-Es bueno tenerlos ~qui --dijo Estefania. S1 algum vez unn pabbr:n
Transcripción
-Es bueno tenerlos ~qui --dijo Estefania. S1 algum vez unn pabbr:n
-Es bueno tenerlos ~qui --dijo Estefania. S1 algum vez unn pabbr:n tan se ncil bs lo habian llenado de co nsuelo fue en esc insunt(' en que,despu,:.., de reparurles los regalos que lsolda Osono y et traian para elb y D1<'go. se puso a nurar, baJO Ia <'Spaid.. de b cuedral recorucb en 1~ vcnuna, d anuguo daustro de b abadia. La certen de que al fm se encontnban en Ia calma d<' esc s1tio y de que en ts<' Iugar, lepno y amado, podim sanar un poco del dolor y de Ia desgarndura traida po r el aSt"Sinuo de su hijo Ju an Francisco y Ia tragedia humanitaria po r b que desde 2006 auav<'saba Mhico, lo llc n6 de una inmcnsa paz que 1nmcdiau rnence des.1parcci6 tragada por esa sensaci6n de 1Jemcbd que desde emonces lo acos.aba. Como le sucedia cuando enco mraba un momento de reposo, aqucl co nsuclo se esfum6 y sumO de nuevo d golpe profunda, b sens.aciOn prema de la asf>Xia, Poco a poco, mit"nt ras dcjaba resonar en eJ las pabbras de su h•Ja. b armonios.a scrcnidad dd paisa.Je se borr6 y Ia asfixia sc hizo mis mtensa. El cbustro. b ca tedral.los techos del cascrio. las monuiias dd lsC-re. mdul-0 bs palabras de Estefania. Sl' habian co nverudoen una especie de suerio,e n una ilusr6n d<' lossen udos a b qu<' se 1o0breponia mra: y.J no esta ba en Ia abadia de Samt-Amo•ne.smo en cl ccm ro de u1u nada gns y turb ra dondc cscuchaba reson Jr una voz qul' conoda muybu.'n,u na voz amJda y,sin embargo. llcna de horror; un a voz breve y so rda que dcda trc1 pabb ras: Ia afirmaciOn quf" acornpaiia Ia desgracia absoluu:"Mataron a juan",trespalabrasquc,con variacionesdf" nornbres.cada victima escucha y que l·l no habia dcjado dl· oir, con l'ntonacioncs diversas. df" los bbios de cada una de el!Js a lo largo de los arlos tcrribks en que caminO el pais y Estados Unidos para vis ibilizarlasyabrnarlu R cspirO hondo y tratO como sitmpre de escapar a esa experiencia que estaba m:is all:i de Ia aceptaciOn o del rechazo. m:is all:i del pasadoydel presentc,cn una zona que volviacornola rmre:r. sobre um play;a y perrnanecia inasibk producii'ndole una dolorosa vcrgUenza sin culpabilidad ni tiempo. l o logrO. Alii estaban de nuevo antf" HIS ojos Ia carednl, el cbustro, el caserio de Saint-Antoine, yen su oido.las voces de lsolda. de Estefania y de su nieto que conversaban en cl fondo de Ia habitaciOn CerrO los ojos. PnmaneciO inmOvil unm insuntes mis micntras percibia debajo de su chamarra cl frio que. no obstame Ia estufa de letia,estaba en su piel.y ,-olviOel rostro pa ra rnirarlos "A pesar de las huellas del mfrimiento -pens6 recobrando algo del consuelo que habian traido las palabras de m hija- sus rostros continUansiendolosdclavida."Sienesemomemo.contraaquella expcriencia,hubiera tenido que ese ribirun tratado de etica. lo habria resumido en una sola frase, Ia misma con Ia que hab ia intf"ntado vivir durante esos dos Ultimos arios.la rnim1a que algUn dia escribiO Albert Camus en el claustro de los muertrn; de Ia Santissima Annunziata: "SOlo conozco un deber. el de a mar" - , T<· siemes bien? -pn.·guntO Estf"fania ante el rescoldo d<· extrarleza en Ia nuradadc su padre - Si -r<·spondiO dirigicndo sus ojos hacia Ia carita de Diego que lc sonreia desde sus cuatro arios. lo tomO en sus bnzos y, despuC:s de bes...rlo y subirlo en sus hombros, cornenzO a pasearse por Ia habitac iOn. Estaba S<'guro. mientras scntia su alcgria encima de Cl. qu e recordaba los domingos ~~~ qul' al !ado de !sold a O sorio lo llevaba a mis.a por las callejuclas d~· Acapantzingo.junto a las bardas deadobcdel jardin Bot:inico - Es bucno tl·nc rlos aqui - volviO a dccir Estcfani.1. L~ ~peunOn. semt'J~ntc ~ un ~ndJ. ~fian~O •·n i1 <'1 ~hvio del consudo. Sm t'rnbaq;o, a1 dctcncr ~u paseo y ,·olvcr a m1 r~ r ~ su h1p, ad1•1ruO en sus rasgos el 1msmo reproche y b m1sma ~ngus tu pan cnf~ m.1r IJ ,•ida qu c Slt'mpr.. k h~bi~ conoe~do y quc el .JSCS1nato de Juanclo --como lbnuba uruiosameme a su h!Jo-.JCt'ntuab.Jdemaner.abrutal. - Tc lo pmmcli ---dijo con suav1dad. - Pmmo.'tcmc ahora que tc cstads ya en pn -n:spondiO pe~ntormw:ntc Estefanil No obsunte su esfuerzo pna mamenn b calma y no dejar que la scnsJnOn de asfixia 1o tonu r~ de nu<'vo, d to no lo :lltaO y Endania, apresurindosc a tr.atar de co ntent> r lo que ncb ib.1 a desenc.JdCil.J r uno m;is dt> los duros descucuemros con los que habia cu1"1<1desucab<:u. -Duue algo. 1111 amor -respond16 y d•·JO que t'lasomo de dl~b'llSto ~e d1l11)"era <'11 aqudb vocecita qu•· le recordaba Ia alegria yddt>s.amparodebinfancia - Jul?mos con nusj uguetes en rni n!.l? L~ nsa de Estefania eu ahou mu h~b1tanOn. a1 otro cxtrt'mo del monaster1o, de trcinta metros cuadrados. un poco mis peque1i.J que Ia que 1<' habian dldo a H ya lwlda.donde hay una cocmt'ta, un b.1•abo. un~ pcqueria mesa con dos S11ln. un c16st't y dos tapancos donde est.in bs nmu. Con gusto habria accp tado b mvnac16n de su n1eto.Tenia ganas de revolcarst" con kl sob re el sudo:a pe<;;~r d<" quc sabia que ~quella scnsae16n de aJemdad y vado lo ~ccchaba para. en los mOrn<"IHOs de b mis purl a1cgria, HTOJ~rlo a esa zona atroz e inas1bl<" que lkvaba co ns1go. qucria r..cupcrar con a un poco dr los dias perd>dos. dark un cspac10 a las pt>queiiasal<·gria~ que b unbeClhdJd de lo1 hombr..s les habian ~rranc~do. Pero ll voz de Es1cfania volv16 ~ resonar: -Te he d1cho que no mturumpls cuando ouos t'Stin hablando. ,,