La Ílhava portuguesa, belleza ancestral sobre el agua

Transcripción

La Ílhava portuguesa, belleza ancestral sobre el agua
La Ílhava portuguesa,
Mercedes Peláez*
belleza ancestral
sobre el agua
*Arquitecto. Realiza su tesis doctoral sobre el Arca de Noé en el Departamento de
Expresión Gráfica de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura
de la Universidad Politécnica de Madrid
La Ílhava. Museo Marítimo de Ílhavo
© Mercedes Peláez
La Ílhava, a la izquierda. Sala de embarcaciones de la
laguna de Aveiro. Museo Marítimo de Ílhavo
© Mercedes Peláez
La réplica de la Ílhava es también una
pieza única y exclusiva, destinada a recuperar la memoria de los ílhavos y del
barco que este pueblo de pescadores
hizo célebre en la costa portuguesa con
sus migraciones y sus palheiros. La copia
se ha fabricado a iniciativa de la Asociación de Amigos del Museo, responsable
del estudio documental del prototipo, y
se ha encargado de su construcción el
mestre António Esteves en el astillero
de Pardilhó. Desde enero de 2014, la
Ílhava se incorpora, recién estrenada,
a la galería de embarcaciones típicas
de la laguna de Aveiro, que guarda un
moliceiro, un mercantel y las bateiras de
Canelas, caçadeira, patacha, chincha, matola y Vouga, entre otras piezas, además
de un imponente buque bacaladero que
hacía desde Ílhavo la ruta pesquera de
Terranova, que ocupa el espacio central
del museo.
Entre los valiosos barcos, a escala real, que
guarda el Museo Marítimo de Ílhavo, una afilada
nave con silueta negra de media luna y porte solemne detiene la mirada del visitante que circula
entre tesoros de la cultura portuguesa del mar.
Es una réplica de la elegante Ílhava, la
embarcación tradicional de los ílhavos,
extinguida en el siglo XX, tan elemental
y soberbia como desconocida fuera de
su entorno más inmediato en el centro
de Portugal. Lleva el nombre del pueblo
ílhavo, y es su icono. Se trata de una bateira portuguesa de tablas de madera, del
tipo de barco do mar, de casco alquitranado con fondo plano y dos proas picudas
curvadas en creciente lunar asimétrico,
remos, y vela latina blanca. Tiene valor
etnográfico incalculable, y remite al conjunto de costumbres que identifican la
costa atlántica con el país luso y al barco
con los remotos orígenes de la cultura
humana en Oriente Medio.
De la antigua Ílhava se tienen noticias
a partir del siglo XVIII. Se utilizó en el mar
y en los ríos del entorno, aunque fue fabricada para faenar en las aguas de la ría
de Aveiro, poco profundas. Tiene fondo
plano y el sistema de construcción es de
esqueleto-primero. Se fabrica sobre una
base de tablones que se utiliza, a modo
de falsa quilla, para sujetar las rodas y las
cuadernas. Después se forran costados y base con
tablas a tope niveladas en horizontal. Este tipo
de colocación distingue a las bateiras del centro
de Portugal de los barcos nórdicos, donde van
curvadas siguiendo quilla y bordas, y solapadas
117
Barco Oseberg, con forro de tablas en tingladillo y curvadas según quilla y borda. Museo Vikingo de Oslo, Noruega
© Mercedes Peláez
Llaüts, las barcas laúd de las Islas Baleares. Puerto de
Sóller, Mallorca
© Mercedes Peláez
en tingladillo. Las Ílhavas eran impulsadas a remo
y vela. Solían tener dos remos, a cargo de doce
remeros de una tripulación de unos quince o dieciséis marineros. Pescaban a dúo con tarrafa, una
red de arrastre que manejaron, al menos, desde
17511. Más eficaz que la jábega, y más moderna,
incorporó el arte del bou del levante español, importado por pescadores catalanes instalados en
Andalucía, Galicia y Portugal.
