccki (7), quicn mostró el soporte de la misma en la aportación del matemático francés R. Thom (8), y que daría lugar a una interpretación de las fluctuaciones del sector marítimo y nav¡¡l en función de su carácter de amortiguadores entre sí y en el conjunto de la actividad económica. En cualquier caso, y teniendo en cuenta que la polémic:.1 (quizá fuera mejor hablar de investigación previa a la polémica como tal) está todavía en plena vitalidad, parece que una vía fértil de investigación ,del tema exigiría mayores precisiones, mayores desagregaciones en función de distintos tipos de buques, o al menos de los más significativos (petroleros y graneleros sólidos a un lado y carga general al otro en un principio), e intentar analizar variaciones en niveles de fletes y actividad en la línea del trabajo de Schcneider (9) o en la de (5) Véase (6) (7) (8) (9) Elemento este de carácter exógeno en la formulación de las críticas. RZEPECKI. op. cit., pág. 4. B. N. METAXAS. The eeonol11ies o/ tramp shipping. Londres, 1971. W. RZEPECKI. op. cit., pá~s. 5-1l. R. TH OM. Les struetllrcs slabilcs et morphogenese, 1972.. J. SCHr-:EIDER, El1Ipiriseh UntersucIllIngen ¡¡ber den einflllss van fraeht- 490 Construcción naval: veinte aiios después ... Zannetos (lO), entre otros. Por lo demás, la experiencia del negocio constructor y del transporte marítimo soporta la idea de estrecha relación entre la evolución de los fletes, la contratación y los precios de los buques, 11. LA EVOLUCIÓN RASGOS EN LOS ÚLTIlIIOS VEINTE AÑOS. 1\I,\S SOBRESALIENTES Suele hablarse de tres grandes etapas al estudiar la evolución de la construcción naval en el siglo xx (11). La primera, que comprende toda la primera mitad del siglo, se define por el predominio inglés en la producción naval (salv¡:ndo las distorsiones propias de !as. dos grandes guerras); en esta etapa apenas se producen avances sIgmficativos en los tamaños de los buques si se exceptúa el papel que desempeñuron los Libert)' de la Segunda Guerra Mundial, que aderr¡~s supusieron un importante avance en el concepto de la produrcIOn en serie. La segunda etapa, comprendida entre finales de los cincuenta y los momentos de avanzada penetración de la crisis de los setenta, se caracteriza por el predominio japonés en la producción, la concentración de la actividad' constructora mundial y porque ésta es la etapa de más importantes cambios en el transporte y construcción naval: de los grandes buques, sobre todo petroleros, potenciados por el aprovechamierito de las economías de escala y el especial impacto de circunstancias políticas (gucrras, cierres de Suez); de los buques poli valentes, como nuevo concepto de buque versátil y autosuficiente en n1edio de carga y descarga; es la época de pleno desarrollo de la producción en serie con nuevos modelos, que sustituyen a los viejos Libert)', dcsaparecidos en la mitad de los sesenta (los «Freedom», «SD 14», «Santa Fe»). A partir de la segunda mitad de los s'esenta, es de anotar el desarrollo de la especialización de los buques para transporte de gascs, productos químicos, plataformas y auxiliares, y sobre todo, en el terreno de la carga seca, con los portacontenedores y ro-ro, que revolucionarían la concepción existente hasta entonces de la relación tcilllwhmcn tIIzd schi//bm¡ prcisen au/ dcn bau van seegehenden gutescIzi//en, 1900-1958, Berlín, 1961. ZAI'NETOS, The tlzeory o/ tan/cship operatiol1S, Massachusctts, (10) ZEI'OI' 1966, pág. 239. El autor habla de la necesidad de distinguir diversos tipos de movimientos. Pasado, presente y futuro de la (11) Véase, entre otros, CONSTRUNAVES, construcción naval, Madrid, diciembre 1978. 491 ~'---~------~-~---------------.•.•.. :;-.=~,._ .... _------------- - -- ~;;.;.;;,~_ ••.••~......,j;:~_""'~"""~_"""""'_-~-~,~.,:,~~;0:4. .: .•_ .;_ ••••••••• ~II. ",,-"Lo ••• -.~ Construcción Santos Pastor Prieto intermodaI. Esta segunda etapa es también la de más fuerte creci· miento en la construcción naval en Jo que va de siglo. La tercera etapa viene definida por una situación de mayor equili· brio por la reducción de la prepotencia japonesa y occidental en favor de un mayor peso del grupo de países en desarrollo (principalmente Extremo Oriente, Latinoamérica) y Europa del Este (sobre todo Polo· nia y Yugoslavia) (cuadro 1). Los distintos indicadorcs mucstran que -- 1965 1960 1979 1975 21 1970 40.5 73.8 33 121,4 J,4 34 25,6 31,3 51,1 23,3 38.5 50.8 50,6 48,1 41,S 7,7 10,9 4,8 FlJE:o.:TE: «Su~lemento» CO:-':STRU:-lAVES. . .,¡' ..