tema : disfrutando de la bendicion abundante

Transcripción

tema : disfrutando de la bendicion abundante
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DISFRUTANDO DE LA BENDICION ABUNDANTE DE DIOS.
VERDAD CENTRAL: El principio de la bendición abundante no sólo es para las
personas ricas y famosas o para quienes viven en una tierra
de riquezas y oportunidades; es para todos los que obedecen
a Dios y siguen los principios dados en Su Palabra.
TEXTOS BIBLICOS: 2 Corintios 9: 8, 10, 11; Salmo 24: 1; Proverbios 11: 25;
San Lucas 6: 38; Filipenses 4: 19; 2 Corintios 9: 6 y 7.
Texto Bíblico para meditar y memorizar: Malaquías 3: 8,10, y 12
DESARROLLO :
2 Corintios 9: 8
“Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que,
teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundéis para toda buena obra;”
I – INTRODUCCION
A – El Principio de la Mayordomía
Dios nos ha confiado cierta cantidad de tiempo, una serie única de talentos y bienes
suficientes para cumplir Su voluntad durante nuestras vidas. Nuestra tarea como
mayordomos fieles es administrar esas bendiciones para glorificar Su nombre.
Todo lo que tenemos lo disfrutamos por la bondad y gracia de Dios y El ha puesto en
nuestras manos la administración de todo lo que le pertenece. Esta perspectiva divina nos
ayuda mucho a comprender nuestro propósito para vivir como cristianos: Nosotros
estamos aquí para glorificar a Dios por medio de la sabia utilización de nuestro tiempo, de
nuestros talentos y de los bienes materiales.
B – El Principio de Oro : DAR PRODUCE ABUNDANCIA
El principio de la bendición abundante no sólo es para las personas ricas y famosas o para
quienes viven en una tierra de riquezas y oportunidades; es para todos los que obedecen
a Dios y siguen los principios dados en Su Palabra.
Aunque Dios posee toda la riqueza del universo, son pocas las personas que están
dispuestas a compartir algo de los recursos que El les ha confiado. Cuando alguien
comienza a dar, Dios libera para esta persona abundancia adicional para que puedan dar
aun más.
Este principio lo podemos resumir de la siguiente manera: “Cuando usted da
voluntariamente de sí mismo y de sus posesiones como una expresión material de su
obediencia espiritual a Cristo, Dios en recompensa suple sus necesidades
abundantemente.”
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2-Corintios 9: 10 y 11
“Y el que da semilla al que siembra y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra
sementera y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que seáis ricos en todo para
toda generosidad, la cual produce, por medio de nosotros, acción de gracias a Dios”
La mayoría de cristianos no hemos aprendido a dar, ya sea en abundancia o en pobreza, y
por este motivo, no podemos experimentar la realidad de esta promesa.
Recuerde,
usted nunca puede dar más que Dios. Es ley de Dios que Sus bendiciones sean más
abundantes de lo que usted le da a El.
II – OBTENIENDO LAS BENDICIONES ABUNDANTES DE DIOS
Las posibilidades de las bendiciones de Dios son infinitas. Dios conoce sus verdaderas
necesidades y usted debe darle libertad para hacer Su mejor obra en su vida.
El puede mejorar su salud y fortalecer su cuerpo. El puede ayudarlo a realizar mejor su
trabajo, puede ayudarlo a reducir sus gastos o a cambiar sus hábitos con respecto al
dinero, de modo que pueda vivir mejor con sus ingresos actuales.
O El puede enseñarle a experimentar contentamiento con lo que tiene, para que usted
pueda gozar de un mayor sentimiento de plenitud en su vida. Y la verdadera prosperidad
es vivir y dar según el nivel al cual Dios le ha llamado, con todas las necesidades suplidas
por Su provisión.
A continuación usted encontrará los pasos que usted puede dar para apropiarse de las
bendiciones abundantes de Dios, a través de una mayordomía fiel:
Paso No. 1: Reconozca que todo lo que usted posee realmente le pertenece a Dios.
Todo lo que tenemos, incluyendo nuestra propia vida, es nuestro únicamente por la gracia
de Dios. Todo le pertenece a El.
Salmo 24:1
“De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan”
Jesucristo nos creó. El nos compró con su preciosa sangre. Y Dios lo ungió como nuestro
Señor. Por lo tanto, el todo de nuestra vida – nuestra personalidad, influencia, sustancia
material, todo – es suyo, aún nuestros éxitos.
Paso No. 2: Comprenda que hay más bendición en dar que en recibir.
El dar inicia y completa el círculo del gozo. Dios da; usted recibe. Usted da: El recibe. El
entonces multiplica su regalo devolviéndoselo en forma de provisión adicional. Pero es
importante entender que es Dios quien inicia este proceso de bendición.
Proverbios 11:25
“El alma generosa será prosperada: el que sacie a otros, también él será saciado.”
(Leer adicionalmente San Lucas 6:38.)
Paso No. 3: Dar por fe.