co, inmutable, estacionario a través de los siglos y
constituye uno de los más preciosos documentos
para el estudio de la etnografía de la zona ribereña del centro del país, en especial de la ría de
Aveiro”. La tipología de bateira abarca un amplio
repertorio de una misma estirpe, que presenta
diferencias formales en razón del uso y del medio
acuático. Según Lopes, entre las bateiras lagunares de Aveiro están la caçadeira de aves, la saleira
de las marinhas, el moliçeiro, la mercantel, y la
murtoseira o labrega, concebida para pesca fluvial
con la Ílhava, que se dedicó también a pescar en el
mar y a la recolección de algas moliço por lo que,
se cree, dio origen al moliçeiro. Hay además varios
tipos de bateiras marítimas. La mayor es la bateira
do mar, con proas desiguales. Incluye los tipos de
barco do mar, da companha, saveiro y meia-lua, o
de media-luna por su forma en creciente, común
a las bateiras y a la Ílhava en diversos grados de
simetría.
La Ílhava pertenece al espléndido catálogo de
tipos de embarcaciones tradicionales del centro
de Portugal, que forman una entidad cultural
digna de pertenecer a la lista del Patrimonio de
la Humanidad por la especial vinculación de las
artes pesqueras en relación con el territorio específico donde radican. Ana Maria Lopes2 explica
que una bateira es “un tipo de embarcación arcai-
1 CARVALHO, Márcia, A Diáspora dos Ílhavos: memoria,
realidade e mito, in: “A diáspora dos Ílhavos”. Catálogo de
exposición. Museu Marítimo de Ílhavo, 2007.
2 LOPES, Ana Maria. “O vocabulário marítimo portugués e
o problema dos mediterraneísmos”. Facultade de Letras da
Universidade de Coimbra. Instituto de Estudios Românicos.
Ílhavo, 2006.
118
La forma tajante de las bateiras no pasa desapercibida y son muchos los diagnósticos que
sopesan su figura, genealogía y antigüedad.
Octávio Lixa Filgueiras, reconocido experto en
embarcaciones portuguesas además de arquitecto, etnógrafo y arqueólogo, insistía en valorar
conjuntamente la función y la forma sin olvidar
los procesos constructivos. En cuanto a la forma,
Brandão encontró una razón técnica que justifica
el espléndido perfil en creciente de las bateiras.
En O barco3 escribió sobre el barco de Mira que,
al salir desde la playa, tiene que atravesar el
rompiente de la ola, cabalgarla y asentarse en el
agua. Por eso “yergue” proa y popa, y “tiene exactamente la forma cóncava del espacio que va de
ola a ola”.
3 BRANDÃO, Raul. O barco, in: “Os Pescadores”, 1923.
Réplica del barco fenicio Mazarrón II construido con
sistema de ‘forro-primero-con-quilla’, siglo VII a.C. Museo
ARQUA, Cartagena | © Enrique Domínguez Uceta
“Cada barco se ha hecho siempre en función
del mar por el que navegue” explica Miquel Huguet, carpintero de llaüts en Menorca4. Para este
mestre d’aixa, en el Atlántico “el barco tiene que
nadar. Por eso son más planos”. El llaüd es típico del Mediterráneo, donde se necesitan barcos
“muy quillados”, de extremos casi iguales, con un
par de palos a modo de “nariz”. Sirven de tajamar
y quizá de mira para el rumbo, como en su caso
las proas levantadas de las bateiras.
Al fabricar un barco tradicional, la configuración
se obtiene repitiendo, con la ayuda de una regla,
una forma ideal ya calculada. Este método, por
copia de forma óptima, asegura la
bondad de cada ejemplar. El maestro Esteves, constructor de la Ílhava,
explica a Costa en la entrevista para
el Boletín del MMI5 que un barco tradicional se fabrica sin planos, con
un “pau de pontos” único para cada
tipología. Esta regla es mejor que un
dibujo porque permite replantear
las medidas directamente a partir
de un eje, y “funciona como una
escala”. Su uso no es exclusivo de
bateiras, se conoce por escalafón en
Huelva y se emplea en jábegas y en
llaüts de bou del levante español,
ambos de probable ascendencia
fenicia.