•.•• - ----- 1979 1977 y gases .............. 713 24 11 193 26 9435631 29 10 14 28 34 12 19 TRBC 37 56 24 11 58 % TRB micos ef Wcst Europe8n Europeas, ShlpbuiJdcrs 1977 (CEE, (mím. Noruega, 7). Pnra Suecia, 4 74 532 1973 12 Fin- r:liE~TES: LloyJ's Rl'gistcr NOTA: TI~U:::::: Tonclnjc of shlpplng. de Regist.ro A\VES. CONSTIWNAYES. 1980. de Registro Bruto. TRBC = Tonelaje 493 492 ~~ ~"" ,'''i''''c.,''''' nL,,,...,..·<-·,~m"'··- _._ ••• ;I"III!",.. ""_,,,,"'~.·Ai'" •••.•~ •.••••• CompensadO. carbón ha reactivado un tanto este segmento) de menor tamaño, característica ésta de la última etapa en los petroleros (afectados adcmás por la reapertura de Suez), pero que ya había encontrado su máximo en los primeros años setenta para los otros graneleros y buques de car· ga gcneral. Ni que decir tiene que el exccso de capacidad de construcción. real para nivcles razonables de crecimiento, resulta cxtremadamente grave al coincidir con el retraimiento y disminución del comercio mundial subsiguiente a la crisis. Por resumir el período, podría decirse que los últimos veinte años han estado caracterizados por: Hasta la crisis: crccimiento y cambio tecnológico. Con la crisis: cambio en la estructura de los productores y en el producto. (12) Precisamente la razón de la pérdida relativa de su cuota de mercado de 1979 (frente a 1978) se dcbe a esa saturación de la ofcrta a corto plazo. Véase CO:-;STRU~AVES, La COllstrucción lIal'a/ en 1979, Madrid, junio 1980. ¡ _~I••••I~;f'·~ DE LA ESTRUCTURA DE LA DEMANDA. PORCENTUAL DE LA CONTRATACION POR TIPOS DE BUQUES .. ,,"';- 7 .•.• naval: veinte años después ... " 'fO -." 1979, este desplazamiento no es ocasional, sino que se trata de un fenómcno enmarcable en el reajuste o redistribución de tareas en la división internacional del trabajo. Por supuesto que este fenómeno no está exento de tensiones y de presiones de fuerzas contrapuestas, la principal de las cuales estriba en el reforzamiento del proteccionismo en los países instalados y la propia limitación de la capacidad de pro· ducción de estos países (12). Con la crisis, el sector muestra cl enorme exceso de capacidad de producción a que se había Jlegado cn los programas de expansión de los principales países constructores, la agu· dización de competencia para captar la dcmanda existente (gucrra de precios) y la adopción de un sinnúmero de medidas de protección al sector con la pretensión anteriormente señalada respccto a los países <muevos», captando la demanda interior y cvitando la ruina que de otro modo se plantearía en sus astilleros. Existc adem<Ís una readapta . .i.-"~';.~ .•. 1955 70.0 12,0 80,0 8,0 nI Bolet!M de las Conumic1ades NOT": AWES = Assoclation landia, Esp<Jña y Portugal). ...., •• ~- % -- -- -- ( •••~_'"" CUADRO II CUADRO I --- _':I,¡ clón técnica que se está experimentando como consecuencia de las variaciones en la dcmanda hacia distintos tipos de buques (véase cuadro ll) (evitando petroleros y grandes graneleros, aunque el fenómeno EVOLUCION DISTRIBUCION PARTICIPACION PORCENTUAL EN LA PRODUCCION TOTAL MUNDIAL DE LAS DISTINTAS AREAS Petroleros ...................... No mercantes ................. TRB Tanques de productos qUÍ· Cargueros especiales ........ Carga general ................ Graneleros y combinados. EN TERMINOS DE TOt\ELAJE DE REGISTRO BRUTO (TRB) .•.•••..••• ,----------------- .. .- • _ •• ,. " --1.. ._..¡¡:":; .•• ~"";~·~It~,,,;,,,:;,:,:,:,~· .1. ~,~ '" ,. ~,,~ ,,'. \IA.;u.---..... ........•..••.•••.•••. ~,_ .•..~ ---.- ...