Recursos sociales tras el ictus - Sociedad Valenciana de Neurología

Transcripción

Recursos sociales tras el ictus - Sociedad Valenciana de Neurología
Capitulo 13: LAS AYUDAS: Recursos sociales tras el ictus.
Dr. José-Manuel Moltó Jordà, Alicia Lozano, Encarna Castellví,
Vanessa Villanueva.
A lo largo del presente texto hemos podido conocer como puede afectar
el ictus al individuo. Pero la afectación individual conlleva en muchas ocasiones
una importante distorsión del nucleo familiar por la importante dependencia
con la que quedan los pacientes tras el ictus.
Un recurso no siempre bien conocido, es el de la ayuda que la sociedad
ha previsto para estos pacientes. En las siguientes líneas intentaremos esbozar
de forma somera algunos de estos recursos. En cualquier caso, vaya por
delante, que el recurso fundamental será el contacto con la Unidad de Trabajo
Social, ya sea del Centro sanitario, ya sea con la dependiente de las
autoridades locales del lugar de residencia. En estas unidades, los Trabajadores
Sociales le podrán informar correctamente y de forma matizada de las
diferentes opciones disponibles, valorando los diferentes factores como
ingresos económicos de la Unidad de Convivencia, accesibilidad a diferentes
recurso, etc.
En cualquier caso uno de los primeros pasos que nos recomendarán en
las Unidades de Trabajo Social será el de solicitar el reconocimiento del grado
de minusvalía. Se trata de un paso previo que permitirá en muchos casos la
adecuada valoración de los recursos disponibles para la atención a estos
pacientes además de permitir el acceso a determinados beneficios de índole
fiscal y sociosanitario (pensiones, gratuidad de medicamentos, etc.)
A grandes trazos, podemos clasificar los recursos disponibles en tres
grandes áreas:
- Institucionalización
- Atención en domicilio
- Ayudas de tipo material (ortoprotésico) o de adaptación del espacio vital del
paciente.
Institucionalización
La posibilidad de institucionalización de estos pacientes es sin duda un
tema complejo. Su objetivo fundamental es el de maximizar la disponibilidad de
técnicas de rehabilitación y su aplicación. Su orientación principal es para los
pacientes con capacidad de recuperación y con déficits muy graves. El número
de centros es limitado y dado que las estancias en estos centros son largas, la
disponibilidad de plazas es baja. Por otra parte, la separación del entorno
familiar puede suponer un handicap no desdeñable que será importante
considerar
cuando
se
plantee
la
alternativa
de
ingreso
en estos centros.
En el caso de paciente con déficit grave y edad avanzada, en los que las
expectativas de recuperación son escasas, la opción de institucionalización es
en residencias geriátricas asistidas.
Para el acceso a estos recursos es imprescindible disponer de informes
médicos lo más precisos posibles sobre la situación clínica del paciente y sobre
las expectativas de recuperación. El acceso a ellos se realiza de forma
priorizada por criterios tanto sociales (rentas de la Unidad de convivencia),
como sanitarios, favoreciendo a los pacientes con problemas de salud más
graves.
Atención en domicilio:
Dado que un objetivo básico tras sufrir un ictus es el de conseguir la
mayor calidad de vida posible para el paciente y una reincorporación en el
grado máximo previsible a sus actividades previas, el retorno a su núcleo
familiar es un objetivo básico. Sin embargo, en los pacientes con discapacidad
significativa puede suponer una importante carga de trabajo para sus
familiares. En muchos núcleos familiares se plantean dificultades importantes
para afrontar esa sobrecarga de trabajo (parejas añosas sin hijos, núcleos
familiares muy reducidos o con hijos que no conviven en áreas geográficas
cercanas, etc.) En estos casos la atención en el propio domicilio por períodos
de tiempo variable por profesionales adecuadamente formados puede suponer
una descarga importante para la Unidad familiar, principalmente en las tareas
de aseo e higiene de los pacientes. Los pasos a seguir para acceder a este
servicio son similares a los que procede seguir para la institucionalización. En
cualquier caso, el trabajador social de su centro sanitario será la persona que
mejor podrá informarle sobre la disponibilidad y características del servicio de
atención a domicilio del que dispone en su lugar de residencia.
Material ortoprotésico:
Existe numerosos recursos ortoprotésicos en el mercado. La cobertura
por el Sistema Nacional de Salud es variable para algunos de ellos. En algunos
casos es necesaria la realización por parte del neurólogo de un informe
detallado para la concesión de algunos equipamientos como las sillas de rueda
eléctricas. En otros caso basta con rellenar un impreso oficial y dirigirse a la
ortopedia
para
realizar
desde
allí
los
trámites administrativos adecuados
.
En la elección del tipo de equipamiento es importante:
•
Considerar el grado de déficit funcional del paciente.
•
Considerar el grado de autonomía previa del paciente.
•
Considerar el uso fundamental al que se va a destinar. Por ejemplo, es
posible que una silla de ruedas esté orientada principalmente como ayuda en
los desplazamientos a distancias intermedias en la calle, mientras que no vaya
a ser necesaria en el domicilio.
•
Adaptar las dimensiones del equipamiento a las características del lugar de
residencia del paciente (esquinas, pasillos, puertas, ascensores, etc.)
En resumen, nos gustaría recalcar que aunque la sensación general es
que los recursos sociales son escasos, el desconocimiento de su existencia
contribuye de forma muy significativa a la infrautilización de alguno de ellos. Es
importante, pues, que ante enfermedades como el ictus que producen un
grado de discapacidad alto, se contacte con las Unidades de Trabajo Social del
centro sanitario en el que se atiende a estos pacientes para poder conocer de
primera mano qué ayuda podremos recibir en cada caso, tras tomar en
consideración las características específicas de cada caso.

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