Es fenicio el pecio Mazarrón II, del siglo VII a. C.,
el barco más antiguo entre los descubiertos, y es
distinto a la bateira. Está casi intacto y permanece
en aguas murcianas al cuidado del Museo ARQUA
de Cartagena, donde guardan una réplica ejecutada por Astilleros Nereo en Málaga. La sorpresa de
estos artesanos6 fue enorme cuando constataron
que, al tener las medidas exactas de la jábega
malagueña, se podía construir con su escalafón.
El pecio Mazarrón II fue realizado con técnica de
de forro-primero-con-quilla, aunque las tracas del
forro semejan, por su gran grosor, las tablas de los
remotos “barcos de tablón” que Filgueiras relacionó con India, Sumeria y el origen de la bateira.
Analizando forma y construcción,
Filgueiras descartó para la bateira el
origen fenicio. La genealogía estaría
en los barcos cretenses, y la de éstos en Sumeria
y la India. En The Barco do Mar and the Thera Boats
Breed, explicaba que los barcos do mar podrían
estar emparentados con las naves en forma de
creciente lunar, con dobles proas apuntadas, que
figuran en los sellos cretenses del 2200 al 2000
a.C. En esa misma época, anterior a la fundación
de Cádiz por los fenicios, habrían llegado al litoral
luso siguiendo la ruta del estaño y de la plata desde Creta por Tartessos, supuesta colonia cretense.
Filgueiras7 creía que la difusión desde Gibraltar
hasta Aveiro de esos “barcos de tablón”, realizados con sistema de forro-primero-sin-quilla, coincidía con la migración de los túrdulos en el siglo
III a. C. a raíz de la destrucción de Tartessos por
Cartago. Razonaba que el sistema de “esqueleto-primero” es mediterráneo, así que su utilización
en bateiras sería posterior a una técnica anterior
de forro-primero-sin-quilla, más apropiada para
embarcaciones de fondo plano. El sistema sin
4 RODRÍGUEZ, Víctor. Historia de un llaüd. Magazine Fuera
de serie. Diario elmundo.es, Unidad Editorial. Madrid, 27-062014. En: www.fueradeserie.expansion.com/2014/06/23/
viajes/1403516710.html
5 COSTA, Nuno Miguel. “Entrevista Mestre António Esteves,
construtor da Bateira Ílhava”. Boletín CIEMar-Ílhavo, nº 2.
Museo Marítimo de Ílhavo, 2014.
6 VÁZQUEZ, Alfonso. “La prueba que une la jábega con
Fenicia”. Diario La Opinión de Málaga, 7-6-2013. En: www.
laopiniondemalaga.es/malaga/2013/06/07/prueba-unejabega-fenicia/593830.html
7 LIXA FILGUEIRAS, Octávio. “The Barco do Mar and the Thera
Boats Breed”, en Ship Construction in Antiquity. II Simposio.
Atenas, 1991.
119
Construcción en 2013 de una tarrada, con sistema de
‘esqueleto sobre tablones’, en un astillero tradicional de
Basora, Iraq Tigris River Flotilla Trip, 2013
© Cortesía Nature Iraq Foundation
Construcción en 2013 de la Ílhava, con sistema de ‘esqueleto sobre tablones’, en el astillero tradicional de
António Esteves en Pardilhó, Portugal
© Cortesía Etelvina Almeida
quilla, aseguraba Filgueiras que permanecía en
uso en el Alto Nilo mientras escribía su artículo
en 1991, y añadía que el método de esqueleto-primero-sobre-tablones, el de la Ílhava, podía
encontrarse todavía en las naves mesopotámicas.
plano, proas ganchudas, sistema constructivo, y
protección con bitumen. Según The Marsh Arabs
Heritage Project10, corresponden a la familia iraquí
la tarrada de pesca, el bote mash-huf y el jalbout
para forraje, el balaam de personas y suministros,
la ga’da para productos, la blanca canoa cazadera
jalika, y el velero ‘ania, especializado en dátiles.