•.. I Santos Pastor Prieto Ill. EL SECTOR EN ESPAÑA Los siguicntes datos (13) pueden aproximamos a la importancia del sector. La construcción naval representa el 0,8 por 100 del Producto Interior Bruto y aproximadamente el 3 por 100 del Producto Industrial, emplea el 1,3 por 100 de la población industrial y su participación en la inversión del sector sccundario se sitúa en el 2,5 por 100; tal inversión se asigna en sus dos terceras partes a construcción naval y cn su tercera parte a reparaciones. Su participación en la exportación total es del 5-6 por 100. La fllnción exportadora a que nos referíamos e;¡ el comienzo de este trabajo como característica de la construcción naval resulta patente aquí: las importaciones vienen a representar de 1/5 a 1/8 de las exportaciones (14). Los otros aspectos también reseñados de la integración industrial se ponen de manifiesto con el hecho de que el 70 por 100 dcl valor dc la producción son i¡¡puts, que en un 90 por 100 son obtenidos de empresas allxiliares españolas. El carácter utilizudor de mano de obra se prescnta por les 60.000 trabajadores directos del sector y les aproximadamente 130.000 indirectos (15); en el mismo sentido es importantc el cfecto estimulador de la demanda tecnológica, relativamente elevada, del sector. El efecto empleo es más importante por tratarse dc ocupación en zonas especialmente deprimidas (Galicia, Andalucía), con grandcs dificultades de creación de puestos de trabajo, aspccto que ha vcnido a confirmar el fracaso de las medidas de incentivación dc la inversión altcrnativa recientemente adoptadas. La importancia del scctor suele afirmarse quc llega a la propia Marina Mercante, con quien tiene <da tarea de facilitar la flota mercante ... para sustituir la utilización de medios de transporte extranjeros y así ahorrar divisas» (16). Este tema, profundamente conflictivo y ar.tificial, que encierra unos costes nunca considerados en serio hasta la fecha, confiere al sector construcción naval una importancia para el transporte marítimo bajo bandera española anormal por la prohibición de importar buques. La localización del país ofrece unas ventajas notables en el trans(13) Toda la información de referencia es para 1975. INE: «Contabilidad nacional>. , A11uario Estadístico y Encuesta sobre Población Activa. 01 (14) A. EUSSNER, Tlze Spa11islz shipbui/di/lg i11dus/ry ami /hc acccssion Spail1 /0 /hc E. C. Adius/mc/l/ requirclllents u11d pro/;lclIls, German Dcveloprnent Institutc. Berlín, 1979, pág. 106. (15) El dato re~ulta de aplicarle el coeficiente 2,2 a la población laboral dedicada a la fabricación directa de buques. Véase ASOCIACIÓ"l DE J"IVESTIGAelóN DE LA CONSTRUCCIÓN NAVAL, Estudio de la i/ldustria al/xiliar /luval, vol. l. tomo 2.", Madrid, 1973, págs. 90 a 120. (16) A. EUSS"lER, al'. cit .• pág. 19. 494 ~----- i Construcción naval: veinte m10s después ... porte marítimo. Estas mismas ventajas existen en materia de reparaciones y, en muy inferior medida, en construcción naval por la buena localización de los astilleros. Mas no todo son ventajas, sino que abundan también los inconvenientes; uno de ellos: la distancia existente entre los astilleros y los centros productores de los i/lputs que aquéilos necesitan ocasiona unos gastos de transporte de importancia. La estructura cmpresarial en el sector ofrece características singulares. Para empezar, la participación del sector público en el mismo se sitúa próximo al 80 por 100 de la facturación total del scctor y lo supera en capacidad de producción, sicndo ligeramente jníerior en empleo, dado que éste abunda en los pcqueilos astilleros en relación a su escasa capacidad de producción sobre el total. El INl controla el 100 por 100 de los tres mayores astilleros y otros menores, y si las razones de esa presencia obedecieron en algunos casos a criterios de eficiencia, en otros supuso un acto de socialización de pérdidas (I7). En cualquier caso, la presencia del sector público hizo posible la realización de las cuantiosas inversiones de los primeros setenta, y ofrece unas posibilidades inusuales para acometer reorganizaciones (como prueba el comportamiento ante la crisis). En el proceso de concentración se ha producido también un fenómeno de especialización y complementación fundamentalmente entre los grandes astilleros, e incluso hay una cierta división de la cartera que asigna la casi totalidad de los buques de transporte -desde luego, la totalidad de los grandes buquesa los grandes astillcros, dejando un escaso margen para los medianos, el más importante de los cuales se especializa en buques de pasaje, y quedándose los pequeños y medianos rcstantes con los segmentos de pesqueros, ba;'cazas, gabarras, auxiliares, ctc. Tal situación propende a eiiminar la competencia en el sector, a pesar de que ésta haya aumentado en cierta medida por la <<intromisión» de los grandes astilleros en buques de menos de 