Arquitectura tradicional mediterránea

Transcripción

Arquitectura tradicional mediterránea
Extracto del libro “Arquitectura tradicional mediterránea” – Prólogo y capítulo 1
ARQUITECTURA TRADICIONAL MEDITERRÁNEA
Prólogo de Amin Maalouf
Ecole d’Avignon
Col.legi d’Aparelladors i Arquitectes Tècnics de Barcelona
Ecole des arts et métiers traditionnels de Tétouan
Concepción general
Ecole d´Avignon. 6, rue Grivolas, 84000 Avignon, Francia
Col.legi d´Aparelladors i Arquitectes Tècnics de Barcelona. Bon Pastor, 5, 08021 Barcelona, España
Ecole des arts et métiers traditionnels de Tétouan. Avenue Lmfedel Afilal, BP 41, Tetuán, Marruecos
Redacción y comité de lectura
Gilles NOURISSIER, Joan REGUANT, Xavier CASANOVAS, Christophe GRAZ.
Coordinación técnica y redacción de los textos de la página web
Joan REGUANT, Christophe GRAZ, Ramon GRAUS, Cecília SANJURJO, Christine Herman, Xavier
CASANOVAS, Gilles NOURISSIER, René GUÉRIN, Pascal CANONGE, Tarik AL-ANI, Kinda SATI,
Hafid ZOUAKI. A partir del fondo documental constituido por el conjunto de los 15 equipos miembros
del proyecto.
Fotografías e ilustraciones
Equipo CORPUS
Traducción al castellano
Pere VILLA
Libro y web (www.meda-corpus.net) han sido realizados con los trabajos de investigación, análisis de
experiencias, documentación y puesta en común de cada uno de los 75 expertos del equipo. La síntesis,
debatida y preparada colectivamente, ha dado lugar a este corpus regional.
Traducción y corrección de fichas web
Michel LEVAILLANT y Elaine FRADLEY
Diseño gráfico
LM, DG: Chema Sánchez / Stella Moreno / Oriol Frías
Cartografía
Alfons Parcerisas y CREAF (Univeritat Autònoma de Barcelona)
Impresión
Grup 4, Barcelona
© Copyright Ecole d´Avignon para el equipo CORPUS
© Copyright para la edición en castellano: Col·legi d’Aparelladors i Arquitectes Tècnics de Barcelona
ISBN 84-87104-53-3
Depósito legal B-28014/2002
Los autores animan a la reproducción de esta obra y a la difusión de su contenido, citando su origen.
El proyecto CORPUS ha sido financiado por el programa MEDA de la Unión Europea. Las opiniones expresadas en este documento no reflejan
necesariamente la posición de la Unión Europea ni la de sus Estados miembros
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EXPERTOS COLABORADORES
Argelia
Ministère de la Communication et de la Culture. Direction du patrimoine. Abderrahmane KHELIFA /
Fawzia MAHDI / Samia CHERGUI
Bélgica, Valonia
Ministère de la Région wallonne. Direction générale de l´aménagement du territoire, du logement et du
patrimoine. Division du patrimoine / Institut du patrimoine wallon. Centre de perfectionnement aux
métiers du patrimoine. Christine HERMAN / Georges DURIEUX
Chipre
Department of Antiquities of Cyprus / Cyprus Architectural Heritage Association - POAK. Sophocles
HADJISAVVAS / Evi
FIOURI / Irene HADJISAVVA
Egipto
Supreme Council of Antiquities. Dr. Gaballa Ali GABALLA / Ramzy Naguib YACOUB / Shawki
Mehani NAKHLA / Wahid Mohamed EL BARBARY
España
Col.legi d´Aparelladors i Arquitectes Tècnics de Barcelona. Xavier CASANOVAS / Joan REGUANT /
Ramon GRAUS / Cecília
SANJURJO / Maribel ROSSELLÓ / Montserrat VILLAVERDE / José Manuel LÓPEZ OSORIO /
Antoni COLOMAR / Carlos A. MORANTA / Encarna Fuensanta LÓPEZ / Francesca MOYA
Finlandia
National Board of Antiquities. Pekka KÄRKI / Tarik AL-ANI
Francia
Ecole d´Avignon. Centre de formation à la réhabilitation du patrimoine architectural. Gilles
NOURISSIER / Pascal CANONGE / Christophe GRAZ / René GUERIN / Jean-Jacques ALGROS /
Kinda SATI / Jean-Yves EISCHEN / Ranko TRIPKOVIC / Hounaïda DHOUIB / Tawfik MIKHAIL
Grecia
Ministère de la Culture. 4ª Ephorie des antiquités byzantines. Direction de la restauration de monuments
byzantins et post-byzantins. Caterina MANOUSSOU-DELLA / Aris POZIOPOULOS / Maria-Christina
GEORGALLI / Theodoros ARCHONTOPOULOS
Israel
Israel Antiquities Authority. Conservation Department. Ya´acov SCHAFFER / Ilan KEDAR / Kislev
RAANAN / Moty DOYTCHER
Jordania
Yarmouk University. Institute of Archaeology and Anthropology. Ziad AL-SAAD / Ahmad Y.
DALQAMOUNI / Mohammad JARADAT / Mohammad SHUNNAQ / Nizar ABU-JABER / Nizar
TURSHAN / Ali OMARI / Hussein DEBAJEH / Mowfaq BATAINEH
Marruecos
Ministère de la Culture. Direction du patrimoine / Ecole des arts et métiers traditionnels de Tétouan.
Abdelaziz TOURI / Mohamed Hafid ZOUAKI / Larbi EL MESBAHI
Palestina.*
RIWAQ. Suad AMIRY / Khaldun BSHARA
Portugal
Direcção-Geral dos Edificios e Monumentos Nacionais. Vasco MARTINS COSTA / Margarida
ALÇADA / Victor MESTRE / Maria
FERNANDES
El proyecto CORPUS ha sido financiado por el programa MEDA de la Unión Europea. Las opiniones expresadas en este documento no reflejan
necesariamente la posición de la Unión Europea ni la de sus Estados miembros
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Túnez
Institut Nationale du Patrimoine. Naceur BAKLOUTI / Taoufik DAMMAK / Samir TRIKI
Turquía
Ministry of Culture. Gazi University. Faculty of Engineering & Architecture. Nadir AVCI / Ulku
SAYGILI / Mehmet GÜRKAN / Zeynep KARAOGLU / Gediz URAK / Nuray BAYRAKTAR / Sare
SAHL
(*) Con el término genérico "Palestina" se alude, en esta obra, a los territorios reconocidos por la O.N.U.
bajo el control de la Autoridad Nacional Palestina (A.N.P.)