Al menos en 2013 fue así. Ese año, la construcción
de la Ílhava en Pardilhó coincidía con la fabricación
en Basora de una tarrada tradicional alquitranada,
típica de las marismas iraquíes, con el sistema de
esqueleto-primero-sobre-tablones, el mismo de la
Ílhava. La Nature Iraq Foundation8 encargó la tarrada con una guffa redonda para descender el Tigris
desde Turquía hasta las marismas documentando
el patrimonio asociado al rio. La acción se inscribió
en los gestos por devolver el agua al hábitat de
las Marsh Arabs, intacto durante cien siglos hasta
ser desecadas en 1992 por motivos políticos. En
2013, un Green Festival celebraba la llegada de la
inundación y, por primera vez en muchos años, una
tarrada surcaba de nuevo el Éufrates a “remos de
tres jeques”9, y seis mujeres competían en la regata
de botes mash-huf a pértiga.
Bateiras, Ílhavas y tarradas sumerias
Desde tiempos sumerios, los barcos han dominado el paisaje de las marismas de Iraq con el
trasiego entre cañaverales de tarradas, mash-huf
y guffas de cañizo. Los primeros pertenecen a la
tipología local de ancestrales barcos de madera,
equivalente a las bateiras. Ambas familias de
barcos, de tarradas y bateiras, forman equipos
que concuerdan en clasificación funcional, fondo
8 “Nature Iraq Foundation”, para la conservación del medio
ambiente en Iraq y Oriente Medio. www.natureiraqfoundation.org Arcata, California.
9 PORTER, Richard. “Marsh flooding brings new life to Iraq’s
‘Garden of Eden’”. BBC/Radio 4, junio de 2013.
120
De la antigüedad de la tarrada es testigo la barquita sumeria en plata, del 2600 a.C., del Museo
Nacional de Iraq. Fue hallada en la excavación de
la Tumba Real de Ur, donde los estratos de fango
hicieron suponer erróneamente a Woolley, su
arqueólogo, que se encontraba ante la prueba
del Diluvio. Contó ambos hallazgos en Ur of the
Chaldees, en 1959. Rememoraba que había dos
modelos de barco, uno de cobre y “otro de plata
admirablemente bien conservado, de poco más
de medio metro de largo. Este último tiene la
popa y la proa altas, cinco asientos, y en medio un
arco destinado a sostener el toldo para proteger
al pasajero; los remos, la pala en forma de hoja,
están todavía colocados en los bancos”.
El británico insistía en el parecido de estas
barcas con las embarcaciones locales de los
años veinte, y precisamente en esta barquita
de plata basó Filgueiras la célebre comparación
de parentesco entre el barco do mar y las naves
mesopotámicas. La analogía es factible por forma
y eslora. La escala humana a partir de la toldilla
refleja una tarrada similar en longitud, lista para
un mínimo de diez remeros. Hay varias decenas
más de maquetas sumerias similares a la bateira.
Son tarradas de tamaños y materiales diversos,
arcilla, cobre, bronce, caña o madera con bitumen,
y de una pasta negra de arena y betún.
10 The Marsh Arabs Heritage Project. En: www.amarfoundation.org/heritage/
Bitumen boat model nº 133043, de Ur, 2300 a 2100 a. C.
