El tercer grado lector con… Luis González
Transcripción
El tercer grado lector con… Luis González
El tercer grado lector con… Luis González Luis González es licenciado en Derecho y en 1992 ingresó en el Cuerpo Superior de Administradores del Estado. Ha desempeñado diversos puestos directivos en diferentes ministerios como Administraciones Públicas, Justicia, Interior o Industria y Energía. Entre 1999 a 2004 fue subdirector general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas del Ministerio de Educación y Cultura, y entre otros proyectos llevados a cabo en ese periodo destaca la puesta en marcha del Plan de Fomento de la Lectura 2001/2004. En 2004 se incorporó a la Fundación Germán Sánchez Ruipérez y actualmente es el director general adjunto. Entre otras actividades que ha desarrollado en relación a la lectura, cabe mencionar que ha sido vicepresidente del Comité de Alfabetización y Lectura de la Federación Internacional de Editores y director del Master de Promoción de la Lectura de la UAH. En la última década ha centrado su labor como conferenciante y autor de artículos y libros en torno a las políticas públicas de promoción de la lectura, acceso a la información y la educación en la sociedad digital, los consumos en los nuevos medios, la lectura en nuevos soportes y la economía digital. 1. ¿Cuál es el primer libro que recuerdas haber leído? Hay varias formas de leer y una de ellas es que otra persona te lea, creo que habitualmente esto supone un acto de amor o, al menos, de cariño. El primer libro sobre el que tengo una clara conciencia es Corazón de Edmundo De Amicis, que mi madre me leyó cuando yo aún no era capaz de hacerlo por mi cuenta y recuerdo que ella se emocionaba más que yo con las historias de pequeños patriotas, como aquel “tambor sardo”, aunque nos llamaban más la atención los relatos más de corte dickensiano como De los Apeninos a los Andes o todas esas historias de familias pobres y honradas. Ahora bien, el primer libro leído por mi mismo fue Tintín y el Templo del Sol. A partir de aquel primer Tintín todos los demás, y también Astérix, para pasar después a Julio Verne, Dickens, Walter Scott y mucho libro de caballería de cualquier pelaje… me gustaba tanto ese mundo que hasta rebuscaba en unos tomazos de mediados del XIX de la Historia del padre Mariana de la biblioteca de mi abuelo todos los episodios de batallas y guerras. Recuerdo haber leído la crónica sobre la batalla de Pavía como si fuera una novela de aventuras y —como a los diez o doce años era muy pedante— una edición antigua de Orlando furioso, llena de grabados que me animaban a intentar la trabajosa lectura. Así puede comprenderse que el hallazgo a los catorce años de un libro de Italo Calvino, El caballero inexistente, se convirtiera en un descubrimiento y en placer tan grande que me lanzase a los diez años de lectura más frenética de mi vida. 2. ¿Qué recuerdo tienes de su lectura? El recuerdo que tengo de esos primeros libros y de todos aquellos que leí antes de los veinte años debe estar algo idealizado porque me hace pensar que jamás volveré a disfrutar en mi vida como entonces con la lectura. 3. Tu reino… ¿por qué libro? Me lo ponéis muy difícil, pero si hay que optar por uno, quizás fuera Los papeles póstumos del Club Pickwick. 4. ¿Cuál es tu sitio favorito para leer? La cama (desde pequeño) y el asiento de un avión durante los vuelos largos a otro continente. 5. ¿Alguna librería de cabecera? No sé si son exactamente de cabecera pero he pasado muy buenos ratos en Antonio Machado, Marcial Pons (la de Conde del Valle de Suchil) o Tipos Infames en Madrid, y en el Waterstone’s de la calle Picadilly, Henry Pordes o en Forbiden Planet en Londres. 6. ¿Papel o electrónico? Papel y electrónico. 7. ¿Algún descubrimiento reciente que quieras compartir con otros lectores? Aunque sea poco airoso reconocerlo, no había leído hasta hace dos meses Camino de servidumbre de Fiedrich Hayek y me ha llamado la atención, una vez más, lo diferente que resulta construir un bagaje cultural personal a partir de lo que otros “traductores” o glosadores ofrecen en comparación con lo que se obtiene de la fuente original; en el texto de Hayek he encontrado muchas ideas que provocan impetuosamente a la reflexión y un discurso que permite dialogar o discutir con el autor para crear una nueva y personal obra. 8. Define con una sola palabra qué significa para ti leer Imposible.