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos a los estamentos oficiales, a las autoridades locales y a los profesionales, de cada uno de los
países partenarios, por su colaboración eficaz en la consecución de los objetivos de este proyecto.
Por los trabajos de conexión y cooperación transversal en el seno de los proyectos Euromed Heritage I,
damos las gracias especialmente a:
Los equipos de EuropAid Oficina de Cooperación (Comisión Europea) y de MEDA Team, a las
autoridades anfitrionas de Rodas, Damasco, Túnez e Hildesheim, y al coordinador y miembros del
proyecto SALAMBÓ.
Asimismo, l'Ecole d´Avignon, coordinadora del proyecto CORPUS, agradece especialmente por su
contribución financiera y su apoyo permanente a: la Régión Provence, Alpes, Côte d'Azur, y al ministère
de la Culture et de la Communication, Direction de l'architecture et du patrimoine.
Finalmente, el equipo CORPUS quiere agradecer desde aquí, con un muy sincero reconocimiento, a todas
aquellas personas anónimas de cada rincón del Mediterráneo, que nos han abierto sus puertas y que han
tenido la amabilidad de explicarnos su tradición arquitectónica y nos han permitido ver, fotografiar y
mostrar su forma de vida con igual generosidad. Sus testimonios han sido la mejor embajada del mensaje
de nuestro trabajo.
ADVERTENCIA A LOS LECTORES
Diversos redactores han compartido el trabajo de escribir este libro. Todos han trabajado en lengua
francesa, fuera cual fuera su lengua materna. Esta pluralidad da como resultado colores y ritmos de las
lenguas heredadas de las diversidades que la Cuenca mediterránea encierra; favorece el uso de términos
que dan una vibración muy particular a nuestro espacio. Formas y adjetivos inundan las imágenes y
fecundan las ideas con una música de la frase alimentada de múltiples tonalidades. Hemos intentado
respetar estos diferentes estilos, evitando la uniformidad.
Las ilustraciones, procedentes de trece países y de variadas fuentes, no son todas de una calidad gráfica
homogénea. Unas veces de archivos, otras de rápidos esbozos sobre el terreno, otras de trabajos
científicos,... las que hemos seleccionado son necesarias para una adecuada comprensión del texto.
Hemos preferido documentar el texto con las imágenes de las cuales disponíamos antes que armonizar
creando una imagen o prescindir de un documento útil. Los mapas de esta obra provienen igualmente de
fuentes múltiples y tienen un valor estrictamente gráfico, sin ninguna representación política, y sin que
pretendan ofrecer, por nuestra parte, ninguna posición sobre las fronteras, la toponimia o la lengua
empleada.
Las páginas que siguen a continuación son, pues, la reunión de facetas y puntos de vista múltiples con la
intención de expresar lo que existe de real y de sueño, de influencia y de mito, por así decirlo, en la
arquitectura de este fascinante Mediterráneo.
El proyecto CORPUS ha sido financiado por el programa MEDA de la Unión Europea. Las opiniones expresadas en este documento no reflejan
necesariamente la posición de la Unión Europea ni la de sus Estados miembros
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MEDA, EUROMED HERITAGE
Este libro es el fruto del partenariado, durante treinta meses, de quince países que forman el equipo
CORPUS dentro del espacio MEDA.
Un espacio, pero también una herramienta: MEDA es un conjunto de programas operativos.
MEDA surgió en la conferencia de Barcelona de 1995.
Es el instrumento de una iniciativa ambiciosa que pretende crear lazos duraderos y solidarios entre los
países ribereños del norte, sur y este del Mediterráneo. Es un proyecto que pretende construir una
comunidad de destino en el seno de un amplio espacio compuesto por veintisiete países que son los
quince miembros de la Unión Europea más los doce países partenarios mediterráneos: Argelia, Chipre,
Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Malta, Marruecos, Autoridad Nacional Palestina (A.N.P.), Siria, Túnez y
Turquía.
Esta lógica regional es también geopolítica y económica, es testimonio de una ansia de estabilidad, de
desarrollo y de prosperidad compartidas, constituyendo un vasto conjunto de intercambios dentro del
contexto de la mundialización de las relaciones.
Si la globalización supone la interdependencia económica, ella está también en el corazón del debate
sobre cuestiones como civilización, vecindad y tolerancia entre los países ribereños, con culturas e
historias diferentes.
El acuerdo de partenariado se basa en los principios de la democracia, la libre circulación de mercancías y
en la cooperación multiforme económica, social, cultural y financiera.
EUROMED HERITAGE es el primer programa cultural del grupo de trabajo euro-mediterráneo*.
Está financiado en un 100% por la Comisión Europea, Dirección general de relaciones exteriores, y su
duración ha sido de tres años (1998-2001).
Su propósito es la exploración de ámbitos que quedan definidos bajo el término patrimonio, en sentido
amplio, y fruto de ello un conjunto de dieciséis proyectos. El patrimonio está considerado a partir de sus
aspectos identitarios y de su peso económico en tanto que sector de actividad y riqueza crecientes.
Varios temas conforman las bases del programa:
–
La conciencia de patrimonio está muy presente en los proyectos de protección y de puesta en
valor; su intención incluye también los proyectos de difusión del conocimiento del patrimonio dirigidos al
gran público.
–
Los recursos humanos que se apoyan en la formación de los actores del patrimonio con la
finalidad de difundir nuevos puntos de vista y nuevas estrategias para su promoción.
–
El desarrollo sostenible, en el que el turismo cultural ocupa un lugar preponderante.
–
El vivero de experiencias ya existentes en el campo de la legislación, con el fin de dar soporte a
las políticas de protección y de promoción.
Más allá de su objeto propio de trabajo, cada proyecto constituye en sí mismo una red de expertos,
procedentes de instituciones públicas, privadas, universitarias o de ONGs. Esta estructura, basada en la
variedad de perfiles de los protagonistas, de cada especialidad, junto al carácter regional y al amplio nivel
de reflexión, quiere ofrecer al programa la dimensión de laboratorio de ideas y de refuerzo de las
identidades culturales a través de su confrontación.
El proyecto CORPUS ha sido financiado por el programa MEDA de la Unión Europea. Las opiniones expresadas en este documento no reflejan
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INTRODUCCIÓN
Gilles NOURISSIER
Coordinador del equipo CORPUS
El ámbito en el que viven más de 400 millones de mediterráneos, la casa que los acoge ya sea en el
pueblo o en la ciudad, las raíces, la permanencia y las formas actuales de un arte de habitar, forman el
objetivo central del proyecto CORPUS (1):
La construcción tradicional en el espacio mediterráneo
El tema es tan amplio que nosotros lo hemos delimitado con fronteras que lo circunscriben a una
arquitectura tradicional corriente, viviente por habitada, esencialmente civil y doméstica y pre-industrial
por sus sistemas constructivos. Casi siempre ha sido producida por hombres de oficio y raramente por
profesionales de la arquitectura o especialistas y está constituida con prácticas locales, tanto por lo que se
refiere a los materiales como a las habilidades, y cuyas formas y tecnologías son ancestrales.
