DECLARACIÓN DE LA ASOCIACIÓN IBEROAMERICANA

Transcripción

DECLARACIÓN DE LA ASOCIACIÓN IBEROAMERICANA
Asociación Iberoamericana de
Organismos Gubernamentales
De Defensa y Protección Civil
DECLARACIÓN
DE
LA
ASOCIACIÓN
IBEROAMERICANA
DE
ORGANISMOS GUBERNAMENTALES DE DEFENSA Y PROTECCIÓN CIVIL
EN LA III SESIÓN DE LA PLATAFORMA GLOBAL PARA LA REDUCCIÓN
DEL RIESGO DE DESASTRES. GINEBRA, 8 A 13 DE MAYO DE 2011.
Los miembros de la Asociación Iberoamericana de Organismos
Gubernamentales de Defensa y Protección Civil recibimos con satisfacción el
Comunicado de Nayarit (México) sobre las líneas de acción para fortalecer la
Reducción del Riesgo de Desastres en las Américas, efectuado por el pleno de
la Segunda Sesión de la Plataforma Regional para la Reducción de Desastres
en las Américas, y manifestamos nuestra adhesión al mismo..
Asimismo expresamos nuestra solidaridad con los afectados por los desastres
ocurridos en Japón, Brasil, Chile, Colombia y Haití, así como por otras
catástrofes ocurridas recientemente en distintas partes del mundo.
Desde el permanente compromiso con la prevención de desastres que es
inherente a nuestras funciones y responsabilidades, acordamos trasladar a los
participantes en la III Sesión de la Plataforma Global para la Reducción de
Desastres la comunicación siguiente:
1.- Constatamos que lamentablemente, a pesar de los esfuerzos realizados, a
nivel nacional e internacional, los desastres continúan siendo un grave
problema para nuestros países, por la persistencia de importantes
vulnerabilidades, en parte atribuibles a nuestro modelo de desarrollo, y a la
carencia de una cultura de prevención suficientemente arraigada y
generalizada.
2.- Consideramos que, para continuar profundizando el proceso de formulación
de políticas gubernamentales de gestión de riesgos, es fundamental la
confección de herramientas que permitan identificar y localizar amenazas y
vulnerabilidades, y facilitar el acceso a la información obtenida, tanto a personal
técnico, profesionales y autoridades, como al público en general.
3.- Proponemos la revisión de las legislaciones nacionales, al objeto de que la
ordenación del territorio y de los usos del suelo se efectúen mediante una
planificación adecuada a las previsiones descritas en lo mapas de amenazas y
se perfeccionen los mecanismos de participación comunitaria efectiva en los
planes de ordenamiento territorial.
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4.- Consideramos que los sistemas de alerta temprana actualmente existentes
podrían mejorarse siguiendo dos líneas de trabajo complementarias:
a) Potenciar la red de monitoreo local, con el fin de incluir en el proceso de
alerta a los ciudadanos, líderes locales y comunales, municipalidades y otras
instituciones descentralizadas.
b) Fomentar la asociación de organismos especializados de diferentes países
de manera que el monitoreo satelital pudiera efectuarse y aprovecharse de
forma conjunta.
5.- Sugerimos que se fortalezca la participación de los gobiernos locales en las
actividades de gestión de riesgos y se encuentren corresponsabilizados en su
desarrollo. Con esta finalidad, convendría establecer las reformas que
resultaran oportunas en la legislación en materia de protección civil u otra
normativa relacionada con la gestión de riesgos de desastres.
6.- Estimamos que las políticas de gestión de riesgos deben prestar una
atención prioritaria a las infraestructuras críticas, ya que son sectores que, de
verse seriamente afectados por los desastres, pueden poner en riesgo la
consolidación de los modelos de desarrollo de nuestros países, generando mas
vulnerabilidad.
7.- Recomendamos que en los Programas de Prevención de Riesgos se dé
prioridad a la seguridad de instalaciones vitales para la comunidad, tales como
escuelas, hospitales y otras de análogo carácter que pueden ser muy
importantes para la atención y protección de los ciudadanos en caso de
emergencia, en concordancia con las iniciativas que a este respecto están
siendo promovidas por distintas instituciones del sistema de Naciones Unidas.
8.- Estimamos que el sector educativo es parte esencial del proceso de toma
de conciencia acerca de los riesgos y en el desarrollo de la cultura de
prevención, por lo que resulta muy conveniente que los temas de gestión de
riesgos se inserten y apliquen como ejes transversales en la currícula educativa
(educación básica general, media y superior) de cada país.
9.- Consideramos que las reformas legales dirigidas a facilitar la implantación
de programas de autoprotección en centros escolares, así como en los centros
de trabajo y de ocio, incluyendo la realización de ejercicios y simulacros,
constituyen un elemento de alto valor, tanto para la mejora de las condiciones
de seguridad de los ciudadanos, como para el desarrollo de la cultura
preventiva.
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10.- Sugerimos que los Programas de Prevención de Riesgos destinen una
parte de sus recursos a promover programas comunitarios de información
sobre los riesgos y su prevención, los cuales deberían fundamentarse en
procesos interactivos de comunicación entre instituciones, expertos, medios de
comunicación social y población.
11.- Valoramos muy positivamente los importantes avances conseguidos en la
institucionalización de la cooperación regional y subregional, que es preciso
continuar y profundizar. Entre las líneas de trabajo a considerar se estiman
prioritarias la formación común de los profesionales de la prevención y de la
intervención en emergencias, así como la realización de ejercicios y simulacros
conjuntos que faciliten la cooperación y ayuda mutua.
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