Cortesía © Museo Británico, Londres
Modelo de barco de bitumen PG 627 de Ur, según la ficha
y foto de campo de Sir Leonard Wolley
Cortesía © University of Pennsylvania Museum of Archaeology and Anthropology
Uno de los dos modelos alquitranados descubiertos por Woolley que conserva el Museo
Británico es casi idéntico a la Ílhava. Es el bitumen
boat model de Ur, del 2300 al 2100 a. C., hecho de
arena con betún. Estos barquitos, parecidos a los
juguetes que según Ochsenschlager11 se fabricaban los niños hasta el siglo XX, se colocaban a la
entrada de las tumbas. Otro de ellos, ahora en la
Universidad de Pennsylvania, tiene proas distintas y llamó la atención de Filgueiras en referencia
al barco do mar. Según la ficha de Wolley, se halló
acompañado de cántaros con restos de betún.
Hafford12 explica que pudieron contener ofrendas
al demonio Lamashtu, siempre hambriento, repitiendo el rito protector que supuestamente se
hacía al navegar en el mar.
Los sumerios completaron el registro iconográfico de barcos con representaciones incisas
en sellos cilíndricos. Varias de estas imágenes,
impresas en positivo sobre tablillas de arcilla,
han sido objeto de comparación con las bateiras.
Hay tarradas y barcas de cañizo con altas proas
zoomórficas, de semejanza menor. Destaca la
“Barca Sagrada de Uruk”, llamada así por Parrot
en su libro El diluvio y el Arca de Noé, de 1952.
Procede de un cilindro de lapislázuli, de más de
cinco mil años, encontrado en Uruk y ahora en el
11 OCHSENSCHLAGER, Edward L. “Iraq’s Marsh Arabs in the
Garden of Eden”. University of Pennsylvania Museum of
Archaeology and Anthropology. Filadelfia, 2004.
12 HAFFORD, Brad. “Ur Digitization Project: May 2013”. Penn
Museum Blog, 2013. En: www.penn.museum/blog/museum/
ur-digitization-project-may-2013/attachment/boat/
121
Barco sumerio, probablemente una guffa, que traslada
a un rey-sacerdote; Sello de lapislázuli y su impresión
moderna, Uruk, 3300-3000 a. C. | Cortesía © Vorderasiatisches Museum, Berlín / VA 11040
Barca tarrada de madera y guffa redonda de cestería,
encargadas en 2013 por la Nature Iraq Foundation
Tigris River Flotilla Trip, 2013 / Cortesía © Jennifer Hattam
Vorderasiatisches Museum de Berlín. Los mitos
del cataclismo y del barco salvador de la Humanidad tuvieron origen en la literatura sumeria, y
es frecuente comparar el Arca con embarcaciones
locales.
mente sino a la larga, en paralelo y en el centro.
La semejanza de guffas y canastras es tan alta, que
no sería descabellado imaginar guffas o coracles,
su equivalente nórdico, navegando en Aveiro entre
bateiras, al modo mesopotámico.
La Barca Sagrada ha sido publicada muchas
veces en alusión al Arca, y en alguna ocasión para
ilustrar las similitudes entre naves de Portugal y
Sumeria. Filgueiras13 vio en ella un tipo de construcción, a base de fajos de cañizo, confrontable
con la bateira. La Barca se muestra seccionada en
corte vertical, incitando a suponer que fue oblonga, de fondo plano y altas proas curvas, al estilo
de una tosca tarrada. A la vista del dibujo sumerio,
se trata, sin embargo, de una guffa redonda de
cestería, y esto es algo que no parece consignado
en los análisis publicados sobre la Barca Sagrada.
Tampoco consta la siguiente novedad, el hecho
de que podría tratarse de la imagen del Arca redonda a la que se refiere la Ark Tablet, del 1900
al 1700 a. C., recientemente traducida por Finkel14
del acadio.