Un estudio sobre el efecto de las transformaciones, desde hace medio siglo, en las maneras de renovar el
hábitat y de construir, y en las formas de preservación del parque edificado
La revalorización y la rehabilitación de la arquitectura tradicional, es decir, su futuro, han movilizado al
equipo CORPUS mediante tres líneas de trabajo:
–
El conocimiento, que permite identificar los grandes grupos tipológicos de la región, sus zonas
de implantación así como las correlaciones entre ellos.
–
La evolución, que analiza los procesos de transformación, aquello que los desencadena y aquello
que los alimenta, a partir de la observación de los enclaves representativos.
–
Los mecanismos de corrección, esto es, cómo salvaguardar mejor la arquitectura tradicional y
anticiparse a sus procesos de degradación.
CORPUS se dirige a los protagonistas de la arquitectura tradicional, de su mantenimiento y de su
conservación, considerando que es una parte substancial de la identidad cultural de las comunidades que
la habitan. Todo ello en un contexto en el que el parque construido está sufriendo, desde hace unos
cuarenta años, un proceso acelerado de homogeneización, cuyo efecto es la desaparición progresiva de las
singularidades que han caracterizado su edificación.
Una herramienta de conocimiento del arte de construir y para guiar a sus protagonistas técnicos
El arte de construir es determinante para caracterizar la arquitectura tradicional. Es un trabajo de oficios
que permiten documentar lo genérico y lo intrínseco de la construcción, inventariar, recopilar y situar en
el espacio todas las formas de construcción tradicional. Todo ello para responder a diversas cuestiones:
–
En el Mediterráneo, como resultado de los rasgos específicos de una construcción tradicional,
¿es grande o reducida su variedad?
–
Los recursos locales en cuanto a materiales y a las culturas técnicas, ¿amplían o limitan el
abanico de las tecnologías?
–
¿Cuál es el impacto cultural y económico de los nuevos materiales en la evolución del arte de
construir tradicional?
Esta parte del trabajo CORPUS recoge mediante fichas descriptivas los componentes y recetas de puesta
en obra. Nos encontramos en un momento de ruptura, en el cual la transmisión, esencialmente oral, corre
el peligro de crear olvidos, imprecisiones o confusiones. Igualmente, se evalúa el uso actual de las
técnicas tradicionales cuando se trata de construir y de mantener.
La cuestión de los recursos humanos, del estado de las competencias y de los sistemas de transmisión de
conocimientos y habilidades
Hemos podido comprobar que, aunque cada país presente una práctica desaparición de los profesionales
tradicionales, se ha sabido encontrar hombres de oficio que poseen y aplican su arte de construir
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heredado. La cuestión planteada es la del futuro inmediato, la de observar cómo los países ribereños se
enfrentarán a un mercado del patrimonio que necesita regenerar las competencias, de los operarios y de
los técnicos para organizar una oferta de calidad ante una reivindicación cultural que propugne el buen
uso del edificio antiguo.
El trabajo en partenariado de una red de quince países
Este libro que llega al lector, junto con la página web (www.meda-corpus.net) son los dos productos que
condensan el resultado de una treintena de meses de trabajo del equipo CORPUS. Ocho lenguas maternas,
trece estados ribereños, más de setenta especialistas y otras tantas sensibilidades sobre este tema han sido
las realidades que CORPUS ha puesto en común con la finalidad de obtener un resultado compartido por
cada uno y comunicable a todos.
Para que funcionarios encargados del patrimonio cultural, profesionales de la arquitectura, formadores,
universitarios y otros expertos canalicen sus conocimientos y sus investigaciones hacia un mismo objeto,
dentro de un mismo formato, el grupo ha llevado a la práctica diferentes métodos de trabajo.
En efecto, era necesario que la metodología utilizada -mediante fases de recopilación de datos, de
investigación y de análisis- llevara a la presentación de una información regional marcada por una clara
voluntad operativa. Para ello, hemos combinado y articulado una serie de instrumentos: la investigación
bibliográfica, las investigaciones sobre el terreno con siete cuestionarios elaborados por todos y
orientados tanto hacia el estricto conocimiento como hacia el análisis de los enclaves, una veintena de
misiones in situ en colaboración con expertos locales, casi unas doscientas entrevistas (usuarios,
arquitectos, empresarios, artesanos, asociaciones de salvaguarda, autoridades y representantes locales,...)
con el fin de recoger múltiples opiniones, cuatro sesiones plenarias de todo el grupo y una docena de
seminarios del equipo director para confrontar, reorientar y levantar acta de los avances del proyecto.
Lo que sigue a continuación es el fruto del trabajo surgido de este partenariado. Aventura compleja y rica,
complicada por las grandes distancias, de un grupo de mediterráneos que contribuye a describir su
pertenencia regional, detallando su realidad más próxima.
CORPUS, de esta manera, ha contribuido a poner en duda una discontinuidad, una visión parcial e
inmovilista de la arquitectura tradicional. Convenía someterse a la continuidad espacial de la región, a la
circulación de influencias en el tiempo, para concretar los hilos conductores, los lazos de unión, con el fin
de buscar diversos sentidos a las soluciones arquitectónicas, más allá de las fronteras políticas.
Este trabajo está impregnado de la diversidad de cada uno, aludiendo en muchos casos a lo más íntimo de
nuestros fragmentos de civilización y apoyándose sobre lo universal de nuestro proyecto, que consiste en
recrear una "mediterraneidad" compartida; esta ha sido nuestra pasión, confirmando que el resto del
camino sólo podíamos hacerlo juntos.
Agradecemos a Amin Maalouf el haber tenido la gentileza de ofrecernos en su prólogo una reflexión
espontánea a propósito del Mediterráneo. Se lo hemos pedido a él, particularmente, porque encarna una
cierta dualidad de nuestra Cuenca: árabe y cristiana, oriental establecido en Occidente, construyendo su
obra en una lengua que no es la suya. (2)
Una dualidad que la arquitectura tradicional, absorbiendo la sucesión de los acontecimientos, lleva en sí
misma, la asimila y la cultiva. Sobre todo, a través de la casa, matriz que nos ve nacer y morir, y donde
los hombres dejan de ser guerreros y muestran su preferencia por la vida, casa repleta de su herencia y
capaz de labrar el futuro.