8.000 TRB, tradicionalm~nte coto de los pequeños y medianos astilleros, producida por la presión de la crisis económica. Las inversiones más importantes realizadas en el sector han venido, como se apuntaba, de la mano del sector público, que movilizó cuantiosos recursos en la etapa de fines de los sesenta e inicios de los setenta y que programó, a las puertas de la crisis, una expansión acabada de realizar en plena depresión. La importante modificación en la demanda mundial hacia buques m,ís pequeños y sofisticados, justa(17) INI, Memoria, años 1977 y 1978. El profesor RAMÓN TA~!A~lES refiere la forma y causas que motivaron la introducción del INI en Astano en los años setenta. Véa~e su tratado Es/ruc/ura eco/lómica de Espaiia. tomo 1, ed. 12.'. Madrid, 1978. págs. 520-521. 495 ¡ \] \.... .... ~----. I ~"~·.Y -- •... ••..•'••._~._, .••. -""...;..,,¡,.,.,,-~116 .A"O· •.•. ,,- -~_.~' J Santos Pastor Prieto ~ I IV. Lo QUE LA CRISIS HA PUESTO Construcción DE MANIFIESTO La primera manifestación de la crisis en el sector se reneja en la caída de nuevos contratos a niveles ínfimos; tal situación no resulta de gravedad inmediata dado el boom del año 1973 y la buena situación derivada de los otros años que le precedieron. No obstante. lo más preocupante consiste en la caída en la participación mundial de las nuevas contrataciones. El problema se compJica, como ya se ha señalado, dada la especialización de nuestros grandes astilleros -que son los rele"antesen tipos de buques que no son los que se demandan a partir de la crisis. y dado· que la crisis piI1ó a la construcción naval española en un momento de fuerte ampJiación de la capacidad productiva, lo que ocasiona un incremento de costes adiciondes. (J 496 -~------'------------ •. _ ..•-.._ •••M _ ~' 8) A. EUSSNER, I op. cit., págs. 32-33.! I 4971 3~ ----- .... - naval: veinte arzos después ... cado interior. Tras esta consideración se esconde la idea de protección al s'eetor para conseguir precisamente la demanda de ese, mercado. El caso español se sitúa en Jo que los armadores llaman «mercado cautivo», al no podcr importar buques y otros componentes, así como no poder repan:r cn astillcros extranjeros. Las limitaciones del mercado interior español podrían sintetizarse en: a) Los sectores mús dinámicos de la Marina Mercante -petroleros y grano-, que ·han sido los que más han crecido y que representan el 70 por 100 de la nota, se encuentran prácticamente con sus neccsidadcs cubiertas (la cobertura de estos tráficos es casi total) y las posibiJidades dc eompctir son muy escasas en el mcrcado internacional por las dcsventajas con que se parte (precio de los buques sobre todo) y por la falta dc· tradkión comercial de estos segmentos (habituados a su :vcz a un mercado de transporte cautivo y a precios protegidos); por tanto, no se puede contar con elIos a la hora de relanzar la actividad de los astilleros (¡siendo los sectores más afines a la estructura productiva de los astilleros!). b) En los subseetores con posibilidades de dcmanda (carga general, especiaJizada, transporte interior. ctc.) sc plantca el problema de la escasa especialización de los astilleros y, cn parte por eso mismo, el que los precios no son competitivos, lo que traslada el problema otra vez a las medidas de apoyo (en la adquisición del buque o en otros eIcmentos). e) En cualquier caso, la dcmanda potencial de! mercado interior no sobrepasaría un tercio de la capacidad dc producción de los astilIeros. La tradicional bucna posición cxportadora de Ja construcción naval espaíiola se ha perdido en gran mcdida por las razones que ya se han apuntado; su significación en la eartcra de pedidos es descendente desdc el comienzo de la crisis, y tal descenso es mucho más agudo cn rclación con la evolución i de los Huevos contratos; las posibilidades de mantener cuotas de exportación mundial similares a las conscguidas hasta la fecha chocan con el problema de la nueva demanda de buqucs hacia tipos especialcs cn los que los logros de la industria cspaííola son escasos, con Ja ventaja que poseen los astilleros tradicionalmente instalados en estas producciones (Alemania), con países que h.an conseguido readaptar lo~ astilleros con más rapidez, como el Japón, y en general con el aumento de la competencia que ha traÍdo la crisis (particularmente de la mano dc los «recién lIegados»). Por otra parte, se ha producido cicrta variación en nuestros clientes, que son mayoritariamente países en desarrollo (frente a un mayor peso anterior de países desarrollados) (J 8). El exceso de capacidad de los l\stilleros podría amortiguarse de El auge que experimenta la inflación en nuestro país en los años posteriores a 1973 y las consecuencias de la relativa liberalización que experimenta nuestra economía han dado lugar a un crecimiento de los costes de producción tan serio que prácticamente ha eliminado la ventaja que hasta entonces poseía y que no logra contrarrcstar la devaluación de la p·~seta. Esto enfrenta a la autoridad económica con la necesidad de adopción de medidas de apoyo y subsidios. para Jas que este país se halla muy limitado de recursos en el concierto internaeiona1. El campo de la investigación que afecta al sector sc ha11a concentrado prácticamente en los grandes astilleros y en un par de organismos mús. La falta de solidez de estos últimos. amenazados por su carencia de recursos, representa una de las limitaciones mús serias al cambio y desarrollo de la industria. Tradic:onalmente ha representado un cue110 de bote11a al crecimiento del sector el atraso relativo de la industria auxiliar, que ha dado lugar a la adopción de sistemas extraordinarios de protección para no trasladar a Ja construcción las ineficicncias de aquélIa; los avances dados cn la mcjora dc su productividad no han sido notables, y su cficiencia general no estú a la altura de ofrecer el material auxiliar que la nueva construcción naval demandará. Suele considerarsc como un dato importantc a la hora de apreciar el margen de maniobra del sector el grado de importancia del mer- '- •.•.••• _~ _. - _--.;.-~ , ,.---.. .. ..•••... i mente en los que no estaba especializada la construcción naval española (si se exceptúa el astillero próximo a C5diz para buques de transporte de gas licuado), ocasiona que la capacidad potencial máxima óptima de 2,1 miIJones se vea reducida a 1,4 millones de TRB. i .. _..- ••- ...•.• -- .. I , ---_ - --..",,--.._-~ ~.<--~....- ..:.~=:.:...:._:=~~~'..:.-.. •.... -..--.-~~~1100, ~_"'c......o.c~~.~ .-.~.,,~ ••.,"- •••,;w ••. •..•....-...~~ •• ;.I<'. __ .....•..•.. ---·-- •.~-·.-.......·-'~-·; .. •., .••.-,.-- ~ ••.•.~~~ Santos Pastor Prieto Construcción V. naval: veinte míos después ... En las conversaciones para la integración suele considerarse conflictivo el sector; no es de extrañar si, al lado de las consideraciones que se han hecho sobre el estado y perspectivas de la cuestión para España, se añade que al otro lado de los Pirienos se encuentran con problemas similares de exceso de capacidad, necesidad de adaptación a ]a nueva demanda Y'con la imposibilidad real de acometer programas de reestructuración y saneamiento sectorial coordinado a nivel de la CEE. Un sector con profundo impacto tambi6n en la estructura industriaJ, en el empleo (localizado precisamente en las regiones más deprimidas) y en ]a balanza de pagos de estos países. Dcsde esta situación, a la Comunidad le interesa que España no irrul11pa en sus mercados llevándose una parte de los mismos, para lo que está adoptando precisamente medidas de apoyo y subsidio al sector con el objeto de asegurarse la demanda interior. Aun cuando efectivamente diversos países miembros adoptan medidas de apoyo frente a las que nuestro país puede incluso resultar corto (sobre todo Italia), a la par que la gran mayoría practica medidas de ayuda en diferentes grndos, lo cierto es que el marco de la relación de fuerzas en la negociación permitiría a la Comunidad forzar a España a la eHminnción de las barreras existentes al comercio exterior de buques y reparaciones, así como a la de los siSlemas de protección que amparan a la industria auxiliar; el final de esta política estaría poco menos que en el desmantelamiento de la mayor parte de la industria auxiliar (que no aguanta la competencia exterior) (20) y pondría cn serios apuros a la producción de los grandes astilleros (máxime si tales medidas llegan a presionar la eliminación de otras ayudas). Ante esto, a España se le plantean dos opciones: aceptar esa línea de actuación con la condición necesaria de gozar de los fondos suficientes para en paralelo crear