La continuidad y extrema delgadez del casco y el
derrame de la borda confirman que se trata de una
guffa armada con el sistema constructivo típico de
estos botes, mediante fuertes costillas enhebradas
radialmente en las fibras de una canasta redonda,
tejida previamente. Con ellas se obtiene una resistencia proporcional a la que logran las tablillas de
madera en las canastras para sal de las marinhas
de Aveiro. En estas canastras, no se colocan radial-
13 LIXA FILGUEIRAS, Octávio. “The Barco do Mar and the
Thera Boats Breed”, en Ship Construction in Antiquity. II
Simposio. Atenas, 1991.
14 FINKEL, Irving. “The Ark before Noah. Decoding the Story
of the Flood”. Hodder & Stoughton. Londres, 2014
122
Canastra para sal de las marinhas de Aveiro. Museo Marítimo de Ílhavo
© Mercedes Peláez
Arca de Noé. Bible historiée toute figure, 1301-1400
Cortesía © Bibliothèque nationale de France
El Arca de Noé en el Génesis. Südwestdeutsch Biblia Sacra, primer cuarto del siglo XIV
Cortesía © Stadtbibliothek Schaffhausen, Suiza
La imagen del Arca se ha basado en suposiciones y en las naves que los pintores veían en los
puertos. Estos buques pintados, retratados con la
disculpa del Arca, forman un legado de alto valor
documental en la historia de las embarcaciones
que revela en ciertos artistas un rigor comparable
al ingenieril del célebre vicealmirante François-Edmond Pâris15. Este marino catalogó con espléndidos dibujos los buques que encontró en
sus exóticos viajes en el siglo XIX, y, a efectos
genealógicos de la bateira, algunas imágenes
del Arca son tan relevantes como sus estampas,
publicadas por el Museo Nacional de la Marina
francés en Tous les bateaux du monde. Dos de
las imágenes referidas del Arca, con esquema de
una casa sobre un barco, resultan extraordinarias.
Se trata de un par de miniaturas del siglo XIV
incluidas en la Bible historiée toute figure y en
la Südwestdeutsch Biblia Sacra. En la primera, el
casco está calafateado y las proas se curvan hacia
dentro, al modo de la tarrada y la Ílhava. En la segunda van hacia fuera, según los barcos nórdicos
y las tarradas sumerias más raras.
sus materiales. En el capítulo Watercraft, Carter
asegura que la tipología de barcos de transporte
marítimo y fluvial ya estaba definida en Mesopotamia en el periodo Ubaid, entre el 6000 y el
4300 a.C., y cita un barco del 5800 al 5300 a.C.,
procedente de Eridu, con proas, fondo plano y
betún. Hay que añadir, a los datos de Carter, las
representaciones de Tasili, en Argelia, del 4000 al
1500 a. C. y de Gobustan, en el Caspio, del 12000
al 7000 a. C., tan esbeltas como las naves minoicas del fresco de Thera.
Los sellos sumerios con escenas de barcos,
y las maquetas de tarradas, son relativamente
modernas a pesar de su antigüedad. Hay certeza
de la existencia de embarcaciones anteriores. Un
reciente libro, A Companion to the Archaeology of
the Ancient Near East, ilustra la configuración de
los barcos de Mesopotamia y del Golfo Pérsico y
15 AA.VV. “Tous les bateaux du monde“. Catálogo de
exposición en París, junio-septiembre 2010. Chasse-Marée
/ Glénant / Musée National de la Marine, Francia. Grenoble,
2010.
La teoría de Filgueiras16 sobre la procedencia
cretense del barco do mar fue confirmada por
esta flotilla de naves pintadas en la Casa Oeste
de Thera, en Santorini, arrasada entre el 1650 al
1550 a. C. por una erupción. La delicada estampa,
de hace casi treinta y siete siglos, expone modelos a remo, veleros y barcas de diversos tamaños,
rasgos y usos, de una misma familia naval, de
doble proa y fondo plano, tan similar a las bateiras que el fresco parece retratar las costas lusas.
16 LIXA FILGUEIRAS, Octávio. “The Barco do Mar and the
Thera Boats Breed”, en Ship Construction in Antiquity. II Simposio. Atenas, 1991.