(1) CORPUS es un acrónimo que significa: COnstrucción - Rehabilitación - Patrimonio - USo. Con esta
fórmula recordamos que tratamos el arte de construir, de la arquitectura existente y deteriorada, de su
valor cultural y de su antigüedad, de su carácter útil y habitable. Acrónimo y nombre común que designa
particularmente (diccionario Larousse): "conjunto de textos, de documentos creados por una tradición o
recopilados para un estudio."
(2) Nos remitimos a toda la obra de Amin Maalouf quien, a través de múltiples situaciones en el espacio y
en la historia del Mediterráneo, nos habla de estos hombres surgidos de la Cuenca que se acercan a otros,
entre la confrontación y el sincretismo.
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PRÓLOGO
Amin Maalouf
Como inmensos labios congelados en un rictus indescifrable, las dos riberas del Mediterráneo parecen
hechas para reunirse, y no se reúnen.
Aquellos que sólo ven una sonrisa en estos labios se equivocan. Nuestro mar común es, en el mundo de
hoy aún más que en el de ayer, una vasta frontera trágica; línea de fractura entre el norte desarrollado y el
sur que querríamos creer en desarrollo, pero que se encuentra sobre todo en desorden; y también es
campo de batalla consagrado por los emblemas religioso-culturales que se disputan el fervor de los
hombres: el cristianismo romano, el islam, el judaísmo, el cristianismo ortodoxo...
En ninguna otra parte son tan viscerales las pasiones; en ninguna otra parte son tan reveladoras de los
terrores y de las tentaciones que agitan a la humanidad; pero en ninguna otra parte resultan tan absurdas,
de tanto como se parecen, se influyen y se imitan desde hace siglos los adversarios más encarnizados.
Este carácter fratricida no atenúa en nada, desgraciadamente, la ferocidad de los enfrentamientos. Pero, a
aquellos que mantienen la esperanza en la paz y en el hombre, se les abren perspectivas: un día
aprenderemos a mirar con otros ojos nuestro pasado común, nuestros miedos comunes, nuestras
diferencias, nuestras complementariedades; un día redescubriremos que las fronteras, lugares naturales de
enfrentamiento, tienen vocación de convertirse en lugares privilegiados de reencuentro y de intercambio;
un día nos decidiremos a desterrar nuestros odios y a poner de relieve lo que nos une.
Para ello, es importante ir más allá de las evidencias. Del mismo modo que se han podido trascender las
tragedias de la Historia europea para concebir el Viejo Continente como un proyecto nuevo, así deberían
poderse extraer las insistentes realidades de hoy para concebir el Mediterráneo como un proyecto de
futuro. Porque nuestro mar común no solamente necesita ser cantado y celebrado, sino que también
precisa ser imaginado de otra manera, reinventado; y, para empezar, necesita ser pensado y repensado.
Con serenidad. Con lucidez. Lo cual no excluye ni el entusiasmo de las palabras, ni la poesía de las
piedras.
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1. EL ESPACIO MEDITERRÁNEO
El Mediterráneo es un mosaico de múltiples colores
Fernand Braudel
EL MEDITERRÁNEO, UN LUGAR PARA LA VIDA: ENTRE EL MITO Y LA REALIDAD
Desde hace mucho tiempo, con el término "Mediterráneo", se alude tanto al mar propiamente dicho como
al espacio que este mar constituye y a los territorios que baña.
Durante las últimas décadas, el interés y la pasión que despierta esta región han elevado su nombre a la
categoría de idea y de concepto. En efecto, cuando se habla de Mediterráneo, a menos que explícitamente
uno se refiera a un aspecto muy preciso, raramente se piensa de forma automática únicamente en el mar, o
en su territorio, sino que su mención se convierte en una referencia al conjunto de cualidades de un
espacio y no solamente al propio espacio. Cualidades que definen una idea, un estilo, un universo. Una
idea muy seductora pero siempre complicada de definir: se trata de un vasto conjunto, nutrido y regido
por la sociedad y alimentado, al fin, por nuestras propias percepciones de la Cuenca mediterránea.
El Mediterráneo, universo de sentidos y sensaciones, reside definitivamente en nuestro imaginario
colectivo
Son necesarias dos advertencias: el Mediterráneo es un espacio (1) complejo, inabarcable si se disgrega;
y, por otra parte, se trata de una realidad -constituida de materialidad y, a la vez, de inmaterialidad
cargada de significados- que reside definitivamente en el imaginario colectivo.
Volvamos, dentro de las limitaciones del presente capítulo, a este mundo cautivador y lleno de variadas
circunstancias y acontecimientos.
El paisaje
El mar Mediterráneo (2) es casi un mar interior (3) abierto, en su lado más amplio, sólo por los 15 km. del
estrecho de Gibraltar. Al noreste limita con el Mar Negro y al sudeste, desde 1869, con el Mar Rojo a
través del Canal de Suez. Con una superficie de 2,9 millones de km2, representa únicamente el 0,7% de
todos los mares y océanos de la Tierra. Se extiende entre los paralelos 30 y 40 latitud Norte, sobre una
longitud de 4.000 km. y una anchura máxima Norte-Sur de 850 km., y con una profundidad media de
1.430 m. (4) Este mar reivindica de tal manera el reconocimiento de su fuerte personalidad a partir de las
numerosas denominaciones (mar de Alborán, Ligur, Adriático, Egeo, de Creta...) que, más allá de un
significado estrictamente geográfico, estas representan un bagaje histórico inmenso y un indicador de su
diversidad. En palabras de Braudel: "El Mediterráneo es mil cosas a la vez".
Se trata también de un mar cuyas aguas azules y cristalinas, de una imponente belleza, revelan una
modesta productividad piscícola. Ciertamente, la pesca no ha sido nunca una actividad fundamental, ni
por el nivel de capturas ni por el número de población que a ella se dedica.
Las líneas del meridiano 15 este y del paralelo 38 norte se cruzan aproximadamente en su centro, sobre la
estratégica isla de Sicilia, como si de dos gigantescos cardo y decumano se tratara, y definen
respectivamente, las mitades y los cuartos, con una realidad propia en la historia.
Sus 46.000 km. de costa son generalmente rocosos, abruptos y fragmentados, no siempre fáciles de
penetrar, aunque también el litoral llano y amplio es corriente en las desembocaduras fluviales dando
lugar a importantes deltas (Nilo, Ebro, Po, Ródano,..) o bien en las inmediaciones del desierto (Libia,
Israel,...) donde mar y arena se confunden sobre un mismo plano y se pierden en horizontes opuestos.
Esta cadena montañosa imbricada, formada por valles en todas direcciones, que contornea buena parte de
la costa, define un paisaje con un litoral muy estrecho y un mar que desaparece rápidamente cuando se
penetra hacia el interior, donde de manera brusca se pueden alcanzar y sobrepasar los 500 m. de altitud.
