Cueva del milodón.

MONUMENTO NATURAL CUEVA DEL MILODÓN Esta es la cueva del milodón. Un Monumento Natural compuesto por tres cavernas y un conglomerado rocoso denominado "Silla del Diablo". El lugar fue descubierto por el colono alemán, Hermann Eberhard en el año 1895. Recibe su nombre porque en este lugar, el colono Eberhard, movido por la curiosidad, ingresó a esta impresionante caverna y encontró un trozo de piel de animal, que medía 150 x 90 cm y que el no supo reconocer. Intrigado por este hallazgo, lo mostró al geólogo OUo Nordenskjöld, integrante de una expedición sueca a la Patagonia, quien determinó que era un animal exZnto: “El milodón”. Las muestras de piel, huesos, fecas y otros restos del animal permiZeron a los cien^ficos formarse una idea de cómo era este animal. Lamentablemente todos estos restos fueron vendidos al BriZsh Museum, perdiéndose este valioso patrimonio nacional. El milodón pertenece al orden de mamíferos conocido como Xenartros o edentados, todos ellos exclusivamente americanos y que en la actualidad incluyen a los armadillos, perezosos y osos hormigueros. El grupo de los xenartros es bastante primiZvo y, al parecer Zende a su exZnción natural, ya que Zene 208 género fósiles y solo 14 géneros actuales. El milodón vivió en estos territorios a parZr de fines de la úlZma glaciación pleistocénica, hace unos 14.000 años. Desde entonces, hasta 9 mil años antes del presente, cuando se supone que se exZnguió, este animal convivió con los primeros grupos humanos que habitaron la región y seguramente fue cazado por ellos. Se alimentaba fundamentalmente de pastos duros, asociados a estepas frías y húmedas, además de raíces y hojas de árboles. Los cien^ficos piensan que los milodones se movían lentamente y que su larga cola les servía como una quinta extremidad que los ayudaba a erguirse y alimentarse. Tenían el cuero muy grueso y pelo de color rojizo. Se esZma que medían cerca de 2 metros y medio a tres metros y llegaban a pesar 3 toneladas. Se ubica en la región de Magallanes, Provincia de ÚlZma Esperanza, a 24 kilómetros al norte de Puerto Natales por el camino que lleva al Parque Nacional Torres del Paine, en una de las laderas del cerro Benítez. 150 metros sobre el nivel del mar. En la cueva también se descubrieron evidencias de primiZvo hombre Patagónico, cuya data bordea los 12 mil años de anZgüedad. Es muy probable entonces que estos primeros habitantes hayan convivido con especies como el milodón y el Zgre dientes de sable. Este fue uno de los felinos con el cuerpo de contextura más potente que ha exisZdo. Un ejemplar adulto ^pico pesaba entre 150 y 350 kilos. Tenía un cuello musculoso y unos colmillos enormes. Sus uñas eran retrácZles, como en la mayoría de los felinos. Vivían en grupos como lo hacen actualmente los leones. Los grandes colmillos que lo caracterizaban eran propios de machos y hembras y la única diferencia entre ambos era el tamaño superior de los machos. El Smilodon aprovechaba la enorme potencia de sus miembros delanteros para derribar a sus presas, y a conZnuación uZlizaba sus dientes de sable para morder el cuello, cortar la yugular y la tráquea, matándola rápidamente. Caminar dentro de la cueva principal conmueve. Sus dimensiones son 30 metros de alto, 80 metros de frente y 200 metros de profundidad. Hay dos hipótesis que explican la formación de la cueva. Una plantea que fue producto de la erosión que causaron las olas de un enorme lago que habría invadido la cuenca de Natales, al producirse el reZro del hielo que la rellenaba durante la úlZma era glacial cuaternaria de la Patagonia, hace unos 20 mil años. La segunda hipótesis señala que se formó lentamente, por la acción del agua y las sales contenidas en la roca, en un proceso que habría tomado unos 100.000 años, edad atribuida a la cueva. Además de la importancia histórica, cien^fica y cultural que posee la Cueva del Milodón, existe un atracZvo adicional: Su paisaje y vida silvestre. Es un área de transición entre la estepa y el bosque, con especies como el ñire, el calafate y el romerillo. La fauna es bastante abundante y es posible observar fácilmente gran variedad de aves. Entre ellas águilas, caranchos, algunos cóndores sobrevolando y decenas de especies pequeñas. Los conejos y liebres son muy abundantes, y generalmente donde hay muchos de ellos hay zorros. Aquí es bastante común ver al zorro Chilla atento a lo que pueda obtener de alimento y eventualmente al zorro culpeo. Los chingues también son comunes aquí. Sólo los más afortunados pueden ver muy rara vez a algún puma que ha bajado de los cerros.