El dar por fe significa creerle a Dios Su Palabra y disponerse a dar generosamente,
anticipando Su fiel provisión. Esto se basa en lo siguiente:
Primero, Dios es la fuente absoluta de toda provisión.
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Segundo, el dar se basa en Sus recursos, no en los míos.
Tercero, Cristo es mi vínculo con las riquezas inagotables de Dios.
Filipenses 4:19
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo
Jesús.”
Dios usa a muchos en Su proceso de provisión pero ellos son sólo instrumentos, no la
fuente de mi provisión. La provisión de nuestro Señor no se basa en el tamaño de la
necesidad, sino en la enormidad de Sus riquezas y en Su autoridad para entregarlas. Las
bendiciones abundantes de Dios las reclamamos por medio de Jesucristo.
Paso No. 4: Comprenda que usted cosechará lo que siembre.
Este principio se aplica espiritualmente, así como también físicamente, como lo explica el
apóstol Pablo:
2-Corintios 9: 6 y 7:
“Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que
siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en
su corazón: no con tristeza ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre.”
(Adicionalmente leer Gálatas 6: 7 y 8)
Esta ley abarca cuatro principios básicos:
• Primero: Para cosechar algo, usted primero debe sembrar una semilla.
• Segundo: Para obtener una abundante cosecha, usted debe sembrar su mejor semilla.
Dios le pide lo mejor, porque El utiliza lo que usted le da como base para abrir su
provisión.
• Tercero: de cualquier cosa que usted dé, cosechará de acuerdo a la cantidad que
siembre.
• Cuarto: una cosecha abundante brota del terreno más fértil. Al igual que el plantar
buena semilla en tierra fértil, su tarea como mayordomo es buscar la mayor ganancia
posible para el Reino de Dios.
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Ningún granjero inteligente pensaría en plantar semillas de inferior calidad en una
tierra pobremente preparada y usando un equipo de trabajo totalmente deteriorado.
Por el contrario, éste compraría la semilla más selecta y luego prepararía la tierra con
esmero, utilizando los equipos y los fertilizantes más finos que pudiera conseguir.
Paso No. 5: Contribuya de corazón e invierta en el reino de Dios.
Nuestros motivos cuando damos deben ser para agradar a Dios, para glorificarle y
expresarle nuestro amor. Puede que las demandas financieras diarias nos aparten de
estos objetivos, a menos que tengamos nuestras prioridades claramente establecidas. Su
prioridad principal es amar, obedecer y glorificar a Dios.
Todo cristiano debería considerar cómo dar para ayudar a ganar y discipular el mayor
número posible de personas para Cristo. Esto significa dar para el reino de Dios, a través
de su iglesia local y de organizaciones misioneras que exalten fielmente al Señor
Jesucristo y proclamen su santa Palabra, trabajando activamente hacia el cumplimiento de
su gran mandato.
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Permítanos sugerirle dar un mínimo del 10% de sus ingresos a la obra del Señor, como
punto de partida. La práctica de dar el 10% de los ingresos se llama “diezmo”, y es común
entre los cristianos de hoy como un método sistemático para dar.
¿Debería ser aplicado también el principio del diezmo a su tiempo y talentos, así como el
dinero? La respuesta es, que dar por lo menos 10% de su tiempo a Dios, no es una tarea
pesada. Y las oportunidades para dedicar su tiempo y sus talentos son ilimitadas.
IV – CONCLUSIONES
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Es necesario entender el principio de que hay más bendición en dar que en recibir. Dar
produce abundancia.
Como un buen mayordomo de los recursos de Dios, usted persigue sólo un propósito:
Glorificarlo a El.
Una actitud de obediencia cuando usted da su diezmo – o cuando da generosamente
de un modo sistemático – prepara “el terreno” de su corazón para dar fruto y además le
da a Dios la oportunidad de bendecirlo.
Al diezmar, usted está reconociendo a Dios como la fuente y el dueño de todo lo que
poseemos.
Diezmar es considerado un acto voluntario de alabanza a Dios.
Diezmar le enseña a usted a poner a Dios como su primera prioridad.
TEXTO BIBLICO PARA MEDITAR Y MEMORIZAR:
Malaquías 3: 8,10 y 11
“¡Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y aún preguntáis: ¿En qué
te hemos robado?. En vuestros diezmos y ofrendas. Traed todos los diezmos al alfolí y
haya alimento en mi casa: Probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, a ver si
no os abro las ventanas de los cielos y derramo sobre vosotros bendición hasta que
sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de
la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.”
Ministerios COMUNIDADES DEL CAMINO DEL SEÑOR
Saulo Murcia C. y Beatriz P. de Murcia

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