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No es excepcional el hecho de elevarse a más de 1.000/1.500 m. sólo a algunas decenas de kilómetros de
la costa (Córcega, monte Cinto 2.710 m.) o incluso sobrepasar los 3.000 m. (Alpes marítimos francoitalianos) o alcanzar los 4.138 m. en el caso del Toubkal, en el Atlas marroquí.
La insularidad es otro elemento característico e importante de este mar. Más allá de las grandes islas
como Chipre, Creta, Sicilia, Córcega, Cerdeña o Mallorca, Grecia tiene por sí sola más de 2.000 islas de
las que solamente un centenar están habitadas.
El clima (5) y la orografía son, sin duda, los factores que imponen las más severas condiciones al paisaje
mediterráneo. Más aún, numerosas variantes bioclimáticas matizan y condicionan de forma significativa
el clima de una cuenca con considerables diferencias a lo largo y ancho de su área geográfica: al norte, la
gran masa forestal y los grandes ríos continentales -que contribuyen indiscutiblemente a asegurar su
supervivencia- y al sur, la franja sahariana. El este y el oeste descienden suavemente hacia el sur por
debajo del paralelo 37 norte. Con los veranos calurosos y secos, inundados de sol y luz abrasadores, y los
inviernos suaves y húmedos, el clima mediterráneo concentra la época de lluvias -en general, discretas- en
primavera y sobre todo en otoño. Aunque también en estos casos, lo extremado no es una excepción sino
un componente importante de este clima.
Los suelos de la Cuenca, en unos dos tercios de tipo calcáreo, han sufrido fracturas y escisiones debidas a
movimientos sísmicos y volcánicos. (6) En estos mismos suelos, una cubierta vegetal adaptada
hábilmente a las diversas situaciones climáticas y orográficas antes citadas, ha dado lugar a una gran
variedad de especies vegetales. (7) De ahí, la existencia de unidades de paisaje diferentes. Los suelos de
tipo rocoso y sus afloramientos facilitan el material de construcción más extendido y utilizado: la piedra.
Bajo este clima exigente y sobre estos suelos frágiles, muchas especies se adaptan bien a la
discrecionalidad de las lluvias y otras recurren a un hábil sistema de irrigación aureolando de un perfume
(8) intenso este espacio: tomillo, romero, lavanda, albahaca, comino, hinojo, menta, jazmín, rosal,
higuera, naranjo, albaricoquero, olivos en flor o el propio perfume penetrante de las aceitunas en la
prensa,... todo, en fin, crea una dimensión particular y real, aunque inmaterial, en el espacio mediterráneo
fortaleciendo el gusto por la vida.
Clima duro, paisaje frágil, pero exuberancia vital. El Mediterráneo está marcado por este dualismo (9)
omnipresente que oscila entre el mito y la realidad. Semejante a la aceituna: amarga como la hiel y dulce
como la miel.
La Cuenca mediterránea está habitada hoy por unos 400 millones de personas. Estos habitantes actuales,
aquellos que les precedieron a lo largo de algunos milenios y los que
-de cerca o de lejos- vinieron en
gran número atravesándola y recorriéndola por necesidad o por ansias aventureras, son un conjunto
humano que constituye el protagonista principal del espacio mediterráneo. Espacio capilar si los hay, es
un ejemplo de integración, de adaptación y de mestizaje. (10)
Atractivo, a un tiempo poderoso y delicado, siempre sensual, el Mediterráneo es testimonio de la
contribución de la mujer a su creación
Los hombres y las mujeres
Espacio a menudo contado como eco de grandes hazañas de emperadores, sultanes, héroes de la
masculinidad, no desvelando siempre la importancia de las mujeres y de la feminidad mediterráneas. Un
espacio seductor, poderoso y delicado a la vez y siempre sensual. Los paisajes que ellas tanto han
contribuido a modelar y a conservar con su esfuerzo. Los muros o las terrazas, los revestimientos o
decoraciones de cuevas y de casas, guardan siempre indicios y testimonios de los trabajos de la hija, de la
esposa y de la madre, en su contribución a este espacio único.
Sobre este espacio mediterráneo están grabadas todas las acciones y pensamientos de las civilizaciones y
de las sociedades que nos han precedido, puesto que "el espacio es el resultado y el producto de
actividades sociales." (11) En consonancia con el paisaje, la sociedad deviene concreta y, por ello,
particular y con personalidad propia.
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necesariamente la posición de la Unión Europea ni la de sus Estados miembros
Extracto del libro “Arquitectura tradicional mediterránea” – Prólogo y capítulo 1
La población mediterránea ha estado tradicionalmente ligada a la tierra (la terra patria de los antiguos), a
las actividades agroforestales y a la ganadería (ganado menor, sobre todo). Incluso aquellas poblaciones
que vivían muy cerca o en el mismo litoral. Los pescadores formaban una minoría que casi siempre
combinaba esta actividad con una pequeña agricultura doméstica en parcelas reducidas. Sin embargo,
desde las primeras civilizaciones, el comercio y la transformación de materias primas se erigen en
actividades febriles de las ciudades de la costa mediterránea. Si la importante red de estas ciudades
costeras ha sido crucial -ya desde la antigüedad- (12) para el impulso y el desarrollo de la Cuenca,
también el interior y los llanos litorales agrícolas resultaron indispensables para aumentar esta riqueza. El
agua, la mínima fertilidad de la tierra y también las creencias religiosas fueron los parámetros básicos que
decidieron dónde se instalaba determinado grupo humano. Asimismo, el emplazamiento preciso de la
vivienda o del pueblo, hábilmente orientados, tenía muy en cuenta la seguridad. (13)
La ocupación de cada terreno implicaba trabajos importantes de adaptación para convertirlo en cultivable.
Estos trabajos han modelado un paisaje típicamente mediterráneo a lo largo de los siglos debido a la
acción de miles de campesinos. La cultura en terrazas, el mosaico de pequeñas parcelas cultivables y los
bosques son sus características. Para el hombre mediterráneo, tan importante como la adaptación del
suelo, era el control del agua, un elemento esencial y precioso que a menudo escasea y siempre irregular.
Las civilizaciones mediterráneas han logrado controlarla con pericia dejando a la posteridad un enorme
patrimonio constructivo y una actitud vital muy adaptable a estas duras circunstancias.
La propiedad del suelo y su transmisión emanan de dos mundos jurídicos diferentes: el derecho romano y
el derecho musulmán. (14) Tampoco hay que olvidar las diversas prácticas derivadas de los usos y
costumbres locales. Cada forma de propiedad particular y cada modo de transmisión han condicionado
forzosamente la gestión de la construcción tradicional.