actividad alternativa, o bien, si la Comunidad no acepta la idea de transferencia de recursos a favor de España, prolongar la situación y reestructurar el sector. Todos los datos apuntan a que la vía más previsible consistiría en esta Última salida (21); en otro caso, la situación carecería de sentido (pensar en una opción que sólo significa cargas para nuestro p'aís)., existir una mayor proporción de labores de reparación en los astilleros; sin embargo, no es así (está entre ellO y el 15 por 100), y su evolución en los últimos tres años no ha sido precisamente buena. Las ventajas que se poseen, centradas en la buena localización respecto a rutas de transporte y en la realización reciente de importantes planes de ampliación. han de vencer la resistencia de la dura competencia aparecida también en este campo, de las fuertes tasas de inflación (en buena medida contrarrestadas con la devaluación de julio de 1977) y los problemas más graves de gestión, restricciones a la importación y lastre de ]a industria auxiliar, que colocan esta actividad española en muy mala situación (sobre todo en materia de tiempo) en el mercado internacional. Esos mismos problemas parecen haber ocasionado la escasa presencia en producciones de transformación de los buques y producciones no navales. LA PERSPECTIVA DE INTEGRACIÓN EN LA COMUNIDAD ECONÓMICA EUROPEA Existe otro grupo de problemas, derivado de la política económica adoptada por España hasta esta fecha, que posee especial relevancia en relación a ia integración en la CEE. El espectacular crecimiento de la construcción naval española es el resultado de una opción de política económica que, en lo que aquí nos interesa, supone la especialización de la industria española en esta actividad por las bondades que se supone posee y a las que hicimos referencia anteriormente. Para cIJo, efectivamente existían una serie de ventajas a aprovechar, a las que habría de sumarse Ja acción estatal en los siguientes frentes (subsumibles todos ellos en la política de apoyo y protección al sector): a) medidas de reserva del mercado interior en materia de adquisición de buques, reparaciones y pertrechos; b) medidas de protección directa al sector a través de subsidios, primas, reducciones fiscales, cte.; e) medidas de apoyo a la industria auxiliar, sin que desempeñe el papel negativo de sus homólogas para la Marina Mercante. Estas medidas constituyen un blanco perfecto para las exigencias de la Comunidad (al menos la más «grosera»: prohibición de importaciones de buques). Pero ¿cuál es la situación comunitaria? (19). pág. 16. recogiendo el dato de la participación de la CEE en la cartera mundial en un 21 por 100 en términos de TRB y de TRBC (Toneladas de Registro Bruto. y Toneladas de Registro Compensado). (20) ASOCIACIÓN PARA LA ]!\VEsTIGACIÓN DE LA CO!\STRUCCIÓN NAVAL, op. cit., tomo 6.·, págs. 120, 149, 1741Y sigs. (19) [bid., págs. 5 a 17. La deterioran te evolución de la CEE en la construcción naval de los años sesenta y setenta se ve ngravada recientemente en los tipos de buques en que se hallaba implantada desde hace años: 10s de tecnología más avanzada. Véase CONSTRUNAVES, La COllstrtlcción /laval en 1979, " •...,~....•••.• ··-, ..•..-~-· (21) A. Euss!\ER, op. cit., págs. 1,-4 y 60-61. '499 498 I ! .----.-.------------------- ... - ,.--_._--.. .._-~ .•. -_ .•..• ,.~._.,,---.--_.------, .. •• ~----~-; __ ~ .11' _ -- .•..•. -,. Santos Pastor Prieto VI. REFLEXIONES Construcción FINALES En cualquier caso, lo que los comunitarios no han de aceptar en ningún momento es la pérdida de parte de su mercado si ésta se debe a la adopción por España de prúcticas comerciales «no lícitas», e in· e!mo en aquellas que normalmente pudieran considerarse «lícitas» habrá que renunciar a una parte de ellas por lo que se ha dicho cn relación con la política de amparo al sector que cstá caractcrizando a los países de la Comunidad. Los grupos de producción en los que España podría pensar en competir (buques especiales para gases y portacontenedores y ro-ro, entre otros) encuentran la limitación de los países ya eonsolitlatlos cn e110s (Alemania), los que han conseguido adaptarsc a ellos con más rapidez (Japón) y en gencral las graves insuliciencias técnicas de la industria auxiliilr y de la infraestructura de investigación (22). Por lo demás, tanto en esas líneas como en cualesquiera otras cn las que colisionase con países comunitarios implantados en la construcción naval habría de pondcrarsc cuidadosamente la mayor eliciencia y la capacitlad de financiación cspañola para poder contrarrestar la política de tales países. Por otra parte, la dinámica del sector, C0l110también se ha seña· lado, traslada ]a actividad en los segmentos más importantes (coincidcntcs con los hasta la fccha protagonistas en España) hacia cierto tipo de países cn dcsarrollo que por su vcntaja comparativa colocan fuera de jucgo al sector español, como no fuera a base de fucrtes transferencias que e! país no esuí en condicioncs de realizar. Por tanto. ¿qué le queda a Espaíia? J'¡¡rece claro que le ttueda e! mereadu interior (con los costes que conllcva tanto para el sector cautivo como para la mcjora de la eficiencia futura de la construcción naval). Constituiría un acto de traslado al scctor transporte de una problemática que no es suya, cualquier actuación encaminada a aumentar o reducir la flota sin e!arificar la política marítin1i1 en términos de saber qué se quiere y en qué condiciones de la Marina Mcrcante (23). En cualquier caso, tal mercado rcsulta muy insuficiente (22) [bId .• pág. 32. La cartcra dc pcdidos y la contratación correspondiente a 1979 con destino a la exportación rcpitt esta idea ~ pesar de la aparición en ella de algunos buques especiales (portacontenedores y 1'0'1'0) contrataúos en condiciones excesivamente agresivas. Cfr. CONSTRUNAVES. La construcción ... , op. cit., pág. 102; también Bolelin [nforlllativo AI/{II·e. nóm. 47, pág. l. (23) En el mismo scntiúo. pero dcsde la preocupación por el empleo, SINDICATO LIBRE DE LA MARINA MERCANTE. Acucrdo sobrc act/lIIciól/ a medio plazo de los gral/des nas 7 y si¡;s. astilleros del sector pÚblico, Maúrid, s. f. (19i9-1980), pági- naval: veinte años después ... para la capacidad de producción actual (la cuarta o quinta parte), por lo q11ela ncccsidad de reducción de capacidad es cvidente: . ¿No hay margen para la exportación'? Sí a corto e incluso a medio plazo, centradas adcmás en aquellos buques para los que España cstá en buena situación (el uso del carbón reanima cl sector bulkanies). Para los otros, carga gencral tecnificada y espcciales, no se trata de que no existan posibilidades (entre otras cosas, porque no siempre existe capacidad de producción suficiente con los países instalados en ellas), sino que su arraigo en España exige importantes avances en la industria auxiliar y en la investigación y movilizar importmltes recursos para la transformación. El problema, con todo, de una hipotética situación de asentamiento en esas producciones de tecnología más avanzada y que rcquieren mayor grado de desarrollo de la investigación estriba en ]a fragilidad de tal cstado, susceptible de ser atacado por el avance de los países en dcsarrollo que hoy centran su actividad en la construcción de buques de tccnología inferior. Sólo una decidida política de desarrollo de la investigación en el sector y la JJcxibilidad y dinamicidad suficiente pcrmitiría augurar cierto futuro para enfrcntar los avatares que nuestra posición en la división internacional del trabajo nos deparará. A corto plazo, el problema más importante y urgente sigue siendo el de reestructurar el sector cn su dob1c acepción de reducción de la capacidad productiva y acoplar la oferta a los tipos de productos que se cstán demandando y que poseen perspectivas de futuro. Pero ¿qué se ha hecho hasta el momento 'en este sentido'? A casi siete años dcl inicio de la crisis. la tarea tI..: reestructuración apenas tiene dos años dc edad; sus mcdidas se han limitado al objetivo de reducción de capacidad y. más en concreto. 'a paliar el peso de la mano de obra mcdiante diversas mcdidas (jubilaciones anticipadas, suspcnsiones de contratos, ctc.). y los resultados son muy pobres. Porque ni siquiera en materia de mano de obra se ha acometido adccuadamcnte la reducciór¡ debida al fallar el mecanismo que la haría posible: la crcción dc empleos illternativos. De. las medidas de adaptación a la demanda (de! tipo dc mayor participación dc las rcparacioncs o en la construcción de buqucs especiilles, entre otras) no sc conoce rastro alguno. Los resultados (24) no podían ser muy grandes ni esperanzadores, (24) El empleo úcúicado a nuevas construcciones ha descendido en un 25 por 100 (11.500 hombres) úcsúe 1975 al 1979. A ello hay que aliadir 8.500 emplcaúos cn suspensión temporal rotatoria de 10s contratos. con 10 que la rcu~cción podría alcanzar el 43 pOr 100; esta cifra es similar a Ja de otros países con presencia en esta actividdd. El rctraso en su adopción es la nota distinta de nuestro país. Véasc CONSTRUNAVES. al'. cit .