123
Flotilla de barcos minoicos con forma de creciente lunar.
Friso de la Casa Oeste en el yacimiento de Akrotiri, isla de
Santorini
© Dominio público. Wikipedia
Varios barcos, con una barca mash-huf en segundo plano
y una tarrada al fondo. Chabaish, Iraq. Fotografía W-087
de Gertrude Bell, 1916 | © Cortesía The Gertrude Bell
Archive / Newcastle University, Reino Unido
Filgueiras creía que la tipología cretense, supuesta
antepasada del barco do mar, era sumeria, y que
habría llegado a Creta desde la costa siria a través
de Ugarit y de Acad. Wachsmann17 explica que los
barcos pintados de Thera navegan en procesión, en
algún tipo de ceremonia de primavera, o regata. Estas competiciones reflejan las pugnas por llegar en
primer lugar a la lonja, y se celebran entre mash-huf, moliçeiros, o entre velas latinas en la albufera
valenciana.
Bell, en su viaje de 1916 a 1917, a Thesiger en los
años cincuenta, y a Zaha Hadid, premio Pritzker de
arquitectura, en la niñez. Bell y Thesiger las documentaron con textos y fotos de mash-huf, tarradas
y guffas que certifican la permanencia en el tiempo
de su forma invariable y la semejanza con la familia
de las bateiras.
Bateiras y tarradas se parecen entre sí en la
medida en que las lagunas de Aveiro y de Iraq son
semejantes. Forman un espacio natural donde las
aguas dulces y saladas confluyen en albuferas,
estuarios, marismas, mariñas, esteros, pantanos y
deltas, que el tiempo siembra de sal, algas, barro,
cañas, moluscos, peces y aves. Mandelman escribe
en Deltas and Human History que la urbe debe su
inicio al deshielo de la última glaciación. La elevación del agua “empujó las costas varios kilómetros
tierra adentro” invadiendo las orillas de suaves
pendientes de las plataformas continentales. Se
crearon así “extensiones mucho más grandes de
aguas someras”, que forman uno de los “ecosistemas más productivos del mundo” y principal
territorio de arraigo de la cultura sedentaria.
En los lugares acuáticos del planeta, la vida cotidiana es anfibia, la casa es lacustre, y la luz natural
y los roles y reglas de la costumbre pautan los días.
Conocerlas supone la diferencia entre vida y muerte, y se transmiten por creencias y leyendas para
memorizarlas sin juzgarlas. El crudo rigor de esta
bella escenografía ritual, seduce al contemplar su
pureza. Las marismas árabes cautivaron a Gertrude
17 WACHSMANN, Shelley.”Seagoing Ships & Seamanship
in the Bronze Age Levant”. Ed Rachal Foundation Nautical
Archaeology Series. Texas A&M University Press. College
Station. EE.UU., 2009.
124
La estampa de las embarcaciones en el paisaje
de Mesopotamia se ha renovado inmutable al retornar tarradas y mash-huf con la inundación. Se
dice en arquitectura que el mejor medio para la
conservación es el uso, norma válida también para
los barcos. Cuando en 1956 Samuel Noah Kramer
publicó sus hallazgos de Sumeria eligió por título
memorable La historia empieza en Sumer. Quizá
esa historia, que Portugal continuó con sus barcos,
tenga en la Ílhava uno de los mejores episodios
por devolver al mar. Es posible que, algún día, la
Ílhava navegue otra vez en el Atlántico luso, más
allá del Museo Marítimo de Ílhavo donde reside
este ejemplar único de un linaje ancestral.
Tarradas a orillas del agua, posiblemente del Éufrates
Riverside with buildings, boats and Arabs, Iraq. Fotografía
W-123 de Gertrude Bell, 1916 | © Cortesía The Gertrude
Bell Archive / Newcastle University, Reino Unido
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