Habitar el Mediterráneo
La mayor parte de la población vive en hábitats agrupados. Al mediterráneo le gusta la vida en
comunidad y la mutua colaboración. A ello han contribuido sin duda la herencia greco-romana y la de
tradición árabe y turco-musulmana. Los pueblos y ciudades mediterráneos son lugares de convivencia y
hospitalidad. (15) Además, el Mediterráneo se muestra diverso en las soluciones materiales que adopta,
por ejemplo en estos dos casos típicos: los pueblos compactos, más o menos densos y con variantes
morfológicas, y los pueblos diseminados, que se manifiestan en forma de viviendas aisladas. Estas dos
situaciones son el resultado de dos modelos de organización social. El segundo caso es muy frecuente en
el norte de África y corresponde a sociedades de tipo tribal (16), mientras que el primer modelo atañe a
sociedades más organizadas, más complejas y urbanas. (17)
Los pueblos compactos se organizan en relación a un espacio público que acoge los edificios que
simbolizan valores religiosos o políticos, pero también el mercado, las celebraciones y ritos, la fiesta, las
grandes concentraciones,... La orografía, la necesidad de liberar tierras de cultivo y la seguridad
condicionan su morfología y su emplazamiento.
Las poblaciones diseminadas se aúnan por la misma fuerza de la organización social, aunque el régimen
de producción y de propiedad generan una forma diferente de ubicarse en el paisaje. (17)
Este es el caso de los hábitats dispersos (a los que no es posible llamar aislados, dentro del ámbito
mediterráneo, por las razones que acabamos de presentar) que siempre se encuentran en contacto a través
de una red inmaterial de relaciones -una red sólida y eficaz- que implica obligaciones y deberes con
respecto a los vecinos más o menos cercanos. De hecho, si en el Mediterráneo la tendencia es agrupar las
casas en los pueblos, también lo es "agrupar" los pueblos en el paisaje. (18)
Hábitat diseminado y pueblos, comunicados entre sí por una multitud de cabañas, construcciones
temporales, refugios de pastores,... o por grandes edificios al servicio de la movilidad en grandes
desplazamientos como los caravanserallos unidos por un entramado de caminos y senderos. Esta red
civilizadora confiere siempre al paisaje mediterráneo una escala humana, aglutinante y nunca huérfana de
referencias.
Si las concentraciones de población resultan mayoritarias, el hábitat diseminado es una situación muy
habitual sobre todo en las zonas menos accidentadas y menos montañosas.
El proyecto CORPUS ha sido financiado por el programa MEDA de la Unión Europea. Las opiniones expresadas en este documento no reflejan
necesariamente la posición de la Unión Europea ni la de sus Estados miembros
Extracto del libro “Arquitectura tradicional mediterránea” – Prólogo y capítulo 1
El arraigo (19), la construcción permanente, la fundación y la transmisión de la propiedad son
características de los pueblos mediterráneos, si bien es cierto también que las sociedades nómadas -hoy
muy minoritarias y a punto de hacerse definitivamente sedentarias- antes fueron abundantes en el
Mediterráneo sur y oriental (20). Era una forma de vida que encerraba toda una concepción del espacio,
del tiempo y de la libertad muy particular. Se trataría de una etapa previa a la trashumancia.
La trashumancia (21) está todavía presente -en franca decadencia- en ciertas regiones y puede suponer el
desplazamiento temporal de todos los habitantes de un poblado, por ejemplo en la región de los Aurés en
Argelia. Se trata de un fenómeno a medio camino entre el traslado estacional y el sedentarismo obligado
de las poblaciones agrícolas. Este tipo de vida, que aprovecha a menudo las vías romanas, ha contribuido
desde hace siglos a fortalecer las relaciones y a la apertura de regiones aisladas en las zonas más
montañosas mediterráneas.
El hombre mediterráneo habita casi tanto al aire libre como dentro de la vivienda. Las condiciones
climáticas le permiten las más de las veces buscar el sol, la luz y el aire. Por un lado, busca la intimidad
que le ofrecen las casas con patio -incluso en un tejido tan denso como el de la medina-, por otro, siente
una necesidad de aire libre y de espacios abiertos.
Este mismo espacio mediterráneo, abierto a los cambios, al pensamiento, a los pueblos, se erige en
germen de una de las civilizaciones más importantes del mundo. Probablemente, ha ejercido una decisiva
influencia en la organización y evolución de las sociedades modernas. Ha sido una fuente inagotable,
fluyendo siempre con fuerza, nunca faltada de ideas innovadoras, de creación, de tenacidad, de
imaginación y de espiritualidad, aunque también la ambición, el conflicto y la destrucción han dejado sus
huellas imborrables. Todo ello ha dado como resultado una historia densa que ha reelaborado toda una
serie de saberes y materiales recuperados o adoptados, como por ejemplo las magulas de Tesalia, los tells
de Mesopotamia o los höyük de Turquía.
Las diversas civilizaciones del Mediterráneo no siempre se han manifestado con el mismo poder de
influencia en toda la Cuenca, ni con la misma intensidad en todas las regiones, ni en todas las regiones
durante el mismo tiempo. Las distancias, el paso de civilizaciones extranjeras, las resistencias, las
interpretaciones,... han establecido inevitablemente un paisaje cultural e histórico lleno de colores y
tonalidades. Estas son las grandes corrientes de civilización que han conformado los trazos esenciales de
este espacio. Si retomamos el mapa del Mediterráneo con los dos ejes cardo y decumano imaginarios,
situando nuestro punto de vista a una cierta distancia, tendremos una visión práctica de las principales
oleadas civilizadoras situadas en el tiempo y en el espacio.
EL ESPACIO MEDITERRÁNEO OBJETO DE ESTUDIO
Los países integrantes del proyecto CORPUS en 1998 determinaron los territorios nacionales sobre los
que los equipos locales trabajaron y realizaron investigaciones sobre el terreno. El gran número de países
participantes -a pesar de no abarcar exhaustivamente la Cuenca- ha permitido una aproximación global a
la arquitectura tradicional del ámbito mediterráneo.
El arraigo, la construcción, la fundación y la transmisión de la propiedad son características de los
pueblos mediterráneos
Es evidente que existen muy buenos estudios y monografías sobre algunas regiones a propósito de las
tipologías y materiales de construcción mediterráneos que constituyen valiosas aportaciones al
conocimiento del patrimonio de nuestra Cuenca. Sin embargo, el enfoque detallado y adaptado a la
realidad local de muchos de estos trabajos no permite la perspectiva necesaria para ofrecer una visión de
conjunto, visión que no es el objetivo de este tipo de estudios.