• pág. 20. 500 501 ! I ,------------------------------.------.---- ... ---:. ---.. .-.--- --- ..,- _-_._----~ •...•.. "- - .•.. .•.•.•...... - ..'*--"' ..-- . .•... ••••••• _ •••••••••• ~~_." ~ .. .;..-.--.- ...• ••'r ••••••• ~~.,.--._-~ -- __ .•"'-~I ...••... ~'.· ',n ... ~ ~~ ~ I .1>.•..•._._., •• limitándose a reducir parte del exceso de los costes de mano de obra. Pero además se ha potenciado la aparición de nuevas <dneficiencias» en forma de pedidos de empresas públicas (25). de otros navicros vinculados a astilleros privados y de la reciente aparición en el sector naviero de algunos componentes especulativos atraídos por las ventajas globales de que goza la adquisición de buques (financiación y garantías, etc.). Unase a todo lo anterior (que en última instancia representa unos costes de producción companltivos supcriores) el incremento de competividad exp;'esado en términos de precios derivado de la mayor eficiencia de los «nuevos productores» (países en desarrollo) y la oleada de prácticas proteccionistas sin prccedcntes que caracteriza a los países desarrollados, con lo que nos haremos tina idea de la situación: mantenerse en una guerra de subsidios en la que se lleva las de perder por la menor capacidad de financiación. De ahí la IMPORTAi'CIA, de ahí la URGENCIA de la reestructuración. EL REAL DE MAJ.'\JZAt'\JARES, EL MARQUES DE SAJ.'\JTILLANA 'Y EL HONRADO CONCEJO DE LA ME STA POR ROGELlO PEREZ BUSTAMANTE El presente estudio tiene como finalidad acercar al lector a la conjunción en el tiempo de tres elementos: tln territorio muy caracterizado, el Real de Manzanares, constituido en señorío y condado; uno dc los pcrsonajes más importantes de la historia del reino dc Castilla, Iñigo Lópcz dc Mcndoza, primer marqués de Santillana " y una organización económica, el Honrado Concejo de la Mesta. en cuyas manos sc encontró la producción lanera, según recuerda Klein. el artículo más importante del comercio durante el período de gestación de la nueva Europa. El lazo quc los unc fundamentalmcnte es el de los intereses económicos. intereses que están ya en la entraña misma de la formación del Real de iIlanzana:'es -apro\'echamientos de pasto. leñu, madcra y eaza- y quc motivan las pugnas sucesivas que jalonaron su historia cn los siglos XII y XII 1; intereses quc mucven al futuro marqués de Santillana a dominar en lo posible esta tierra y otras al norte y orientc, paso y pastos de verano del ganado lanar, abandonando. si e110puede decirse. Ja preferente gestión directa de aquel gran señorío que recibicra de su madrc en las Asturias de Santillana; intereses económicos, por último, del espíritu organizador de los ganaderos, que se vieron obligados a establecer concordia~ con los señores para fijar el derecho al • Sobro la realizada (25) CO:-;STRUNAVES. op. cit., págs. 126-127, de la contratación de las empresas públicas. donde "'. _ , ¡ Santos Pastor Prieto $ ,_.~ se aprccia el fuerte 502 '----------------------------------------.------ peso el marqu':s de Sontill",w continuaba sicndo biografía más completa Obras de dOIl lfíigo L6pez de por Jos': A~tADDR DE l.OS Ríos, MClldo:a, I'vladrid. 1852. apenas supcrada por la atención que a esIe personaje dedicara Cristina do ARTEAGA FOLGUERA cn La Casa del Illfalltado, cabeza de los ,\fclldo:a, i\!;,drid. 1940. Los últimos tmbajos corresponden a la confercncia impresa de Rogelio PÉREZ BUSTA~IAr-:TE, líiigo L6pez de MClldoza, Marqués de SalJtillaua (1398-1458), SanlilIana. 1981, que aunque carece de aparato crítico, presenta una reloción documental y referencia bibliográfica. y la obra de Rogelio PÉREZ BUSTAMA"TE El Marqués de ~{//llillalla: Documelltos para su historia, reolizada en colaboración con José Manuel CALDERÓ" ORTEGA y actualmenIe en imprenta, edición de 10 Fundación SantilIana-Taurus. 563 I " :11"'" ~.~~~_"'w _