Otras obras que presentan recorridos completos por esta arquitectura, se limitan a analizar aquellos
modelos más "típicamente mediterráneos " o, en todo caso, aquellos que el imaginario colectivo identifica
como tales. Estas obras, que suponen un aporte suplementario de información, no pueden abarcar todos
los aspectos que se refieren a los procesos de transformación, las potencialidades, las debilidades o las
El proyecto CORPUS ha sido financiado por el programa MEDA de la Unión Europea. Las opiniones expresadas en este documento no reflejan
necesariamente la posición de la Unión Europea ni la de sus Estados miembros
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estrategias para la protección del sistema constructivo tradicional, temas que quedan lejos de sus
planteamientos.
Si el espacio mediterráneo es enorme -y si razonamos, como es nuestro caso, en términos de acción y de
eficacia, y no de momificación-, la dimensión del parque edificado tradicional es extraordinaria. En
efecto, si no queremos caer en el error de descontextualizar, viendo el patrimonio construido como si se
tratara de una serie de objetos inanimados, aculturales, digamos atemporales, hechos en piedra, ladrillo o
madera, conviene admitir que la valoración de esta arquitectura tradicional implica tener muy en
consideración su contexto material e inmaterial. Esta cuestión puede parecer ambiciosa, irreal o utópica.
Mucho más cuando vamos a referirnos a un patrimonio "sin papeles", prácticamente desconocido o no
reconocido, al cual no se le han destinado, en cifras absolutas, más que pequeños esfuerzos desconectados
entre sí y demasiado marginales para resultar eficaces.
Por lo que respecta al espacio físico estudiado, se circunscribe al espacio mediterráneo claro. Esta
ambigüedad reclama unos límites geográficos. Ciertamente, desde un punto de vista climático, biológico
o cultural, los límites de este espacio podrían ser objeto de discusión. Llevada esta cuestión al extremo,
estaríamos ante ámbitos territoriales y latitudes que sobrepasan las posibilidades de este estudio. Existe
una gran capilaridad en todas las riberas de este mar. Hasta dónde penetra en España o en Oriente Medio,
o hasta dónde desciende a partir del Magreb, son cuestiones que posiblemente abarcarían mayores
territorios.
Es por ello que intentando seguir planteamientos razonables en función de una mayor eficacia, el espacio
que aquí se trata corresponde a una amplia faja de territorios alrededor del Mediterráneo "saturada de
mediterraneidad", más allá de la cual y para muchas regiones, los indicadores mediterráneos pierden
intensidad y se difuminan dentro de otras culturas, otros paisajes e historias dominantes. Todo ello deja
muchas puertas abiertas a estudios futuros sobre esas zonas y nuestra elección no excluye el
reconocimiento de los componentes mediterráneos de ciertas regiones que no tratamos en este estudio.
Con todo, no podemos olvidar su importancia para completar y matizar este trabajo, pues nuevas
aportaciones territoriales servirán para reforzar y enriquecer el edificio común del espacio mediterráneo
que todos los integrantes del proyecto CORPUS han decidido limitar para este estudio.
Más allá de estos aspectos, surge ahora con fuerza la cuestión fundamental y el objetivo esencial que
esperamos haber alcanzado, la constitución de una aproximación global y, sobre todo, común y
compartida. Aproximación que no reivindica ya una conservación más o menos armoniosa, sino la
protección del derecho de la construcción tradicional a insertarse plenamente en el discurso y en las
actuaciones que fomentan el desarrollo sostenible de nuestra sociedad. Derecho también a ser considerada
como una riqueza esencial del paisaje cultural y no como un parque inmobiliario insalubre a la espera de
su demolición. Una solución, mucho más que un problema.
La contribución de esta actitud solidaria de partenariado mediterráneo, no hace sino reforzar la noción de
su espacio, donde la construcción tradicional constituye una parte muy importante, indisociable tanto de
su paisaje como de su cultura.
Mosaico histórico
La historia del Mediterráneo nos puede llevar fácilmente a remontarnos a más de ocho mil años. Historia
de una densidad y de una complejidad tan considerables que la tarea de presentar una síntesis se muestra
como una misión razonablemente imposible. Es por ello que nuestra voluntad de acompañar los análisis
sobre la arquitectura tradicional, de una forma muy esquemática, con un fondo histórico donde se puedan
visualizar las grandes oleadas de civilizaciones mediterráneas, nos ha llevado a la opción gráfica, simple y
sintética, en forma de mapas históricos y de referentes cronológicos.
Los mapas seleccionados pueden representar grandes momentos de las civilizaciones, no obstante no
pueden expresar las imbricaciones y los numerosos detalles históricos a veces decisivos para cada
periodo. A pesar de sus limitaciones, nos permitirán un vistazo útil a algunos territorios en determinadas
épocas.
Aunque con el riesgo de caer en ejercicios reduccionistas, destacando los grandes hechos en detrimento
de los menos importantes (¿cuántos sucesos considerados menores han supuesto cambios históricos de
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necesariamente la posición de la Unión Europea ni la de sus Estados miembros
Extracto del libro “Arquitectura tradicional mediterránea” – Prólogo y capítulo 1
primer orden?), podemos convenir en que el Mediterráneo se ha visto sacudido por tres grandes
civilizaciones que dejaron su huella definitiva en toda la Cuenca. En el sector noroccidental de nuestro
cardo y decumano imaginarios, está Roma, el universo latino, la cristiandad; debajo del decumano, en
toda la mitad sur, el universo árabe-musulmán, el Islam; en el sector nororiental, el universo griego, el
mundo ortodoxo.
Esquema muy simple que los mapas ayudan a matizar y precisar, tomando como ejemplo la influencia
islámica en el sector nororiental o la del universo latino sobre el sector suroccidental, dando lugar a
periodos de gran importancia -bizantino, turco-otomano, por citar sólo dos ejemplos-. Podríamos
multiplicar las etapas y sus territorios: judaísmo, pueblos germánicos, estados, reinos y naciones,
presencia inglesa y holandesa,... y otros muchos momentos, pueblos y organizaciones significativos del
Mediterráneo.
Dado que los colores que tiñen el Mediterráneo no se limitan a tres, por muy importantes que sean, toman
ellos mismos diferentes tonalidades según la implantación y la época. Unos son anteriores, otros
posteriores o, simplemente se ha producido una sustitución. Sea como sea, ello ha contribuido a la
coloración histórica excepcional y fascinante de nuestra Cuenca. Como diría Fernand Braudel: "El
Mediterráneo es un mosaico de muchos colores".
Notas:
1.
El término "espacio" se emplea en el sentido que le atribuyen Milton Jones y otros autores: "El espacio es el resultado de
la relación entre sociedad y paisaje." El espacio toma de este modo las acepciones de movimiento, dinamismo y de tiempo. La
palabra "paisaje" es relativamente reciente (de hecho, aparece en Francia durante el siglo XVI). Muchos autores emplean el término
"país" para referirse a un espacio que contiene hombres y territorio.
2.
"El mar. Hay que imaginárselo con la mirada del hombre antiguo: como un límite, una frontera dilatada hasta el
horizonte como una inmensidad tenaz, omnipresente, maravillosa y enigmática" "...antes de convertirse en un espacio de unión, el
mar fue durante mucho tiempo un obstáculo. Una navegación digna de este nombre, no se inició hasta la segunda mitad del tercer
milenio, con las navegaciones egipcias hacia Biblos, o sobre todo, con el desarrollo de los veleros de las Cícladas en el segundo
milenio..." Fernand Braudel, La Méditerranée.
3.
Mediterráneo, del latín mediterraneum, equivale a internum, interior, en el sentido de "entre", "en medio de". El
Mediterráneo, es pues, el mar entre tierras.
4.
Atles ambiental de la Mediterrània. L´estructura del territori i del paisatge. Obra colectiva. Pòrtic, Barcelona, 1999.
5.
El clima mediterráneo presta su nombre a algunas zonas de los cinco continentes (California, Chile, África austral, Asia
occidental y Australia meridional) en las que se reproducen paisajes parecidos.
6.
Han sido numerosas las catástrofes de este tipo en el Mediterráneo: Pompeya, Santorini, Mesina, Argel,...
7.
Si actualmente es el pino el árbol más extendido en el bosque mediterráneo, el ciprés conserva todavía un aire simbólico
muy unido a ciertas tipologías (en cementerios y monasterios, como símbolo de espiritualidad; o bien en la masía catalana, como
símbolo de hospitalidad). Por su parte, el olivo recubre una gran porción de tierras de secano, siendo el árbol más emblemático del
espacio mediterráneo -al que define con precisión- tanto por su importancia en la economía tradicional y actual como por la belleza
de su verde plateado perenne, su longevidad y su simbolismo. Modelo de sobriedad, enraizado con fuerza en la tierra y sobre todo
generoso, el olivo resume los más importantes caracteres del espacio mediterráneo y de sus gentes. Y también la palmera datilera "maravilla de las maravillas" según F. Braudel- ofrece una silueta simbólica a todo el Mediterráneo y permite la existencia de
jardines espléndidos en las zonas más áridas.
8.
Plinio hablaba del "aroma embriagador, en la Campania, de los olivares en flor y de las rosas salvajes." En Turquía se
dice que "por el perfume de una rosa, el jardinero soporta -con la sonrisa en los labios- mil espinas."
9.
Tierra/mar; sol/sombra; exterior/interior; aridez/inundación;...
10.
Su situación en plena encrucijada de tres continentes básicos para la historia del hombre y de las civilizaciones, reafirma
sus cualidades. Desde el África profunda hasta el lejano Oriente; desde el Gran Norte europeo hasta las oleadas de población hacia
el Nuevo Mundo durante el siglo XVI: todos se han dado cita en el Mediterráneo, cruzando el mar, pasando por sus ciudades,
impregnando su espacio.
11.
Henri Lefebvre, La production de l´espace, Anthropos, 1981.
12.
"Las ciudades son el texto de la historia..." "Las ciudades constituyen por sí mismas un mundo..." "Atenas es la primera
idea clara de la ciencia del fenómeno urbano; es el paso de la naturaleza a la cultura." Aldo Rossi, La arquitectura de la ciudad,
Editorial Gustavo Gili, Barcelona 1971.
El proyecto CORPUS ha sido financiado por el programa MEDA de la Unión Europea. Las opiniones expresadas en este documento no reflejan
necesariamente la posición de la Unión Europea ni la de sus Estados miembros
Extracto del libro “Arquitectura tradicional mediterránea” – Prólogo y capítulo 1
13.
Los griegos creían que la situación de un poblado debía estar inspirada y revelada por la divinidad. Herodoto define
como un acto impío o de locura que la Esparta Doria osara levantar una ciudad "sin consultar el oráculo y sin practicar ninguna de
las ceremonias prescritas." Fustel de Coulanges, La cité antique, Flammarion, 1984.
14.
"La historia jurídica del Mediterráneo contiene las dos maneras posibles de responder a la cuestión relativa al origen del
derecho. El derecho musulmán y el derecho romano -en un momento de su historia- han dado forma a las principales tendencias del
jurista: que el orden jurídico sea el reflejo de la creación divina y que la relación de los hombres entre sí esté regida por la voluntad
de Dios, o que el orden jurídico derive sobre todo de la vida cotidiana y de las aspiraciones libres de los hombres." Jeanne LadjiliMouchette, Histoire juridique de la Méditerranée, Publications scientifiques tunisiennes, 1990.
15.
Se trata seguramente de una tradición heredada de los antiguos nómadas mediterráneos. Tradicionalmente, las familias
nómadas destinaban una de sus tiendas al servicio del dhaif (viajero, visitante o huésped). "Joie cachée, chandelle éteinte" ("alegría
escondida, vela apagada") se dice en las costas occidentales.
16.
En el sentido antropológico de la palabra: grupo social que reúne varias familias o clanes vinculados por cuestiones
lingüísticas, étnicas y culturales, y por lo general, que se rige por un sistema jurídico propio.
17.
Paul-Henri Stahl en Structure social de la Méditerranée.
18.
" ...desde lo alto del campanario se puede ver siempre el campanario vecino..." canta Lluís Llach en Cataluña.
(19)
Arraigo que retorna al origen en el caso del hábitat troglodítico. Aunque escaso en términos absolutos, está presente un
poco por todas partes y se muestra en ejemplos espectaculares como en Matmata, Túnez. Como escribe Moustafa Lacheral en su
prólogo al libro de André Ravereau: "...una sociedad (...) una civilización (...) un lugar hecho para una larga vida..."
(20)
"...en las estepas herbáceas, se estima que hacen falta tres hectáreas de pastos por año y oveja. Es evidente que esta
unidad de pastoreo ha de ser mayor en el caso del erg..." "...por diversas razones, pérdidas en los rebaños, disminución importante
de miembros del grupo familiar, los nómadas se vuelven sedentarios..." Ahmed Najah, Le Souf des oasis, Editions de la Maison des
livres, 1970.
(21)
En sentido antropológico: conjunto de migraciones estacionales características de sociedades ganaderas, las cuales para
aprovechar mejor la evolución de los pastos, recorren grandes distancias, desde el llano hasta la montaña y viceversa.
El proyecto CORPUS ha sido financiado por el programa MEDA de la Unión Europea. Las opiniones expresadas en este documento no reflejan
necesariamente la posición de la Unión Europea ni la de sus Estados miembros

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